Un testigo de la megacausa reconoció a los acusados Carlos Herrera y José Zyska como represores a cargo de la 1° Brigada de Palomar

Un testigo de la megacausa reconoció a los acusados Carlos Herrera y José Zyska como represores a cargo de la 1° Brigada de Palomar

Avanza de manera lenta la megacausa Mansión Seré II y RIBA IV. Este martes solo declararon dos testigos en una audiencia plagada de cuartos intermedios y objeciones.

En una extensa sesión de la megacausa Mansión Seré II y RIBA IV, el martes 15 de abril solo testimoniaron dos testigos cuyas declaraciones generaron varios cruces entre los abogados defensores, la fiscalía y la jueza María Claudia Morgese.

El primero de los testigos, Álvaro Figueredo, ratificó declaraciones previas en las que identifica a los acusados Juan Carlos Herrera y José Juan Zyska en la 1° Brigada Aérea del Palomar donde cumplió funciones como suboficial cabo primero entre 1976 y 1977. El testigo comenzó su declaración relatando las tareas que allí realizaba: “Mi función era darles de comer y algo de beber a los detenidos o llevarlos al baño cuando lo pedían. En mis guardias les daba el trato que se merece un ciudadano, no como ellos estaban ahí. Nunca vi detenidos en la Brigada, pero sí en lugares aledaños”.

Luego de pocas palabras su declaración fue interrumpida, escena que se reiteró durante toda la audiencia, manteniendo presente al testigo por más de tres horas, situación atípica en relación a las escuetas declaraciónes de los anteriores testigos de concepto en este juicio. A pesar de las idas y vueltas para detener o volver a solicitar su declaración, provocando confusión en el testimonio en más de una ocasión, el testigo pudo ratificar declaraciones previas en las que identificó a estos dos imputados como personal con altos cargos en el excentro clandestino de detención 1° Brigada Aérea del Palomar. Figueredo detalló: “Cuando estaba designado en la Base del Palomar, me vino la orden de arriba, del Grupo de Tareas 100 que allí funcionaba y desde donde daban las órdenes sobre los detenidos -refiere sobre el grupo central del que depenían el resto de los Grupos de Tarea de la subzona 16- . Me designaron al cuidado de los detenidos y en esa época uno no se podía negar, por los castigos. Los cuidaba, a una parte en Ituzaingó, en una quinta tomada que funcionó como alojamiento de los detenidos -Mansión Seré-. Otro de los lugares donde realizaba mis guardias era en un antiguo destacamento policial pròximo al colegio militar de la 1° Brigada Aerea del Palomar, muy cerca de las vías del tren” y explica que a estos centros se los denominaba al interior de la fuerza como “Atila Uno” y “Atila Dos” respectivamente.

Al inicio de la declaración el defensor público del imputado Carlos Herrera, Leonardo Miño, señaló que el testigo podría estar incurriendo en una autoimputación al mencionar haber visto y estado con detenidos. Dicho reclamo se hizo justificando que en situaciones previas en otros juicios, testigos citados a declarar de manera testimonial luego fueron imputados y hasta condenados por lo que relatan. Al mismo planteo adhirieron el resto de los abogados defensores que solicitaron suspender la declaración o en caso de continuar hacerlo ya no en carácter de testigo testimonial sino haciéndole saber sus derechos y aplicando las normas pertinentes a la declaración de un imputado. El testimonio propuesto por el Ministerio Público Fiscal, generó múltiples cruces entre las partes, algunas que querían continuar y escuchar la declaración y otras que preferían suspender. Luego de varios cuartos intermedios el tribunal pleno, integrado por la presidente del Tribunal Federal Oral N° 5 de San Martín, Maria Claudia Morgese Martin, y los jueces Silvina Mayorga y Walter Venditti, resolvieron que la declaración continuara de manera testimonial y bajo juramento de decir verdad pero permitiendo al testigo no responder aquellas preguntas que lo autoincriminaran.

Los altercados siguientes, que pausaron la declaración en varias oportunidades, giraron en torno a dos declaraciones previas realizadas por el exmilitar. Una de ellas, fue una realizada por teléfono a dos secretarias judiciales. El abogado defensor se opuso a la incorporación de dicho archivo a la causa por considerarlo un documento informal y acusó a la jueza Morgese de actuar como “auxiliar de la fiscalía” si leía o hacía preguntas a partir de ella. La otra declaración que generó polémicas, fue en la que Figuredo identificó a José Juan Zyska a partir de una imágen. En ella relataba: “A Zyska lo conozco del trabajo que realizábamos en la Brigada Aérea del Palomar. Si bien trabajabamos en distintas secciones estábamos todos juntos en el mismo establecimiento”. A pesar del paso de los años y el deterioro de salud, potenciado las horas declarando preguntas contradictorias generadas por los idas y vueltas de las partes, el testigo ractificó y calificó de “afirmativa” cada lectura que se le hizo de sus declaraciones anteriores “si está en el papel es la verdad”, respondió. En la misma declaración, el testigo afirma que Zyska estaba en la sección de inteligencia de dicha Brigada y que hacía guardia en “Atila Dos”.

Mientras Figueredo declaró desde el Juzgado Federal de Posadas, Zyska conectado virtualmente desde su casa, se acerca a la cámara para escuchar mejor, se encoge de hombros y hace gestos con la cara, frunce el ceño y levanta las cejas, casi negando y sin creer los dichos de quien declara. En tanto que Juan Carlos Herrera mantuvo la cara impasible e inexpresiva, aunque el testigo volvió a confirmar lo dicho en declaraciones anteriores sobre su persona: “Era primer teniente de la Brigada Aérea del Palomar. Trabajaba con la tropa junto a los soldados, luego integraba y salía con el Grupo de Tareas 100 que funcionaba allí en la Brigada”. Sobre el Grupo relata que salían a hacer operativos uniformados, solicitaban documentos a las personas y los vehículos en la calle. En relación a Herrera, lo identifica “hablando” con una detenida oriunda de La Plata.

