¿Se destraba el conflicto docente en Chubut?

¿Se destraba el conflicto docente en Chubut?

El conflicto docente en Chubut lleva más de cien días.

Después de cuatro meses de paro, el conflicto docente en Chubut podría empezar a destrabarse. El lunes, pasadas las 18 de la tarde, se reunieron en Rawson parte del Ejecutivo Provincial y los gremios docentes. Se labró un acta en donde el Gobierno provincial se compromete a “la devolución de los descuento efectuados (con relación a los salarios percibidos y no percibidos de acuerdo al pago escalonado), reliquidándose los salarios a la fecha de pago de acuerdo al rango original”. 

En el mismo documento también se estipuló que “aquellos alumnos que sufrieron pérdida de contenidos por el conflicto suscitado, recuperarán los mismos durante el primer semestre del ciclo lectivo 2020 a través de los Talleres de Apoyo Escolar desarrollados en horario extraescolar (TAEs)”. 

Con respecto al Plan de Reparación y Mantenimiento de Escuelas, el Ministro de Infraestructura, Gustavo Aguilera, se comprometió a enviar el avance del plan vía correo electrónico a las entidades gremiales. Por último, el Gobierno reiteró que cumplirá con todo lo acordado en las paritarias salariales y, los sindicatos, exigieron la no aplicación de sanciones disciplinarias y la no criminalización de la protesta. 

En diálogo con ANCCOM, Daniel Rosales, delegado de la Asociación de Trabajadores de la Educación del Chubut (ATECH) en la Regional Oeste expresó: “Ya tuvimos otras propuestas en las que reconocían la deuda pero no sabían cómo la iban a pagar. Veremos si los compañeros aceptan esta propuesta o no. Las últimas fueron rechazadas. El conflicto se destraba si ellos plantean un plan de pago. Este Gobierno ha propuesto muchas cosas pero nunca ha hecho nada para cumplir su palabra”. Y advirtió: “El Gobierno argumenta que no tienen recursos, que Nación les toma mucho de la coparticipación… Hay una presión para que se instalen determinados procesos productivos en la provincia que hasta ahora han sido motivo de lucha para los chubutenses, como la minería”.

El conflicto comenzó hace más de cien días cuando el Gobierno provincial dispuso el pago escalonado de sueldos. Luego, se agudizó ante el no reconocimiento de las paritarias firmadas en febrero. Desde el Ejecutivo, justificaron la medida argumentando que Nación les daba la coparticipación en cuotas. Sin embargo, Nación declaró que se entregaron casi 1.300 millones de pesos en adelantos aunque el gobernador Mariano Arcioni desmiente haber recibido dicha suma.  

El momento más trágico de esta lucha se vivió el 18 de septiembre cuando dos docentes, Cristina Aguilar y Jorgelina Ruíz Díaz, murieron en un accidente de tránsito al regresar de Rawson a Comodoro Rivadavia tras una marcha en reclamo de los salarios adeudados. A raíz de este hecho, la Confederación de los Trabajadores de la Educación (CTERA) convocó a un paro de 24 horas en todo el país. Un día antes, Arcioni había presentado un proyecto de ley para aumentarse un 100% el salario a pesar de la gran crisis que atraviesa la provincia. 

El último paro nacional fue el viernes último, con su punto más álgido con la detención del Secretario General de ATECH, Santiago Goodman, en el marco de una represión policial mientras participaba de las protestas en Casa de Gobierno en contra de los descuentos masivos que se aplicaron tanto a los docentes que hicieron paro como a los que no. “Los descuentos son ilegales, de hecho el viernes lo entendió así el Poder Judicial, dando lugar a un amparo que fue presentado por el sindicato. Hay que devolverle los días de paro a los trabajadores que fueron cargados irregularmente, por ejemplo, hay compañeras que están con licencia de maternidad”, remarcó Rosales.

Goodman fue liberado horas después, ya que el juez Sergio Piñeda no encontró fundamentos para sostener la detención. Como resultado de los incidentes producidos renunció el ministro de Educación Paulo Cassutti y fue reemplazado por Andrés Meiszner, quien se convirtió en el cuarto ministro de Educación en lo que va del año. 

