A pura pantalla queer

A pura pantalla queer

La décima edición de Asterisco, el Festival de Cine LGTBIQ+ se desarrollará esta semana en Buenos Aires.

La comunidad LGBTIQ+ florece junto a la primavera y, en el marco de la marcha anual por la reivindicación y lucha de sus derechos, se llevan a cabo diversas actividades culturales. En este contexto, del 26 de octubre al 5 de noviembre se estará realizando la décima edición de Asterisco, el festival Internacional de cine LGBTIQ+ en el que se podrá disfrutar de una selección y posterior competencia de cortos y largometrajes. Además, habŕa una serie de actividades culturales en varios puntos de la ciudad de Buenos Aires. La proyección inaugural será en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), este jueves a las 21. En esta edición se trata de la película de estreno mundial Tencha Reina, de Maruja Bustamante.

El festival, ya desde sus inicios por 2014, intenta replantear los distintos horizontes de lo que lo que se siente y piensa como cine y busca explorar “el presente, pasado y futuro de nuestros deseos desparramados en las películas”. En sus inicios, tuvo un enfoque predominantemente internacional, ya que el cine argentino aún no ofrecía muchas alternativas. Sin embargo, el boom de producciones nacionales hizo que, desde la organización del evento, se celebre que cada vez más películas locales sean parte de la grilla. “Este año tenemos las competencias argentinas más extensas, tanto en formato de largo como de cortometraje y varias son estrenos mundiales. Hay cineastas que eligen Asterisco para mostrar sus obras por primera vez en público”, afirman felices sus organizadorxs.

Sumándose a la gran presencia del cine latinoamericano y del Caribe con producciones de Brasil, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, Panamá y Puerto Rico, la faceta internacional del festival se intensifica. En la edición de este año cineastas como el canadiense Theo Jean Cuthand, quien presentará sus trabajos en el país por primera vez, y el director israelí Yair Qedar serán partícipes del evento.

 

 

El festival, además del MALBA, contará con otras siete sedes entre las que se encuentra el Centro Cultural Kirchner (CCK), el Centro Cultural Recoleta, el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, el Museo del Cine, el café teatro Hasta Trilce, el Centro Cultural Otra Historia y el bar Puticlú.

El distintivo de esta décima edición del festival es la fuerte relación entre el cine y el mundo del arte, la programación de videoarte y el video performance de la escena local. Los ejes transversales de esta propuesta consisten en abordar retrospectivamente los 20 últimos años de la obra de Cristina Coll, los vídeos de Martín Sichetti y Alberto Passolini y la recuperación de las reflexiones sobre cine y video del programa El Banquete Telemático de Federico Klemm entre 1994 y 2002, que fue recientemente inventariado y digitalizado por el Museo del Cine.

Gran parte de las actividades del evento serán de ingreso libre y gratuito por orden de llegada. Sin embargo, la entrada general a la proyección inaugural y al resto de las proyecciones en el MALBA costarán 1.600 pesos, excepto estudiantes, jubilados y Malba Amigos que tendrán un descuento de 800 pesos. La oferta de films que se podrán ver, los cronogramas con los horarios y sedes, junto con los anuncios sobre el evento, se encontrarán en las redes sociales de Asterisco.

¿Tres años de cárcel o veinticinco en un banco?

¿Tres años de cárcel o veinticinco en un banco?

“Los delincuentes”, la película que representará a la Argentina en los premios Oscar, se estrena este 26 de octubre en salas de todo el país. ANCCOM conversó con el director Rodrigo Moreno y el actor Esteban Bigliardi sobre una historia que invita apensar qué es la libertad, el trabajo y el tiempo.

«No me interesaba que el objetivo del protagonista fuera convertirse en millonario», dice Moreno, el director.

Este 26 de octubre se estrena en salas Los delincuentes, última obra del director y guionista Rodrigo Moreno. La película, que luego tendrá su presentación mundial en la plataforma Mubi, se encuentra en carrera para ser seleccionada a los premios Oscar 2024.

