¿Por qué los empresarios apuestan por un gobierno que les hace perder plata a sus empresas?

¿Por qué los empresarios apuestan por un gobierno que les hace perder plata a sus empresas?

“El país que quieren los dueños”, el libro compilado por Alejandro Bercovich, propone una mirada con lupa sobre quiénes son y cómo operan los poderosos que definen el destino de la Argentina.

¿Cómo nombramos a la Argentina? Varios sentidos circulan en simultáneo, de eso se trata la complejidad. Y Argentina es compleja. Además, cada quien tiene una interpretación de lo que es la patria. Seleccionar una acepción no es excluyente, pero no todos los sentidos de la patria son compatibles entre sí.

Para “los dueños del país” la patria es un negocio. Un negocio que manejan, utilizan, manipulan. Y es que esa es la acción inherente a un negocio: la operación de sacar un provecho, un beneficio. Los dueños de la Argentina imaginan un determinado modelo de país. Pero, ¿cómo es esa Argentina que desean?

ANCCOM dialogó con Alejandro Bercovich, el autor junto con Cecilia Rikap, Lara Bersten, Juan Odisio, Gustavo García Zanotti y Augusto Tartufoli del libro El país que quieren los dueños. Antes de pensar qué país quieren los dueños hay que pensar qué es el país para los dueños. Y antes de pensar qué es el país para los dueños hay que repensar el concepto de “dueños”. En este sentido, el libro propone discutir el rol de la élite empresarial en nuestro país.

¿Hay un proyecto productivo, una idea de desarrollo nacional autónomo o solamente se trata de un mero plan de negocios? A esta élite la recorren diferentes intereses. Por un lado, como capitalistas dueños de las grandes empresas argentinas, y por otro, como acreedores, o sea, dueños de los bonos. De esta forma, muchas veces estamos ante capitalistas ricos pero con empresas pobres. “El patrimonio de los grandes capitales no está siendo destruido. Es más, está creciendo de manera inédita. Y justamente la trama offshore de empresas cáscara -aquellas que se dedican a realizar maniobras de manipulación y simulación con la finalidad de eludir y evadir normas tributarias y fugar capitales- y de guardias fiscales es lo que les permite a estos magnates acrecentar su patrimonio mientras el grueso de la población se empobrece”, afirma Bercovich.

Cuando el país entra en crisis, a los empresarios desde su condición de capitalistas les conviene que el Estado renegocie sus deudas y empuje el crecimiento. Pero, contrariamente, desde su carácter de acreedores les conviene que el Estado realice un ajuste. En este sentido, el autor plantea que “la apuesta de los grandes capitales por [Javier] Milei muestra para mí que prima el carácter de acreedor, de millonario, de rico, sobre el carácter de industrial, de emprendedor o de empresario. Se valora más desde el capital la continuidad de los pagos de la deuda, el no default y no tanto la reactivación.”

Esto explicaría por qué muchas veces los grandes empresarios apoyan gobiernos que perjudican sus compañías, como sucede en el actual. Un gobierno que renuncia al desarrollo autónomo y al entramado industrial. “Lo que ocurre es que algunos capitalistas empiezan a perder dinero en sus negocios principales, a perder ingresos” -sostiene Bercovich y agrega: “Y a pesar de esa pérdida tienen a buen resguardo su patrimonio, porque lo tienen en el exterior y no lo tienen invertido en ese negocio. Esta apuesta se mantiene igual a pesar de las pérdidas que se generan en las empresas. Eso es lo que me produce curiosidad y perplejidad porque se me escapa del sentido común que alguien apueste por un gobierno que le hace perder plata.”

Este particular escenario puede explicarse en la Argentina por el acérrimo antiperonismo que recorrió (y recorre) por años la historia de la Argentina. Según Bercovich, “ahí es donde entra justamente la dimensión político-ideológica de esta apuesta, que es la apuesta de una élite que arrastra sus perjuicios, sus ambiciones, sus piezas, sus viejos conflictos”.

Además, Milei representa esa displicencia que siente la élite respecto de la democracia y del resto de la comunidad. “De algún modo en Milei lo que encontró es la llave para disciplinar al resto de la sociedad y terminar de fijarse como una élite dominante, aun cuando no construya la hegemonía que construyen las clases dirigentes”, comenta el periodista. 

Bercovich retoma el concepto de “capitalismo caníbal” de Nancy Fraser: al capital ya no le alcanza con explotación del trabajo sino que necesita expropiarlo. En el ámbito macro, los Estados se encuentran subordinados a los mercados. En la esfera micro, las familias se subordinan a las empresas. “Fraser despliega en su libro cómo se combina la crisis climática, la acción de la ultraderecha fascista y racista, el ajuste y la deuda con el mecanismo de palanca de ese ajuste y la crisis de la democracia de occidente. Son todas cosas que van de la mano y que no pasan solo en Argentina. Está pasando en simultáneo, por lo menos, en la mitad del planeta”, señala el autor.

El país que quieren los dueños está compuesto por seis capítulos. El primero a cargo del mismo Bercovich que es también el compilador de esta obra polifónica. Le sigue un análisis de Gustavo García Zanotti sobre las grandes empresas y las guaridas fiscales. En el tercer capítulo, Cecilia Rikap aborda la dimensión comunicacional de la imagen de Javier Milei en la era digital. A continuación,  Juan Odisio propone un recorrido histórico sobre la élite argentina. El quinto, un ensayo de Lara Bersten, se centra en Vaca Muerta. Finalmente, el libro cierra con el capítulo de Augusto Tartufoli, dedicado a la vida cotidiana y al tiempo libre de la élite.

