Los jubilados no se rinden

Los jubilados no se rinden

Como todos los miércoles, los jubilados marcharon al Congreso para exigir aumento de haberes y restitución de medicamentos gratuitos. Esta vez, recibieron la compañia de los sindicatos que se movilizaron desde temprano al Ministerio de Desregulación.

Otro miércoles de protesta. Los jubilados fueron llegando al Congreso, esta vez más temprano que de costumbre debido a que está entrado el invierno y las condiciones climáticas no son convenientes para este colectivo. El reclamo es sostenido: aumento de los haberes y restitución de medicamentos que brindaba el PAMI de manera gratuita.

Exageración. Otra vez. El operativo policial montado en el Congreso Nacional cada semana se parece más a una parodia. Las vallas que cortaban el tránsito iban desde Av. Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen rodeando el palacio legislativo hacia Av. Rivadavia, incluyendo la calle Combate de los Pozos. Apostados sobre Rivadavia, al menos diez camionetas trafic de la Policía Federal, cordones con cientos de oficiales rodeaban las inmediaciones y estaban listos para reprimir en caso de recibir órdenes.

Los jubilados estuvieron acompañados en otras jornadas por hinchas de fútbol, por el colectivo Ni Una Menos y en este caso, por algunos sindicatos que venían de la movilización al Ministerio de Desregulación. También se sumaron trabajadores de ATE del Hospital Garrahan e integrantes del Movimiento Evita.

La nota de color la dio la diputada libertaria Lilia Lemoine quien tuvo que ser escoltada por la policía luego de meterse entre los jubilados a grabar con su celular en una clara provocación. Intentó intimidar a los manifestantes pero le salió mal.

 

Lucha continua

 No sólo los jubilados están en pie de lucha constante sino que el mismo día los trabajadores se hicieron presentes en el centro porteño para movilizarse a la cartera que lidera Federico Sturzenegger. Se suma la lucha de los trabajadores del Hospital Garrahan que atravesaron una nueva jornada de paro y las universidades nacionales que anunciaron un cese de actividades para el 26 y 27 de junio.

Los libros liberan

Los libros liberan

En dos años de vida, la Fundación As, presidida por la periodista Ana Sicilia, recorrió 60 contextos de encierro en todo el país y entregó 13.000 libros a personas privadas de su libertad.

La Fundación AS busca promover la lectura en contextos de encierro y en sectores vulnerados de la Argentina. Si bien la institución cumplió dos años, Ana Sicilia –su presidenta- comenzó con el proyecto Libros en los Pabellones en octubre del año 2017. Desde ese entonces, recorrió 60 espacios de reclusion en todo el país y entregó más de 13.000 libros a personas privadas de su libertad.

 

La semilla de un proyecto

 En el año 2008, cuando Sicilia cursaba Teorías de la Comunicación en la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Quilmes, su profesor Alejandro Kaufman sembró una semilla que años después dio frutos.

“Estábamos en clase y un estudiante mencionó el tema de ‘la ola de inseguridad’, era una cuestión de agenda en ese momento. Y Kaufman dijo: ‘A ver, tanto que hablamos de la inseguridad, vamos a hacer un ejercicio, ¿cuándo fue la última vez que les robaron? ¿Y cuántas veces les robaron en la vida?’. Éramos 25 estudiantes, al que le habían robado más recientemente había sido hace un mes y medio y había personas a las que nunca les habían robado. Con ese simple ejercicio desarmó el chip de todos. A mí me desarticuló un pensamiento y me dejó el espacio para pensar. Siempre estamos hablando del hecho delictivo ya consumado, de la punta del iceberg, pero no de cómo se construye”.

¿Cuándo fue la primera vez que ingresaste a una cárcel?

En el año 2017 me invitó Julián Maradeo, tallerista de escritura de la Unidad 9 de La Plata. Yo no lo conocía, todo surgió porque vio una nota que yo había escrito en un blog. Después de la primera vez, en El Ágora (ese nombre recibe el espacio cultural donde se dictan los talleres en la Unidad 9 de La Plata), los chicos me invitaron otra vez, fui tres veces de invitada y en el 2018 me dicen: “Anita, ¿por qué no te sumas y te quedas? Vení, aunque sea una vez por mes”. Y así fue que empecé a ir al taller con Julián Maradeo. Dos años después de dar las clases junto a Julián, él se fue del espacio y me dejó el lugar a mí. Y hoy lo seguimos sosteniendo, son dos horas los martes a la mañana.

Ahí te diste cuenta de la ausencia de libros.