Los delincuentes recibió premios en festivales internacionales como el Jerusalem Film Festival, el Festival de Lima PUCP y el New Horizons International Film Festival de Polonia. En mayo, fue seleccionada para presentarse en el Festival de Cannes, entre otros, donde recibió excelentes críticas de The Guardian, The New York Times y Rolling Stone, además de un 95% de calificación positiva en el Ranking Rotten Tomatoes.

Los delincuentes parece una clásica historia de atracos, pero termina siendo algo más. Narra la historia de Morán (Daniel Elías), un salteño empleado de un banco que vive en pleno centro de Capital Federal. Harto de su vida rutinaria, un día aprovecha la ausencia de su compañero Román (Esteban Bigliardi) para robar la suma exacta de todos sus salarios hasta su jubilación, multiplicado por dos. ¿Por qué el doble? Para completar su plan, utiliza a su compañero Roman como cómplice, a quien convence de guardar el dinero mientras él se entrega en una cárcel de Córdoba. A Morán no le interesa una vida de lujos, simplemente pretende dejar todo atrás para vivir una vida tranquila y digna: “Es simple. Son tres años en la cárcel o 25 en el banco”.

Así comienza una travesía de tres horas con numerosos saltos temporales en los que se cruzan las perspectivas de los protagonistas entre el centro porteño y una sierrita en la provincia cordobesa. A través de diferentes situaciones, Los delincuentes invita a la audiencia a cuestionarse acerca del concepto de libertad ligado al trabajo, el uso del tiempo y la ruptura de lo rutinario. La película también está acompañada de un elenco excelente: Margarita Molfino, Laura Paredes, Germán de Silva, Mariana Chaud, Cecilia Rainero, Javier Zoro Sutton, Iair Said, Adriana Aizenberg, entre otros, junto con la aparición estelar del escritor Fabián Casas.

Daniel Elías y Esteban Bigliardi protagonistas de Los delincuentes.

Una película en constante producción

Rodrigo Moreno inició el rodaje hace cinco años, en 2018, aunque el proyecto nació mucho antes. La idea original era hacer un remake de Apenas un delincuente (1949), un policial argentino dirigido por Hugo Fregonese. La premisa es muy similar, un hombre quiere robar un banco, guardar el dinero y vivir tranquilo: “Lo que pasaba era que no me interesaba el protagonista y no me interesaba su objetivo, el de ser millonario. Entonces la dejé de lado y seguí haciendo las películas que hice después. Me acuerdo de haber terminado Un mundo misterioso (2011) época en donde se me ocurrió desdoblar el personaje, que no sea una cuestión de robar plata para ser millonario sino de robar tiempo. Algo de eso me interesó. Y ahí empecé a escribir”, explica el director de El custodio.

Muchas de las decisiones técnicas y artísticas se definieron durante la filmación de la película: el guion no fue la excepción. Fue reescrito reiteradas veces a lo largo de la producción y etapa de edición. Esto no significó inconveniente para Esteban Bigliardi, actor que fue convocado de inmediato. Bigliardi trabajó anteriormente con Moreno en Un mundo misterioso  (2011) y Reimon (2014): “En realidad yo casi no tengo que decir que ‘sí’ con Rodrigo, porque trabajamos juntos hace más de diez años. Cuando escribe, sé que ese personaje que me está ofreciendo lo escribió para mí. Es una persona con la que no tengo que leer el guión para aceptar. Somos como una especie de familia artística junto con los otros actores y actrices del elenco”, comenta el actor y agrega: “Rodrigo escribe muy buenos guiones, me encantó. Tiene un humor latente todo el tiempo y unas vueltas que lo hacen muy atractivo”. 