Desde la Asociaciòn Civil querellante de la causa, Moreno por la Memoria, el abogado Sergio Gómez, se refirió a la estrategia de la defensa como “maniobras dilatorias para derribar la testimonial por la importancia de esta declaración en particular. Pero en general, buscan siempre atrasar el proceso de la causa, por ejemplo, tratando de posponer testimonios que estaban programados para la sesión”. Sobre el justificativo de los abogados defensores de los imputados para detener la declaración de Figueredo por estar autoimpculpándose, Gómez explicó que “no es la primera vez que declara y en ninguna de ellas tuvo inconvenientes por delitos de Lesa Humanidad. Si la fiscalía entendiera que existen motivos para imputar un delito a una persona actuaría de oficio, de manera que, al ser los defensores quienes hacen el planteo es contradictorio y expone que hay otros intereses: evitar que el testigo declare y usarlo como herramienta para dilatar el proceso. La fiscalía abocada a este juicio no ha creído que existan elementos autoincriminatorios. El eje central de la estrategia de la defensa es que que, al no poder lograr la inocencia de los imputados, realiza distintas maniobras para dilatar lo más posible el proceso para evitar que se logre memoria, verdad y justicia en él”.

La segunda y última declaración fue la de María Laura Fuenzalida, hija de Alberto Fuenzalida, secuestrado el 22 de octubre de 1977 en Rosario, desde donde fue llevado en avión al centro de detención Mansión Seré. Su hija relata que lo trasladaron a la 7° Base Aérea de Morón antes de liberarlo el 23 de diciembre del mismo año.

María Laura, que tenía 5 años, estuvo presente en el momento de la detención ilegal de su padre. En un breve pero fuerte y sentido testimonio relató lo vivido durante y después de los hechos: “Cuando pasaron los años pudo contarnos sobre lo que había pasado. Incluso de grande hacía chistes para aliviarnos a nosotros. Pero las pruebas de su cuerpo decían otra cosa. Fue un tiempo muy difícil para nosotros, mi mamá se quedó sola con cuatro hijos. En las noches la acompañaba a buscar a mi papá en galpones y centros clandestinos”. El testimonio terminó explicando que “si bien mi papá murió hace 13 años esto lo vuelvo a hacer porque se lo debo a él. Tuvimos suerte de que apareciera, pero en el medio perdimos mucho”.

El fiscal Félix Crous terminó la audiencia señalando la revictimización que vivió Fuenzalida a causa de los abogados defensores. Fuenzalida debió presentarse a declarar en esta causa luego de que la defensa se opusiera a la solicitud de la fiscalía de incluir su declaración previa por regla práctica, para evitarle a la testigo rememorar los hechos dolorosos. La defensa amparó su pedido de citar nuevamente a declarar a Feunzalida en su derecho a controlar las pruebas ya que no presenciaron la declaración anterior realizada en el marco de otra causa. Así, luego de que la defensa solicitara la declaración pero sin hacer preguntas o pedir ampliaciones a la testigo, Crous puntualizó que es necesario “que las defensas aclaren qué quieren preguntar. Si no, es una reiteración de una declaración que nosotros, los proponentes, no pretendemos que sea más que en los términos en que ya fue producida”.

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Se anunció la próxima audiencia de este juicio para el martes 29 de abril.

“Necesitamos que el movimiento sindical sea protagonista de un tiempo distinto”

“Necesitamos que el movimiento sindical sea protagonista de un tiempo distinto”

El paro general convocado la CGT y las CTA en contra de la política económica, la represión y el ajuste gubernamental tuvo un masivo acatamiento en todo el país. La evaluación de los dirigentes Hugo Yasky (CTA), Yamil Socolovksy (CONADU) y Carla Gaudensi (FATPREN) de una medida contundente que arrancó el miércoles con la multitudinaria concentración en apoyo a los jubilados ante el Congreso.

“Necesitamos que el movimiento sindical sea protagonista de un tiempo distinto”, consideró el secretario general de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA-T), Hugo Yasky, sobre el paro general llevado adelante por las tres principales centrales obreras del país. La protesta tuvo amplio acatamiento y sólido efecto nacional al paralizar gran parte del transporte, la actividad comercial, educativa y administrativa. La huelga redobló su potencia con la convocatoria a marchar, el día previo, con los jubilados que cada miércoles se reúnen frente al Congreso de la Nación. Así el paro y la marcha confluyeron en una medida de lucha de 36 horas que fue descripta por Yasky como “un punto de inflexión” para el accionar sindical y la lucha social contra la política del gobierno libertario, que utiliza la represión y el miedo como herramienta para imponer un fuerte ajuste económico con una cada vez más alarmante vulnerabilidad social.

El reclamo sindical critica toda la política económica y la represión del Gobierno Nacional, pero específicamente, además de visibilizar la necesidad de jubilaciones dignas y aumentos de emergencia, hace foco en la necesidad de recomponer los salarios a partir de paritarias libres. Actualmente el gobierno estableció paritarias fijas con un tope máximo de aumento del 1% mientras que para marzo se estima una inflación del 3%, provocando que los salarios sigan perdiendo poder adquisitivo frente a la inflación. La situación económica se agrava por la toma de nueva deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El accionar gremial nucleó a la mayoría de los sindicatos obreros, entre ellos la Asociación Trabajadores de Estado (ATE), Unión Obrera de la Construcción de la República (UOCRA), Argentina Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), La Bancaria, Petroleros y La Fraternidad, entre otros. En consecuencia, durante este jueves se suspendieron los servicios de transportes de subtes, trenes, y aviones. Cesaron sus actividades bancos, la administración pública y centros educativos públicos, mientras que los hospitales atendieron solo guardias de urgencias y hubo disparidad en la adhesión de taxis, educación privada y comercios. La Unión Tranviarios Automotor (UTA) no adhirió a la medida por la conciliación laboral obligatoria que firmaron con la Secretaría de Trabajo de la Nación y que vence recién el 3 de mayo, pero en su comunicado oficial afirmaron “comprendemos y apoyamos el reclamo”. Yasky rescató que la decisión de la UTA no provocó los efectos adversos al paro que el gobierno esperaba. “No les alcanzó con esto para aminorar la fuerza de la medida. En una jornada donde no funcionó parte del transporte público, era esperable que el servicio de colectivos estuviera atestado de pasajeros. Pero las imágenes del día mostraron una menor circulación en comparación con un día de trabajo normal”.

