“Este reconocimiento a Diego en una universidad pública debe ser un llamado de atención para la clase política”

“Este reconocimiento a Diego en una universidad pública debe ser un llamado de atención para la clase política”

Fernando Signorini fue el preparador físico de Diego Maradona, su amigo y quien le transmitió pasión por el pensamiento político. Fue uno de los protagonistas del Primer Congreso Internacional sobre El 10 y ANCCOM lo entrevistó.

Hablar de Maradona no puede limitarse solo a su figura: también es hablar de quienes lo acompañaron, de los que lo contuvieron, lo guiaron y lo quisieron. En el marco del Primer Congreso Internacional sobre Diego Armando Maradona, diversas personalidades se dieron cita en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. La misión del encuentro es clara: hablar y abrir nuevas rutas de conocimiento a partir de Diego. Si hay alguien que, por contexto e historia, no podía faltar, es uno de sus grandes amigos y expreparador físico: Fernando «el Profe» Signorini.

El Profe comenzó a trabajar con Diego en el año 1983, cuando Maradona estaba en Barcelona y lo ayudó a recuperarse de una grave lesión en el tobillo. En medio del ritmo frenético y el éxtasis que rodeaba la apertura del evento, el primer lugar que buscó Signorini fue la Galería de Arte del Congreso, rememorando esos mil y un recuerdos que sigue atesorando de su amigo.

¿Qué significa que el primer Congreso Internacional sobre Maradona se realice en la universidad pública?

 Es una demostración de lo que tendría que ser y no es el sistema, sobre todo en estos países tan discriminatorios. A los chicos de los barrios populares, de los barrios humildes, marginales, sí, pero marginados también, no se les permite la posibilidad de llegar a las universidades.

Que Diego haya sido el primero en entrar, aunque ya no esté, es una clara señal para los dirigentes, para los políticos, que tienen que hacer todo lo posible para terminar con esa perversa diferencia que se hace entre los que tienen y los que no tienen. Lo de la meritocracia es un invento de ellos, es lo mismo que le quieren hacer creer a sus empleados explotados: que el trabajo los dignifica. ¿Qué los va a dignificar si no les alcanza ni para comer? El trabajo dignifica solo si es digno. Este reconocimiento a Diego en una universidad pública debe ser un llamado de atención para la clase política.

 ¿Qué creés que hacía a Diego tan consciente de las causas sociales?

 Creo que hay personas que no son posibles de ser explicadas. Algunos pensarán que fue porque nació en esas condiciones, pero eso no es del todo cierto. Hay quienes nacen en la misma condición y terminan jugando para el poder. No pongo el hecho de que Diego haya nacido en una villa como el elemento esencial de su actitud contestataria, porque otros argentinos, como el Che Guevara o el Padre Mugica, nacieron en condiciones distintas y compartían esa misma sensibilidad para defender las causas justas de los desposeídos.

Creo que esa conciencia ya la tenía en sus genes y la desarrolló de la mejor manera porque, además, tuvo la posibilidad de hacerse escuchar. Diego decía lo que dicen millones de personas a quienes el poder ignora. Él tenía la voz y nunca se calló la boca, nunca aceptó ser oveja del rebaño. La mayoría de los jugadores de hoy saben que el serrucho sigue afilado y que a ellos también les pueden «cortar las piernas». El sistema ha encontrado en el fútbol una nueva forma de imponer el miedo como factor de dominación, algo que antes se lograba con la religión. No podés hablar, no podés perder, porque el poder, los técnicos, los dirigentes y los sponsors siempre están expectantes.

Diego decía lo que dicen millones de personas a quienes el poder ignora. Él tenía la voz y nunca se calló la boca, nunca aceptó ser oveja del rebaño

Fernando Signorini

En otras entrevistas has dicho que ya no mirás tanto fútbol, que no te gusta. ¿Hay un posible retorno a ese fútbol de antes?

Lo veo cada vez más lejano, y no solamente porque sea un fútbol menos humano. Para que haya un retorno, deberían cambiar los argumentos principales en cuanto a los valores que rigen en la sociedad. El mundo se cambia con cultura o no se cambia con nada.

Antes, los chicos de los barrios marginales jugaban hasta diez horas por día, en absoluta libertad, sacando toda su creatividad; el juego era su maravillosa posibilidad de ser feliz, como decía Menotti. Pero hoy, todo eso ha sido reemplazado por la tecnología: los celulares y la PlayStation ocupan ese tiempo. El fútbol ya no es esa expresión cultural de las clases populares. Es mucho más previsible, más directo y más físico. Si las cosas ya no emocionan, tienen una vida corta. Y eso es lo que pasa con la mayoría de los partidos de fútbol de hoy, salvo contadas excepciones.