Claro. Un día les dije: “Chicos, yo no voy a dar un taller de escritura y lectura si no tenemos libros”. Y me respondieron: “Pero la biblioteca de la cárcel está en la otra punta, es muy difícil ir a buscar los libros”. Bibliotecas hay en todas las cárceles. El tema es el acceso, poder llegar, que les den el pase y que haya un libro digno, que no sea un manual de estadística del año 1998. Entonces, les pregunté si me autorizaban a pedir por las redes algunos libros. Me dijeron que sí, así que empecé a pedir por Twitter. De esa manera se armó la primera biblioteca, lo subieron en el Facebook del Ágora que lo manejaba una de las coordinadoras de los talleres. Y la foto de esa biblioteca la vió un chico que estaba detenido en la Unidad 43 de González Catán, pero que había estado detenido en la Unidad 9 de La Plata y había sido parte del Ágora. Ahí siento que empezó a armarse todo. Él me invitó a llevar libros a su Unidad y me hizo la autorización. En ese momento los celulares no estaban premitidos -se autorizaron en la pandemia-. Entonces, si me llamaban y me contestaban desde otra cárcel era todo como muy de queruza. La conexión es muy piola con los pibes. A veces voy a una cárcel y aunque no me conozcan en ese pabellón saben que estoy ahí porque el referente de ese pabellón habló con el de otra cárcel. Además, durante los primeros pasos del proyecto, trabajaba como periodista en el prime time de la televisión y esa exposición en muchas ocasiones me permitió acceder más fácilmente a los pabellones porque las personas se enteraban del proyecto a través de ese medio. 

 

¿Cómo surgió la idea de armar la Fundación AS?

Finalizando el 2019 sentí que el proyecto había excedido mi persona. Después de la pandemia, en el año 2021, armé una videollamada con mis amigas de toda la vida y les propuse sumarse al proyecto de armar la fundación. Y así fue, la Fundación As ya cumplió dos años. Es una locura muy artesanal. Hoy formamos un equipo, somos ocho personas las que componemos el núcleo duro de la fundación y yo me siento acompañada porque tiramos todos para el mismo lado, firmes en el objetivo de promover la lectura.

En el librito que escribí, Libros tras las rejas, está narrada la antesala de lo que fue el armado de la fundación. El registro de los cinco primeros años caminando sola. Es como una especie de diario: yo salía del penal y me ponía a escribir a mano. No con la finalidad de escribir un libro, sino para sacar todo lo que me atravesaba.

 

¿Cómo se desarrollan los encuentros con las personas privadas de su libertad?

En casi todos los espacios siempre es una primera vez. El funcionamiento de los traslados en el ámbito carcelario es permanente y, a veces, llegando a fin de año, masivo. Es una lógica perversa que tiene el servicio penitenciario. Hay muchas cosas que deberían modificarse. Los traslados hacen que no puedas tener un grupo consolidado durante todo el año. Puede que tengas suerte, pero es muy difícil. Me pasa, por ejemplo, que en la Unidad 9 de La Plata hay una persona que está en el taller hace cinco años, pero nunca sabés si mañana se va. Entonces, es complicado. Pero a la vez, dentro de todo lo complejo, trato de buscarle la vuelta. A través de los pibes que fueron trasladados logré abarcar todo el territorio bonaerense, porque eran ellos quienes me autorizaban a ingresar a las unidades.

 

¿Qué dirías ante el discurso que niega a las cárceles como lugares de reinserción social?

A veces me preguntan: “De todos estos libros que llevaste, ¿alguien leyó algo? ¿Y alguien se salvó?”. Y yo respondo que con que uno solo haya leído es suficiente. Porque si de 13.000 libros fue leído uno solo, yo seguiré llevando libros hasta que lean todos. El año pasado me escribió un detenido de la Patagonia a través de Instagram y me dijo: “Hola, Anita, ¿cómo estás? Te conocí en una comisaría en Chubut, me diste un libro, y quería contarte hace un tiempo estoy en libertad, siempre tengo guardado el libro que me diste, me pusiste una dedicatoria para que no me lo roben adentro” (de la cárcel), porque sino la gorra se lo sacaba. Y dijo, “yo se lo había dado a mi mamá para que me lo cuide hasta que salga en libertad. Ahora empecé la psicóloga, estoy terminando el secundario y le presté a mi psicóloga el libro que me diste”. Le había dado el ejemplar en 2021, en una comisaría. Y ese pibe me dice: “Escuchame, cuando quieras que hagamos algo o lo que necesites para la fundación estoy”. Fue a raíz de esa psicosis que se había armado en la gente y que suelen reavivar en cada tramo electoral -la cuestión de la inseguridad-, que comencé a interesarme por lo que sucede dentro de las cárceles. Y hoy cada vez más, confirmo esta idea de que tenemos que mirar qué pasa ahí y tratar el problema estructuralmente.

 

Para contactarse con la Fundación As escribir a su cuenta de IG Fundación AS

 

“Me voy a arrepentir toda la vida de no haber preguntado muchas cosas”

“Me voy a arrepentir toda la vida de no haber preguntado muchas cosas”

En una nueva audiencia del juicio que investiga los crímenes de lesa humanidad ejecutados en Mansión Seré y el circuito RIBA, declararon el nieto restituido Ezequiel Rochistein Tauro quien, siendo bebé, fue apropiado y criado por el imputado ya fallecido Juan Carlos Vázquez Sarmiento y la sobrina de uno de los imputados, Ernesto Rafael Lynch.

“Por muchos años no quise saber quién era. Me voy a arrepentir toda la vida de no haber preguntado muchas cosas, pero era abrir una caja de Pandora que no quería afrontar. Nunca pensé que podía ser hijo de desaparecidos”, dijo Ezequiel Rochistein Tauro, uno de los bebés robados durante la última dictadura cívico militar. Hijo biológico de los aún desaparecidos María Graciela Tauro y Jorge Daniel Rochistein, fue apropiado y criado por el imputado de esta causa Juan Carlos Vázquez Sarmiento y su entonces esposa Stella Maris Emaldi.