Los maestros Cristina Aguilar y Jorgelina Ruíz Díaz, murieron el 18 de septiembre en un accidente de tránsito al regresar a Comodoro Rivadavia tras una marcha en reclamo de los salarios adeudados.

En esta extensa lucha, los docentes cuentan con el apoyo de muchos estudiantes. Así, se constituyó en Esquel la Asamblea Permanente de Estudiantes Autoconvocadxs (APEA) que ocupó pacíficamente el edificio de la Supervisión Seccional de Escuelas Región III durante 52 días. “Surgió de un momento para el otro -explicó a ANCCOM Marco Nahuelanca, integrante de APEA-. Hacía tres meses que teníamos cortado el TEG (Transporte Estudiantil Gratuito) y ahí nació la idea de ocupar el edificio de Supervisión. Entonces, se formó APEA y ahí varios como yo empezamos a militar por los derechos de los estudiantes”.

Ahora, para saber si se destrabará el conflicto resta esperar el resultado de las asambleas. En principio, el paro está declarado hasta el sábado. Carlos Magno dirigente de ATECH Sur (Comodoro Rivadavia) contó a ANCCOM cuál es la situación: “Se está analizando en las escuelas lo que el Gobierno ofreció. Hay una diversidad de posturas al respecto. Incide lo prolongado que es este proceso de lucha y la merma, en algunos casos, de la fuerza en cuanto a la adhesión a la medida. También, está la insatisfacción en relación a lo que el Gobierno plantea, porque de ninguna manera repara el incumplimiento de la ley que al día de hoy se sigue implementando. Por ejemplo, en cuanto al pago escalonado no hay ninguna modificación que plantee tan siquiera una fecha estimada de normalización del pago de los sueldos. Está todo en promesas, nada más”. 

Por el momento, en Chubut hay más incertidumbre que certezas. 

Miles bajo la lluvia para defender la universidad

Miles bajo la lluvia para defender la universidad

Ni el diluvio pudo parar a la masiva movilización de miles de docentes, investigadores,  estudiantes que marcharon bajo la lluvia del Congreso a Plaza de Mayo en defensa de la universidad pública y en firme rechazo al ajuste del gobierno de Cambiemos en la educación. La marcha convocada por las 57 Universidades de todo el país en la cuarta semana de conflicto por una paritaria salarial dilatada e inconclusa sumó el respaldo de trabajadores no docentes, organizaciones sociales y políticas y ciudadanos “sueltos”. Los organizadores calcularon que más de 400 mil personas salieron ayer a las calles contra lluvia y viento helado para sumarse al grito en defensa de la universidad pública.

“La única forma de enfrentar a estos señores empresarios empecinados en bajarnos los sueldos y en achicar el presupuesto es con la más amplia unidad y con la lucha. ¡Estamos diciendo basta! ¿Cuál es la parte que no se entiende? ¡Basta de ajuste y basta de políticas antipopulares!”, subrayó Luis Tiscornia, secretario general de la CONADU Histórica desde el escenario central montado de espaldas a la Casa Rosada. Eran las 19:00 y la tormenta había dado apenas un poco de tregua a los manifestantes.

En el final de una jornada signada también por una nueva y brusca devaluación del peso, Walter Merkis, secretario de Hacienda de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN), ironizó: “Se preocupan por unos bolsos pero no por 52.000 millones de dólares que acaban de llevarse del país. Quieren echar abajo los derechos que se consiguieron a través de la lucha”.

El movimiento estudiantil se expresó a través de un breve discurso de un delegado de la Federación Universitaria Argentina (FUA) quien describió la movilización como una “rebelión universitaria a la que el gobierno le tiene miedo” e instó a profundizar la organización estudiantil.

Ya sobre el final, Sonia Alesso, secretaria general de la CTERA, se dirigió directamente al presidente Mauricio Macri, advirtió que docentes y estudiantes no aceptarán sumisos el ajuste y exigió que se realice una paritaria nacional docente.

“Nos quieren hacer creer que esta movilización es una disputa por el salario. Lo que está en disputa hoy es la educación pública, laica e inclusiva, una herramienta fundamental para el desarrollo de nuestro pueblo”, sumó el titular de Conadu, Carlos De Feo.