¿Creés qué hay niños que todavía sueñan con «ser como Diego»?

Sí, claro, la mayoría. Lo dice muy bien Pablito Aimar cuando menciona que ellos, de chicos, no querían ser Batman u otro superhéroe, sino que soñaban con ser Diego. Es realmente increíble hasta qué punto Diego ocupa la mente y los sueños de los chicos.

En mi caso fue distinto. Yo era de una época sin celulares ni tanta televisión, solamente la radio. A mí el fútbol me divertía mucho para pasar un rato con amigos y basta. Como le dije una vez a Eduardo Galeano, bromeando, él menciona que él había tenido dos problemas para jugar al fútbol (la pierna derecha y la izquierda), pero yo le gané, porque a eso le sumé una muy mala visión. Nosotros no nacimos para ser futbolistas.

En la Facultad de Ciencias Sociales, Fernando Signorini abraza a Fabián Grillo, padre de Pablo, el fotoperiodista herido por la represión de la marcha a los jubilados.

El fútbol históricamente aparece como escape en los barrios más humildes, ¿creés qué sigue funcionando así?

Lamentablemente, el poder, en general, no sólo ignora sino que desprecia a los chicos que nacen en las villas miseria. Pero, si alguno de esos chicos, como lo fue Diego, tiene talento, lo usan. A veces pienso, si Diego no hubiera sido un buen jugador de fútbol, ¿qué hubiera sido? A lo mejor un empleado subiéndose a andamios a cuarenta metros de altura para hacer las grandes obras de la gente poderosa, insensible e injusta. O tal vez se hubiera dedicado a la delincuencia para intentar hacer realidad alguno de sus sueños, porque ellos viven en una permanente pesadilla debido a esa injusticia.

Me preocupa que en Argentina haya 5.500 barrios populares, asentamientos y villas miseria para una población de casi 6 millones de habitantes. Si la política no sirve para transformar estas barbaridades, no sirve para nada. Y si el fútbol no sirve también, como elemento cultural y formativo a través de los valores que debe defender, para cambiar este presente tan preocupante de la sociedad, tampoco sirve para nada.

El poder, en general, no sólo ignora sino que desprecia a los chicos que nacen en las villas miseria. Pero si alguno de esos chicos, como lo fue Diego, tiene talento, lo usan.

Fernando Signorini

¿Qué significa para vos que Diego haya mencionado en varias ocasiones, que más que ser su preparador físico, eras su consejero? 

Nada, porque era lo lógico. Hace poco escuché una definición de amistad que me parece la más acertada: «Un amigo es el que te mejora». No es solo el que nació en tu mismo barrio, sino el que te ayuda a ser lo mejor que puedes ser dentro de una manera de entender la vida. Yo supongo que lo que hacía con Diego lo hago con todos mis amigos, y es exactamente lo mismo que hacen mis amigos conmigo.

Si tuvieras que recordar a Diego en una frase ¿Cuál sería?

“Entonces, el domingo jugá vos”. Fue lo que me dijo cuando yo recién comenzaba a trabajar con él y le hice hacer una prueba física. Al terminar, enojado porque no le había gustado correr alrededor de la pista, me dijo que eso no servía para nada. Yo le expliqué que era una prueba desarrollada por un doctor de la Universidad de California, pero insistió en que no servía. Cuando le dije que un jugador de su talla en esa posición debía hacer 3.600 metros, y que él había hecho 2.550, me preguntó: “¿Y vos cuánto hacés?”. Yo estaba en buena forma y le respondí: «Mínimo 3.600 metros». Entonces, sin mirarme, agarró una botellita y me dijo: “Bueno, entonces el domingo jugá vos”. Esa fue la mejor lección que incluía fisiología, anatomía, biología, biomecánica y neurociencia, todo dicho por un jugador de fútbol, no por un científico.

Desalojaron a un militante de derechos humanos

Desalojaron a un militante de derechos humanos

La Policía de la Ciudad desalojó a Alfredo Cuéllar y su familia Cuéllar. Llevaba décadas viviendo en una casa de la calle Raulet, en Parque Patricios. Pero los negocios inmobiliarios fueron más fuertes.