Sobre el ensayo de Rikap, docente e investigadora del CONICET que indaga en las asimetrías de poder y la economía digital, Bercovich plantea que “el análisis de las plataformas y los algoritmos que hace es clave para entender la lógica de lo que está en el negocio de la red. En el capitalismo monstruario, la renta está tomando la forma que tomaba en el feudalismo, una renta que se concentra muchísimo en los propietarios, en este caso no de la tierra, sino de la nube. En esa lógica, nuestros tecnocapitalistas, nuestros tecnofeudales, son vasallos de otros más poderosos que están en Estados Unidos”.

La actual tecnoburguesía local es la mayor defensora de la ultraderecha, que se subordina a los magnates digitales. “La hipótesis del libro de que las grandes familias apuntaron por Milei porque de algún modo renunciaron a la Argentina se verifica muy concretamente en este carácter vasallático de todo el ecosistema de plataformas y algoritmos argentinos nominalmente, pero que funcionan sobre la infraestructura estadounidense y que no derraman en absoluto ni en capacidades tecnológicas ni en  ventajas económicas para la Argentina”, indica el autor.

La pregunta por cómo nombramos a la Argentina no es solo simbólica: es económica y política. La patria se disputa desde múltiples sentidos en tensión. El país que quieren los dueños propone mirar esta disputa desde la élite empresarial, una mirada que apunta en contra de la soberanía de la Nación en pos de maximizar sus beneficios individuales.

Frente a una élite que renuncia a un horizonte común, la pregunta se vuelve urgente: ¿es posible construir una Argentina que no funcione como un negocio para pocos sino como un proyecto colectivo? 

El Gobierno despidió 110 trabajadores del Hospital Posadas

El Gobierno despidió 110 trabajadores del Hospital Posadas

A través de un comunicado difundido por redes sociales, el Ministerio de Salud echó a 110 trabajadores del Hospital Posadas. Sindicatos y profesionales denunciaron la sangría de la salud pública: “Están vaciando el sistema sanitario para privatizarlo”, advirtió Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE.

El Gobierno nacional despidió a 110 trabajadores del Hospital Posadas, el principal centro de salud pública de alta complejidad del país. La medida fue comunicada por el Ministerio de Salud a través de las redes sociales, bajo el argumento de “injustificadas inasistencias laborales”. La noticia generó un inmediato rechazo por parte de sindicatos, profesionales y agrupaciones, que denuncian un nuevo capítulo en el vaciamiento del sistema sanitario público. En respuesta, durante la mañana de este viernes realizó una asamblea en el hall central del hospital.

Desde el Ejecutivo, los despidos fueron presentados como parte de una política de “ordenamiento del Estado”. “No hay lugar para ñoquis ni acomodos”, afirmó el Ministerio de Salud en un comunicado, en el que también anunció el descuento salarial a quienes participaron de medidas de fuerza en apoyo al Hospital Garrahan.

La secretaria general de la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT), Norma Lezana, cuestionó el comunicado del Ministerio de Salud que anuncia despidos en el Hospital Posadas y descuentos por los días de paro en el Hospital Garrahan: “Otra vez, el comunicado no tiene firma. Simplemente dice ‘Ministerio de Salud’ y responde al giro autoritario que vienen aplicando las autoridades del hospital, sin mostrar ninguna voluntad de resolver el conflicto”.

Además, señaló que el Gobierno desconoce un conflicto legítimo: “La asfixia salarial que están imponiendo a los trabajadores y trabajadoras afecta directamente el derecho a la salud de niños, niñas y adolescentes. Por eso estamos apelando a la justicia y preparando amparos, frente al abandono y la desatención del Estado en lo que es su obligación: garantizar el derecho a la salud de la población y un salario digno para quienes la sostienen. Son derechos constitucionales”.

Por su parte, Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, afirmó que los despidos son una represalia contra quienes exigen salarios dignos y mejores condiciones laborales: “Están vaciando el sistema sanitario para privatizarlo. Quienes dirigen Salud son dueños de clínicas privadas. La plata que dejan de poner en los hospitales se la llevan ellos”, advirtió en diálogo con este medio.

Desde la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires – Hospital Posadas, denunciaron que ya pasaron cuatro direcciones sin respuestas estructurales y que aún no se ha confirmado la designación de un nuevo director. En ese marco, llamaron a los pacientes y a la sociedad en su conjunto a respaldar el trabajo cotidiano del hospital: “Son testigos del trabajo que se lleva adelante día a día en un hospital donde se resuelven miles de consultas, estudios diagnósticos y cientos de internaciones los siete días de la semana”, señalaron en el comunicado.

Los 110 despidos en el Posadas se suman a los más de 120 ejecutados durante 2023 y a los 50 ocurridos en mayo de este año. La política de achicamiento del Estado no se detiene y genera rechazo en distintos sectores del sistema de salud.

Desde la Asamblea de Residentes también se expresaron en contra: “Cada trabajador y trabajadora cumple un rol esencial en el sostenimiento de la salud pública. Estos recortes profundizan el deterioro de las condiciones laborales y sobrecargan aún más al personal”.