Las decisiones que se fueron tomando sobre la marcha, marcan un estilo descontracturado propio de un cine de autor. Moreno combina diferentes elementos y técnicas audiovisuales provenientes del cine clásico junto con una Buenos Aires contemporánea ambientada con música de Pappo y Piazzolla. Al mismo tiempo logra escenificar una atemporalidad dentro de diferentes escenarios, como el banco y la cárcel cordobesa. Construye un ambiente donde es imposible no sumergirse.

“Hay muchas cosas que pertenecen al mundo del azar”, explica el director. “Me di cuenta como director, que dirigir no se trata de controlarlo todo, sino, o por lo menos como yo lo interpreto, de crear un territorio en el que puedan convivir diferentes cosas. La incertidumbre de si eso efectivamente combina supongo que es la fuerza que tiene la película”, agrega. El proceso en el que se filmó la película acoge con la misma efectividad la idea que plantea: “Hay una cantidad de cosas que yo nunca estuve seguro hasta último momento si responden al mismo tono o lenguaje. Una época donde todo tiene que ser tan cuidado o tener una explicación, es complicada para la creación. Arrogarme a esa libertad, tiene que ver con eso. Hay algo emocional que tiene la película, que te conduce a, bueno, ‘este es el mundo’”.

 

El film utiliza el robo a un banco como metáfora para abordar un dilema existencial que da vueltas en torno al concepto de libertad: ¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar?

El film utiliza el robo a un banco como metáfora para abordar un dilema existencial que da vueltas en torno al concepto de libertad: ¿Trabajamos para vivir o vivimos para trabajar? “Un poco lo que plantea la película es el día a día de todos. Tanto como de un director de cine, un pintor o un músico. La sociedad en la que vivimos generalmente estructura todo mucho más. Vas al colegio, a la universidad, conseguir un trabajo, trabajás, tenés vacaciones. La película busca romper un poco con eso y abrirse a lo que pueda pasar, a disponer de ese tiempo para hacer lo que uno quiere”, reflexiona al respecto su protagonista.

Si bien puede que no comparta el mismo idioma hollywoodense que atrapa a la mayoría de los públicos, la obra de Rodrigo Moreno no fue pensada con el objetivo de ganar todos los premios. Sin embargo, es notable el alcance y el reconocimiento mundial que recibió. En un contexto político donde el concepto de libertad se presenta contradictoria hasta el peligro, su narrativa ambiciosa y las figuras que rompen con lo cotidiano invitan a la audiencia a re-repensar estas ideas.

El Central banca al arte

El Central banca al arte

En el CCK se exhibe una muestra de las obras galardonadas en los últimos 15 años en el Premio Nacional de Pintura, otorgado por el Banco Central. Obras de León Ferrari, Gyula Kósice, Sara Facio y Clorindo Testa conviven con artistas de las nuevas generaciones.

En la sala 607 del Centro Cultural Kirchner (CCK) puede visitarse una muestra que reúne obras galardonadas por el Premio Nacional de Pintura otorgado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) durante los últimos 15 años. 

Hasta el 19 de noviembre  se lleva a cabo la exhibición,  que invita a explorar la identidad del arte con sello argentino. La muestra representa un recorrido por la historia más reciente de la creación local, en la que dialogan obras de artistas históricos como Sara Facio, León Ferrari o Clorindo Testa con las nuevas generaciones..

Se presentan más de 40 obras del patrimonio del Banco Central de la República Argentina (BCRA), conformado a lo largo de 15 años a partir del Premio Nacional de Pintura.  El certamen inició en 2007 con el propósito de promover el arte contemporáneo argentino y el acceso a la producción visual. Con esta misión, hasta la fecha, se adquirieron más de 100 obras de artistas locales. A partir de una muestra itinerante, la colección recorrió varias provincias de nuestro país democratizando e incentivando el acceso al arte por parte de la comunidad. 