El pasado lunes 27 de octubre, la Policía de la Ciudad desalojó a la familia Cuéllar y a sus vecinos en Raulet 62/64/66, en Parque Patricios. Aunque la orden judicial estaba fechada para el martes 28, el operativo se adelantó, sorprendiendo a las familias y a las organizaciones sociales que preparaban una vigilia para resistir el desalojo.

Alfredo Cuéllar, padre de Florencia “La China” Cuéllar –fallecida en 2012 en una cárcel federal– se ha convertido desde entonces en un referente en la lucha por los derechos de las mujeres en las cárceles.

Desde hace más de 40 años, la familia Cuéllar habita una de las casas de la calle Raulet. Allí también viven otras familias, vecinas de toda la vida, que fueron desalojadas por orden judicial. El operativo estuvo a cargo de la Policía de la Ciudad y se desarrolló en medio de denuncias por violencia y represión.

El procedimiento, que incluyó un despliegue de “más de 70 efectivos, bastonazos y escudazos”, según relató a ANCCOM Alfredo Cuéllar, culminó con un detenido y la violación de los derechos de niños y niñas, sus nietos, que vivían en el inmueble. “El día 27, a las cuatro de la tarde, yo tenía cien policías en la cuadra. A las seis ya habían vallado todo y bajaron como setenta efectivos de un colectivo, con una brutalidad tremenda, y nos metieron adentro de mi casa a los empujones”, narró.

Alfredo Cuéllar, en su casa, momentos antes de concretarse el desalojo.

 

El inmueble se encuentra dentro del Distrito Tecnológico, una zona impulsada por el Gobierno de la Ciudad desde 2008, que ofrece beneficios impositivos a empresas del sector para promover la radicación de oficinas y startups. Sin embargo, su expansión ha generado un proceso de gentrificación debido al aumento del valor del suelo y la presión inmobiliaria sobre los inquilinos y ocupantes históricos.

Cuéllar contó que alquiló la vivienda en 1984, cuando aún vivía la propietaria original. Tras su fallecimiento, aparecieron distintos intermediarios vinculados con “el infame Francisco Ríos Seoane” (fallecido expresidente del club Deportivo Español) quienes, según denunció, intentaron apropiarse del inmueble. “Empezaron a trabajar de manera impune, bajo la sombra y con amenazas. Yo era un pibe, tendría 20 años, y no entendía nada, pero sabía que ese lugar no les correspondía”, recordó. 

Cuéllar sostuvo que el proceso judicial estuvo plagado de irregularidades. Según su testimonio, la actual propietaria, Úrsula Busset, “es la hija de una abogada que antes se presentó como representante de supuestos dueños del inmueble y luego se convirtió en titular del mismo”. Y denunció que “me terminó sacando de manera irregular porque hay un poder económico muy fuerte detrás. Busset es abogada de Karina Milei y asesora de Diana Mondino”.

La orden de desalojo fue emitida por el Juzgado en lo Civil 35 a cargo de Ramiro Güiraldes, quien aceptó el título de propiedad de Busset, adquirido hace siete años, por sobre los derechos de las familias que llevan cuatro décadas viviendo allí.

Otra de las vecinas desalojadas, Roxana Salem, explicó: “A nosotros nos sacaron siendo propietarios, por una deuda hipotecaria que dejó mi papá, que era impagable, pese a que vivían tres discapacitados nos remataron igual”,

Las familias aseguraron que nunca fueron notificadas adecuadamente del proceso judicial ni se les ofrecieron alternativas de vivienda dignas. Ante la inminencia del operativo, durante el día anterior se organizó una vigilia vecinal para resistir el desalojo y exigir que las autoridades garanticen un lugar donde reubicarlos.

 

La vigilia y el operativo

Durante el día previo al desalojo, las familias que habitaban Raulet 62, 64 y 66 montaron una vigilia frente a las casas. Vecinos, organizaciones barriales y referentes de derechos humanos acompañaron la espera, sin saber con certeza a qué hora llegaría la policía, pero decididos a permanecer en el lugar.

Finalmente, la irrupción se adelantó a la hora pautada y llegó sobre la tarde del mismo lunes 27, cuando efectivos de la Policía Federal rodearon la cuadra para ejecutar el desalojo en un importante despliegue que valló la cuadra y bloqueó los accesos. Las fuerzas avanzaron para desalojar a las familias, entre gritos y empujones, y se llevaron a una persona detenida. Otras mostraron ante las pocas cámaras que había en el lugar los golpes y heridas recibidas.

“No fue un desalojo normal”, explicó Cuéllar. “Vinieron directamente a limpiar el territorio a fuerza de choque, de pelea y de brutalidad. Hubo mujeres muy golpeadas, un compañero detenido, mis nietos fueron violentados. Y ningún organismo de derechos humanos se acercó para defender a nuestros niños”.