Y cuestionaron el anuncio del bono por parte del Gobierno: “Representa un alivio transitorio, pero no resuelve el problema de fondo: el déficit presupuestario del sistema de salud. Reclamamos una recomposición salarial justa, sostenida y sin exclusiones, que no implique recortes en otras áreas ni fragmentación del equipo”.

Para los gremios, el caso del Posadas no es un hecho aislado. Denuncian una estrategia sistemática de ataque a la salud pública que también se manifestó en el reciente conflicto del Hospital Garrahan, donde —según advierten— se difundieron mentiras para desprestigiar la lucha de los trabajadores, y en el intento frustrado de cerrar el Hospital Bonaparte. Los despidos en el Posadas se conocieron inmediatamente después de la masiva jornada nacional de lucha en defensa del Garrahan y la salud pública.

Frente a esta avanzada, María Fernanda Boriotti, presidenta de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FeSProSa), advirtió que el Gobierno “no debe confundirse”, y recordó que los derechos de huelga, asociación y acción sindical están protegidos por la Constitución Nacional y tratados internacionales. “Ningún decreto de necesidad y urgencia puede estar por encima de esos derechos”, subrayó.

Una médica del Hospital Posadas, que prefirió no dar su nombre, expresó a ANCCOM: “Acá trabajamos con miedo. Sabemos que si hablamos o reclamamos, podemos estar en la próxima lista de despidos. Pero no podemos seguir en silencio mientras desarman la salud pública”.

“Está claro que no les interesa la salud de la gente. Solo se acuerdan cuando hay paro. El programa de gobierno de Milei en materia sanitaria era este: destruir la salud pública y que sólo se curen los que tienen plata. Los hospitales públicos funcionan hoy exclusivamente por el esfuerzo sobrehumano de sus trabajadores”, señaló Rodolfo Aguiar.

Mientras crece la conflictividad, las y los trabajadores de la salud aseguran que no dejarán las calles. El reclamo no es solo por salarios y condiciones laborales: es también por el futuro de un sistema que está siendo desmantelado en nombre del ajuste.

«A mi marido le dolía recordar»

«A mi marido le dolía recordar»

En una nueva audiencia que investiga los crímenes de lesa humanidad ocurridos en el centro clandestino Mansión Seré y en el circuito RIBA, declararon un sobreviviente y la mujer de un secuestrado.

“¡¿Pero vos entendes pendejo que te podemos matar y no se entera nadie?!”, relató Gustavo Daniel Romano, sobreviviente del excentro clandestino Mansión Seré, sobre el simulacro de juicio que debió padecer mientras padeció su secuestro. ”Me llevaron a una habitación donde éramos varias personas y me dieron tres opciones de lo que podrían hacer conmigo: matarme, hacerme pagar una culpa que al día de hoy desconozco, o liberarme. Yo les dije taxativamente que me liberen”, relató el primer declarante de la audiencia número 23 por la causa 4.118, conocida como Mansión Seré IV y RIBA II. Romano declaró en dos oportunidades anteriores, en el juicio a las Juntas Militares de 1985 y en el año 2009. Este martes volvió a relatar con un testimonio rápido, detallado y preciso, casi sin atisbos de dolor, los padecimientos provocados por la privación ilegítima de su libertad.

El testigo había sido secuestrado con 18 años, el 5 de octubre de 1977, de su domicilio en Boedo: “Mi casa era un lugar de encuentro, nos dedicamos a la actividad social”, dijo el militante de la Juventud Peronista. Recordó el ingreso violento de cuatro civiles portando armas largas, que preguntaban por él. “Me dijeron que me iban a llevar pero sin especificar ningún motivo. Me vendaron los ojos y me pusieron en la parte de atrás de un auto. Luego de un largo viaje, me subieron por una escalera y me tiraron en una cama, y alguien caminó por arriba de mi espalda”. Sobre las torturas explicó, de manera general, que solían ser con electricidad.

“Nuestro oído estaba agudizado, a lo que nosotros dábamos importancia que era la llegada de La Patota, antesala de una nueva sesión de tortura. Había mucha diferencia entre quienes nos cuidaban y La Patota”, relató el sobreviviente. Sobre la estancia en la mansión del terror recordó la comida “de olla” una vez por día, la falta de higiene y la imposibilidad de ir al baño: “Me bañaron una sola vez con una manguera”, dijo. Compartió lugar de encierro con Alejandro Astiz y luego con Juan Carlos Brid. En relación a Brid, recordó que “habíamos acordado que el primero en salir iría a la casa del otro para avisar que estábamos vivos. Al momento de mi liberación, yo no tenía mis zapatillas y solo estaban los zapatos de Juan Carlos. Me los llevé puestos”.

Para su liberación, Romano, fue trasladado a la comisaría de Haedo en el baúl de un auto. “Me metieron en un calabozo, que al recordarlo ahora me genera claustrofobia, pero en ese momento estaba feliz porque significaba volver a la vida. Allí un policía me tomó los datos y tuve visitas de familiares, incluso ellos me vinieron a saludar: ‘Chau Romano, portate bien’, me dijeron. Estuve dos meses allí y luego en la cárcel de La Plata, hasta que me liberaron por un decreto del Poder Ejecutivo. Con el tiempo rehice mi vida, voy camino al medio siglo de aquello”, finalizó su declaración el sobreviviente.

La segunda declaración de la audiencia fue la de María Alejandra Hernández, testigo del secuestro de su esposo Gustavo Mensi. “Lo secuestraron el 23 de noviembre de 1977, yo tenía 21 años y él 22.”, relató Hernández.