Junto a docentes e investigadores, se sumaron también los estudiantes. Las largas y nutridas columnas incluyeron, entre otras, a las Universidades de Buenos Aires, Cuyo,  Tucumán, La Plata, Luján, Salta, Litoral, Mar del Plata. También a todas las del Conurbano bonaerense, amenazadas desde el inicio del gobierno de Cambiemos.

El reclamo de la comunidad educativa lleva meses, pero recién en las últimas semanas comenzó a ser visibilizado por la agenda mediática con las clases públicas en la Plaza de Mayo. Las 57 universidades nacionales de todo el país finalizaron el primer cuatrimestre de forma irregular y ninguna inició con normalidad el segundo. Esta es la cuarta semana consecutiva sin clases. El conflicto también afecta a los colegios secundarios preuniversitarios.

El conflicto tiene doble cara: la situación salarial docente, por un lado, y el presupuesto destinado a educación y ciencia y técnica, por el otro.

Luis Tiscornia, de CONADUH.

El lunes las gremiales docentes se reunieron con el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro y recibieron la oferta de un 15% de aumento salarial, muy lejos del reclamo del 30% de aumento con cláusula gatillo para adecuarse a la inflación. La reunión se pospuso en cuarto intermedio hasta el miércoles con la promesa de parte del gobierno de mejorar la propuesta. La respuesta fue escasa: 15% de aumento más dos cuotas no remunerativas – una de $456 y otra de $228 – a pagarse en noviembre y diciembre, respectivamente. Las gremiales docentes no aceptaron la oferta y ratificaron la convocatoria a la jornada de protesta.

La comunidad educativa también lleva meses manifestando su preocupación en relación al presupuesto. Junto con los paros, ese reclamo también se manifestó en abrazos multitudinarios. El presupuesto destinado a educación ha disminuido en términos reales un 12% desde el año 2015, y de los tres mil millones de pesos que se destinaron a principios de año para inversión en construcción sólo se ejecutó un 6%.

El reclamo también incluye a los investigadores nacionales que denuncian escasez presupuestaria. El año pasado, la inversión en Ciencia y Técnica llegó al segundo nivel más bajo desde el año 2004, superada por el año 2016.

La concentración de las gremiales docentes comenzó a las 16:00 en el Congreso de la Nación donde los principales referentes de las distintas confederaciones se apostaron para coordinar la movilización y atender a la prensa. Alrededor de las 18:00 la mayor parte de los grupos ya se habían incorporado a la movilización central que confluyó a las 19:00 en la Plaza de Mayo. Allí, los dirigentes de las gremiales docentes y estudiantiles dieron inicio al acto que contó con la presencia de sindicatos, agrupaciones populares y referentes políticos. Nora Cortiñas, Sergio Maldonado, hermano de Santiago, el secretario general de SUTEBA), Roberto Baradel; y un delegado del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA), que sostuvo un cartel denunciando los despidos en Télam, se sumaron a la columna principal. El escenario estuvo rodeado por una valla circular que permitió que la Plaza se colmara de gente. La columna principal se apostó sobre la avenida De Mayo y fue tan extensa que llegó hasta la Avenida 9 de Julio.

Hoy, el gobierno vuelve a reunirse con los gremios docentes para intentar conciliar el aumento salarial. Los universitarios llegarán a ese encuentro con el envión de una movilización multitudinaria y pacífica –hubo incidentes con la Policía dos horas después de la desconcentración- en defensa de la educación pública.

Mirá la fotogalería de ANCCOM:

 

 

La UBA sale a la calle

La UBA sale a la calle

Como parte del plan de lucha llevado adelante por las universidades en todo el país, docentes y estudiantes de la Universidad de Buenos Aires realizaron, el pasado viernes 24, clases públicas en Plaza de Mayo para visibilizar el conflicto universitario. 