La tensión se extendió durante varias horas. Los efectivos retiraron a los ocupantes y colocaron candados en las puertas. Desde entonces, las familias desahuciadas permanecieron a la espera de una respuesta oficial que garantizara una reubicación. 

“No tenemos garantías de nada, todo lo que te dan es una burla. Me quisieron ofrecer 120 mil pesos para alquilar. Hoy mis nietos no pueden ir al colegio porque no sabemos dónde vamos a estar viviendo”, contó Cuéllar.

En paralelo, el desalojo detonó una ola de protestas en redes y entre organizaciones sociales, que lo interpretaron como una muestra de violencia institucional y de un modelo urbano que privilegia los intereses inmobiliarios por sobre los derechos de los vecinos.

El Distrito Tecnológico fue creado por Ley en 2008, con el objetivo de radicar compañías del sector de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en una zona que abarca 200 hectáreas del barrio de Parque Patricios, y parte de Nueva Pompeya y Boedo. 

Según datos oficiales del Gobierno de la Ciudad, desde su sanción por ley, el Distrito atrajo a más de 400 empresas y generó casi 24 mil empleos directos, con alrededor de 300 mil metros cuadrados de oficinas ya construidas o reconvertidas.

Sin embargo, estudios urbanos registraron que esta reconversión trajo consigo profundos efectos de gentrificación. Entre 2009 y 2011, por ejemplo, la superficie solicitada para uso no residencial en Parque Patricios aumentó casi seis veces, mientras que la destinada a la vivienda residencial cayó hasta más de un 15% en ese mismo período.

“Para nosotros esto es una cuestión de clase”, reflexionó Cuéllar. “Ellos consideran que son una clase superior, y que nosotros no tenemos que estar en este lugar ni habitar una casa, porque creen que el lugar nuestro es la villa”. 

De ese modo, el desalojo en Raulet no es visto solo como una operación judicial aislada, sino como parte de una transformación urbana más amplia que desplaza a familias de sectores populares que hace muchos años habitan esas viviendas en nombre de un nuevo modelo urbano e inmobiliario.

Una vida de lucha

Alfredo Cuéllar, es un militante de derechos humanos especializado en la defensa de personas privadas de la libertad y víctimas de violencia institucional. “El destino me puso en un lugar en el que nunca quise estar”, contó. “A partir de lo que le pasó a mi hija me convertí en algo que nunca me imaginé, y hoy me veo con la sorpresa de que mi nombre está en los libros de la policía porque logré desarticular la cúpula del poder penitenciario. Y eso no es gratis”.

Su visibilidad pública creció luego de la muerte de su hija, el 23 de diciembre de 2012 en la Unidad IV del Penal de Mujeres de Ezeiza. La causa fue caratulada como suicidio por las autoridades penitenciarias, aunque Cuéllar y distintas organizaciones sostienen que la joven presentaba signos de golpes y que no tenía intención de quitarse la vida. Desde entonces, el caso se transformó en un símbolo de las muertes bajo custodia del Estado.

“La China” había ingresado al sistema penitenciario siendo muy joven y fue trasladada a pabellones de mayores donde, según denuncias, enfrentó hostigamiento sistemático y condiciones violentas. Su historia se transformó en un símbolo de las vulneraciones del sistema penitenciario y visibilizó las condiciones de violencia y desamparo que atraviesan muchas mujeres privadas de su libertad.

Luego de la muerte de su hija, Alfredo Cuéllar, fue víctima de múltiples amenazas y episodios de persecución por su empeño de denunciar los abusos dentro del sistema penitenciario. Desde entonces, su nombre se volvió incómodo para algunos sectores del Poder Judicial y policial.

“Por nuestra militancia empezó a salir a la luz lo que pasaba en las cárceles, y eso molestó”, recordó. “Allí violaban a las mujeres, las maltrataban, las golpeaban y las asesinaban”. Él se encargó de exponer todo eso, de ponerle nombre y cara a cada una de esas historias, y eso lo convirtió en enemigo para el sistema.

El 19 de mayo de 2019, Cuéllar fue secuestrado en las inmediaciones de Parque Patricios, en un episodio que marcó un punto de inflexión en su vida. 

“Cuando volví a la realidad estaba tirado en un descampado en Camino de Cintura, cerca de las 4 de la mañana. Esa fue la forma en que intentaron callarme”, contó. “Pero al hacerme más visible se les hizo difícil seguir amenazándome. Me hicieron daño, pero no me quebraron”.

