Las universidades en campaña contra el Covid 19

Las universidades en campaña contra el Covid 19

“La propaganda es uno de los más poderosos instrumentos en el mundo moderno”, afirmó Harold Laswell en 1927, cuando proliferaron los estudios sociológicos sobre la eficacia de los medios de comunicación en la Primera Guerra Mundial. Hoy, el enorme desafío al que nos enfrenta la pandemia de la Covid-19 sigue trayendo la misma pregunta: ¿Cómo comunicar de manera eficiente, ahora la manera de enfrentar al virus?

Con la intención de responder al interrogante, el Ministerio de Salud de la Nación y el espacio de pensamiento Argentina Futura, dirigido por Alejandro Grimson, convocaron a la Red de Carreras de Comunicación y Periodismo (REDCOM)  para que estudiantes y docentes de las diferentes casas de estudios de la Argentina produzcan una serie de piezas comunicacionales para fortalecer los cuidados y la prevención del Coronavirus.

La carrera de Ciencias de la Comunicación (CCOM)  de la Universidad de Buenos Aires, entre otras, fue pionera en convocar de manera  masiva  a docentes, estudiantes y graduados a producir contenidos. “Fueron aceptadas casi 150 piezas que ya las estamos empezando a compartir tanto en nuestras redes sociales como en Google Drive para que cualquiera las pueda difundir. Nos interesaba mucho interpelar a les más jóvenes porque también sabemos que hay una parte de los relajamientos de cuidado que tiene que ver con ellos, que empiezan a salir, a laburar y circular por los espacios”, subraya Larisa Kejval, directora de la Carrera. 

Kejval señaló que la comunidad universitaria se propuso explorar nuevas formas creativas, descentralizar la producción y “dialogar con las prácticas y realidades concretas de cada territorio o grupo social”.

 La Dirección de la Carrera de Ciencias de la Comunicación convocó a un grupo curatorial de docentes que tiene una formación específica o trayectoria especializada en comunicación y salud para que pudieran seleccionar las piezas. Uno de ellos es Roberto Montes. La consigna, señaló, fue privilegiar un enfoque social por sobre el individual. “Hubo muchísima creatividad y de excelente calidad. La experiencia significó una gran satisfacción. Hubo un gran laburo, realizado muy rápidamente y con un alto nivel de participación”.

Con canciones, memes, recursos sonoros y audiovisuales, la comunidad de Ciencias de la Comunicación tomó la iniciativa y creó piezas como “Seamos protagonistas” realizada por Agustina Ahide, Agustina Bracco, Alexia Halvorsen y Juan Lucas Guerschman, puramente gráfica, que juega con frases de películas emblemáticas y modifica el sentido hacia la prevención. Los y las docentes también se sumaron al trabajo de producción con la propuesta gráfica “La facu te quiere bien” con autoría de  Lorena Steinberg, María Elena Bitonte, Mariel Bonino, Magalí Bucasich, Ariel Gurevich, Ines Mazzara, Daniela Praga, Agustina Sabich, Ezequiel Vasen y Sebastián Franco.  Desde el marco audiovisual se destaca la canción “Al virus lo frenamos entre todxs”, de Micaela Romina García y Florencia Kierzkowski.  Todas las piezas producidas están disponibles en las redes sociales de Facebook, Twitter e Instagram de la Carrera de Comunicación.

A la iniciativa también se sumó desde la ciudad de Paraná, Entre Ríos, una egresada de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Se trata de un trabajo interdisciplinario, junto a residentes en comunicación y otras disciplinas que trabajan en el área de Salud Mental de esa localidad. “Postales Sonoras” reúne una serie de piezas auditivas. Soledad Carranzza, la comunicadora y referente del grupo  señaló: “La idea fue corrernos de los mensajes alarmistas, lo que hicimos fue una convocatoria abierta con la  consigna sobre ‘La no rutina’ y que se rescatara la cotidianidad, poniendo sobre la mesa los malestares, pero también las  estrategias que tuvieron las personas para sobrellevar este momento”. La joven especialista reflexiona: “Hay muchos aportes desde la comunicación para buscar la empatía y ser creativos para poder llegar a una mayor cantidad de personas, sin marcar lo que hay que hacer, sino construir una visión no hegemónica de la salud mental”.  