En la vigésimo cuarta audiencia por la megacausa Mansión Seré II y RIBA IV declararon cuatro testigos, de los cuales dos relataron sus infancias en entornos militares y de verdades a media. El testimonio de Rochistein Tauro se centró en el largo y difícil proceso de recuperar su identidad, restituida el 1 septiembre 2010, siendo el nieto recuperado N°102 por Abuelas de Plaza de Mayo. “Cuando yo decidí y quise avanzar sobre la verdad, él me fue dando información suelta, acomodando la realidad a su conveniencia. Yo esperaba tener una conversación en la que me dijera cómo había sido todo pero nunca lo hizo. Me costó mucho comenzar a llamarlo Vázquez Sarmiento. Por suerte ahora ya lo tengo bien asimilado. Perdí todo contacto con él en 2013”, relató el testigo, y remarcó la diferente relación que tiene con “la que al día de hoy considero mi madre, Stella Maris Emaldi, quien fue uno de los vértices por los que por muchos años no quise saber de mi identidad”, explicó.

En diálogo con ANCCOM el testigo mencionó que le hubiera gustado declarar cuando aún estaba vivo Vázquez Sarmiento, imputado que falleció en febrero de 2025 cuando cumplía la condena por su apropiación y era juzgado en este juicio por su accionar en la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA). “Yo esperé a que el Tribunal me convocara y a veces los tiempos judiciales no son los de las personas. Pero también, me hubiera gustado ir a verlo a la cárcel y darle la última oportunidad de que me dijera la verdad. Finalmente no pude. Cuando me contaron que él estaba grave me costó creer. En principio pensamos que era una estrategia de la defensa, pero en verdad estaba senil. Por ese mismo motivo, si yo hubiera ido a verlo al penal tampoco me hubiera dicho nada”, explicó el testigo. Una pregunta que sí pudo hacerle fue por la elección de su nombre. Resultó que Ezequiel era el nombre de guerra que utilizaba Vázquez Sarmiento.

Rochistein Tauro relató el momento en que, en diciembre de 2000, Vázquez Sarmiento recibió la citación a juicio por su apropiación: “Lo primero que leí fue ‘Vazquez Sarmiento y otros por delitos de sustracción de menores’. Pensé que lo estaban citando a él a declarar. Pero más abajo estaba mi nombre. Ahí quedé un poco impactado y comenzaron a cerrarme algunas cosas, en principio desconectadas”, aunque reconoce que no pudo afrontar su verdad hasta 2010. Para abril de 2001, fecha en que debía presentarse a declarar Vázquez Sarmiento, ya se había fugado, situación en la que permaneció por casi dos décadas.

En esos pocos meses (entre la recepción de la citación y la fecha en que debía presentarse), Vázquez Sarmiento comenzó a contarle a Ezequiel versiones diferentes de su origen. En una de ellas le afirmó “que era hijo de Graciela y que había nacido en la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada). Me dijo que la había cuidado y que la salvó sacándola de contrabando. Se jactaba de ser de los pocos de RIBA que tenían nexo con la Armada e iban a ese centro clandestino. Me llegó a decir que Graciela estaba viva y que se la había cruzado en Madrid. A partir de sus relatos, estoy seguro de que fue él quien entregó a Francisco Gómez el bebé de Patricia Roisinblit, Guillermo Pérez Roisinblit”, rememoró el testigo. Agregó que una de las 13 denuncias que recibió Abuelas de Plaza de Mayo sobre su identidad fue realizada por Julio César Leston, cabo 1° de RIBA, también acusado en esta megacausa-. “Afirma que Guillermo Pérez Roisinblit fue entregado a (Francisco) Gómez como yo a Vázquez Sarmiento. Si Leston sabe algo más, me gustaría que me cuente”, dijo mirando al banquillo de acusados. Según lo que recuerda, Leston y Vázquez Sarmiento eran compañeros de promoción.

Rochistein Tauro, mencionó diferentes anécdotas sobre su apropiador con las que ilustró la personalidad militar. “Rotaba constantemente el auto y siempre andaba armado. Se jactaba de participar en la guerra contra la subversión y no ocultaba su vínculo con la represión ilegal. Incluso decía que tenía contacto con Emilio Eduardo Massera”.

Una anécdota familiar que siempre escuchó fue que Vázquez Sarmiento había sobrevivido a un tiroteo. Durante el proceso de conocer su identidad, el militar le contó el resto de la historia. “Quien casi lo mata en ese tiroteo fue Jorge Rochistein. Recuerdo que me dijo ‘tu viejo se rebancaba la tortura’ y que durante las sesiones, Jorge lo había reconocido”.