En comunicación con ANCCOM, Yamil Socolovsky, secretaria de Género y Diversidad de CTA-T y trabajadora de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU), explicó que el reclamo “en términos generales es un rechazo al proyecto político que está llevando adelante el gobierno de Javier Milei. Con su política de empobrecimiento, ajuste, saqueo y reconfiguración del Estado, para convertirlo en una herramienta al servicio de los intereses de los grupos económicos dominantes y abandonar sus responsabilidades con las mayorías para garantizar derechos y asegurar el bienestar de las personas”. Destacó que la medida conjunta entre la marcha del miércoles y el paro del jueves denuncian no solo la situación de los jubilados, sino también “los más de 45.000 despidos en el Estado, la crítica situación universitaria y la decisión de seguir endeudando al país por medio del FMI y el acatamiento de sus condiciones”.

Joana Giménez, secretaria de Juventud de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-A), explicó que “el paro fue anunciado en el marco de la ley de Moratoria Provisional, cuyo dictamen finalizó el 23 de marzo y no existe aún, un dictamen vigente que ampare a quienes se van a jubilar. Está en tratativas la revisión de dicho proyecto, pero mientras tanto, significa la imposibilidad de jubilarse para la mayoría de la población trabajadora”. También se explayó sobre la “composición del paro” a partir de las múltiples aristas que conforman el reclamo, haciendo foco en el sector juvenil que la convoca, “la medida se da en el marco del ajuste total del bolsillo del trabajador, la suba de servicios básicos, el deterioro de las condiciones de vida, y la imposibilidad de pensar en una jubilación. A eso hay que sumar, la inestabilidad y la precarización laboral que conlleva multiempleo, la desocupación producto de los despidos y desfinanciamiento del Estado, y el cierre de instituciones estatales que, para la población, significan el acceso a las políticas públicas. Entre ellos, la educación y la vivienda, son los aspectos que afectan mayoritariamente a la juventud”.

Además del gobierno libertario, De la Rúa fue el otro presidente que tuvo tres paros generales dentro de sus primeros 500 días de mandato. Los paros anteriores al gobierno actual fueron durante el año 2024, el 24 de enero y el 9 de mayo, durante las votaciones de la Ley Bases y luego la Ley Ómnibus.

Por su parte Yasky, en diálogo con ANCCOM explicó que el Poder Ejecutivo “va a reaccionar agresivamente. Están perdiendo apoyo de los sectores populares, son conscientes que han entrado en un plano inclinado y que las medidas de fuerza de la CGT y la marcha es vista con mayor empatía por una gran parte de la población que hasta hace un tiempo tomaba distancia o directamente reprobaba este tipo de acciones”. El dirigente consideró: “Luego del paro nacional, la estrategia debe ser discutir y llamar a una convocatoria muy amplia desde las centrales sindicales para poder incorporar al empresariado nacional, al PYME, a sectores agrarios de la pequeña y mediana producción, conformando una multisectorial que sea capaz de levantar un programa de trabajo y reactivación productiva. Diferenciarse del gobierno que no tiene una propuesta para reactivar la producción, que no tiene un rumbo o ideas para favorecer el mercado interno y el consumo y generar la reactivación de la economía. Solo se centran en el ajuste y especulación financiera. A nivel internacional se está dando una sacudida muy grande, hay incertidumbre, y nosotros tenemos un gobierno que está esperando el préstamo del FMI para seguir endeudando el país. Por eso creo que la estrategia debe ser construir una plataforma propositiva y a la vez continuar con las acciones de lucha y movilizaciones sociales, ambas cosas en conjunto. Necesitamos que el movimiento sindical sea protagonista de un tiempo distinto, que creo, tiene un punto de inflexión en este paro”.

En la misma línea se expresó Giménez: “Es necesario generar mayores procesos de articulación entre organizaciones, encuentro y diálogo entre distintas voces para fortalecer un plan de lucha -evaluó-. Que las tres centrales hayan podido concretar el paro en unidad es un dato significativo en estos tiempos”.

Por su parte Carla Gaudensi, Secretaria General de FATPREN, explicó: “es un paro político, en contra de las políticas de ajuste, donde los trabajadores y trabajadoras, ya sea quienes hoy estamos en actividad o quienes ya se jubilaron, estamos sufriendo. Busca demostrar que somos los obreros quienes sostenemos, con nuestro trabajo, a este país. Creo que la gente va a estar cada vez más presente poniendo el cuerpo en las calles. Somos un pueblo que viene demostrando una resistencia activa porque nunca dejamos de hacer nuestros reclamos y que cada vez que se decreta una medida de estas características concurrimos masivamente a acatarla, mientras que el gobierno demostró que la única forma que tiene para hacer efectivas las medidas de ajustes, es por medio de la represión, métodos que son para disciplinar, para limitar la participación de los trabajadores. La violencia, para nosotros, los trabajadores de prensa, tuvo su máxima expresión en el ataque al compañero Pablo Grillo, un trabajador de prensa que estaba registrando para que la sociedad esté informada de lo que sucedía en la movilización. En ese sentido es muy importante la medida judicial iniciada, para cuestionar el aparato represivo”.

La marcha de cada miércoles

En apoyo a la marcha de jubilados, los grandes sindicatos coparon, por la tarde del miércoles 9, la plaza pero también las calles que rodean al Congreso de la Nación que se encontraba vallado en todo su perímetro. La amplia concentración evitó que se aplique el protocolo antipiquetes, incluso durante la desconcentración que comenzó anticipadamente alrededor de las 17 horas sin disturbios ni violencia. La estrategia policial de este miércoles fue distinta a días anteriores. Las fuerzas de seguridad no se encontraban inmediatamente detrás de las vallas ni enfrentados de cara a los manifestantes, por el contrario estaban diseminados en distintas calles e invisibilizados.

Yasky describió a la marcha “de carácter multitudinario, que va a generar una mayor empatía hacia la causa de los jubilados y jubiladas, sus reclamos por haberes y restitución de medicamentos. También va a tener un efecto positivo sobre los tiempos del Congreso de la Nación, sobre todo en la Cámara de Diputados, donde en la última sesión se logró avanzar al votar un emplazamiento para que la restitución de la moratoria jubilatoria sea tratada rápidamente y dar una solución al problema generado por el gobierno”.

