«La locura que hay en la Argentina, no existe en Francia»

«La locura que hay en la Argentina, no existe en Francia»

A un paso de la gloria en Qatar 2022, la Scaloneta se enfrentará a la Selección de Francia, el campeón del Mundial de Rusia 2018. ¿A quién prefieren los galos que viven en Argentina?

Tras ganarle 3-0 a Croacia, la Selección Argentina llegó a la final del Mundial de Qatar, en donde buscará la revancha ante Francia, el vigente campeón que derrotó 4-3 al conjunto albiceleste en los octavos de final hace cuatro años.

“Les Bleus”, como se conoce al equipo francés en referencia al color azul con el que viste, llegó varias veces a los primeros lugares de la máxima competición: ganó la copa cuando se disputó en su territorio en 1998 y también en Rusia 2018, mientras que en Alemania 2006 fue subcampeón y obtuvo el tercer lugar en Suecia 1958 y en México 1986.

 

Les Anciens Combattants

Entre 1870 y 1871 se produjo la Guerra franco-prusiana. Al finalizar, hubo mucha emigración francesa hacia varios lugares, entre ellos Argentina, en donde se fundó la Unión Francesa de ex Combatientes de Guerra, una asociación ubicada en el barrio porteño de Constitución. Cuando terminaron la Primera y la Segunda Guerra Mundial, se incorporaron más veteranos. En la actualidad, no hay excombatientes de esa época, pero sí sus hijos y nietos y un restaurante abierto al público.

En diálogo con ANCCOM, el franco-argentino Carlos María Rodríguez, miembro de la comisión directiva de la Asociación, nombra varias cosas que dan cuenta que la relación entre Francia y Argentina es de larga data: “Cuando Francia invadió España y se nombró a José Bonaparte Rey de España, se produjo la Revolución de 1810, es decir, la ruptura que se hace con España en el primer gobierno patrio argentino tiene que ver con un hecho que produce Francia; de los cinco premios Nobel que tuvo la argentina, Luis Federico Leloir nació en París y Bernardo Houssay era hijo de franceses; la arquitectura de Buenos Aires de la Generación del 80 de fines del siglo XIX, imitaba la arquitectura de Haussmann, el arquitecto de París”.

Sobre la final del Mundial, señala: “Estoy perturbado, tengo unos minutos que apoyo a uno y otros minutos que apoyo al otro. Lo que me pasaba cuando se cruzaban en otros mundiales, es que cuando uno era eliminado, yo seguía siempre en el mundial, tenía un equipo todavía, pero ahora estoy muy dividido internamente. Estamos con uno, pero estamos con el otro. Es esto de la biculturalidad: Si Argentina pone un gol me alegro, pero me disgusta y es lo mismo del otro lado”.

Misión: difundir la gastronomía

Cocu Boulangerie es un café y panadería que cumplió hace una semana diez años en Argentina. Nació como un proyecto de tres inmigrantes franceses que querían difundir la gastronomía de su país en Palermo Soho. Actualmente, cuenta con tres sucursales, pero dos de los socios se volvieron a su tierra natal. Solo quedó Morgan Chauvel: “Me encanta el proyecto porque es un concepto que hay en Europa de mercado abierto, donde puedes comer un poquito de comida asiática, francesa, italiana, española, argentina, norteamericana, todo en el mismo lugar”, dice.

En lo que respecta a las características de la gastronomía francesa, explica: “A pesar de ser un país muy chiquitito, Francia tiene mucha variedad: tiene comida de mar, comida de montaña, muchos quesos, mucha trayectoria en el vino. También la gastronomíaI francesa está reconocida mundialmente por su pastelería, son pocos los países que tienen una identidad pastelera. Es algo que nos enorgullece”.

Ahora bien, Morgan señala sus sensaciones sobre el partido que se viene: “Estoy muy contento de poder disfrutar de una final entre mi país de origen y mi país de adopción, así que para mí no hay perdedor”. Y agrega: “Yo le digo a mis dos hijos francoargentinos de seis y cuatro años, porque uno está más por Francia y otro más para Argentina: ‘Esto es un deporte, tiene que haber un ganador, así que no se pongan mal»’.