De los mártires de Chicago a los docentes argentinos

De los mártires de Chicago a los docentes argentinos

“He expuesto los que creía justos reclamos de la clase obrera, he defendido su derecho a la libertad y a disponer del trabajo y los frutos de su trabajo”, declaraba Albert Parsons minutos después de ser sentenciado a muerte. Junto a él, George Engel denunciaba: “Aquí he visto a seres humanos buscando algo con qué alimentarse en los montones de basura en las calles. Desprecio el poder de un gobierno injusto, sus policías y sus espías”. Samuel Fielden afirmaba: “La Constitución, cuando dice ‘el derecho a la libre emisión del pensamiento no puede ser negado’, da a cada ciudadano, reconoce a cada individuo, el derecho a expresar sus pensamientos. Yo he invocado los principios del socialismo y de la economía social y sólo por esta razón me hallo aquí y soy condenado”. Michael Schwab agregaba: “Un movimiento social no es una conspiración, y nosotros todo lo hemos hecho a la luz del día”. Parsons, Engel, Fielden, Schwab y otros dos condenados más a la horca son recordados hoy como “los mártires de Chicago”, y sus alegatos, que datan de 1886, cumplen este 1° de Mayo 131 años.

La injusticia de aquel día daría origen, en todo el mundo, al Día del Trabajador, cuyo significado ha ido cambiando con el tiempo. Al principio, los anarquistas se inclinaban hacia la conmemoración y los socialistas hacia la celebración. Según el historiador y experto en sindicalismo argentino, Santiago Senén González, el que movió la balanza en nuestro país fue Perón. “Durante su primer y segundo gobierno se hizo un festejo hasta con un himno y desfiles”, cuenta, y pone el acento en la dignidad reparada: “El trabajador, al ver cumplidos muchos de sus reclamos, vio en el 1º de Mayo un día más bien festivo”. Luego de este período, sostiene Senén González, “se volvió, hasta hoy, a la conmemoración como lucha”.

Manifestación en contra de los despidos en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

Manifestación en contra de los despidos en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

En 1890, cuatro años después de la condena a los mártires de Chicago, en Buenos Aires se distribuyó un manifiesto que decía: “¡Trabajadores! Compañeras, compañeros: ¡Salud! ¡Viva el 1º de Mayo: día de fiesta obrera universal!”. Se trató de la primera conmemoración de la fecha en la Argentina, que incluyó un acto en el Prado Español, ubicado por entonces en la actual avenida Quintana, pleno Recoleta, entre Ayacucho y Junín. Allí se reunieron anarquistas y socialistas para debatir acerca del programa a seguir y su proceder práctico e inmediato. Al día siguiente, el diario La Nación ninguneaba la manifestación: “El hecho no puede tener gran importancia porque aquí ni hay cuestión obrera, ni subsisten las causas principales que le han dado importancia en Europa y los Estados Unidos”. Y la crónica del mitin terminaba consignando: “Habló primero un señor alemán. Enseguida hizo uso de la palabra un francés, luego tres italianos y un español. Había, en la reunión, muy pocos argentinos, de lo cual nos alegramos mucho”.

El manifiesto distribuido en nuestro país fue el de la Segunda Internacional, que se reunió en París en 1889, y en el que se leía: “No se mueven nuestros hermanos para obtener pingües aumentos de salarios, casi siempre inútiles porque se elevan después los artículos de primera necesidad, sino en demanda de que las ocho horas de producción no sean más que ocho”. Senén González explica que, en el primer punto de su documento, el congreso obrero pide “crear leyes protectoras y efectivas sobre el trabajo para todos los países con producción moderna. Para lograr eso, considera la organización de la clase obrera por todos los medios que sean posibles y también la manera de verificar las pretensiones para su emancipación”.

Hoy, a días de la represión contra los trabajadores de la educación frente al Congreso de la Nación y a menos de un mes del contundente paro general contra el Gobierno de Mauricio Macri, parece que para algunos no ha cambiado nada desde aquella infame condena a los mártires de Chicago. El 6 de abril último, por ejemplo, el diario de los Mitre publicaba una nota con esta bajada: “En una recorrida por el microcentro, se ven locales abiertos, taxis circulando y estacionamientos casi completos; testimonios de quienes decidieron no parar”. Al día siguiente, en la edición impresa, un artículo de opinión se titulaba: “Un paro flaco y tristón empujado por zurditos”.

Marcha de San Cayetano a Plaza de Mayo (agosto 2016), en la que miles de personas marcharon para reclamar por la situación laboral.