Por su parte, Socolovsky describió a la marcha como “importante y multitudinaria, convocante de diversos sectores y muy representativa”, y sobre esa línea agregó: “Hay una mayor comprensión de que la situación jubilatoria no es un reclamo sectorial con el que solamente hay que solidarizarse. Por el contrario es necesario que su pelea sea asumida como parte de una pelea del conjunto social”.

A su vez se refirió a la importancia que tiene la masividad como forma de frenar el aparato represivo de las distintas fuerzas de seguridad que se hacen presente cada miércoles. “Cuando las movilizaciones son masivas y convocan a múltiples sectores organizados, el dispositivo represivo tiene que replegarse. Esto también hace que sea importante no dejar a ningún sector en soledad y sumar cada vez más movimientos, representatividad y organización para contraponer la fuerza del protocolo antipiquetes. Es generar una respuesta contra dicho aparato y de cuidar a la gente, de darle la confianza de que pueda salir a la calle a manifestarse”, en su opinión la represión no está socavando la participación. Lo mismo puntualizó Yasky: “La presencia de las centrales sindicales acompañado a los jubilados potenció la convocatoria, y ante la multitud el protocolo antipiquetes demuestra la impotencia de querer disciplinar o impedir las movilizaciones populares con represión. Creo que la presencia organizada, masiva y administrada por las organizaciones sindicales impidió que el protagonismo de Bullrich sea otra vez por la represión sangrienta”.

 

La persecución ideológica avanza

La persecución ideológica avanza

Al vaciamiento, la precarización y los salarios de indigencia en medios y organismos públicos, el Gobierno de Milei suma ahora los despidos por razones políticas de profesionales de la comunicación.

Fabián Waldman, Natalia Maderna y Kaloian Santos. Foto: Gentileza Kaloian Santos. 

La periodista y locutora Natalia Maderna fue despedida sin causa de Radio Nacional tras 17 años de trabajo. El fotógrafo Kaloian Santos, autor de las imágenes con las que se pudo identificar al gendarme que hirió de gravedad a Pablo Grillo, fue desafectado de la Secretaría de Cultura de la Nación, donde se desempeñaba desde 2012. Ambos casos, sumados al del periodista Fabián Waldman, despedido de Diputados TV, despertaron la indignación de sus colegas, que denuncian una persecución ideológica en los organismos comunicacionales del Estado.

“El jueves 3 de abril llego a la radio, saludo a la gente de seguridad que está en recepción y cuando estoy acercándome al molinete me vuelven a llamar y me informan de que no me podían permitir el ingreso. Así fue como me enteré que la empresa había prescindido de mis servicios”, relató Natalia “Natu” Maderna. Se trata de la primera empleada de planta permanente echada en 30 años en la radio. “El despido fue violento”, subrayó.

Maderna sumaba ya 17 de trayectoria en la emisora, donde se ha destacado como conductora y relatora. En 2022 se convirtió en la primera mujer en narrar un partido de un Mundial en la historia de la radio. Actualmente conducía un programa matutino en Nacional Rock, aunque este había sido levantado el martes 31 de marzo. “El lunes 30 Pablo Valente (director de la radio) me informa que quería tener una reunión conmigo antes de que el programa arrancara. El martes, recién cinco minutos antes de que empiece, me dijeron que se levantaba”, repasó. Lo que aparentaba ser una decisión artística tomó un giro drástico apenas dos días después.

Sin embargo, el detonante del despido parece ser lo ocurrido a comienzos de esa semana cuando Maderna empezó a conducir el programa No es lo mismo en el streaming ViBra, financiado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. La periodista recalca que para sus colegas y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) “el comienzo del streaming tuvo que ver” y además agregó: “El lunes 30 empiezo el programa de ViBra hasta las 18.30 y a las 19 me llega el mensaje de Valente pidiendo hablar, media hora después. En ningún momento me dijeron que era una persecución ideológica, pero mis compañeros dicen que si tiene cola, cuatro patas y ladra es un perro”.

Con una expresión parecida, “dos más dos es cuatro”, describió su despido Kaloian Santos: “El lunes 31 estaba en la oficina en el CCK (actual Palacio Libertad) y sobre las 19 me llama la directora de prensa, María José (Pérez Insúa), para decirme que que mi contrato no se iba a renovar. Cuando yo le pregunto qué había sucedido me dice que la orden venía desde arriba”. Su repentino cese, que se hizo efectivo el 1° de abril, lo sorprendió, ya que si bien su vínculo finalizaba ese día, en realidad se trataba de un error burocrático: “El contrato me lo tenían que haber hecho durante un año y en enero me lo hicieron solamente por tres meses. Cuando reclamé me dijeron que había habido una confusión y que no me preocupara, que en abril automáticamente me lo renovarían hasta diciembre”. Todo parece indicar que la decisión de dejarlo sin trabajo fue tomada a partir de su labor el 12 de marzo.

Aquel día, en medio de la represión en la marcha por los jubilados en los alrededores del Congreso Nacional, el lente de Santos captó al cabo Guerrero. El gendarme fue identificado como el autor del disparo de la granada de gas que hirió gravemente al fotoperiodista Pablo Grillo. Santos ofreció sus instantáneas a Mapa de la Policía, quienes gracias a su trabajo pudieron reconstruir el hecho. “Esa foto fue la gota que rebalsó el vaso porque tuvo mucha repercusión, al igual que otros trabajos míos en marchas”, analizó. Unos días más tarde, la Secretaría de Cultura, órgano comandado por Leonardo Cifelli bajo la órbita de Karina Milei, decidió desafectarlo: “Nunca me dijeron que no les gustaba mi trabajo o que era un ñoqui, no tenían justificación alguna. Ellos dicen que es por una reducción de plantilla, pero fue tan reducido el personal que solo me echaron a mí”.

El despido de Fabián Waldman de Diputados TV fue informado por el propio periodista en el streaming Blender. Según Waldman, fue la mano derecha de Santiago Caputo, Santiago Cosimano, quien le dio la noticia en pleno recinto, con el argumento de que él era una persona “muy expuesta en las redes” y que ellos “debían proteger al Presidente, a Karina (Milei) y a Martín (Menem)”. La figura de Waldman cobró relevancia a partir de sus cruces con el vocero presidencial Manuel Adorni, muchos de ellos virales, y a raíz de esto se trata de uno de los comunicadores más mencionados y atacados por los principales funcionarios del Gobierno y sus seguidores.