Sobre la noche del secuestro, recordó que varias personas primero pasaron por la casa de sus suegros, donde Mensi había vivido hasta antes de casarse. “Luego fueron a nuestra casa, tocaron el timbre, mi marido se despertó y fue a abrir. No lo volví a ver por un mes”, expresó la testigo angustiada por la reminiscencia de los hechos. “Una vecina luego de muchos años, nos contó que había visto como a Gustavo lo subían a una camioneta blanca, en la que había más de cuatro personas, que eran las que habían ingresado en la casa vestidos de verde. Los que entraron, comenzaron a revolver, me pedían las libretas de teléfono y me preguntaban por antiguos compañeros de militancia que mi marido había conocido en el secundario. Yo tuve lo mío en Devoto, pero ambos dejamos la política en 1975”. En la habitación, contemplando el interrogatorio a su madre, estaba el hijo del matrimonio, Pablo Mensi, de un año y medio. “Por esas cosas raras del destino no me llevaron a mí, ni a mi hijo”, argumentó la testigo.

Durante el mes de secuestro de Mensi, Hernández realizó averiguaciones de todo tipo para encontrarlo, así le llegaron a confirmar que “se lo habían llevado los de aviación”. Tuvo incluso un encuentro con el Vicealmirante de la Marina, Rubén Chamorro. “Ellos sabían todo sobre nosotros, mi militancia en Devoto y la de Gustavo. Me dijeron ‘podría haber sido usted también´. Se sentían todopoderosos”, relató la testigo.

“El 22 de diciembre de 1977, cuando volvíamos con mi hijo del jardín, lo encontramos sentado afuera de la casa. Lo habían dejado en la zona de San Martín, en las vías del tren, con unas monedas que usó para tomarse un colectivo que llegaba a la casa de sus padres. Estaba extremadamente flaco, con la misma ropa que se había ido”. Pese al paso del tiempo su marido habló muy poco del tema. “Le dolía recordar”, dijo, pero algunas de las vivencias que alguna vez él le contó fueron reproducidas por Hernández en su declaración: “Gustavo supo que había llegado a la Mansión por las declaraciones de un antiguo compañero de militancia a quien habían torturado hasta matar. Ese era su mayor miedo”. También le contó que se había dado cuenta que “en las sesiones de torturas ellos tenían unas fichas y cuando se equivocaba le volvían a golpear, como si supieran todas las respuestas”, añadió en su declaración.

Para finalizar su testimonio, Hernández relató las secuelas posteriores que afrontó la familia, como la enfermedad de su suegra o las pesadillas recurrentes de su hijo, presente en el momento del secuestro. “Cuando abrió la CONADEP fuimos a hacer la denuncia, pero había tanta gente que Gustavo no pudo hacerlo, teníamos mucho miedo. Por lo mismo, durante varios años no tuvimos DNI: no podíamos pisar una comisaría o un juzgado”.

Luego de una audiencia dinámica, los inconvenientes se sucedieron cuando la jueza y presidenta del Tribunal Federal Ora N 5l, María Claudia Morgese, comenzó a leer a la testigo parte de una declaración previa. A esto se opusieron el defensor oficial Leonardo Miño, quien suele repetir los destratos hacia la magistrada, y el abogado defensor Mauricio Castro, quien manifestó su adhesión al pedido de no lectura aludiendo a que la jueza estaba “ejerciendo una actividad propia de la acusación que no se corresponde con la imparcialidad por la que debe velar este tribunal”. Por su parte, el fiscal Félix Crous, con la adhesión de las querellas, manifestó que la declaración de Hernández debería incorporarse al juicio: “No tengo objeción de que se lea la declaración que ya debería estar incorporada” y recordó que esto no sucedió por la oposición de los abogados defensores. Al respecto, volvió a pedir al tribunal que revise los motivos de las objeciones de la defensa para evitar “escenarios en que las personas deben exhibir su dolor, y aún con gratitud de estar frente al sistema judicial para hacer justicia. Sé que algunos disfrutan con el dolor ajeno, para eso hay un significante: sadismo”, concluyó. Luego de los ida y vuelta generados, la jueza cerró de manera directa la audiencia recordándole al defensor oficial Miño que, si así lo consideraba, podía elevar una petición sobre su accionar como magistrada.

 

La próxima audiencia de este juicio será el martes 17 de junio, y se adelantaron cómo próximas fechas el 24 del mismo mes y el 8 de julio.

Del papel a la pantalla

Del papel a la pantalla

En la Biblioteca Nacional, cine y literatura se cruzan en una muestra que recupera guiones, afiches originales y cuadernos de dirección vinculados al séptimo arte. Una invitación a conocer la cultura desde una perspectiva lúdica y cercana.

“Pienso que la sala de un cinematógrafo es el lugar que yo elegiría para esperar el fin del mundo”. La frase de Adolfo Bioy Casares, que recibe a quienes ingresan a Escritos en celuloide, abre paso a un recorrido que revela el diálogo creativo entre escritores y cineastas en la historia argentina. La muestra, que puede visitarse con entrada libre y gratuita hasta el 3 de agosto en la Sala Leopoldo Marechal de la Biblioteca Nacional, recupera la historia del cine argentino a partir de sus cruces con la literatura mediante una cuidada selección de manuscritos, guiones, fotografías, objetos y documentos. “Es una propuesta que invita a repensar el cine y mueve una fibra emotiva”, asegura Fernanda Olivera, curadora de la exhibición, en diálogo con ANCCOM.