La voz de Francia

Agathe Cipres es profesora de francés y música. En marzo de 2010 dejó Francia a los 23 años para comenzar su aventura por Buenos Aires, en donde desarrolló su carrera musical. Primeramente, formó una banda llamada “Agathe y El Fideicomiso”, con la que grabó dos discos. Luego se disolvió, pero aun así no abandonó su amor por la trompeta, el piano y escribir canciones. Muchas de ellas están en francés y otras en castellano y mezclan el estilo del pop con inspiraciones del folclore argentino y artistas de canciones tradicionales galas.

A principios de esta semana, viajó hacia Francia y vio cómo se está viviendo el Mundial allá: ”Estuve en París el día del partido con Marruecos y no escuché nada, ni un ruido. También el tema es que acá hace mucho frío, entonces es un poco difícil salir a la calle, pero no había nadie con la bandera, nadie disfrazado, pintado, aunque los bares estaban bastante llenos”. Y añade: “Es increíble lo que pasa en Argentina con el mundial, creo que es único, yo nunca viví algo así. El nivel de locura que hay no existe en Francia, ni en pedo vas a faltar a la escuela por ver un partido de fútbol, ni parar la empresa y cerrar las administraciones”.

Por último, expresa que tiene cariño por ambos países, pero expresa su amor por uno solo: “Yo soy 100% hincha de Argentina. Me parece que lo merece mucho más, Francia ya lo ganó la vez anterior. Tengo ganas de decirlo: merecemos, porque yo me siento medio binacional, siento que sería muy merecido”.

El camino fue largo, tanto para un equipo como para el otro. Tuvieron momentos de alegría, de tensión y preocupación, pero superaron los obstáculos y a otras 30 selecciones. Uno va por la única copa que le falta al mejor jugador del mundo, mientras que el otro tiene el anhelo de ser el tercer país, además de Brasil e Italia, en obtener el bicampeonato de manera consecutiva. Sea como sea, habrá un solo ganador, que se definirá este domingo a partir de las 12 en el Estadio Lusail de Qatar.

El corazón partido de los croatas argentos

El corazón partido de los croatas argentos

Ya en semifinales de Qatar 2022, la Scaloneta se enfrentará a la Selección de Croacia, el subcampeón del mundial de Rusia. ¿Por quienes hinchan los argentinos descendientes de los balcanes?

La Selección Argentina llegó a las semifinales tras derrotar al conjunto neerlandés y debe enfrentar a Croacia, que en la fase de grupos derrotó 4-1 a Canadá y empató sin goles ante Marruecos y Bélgica, y se impuso en los penales contra Japón, en los octavos de final, y contra Brasil, en los cuartos de final.

A excepción de Sudáfrica 2010, los apodados “ajedrezados”, por su camiseta a cuadros blancos y rojos, estuvieron en todos los mundiales realizados desde 1998. En su primera participación obtuvieron el tercer puesto al vencer 2-1 a Países Bajos y en Rusia 2018 llegaron a la final, pero perdieron ante Francia 4-2. En el resto de las ocasiones nunca superaron la fase de grupos.

 

De Croacia a Argentina

La inmigración croata en Argentina se dio en diferentes etapas: los primeros llegaron durante el gran flujo migratorio de europeos entre finales del siglo XIX y principios del XX, los siguientes en el período de entreguerras que va de 1918 a 1939, y los últimos tras finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1945. Croacia no logró su independencia hasta 1991, perteneció al imperio Austro-Húngaro y luego a la ex Yugoslavia, por lo que muchos de sus inmigrantes fueron anotados como austríacos y yugoslavos al llegar aquí. Esto produjo dificultades para precisar las cifras demográficas de la colectividad.

En 2020, la Cámara Argentino Croata de Industria y Comercio y la Asociación Civil Coro Croata Jadran impulsaron el primer Censo Digital Croata para saber cuántos miembros integran la comunidad y contó con el apoyo y difusión de diferentes famosos, como la cantante Sandra Mihanovich, el humorista Carlitos Balá, el periodista Mario Markic, los futbolistas Darío Cvitanich y Daniel Bilos, entre otros.