Los tres despidos causaron conmoción en el ámbito periodístico y una ola de solidaridad entre colegas. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) manifestó su preocupación a través de su secretario general, Rodolfo Aguiar, que resaltó que “el recorte del Estado pasó a otro nivel” y que “ahora los despidos que se llevan adelante son ideológicos”. “Arrasan con todos los derechos laborales pero también con las garantías constitucionales”, que incluyen el derecho a la información y la libertad de expresión, puestos en jaque tras la ofensiva del Gobierno contra los medios estatales y sus comunicadores.

Un avance contra la violencia institucional

Un avance contra la violencia institucional

Tres policías de la Bonaerense, imputados por delitos de tortura y falsedad ideológica, en una comisaría de Ensenada, fueron detenidos.

Comisaria Ensenada 2da de Punta Lara.

El Juzgado de Garantías número 2 de La Plata ordenó la detención de tres policías de la Bonaerense imputados por los delitos de tortura y falsedad ideológica, por un hecho que sucedió en octubre del año pasado.

Esta resolución significa un importante precedente para la lucha contra la violencia institucional y las torturas que ocurren dentro de los destacamentos policiales de la Provincia de Buenos Aires. El pasado 28 de marzo, se ordenó la detención de Adriana Cecilia Ponce, Leandro Ignacio Altamiranda y Ángel Daniel Barrientos, quienes participaron en un hecho de tortura con abuso sexual que ocurrió en octubre en la Comisaría 2° de Ensenada.

Desde la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), afirmaron que “estos hechos se reiteran en otras comisarías bonaerenses donde se continúan alojando regularmente personas de manera ilegal y muestran las graves violaciones de derechos humanos que la policía despliega cotidianamente en los territorios”.

En la madrugada del 21 de octubre de 2024, un grupo de personas que estaban privadas de su libertad realizaron un reclamo a las autoridades de esta comisaría en Ensenada. El conflicto, que inició como un altercado verbal fue escalando y la reacción de los efectivos de esta dependencia fue ingresar al sector de calabozos con escopetas cargadas con postas de goma y arremeter violentamente contra los reclusos.

En diálogo con ANCCOM, Rodrigo Pomares, abogado de la CPM que interviene en la causa, narró los hechos. “A nosotros nos van llegando noticias de una situación que ocurrió en la dependencia de la comisaría número 2 de Ensenada, y recibimos una denuncia proveniente del sector de Derechos Humanos del municipio, que había tomado conocimiento de los hechos a través de las personas detenidas que denunciaron haber sufrido torturas”.

Una de terror
Pomares es Coordinador del área de Justicia y Seguridad de la Comisión Provincial por la Memoria, que se encarga, entre otras cosas, de monitorear las dependencias policiales de la Provincia de Buenos Aires para prevenir los hechos de tortura y mal uso de la fuerza, y acompañar en las denuncias de estos hechos. Este equipo fue contactado por familiares de las víctimas y por autoridades del municipio que fueron alertados de la situación apenas ocurrieron los hechos.

Un pequeño foco de incendio producido durante el altercado provocó la participación de un grupo de bomberos que apaciguó la situación y dejó una manguera a presión en el lugar de forma preventiva. “Con esa manguera, el personal policial, bajo las órdenes de la titular de la dependencia, la señora Adriana Ponce, comenzó a agredir a los detenidos con chorros de agua fría muy fuertes, mojando toda la celda”, comentó Pomares. En esas condiciones, es que el personal policial se dispuso a tirar gas lacrimógeno y a cortar el suministro de electricidad.

A oscuras, mojados, y expuestos a las balas de goma y el gas lacrimógeno, los reclusos quedaron en una situación de extrema vulnerabilidad. Algunos de ellos incluso se desmayaron por esos actos violentos del personal policial.

Más tarde, y con el respaldo de un grupo de apoyo que se había presentado en el lugar, dieron la orden a las víctimas de salir del sector de calabozos para ser llevados a otro lugar, supuestamente para dialogar y resolver el conflicto.

“Cuando las personas empezaron a salir, los hicieron pasar entre hileras de policías ubicados a ambos lados y comenzaron a ser agredidos con bastones, patadas y trompadas”, declaró Pomares. Ese fue el primer hecho de agresiones físicas directas. Esta es una práctica de tortura conocida como «puente chino».

Los reclusos fueron trasladados a dos oficinas en el calabozo de contraventores y un lugar anexo. Allí recibieron una nueva secuencia de torturas, que incluyó amenazas verbales, psicológicas y de índole sexual. Fueron obligados a desnudarse, les sujetaron las manos por detrás de la espalda con precintos y los colocaron boca abajo, encimados unos sobre otros. Algunos fueron forzados a besar las partes íntimas de otros detenidos e incluso les acercaron tonfas policiales a sus zonas íntimas mientras los amenazaban con accederlos sexualmente con las mismas. Alrededor de las seis de la mañana, los hicieron regresar a los calabozos, desnudos y con sus pertenencias mojadas.

“Estos hechos tuvieron la participación directa de la titular Adriana Ponce; Ángel Barrientos, segundo jefe de la dependencia policial; y una gran cantidad de policías”, contó Pomares. Hasta el momento, la causa tiene tres imputados detenidos, el tercero es Leandro Altamiranda, quien era el imaginaria encargado del calabozo.

Tras tomar conocimiento de los hechos los equipos de la CPM, en calidad de Mecanismo Local de Prevención de la Tortura, se hicieron presentes en la comisaría, entrevistaron a los detenidos, y realizaron un primer informe técnico que acompañó la denuncia penal por torturas.

La Comisión hizo la denuncia penal y comenzaron las investigaciones, en las que se recibieron los testimonios de todas las personas privadas de su libertad. Los relatos fueron muy precisos, describiendo tanto las agresiones sufridas, como a quienes las ejercieron, y también detallando la afectación psicológica y emocional sufrida. Esto motivó la realización de pericias psicológicas, que confirmaron la existencia de estrés postraumático en los afectados. También se realizaron pericias médicas, que constataron múltiples lesiones, algunas de ellas muy graves; en algunos casos, fracturas de costillas que requirieron intervención médica.
Otras pruebas recolectadas, como los registros de la dependencia, aportaron evidencias de los perdigones de goma utilizados por el personal policial. Además, las imágenes de las cámaras de seguridad del municipio confirmaron el ingreso y egreso tanto de Ponce como de Barrientos y Altamiranda en el lugar.