A pesar de que todos los días el pico de casos de Covid 19 alcanza un nuevo récord, pareciera que existe un cierto acostumbramiento a la pandemia y el relajamiento en las prácticas de cuidado se hace evidente. Si bien la comunicación no resuelve todos los problemas que la pandemia trajo aparejados, sí puede fortalecer los mensajes sobre la necesidad del cuidado. “Abonamos la propuesta -reflexionó Kejval- de instalar  la idea del cuidado mismo, de cuidar al otro, a la comunidad. Ideas opuestas a la predominante de una retórica neoliberal, que subraya al individuo  por sobre lo común, y lo comunitario. Peleamos contra esa idea individualista: la de soy joven, sana y sano, no me va a pasar nada entonces relajo y esa idea no concibe al trabajador y trabajadora de salud desbordado en este momento, no concibe al otro o la otra que puede tener una condición más riesgosa ante la expansión del virus”. 

Hoy más que nunca, resulta necesario apelar a la responsabilidad de aquellos que tienen el rol social de comunicar,  quienes poseen voz y cara en los medios masivos y en este sentido Kevjal confiesa: “Algunos comunicadores, comunicadoras o medios no contribuyen mucho al cuidado al enfatizar el cansancio del aislamiento o distanciamiento o promover ciertas movilizaciones anti cuarentena. 

Finalmente, la directora de Ciencias de la Comunicación celebró la trascendencia de la propuesta:  “Estamos muy orgullosas y orgullosos de la respuesta. Nos parece que es salir de las paredes de las aulas, de las clases virtuales, para poder pensarnos como actoras y actores políticos y sociales capaces de hacer un aporte a una problemática social”.

“Se necesita una politización de la tecnología”

“Se necesita una politización de la tecnología”

¿Se puede vivir sin internet? Es una de las preguntas que se tornan cada vez más central a la hora de debatir sobre sus usos y accesos en el desarrollo de la vida de las personas. La pandemia del Covid-19 puso de manifiesto que internet es una herramienta necesaria para trabajar, para acceder a la educación y para sostener los lazos afectivos, entre otros servicios. En este contexto, el Gobierno nacional declaró públicos a los servicios de telefonía, internet y televisión paga, y busca regularlos a través del decreto 690/2020 y la Ley “Argentina Digital”. Natalia Zuazo, politóloga y autora de libros como Guerras de Internet y Los Dueños de Internet reflexiona sobre esta herramienta, ahora concebida en el país como servicio público, las desigualdades ante la conectividad y las disputas de poder por el control y el negocio de los prestadores de las telecomunicaciones.

¿Cómo caracterizas el servicio que provee internet?

Como un servicio público. Naciones Unidas considera desde 2016 a internet como un derecho humano y esencial. La razón es que sin la conectividad no tenemos acceso a otros derechos humanos esenciales como trabajar, estudiar y pedir turnos de salud. Que la internet o la conectividad se declare servicio público es una prerrogativa de los estados y que la Argentina la declara en este momento, desde el Ejecutivo, es un paso positivo porque vuelve a poner al actor estatal en la toma de decisiones en materia de telecomunicaciones. A esta política hay que acompañarla con otras medidas para ordenar el ecosistema entre el Estado y privados para brindar planes de internet de acceso para toda la comunidad. La cuestión de la conectividad es complicada cuando no se acuerda una conveniencia con los prestadores privados para garantizar una homogeneidad en todo el territorio del país.  Internet tiene que llegar ya sea por el Estado, los privados o las cooperativas que no son los grandes prestadores. Me parece importante que el Estado recupere la soberanía que es la capacidad de resolver problemas de intereses, y no dejar que las cosas sucedan laissez faire.

¿Cómo son las regulaciones laborales mediante internet?