Participaron 14.526 personas, pero estiman que hay alrededor de 300 mil descendientes. Entre los resultados más destacados, se afirma que un 59% de los censados tienen ascendencia croata por parte de sus abuelos y un 17% de sus padres y el mayor número se ubica en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. El 53% son mujeres y el 47% hombres, en concordancia con la composición actual de la sociedad argentina.

 

De Buenos Aires a Croacia

La Cámara Argentino Croata también se dedica a fomentar las relaciones comerciales de otros países sudamericanos como Paraguay, Uruguay y Chile con Europa, de allí que forme parte de distintas organizaciones como la Unión Europea y la Cámara Europea de Comercio.

Cada cuatro años, Croacia organiza unas olimpiadas para promover su cultura y arraigar a jóvenes de todos los países a que vuelvan y conozcan sus raíces. Desde la Cámara, este año se formó un equipo de fútbol integrado con 30 jóvenes argentinos descendientes para participar en la competición.

En diálogo con ANCCOM, el vicepresidente de la institución, Iván Jaugust, explica cómo están viviendo el Mundial de Qatar los miembros de la Cámara y los jugadores del equipo: “Si vamos a lo futbolístico, Argentina tiene mucho más, pero Croacia tiene también mucho para dar y va a ser un partido bastante parejo”. Y aclara: “Dentro de la Cámara, hay algunos miembros que son nacidos en Croacia que se vinieron a vivir acá, ellos lógicamente van a hinchar por su país. Después, el resto, que somos todos de Argentina, vamos a hinchar por Argentina. Nosotros ya tenemos garantizada la final por quererlos a los dos”.

 

De Santa Fe a Croacia

Gerónimo Viscovich es un futbolista santafesino de 35 años que se formó en el Club Atlético Colón y que actualmente juega en el Insieme Formia, perteneciente a Eccellenza, la quinta división de Italia. Como su bisabuelo era croata, tomó la ciudadanía de ese país y entre 2008 y 2010 se fue no solo a desarrollar su carrera profesional en equipos de Croacia, como el NK Vinodol y el NK Primorac Biograd, sino también a conocer sus orígenes: “Por el fútbol tuve la posibilidad de ver de dónde viene el apellido y saber sobre la cultura, los lugares, la comida, las tradiciones y el idioma, que hoy, si bien perdí un poco la práctica, puedo sentarme a hablar con alguna persona o entender lo que dice. Son cosas lindas que me van a quedar para siempre y que tuve la oportunidad de aprovechar”.

Desde su experiencia, explica que el fútbol croata es bastante técnico y que si bien es un país chico, tiene mucho talento que se vende enseguida y cada vez desde más jóvenes. Respecto al encuentro contra el conjunto albiceleste, afirma: “Es muy probable que Argentina gane por el hecho de que Croacia jugó dos alargues seguidos y porque tiene un poco más de jugadores de jerarquía, pero los croatas siempre la pelean hasta el final. Va a ser un partido muy duro”.

A la hora de tener que elegir entre un equipo u otro indica: “Es normal que cuando juega Croacia hinche para Croacia y ahora que juegan en contra es un poco más difícil, pero claramente siempre quiero que gane la Argentina, más este mundial cómo se viene dando con Messi. Yo creo que Croacia está andando un poquito más de las expectativas, ya el último mundial llegaron a la final, y ahora eliminando a Brasil”.

“Cada partido de Croacia nos permite estar en relación con el país, que para nosotros está tan lejos pero a la vez tan cerca desde los sentimientos. Para muchos esto significa recordar a sus padres, a sus abuelos”, señala Greta Ciklic.

De Córdoba a Croacia

Greta Ciklic es una cordobesa nieta de croatas, que desde siempre tuvo un vínculo cercano con el país europeo, sobre todo desde la adolescencia, en donde asistía al Hogar Croata de Córdoba “Hrvatski Dom”, construido por los inmigrantes que vinieron hace más 50 años. Allí empezó a participar en el grupo de baile folklórico “Kolo Velebit” y aprendió algunas canciones de la iglesia en idioma croata. Al cumplir la mayoría de edad, empezó a estudiar música y canto lírico y en 2014 viajó por primera vez a Croacia por una beca que otorga el Gobierno de allá a los descendientes, en donde, a lo largo de nueve meses, practicó el idioma y pulió sus habilidades para cantar. Desde entonces, nunca dejó de cantar en esa lengua e hizo varias presentaciones en aniversarios y celebraciones de la colectividad.