La idea nació tras una visita al Museo del Cine, cuando Olivera y su equipo buscaban afiches para una muestra sobre seres mitológicos. Allí surgió la pregunta por las adaptaciones literarias en la pantalla grande. “Notamos que desde las instituciones dedicadas al cine nunca fue muy explotado el tema de las transposiciones, así que pensamos que utilizar los textos de la Biblioteca Nacional era una buena forma de contar esa historia”, explica. A partir de esa idea inicial, abrieron nuevas líneas de exploración y comenzaron a relevar no sólo novelas sino también poemarios y antologías de cuentos.

La curaduría se apoyó en los estudios del crítico y periodista Claudio España, quien a lo largo de varios libros recopiló la historia del cine argentino desde 1930 hasta la actualidad. “Tomando como base su trabajo armamos una línea cronológica estructurada en grandes períodos, donde destacamos películas de las que teníamos material y aquellas que no podíamos dejar de lado por ser clásicos”, señala. A lo largo de los paneles, la exposición repasa algunas de las más de 300 adaptaciones cinematográficas. Muchas de las piezas provienen del acervo de la Biblioteca Nacional e incluyen primeras ediciones de novelas como Cicatrices de Juan José Saer o El salvaje de Horacio Quiroga.

Si bien el criterio cronológico guía el recorrido, también hay ejes temáticos. Se destacan autores frecuentemente adaptados, como Jorge Luis Borges –interpretado por diferentes actores a lo largo del tiempo– y Bernardo Kordon, cuya obra fue resignificada por cineastas contemporáneos. Para Olivera, este último caso es especialmente relevante ya que “es un autor gigante que no había sido tan leído y el cine lo puso en el lugar que merecía”. También se destacan duplas creativas fundamentales para el cine nacional como Beatriz Guido y Leopoldo Torre Nilsson, o Michelangelo Antonioni y Julio Cortázar.

Lo que revela el archivo

Además del fondo literario, la muestra se nutre de archivos fílmicos como los de Estudios San Miguel, Lumiton, Argentina Sono Film y Estudios Baires, que aportaron afiches y documentos ausentes en la hemeroteca. Pero su valor va más allá del contenido: también permite pensar el rol que tuvieron las salas de cine en la vida cotidiana. “Los representantes de los grandes estudios nos hablaron de lo que significaba que existiera una ciudad cinematográfica en un barrio o que se inaugurara un cine al estilo palacio, como los que se construían a mediados del siglo XX, donde alrededor del ritual del cine se formaba una identidad barrial y una comunidad”, relata.

Olivera también destaca la colaboración generosa de directores y actores, quienes cedieron materiales de sus archivos personales para reconstruir sobre todo el último tramo histórico de la exposición, que va desde 1990 hasta la actualidad. “Lo que más me sorprendió fue ver los guiones manuscritos, con dudas sobre el título o palabras tachadas y vueltas a escribir. Ese material me pareció maravilloso”, recuerda. Entre las piezas más singulares se encuentran los storyboards de Aballay, el hombre sin miedo (2010), préstamo de su director Fernando Spiner, y los guiones originales de El viento que arrasa (2023) de Paula Hernández.

La exposición también se detiene en el rol de los medios de comunicación en la difusión del cine. La primera crítica de la que se tiene registro data de 1894, cuando un cronista relató el funcionamiento del mutoscopio, un dispositivo cinematográfico patentado por Herman Casla que se proyectaba como evolución del kinetoscopio creado seis años antes por Thomas Edison. Ya en el cine contemporáneo se exhiben ejemplares de El Amante o Kilómetro 111, revistas especializadas que renovaron la crítica cinematográfica en la Argentina y acompañaron sus transformaciones en el modo de filmar.

Cruce de generaciones

Uno de los aspectos más valiosos es su propuesta lúdica y sensorial. Para ilustrar cómo se filmaban las primeras películas de animación –técnica en la que el cine argentino fue pionero– se exhibe un muñeco articulado de cartón que simula el cuadro por cuadro del stop motion. “Tratamos de incluir objetos que permitan al público tener contacto directo con esas materialidades”, cuenta Olivera.

Entre los más llamativos se encuentra un folioscopio mecánico artesanal creado por Inés Girola, que genera la ilusión de movimiento al hacer pasar rápidamente una secuencia de imágenes. Este objeto recupera el espíritu de los orígenes del cine y se convierte en una puerta de entrada para quienes se acercan por primera vez a este universo, dispuestos a descubrirlo mientras juegan. En esa experiencia se revela una de las claves de Escritos en celuloide: conectar distintas generaciones a través de un lenguaje común.

La muestra también permite seguir de cerca el proceso de transformación de una idea en película. Uno de los casos más reveladores es el de El Patrón: Radiografía de un crimen (2014), que partió de una noticia policial, fue adaptado en formato libro y, más tarde, convertido en film. En el panel dedicado a esta historia se exhibe una copia de la causa judicial, el guion subrayado e intervenido por el director Sebastián Schindel y un hilo rojo que conecta cada elemento, evocando la tensión narrativa propia del thriller. “Es importante que la gente pueda tocar y abrir esos materiales para ver todo el trabajo que hay detrás”, enfatiza la curadora.