A pesar del pacto de silencio de su apropiador, Ezequiel pudo reconstruir información de sus padres. La pareja Tauro-Rochistein fue secuestrada el 15 de mayo de 1977 de su domicilio en Hurlingham. “Cuando mi abuela se enteró comenzó a hacer recorridos. Estaba convencida de haber visto el DNI de mi mamá en la Comisaría de Castelar. Ya en democracia, un compañero detenido en la ESMA, le comentó que el embarazo había llegado a término y que yo había nacido. Ahí me empezaron a buscar”. Por sobrevivientes, se sabe que Graciela Tauro estuvo en la Comisaría de Castelar y en Mansión Seré y que fue trasladada para parir a la ESMA. Aún se desconoce el paradero de los padres de Ezequiel, que nació algún día de 1977 y tiene 47 años: “Siempre digo creo, porque no sé cuando nací”, le dijo a la jueza Claudia Moreguese.

A pesar de la oposición por parte de las defensas, también declaró Noelia Raquel Lynch, sobrina por lado paterno del imputado Ernesto Rafael Lynch, exteniente de la 8° Brigada Aérea Mariano Moreno. La testigo nació en una familia de tradición militar en donde dice que era moneda corriente escuchar expresiones como “zurdos o judíos de mierda”, incluso dirigidas hacia ella. “Mi tío se cuidaba más en sus expresiones, pero en su casa siempre se escuchaba la expresión ‘la defensa de la causa’. Para uno en ese entonces no tenían mucho sentido esas palabras, pero luego las cosas empezaron a cuadrar”. Declaró haber dudado de su identidad “por las características de mi familia”.

Su testimonio estuvo plagado de recuerdos que ilustraron el abuso psicológico y sexual dentro de la familia Lynch, de la cual se alejó cuando tenía 16 años. Por su incomunicación con ellos quedó en shock cuando Manuel Barros, el abogado defensor de su tío, le dio la noticia de que su padre, Héctor Lynch, había fallecido en enero de este año. El comentario fue minutos después de que la testigo relatara escenas de abuso sexual infantil perpetradas por hombres de la familia. Conectados en la virtualidad, Barros y su defendido Lynch dialogaban fumando un cigarro durante la exposición de Noelia Lynch.

“Toda mi vida ha estado supeditada a la búsqueda de la verdad. Lo que relato son vivencias de una niña. A medida que me hice mayor y conocí la historia de nuestro país comencé a pensar que mi familia estaba involucrada. Pero no tenía ningún hecho concreto que lo justificara, salvo algunos relatos, que resultan verosímiles por los movimientos de mi familia”, expresó la testigo que se enteró por los medios de la elevación a juicio de la causa de su tío, hecho que le dio la certeza de que “no estaba loca como ellos me decían”.

Sobre su tío, Ernesto Rafael Lynch, recordó su participación en los levantamientos carapintadas (serie de sublevaciones militares ocurridas en la Argentina entre 1987 y 1990) y contó anécdotas que le permitieron pensar sobre su accionar ilegal dentro de las Fuerza Aérea. En una ocasión, sus padres fueron detenidos en Moreno por un grupo de camionetas y su madre señalaba que se habían salvado porque “tu tío reconoció a tu papá”. El relató coincide con las camionetas “Las Tres Marías” que utilizaba el Grupo de Tareas 12, cuyo mando se adjudica a Ernesto Rafael Lynch. Algo extraño también sucedió cuando desapareció un matrimonio del edificio donde vivían y la hija de la pareja quedó en su casa. La testigo recordó que por recomendación de su tío “para que quedara todo legal” devolvieron a la niña a sus abuelos mediante escribanía.

Gabriel Leston, hijo del imputado Julio Cesar Leston, fue citado a declarar por pedido del abogado defensor de su padre, Nicolas Aguilar. Le tomó más tiempo en el banquillo virtual la presentación de la causa y lectura de formalidades sobre sus derechos por parte de la jueza, que su escueta declaración en la que desmintió la del sobreviviente Norberto Urso, quien había declarado que su encuentro con Leston fue concretado a través de una llamada atendida por su hijo Gabriel Leston, lo cual fue desmentido por el declarante finalizando su presentación.

La última declaración de la audiencia fue la de Roberto José Estrampres, que junto a otros dos amigos, José Francisco Quevedo y Noemí Graciela Colombo, fueron secuestrados el 13 de mayo de 1977 por estar haciendo música en las inmediaciones del centro clandestino Mansión Seré. “Un grupo de personas salió y nos llamó. Cuando estábamos cerca sacaron armas largas y nos metieron en la casa. Nos separan de Graciela, a quien subieron por una escalera”. Fueron liberados pasadas algunas horas y trasladados en el baúl de un auto hasta las cercanías de la Brigada Aérea de Morón. Sin embargo, al día siguiente, personas vestidas de civil allanaron su casa: “Por suerte no estaba ese día. Pero a Graciela la volvieron a llevar, en esa ocasión a la Comisaría de Castelar”, relató Estrampres, sobre su amiga que fue liberada nuevamente luego de 5 días de detención ilegal.

Con este cuatro testimonio finalizó la vigésimo cuarta audiencia de esta megacausa que nuclea 130 casos de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar en diversos centros clandestinos de detención del oeste del conurbano bonaerense. La próxima audiencia de este juicio quedó programada para el martes 24 a las 9 horas en modalidad virtual.