Con el conflicto docente, el ministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas se apresuró a declarar que, ratificada la vigencia de la conciliación obligatoria, “las medidas de fuerza devienen entonces ilegales”. Ante la falta de respuestas, los maestros intentaron instalar la Escuela Itinerante frente al Congreso y allí  fueron reprimidos por las fuerzas policiales. “Nos llevaron esposados como si fuéramos unos terribles delincuentes”, relató Miguel Acuña, docente de la Escuela 19 del Bajo Flores. “Si no les gusta que nosotros nos manifestemos públicamente, que vayan y discutan con sus diputados en el Congreso y que se animen a modificar el artículo 14 bis que habla del derecho a la protesta y de nuestro derecho como trabajadores”, desafiaba Acuña en diálogo con ANCCOM.

“Los trabajadores saben que su rol es el del reclamo”, opina Senén González, “es parte integrante de la esencia del sindicalismo”. “Y deben seguir por la vía del reclamo en el Congreso -agrega-. Así el sistema se va erosionando y cambiando, por eso se obtienen las ocho horas, los convenios colectivos, y tantos otros beneficios”. Senén González es escéptico y realista: “El Palacio de Invierno ya cayó, la Bastilla no existe más, y la mejor arma es la que hizo famosa (Augusto Timoteo) Vandor: pegar y negocia.“El contexto sociohistórico del país lleva a reclamar y seguir reclamando. Esas son las reglas de juego, y por eso la lucha continúa y debe continuar”, concluye.

Cooperativa SUBPAGA (Subproductos Ganaderos Argentinos) de Berazategui.

 

Actualizada 26/04/2017

Un insulto a la educación

Un insulto a la educación

“Con los chicos, no”, decía el zócalo del programa de Eduardo Feinmann, emitido por A24 la semana pasada, al tiempo que el periodista pasaba un video al aire. En el material audiovisual, algunos padres de alumnos de la Escuela Primaria N°24, del distrito escolar N°13, agredían a dos maestros por las producciones artísticas de los chicos sobre el conflicto, específicamente sobre la represión sufrida por los docentes el domingo 9 de abril, cuando intentaban instalar la Escuela Itinerante. Frente a esto, Eliana, maestra de cuarto grado, insultada en el vídeo, trata de defenderse unos días después del lamentable hecho: “El miércoles –día en que muchas comunidades educativas decidieron realizar abrazos a las escuelas en defensa de la educación pública- a la mañana hablamos con todos los compañeros y los chicos, acerca de por qué iba a ser un día especial. Ellos estaban súper informados y levantaban la mano para preguntar. Durante todo el día se hicieron producciones con los chicos, y se colgaron en las rejas de la puerta. A la salida, unos padres comenzaron a agredirnos, diciendo que era una vergüenza lo que estábamos haciendo. Que lo que nos correspondía era enseñar a leer y escribir, que teníamos que dedicarnos a otra cosa”.

En este conflicto, entre el Gobierno y la comunidad educativa, la primera aparición de los padres fue en apoyo a los docentes; sin embargo, cierto periodismo intenta mostrar otra cara. Luego de la agresión a los maestros, los docentes del colegio Sara de Elia de Giménez, acompañados por algunos padres, decidieron realizar el miércoles último un abrazo a su lugar de trabajo y a la institución que, consideran, la más crucial en una sociedad democrática. En ese acto ellos se apoyan, se solidarizan, se dan aliento. En el ambiente sobra cariño y fortaleza. Eliana habla con dolor y desazón, mientras es saludada por varios padres y docentes. Habla pausadamente, tratando de reflexionar sobre la dinámica que ha tomado el conflicto. En diálogo con ANCCOM, señala: “Hoy, los maestros son un blanco fácil. Hay una persecución en general, casos en que padres o alumnos linchan a docentes. La sociedad siente que tiene otro lugar para hablar, una impunidad para opinar. En cuanto a la mediatización o mediotización, la repudio totalmente, porque es ‘hablemos sin saber’, no dando lugar al debate y poniendo en el centro la agresión. Si el policía le pega al maestro, una madre o padre también te va a venir a insultar. Tiene una lógica, lamentable, pero lógica al fin. La situación que vivimos el otro día es un resultado de esa operación mediática y política”. Otras maestras que prefieren no dar su nombre tienen la misma opinión, acerca de que los medios no apoyan a los docentes en esta lucha. Por suerte, no todos los padres responden al estímulo agresivo de la televisión y se suman al abrazo, saludando a cada trabajador, acariciando cada guardapolvo, mimando a la educación pública.