En julio de este año tuvo la posibilidad de integrar un coro de ópera en Croacia para un festival de verano, pero no pudo viajar por razones económicas. No obstante, en septiembre pudo ir a cantar en el Café del Teatro Nacional de Split, la principal ciudad de la costa croata. Recientemente formó un grupo vocal en su provincia, en donde comenzó a enseñar canciones folclóricas y melódicas. Su nombre es “Plavo More”, cuya traducción es “Mar Azul”, en referencia a la costa croata de Dalmacia. “Muchas de las canciones son sobre amor a la patria y están muy cargadas de emoción porque, por muchos años y por diferentes razones, distintas generaciones han tenido que emigrar del país”.

En cuanto al mundial, señala que la colectividad lo está viviendo con mucha emoción: “Para nosotros cada partido de Croacia es como poder estar en relación con ese país, que para nosotros está tan lejos pero a la vez tan cerca desde los sentimientos, a pesar de la distancia también en el tiempo. Un partido de fútbol, aunque otros no lo crean, envuelve un montón de emociones, para muchos esto significa recordar a sus padres, a sus abuelos”. Y, sobre el partido con la Scaloneta, agrega: “La verdad que no quería que se juntaran en una instancia tan definitoria, hubiera sido mejor que se encuentren en fase de grupos como en 2018. Obviamente todos soñamos con que Argentina llegue a la final y gane, a pesar de tener una parte de nuestro corazón con Croacia, pero bueno, Argentina es nuestro país”.

La naranja holando-argentina

La naranja holando-argentina

La Scaloneta llegó a los cuartos de final, en donde le tocará enfrentarse a la Selección de Países Bajos. ¿Cómo lo vivirá el programa de radio que une a la comunidad neerlandesa argentina con los porteños que viven en Holanda? ¿Cómo es ser un futbolista argentino en el Ajax?

La Selección Argentina está entre los ocho mejores del mundial y su próximo rival es Países Bajos, equipo comandado por Louis van Gaal, que salió primero en el grupo A y que viene de derrotar 3-1 a la Selección de Estados Unidos en los octavos de final.

Sin contar Qatar 2022, el conjunto europeo participó en diez ediciones de Copa del Mundo, de las cuales en tres llegó a la final, pero nunca ganó logró coronarse. Las primeras dos veces se remontan a la década del 70, cuando surgió una generación que dominó completamente los mundiales de Alemania Federal 1974 y Argentina 1978, con un estilo de juego muy particular que los hizo obtener el apodo: “La naranja mecánica”. Luego, recién en Sudáfrica 2010 el equipo volvió a jugar una final, pero su sueño fue frustrado nuevamente, esta vez con un gol de Iniesta en el alargue contra España.

 Jugar en Países Bajos

Gaston Sangoy es un jugador de fútbol argentino que debutó en Boca Juniors en 2003 y al año siguiente jugó a préstamo por un año en el Ajax, uno de los equipos más importantes de Países Bajos. En diálogo con ANCCOM, el ex futbolista señaló que al principio le costó mucho adaptarse al cambio de equipo y para desempeñarse en la vida diaria empezó a hablar inglés y neerlandés. “Me tocaron compañeros muy buenos, que siempre te daban una mano en lo que necesitabas y en ese sentido la vida cotidiana se hizo un poco más fácil y luego en el fútbol me costó los primeros seis meses, pero me adapté y los próximos cinco meses fueron muy buenos para mí, hice muchos goles”. Y agrega: “La ciudad es hermosa, entrenábamos con el frío, a veces con diez centímetros de nieve en la cancha, se me congelaban los pies. Fue muy duro ese momento”.

Su primera experiencia europea le permitió conocer a jugadores que años después se volvieron estrellas en el viejo continente como Zlatan Ibrahimovic, Wesley Sneijder y, por sobretodo, Ryan Babel: “Con él jugábamos mucho y ver a dónde llegó después y las cosas que hizo…, no me sorprendió porque era una bestia, pero me enorgullece haber compartido vestuario y cancha con esa clase de jugadores y poder disfrutarlos”.