Meta problemas

Meta problemas

La Junta de Supervisión interna le exigió a Mark Zuckerberg que respete los derechos humanos en Facebook e Instagram. Así, le dio la razón a organizaciones que plantearon cuestionamientos sobre contenidos distribuidos por las plataformas que incitan a la violencia.

Mark Zuckerberg en el video que publicó el 7 de enero de 2025 anunciando el cambio en las políticas de la plataforma. Captura de pantalla.

La Junta de Supervisión (Oversight Board) de Meta selecciona y analiza en última instancia algunas decisiones sobre qué contenidos circulan o no en Facebook o Instagram. Funciona como una suerte de autorregulación que creó Mark Zuckerberg el 6 de mayo de 2020. Actúa como un organismo de independiente para revisar decisiones de contenido polémicas tomadas por la empresa y ofrecer un proceso de apelación para los usuarios que no están de acuerdo con las mismas. 

El 27 de mayo, Derechos Humanos – América Latina publicó una nota sobre el caso de una publicación realizada por un grupo extremista religioso, La Resistencia, que incitaba a la violencia contra la defensora de derechos humanos en Perú.

La publicación mostraba el rostro de la Secretaría Ejecutiva de la Coordinación Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), la cual había sido manipulada con inteligencia artificial para mostrarla cubierta de sangre junto a un mensaje que la acusaba a ella y a su organización de supuestos actos de corrupción y violencia. El posteo alcanzó más de mil visualizaciones y 100 reacciones.

A los tres días, la publicación fue denunciada por un usuario de la red social por violar las políticas de Meta. La denuncia fue atendida por un moderador humano que determinó que la publicación debía permanecer en línea por estar conforme a esas políticas. La decisión fue apelada, pero automáticamente la queja fue cerrada por Meta, por lo que la publicación siguió circulando.

“Los intermediarios en Internet no deberían desentenderse de la responsabilidad corporativa que tienen sobre el impacto que el uso de sus plataformas conlleva en términos de desinformación, discursos de odio o circulación de discursos discriminatorios, como así tampoco de los efectos que ello puede generar sobre el debate público”, opina Bernadette Califano, investigadora adjunta del CONICET, doctora en Ciencias Sociales, especialista en políticas y regulación de medios.

La Junta de Supervisión de Meta decidió de manera unánime que la publicación en cuestión constituía una amenaza “implícita o velada” de violencia, que contraría la Política de Incitación al Odio de Meta. Y rechazó la interpretación hecha por Meta respecto de la imagen como no problemática, fundamentada en que las barreras que tenía la plataforma contra el contenido violento y la desinformación en sus redes fueron suprimidas.

En un video que publicó el 7 de enero de 2025, Zuckerberg anunciaba un cambio en las políticas de la plataforma. Comenzaba saludando con un “es hora de volver a nuestras raíces en torno a la libertad de expresión en Facebook e Instagram”. Y presentaba el reemplazo de los Fact–Checkers (Verificadores de Datos) por las Community Notes (Notas de la Comunidad). “Esto hizo Elon Musk en X (ex Twitter). Después de que Trump ganó las elecciones en 2016, los medios tradicionales no paraban de hablar de que la desinformación era una amenaza para la democracia. Nosotros intentamos, de buena fe, abordar esas preocupaciones sin convertirnos en árbitros de la verdad. Pero los Fact–Checkers (verificadores de datos) han estado demasiado sesgados políticamente y han destruido más confianza de la que crearon, especialmente en EE. UU”, explica la experta consultada por ANCCOM.

Califano agrega que “el discurso que expresa el CEO de Meta para desmantelar los sistemas de verificación de sus plataformas a favor de la libertad de expresión se revela falaz. Hay que recordar que el derecho a la libertad de expresión conlleva responsabilidades específicas.” En su mirada, “es un derecho que está sujeto a restricciones legítimas, tal como lo establecen varios tratados y pactos internacionales en materia de derechos humanos. Esas restricciones son necesarias para asegurar el respeto a los derechos de los demás, la reputación individual, la seguridad nacional, el orden público y la salud pública.”

Otro anuncio de Meta fue que reajustaron los filtros de contenido para requerir un nivel de certeza mucho más alto antes de eliminar publicaciones. “La realidad es que esto implica un equilibrio: significa que detectaremos menos contenido dañino, pero también reduciremos la cantidad de publicaciones o cuentas de usuarios inocentes que eliminamos por error”, dijo Zuckerberg.

Por último, anunció que recomendará más contenido político en sus plataformas, incluidas Facebook, Instagram y Threads; y que trasladarán los equipos de Trust and Safety (Confianza y Seguridad) y Moderación de Contenido, de California a Texas.

No alcanza

Carolina Martínez Elebi, licenciada en Comunicación que investiga el impacto de las TIC en los derechos humanos, afirma que “la diferencia en este caso es que no es solo un veredicto, sino que la Junta de Supervisión le está diciendo a Meta que la flexibilizaron en las políticas de moderación, que propone desde enero de 2025, no cumplen con las normas de derechos humanos dentro de las plataformas que el propio Zuckerberg posee.” Y agrega que “a la Junta le parece que la empresa tomó esas medidas sin hacer el debido análisis en cuanto a derechos humanos y sin evaluar el impacto de estas políticas”.