En ocasión de esta exhibición, se ha realizado una selección a partir de las categorías de Gran Premio Homenaje, Primer Premio, Primera Mención Jóvenes Artistas, Premio Jóvenes Artistas y Primer Premio Jóvenes Artistas. Rodrigo Alonso, a cargo de la curaduría de la muestra, explica: “Lo que estamos haciendo es, habiéndose cumplido esta edición número 15, hacer una suerte de recopilación de todas las obras que ingresaron al patrimonio. Con esto se va a hacer un libro de la colección del museo, y hacemos una presentación pública que se está exhibiendo ahora”.

Al ingresar a la sala 607 del Centro Cultural Kirchner nos adentramos en el corazón de la pintura contemporánea argentina: diversa, multicromática y vibrante. El crisol de elementos presentes en las obras abarca desde rostros y cuerpos perfectamente delimitados hasta retratos de lo urbano y la naturaleza, y se extiende hacia construcciones más abstractas a través de la combinación de líneas, círculos, rayones, rasgaduras y cadenas colgantes. Además, se aprecia una amplia gama de técnicas artísticas como la transferencia fotográfica, el diseño digital, el grafiti, la impresión sobre lienzo, el esgrafiado, entre otras. Esta diversidad de estilos y formatos refleja las múltiples maneras en que se narran las experiencias locales.

“Tenemos un criterio muy amplio en relación a qué es pintura. Vas a encontrar que no todo es pintura, óleo o acrílico sobre tela, sino que también algunas obras que son textiles, collage, digitales, fotografía o escultura. Se exhiben obras con diferentes materialidades”,  apunta el curador. La expansión de lo que se entiende por pintura permite explorar expresiones artísticas muy diferentes que se revelan en la muestra como una síntesis del potencial creativo del arte nacional. 

Las paredes se recorren con un resonar de agua de fondo. Se trata de “Gota de agua móvil azul y blanca” de Gyula Kosice, una escultura móvil que se encuentra ubicada en el centro apenas se ingresa y encandila a todos los espectadores con sus luces y sonidos. “Es un genio, lo vimos hace unos años”, comenta una mujer a su grupo de amigas. “Mira esto pa”, murmura un nene mientras tira del pliegue de una campera gris. “Que loco esto”, dice bajito una pareja casi al unísono. 

Otra obra que reúne miradas, galardonada por el Gran Premio Homenaje que reconoce la trayectoria de los artistas y su contribución en el fortalecimiento de la cultura es “Los muchachos peronistas” de Sara Facio. Se trata de una fotografía de 1974, correspondiente a la serie fotoperiodística sobre los funerales del presidente Juan Domingo Perón. Walter, que la descubre por primera vez durante su visita, comenta: “La foto se mantiene vigente. No importa cuántos años pasen.” 

La pluralidad presente en esta exposición va en sintonía con la diversidad de las personas que la visitan: tanto a solas como en grupos, de todas las edades, por momentos en silencio y por otros en bullicio, de estadías cortas o largas, de “este es un obsesivo” a “esto es hipnótico”. La marca de lo nacional se refleja tanto en las obras como en la gente, en una construcción conjunta que se retroalimenta todo el tiempo. 

La muestra “Premio Nacional de Pintura” puede visitarse de miércoles a domingos de 14 a 20 horas en la sala 607 del Centro Cultural Kirchner, ubicado en Sarmiento 151 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Es una invitación abierta a reconocer la riqueza de nuestra identidad cultural y un recordatorio de la importancia de nutrir y celebrar la creatividad local.

Pocos votos pero más legisladores

Pocos votos pero más legisladores

A pesar del magro resultado, el Frente de Izquierda celebró la entrada de nuevos diputados al Congreso y a las legislaturas.