Por otra parte, Sangoy explica sus sensaciones de cara al partido que se viene entre Argentina y Países Bajos: “Va a ser un partido duro, ningún partido fue fácil, pero creo que sí Argentina juega como jugó los últimos tres partidos teniendo esa tranquilidad y manteniendo el balón, siempre va a tener ocasiones de gol. El tema es que los holandeses no hagan un gol primero, porque por ahí se agrandan un poco, pero después son personas frías, tratan siempre de mantener la calma, se nota dentro de la cancha. En cambio, el argentino es más guerrero, si pierde la pelota la quiere recuperar rápido, no quiere que la tenga el rival. Creo que por ese lado vamos a andar bastante bien”.

 La hora naranja

Esta semana el programa radial “La hora naranja” cumplió siete años al aire. Se transmite de forma online todos los miércoles a las 15 en Más Que Una Radio. Nació como una forma de conectar la comunidad neerlandesa en Argentina con la comunidad argentina en Países Bajos. El equipo está integrado por tres neerlandeses: André Das, de 50 años y apodado “El Jefe”, se encarga de la producción y conducción; Wouter Joustra, de 67 años, es un ser espontáneo que aporta su dosis de humor y buena onda; Maarten Van Riel, de 24 años, un joven que se incorporó el año pasado para aportar una frescura generacional al programa.

A lo largo de estos años descubrieron muchas comunidades de descendientes de inmigrantes neerlandeses en varias provincias del país, como es el caso de la ciudad de Bella Vista, en Corrientes, donde hay alrededor de 100 familias: “Esa es la gracia del programa, conectar historias y conectar gente, porque acá ni la embajada ni la Cámara de Comercio Argentino-Holandesa, ni Tres Arroyos, donde está la colonia original de holandeses, nadie tenía idea de este grupo de descendientes. Fue realmente muy especial y lo más llamativo que nos pasó”, remarca el conductor André Das.

En cuanto al mundial, Das se juntó para todos los partidos con otros 200 neerlandeses en un bar ubicado en Plaza Serrano, en el barrio porteño de Palermo. El encuentro contra la Scaloneta no será la excepción: “Nací y crecí en Holanda y desde hace 20 años vivo acá, pero soy holandés y voy a hinchar por la Selección Holandesa. Los descendientes de holandeses que nacieron aquí hinchan por Holanda, pero para este partido hinchan por Argentina, porque se sienten más argentinos que holandeses”, afirma. “Este partido puede ser un 0 a 0 muy largo hasta que uno quiebre ese marcador, que acá todos esperan que sea Messi, que tiene gran chance porque está jugando muy bien y no sé si vamos a poder frenarlo. Pero nuestro técnico van Gaal es muy inteligente, siempre tiene un plan, así que seguramente se le ocurra algo”.

 Un neerlandés suelto en Córdoba

Carlo Schaaij, de 27 años, es un UIX designer, una persona que diseña software web y gestiona la experiencia de los usuarios en productos digitales. Como parte de su trabajo en la empresa Avature, está viviendo en Córdoba capital por dos años. No obstante, no es la primera vez que deja su patria: En 2018, se fue a Irlanda, donde trabajó como Human Interface Designer en Apple, es decir, diseñó junto a un equipo software interno; luego dejó ese país y creó plataformas en línea para organizaciones en Europa y África; y finalmente trabajó para la ONU, no solo como UIX designer sino también como product manager.

“Acá en Argentina la gente siempre da abrazos, besos y su mente es muy creativa, siempre tienen una solución muy rápida para todo, eso me gusta mucho. La personalidad de los argentinos es más cómoda para mí porque en Holanda son un poco más distantes y eso no me gusta. Creo que soy muy extrovertido, por eso converso mucho con la gente y acá en Córdoba siempre hablan mucho conmigo en cafeterías y bares”, expresa Schaaij.