No solo la propia Junta de Supervisión señaló a Meta, sino que también, hace unas semanas, la gubernamental Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos denunció a Meta de prácticas monopólicas. También sus multas en Europa continúan y su carrera tecnológica con China, a simple vista, no lo muestran como el candidato predilecto a ganar. 

El giro trumpista de Meta, como lo menciona Martin Becerra en sus análisis sobre el tema, pareciera que todavía no le dio ninguno de los beneficios que pensó conseguir. Según Becerra, “el objetivo explícito de mimetizarse con Trump se justifica, en palabras de Zuckerberg, por la necesidad de que el Gobierno apoye a las big tech estadounidenses ante la creciente competencia china, que las priorice en contrataciones estatales y que las proteja de multas y regulaciones legales en Europa.”

Martinez Elebi suma que “Meta es una de las plataformas que censuró a Donald Trump cuando fue la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021. Ahora trata de congraciarse con el gobierno de turno para evitar problemas políticos, económicos y legales. Estas plataformas operan y toman sus decisiones en función de capitalizar y acumular poder económico y político”.

Según los reportes oficiales de Meta Platforms Inc. de 2024, el número de usuarios activos en sus redes sociales a nivel global es de tres mil setecientos millones en Facebook, dos mil cuarenta millones en Instagram, dos mil setecientos ochenta millones en WhatsApp, y ciento cincuenta millones en Threads; siendo la población mundial unos ocho mil quinientos cincuenta y seis millones de habitantes. Con estos números, el año anterior, Facebook tenía dentro de sus usuarios casi a la mitad de la población mundial, siendo de esta forma la red social más grande del mundo.

Sin embargo en la página web de Meta, en la sección Noticias, su directora jurídica, Jennifer Newstead, y exasesora jurídica del Departamento de Estado de los Estados Unidos titula en un escrito: El caso de la Comisión Federal de Comercio de EEUU contra Meta es débil e ignora la realidad. Y se explaya explicando que la Comisión Federal de Comercio de EEUU para intentar ganar el caso alega que los únicos competidores de Meta son Snapchat y MeWe. Para Newstead, falta tener en cuenta Tiktok, Youtube y X. También suma que: “Es absurdo que la FTC intente desmantelar una gran empresa estadounidense al mismo tiempo que la Administración intenta salvar a TikTok, que es de propiedad china.”

 

SiPreBA cumple 10 años

SiPreBA cumple 10 años

En medio de estigmatizaciones y un feroz ataque del gobierno al periodismo mezclado con un nivel de precarización laboral inédito, el gremio de prensa cumplió una década y lo celebró en el teatro Picadero.

En un contexto que atraviesa fuertes tensiones económicas, sociales y políticas, el periodismo argentino enfrenta uno de sus momentos más complejos desde la restauración democrática. Con el gobierno de Javier Milei, las condiciones para ejercer la profesión se vieron erosionadas por una combinación de factores: concentración de medios, reducción de pauta oficial, precarización laboral y crecientes discursos de estigmatización y violencia hacia la prensa crítica. Sin embargo, nada de eso, como tampoco el frío y la lluvia, impidieron que el Sindicato de Prensa de Buenos Aires organizara el pasado sábado, a una semana del Día del Periodista, un acto en el Teatro Picadero para celebrar sus diez años de vida. A lo largo de la década, ganó la representación gremial y desbancó a la histórica y desgastada Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).

Matias Colombatti e Ivana Zerman, a cargo de la conducción, presentaron al panel de debate que contó con la presencia de los periodistas Ari Lijalad y Silvia Mercado; Fabian Grillo, padre del fotorreportero herido por un gendarme en la represión a los jubilados del 12 de marzo en Congreso; y Carla Gaudensi, secretaria adjunta de Sipreba y trabajadora de Télam. “Este gobierno quiere silenciar lo que está sucediendo. La única forma de lograr que este ajuste brutal, de que el endeudamiento de todos los argentinos se mantenga oculto es si en una manifestación Patricia Bullrich impide que los reporteros gráficos, los cronistas cuenten lo que está pasando, es intentando disciplinar a los trabajadores de prensa de Casa Rosada para que no pueda decir lo que está pasando ahí adentro”. Para ella, “la libertad de expresión y salarios se relacionan íntimamente. Sin derechos y condiciones dignas, nosotros no podemos ejercer bien nuestra profesión”. El Sipreba se encuentra en una campaña para elevar el salario de las redacciones, con la exigencia de que no pueden seguir estando por debajo de la canasta básica.

 

“Para mí, la libertad de expresión es un tema colectivo y el mayor ataque que recibe son los salarios de mierda que pagan la mayoría de los medios, que cobramos la mayoría de nosotros, porque eso deteriora nuestra posibilidad de hacer periodismo”, dijo Lijalad, denunciado por escribir una columna de opinión y respaldado por más de 600 periodistas. “El problema de Milei no es con periodistas individuales, lo que busca es imponer miedo y autocensura. No nos dejan recorrer la Casa Rosada, quieren que hagamos gacetillas, solo con sus fuentes oficiales. Deslegitiman nuestro trabajo con ataques permanentes a quienes hacemos periodismo”, denunció el periodista de El Destape. Durante el acto se proyectó un anticipo de Redactores, documental a 50 años de los principales convenios colectivos de trabajo de la actividad, del estatuto que firmó Juan Domingo Perón poco antes de que la dictadura interviniera los medios. 