Los referentes del Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad (FITU) convocaron a una rueda de prensa en la que, pese a los resultados desfavorables en los escrutinios presidenciales y de gobernadores, celebraron el ingreso de nuevos legisladores en el Congreso Nacional y en la Provincia de Buenos Aires. La conferencia se llevó a cabo en el edificio de la Mutual de Empleados del Banco Nacional de Desarrollo, treinta minutos después de que la Dirección Nacional Electoral diera a conocer el primer recuento provisional en el que el FITU obtuvo apenas el 2,62% de los votos.
La candidata a presidenta Myriam Bregman (PTS en el FITU) expresó: “El Frente de Izquierda Unidad no solo ha mantenido el espacio de la izquierda en las elecciones ejecutivas, sino que estaría ingresando otro diputado en la Provincia de Buenos Aires, llegando por primera vez a la conformación de una bancada de cinco diputados nacionales”. Será el turno del histórico dirigente del PTS y docente universitario, Christian Castillo, de acceder a una banca. “Prevaleció la idea de que no gane la ultraderecha, eso explica la remontada de Unión por la Patria, que no significa una adhesión a sus políticas”, manifestó Castillo.
Además, Bregman celebró la elección en la Ciudad de Buenos Aires en la que afirmó que estarían ingresando a una legisladora en la Ciudad, Celeste Fierro, del MST.
Otra de las referentes presentes en el encuentro fue la candidata a jefa de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Vanina Biasi, quien adelantó que desde ahora empezarán a definir la postura que tendrá el Frente de Izquierda ante el ballotage que se disputará el próximo 19 de noviembre “Lo vamos a hacer a partir de una discusión democrática en nuestras organizaciones a partir de ver el resultado y luego, por supuesto, discutiendo en todo el frente de izquierda una posición común para llevar adelante” declaró.
Rubén “Pollo” Sobrero, candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires de Izquierda Socialista en el FITU, elogió el resultado de la campaña de la que aseguró que salieron fortalecidos, pues “hubo una sola candidata a presidenta (Bregman) que fue la que planteó los problemas de los docentes, de la juventud, de las mujeres, de los trabajadores”. Además agregó que la definición está o con el ajuste del Fondo Monetario Internacional o con el apoyo a los trabajadores y que desde el FITU están dispuestos a enfrentar cada uno de los ajustes que emprendan en contra de los trabajadores.
Mientras se daba la conferencia, cada vez era más fuerte el sonido de los cánticos y los bombos de la militancia que se encontraba en la calle y la vereda, en Bolívar al 1100 del barrio de San Telmo. En medio de la algarabía tomó la palabra la electa diputada de la ciudad, Celeste Fierro. En referencia a las diputadas, diputados y legisladores del FITU expresó: “Son la garantía de que no solo dentro del recinto van a llegar las voces de quienes van a enfrentar el ajuste, sino que también vamos a enfrentarlo en la calle, como lo hacemos todos y cada uno de los días”. Fierro hizo hincapié en la posibilidad de que en la ciudad se produzca un cogobierno entre “el macrismo y los liberfachos” y ante ese escenario planteó a la izquierda como “el único sector que no tranza, que no pacta, que no se resigna y que no tiene miedo”.
La conferencia –en la que también estuvieron presentes Gabriel Solano, Alejandro Bodart, Romina del Pla, entre otros– fue cerrada por el candidato a vicepresidente Nicolás del Caño que destacó la importancia de “haber podido estar en la campaña y en los debates, difundir nuestra propuesta y contrastar con los demás candidatos más allá del resultado”. Del Caño resaltó que “saben millones y millones que la garantía que tienen es el compromiso irrenunciable del Frente de Izquierda para la pelea de las mujeres, los trabajadores y del activismo por el ambiente”.
Tras dejar atrás a los y las periodistas, los candidatos y referentes se dirigieron a una tarima en la entrada del edificio en la que compartieron y celebraron con música y arengas los espacios ganados, junto a la militancia y todos los que colaboraron con el proceso electoral.

«Las tres opciones son malas, pero hay dos que son espantosas»

«Las tres opciones son malas, pero hay dos que son espantosas»

El sociólogo Eduardo Grüner analiza el escenario que surge de las propuestas electorales. ¿Por qué la derecha se apropió de términos históricos de la izquierda?