Posteriormente, se avanzó en las imputaciones y en el pedido de detención, que finalmente se realizó el pasado 28 de marzo bajo los cargos de tortura y falsedad ideológica. Este último tiene que ver con que, una vez concluidos los hechos narrados, el personal policial quiso obligar a los detenidos a firmar un acta en la que se afirmaba falsamente que se había tratado de un conflicto entre ellos mismos y que eso había provocado la intervención policial.

Un patrón de violencia 
Uno de los efectivos policiales imputados, Ángel Daniel Barrientos, quien se encontraba en el momento de los hechos ejerciendo como segundo al mando en la comisaría, ya se encontraba detenido desde diciembre por un hecho similar en el que participó en marzo de 2018 en la Comisaría 4ta de Berisso.

Este hecho muestra a las claras la inacción de las entidades administrativas para tomar medidas cautelares cuando este tipo de hechos ocurren, ya que se trata de funcionarios públicos que desempeñan un rol con una elevada responsabilidad porque manipulan armas y tienen la facultad de detener personas. Sobre esto, Pomares contó que desde la CPM, “consideramos que el temperamento tiene que ser mucho menos sensible a la hora de tomar estas medidas cautelares para que un policía que está siendo denunciado salga de sus funciones hasta tanto se resuelva su situación”.

Barrientos fue condenado por los delitos de severidades, vejaciones y falsedad ideológica de instrumento público, por graves abusos y humillaciones cometidos durante una requisa en una seccional de Berisso. Esta persona ya tenía una causa pendiente al momento de los hechos y sin embargo seguía ejerciendo su rol de funcionario y, bajo su tutela, ocurrió este nuevo hecho de gravedad.

“Por eso también denunciamos la inacción de algunos organismos que debieron haber tomado medidas, ya que Barrientos tendría que haber sido separado de sus funciones hasta la resolución del juicio”, declaró Pomares.

No es un hecho aislado
Lamentablemente, las torturas dentro de dependencias policiales son una práctica habitual. La CPM, como ente de prevención y monitoreo, se ha encargado en los últimos años de acercarse y denunciar este tipo de hechos que ocurren de forma mucho más recurrente de lo que se desearía.

Existen casos que la CPM se ha encargado de seguir, como el de la Comisaría 3° de La Tablada donde, después de varios años de trámite judicial, catorce policías fueron condenados por hechos de abusos y torturas hacia mujeres y personas trans. Otro caso, cuyo juicio fue aplazado en las últimas semanas, fue el de la Comisaría de Domselaar, donde se dieron hechos de tortura y vejaciones físicas que ocurrieron entre 2015 y 2016. O el de la Comisaría 3° de Pergamino, donde la CPM denunció hechos de torturas mediante el pasaje de corriente eléctrica.

Existen muchos otros hechos que no llegan a juicio o ni siquiera son denunciados por las víctimas por temor a posibles represalias. “La tortura es una práctica regular y sistemática, y existen numerosas causas que se archivan o desestiman por la responsabilidad de la investigación judicial y fiscal”, declaró Pomares.

Las comisarías debieran ser un lugar transitorio para personas con causas pendientes, sin embargo, debido a la sobrepoblación del sistema penal, muchas de ellas se han convertido en lugares de alojamiento. Esto muchas veces propicia dinámicas dentro de estas dependencias que no debieran ocurrir, situaciones de maltratos por parte del personal policial y lugares que no están correctamente acondicionados para el alojamiento permanente: no tienen patios, sectores de esparcimiento o sitios para recibir visitas. Son lugares muy deteriorados y esa es una denuncia que se viene haciendo hace muchos años. “El gran problema del sistema penal de la provincia es que ingresan muchas más personas de las que pueden albergar”, comentó Pomares.

Arte político, feminista y cooperativo

Arte político, feminista y cooperativo

En el Centro Cultural de la Cooperación se inauguró “Luchas feministas del AbyaYala”, una muestra sobre la producción de la cooperativa La voz de la mujer, un emprendimiento productivo de la Asamblea de Mujeres del MTD Lucha y Libertad de la Villa 20 de Lugano.

“Luchas feministas del Abya Yala”, la primera exposición de la Cooperativa Gráfica La voz de la Mujer con la curaduría de Laura Lina, se inauguró en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Una muestra sobre el hacer gráfico de mujeres que se comprometen, diseñan, crean y ponen el cuerpo para mantener viva la llama de la memoria y la lucha feminista.

“Esta publicación fue realizada para arder rojo en nuestra memoria y en nuestras resistencias” está escrito en tinta roja junto al fanzine que describe la Masacre de Avellaneda, con dibujos que recuerdan a los dirigentes sociales asesinados Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, que lleva estampada la consigna “trabajo, dignidad y cambio social” sobre un fondo negro, ilustrada con una piedrita sostenida por un hilo rojo. A su lado, fotografías de las primeras asambleas de mujeres en el Puente Pueyrredón, un cuaderno cosido a mano con un grabado de Norita Cortiñas en su tapa, y herramientas de grabado sobre la mesa. Sobre ella, están desplegados los xilobordados que atraviesan toda la sala. Se trata de una técnica que consiste en bordar arriba de la xilografía y que, en su reverso, permite ver el trabajo que hay detrás de cada puntada. 

En cada pieza, distintas imágenes de luchadoras feministas desde el Abya Yala hasta el Kurdistán y palabras significativas en sus luchas quedan al descubierto. Sakine Cansiz, Fidan Doğan, Leyla Şaylemez, tres generaciones de mujeres kurdas asesinadas en 2013 en París, Maite Amaya, militante piquetera travesti y anarquista cordobesa fallecida en 2017, Lolita Chávez, sanadora ancestral guatemalteca e integrante de Feministas del AbyaYala, y Norita Cortiñas como “madre de todas las batallas”, son algunas de ellas. Memoria, virtud, resistir, recuerdo, igualdad y justicia, algunas de las palabras elegidas.