Quedó en evidencia lo esencial que son. Los trabajadores de plataformas (deliverys, taxis, etcétera), sobre todo en las grandes ciudades, necesitamos recurrir a ellas por la falta de movilidad para muchas personas. Estos trabajadores son los que peores condiciones laborales tienen. Cuando se habla de regular las plataformas, estamos queriendo que adquieran los derechos laborales del siglo XXI y no como si estuviéramos en el siglo XIX, con jornadas laborales largas y sin coberturas de salud. Se les pide a las empresas que contratan, que tengan regulación para pagar impuestos como otras empresas. Está la idea de que son plataformas de internet, modernas pero no deben exceptuarse de las reglas laborales.

«Es importante que el Estado recupere la soberanía que es la capacidad de resolver problemas de intereses», dice Zuazo.

¿Cómo es el acceso a la conectividad?

El 40% del mundo no tiene conexión a internet, y en la Argentina este número es similar.  El acceso a la conectividad es muy desigual y se distribuye de esta manera heterogénea en las provincias, en las que algunas alcanzan tan solo el 30 por ciento de la población conectada a internet, y la Ciudad de Buenos Aires donde la conexión es de 112 por ciento, es decir qué hay personas que están doblemente conectadas. Esto significa que el mercado por sí mismo no resuelve los problemas. Se necesita una intervención política, lo que denominamos “politización de la tecnología” en la que se priorice lo que necesitamos en materia de infraestructura y regularizando a los privados.

¿Quiénes son los dueños de internet de la Argentina y en el mundo?

La convergencia hace que se vuelva difícil separar quiénes son los dueños de internet del mundo y quienes los de la Argentina. En términos de telecomunicaciones e infraestructura siguen siendo dos: telefonica y Telecom (Grupo Clarín) qué son los grandes proveedores. Si pensamos desde los contenidos el peso lo tienen los grandes proveedores del mundo: Google (Youtube, Drive, Meet) y Facebook  (Whatsapps e Instagram ). Además del peso de Netflix que es muy fuerte en todas partes y altamente consumido. Pero también desde la misma manera en nuestro país aparecen los prestadores de infraestructura como Cablevisión que tiene la plataforma de servicios streaming Flow que da contenido y eso pesa en el mercado para competir con Netflix. Los dueños de las telecomunicaciones y los contenidos están concentrados.

¿Al Grupo Clarín le confiere más poder el cuádruple play que sus medios tradicionales?

Creo que es relativo si nos preguntamos qué es el poder.  Una cosa no puede funcionar sin la otra, siempre se necesita controlar el medio de producción, como en su momento les fue importante tener Papel Prensa. No está escindido de los contenidos que se generan. Nos preguntamos: ¿Qué capacidad de penetración tenés de llegar masivamente? Por eso, hay reglas que cumplir al brindar infraestructura e internet, como lo es con Fibertel, no podés privilegiar los contenidos de tus sitios web o plataformas, es decir privilegiar Flow sobre Netflix. De este modo, se rompe la noción de neutralidad de internet sobre el imaginario social. La cuestión está en quién regula las telecomunicaciones, sin afectar el derecho a la libertad de expresión, porque las grandes empresas se meten con los contenidos y afectan la pluralidad de los mismos.

«El 40% del mundo no tiene conexión a internet, y en la Argentina este número es similar», subraya Zuazo. 

¿Cómo evaluás la irrupción de internet en la educación, durante la pandemia?

Principalmente, la pandemia nos hizo pensar en las necesidades más inmediatas. Quedó en evidencia la destrucción del plan Conectar Igualdad y la urgente necesidad de recuperar las políticas públicas más importantes, en el sentido no sólo de la necesidad de tener una computadora y conexión a internet. Hay una brecha generada no solo en el acceso a internet, sino al derecho a la educación. Conectar Igualdad no fue una política fácil de implementar en la distribución de las computadoras y en la elaboración de contenidos para las diferentes currículas. Este programa se desmembró en el macrismo, y es muy necesario retomarlo desde lo nacional, más allá de que cada provincia tenga la capacidad de gestionar a nivel federal cada una su educación.

¿Internet democratiza?