Eduardo Grüner, sociólogo y docente de la Universidad de Buenos Aires, habló con ANCCOM sobre el escenario preelectoral, la estrategia de la izquierda y el horizonte de resistencia que se abre ante un panorama que calificó de “incertidumbre, desazón y desconcierto”.

.¿Qué diagnóstico hace del panorama electoral? ¿Qué resultados espera?

El mismo de todo el mundo: incertidumbre, desazón y desconcierto. Nadie sabe exactamente qué va a pasar. No tengo ningún diagnóstico particular. Todo depende de cuánta de la gente que no votó en las PASO vaya esta vez a votar, pero tampoco sabemos a quién. Hay que esperar los resultados del domingo. Son elecciones particulares. Lo fundamental de la política permea la cotidianidad (los reclamos, las tensiones), pero el sistema está armado para que no se note que eso es también política y que se reduzca sólo a las elecciones, donde uno va solito al cuarto oscuro (como cuando se va al confesionario) a poner el papelito en la urna.

¿Qué diferencias encuentra con otros momentos electorales?

Esta es la primera vez en los últimos 40 años que todas las opciones son de derecha, lo que no significa que todo sea lo mismo. Hay derechas peores que otras, pero la novedad es que las opciones realmente distintas sean tan pocas y que no tengan ninguna posibilidad cierta de ganar, más allá de algún diputado. Desde Alfonsín en adelante, siempre había alguna alternativa con posibilidades para los sectores “progres”. Las tres opciones son malas, pero hay dos que son espantosas. Estamos arrinconados, casi extorsionados, frente a una situación muy fea donde existe la posibilidad de un gigantesco suicidio colectivo. La gente se tranquiliza con que la frase “las sociedades no se suicidan”, pero no es cierto. Sobran ejemplos: la muy culta y racional sociedad alemana de 1933, el imperio romano y, hoy en día, el capitalismo entero. Esperemos que no suceda, pero es una posibilidad, bastante más extrema para nosotros localmente, que en otras situaciones electorales.

¿Por qué cree que el electorado se inclinó por discursos y plataformas tan agresivas y antipopulares?

La agresión forma parte de las sociedades y se radicaliza frente a las crisis extremas, frente a la sensación de que no hay salida, que está todo mal, que este es un “país de mierda”… La angustia generalizada produce indiferencia, un “que se vayan todos” en el peor sentido del término, un “qué me importa que se vaya todo al diablo”. Además, conocemos la herencia de Macri, la sequía y la guerra, pero el gobierno estuvo haciendo las cosas mal o, al menos, obedeciendo a límites ideológicos, de clase, de posicionamiento social y político que no permitían tomar medidas más valientes para asegurarle una mayor certidumbre a los sectores populares. Los partidos más radicalizados no supieron canalizar el descontento social generalizado. Toda esa desorientación llevó a estas candidaturas donde casi 60% del electorado opta con desesperación y con un grado alto de negación.

¿A qué se refiere con “negación”?

No se escucha lo que muy sincera y directamente dicen. A Milei lo comparan con Menem, pero la frase del expresidente era “si yo decía lo que iba a hacer, no me votaban”. Ahora dicen lo que van a hacer y los votan. Es un cambio interesante para pensar: el pasaje de ideología ocultadora a la cínica, del que habla Žižek. Sin embargo, esta sí es una comparación que se puede hacer entre Milei y Hitler. Nadie que hubiera leído Mi lucha antes del 33 podía ignorar lo que Hitler planeaba hacer. Pensaron que era campaña, que era exageración. Bueno, acá tampoco tenemos dudas. Sus votantes no lo ignoran, pero lo des-conocen.

¿Cuál es el rol de los movimientos de izquierda en esta elección?