Laura Lina es licenciada en Artes y forma parte del Departamento de Ideas Visuales y el Espacio de Géneros del Centro Cultural de la Cooperación. En diálogo con ANCCOM, la curadora de la muestra comenta que “en verdad, figura mi nombre pero casi podría decirte que también es una curaduría conjunta porque muchas de las decisiones las tomamos con las chicas en el montaje. Partiendo de la base de este arco que ellas habían armado de mujeres del Abya Yala, armamos un posible guion”. Y agrega : “Son muchas manos las que trabajan en una imagen. También era lindo desde la curaduría pensar en esa misma lógica, de trabajar en conjunto. Esta es la primera exposición de ellas”.

Las imágenes están producidas colectivamente por las mujeres que conforman La Voz de la Mujer, un emprendimiento productivo de la Asamblea de Mujeres del MTD Lucha y Libertad de la Villa 20 de Lugano (Buenos Aires), que se dedica a la producción gráfica mediante diferentes técnicas y a la elaboración de agendas artesanales, calendarios, collages, fanzines de poesía, cuadernos, afiches, xilobordados.Desde sus comienzos en 2012 fueron incorporando distintas técnicas como el grabado, que luego se convirtió en su lenguaje de expresión preferido al ser una técnica muy noble por las posibilidades que permite. Hacer el boceto, pasarlo a la matriz (madera o linóleo), tallar mediante incisiones, entintar e imprimir sobre el papel o la tela,les permite diseñarestampas que fortalecen su producción colectiva, en la que recrean sus vidas de mujeres migrantes, trabajadoras y luchadoras populares. La cooperativa está compuesta en su gran mayoría por trabajadoras migrantes de Bolivia y Paraguay.

Con la actual crisis social, de discriminación y precarización laboral, tuvieron que tomar muchísimos más trabajos para mantener a sus familias sin descuidar su hacer gráfico. Los distintos orígenes de cada una y el intercambio de experiencias les permitió, por ejemplo, aprender unas de otras diferentes técnicas como el grabado y el bordado. Esto llevó a la incorporación de los hilos, a la combinación de colores, a intercambiar experiencias de los puntos con el fin de transmitir la vida del movimiento y de la asamblea de mujeres, y sus vivencias como mujeres, luchadoras, feministas y piqueteras.

María Eugenia Lara, una de las integrantes y artistas de La Voz de la Mujer expresa que “el compartir entre nosotras las ideas y las experiencias es muy enriquecedor porque además de aprender la técnica del grabado encontramos la manera de multiplicar el mensaje que queremos dar. Las charlas se dan en un contexto muy agradable que tiene que ver con los colores, las texturas, los distintos materiales y la creatividad”.

La elección y la configuración, formal y conceptual, de cada una de las imágenes es construida mediante un proceso de decisiones conjuntas en formato horizontal y asambleario. Muchas de estas referentas, algunas con nombre propio y otras en términos grupales, no solo son reconocidas por las diferentes gestas llevadas a cabo en su territorio sino también por su capacidad de movilizar las subjetividades de cada una de las mujeres que componen la cooperativa en tiempo presente.

“Nuestras imágenes y nuestras luchas son parte de un mismo camino. Significan nuestro hacer y reflexionar cotidiano. Que sean del AbyaYala, del Kurdistán y también de Palestina significa que las luchas se van ampliando, internacionalizando y para nosotras tienen un eje común que tiene que ver con la liberación de las opresiones, la rebelión contra el sistema capitalista, el racismo, el patriarcado, la xenofobia, todas cosas que se viven de manera muy fuerte en nuestras vidas cotidianas”, reflexiona Lara.

Es importante destacar que las imágenes de la exposición son intervenciones en lo cotidiano, ya que también se pueden encontrar en agendas, stickers, gráficas en la calle y estampas. Resignificar saberes previos y las experiencias de cada una es el punto de partida de cada imagen y marca el paso a paso del trabajo colectivo. “Nos gustaría que la gente se lleve la sensación de que el arte es una forma de denuncia y que está presente en cualquier espacio, que conozcan nuestras realidades, que nos vengan a visitar, que puedan sentir que lo que ven ahí forma parte de las vivencias de resistencias cotidianas” comenta Lara.

Por su parte, Lina menciona:“Para mí es importante que figuren los nombres de quienes componen la cooperativa. No porque laburen individualmente, sino porque aunque trabajen en conjunto tienen un nombre y muchas cosas para decir.Es un trabajo grupal pero hecho por mujeres que le están poniendo el cuerpo”.

No es una tarea fácil, pero ellas resisten y encuentran en la cooperativa un espacio de trabajo, acompañamiento y disfrute. “Ser mujeres migrantes, latinoamericanas y precarizadas significa ser parte de todo un sistema que nos oprime y que al mismo tiempo sostenemos, porque nuestra vida está muy atravesada por una economía del cuidado, por una sostenibilidad de la vida que llevamos adelante desde nuestras relaciones y vínculos más cercanos, y que también cuestionamos permanentemente”, explica Lara. Y concluye que “nuestra forma de trabajo es una forma de vida entonces buscamos encontrarle la manera de que podamos seguir con nuestras vidas cotidianas que son cada vez más difíciles, sosteniendo estos cuidados que son cada vez más grandes, y también nuestras libertades, encuentros, debates, charlas, y que podamos tener una economía que nos permita vivir dignamente”.

“Luchas feministas del AbyaYala” puede visitarse de lunes a viernes de 12:00 a 20:00 y los sábados y domingos de 14:00 a 22:00, en el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, ubicado en Avenida  Corrientes 1543, Buenos Aires, con entrada gratuita.

 

Un encuentro entre arte y ciencia para cuestionar la megaminería

Un encuentro entre arte y ciencia para cuestionar la megaminería

Se exhibe en el espacio cheLA Convertirse en Piedra, instalaciones artísticas de los canadienses Marilou Lemmens y Richard Ibghy que alertan sobre cómo las explotaciones mineras en el noroeste argentino destruyen naturaleza y medio ambiente. Investigadores de la UNSAM y el Conicet destacan la importancia de las políticas de visualización de la temática.