La internet no democratiza nada, esa es una idea de la década del noventa. Las tecnologías tienen dos caras, la internet supuso que era la autopista de la información. La metáfora de Bill Gates se instaló y sirvió para hacer negocios desde una mirada liberal. Ahora se usa la noción de “inteligencia artificial” para brindar servicios novedosos, esto no garantiza ninguna democracia, sino que genera riqueza para quienes la venden. De por sí, el mercado no garantiza ninguna democracia, eso solo sucede cuando está en más manos y cuando hay un agente estatal o de organismo internacional que regule en tal caso. A veces sucede que la democratización se da por una innovación como lo fue Wikipedia, que hace que la palabra se distribuya entre más personas, distribuyendo el poder. La democratización se da por innovación o regulación. Lo que sí es seguro es que la democracia no se produce persé, tal cual ocurre en la política, los sistemas no cambian naturalmente por sí solos, necesitan de una ley o una revolución.

¿Cómo analizas las políticas tecnológicas de Estados Unidos a partir de la intención de Donald Trump de prohibir la red social Tik Tok?

Donald Trump no sabe qué hacer con las políticas tecnológicas de Estados Unidos. Entonces, la falta de innovación tecnológica de EE.UU., que sí se ve en China con el desarrollo del 5G, entre otras cuestiones, se traduce en prohibiciones. Por otro lado, EE.UU. pierde en políticas de derechos humanos en materia tecnológica, si comparamos con Europa que está legislando cómo proteger a las personas respecto a los datos personales, o a los trabajadores de las plataformas. Trump lo único que logró ante su lucha perdida contra China es prohibir Tik Tok por considerarlo como espionaje por su nacionalidad, es absurdo. El capitalismo de la vigilancia es el modelo de internet por sí mismo.

Volviendo a la cuestión sobre quiénes controlan los contenidos de internet, ¿en la disputa entre Cristina Krichner y Google, creés que la vicepresidenta podría ganarle al buscador?

No creo que Cristina demande a Google para ganarle, sino que lo que está haciendo es poner negro sobre blanco cómo las plataformas que construyen información en internet no son transparentes respecto a las explicaciones de cómo producen la información sobre nosotros. Lo que Cristina Kirchner está haciendo es mucho más interesante que demandar. Lo que está haciendo es pedirle que muestren la fórmula de “Coca Cola” de Google, que la tiene cerrada bajo siete llaves y ella los está pinchando donde más le duele.

Un 24 de marzo diferente para las Abuelas de Plaza de Mayo

Un 24 de marzo diferente para las Abuelas de Plaza de Mayo

“Este año pondremos un pañuelo blanco en el balcón en memoria de los  30.000 desaparecidos», dice Carlotto.

Ninguna de estas Abuelas tiene el domicilio en sus viviendas. Hace 44 años, que todas ellas residen en el espacio público, cuando empezaron a preguntar: ¿Dónde están nuestros hijos y nietos? Jamás se quedaron “en casa” ante la negativa de las autoridades de la dictadura cívico-militar autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional” de dar a conocer el paradero de sus seres queridos.  Nunca se agotó su lucha, que al día de hoy llevan 130 nietos restituidos. Tampoco su reclamo de Memoria , Verdad y Justicia, al que la sociedad se fue sumando cada 24 de Marzo, con mayor masividad a partir de 2006 cuando se dispuso el feriado conmemorativo nacional. Pero este año, por disposición del Gobierno nacional, tendrán que quedarse en sus casas (como todo el conjunto de la sociedad argentina) para cumplir con  el “aislamiento social, preventivo y obligatorio” dispuesto en el Decreto de Necesidad y Urgencia  297/2020 que busca combatir la epidemia del coronavirus.  Será la primera vez, desde el retorno de la democracia, que no se realizará la tradicional marcha por la Avenida de Mayo.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo,  Estela de Carlotto, y sus compañeras Sonia Torres, referente de la filial de Abuelas Córdoba y Delia Giovanola, atendieron desde sus casas a ANCCOM para explicar la modalidad de convocatoria para el próximo 24 de marzo: “Este año se promueve poner un pañuelo blanco en la puerta de la casa o el balcón en memoria de nuestros  30.000 desaparecidos, los vamos a homenajear desde nuestras casas.  Además, con la mesa de las 13 agrupaciones de derechos humanos  dialogamos para poder proyectar imágenes digitales de los rostros de nuestros desaparecidos. Vamos a estar en las radios y televisores y en los medios que quieran recordarlos”, afirmó Carlotto. En redes sociales se promueve el uso del #PañuelosConMemoria para acompañar los posteos de los usuarios. Las acciones concluirán a las 19:30 con la transmisión de la lectura por parte de los organismos de derechos humanos y será retransmitida por los canales de televisión que adhieran. ANCCOM reclutó las historias de estas tres Abuelas de Plaza de Mayo y cómo están viviendo los preparativos del 24 de marzo en sus casas.