Asimismo, la directora bonaerense de Empleo, Claudia Lazzaro, participó del panel en donde se abordaron temas como la precarización laboral, la libertad de expresión y el derecho a la información en el contexto actual, atravesado por el hostigamiento del Gobierno nacional. Allí se presentaron datos socioeconómicos sobre la situación del trabajo en prensa de la provincia de Buenos Aires.

Fabian Grillo, muy emocionado y agradecido por el cariño que viene recibiendo, comentó sobre el estado de salud de su hijo Pablo: “Los profesionales me dicen que es un milagro la enorme mejoría de Pablo, y no tengo dudas que es por esto. Por todo el amor que le dan y le llega a el”. Este hombre de barba canosa y grandes ojeras, que se convirtió en un símbolo del repudio a las represiones cotidianas del gobierno de Milei y Bullrich, expresó que “estamos en un gobierno que necesita de la mentira como herramienta de acción y quiénes la revelan son muy peligrosos, una foto es un arma terrible para ellos”. Y apuntó: “En el caso de mi hijo, lo juzgaron e intentaron ejecutarlo, en el mismo momento. Definieron que ser fotógrafo periodista es un delito, o sea que legislaron”.

A su turno, el secretario general del Sipreba Agustín Lecchi dijo: “Consolidamos un sindicato que lucha por un periodismo con salarios justos y condiciones dignas para garantizar el derecho a la información”. Si bien el propio dirigente calificó este momento de la prensa como uno de los peores, fue enfático al decir que no hay margen para la resignación. “¿Cómo no pelear y resistir después de ver lo que el gremio fue capaz de construir en estos primeros diez años?, expresó. “Sin democracia no hay libertad de expresión para que volvamos a tener una democracia con justicia social necesitamos un sindicato fuerte con propuestas, nosotros tenemos ideas para recuperar los medios públicos, para fortalecer los medios populares y para eso necesitamos salarios justos

Al finalizar el evento, la Comisión Directiva entregó el reconocimiento Osvaldo Bayer a referentes históricos del gremio, y el “SiPreBA10años” como muestra de agradecimiento a distintas organizaciones y figuras del sindicalismo, la política, la comunicación y los derechos humanos que fueron fundamentales en este recorrido acompañando las luchas del gremio. Así, subieron al escenario del Picadero referentes de Argra, el Cels, la Correpi y la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, con la presencia de su directora, Larisa Kejval y del exdirector y actual vicedecano de Sociales, Diego de Charras. Hicieron lo propio representantes de Unión por la Patria y del Frente de Izquierda; dirigentes de las principales centrales sindicales como Maia Volcovinsky (CGT), Hugo Yasky (CTA-T), Hugo “Cachorro” Godoy (CTA-A) y Alejandro «Peluca» Gramajo (UTEP); la legisladora porteña Victoria Montenegro; la ministra bonaerense de la Mujer, Géneros y Diversidades Estela Díaz y los exministros nacionales Jorge Ferraresi, Carlos Tomada y Raquel Olmos.

Entre el público pudo verse al abogado de derechos humanos Pablo Llonto, al abogado laboralista León Piasek, a la expresidenta de Télam Bernarda Llorente, al periodista Carlos Ulanovsky, a la periodista y exdefensora del Público Miriam Lewin, a Fernando “Tato” Dondero, uno de los fundadores del sindicato junto al fallecido Rubén Schofrin, y a Carlos Rodríguez, histórico delegado de Página12 y símbolo del redactor comprometido con lo social y lo colectivo en detrimento de los egos que abundan en el oficio.

Desde las bases

El Sipreba se fundó el 7 de junio de 2015, luego de un amplio plebiscito en el que participaron más de 2000 trabajadores y trabajadoras de redacciones, canales de televisión y radios. “Tomamos la decisión de reconstruir el sindicato de prensa para todos los medios —privados, públicos y autogestionados— sin importar su orientación política o el sector al que pertenecieran”, expresaron en enero de 2023, tras lograr la histórica obtención de la personería gremial. El sindicato se fue consolidando como un actor clave en las negociaciones paritarias del sector y mantiene una fuerte presencia en medios de alcance nacional como Telefé, América, A24, El Trece, TN, La Nación, Infobae, Olé, Noticias Argentinas, Página/12, Cronista, Perfil, Ámbito, Futurock, Radio con Vos, Radio Nacional, TV Pública, Radio Continental, Letra P, Diario AR, entre muchos otros.