Abrazo docente

Los chicos corren de un lado a otro acompañados por padres y docentes, mientras arman un cordón delante de la escuela. La bandera colgada en el frente, flamea, con su inscripción “No se golpea a los docentes”. Los brazos de todos se enredan con otros. Las ideas de unión y defensa toman protagonismo en ese acto. Luego, maestros y padres forman una ronda, con nenes y nenas jugando, divertidos, libres. Allí, en ese círculo, como un equipo de fútbol, listo para salir a la cancha, se arenga, se abrazan, se apoyan. “Vivo el conflicto con mucho dolor, principalmente porque el problema es público, y es del colectivo”, indica Hebe Roux, docente reconocida en el campo de las artes y autora de Desplegar la mirada. Otra maestra, que tampoco quiere dar su nombre, coincide en la claridad del acto, tan claro como el blanco del delantal: “Con tanto tiempo de conflicto, se va perdiendo y confundiendo el reclamo. Lo que está claro es que tenemos que defender la escuela pública y luchar por un salario digno”, recuerda.

En consonancia con Eliana, Hebe sostiene: “Los medios no son medios de comunicación, sino medios de persuasión. Y lamentablemente, tienen una eficacia fenomenal, porque cuentan con muchas horas de discurso y de imagen. Nosotros, no. Nuestras horas y esfuerzo están depositados en la tarea que hacemos con los chicos y que se ve en mediano y largo plazo”. Hebe hace referencia al desprestigio que recibe la figura del docente, su demonización, por parte de Feinmann y sus colegas. Ella, como otros, dan cuenta de la alineación del aparato mediático en sincronía con proyecto político del gobierno, esto es, que el sistema educativo quede en manos privadas. Y el resultado de tal operación es el insulto, doloroso y  paradigmático, de algunos padres. “Los que nos insultaron repetían lo que decían los medios -dice Eliana y prosigue-: Todo está armado para fragmentar y desabastecer la escuela pública. Incluso los subsidios a lo público son menores a los que reciben las escuelas privadas. Y esto es de lo que no se está dando cuenta la gente”. Hebe, por su parte, está cansada, angustiada, dolorida. Sus ojos hablan por ella, no hace falta que exprese cómo vive la situación. De repente, en esa conversación que mantiene con ANCCOM, sobreviene un silencio que también dice. A Hebe le cuesta hablar, se le hace un nudo en la garganta y al cabo de unos segundos, mientras una lágrima se exterioriza, alcanza a comentar: “Cuando se trata de vaciar de contenido y de recursos a la escuela, lo que se está haciendo es herir de muerte a las nuevas generaciones en su acceso, y ver a los padres que no pueden comprender desde qué lugar nosotros luchamos y por qué razones, redobla esa sensación de dolor”. Luego agrega: “Nosotros le enseñamos a los chicos a debatir los temas, a discutir, a defender sus posturas respetuosamente. Duele ver que los padres de esos chicos no sean capaces de lo mismo, porque hay mucho que tuvieron gestos y palabras muy violentos para con nosotros”.

 

Frente al repudio de padres y periodistas, Hebe reflexiona y enfatiza en el accionar de la escuela pública: “Lo que trabajamos con los chicos, al interior de la escuela, tiene que ver con lo que el diseño curricular establece, como construcción de ciudadanía, cómo enseñarles a vivir en sociedad, y para eso, hay algunos sucesos de la vida pública que hay que trabajar, como por ejemplo, la agresión o represión que sufrieron los docentes en el Congreso”. Así, ella explica el rol del docente, que algunos ponen en cuestión. “Si el lugar del maestro está en duda, es síntoma de la gravedad en la que se encuentra la educación pública. Hoy, más que nunca, debemos situarnos de un lado, el de la educación, para asegurar la democratización del saber”, indica Eliana, la maestra de cuarto grado.

Actualizada 19/04/2017