La tarea de acá en más es prepararse para la resistencia. Pase lo que pase, como dice Alejandro Horowicz, el gran ganador de estas elecciones va a ser del Partido Nacional del Ajuste. Será distinto si es uno o es el otro. Por lo tanto, las estrategias de resistencia tendrán sus variaciones también. Pero ajuste va a haber y siempre crean conflictividad. La izquierda es mucha en este país: en las PASO tuvieron cuatro candidaturas, dos de ellas fuera del Frente de Izquierda. Se debió haber llegado a un acuerdo electoral más firme entre las izquierdas más asumidas y grupos populares. No se pudo, no se hizo. Las izquierdas tienen esa gran tarea de resistir y conversar seriamente una estrategia común: una unidad en la acción para los próximos años.

¿Qué piensa de los teóricos que dicen que los discursos de izquierda ya no convocan?

Hay mucha polémica con eso. Tanto la izquierda teórica como la política tienen que tomar nota de las transformaciones que se produjeron en la lógica del capitalismo en las últimas décadas. Aunque, sin encandilarse y viendo cuántas realmente de esas transformaciones son como para renunciar a “ser de izquierda”, así como hemos abandonado conceptos. Algunos términos son olvidados por los mismos movimientos de izquierda. Están tomándolo en cuenta, pero a su ritmo, enfatizando en el movimiento de género y la ecología. Estos problemas deben articularse sin perder de vista la lucha radical por los medios de producción. Cada vez el factor ideológico-cultural tiene una importancia más grande. Lo que tradicionalmente se conocía por la lucha de clases, pasa también por la palabra y las imágenes. No es ninguna superestructura: forma parte de la misma estructura productiva.

Pase lo que pase, como dice Alejandro Horowicz, el gran ganador de estas elecciones va a ser del Partido Nacional del Ajuste. Será distinto si es uno o es el otro. Por lo tanto, las estrategias de resistencia tendrán sus variaciones también.

Eduardo Grüner

La derecha se está reapropiando de los conceptos que solían pertenecer a la izquierda, como el de libertad…

Claro. Es una apropiación bien psicópata porque la enuncian como si fuera una entelequia abstracta sin determinaciones concretas que marcan la acción social misma. Por lo menos, desde la revolución francesa, palabras como “igualdad”, “fraternidad” y “libertad” son campos de batalla en sí mismas: de disputa ideologica, simbólica y, a veces, material extrema. La gente se mata por palabras porque representan cosas muy distintas según el sujeto de enunciación. También se apropiaron de “libertario”, que viene de la tradición anarquista del siglo XIX y XX: los voluntarios de la guerra civil española del lado de la república. Las nuevas ultraderechas hablan en nombre de la libertad y de la república: dos grandes banderas de la izquierda y de los sectores populares. La república fue la gran bandera contra la monarquía absolutista, ahora resulta “absolutismo de mercado” y libertad que sólo se beneficien los dueños de la tierra. Son declaraciones falaces y cínicas porque se usan para servir intereses muy particulares. Hay que dar la batalla por recuperar esas palabras. Sartre, gran filosófo de izquierda, llevaba como bandera la libertad, pero siempre habló de libertad en situación, condicionada por la situación social, política, historica cambiante.

 

Prohibido mirar para otro lado

Prohibido mirar para otro lado

En un mundo donde la memoria parece no tener lugar, la obra comprometida de Boris Lurie, que se exhibe en Buenos Aires, se vuelve urgente y necesaria.

Collages, superposiciones y colores fuertes inundan el Pabellón II del Centro Cultural Borges. Allí se encuentran expuestas algunas obras del artista ruso estadounidense Boris Lurie (1924-2008), principalmente las pertenecientes al movimiento de vanguardia NO!Art, del cual él junto a Sam Goodman y Stanley Fische fue fundador.