Para él, el reciente desalojo no fue un hecho aislado, sino la continuación de una persecución que lleva más de una década.

“No tuvieron piedad. Encontraron esta oportunidad para ejecutarme, me dejaron en la lona”, reflexionó. “Pero no me van a matar, voy a seguir adelante con más fuerza porque ahora entendí cómo se maneja la justicia. El miedo lo transformé en lucha”.

Esa transformación, asegura, es la que hoy lo mantiene de pie. Después de años de dolor, pérdida y resistencia, Cuéllar afirmó que su compromiso con la militancia es también una forma de supervivencia.

“Hoy más que nunca me siento más fuerte –dijo–, porque alguien tiene que enfrentarlos. Yo sé que con la militancia puedo doblar el brazo de la justicia. Ahora entendí cómo se manejan. Voy a luchar con más fuerza porque jamás voy a permitir que el derecho que le violaron a mis nietos quede impune”.

Organizaciones de la sociedad civil le marcan la agenda a la próxima defensora de las infancias

Organizaciones de la sociedad civil le marcan la agenda a la próxima defensora de las infancias

Elaboraron un documento con un decálogo de prioridades y le exigen al organismo que recupere un perfil activo. Mientras tanto, falta aun el aval del Senado para que María Paz Bertero asuma en el cargo.

Asociaciones civiles y organizaciones sociales elaboraron una serie de compromisos que el nuevo Defensor de Niños, Niñas y Adolescentes, a elegirse próximamente, debería asumir. Las postulaciones para ese cargo cerraron el 3 de julio y la terna propuesta se elevó a la Comisión Bicameral Permanente del Defensor/a de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes el 22 de septiembre. La designación de María Paz Bertero como defensora ya tiene media sanción en Diputados pero deberá ser tratada en el Senado en las próximas sesiones. Con fuertes expectativas, las organizaciones que integran el espacio Infancia en Deuda (IED) reforzaron sus propuestas y el pedido por una Defensoría más activa frente a un contexto de emergencia.

IED está conformado por la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Aldeas Infantiles, Doncel y otras ocho organizaciones sociales preocupadas por la situación crítica de niños, niñas y adolescentes en nuestro país, (en adelante, NNyA).

Francisco Rodríguez Abinal, abogado y coordinador del programa Derechos Sociales por la Niñez en ACIJ, declaró que “el concurso se llevó a cabo de forma ordenada, cumpliendo con las pautas del reglamento y los plazos establecidos por el cronograma en todas sus etapas. Este proceso contó con una celeridad importante en comparación con el concurso anterior. Recordemos que el reglamento se estableció en 2017, los postulantes se presentaron en 2018 y la defensora fue elegida en 2019. Fueron tres años de demora”. Si bien es cierto que el proceso actual inició una vez vencido el mandato de la defensora Marisa Graham, Rodríguez Abinal observó que “este concurso se haya hecho en tres meses habla de un sentido de responsabilidad institucional”.

Infancia en Deuda enumera diez puntos, entre los que pide una Defensoría activa en el tratamiento intensivo de la pobreza y alimentación, producción y transparencia de la información, y mayor acción federal. Insiste en la priorización de acciones de exigibilidad y garantía de acceso a la justicia, medidas en salud y embarazo en la adolescencia, y protección integral de derechos. Así como también exige mayor incidencia en materia de educación, políticas de cuidado, revisión del Régimen Penal Juvenil, y agendas emergentes en relación con las nuevas tecnologías y el medio ambiente.

Según el INDEC, las proyecciones de pobreza infantil para el primer trimestre de 2025 indicarían que 47,8% de las niñas y niños estaría en situación de pobreza y el 9,3% en pobreza extrema. Al respecto, Rodríguez Abinal señala: “Desde la vuelta a la democracia hasta hoy, la pobreza infantil nunca descendió de los 30 puntos, sin importar los partidos políticos que gobiernen. Considerando que la pobreza es generalmente más grave en este grupo poblacional que en los adultos, hay aproximadamente cinco millones de chicos que son pobres, y un millón 200 mil que viven en situación extrema. Esto implica la pérdida de cosas irrecuperables, como la salud en la primera infancia, la socialización y la educación”.