«Vamos a estar en las radios y televisores y en los medios que quieran recordarlos”, afirmó Carlotto.

Delia Giovanola es una de las fundadoras  de Abuelas, dice “tener apenas 94 años”  y está pasando la cuarentena en su departamento.  Ultramoderna, se comunica vía Whatsapp con sus seres queridos, entre quienes está Martín, el nieto restituido número 118 por las Abuelas de Plaza de Mayo, en el año 2015: “Con mi nieto tenemos una relación de amigos más que de abuela-nieto. Nos contamos nuestras cosas y nos retamos mutuamente. Manejamos el mismo sentido del humor, todos los días me comunico con él (vive en Miami) por el teléfono, jamás dejamos de estar  unidos desde que Abuelas lo encontró”, contó con un tono jubiloso. Delia también recordó para ANCCOM como fue el encuentro con su nieto: “Yo me encontraba en Calafate, y el domingo de Pascua de 2015 asistí a misa. Allí el padre Luis me pidió el pañuelo para colocarlo en la eucaristía.  Al día siguiente él se comunicó conmigo para decirme que iba a encontrar a mi nieto. Ese mismo día, Martín se presentó en Abuelas porque tenía dudas sobre su identidad. Desde el primer momento Martín quiso hablar conmigo. Después de una hora de hablar por teléfono, le pregunte: ¿Podemos volver hablar más tarde? Y él me contestó que sí, porque yo era su abuela”, rememoró emocionada. “La abuelita charladora”, como se autodenomina Giovanola, también tiene cuentas de  Instagram y Facebook.

 

Hace 40 años Estela de Carlotto  pasa poco tiempo en su modesta casa del Barrio Tolosa, de la ciudad de La Plata,  la cual que pudo comprar con su marido Guido. Hoy vive sola  y pasa la cuarenta allí: “Me viene muy bien estar acá, en este descanso obligado. Estoy muy cansada, hace 42 años que no descanso”, afirmó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, quien  el próximo 22 de octubre cumplirá 90 años. “En esta cuarentena aprovecho a  hacer de ama de casa. Voy a extrañar estar con mis compañeras, las abuelas, en esa fecha. Ya quedamos poquitas pero estamos muy hermanadas  y seguimos haciendo lo que nos permite la salud. Hace 44 años que nos abrazamos por primera vez y ese abrazo sigue siendo igual de fraterno”.  Su lucha la llevó a jubilarse prontamente como maestra primaria para abocarse a encontrar al hijo de su hija Laura, quien se encontraba embarazada de tres meses cuando fue desaparecida el 11 de noviembre de 1977. Estela logró encontrar a su nieto el 5 de agosto año 2014: “Tenemos un  vínculo hermoso, cada día la relación es más hermosa y de ternura. Aunque ahora en cuarentena no nos podemos ver ni por imágenes, porque yo solo uso un teléfono antiguo, porque no me resigno a que las tecnologías me dominen. Hablé con mi bisnieta Lola, que me reclamó chocolates porque siempre le llevó y la malcrío. Yo tendría que estar este fin de semana con ellos en Olavarría, seguimos conociéndonos porque no es fácil el cambio de identidad, pero estamos logrando ese abrazo de abuela y nieto. Para mí, verlo es el regreso de Laura”, confesó Estela en exclusiva para ANCCOM.  Hoy, la presidenta de Abuelas realiza la cuarentena obligatoria en la misma casa donde preparó la cuna para su nieto Guido en 1978, cuando fue a buscarlo a la Casa Cuna y nunca se lo entregaron: “Me jubilé, dejé la escuela anticipadamente para esperar el mensaje. Una señora vino a ver a mi marido al negocio de pintura para decirle que había estado secuestrada con Laura, que estaba embarazada y que fuera a buscarlo a la Casa Cuna. Nos llevó 36 años localizarlo”,  concluyó Carlotto.