Esta combinación de juego y archivo también funciona como un puente. “Está pensada para las nuevas generaciones, pero también para quienes somos más grandes y recordamos no sólo las películas, sino cómo era ese cine que ya no está”, agrega Olivera. A la par del repaso por las adaptaciones literarias, la muestra narra la expansión de las salas a lo largo de las décadas y su progresiva desaparición, un recorrido que invita a reflexionar sobre los modos en se consume hoy el cine.

Memoria y resistencia

En tiempos difíciles para la industria cinematográfica, la muestra ofrece un mensaje contundente: el cine argentino es también una historia de resistencia y creación colectiva. “Cada uno de esos períodos, aunque claramente diferenciados, pasó por momentos de devastación, persecución e intentos de silenciamiento, pero siempre zafó. Esta muestra también es una forma de decir: ‘Esto también lo vamos a superar’”, sostiene.

Más que una cronología, Escritos en celuloide funciona como una puerta de entrada a nuestra historia cultural desde los libros, las películas y los objetos que la preservan. “La Biblioteca Nacional conserva la memoria de nuestra nación, por eso esta muestra, como todas las que hacemos, es una invitación a que conozcan los archivos, que investiguen y la pasen bien”, concluye Olivera.

Escritos en celuloide se puede visitar hasta el 03 de agosto de lunes a viernes de 9 a 21h y sábados y domingos de 12 a 19h en la Sala Leopoldo Marechal de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno (Agüero 2502, CABA).

“Los postítulos son espacios muy valiosos de formación”

“Los postítulos son espacios muy valiosos de formación”

El gobierno de Jorge Macri cerró especializaciones docentes cuya apertura ya había sido aprobada. Profesores y estudiantes se agruparon para denunciar lo que viven como un ataque permanente y un bloqueo a su desarrollo profesional.

“Dejar a la formación pública, gratuita, universal y de calidad a la deriva es bloquear el desarrollo precarizando la educación. Al parecer, cuanta menos educación tengan todos, más fácil podrán ser manipulados –afirma Romina Laura Bralo González, docente egresada de los postítulos de CABA–. Además, es una amenaza a los puestos de trabajo,al limitar la instancia de aprendizaje y diversidad de contenidos en la profesionalización docente”.

A principio de año, el Ministerio de Educación porteño, a cargo de Mercedes Miguel, cerró postítulos de nivel superior como Educación Ambiental Integral, Ciencias Tecnológicas, ESI, Derechos Humanos, Arte y Cultura, que ya no están dentro de la oferta académica. La medida de discontinuarlos, dispuesta por la secretaria general de Formación Docente, Graciela Uequín, se tomó pese a la aprobación correspondiente de las propias autoridades para su apertura.

Ante el sistemático recorte y subejecución del presupuesto educativo, la reducción de la oferta –entre otras cosas, no dando apertura a todos los postítulos–, y la consecuente baja de la calidad, docentes de la Ciudad denuncian un ataque a su formación.Desde hace tiempo, los postítulos de CABA vienen resistiendo intentos de cierre, restricciones en la inscripción y vaciamiento progresivo por parte del Gobierno porteño.

“Es un intento de mercantilizar la educación como negocio, y no un derecho.El ataque a la formación es permanente hace años, por lo que estamos tratando de que salga de las sombras para poder visibilizar cómo desfinancian al sistema educativo, atentando a la educación pública, universal y gratuita”, agrega Bralo González.

“Los postítulos son formaciones y capacitaciones que realizan los docentes una vez que están recibidos, que les permiten seguir adquiriendo las herramientas necesarias para su formación profesional, transmitiendo a los estudiantes una educación comprometida y de calidad en cuanto a los contenidos de los programas de enseñanza”, explica con emoción María Marta Fernández Rosa, docente coordinadora del Postítulo Artes y Tecnologías Digitales de la Escuela Superior de Educación Artística “Aída Mastrazzi”.

“Son especializacionesque dependen del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad. En febrero de este año, muchos tenían la aprobación para dar apertura a sus inscripciones a estudiantes, pero esto no sucedió, aunque sí están finalizando su segundo año los postítulos que vienen del anterior. Son espacios muy valiosos de formación académica, responden a necesidades docentes, brindan temáticas variadas y otorgan un puntaje que es muy importante para la carrera docente”, detalla Fernández Rosa.

Las planificaciones de los postítulos son elevadas todos los años al Ministerio de Educación, que las aprueba o no y da el visto bueno para su apertura, aclarando, en su resolución, que están sujetos al recorte presupuestario.Este año los docentes vienen denunciando los cierres por decisión del Ministerio y buscando el apoyo de sindicatos docentes, hasta ahora sin respuesta.

En diálogo con ANCCOM, Temis Saccomanno, secretario de Educación Artística de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), puntualiza: “Cuando ocurrió lo de la escuela de Jorge Donn, UTE intervino tratando de buscar explicaciones al cierre del postítulo. Para ello, se reunió con autoridades del Ministerio de Educación, quienes categóricamente anunciaron al sindicato que no iban a abrir los postítulos en este 2025, debido a un tema de presupuesto, como así también dejaron entrever que en un tiempo dejarían de existir, serían remplazados por nuevos programas, reformulaciones que aún están en desarrollo”.

Tras ese hecho, por abajo se formó un colectivo de lucha por la apertura de los postítulos en CABA, integrado por docentes de distintas instituciones, que lleva su reclamo a todos los lugares posibles porque los consideran muy importantes para la formación tanto de docentes como de estudiantes.