Convertirse en Piedra es el nombre de la exposición que surge de la investigación llevada a cabo en el otoño del 2023 por los artistas canadienses Richard Ibghy y Marilou Lemmens en las provincias argentinas de La Rioja y Jujuy. Co-curada por Sylvie Fortin y Solana Molina Viamonte, la muestra que por estos días puede verse en el espacio cheLA está conformada por dos instalaciones y un epílogo que invitan a sus espectadores a sumergirse en una crítica hacia el arrase de la biodiversidad y el cambio climático causado por la creciente rentabilidad del capital natural que se traduce, en este caso, en la megaminería.

Una de las dos instalaciones de esta exhibición tiene como nombre Una asamblea animada. Integrada por tres pantallas que mezclan imágenes de paisajes reales y caricaturas animadas al estilo de un videojuego, cada una de ellas cuenta dos historias diferentes: la de una garita y una vicuña; la de un político y el arroyo; y la de un CEO y los dueños de un híbrido. Moviéndose entre el humor, la parodia y la realidad, los personajes dialogan e interpelan directamente al público invitando a una reflexión acerca de los estragos que genera la explotación indiscriminada de recursos en las comunidades locales y en la flora y fauna del lugar, al mismo tiempo que se mofan de quienes la defienden. “Cada entidad se presenta con una voz única y juntas crean una polifonía disonante. La pieza apunta a representar la complejidad de un paisaje contemporáneo que todavía está emergiendo, donde lo chico y lo grande están constantemente en tensión”, explicó la canadiense Lemmens al respecto durante uno de los paneles sobre la muestra organizados en conjunto por la productora artística Móvil y la Universidad de San Martín (UNSAM).

La segunda instalación, llamada Relatos desde lo subterráneo, muestra una amplia serie de gráficos creados con materiales sencillos tales como hilo, varillas y acetatos de colores. Cada uno de ellos posee un nombre escrito a mano, que corresponde con el nombre real del gráfico que funcionó como fuente. Presentada sobre una base blanca de rectángulos ensamblados que, visto desde arriba, asemeja a un gráfico de barras, este montaje invita al espectador a moverse por el espacio e interactuar con las obras en un recorrido propio, casi lúdico, como una danza. “Las esculturas materializan las imágenes técnicas utilizadas para hacer visibles, entendibles e inmediatas las interacciones entre las actividades extractivas, la economía, la sociedad y el medio ambiente”, se explayó Lemmens sobre la obra. Y agregó: “Estas formas sirven a un pensamiento, pero también son un pensamiento en formas”.

Y es que la muestra, además, incentiva a reflexionar sobre dos campos que a primera vista parecen opuestos: el arte y la ciencia. Para explorar el nexo entre ambos se llevó a cabo Por lo que vale: Arte y política visual de la sustentabilidad, un evento interdisciplinario que contó con la presencia de especialistas del arte y la investigación en Ciencias Sociales. Molina Viamonte refirió a la importancia de generar estos espacios de debate: “Al haber tantos representantes de ciencias sociales, en esa arena se generan y se piensan cosas que individualmente cada una de las disciplinas no aborda, pero que en el cruce sí surgen”.

Molina Viamonte es, además, directora de Móvil, organización sin fines de lucro dedicada a la producción y exhibición de obras contemporáneas. “El año pasado se cumplieron 10 años de Móvil y yo tenía la intención de trabajar en un ida y vuelta con proyectos internacionales –contó a ANCCOM–. En ese contexto, nos conocimos con los artistas y con Sylvie Fortin. Ellos propusieron que hagamos un proyecto juntos ya que les había gustado mucho el espíritu y la dinámica del lugar”. Previamente, Ibghy, Lemmens y Fortin habían estado tres meses en La Rioja y Jujuy y “venían con la investigación en territorio únicamente. Luego, comenzaron a trabajar con el material y empezó un diálogo curatorial”, continuó Molina Viamonte.

El evento fue co-organizado tanto por los artistas y las curadoras, como por el investigador ecuatoriano William Sacher y el Área de Relaciones Internacionales de la Escuela de Política y Gobierno de la UNSAM y las temáticas fueron pensadas en conjunto. Tal como su nombre lo indica, la política visual fue uno de los temas centrales tratados el jueves pasado en el panel conformado por Marcelo Saguier, Julieta Godfrid y Guillermo Peinado, entre otros; ellos, junto con Sol Mora y a Ana Sendon, participan del Proyecto de Investigación Plurianual (PIP) financiado por CONICET titulado “La política visual de la sustentabilidad”, cuyo objetivo es comprender la visualidad como dimensión política del ambiente partiendo de las imágenes como dispositivos intervinientes en la producción de imaginarios sobre las transiciones a la sustentabilidad.

Saguier, quien también ejerce como docente universitario, definió a la política visual como “un ámbito específico que se encuentra dentro de las Relaciones Internacionales que se interesa por entender los fenómenos políticos globales, los procesos o los conflictos, como fenómenos visuales. No existe hoy nada de la política que no tenga una vinculación con lo visual”. De acá surge una pregunta: ¿cómo operan las artes visuales en áreas cómo la sustentabilidad, el capital natural y la transición energética?

“Cuando pensamos en política visual nos referimos al rol político que tienen las imágenes. En particular nos interesa la visualidad que refiere a la cuestión ambiental y a la noción de sustentabilidad”, comentó al respecto Julieta Godfrid. Dedicada a la investigación sobre temas de la gobernanza minera en América Latina y las iniciativas de sustentabilidad vinculadas a la minería, entre otros, su trabajo tiene un especial interés sobre la política visual y la noción de “imaginarios de sustentabilidad”. “Entendemos que los imaginarios de sustentabilidad son construcciones sociales en las que intervienen tanto la ciencia, las artes, como otras esferas como pueden ser las empresas, las comunidades y las fundaciones”, explicó la investigadora en diálogo con ANCCOM.

Asimismo, opinó respecto a la importancia de trabajos como el de Ibghy y Lemmens para generar un debate sobre éstas problemáticas: “Nos ofrece preguntas más que certezas sobre qué es lo vemos o qué es lo que deberíamos entender sobre la transición energética. Y es interesante porque genera curiosidad sobre aquello que muestra, las imágenes nos dan ganas de conocer más, son movilizadoras de inquietudes”. 

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Convertirse en Piedra estará abierta al público todos los sábados de 16 a 20 hasta el 24 de mayo de 2025 en Iguazú 451, Parque Patricios, en el espacio de cheLA.