 

Hay abuelas que todavía siguen esperando a sus nietos.  Tal es el caso de Sonia Torres, de 90 años, la referente Abuelas de Plaza de Mayo en la ciudad de Córdoba, quien sigue en la búsqueda: “Me fortalece saber que mi hija  Silvina creía profundamente en un mundo mejor y luchaba por eso”. Silvina Parodi –hija de Torres-, quien fue secuestrada junto a su pareja Daniel Orozco por un grupo de tareas el 25 de marzo de 1976, estaba embarazada de seis meses. “Todas las Madres y Abuelas de Córdoba vamos a recorrer mentalmente las calles de la ciudad, haciendo  las paradas y haciendo los cánticos. Porque hace 44 años que hacemos lo mismo. Mi nieto cumpliría el 14 de junio 44 años”, reflexionó Sonia ante el particular contexto de pandemia. Luego explicó: “Para mí la lucha comenzó el 26 de marzo de 1976, cuando secuestraron a mi hija Silvina y a su marido Daniel”.  Para Sonia la ilusión no está perdida: “Espero poder verlo venir a mi casa o al local de Abuelas y poder ver su carita y recrear la carita de mi hija y de mi yerno. Eso me ayuda a vivir todos los días, porque tengo la convicción de que lo voy a encontrar”, sentenció Torres y agregó: “El 14 de junio cuando más o menos debió nacer mi nieto, llevé a la cárcel un moisés con ropita para bebé y algunas prendas  para Silvina y Daniel. Después de un tiempo me dijeron que ahí no estaban, me devolvieron la ropa de adulto pero nunca el moisés y lo de bebé. Así supe que había nacido”.

 

“Tantas veces me mataron y tantas veces me morí”, escribía María Elena Walsh. Hoy bajo una difícil y crítica situación de  salud pública por la pandemia del Coronavirus, las Abuelas de Plaza de Mayo y todos los organismos de derechos humanos han dispuesto a mantener la Memoria, la Verdad y Justicia por los desaparecidos del último golpe cívico militar en la Argentina sin ningún acto en la vía pública para que pronto en la Argentina estemos: “Cantando al sol como la cigarra”.

La vuelta de un Estado presente

La vuelta de un Estado presente

La pandemia del Covid-19  y su rápida propagación por el mundo está cambiando minuto a minuto la coyuntura global y las formas de vida. Los Estados vuelven a ser los grandes protagonistas de las decisiones mundiales. Las fuertes intervenciones gubernamentales, la responsabilidad ciudadana y la solidaridad son las claves para una nueva sociedad que reconfigura sus relaciones sociales. 

Todo está paralizado en la Argentina desde el lunes 16. No se dictan clases en ninguno de los niveles educativos, no hay cines, teatros, fútbol, boliches, bailes y se cancelaron todos los show. El aislamiento en las residencias es promovido por  el gobierno nacional, que ya anunció una serie de licencias para empleados del sector público y privado, y la cancelación del transporte público de media y larga distancia para evitar contagios del virus. En diciembre de 2019, que el área de salud se recuperara el rango ministerial parecía una medida más del nuevo gobierno. Hoy es un área robustecida que busca evitar la crisis que la pandemia podría provocar, llevando al colapso al sistema sanitario.  

“La salud no tiene precio”,  sentenció el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el 12 de marzo último para anunciar una serie de medidas ante la crisis sanitaria, marcando un cambio discursivo en torno a las políticas de libre mercado a las que tenía acostumbrado el gobierno galo. En la Argentina, hubo dos sectores que resistieron a la “Ley de Reforma del Estado” promovida por la ola privatista que desató el entonces presidente Carlos Saúl Menem en 1989: el sistema de salud y la educación. Hoy son las dos áreas clave para este contexto de emergencia sanitaria.