El pasado sábado 24 de mayo, la agrupación organizó una protesta en el barrio del Abasto, con juegos callejeros, para visibilizar su reclamo. Allí, Natalia Franchi, coordinadora general del postítulo de “Danza teatro comunitario”, de la Escuela “Jorge Donn”, precisó: “Los postítulos son siempre para profundizar y actualizar en un campo de conocimiento específico, atravesado por un tiempo de duración entre uno y dos años,durante una jornada extensa de trabajo en conjunto, que permite forjar y fortalecer los lazos humanos elementales en las y los otros”.

Franchi añadió: “Este postítulo de Danza teatro comunitario existe desde 2022, luego de tener la aprobación del Ministerio de Educación, que resolvió su apertura de actividades para ese año y el siguiente, y luego hizo lo mismo para 2024 y 2025, para que sus estudiantes pudieran finalizar sus especializaciones en tiempo y forma. Sin embargo, este año los aspirantes no tuvieron la posibilidad de inscribirse. La causa de que no se abra la inscripción a los postítulos es política, junto con el recorte presupuestario en educación,habiendoquedado desmentido (como quisieron instalar), que no había aspirantes o que había irregularidades”.

Hoy, tanto ella como sus compañeros se encuentran en la incertidumbre de no saber si los postítulos van a continuar o si acaso ya es un hecho que van a dejar de existir.Frente a lo que califican como un ataque sistemático a la educación, el colectivo de docentes promete seguir peleando por la apertura, hasta que sus voces sean escuchadas.

¿La legislatura porteña mira a la calle?

¿La legislatura porteña mira a la calle?

El gobierno de Javier Milei decretó que no habrá ayuda nacional para los sin techo y que cada jurisdicción se tendrá que hacer cargo de ellos. En una coproducción con la revista Hecho en Buenos Aires, ANCCOM le preguntó en campaña a los candidatos que políticas propondrían para esta cuestión.

Agentes de la Secretaría de Espacio Público e Higiene Urbana, acompañados por efectivos de la Policía, desalojaron este 4 de junio a Leonella y un grupo de personas en situacion de calle que pasaban la noche en un pallier de Juramento y O´Higgins, en la Ciudad de Buenos Aires.

El 18 de mayo la Ciudad votó y treinta bancas en la Legislatura porteña cambiarán de manos en diciembre. Afuera, en las veredas frías y sin promesas, hay personas que duermen bajo el cielo de Buenos Aires. Las cifras oficiales dicen que son poco más de cuatro mil, pero las organizaciones sociales aseguran que son muchísimas más. Las campañas hablaron de ellos: los sin techo, los sin nombre, los sin nadie. Se prometió de todo —desde la erradicación de la miseria hasta la gentrificación disfrazada de orden—, pero las promesas, como siempre, flotan. No bajan. No abrigan. No salvan. Mientras tanto, las Personas en situación de calle siguen ahí, esquivando a la policía, al hambre, al miedo. Resisten, no por épica, sino porque no hay otra. A continuación, lo que cada legislador electo dijo en campaña sobre las políticas que tienen para ellas.

“Adorni es Milei”

El secretario de Comunicación y Medios, Manuel Adorni, fue electo como candidato del oficialismo nacional. Su campaña se basó principalmente en su identificación con el presidente: “Adorni es Milei”, como se leía en los afiches diseminados por la ciudad. El candidato libertario, que propone “llevar el modelo de Milei a la Ciudad”, no presentó propuestas concretas orientadas a las personas en situación de calle. Sí prometió implementar “un Estado más chico y eficiente” y una “Ley Bases porteña”. En materia de vivienda, propone bajar el ABL, eliminar el impuesto a los Sellos —3,5% del monto de la compraventa, excepto en primera vivienda— y desalojar rápidamente a los “usurpadores” de casas. 

“San Toro”

Electo por la lista Es Ahora Buenos Aires, “San Toro” –tal como se autoproclamó en campaña–, planea “dar pelea contra el abandono de Jorge Macri y la crueldad de Javier Milei”. Parte de su campaña se centró en denunciar los negociados del Gobierno de la Ciudad con empresas privadas que prestan servicios en el territorio porteño. 

En cuanto a las personas en situación de calle, propone erradicar la indigencia en cuatro años con un enfoque que combine asistencia inmediata y soluciones estructurales. En tal sentido, promueve el plan «BsAs sin Indigencia», donde incluye un ingreso básico común, urbanización de barrios vulnerables y programas de reinserción laboral. Por otro lado, en su programa electoral también se afirma que la Ciudad estuvo planteada desde un modelo urbano que privilegia la especulación inmobiliaria sobre las necesidades humanas, lo que provoca una crisis habitacional sin precedentes, pérdida de espacios verdes y “una desigualdad territorial que fractura el tejido social entre un norte próspero y un sur olvidado”. Para ello, desde su plataforma propone realizar una auditoría integral sobre las ventas de tierras públicas y los convenios urbanísticos de los últimos 16 años; actualizar el Plan Urbano Ambiental y modificar el Código Urbanístico para limitar la construcción especulativa; proponer un Plan de Vivienda Integral que incorpore al mercado 20.000 viviendas ociosas; generar una transformación ecológica plantando árboles nativos para crear nuevos parques públicos y promover la urbanización de barrios populares. 