Si bien no le gusta el fútbol local de Países Bajos ni de Argentina, si se emociona mucho con estas épocas mundialistas: “Honestamente yo creo que Argentina ganará porque el fútbol es parte de su cultura. Holanda está bien con el fútbol, pero Argentina ganó la copa dos veces y Holanda nunca”. Y añade: “Acá la gente tiene agua en los ojos, lloran, pero no por estar triste sino por ser feliz con el fútbol. Antes era raro para mí, pero ahora entiendo y siento que este país es parte de mí porque yo vivo acá y la gente es muy amable conmigo. Argentina es mi nueva casa”.

Los canguros del soccer

Los canguros del soccer

La Scaloneta llegó a los octavos de final y ahora le toca enfrentarse a la Selección de Australia. ¿Cómo es ser argentino en Melbourne y australiana en Argentina?

La Selección Argentina superó la primera fase del Mundial y ahora le toca enfrentarse a Australia, equipo que salió segundo en el Grupo D al derrotar 1-0 a los seleccionados de Túnez y Dinamarca. Solo perdió en su debut: 4-1 ante Francia.

Los “Socceroos”, como se autodenomina la selección australiana participaron solamente en seis mundiales. La primera vez fue en Alemania Federal 1974 y el resto de forma consecutiva entre 2006 y 2022. Esta es la segunda vez que llegan a los octavos de final, en el resto de las ocasiones nunca superaron la fase inicial.

Si bien Australia pertenece a Oceanía, desde las eliminatorias para Sudáfrica 2010 se mide contra equipos de Asía para lograr la clasificación al mundial y obtener mayor competitividad. Esto se debe a que era muy superior a las demás selecciones de su continente de origen, al punto que casi siempre ganaba la clasificación que daba media plaza. Es decir, el primer puesto no daba la clasificación directa sino la posibilidad de participar en un repechaje contra un equipo de otro lugar del mundo, ocasiones en las que mayormente el conjunto australiano perdía por la diferencia de nivel.

 

Dos argentinos en Australia

Bruno Bravo es un futbolista de 27 años que vive junto a su novia desde hace cinco meses en Australia. Jugó para los Heidelberg Eagles de la State League 3, semejante a una sexta división, y en unas semanas debutará en el Canberra Croatia FC de la National Premier League, la segunda división australiana. En dialogo con ANCCOM, explicó las características de los jugadores australianos: “Son fenómenos en la parte física. Si bien uno en el fútbol argentino está acostumbrado a los golpes, a caerse y levantarse sin buscar la falta, acá sinceramente lo vi mucho más duro en ese aspecto. Debe ser por la costumbre del rugby o el footy, que es un rugby con reglas australianas, algo muy amado por ellos. Esa es la ventaja que tienen, ya nacen con el cuerpo estructurado como para jugar un deporte de contacto, entonces se hace difícil salir sin ningún golpe”.

En este sentido, piensa que el partido del sábado va a ser muy duro: “Sé que Australia nos va a respetar muchísimo, como respetó a todos los rivales con los que estuvo jugando, porque es un equipo que defensivamente se para muy bien y busca el momento justo para salir de contra y aprovechar cuando el otro equipo no está bien posicionado. Lo importante va a ser tener la pelota la mayor cantidad de tiempo posible y cuando tengamos la posibilidad de hacerle daño, aprovecharlo porque es un equipo que tiene el aire para jugar los 90 minutos. Tienen buenas individualidades y en el caso de perdonar alguna posibilidad después se puede pagar muy caro como hemos visto en el caso de Alemania”.

«Me he cruzado con personas que no sabían quién era Messi y, sinceramente, me chocó», dice Bravo.

Algo que notó en estos meses es que al pasar por los bares a cualquier hora, siempre están viendo partidos de rugby o footy, porque son dos de los deportes más populares por encima de cualquier otro: “Hace poco fue la gran final de footy y fue una revolución, es como ver la final de la Libertadores o la final de la Champions”. Y agrega: “Me he cruzado con personas que no sabían quién era Messi y sinceramente me chocó bastante, pero después son personas muy abiertas, muy serviciales, muy acostumbradas al turismo porque el extranjero es una porción importante de la población”.