“En la etapa pandémica del coronavirus, el Estado nacional, con el presidente Alberto Fernández ha tomado muy acertadamente decisiones estrictas en relación al cierre de fronteras y aislamiento social, podrán parecer drásticas pero es para ganarle tiempo y fortalecer el sistema de salud”, explicó el director del Hospital Garrahan, Oscar Trotta en diálogo con ANCCOM. Y agregó: “La importante tarea de la salud pública en este contexto es difícil por el empobrecimiento de las políticas neoliberales del macrismo.  Que pasaran de ministerio a secretaria el área de salud en la gestión de Cambiemos produjo un profundo deterioro a la calidad de atención, y resurgieron enfermedades como el sarampión y la tuberculosis”, agregó el director del hospital Garrahan.

Según el Banco Mundial, en Argentina hay un promedio de cuatro médicos cada mil personas, igual que en Suiza, lo que supera a países como Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña, entre otros. La gran cantidad de trabajadores de la salud es una de las variables a medir  en los sistemas públicos hospitalarios. Según la consultoría educacional “Time for Argentina” las mejores casas de estudio para medicina en el país son públicas: la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Rosario, y la Universidad Nacional de la Plata como las más prestigiosas del país. Sus egresados realizan las residencias en los hospitales y atienden en las guardias. Son médicos que ingresan al sistema de salud por orden de mérito: “Casi la totalidad de nuestro médicos (residentes y de planta) en el sistema público son egresados de la universidad pública y en el Garraham el 70% de los médicos son egresados de la UBA”, aseguró Trotta. 

El Estado no sólo genera políticas públicas, sino que forma a sus profesionales con una mirada de servicio sobre la profesión. Camila Gallo, médica de 29 años, recibida en la Universidad de Buenos Aires, puso a disposición sus redes sociales para hacer consultas virtuales y evitar el colapso de las guardias: “Me ofrezco a la comunidad de forma personal pero también por las redes sociales, porque son una herramienta excepcional. Quiero cuidar a los míos por eso puedo orientarlos y discriminar si la consulta realmente requiere que acuda a la guardia y evitar que salgan de sus casa”, compartió Gallo.

La joven médica trabaja en la guardia del sanatorio Anchorena de la Ciudad  Autónoma de Buenos Aires y le cuenta ANCCOM  cómo se vive puertas adentro la crisis que generó el Coronavirus: “Vivimos el día a día, seguimos todos los protocolos. Los pacientes que presentan síntomas son interrogados bajo régimen de protocolo, se los ve de forma individual en una sala aislada tanto para el paciente como para el médico y se cuenta con todos los elementos pertinentes. Para mí es un desafío profesional y personal  estar a cargo de la guardia y sobre llevar una pandemia. Somos varios médicos y nos vamos turnando, el trabajo es en conjunto con enfermeros que son indispensables para discriminar a los pacientes que necesitan ser aislados rápidamente de aquellos que pueden esperar”, explica la especialista. 

Aislamiento social – COVID-19

Las recomendaciones médicas siguen siendo las mismas: el aislamiento responsable, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, usar alcohol en gel, toser sobre el pliegue del codo y desinfectar las superficies y o elementos de uso frecuente. “Ante síntomas como fiebre, tos, dolor de garganta o dificultad para respirar consulte a su médico”, recomienda el doctor Trotta.

Los  reportes ante la situación son diarios  y se van tomando las políticas públicas día a día.  Al 17 de marzo el ministerio de Salud informó que en la Argentina la mayoría de los casos son importados y se detecta transmisión local en contactos estrechos, sin evidencia de transmisión comunitaria. Por lo que desde el Ministerio de Salud describen: “El país continúa en fase de contención. El total de casos confirmados en Argentina es de 79, de los cuales dos fallecieron”. El coronavirus no es solo una pandemia, es  también el resquebrajamiento de todas las relaciones sociales como las conocemos: las económicas, las afectivas, ya que el Estado ha pedido también la suspensión de besos y abrazos. Ahora el que abraza es el Estado.