Mientras la sala abre sus puertas para que la gente ingrese al mundo de Lurie, Cecilia González, curadora de la exposición en el Borges, sostiene que Memoria –tal es el título de la retrospectiva– refiere a la importancia de nuestra propia historia y a los hechos de horror e injusticia. Además, le rinde homenaje a la lucha del artista por mantener la memoria del Holocausto, más en el actual contexto internacional donde parece que los abusos y la violencia continuaron sucediendo después de la guerra.

“Esta muestra es muy oportuna, lo era antes para no olvidarse, pero hoy lo es más porque el terrorismo nos pone en peligro a todos en cualquier lugar”, agrega Liliana Olmeda de Flugelman, curadora de la exposición en la otra sede donde se exhibe, el Museo Judío.

Nacido en Leningrado y de familia judía, Lurie junto a su padre sobrevivieron a tres campos de concentración en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, mientras que su abuela, su madre, su hermana y su novia fueron asesinadas por los nazis en la masacre de los bosques de Rumbula. En 1946, él y su padre se exiliaron en Nueva York y ese año comenzó su carrera como artista.

Tal como se advierte apenas se ingresa a la sala del Borges, resultaría “imposible e injusto” intentar comprender la obra de Lurie sin una aproximación a su propia historia de vida y aún así es complejo.

Lurie fue un artista-activista que confrontó contra la guerra, la sociedad capitalista de consumo (sobre todo la estadounidense) y la cosificación de la mujer, y que en sus obras canalizó su trauma del Holocausto. En algunas de ellas apuntaba contra el racismo, el antisemitismo y la hipocresía social que encontró en los Estados Unidos de los años 60 y 70 durante la Guerra Fría, a través de la ironización del pop art y el impresionismo abstracto, corrientes artísticas hegemónicas del momento que –para Lurie– no mostraban la realidad y no hacían memoria.

González considera que “en la exposición se destaca como Lurie hace una confrontación con el consumismo y con la cultura estadounidense mediante el NO!Art, un movimiento social que se rebela contra las estéticas del momento por considerar que, al favorecer al mercado del arte, terminan favoreciendo el consumo. Al no obedecer a los parámetros estilísticos políticamente correctos, al no primar la estética sobre la ética, las obras de Lurie causaban rechazo.

En la exposición hay una obra referente a momentos de elecciones. González señala que “en el collage ‘NO! con dulces’, el artista advierte a la sociedad de su época no dejarse seducir por los candidatos, haciendo referencia a uno de dulce apariencia que para él representaba el mal por sus ideas imperialistas que conducirían a guerras”. “Los estamentos del movimiento que creó se actualizan constantemente con las diferentes situaciones de injusticia y violencia. En el contexto nacional se viven momentos de incertidumbre en los que la sociedad puede ser fácilmente manipulada. Con su gran ‘NO!’, Lurie nos insta a decir ‘no’ a quienes no quieren hacer memoria, porque no hacer memoria es mirar para el otro lado y no hacer nada”, agrega.

La mujer ocupa un lugar central en la obra de Lurie debido a su gran dolor de haber perdido a todas las mujeres de su familia. En algunas de las obras expuestas en el Borges se puede observar cómo el artista se identifica con ellas porque las ve como una víctima más de la sociedad. En muchas oportunidades la presenta como “catalogadas” y utiliza la figura femenina de las pin-up y de niñas para hacer una crítica a la sociedad que las ve como objetos y las vulnera.

González señala que “el proceso de curaduría fue enriquecedor, especialmente porque la selección de las obras se realizó para compartirse en dos instituciones”. “Este proyecto comenzó hace cinco años, estaba programado para exponerse en 2020 pero por la pandemia no se pudo”, aclara Flugelman. El hecho de que se haya atrasado la presentación, según González, “llevó a un conocimiento aún más profundo del artista, lo cual fue una tarea difícil pero reconfortante”.

“Memoria” se exhibe el museo Judío de Buenos Aires y el Centro Cultural Borges, con entrada gratuita, y se puede visitar hasta el 26 de noviembre inclusive.