Nacido de comisiones internas que habían quedado huérfanas de estructura sindical, durante esta década, el SiPreBA peleó contra el vaciamiento del Grupo 23 y apoyó la recuperación cooperativa de Tiempo Argentino; revirtió los 357 despidos de 2018 en Télam y acampó cuatro meses en 2024 para resguardar los puestos de trabajo de esa agencia; logró reincorporaciones y sostuvo la organización sindical en Clarín a pesar de un centenar de despidos entre 2019 y 2023; se organizó frente a la represión de Patricia Bullrich en el macrismo y en la actualidad. El flamante sindicato superó la pandemia y reconstruyó la Fatpren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) apostando a la unidad nacional de prensa. Entre otras tantas luchas, confluyó con los movimientos feministas, de derechos humanos y sindicales, convirtiéndose en partícipe y protagonista de todas las reivindicaciones populares por la ampliación de derechos.

En este décimo aniversario, y en un contexto especialmente crítico para el periodismo y la democracia, sus dirigentes reafirmaron su compromiso con el futuro “por el trabajo en prensa, el derecho a la información y la libertad de expresión” y reivindicaron la organización colectiva, la pluralidad y la unidad”. En ese momento, el teatro entero cantó “unidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode”.

Pese a todo, cientos de periodistas continúan ejerciendo con compromiso su labor informativa, resistiendo desde la trinchera del oficio y apelando a nuevas formas de financiamiento y colaboración. Plataformas independientes, cooperativas de prensa y medios autogestionados resurgen como espacios de resistencia profesional y ética. La idea de que en tiempos de incertidumbre, el periodismo se reafirma como pilar indispensable para la democracia fue la que sobrevoló el acto. Pero para que pueda cumplir ese rol, necesita libertad, recursos y respeto. Y eso, con un gobierno que promueve el odio se vuelve una pelea cotidiana.

 

Un año sin Loan

Un año sin Loan

El caso del niño correntino que se esfumó de la faz de la tierra en un almuerzo familiar en la localidad de 9 de julio, inundó los medios de comunicación que ensayaron hipótesis, expusieron la intimidad y señalaron presuntos acusados. Al cumplirse el primer aniversario del hecho Marisa Graham, defensora de la niñez, analiza el accionar del “alerta Sofía” y de los medios.

A un año de la desaparición de Loan, el niño correntino de cinco años que fue visto por última vez el 13 de junio del 2024, aumentan las incógnitas sobre lo que aconteció en aquel naranjal, donde se le perdió el rastro. Al día de hoy se siguen recibiendo denuncias sobre el caso que son evaluadas por la Fiscalía Especializada en Trata de Personas (PROTEX) y la jueza de la causa, Cristina Pozzer Penzo, le expreso a El Litoral que “Loan sigue siendo buscado”.

Marisa Graham, Defensora de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes recientemente desplazada, habló con ANCCOM sobre el caso. En cuanto a la búsqueda del menor la abogada dijo que en aquella instancia hubo una mala estrategia en las primeras 48 horas, no obstante, aclara que según lo que pudo dialogar con Marcelo Colombo y Alejandra Mangano, miembros del PROTEX, no hay indicios de trata de niños, lo que sí podría haber sido, es un caso de compra-venta. “Yo creo que cuando un niño está perdido, nunca hay que cerrar la investigación”, agrega, ya que para eso está la alerta Sofía, que es un sistema de alerta de emergencia rápida diseñado para coordinar la búsqueda de niños y niñas adolescentes desaparecidos que podrían estar en un riesgo inminente. Con respecto a este sistema, Graham explicó que es importante que salga una ley que cambie el funcionamiento de la alerta, donde no se tenga que esperar 24 horas para iniciar una búsqueda. 

El caso de Loan tuvo amplia repercusión en los medios, cosa que no ocurre con todos los niños que desaparecen en el país. La defensora analizó: “Se habla del caso Loan como si ninguna otra cosa sucediera en el país, pero después desaparece completamente. Y hay una sobreexposición, no sólo del niño en cuestión, o de la niña en otros casos, sino de todas las personas que lo rodean. Se viola el derecho a la intimidad de muchas personas, de otros niños y otras niñas”. Por otro lado, agrega que enfrentó muchas dificultades en su momento en la defensoría ya que nunca lograron imponer ningún tema en la agenda.

“Lo que pone el tema de los niños, niñas y adolescentes y sus derechos en la agenda es cuando aparece un niño víctima o un niño victimario y hay saturación de estos temas, pero durante poco tiempo. Pero cuando queremos instalar un tema con los especialistas, los expertos, las instituciones, como la Defensoría u otras, en los medios nos cuesta muchísimo, hay muchas declaraciones o recomendaciones que yo he sacado mientras fui defensora en estos cinco años y tres meses y pocas veces logré que los medios de comunicación le dieran espacio a algunos temas importantes”, reclamó.

La causa tiene actualmente ocho detenidos, y 17 personas acusadas en su totalidad, el juicio se llevará a cabo en el Tribunal Oral Federal de Corrientes. Por la desaparición del menor, están procesados con prisión preventiva: Laudelina Peña, Bernardino Antonio Benítez, Mónica del Carmen Millapi, Daniel “Fierrito” Ramírez, María Victoria Caillava, Carlos Pérez, y Walter Adrián Maciel. Todos serán juzgados por los delitos de sustracción del menor y encubrimiento. Carlos Schaefer, el fiscal federal que impulsará la acusación en el debate, adelantó que el juicio podría comenzar a fines de este año o a comienzos del 2026.