“Creemos que es una medida irresponsable”

“Creemos que es una medida irresponsable”

En contra de la suba de las retenciones a la soja  desde el lunes y hasta el jueves las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) dispusieron un paro agropecuario con cese de comercialización de granos y de hacienda, sin el aval de todos los productores de alimentos.  Lo que deja visible que “el campo” es diverso, multisectorial y tiene distintos intereses, exigencias y necesidades que demanda al Estado. ANCCOM dialogó con  Lucas Tedesco referente de la Unión de los Trabajadores de la Tierra (UTT)  quien expresó una visión disidente a la Sociedad Rural: “Estamos en contra de ese paro de cuatro días de un sector minoritario, por eso realizamos el martes pasado un verdurazo y tractorazo regalando 20.000 kilos de verdura a los vecinos y vecinas que decidieron acercarse”, afirmó.

Como en 2008, pero 12 años después, las discusiones en torno a las políticas fiscales  para el sector agrario siguen teniendo los mismos actores políticos y sociales en disputa. En ese entonces Cristina Kirchner conducía los destinos de la Argentina, su gobierno dispuso la Resolución 125/2008 para establecer un esquema móvil de retenciones a la exportación de la soja. Dicha medida llevó a un conflicto de tres meses con las patronales agrarias en los que se produjeron cortes de ruta, derrame de alimentos y desabastecimientos en las góndolas de los supermercados.

 En el 2020,  el máximo cargo de la Nación lo ocupa Alberto Fernández, quien en la apertura legislativa del Congreso de la Nación del primero de marzo, anunció nuevas políticas distributivas y señaló al sector agrario: “Hemos convocado al campo para que colabore en la lucha contra el hambre”.  Así las retenciones para el sector agroexportador sojero pasó del 30 al 33%, establecido en el Decreto 230/2020  emitido el 4 de marzo. Dicha norma se ampara en Ley 27541 de “Solidaridad Social y Reactivación Productiva en el Marco de la Emergencia Pública” y es una de las medidas que se dispuso para  mejorar los ingresos fiscales en un contexto económico de endeudamiento, alta inflación, recesión creciente, desempleo generalizado y emergencia alimentario. “Si se le pide el tres por ciento al campo sojero, que son los grandes de los grandes porque producen más de 1000 toneladas anuales, es una medida redistributiva para los sectores más vapuleados que son los medianos y pequeños productores, quienes  producimos alimentos para el mercado interno”, reflexiona Lucas Tedesco en apoyo a las medidas tomadas por el gobierno.

“El paro no va a tener la medida que ellos esperaban,  el martes (por ayer) hubo record de entrada de animales en el mercado de Hacienda, se va hacer Expoagro y se comercializan granos. Sí hay grupos localizados en Córdoba y Santa Fe que pertenecen a una élite y son los que incentivan en esta medida de fuerza”, explicó el dirigente de la Unión de los Trabajadores de la Tierra. Pero advirtió que “si sube el precio de los granos por el paro nos afectaría porque representamos a más de 16.000 familias trabajadoras de la tierra en 15 provincias del país, y esto dispara los precios de la carne. Creemos que es una medida irresponsable”.

A diferencia de 2008, el planteo de Fernández respecto al aumento a las retenciones de granos de soja es que se destine al desarrollo y la distribución dentro del sector agrario. La visión de desarrollo económico del Presidente  es apostar por “una Argentina contra el hambre” para ello convoca a diversos sectores a dialogar: “Desde que asumió Fernández, hemos tenido reuniones con casi todos los funcionarios del gobierno que tengan que ver con el sector y participamos en la mesa del Consejo contra el Hambre. Nosotros proponemos construir mercados y almacenes populares para eliminar intermediarios y bajar los costos de los alimentos. Para que cada municipio pueda tener su propia producción de verduras y carnes necesitamos que se implementen las colonias de abastecimiento urbano”, finalizó Tedesco para esclarecer una visión “del campo” contrapuesta a la Sociedad Rural.