Una brújula ahí

La diputada nacional por Juntos por el Cambio, Silvia Lospennato, respaldó un proyecto de ley para crear una red de Centros de Integración Social de acceso voluntario y permanente, con atención las 24 horas, todos los días del año. El proyecto también contempla la implementación de un sistema de atención móvil y programas de formación y capacitación en oficios para facilitar la reinserción social y laboral de las personas en situación de calle. En una entrevista en Cortá por Lozano, ante la pregunta de Costa —actriz, panelista y humorista trans— sobre el estado de emergencia de los hospitales públicos, la legisladora confundió la ubicación del hospital Ramos Mejía, al que situó en el conurbano. El Ramos Mejía es uno de los lugares donde todavía sobrevive el Estado presente para las personas TLGBIQ+ que viven en condiciones de vulnerabilidad. 

“Vuelvo porque hay olor a pis”

Horacio Rodríguez Larreta encabezó la lista Volvamos Buenos Aires y basó su campaña en su capacidad de gestión, marcando las deficiencias de la nueva administración. “Trayéndolo a Jorge Macri del conurbano me equivoqué”, reconoció en una entrevista con Pedro Rosemblat. Consultado sobre sus propuestas para las personas en situación de calle, afirmó que “el Gobierno de la Ciudad tiene que hacerse cargo del problema. La situación social no es muy distinta a la que tuvimos durante mi gestión, y claramente antes había una respuesta con el Buenos Aires Presente”. 

En lo que respecta a la política habitacional, el legislador electo plantea que se deben seguir modelos que funcionaron en el exterior:  “Poder comprar o alquilar un lugar en la Ciudad es una aspiración permanente de los porteños. Hoy el Gobierno está dejando pasar oportunidades que en otras grandes ciudades, como Nueva York o Barcelona, supieron aprovechar”. Larreta propuso principalmente el Microcentro: “Hay infraestructura, subtes, colectivos y está lleno de oficinas vacías. Hay que generar vivienda ahí para que alquilen jóvenes y adultos mayores, con beneficios fiscales proporcionales al porcentaje de reconversión de cada edificio”. También remarcó la necesidad de recuperar la política de créditos de tasas bajas del Banco Ciudad y de garantías y facilidades para ingresar a un primer alquiler del Instituto de la Vivienda. “Todo eso se suma a lo que ya avanzamos en mi gestión respecto a la vivienda social: hicimos la mayor inversión en 50 años con la construcción de 5.000 viviendas, en la urbanización del Barrio 31, Rodrigo Bueno, Fraga o el Barrio 20”, afirmó.

La eterna presencia

Vanina Biasi, diputada por el Partido Obrero en el Frente de Izquierda-Unidad (FITU), encabezó la lista trotskista. Su campaña se basó en propuestas para mejorar los ingresos de los trabajadores de la Ciudad, denunciar la violencia de la Policía porteña contra jubilados, mujeres, disidencias y personas pobres, y visibilizar negociados del gobierno con grandes empresas. 

Ante el aumento de personas en situación de calle, planteó desde su cuenta en X que la Ciudad debe detener la criminalización, crear centros integrales de atención en cada comuna, generar empleo genuino y un plan de viviendas populares financiado con un impuesto a la especulación inmobiliaria. En una entrevista con Prensa Obrera, Biasi se refirió al problema de la vivienda en la Ciudad, denunció la concentración habitacional en pocos propietarios y propuso armar un banco de tierras en la Ciudad, para evitar que la especulación financiera encarezca los terrenos. También planteó que hay que aumentar los salarios y establecer un porcentaje proporcional a los ingresos mensuales de los trabajadores, que los alquileres no deberían sobrepasar.

Su compañero de lista, Luca Bonfante, propuso un impuesto a las viviendas ociosas. ya que hay 200 mil viviendas vacías en CABA —dato que surge de un pedido de acceso a la información realizado por el Cedesu (Centro de Estudios para el Desarrollo Económico y Social Urbano) al ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) en 2022—. “Es falso que el mercado solucionará el problema habitacional. Solo fomenta la especulación con algo que no es un negocio sino un derecho”, afirmó.

La Ciudad soltó a Marra

Ramiro Marra, exlegislador por La Libertad Avanza, se postuló como candidato de la lista Libertad y Orden de la UCeDé pero por el bajo caudal de votos no logró entrar a la Legislatura. “Para la gente que lamentablemente no tiene dónde vivir y está en situación de calle, ya hay normativas”, afirmó el legislador que buscaba reelegir su banca en una entrevista con María Julia Olivan para Border Periodismo. Marra centró su campaña puntualmente en “erradicar a los fisuras”, como llama a las personas en situación de calle con adicciones o problemas de salud mental. “A los fisuras se les termina la joda. Vamos a incluir, en el código contravencional, duras sanciones y detenciones para los que dormitan y merodean en la vía pública, porque esto no es sano para nadie, aumenta la probabilidad de que ocurra un crimen y nos pone en situación vulnerable a quienes queremos circular en paz”, propuso en su spot electoral.

En cuanto a política habitacional, el candidato libertario es partidario de que la única regulación sea la del mercado. En enero de este año celebró vía la red social X la decisión del Gobierno nacional de retirarse de la construcción de viviendas. «El Gobierno no tiene que construir casas, su función debe ser la de generar condiciones óptimas para que las personas puedan acceder a créditos hipotecarios y proyectar ser propietarios”, afirmó. Durante su campaña, también propuso “pasar una aplanadora a todo el costo político de la Ciudad de Buenos Aires”, reducir a la mitad la cantidad de legisladores y eliminar a los comuneros.