IED propone que la nueva Defensoría trate de manera urgente la falta de recursos, la inseguridad alimentaria, y el bajo rendimiento educativo, ya que, según este documento, afirman que un millón de NNyA se saltean una comida diaria, y solo el 45% de los que terminan sexto grado aprenden lo esperado en Lengua y Matemática. Aldeas Infantiles, organización presente en Argentina desde 1978, avocada a promover espacios y entornos de protección con programas de cuidado alternativo y fortalecimiento familiar, afirmó, por su parte: “Necesitamos una defensora que tenga capacidad de liderazgo, que pueda contemplar las agendas emergentes, pero que también tenga en cuenta este panorama que es de crisis y desfinanciamiento”.

Rodríguez Abinal, explicó algunos de los motivos por los cuales hay tanta expectativa sobre esta autoridad: “Si vamos a la cuestión federal, las defensorías provinciales son seis en 24 jurisdicciones, y algunas de ellas dependen directamente del Ejecutivo. El hecho de que la Defensoría nacional tenga tanto trabajo por hacer, también se debe a que no exista una red provincial”.

Con respecto a las funciones del cargo, el abogado señaló: “La persona elegida tiene cinco años de mandato y para removerla debe ser una decisión casi unánime, que es muy difícil que suceda. Esto le otorga a la Defensoría una independencia que no tienen muchas instituciones. Posee autonomía presupuestaria, puede iniciar juicios en cualquier jurisdicción del país y se le permite pedir sanciones económicas a quienes vulneren derechos”.“

Por otro lado, remarcó: “También se le permite el auxilio de la fuerza pública, es decir que puede pedir la intervención de la policía, e incluso iniciar auditorías presencialmente en cualquier lugar en el que haya NNyA. Es muy raro que una única institución tenga todas estas facultades. La multifuncionalidad que hace de la Defensoría una institución privilegiada es lo que a nosotros nos lleva a exigir una autoridad activa”.

Dentro de las recomendaciones, la exigibilidad y garantías de acceso a la justicia ocupan un lugar importante. En el Informe sobre el desempeño del primer año de la Defensoría en 2020, ACIJ destacó algunos de sus logros en materia de promoción de derechos y emisión de recomendaciones, pero observó con preocupación la falta de medidas de protección propiamente dichas. “En cantidad de juicios colectivos que hizo, que son aquellos que tratan de defender a muchos niños, sabemos que activamente fueron solamente trece”, dijo Abinal. “Tampoco conocemos ningún pedido de sanciones económicas”, agregó.

La producción de información y la transparencia de los datos obtenidos también es clave en el pedido de IED. Desde ACIJ, el coordinador sostuvo que no fue clara la cantidad de incidencias en hogares y provincias que tuvo la Defensoría en el pasado. Y reconoció que hubo una pérdida de información con respecto a informes sobre cuidados alternativos que el organismo realizó junto a indicadores de UNICEF. Este tipo de cuidados se presentan como una alternativa al sistema formal en el que NNyA viven cuando, por diversos motivos, quedan sin el cuidado de sus padres. En lugar de vivir en hogares o residencias, que han demostrado no ser los lugares ideales para crecer, organizaciones como Doncel proponen que haya una mayor transferencia de recursos del Estado a las familias ampliadas de esos niños, (abuelas y abuelos, tíos y padrinos), en lugar de las residencias. La Ley 26.061 de Protección Integral de la Infancia establece que la permanencia en residencias no puede superar los 180 días, transitoriedad que no siempre es respetada en la modalidad institucional.  

La información producida en esta temática es escasa, y se vuelve necesaria. “Por alguna razón que nosotros no conocemos, la Defensoría dejó de trabajar este tema con UNICEF, y el informe propio tenía muchos menos indicadores. Esto debería haberse sostenido porque no se conoce mucha información del sistema de protección en el que se alojan esos niños”, agregó Rodríguez Abinal.

Esto se confirma siguiendo a Mariana Incarnato, fundadora Doncel, asociación civil con una trayectoria de 20 años en la materia. Ella señaló que “la Defensoría no ha abordado el tema de lleno. Hay 10.000 niños que viven dentro del sistema formal de cuidado, es decir en hogares e instituciones. Y solo una pequeña parte vive al cuidado de la familia ampliada. Esto vulnera el derecho de crecer en un entorno familiar. Es una gran deuda que tiene la política de protección, ya que lo importante no es solo dónde viven esos niños, sino con qué calidad de cuidado son criados”.

En 2005, Doncel fue la principal impulsora de la Ley de Egreso, la cual establece un programa de acompañamiento para jóvenes que salen de las instituciones para continuar con su inserción laboral, académica y social de manera independiente. Incarnato también destacó que, si bien los cuidados alternativos no fueron un tema nodal de la Defensoría, la institución hizo las debidas prestaciones para sostener el programa de acompañamiento de egreso durante el cambio de gestión.