Australia es un país que desde los últimos años fomenta la llegada de inmigrantes para poder solventar su déficit de mano de obra, lo que a su vez conlleva al fortalecimiento del turismo y el comercio. Es por eso que en la actualidad se puede afirmar que cada vez más hay una multiplicidad cultural dentro del territorio.

 

Un argentino varado por covid-19

Mariano Gutierrez es un hombre de 32 años que tiene una pequeña productora llamada Ocean Films. En marzo de 2020 realizó su primer intento de ir a Australia: viajó desde el sur a Buenos Aires y al llegar se cerraron las fronteras a causa de la pandemia de covid-19. El plan se demoró hasta que hace muy poco recibió la noticia de que su novia fue aceptada para hacer un doctorado en biología marina, con lo que hace un mes fueron directo al continente oceánico.

Actualmente viven en la ciudad de Melbourne y se quedaran allí, en principio, por tres años. Según él, se trata de un lugar que tiene más extranjeros que australianos. “Para alquilar en Australia tenés que tener un historial y un trabajo estable, en blanco, que demuestre que podes solventar el gasto. Lo único que teníamos era el estudio de mi novia y yo no tenía trabajo porque apenas llegábamos. Buscamos departamentos y en uno el dueño neozelandés al ver que somos argentinos nos dice: ‘Me gustan Los Pumas, Del Potro, Ginobilli’ y nos alquilaron el departamento por ser argentinos. Luego, nos compramos el auto, me atiende un loco de la India, ve mi registro de conducir y dice: ‘Argentino… uhh Messi’ y me hizo todos los papeles. Cuando decís que sos argentino se te abren un montón de puertas y creo que es gracias al deporte que estamos muy bien vistos en el mundo”.

Ahora bien, para el partido entre la Scaloneta y los “Socceroos”, se armó un grupo de WhatsApp entre los argentinos que están en Melbourne. Ya son 180 y planean juntarse en el Federation Square de Melbourne: “Es como el Obelisco nuestro, es donde pasa todo, y van a poner una pantalla gigante, pero también está el comentario de que va a haber bastante presencia policial porque claramente van a haber muchos australianos viendo el partido. Australia ni siquiera pensaba llegar hasta esta instancia, así que van a estar un poquito eufóricos los muchachos”.

 

Una australiana en Argentina

Lucy Alexander dejó Australia en 2013 para emprender un viaje de cinco meses como mochilera en América Latina y en Bolivia conoció un grupo de argentinos que la invitaron al país. Visitó varios lugares del territorio, pero de pronto fijó su atención en una huerta orgánica de Escobar, en donde conoció a su compañero de vida, con quien tuvo una hija, y se quedó a vivir ahí. “Extraño un montón Australia, ahí está mi familia, mis amigos y los lugares donde crecí. Estoy muy feliz, tengo mi hija acá, mi familia y mi emprendimiento, pero por otro lado siempre hay un llamado de querer volver”, expresa.

El futbol no le despierta la más mínima emoción, pero cuenta que le sorprende la actitud de algunos en esta época de mundial, como el caso de un amigo que canceló un turno con el dentista solamente para poder ver el partido. “En las últimas semanas me pasa, a veces, que cuando en la calle me preguntan de dónde soy, si digo que soy de Australia la reacción ha sido solamente cómo va en el Mundial”, indica. “Es el tercer mundial que he estado en Argentina, la primera vez estaba en Córdoba y fue cuando jugaron con Alemania en la final. Después del partido iba a haber una fiesta y las personas con quien me estuve quedando estaban todos bajoneados y yo pregunté a qué hora era la fiesta y me dijeron: ‘Ya no hay, si perdimos’. No entendí el nivel de involucramiento emocional de la gente”.

En la casa de Lucy hay un choque de naciones: ella australiana, su pareja chileno y su nena chiquita una argentina. Si bien ninguno está pendiente de lo que sucede en el Mundial, ella no descarta que en el futuro su hija se enamore de este país y su selección: “Es como el proceso de soltar, que tu hijo no es tu propiedad y que va a tener su propia personalidad, con sus gustos y disgustos y si nosotros nos vamos de acá en algún momento, porque no sabemos si vamos a estar acá para siempre, quizás ella va a querer volver a sus raíces. Va a ser interesante ver todo ese proceso”.