En definitiva, las problemáticas en torno a las infancias son amplias y profundas. Con respecto a lo que se espera que suceda en las próximas sesiones del Senado, Aldeas Infantiles, insistió en la prolijidad con la que se desarrolló el concurso, y en la responsabilidad del Senado de cumplir la Ley 26.061 con la misma transparencia.

Alertan por el avance contra la ley IVE en CABA

Alertan por el avance contra la ley IVE en CABA

Organizaciones feministas cuestionan el Protocolo de Acompañamiento de la Embarazada en Situación de Vulnerabilidad (PAEV). Dicen que reinstala discursos moralizantes bajo la apariencia de contención y que puede convertirse en un mecanismo de presión y desinformación.

A casi cinco años de la aprobación de la Ley 27.610 —sancionada el 30 de diciembre de 2020 y promulgada el 14 de enero de 2021—, que garantizó en Argentina el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE), su aplicación vuelve a estar en riesgo. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito advirtió sobre la implementación del “Protocolo de Acompañamiento de la Embarazada en Situación de Vulnerabilidad (PAEV)” por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que “busca imponer creencias conservadoras y religiosas en las políticas públicas”.

Desde su aprobación en diciembre de 2020, la Ley IVE marcó un punto de inflexión histórico en materia de salud y derechos humanos y reproductivos. “La ley generó condiciones seguras para abortar y bajó la tasa de fecundidad adolescente, acompañada por el plan ENIA (Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia). Aumentó la cantidad de instituciones públicas que garantizan la práctica y disminuyeron las muertes maternas”, destacó Zamparini en diálogo con ANCCOM, aunque advirtió que persisten desigualdades: “El acceso fue mayor en CABA y mucho menor en provincias como Chaco o Misiones”.

Sin embargo, la especialista señaló que la actual coyuntura política, bajo un gobierno nacional encabezado por Javier Milei, presenta un panorama preocupante: “No hace falta derogar la ley para atacarla. No asignar presupuesto, no implementar políticas públicas, es una manera de hacer que no se cumpla”, subrayó.

“No hace falta derogar la ley para atacarla. No asignar presupuesto, no implementar políticas públicas, es una manera de hacer que no se cumpla”, subrayó Zamparini.

El nuevo protocolo impulsado por el Gobierno porteño —que incluye la participación de organizaciones religiosas en la “asistencia” a mujeres embarazadas— encendió las alarmas del movimiento feminista. Zamparini explicó que ya se están implementando folletos y espacios de asesoramiento en algunos centros de salud, y que la Campaña está realizando un mapeo territorial para documentar posibles casos de obstrucción al derecho.

“Estamos en contacto con profesionales de la salud y centros de atención primaria. Queremos entender cómo se está aplicando este protocolo y evitar que se convierta en un mecanismo de presión o desinformación”, señaló.

Las organizaciones feministas sostienen que el PAEV intenta reinstalar discursos moralizantes bajo la apariencia de contención. “Con un gobierno que redefine la vulnerabilidad y habilita la injerencia religiosa en políticas públicas, se pone en juego la libertad y la autonomía de las mujeres y personas gestantes”, denuncian desde la Campaña.

En el marco del 20° aniversario de la organización, la consigna vuelve a resonar con fuerza en el movimiento feminista: Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.

Una obra sobre la incomprensión

Una obra sobre la incomprensión

“Lejos de todo lo que hace mal” cuenta la experiencia de muchos adolescentes y jóvenes que tienen que esconder su sexualidad. ANCCOM fue al estreno y dialogó con el director y con el autor de la obra, quien además integra el elenco. “Hay que seguir contando estas historias”, dicen.

Un matrimonio de clase media en los años noventa se prepara para un viaje a Nueva York. Sin embargo, pequeños silencios y mentiras comienzan a resquebrajar la aparente armonía familiar. Juan Cruz, un adolescente que ya no quiere jugar al rugby y enfrenta definiciones que no sabe cómo comunicar, y Lucía, la menor, con una relación secreta, son los protagonistas de esta trama donde la necesidad de decir la verdad y de vivir con autenticidad se vuelve urgente.

Lejos de todo lo que hace mal, estrenada en El Método Kairos la noche anterior a la última Marcha del Orgullo LGBTQ+ –aunque Santiago Girard y Maximiliano Galeano, autor y director respectivamente, aseguran que fue casualidad–, ofrece una experiencia teatral intensa, íntima y humana y cuenta la historia de muchos adolescentes que tuvieron que esconder su sexualidad de sus padres por miedo al rechazo.

La obra surge de la historia personal del Girard quien, en diálogo con ANCCOM, relata: “Es algo bastante autorreferencial, tiene mucho que ver con parte de mi vida, con salir del clóset, con ese proceso, y nació desde ese lugar. Fue un trabajo muy personal e introspectivo”.

Girard, además se animó a actuar y a interpretar a la figura del padre frente a su propia familia, presente la noche del estreno. “Fue difícil al principio, porque hay que ponerse en el papel de alguien con quien conviviste toda la vida. Me tocó en muchos lugares personales. Tuve preguntas de mis viejos, del tipo: ‘¿Vos lo sentiste así?’. Se generaron charlas que estuvieron buenas, porque en algún punto también fue sanador”, reflexiona.

Desde el living de la casa de una familia típica, la obra aborda temas profundos como la hermandad y la desigualdad entre la maternidad y la paternidad. “Hay una escena donde los hermanos son más amigos y otra donde son más enemigos. Me parecía muy importante que se vea que esa es la hermandad, explica Galeano, el director. Y Girard agrega: “Yo quería que se viera. Una madre que lleva adelante la casa y el padre que está ahí con su diario”.

Galeano destaca la red de apoyo que se construye en el teatro independiente cuando hay algo que contar. “Nos conocimos en un taller y un día Santi me mandó un texto y me pareció maravilloso. Le hice unos comentarios y le ofrecí darle una mano si quería llevarlo a cabo. Y de golpe, la próxima vez que nos vimos, me ofreció dirigir la obra. Fue completamente inesperado”.

“Fue todo a pulmón”, afirma Girard. “La escenografía la resolvimos nosotros, con ayuda de familiares y amigos –señala Galeano–. Fue un enorme trabajo porque queríamos respetar la década lo más posible. Apareció un teléfono y capaz que no era ese teléfono”.

Galeano vive su vida a través del teatro. Es profesor en una escuela, tiene su propio proyecto donde forma actores, a veces se sube a los escenarios con algunos papeles y ahora también dirige. Además, concibe el teatro como un espacio “dentro de la realidad donde se arma otra historia. Que todos estemos en una comunión creyendo eso, a mí me parece como una locura pactada entre todos. Eso es algo que no va a reemplazar la IA, porque es vivo. Con el público la obra se termina de hacer”.

Para Girard, profesor de matemática, Lejos de todo lo que hace mal “fue un reencuentro con el teatro, y en eso tuvo mucho que ver Maxi, porque yo había dejado hacía bastante tiempo. Arranqué a estudiar teatro en mi adolescencia porque sentí que el teatro era un lugar donde, y esto nunca se lo conté a nadie, se podía llegar a conocer gente, porque el ambiente es de la comunidad. Y me enamoré del teatro, pero nunca me animé a ir a fondo y vivir de eso”.

El nombre de la obra surge de una frase del guion que hace referencia al momento en el que uno debe irse a otro lugar para no tener que ocultar su homosexualidad. “A mí lo que me atrajo de la obra es el no sentirnos comprendidos por las personas que queremos”, expresa Galeano.

Girard comparte su propio proceso: “Fue muy solo, muy personal, porque no me animaba, porque tenía vergüenza, porque me daba miedo. El miedo al rechazo es bastante fuerte. Hasta que en un momento dije: ‘O sigo fingiendo una vida que no es la mía o me enfrento a lo que venga’”.

A diferencia de los años noventa, cuando había mucho más ocultamiento, “ahora las cosas son diferentes, aunque, en algún punto, estamos volviendo a algo que no me gusta. Por eso estas historias son importantes y que hay que seguir contándolas”, opina Girard.

Y concluye: “Si bien en su momento uno puede pensar ‘si pudiera elegir, elegiría otra cosa’, hoy no. Me gusta la vida que tengo, cómo la llevo adelante. En aquel momento, sí, claro, porque era más fácil vivir la vida que esperaban mis viejos, mis hermanos, mis amigos. Pero hoy no lo cambiaría por nada. La realidad es que, como termina la obra, yo también tuve un final feliz. Nunca me rechazaron, siempre estuve acompañado. Hoy vivo mi sexualidad con total libertad”.

Lejos de todo lo que hace mal se puede ver todos los viernes de noviembre y el 5 de diciembrea las 22.30 en el Método Kairós, El Salvador 4530 (CABA).Entradas en Alternativa Teatral.