Los jubilados volvieron a marchar y rechazaron el acuerdo con Estados Unidos

Los jubilados volvieron a marchar y rechazaron el acuerdo con Estados Unidos

Como todos los miércoles, acompañados por organizaciones sociales y partidos de izquierda, reclamaron por aumento de haberes y medicamentos gratuitos. Sumaron a sus consignas el «avance del imperialismo».

Esta semana, en una nueva jornada de protestas del movimiento de jubilados se sumaron las consignas contra el acuerdo bilateral anunciado entre Estados Unidos y Argentina. “Contra el imperialismo”, fue la proclama. Antes de las cuatro de la tarde comenzaron a llegar las diferentes organizaciones que entienden que el conflicto se supera en la unidad y marcharon con los jubilados: trabajadores, sindicatos, docentes, no docentes, organizaciones sociales, de personas con discapacidad, partidos de izquierda, asambleas barriales, autoconvocados. A partir de las cinco, la movilización recorrió las calles desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo, donde estaba dispuesto un escenario por donde pasaron diferentes representantes sociales.

A diferencia de otros miércoles, el desmedido operativo policial no dejó heridos ni detenidos. La tranquilidad reinante confirmó una experiencia que se repite: cuanta más gente, agrupaciones y movimientos sociales se suman a la movilización menos posibilidades re represión existen. Este miércoles, la Plaza del Congreso volvió a estar llena, como hace tiempo no se la veía.

Los jubilados siguen denunciando que no pueden vivir sin los medicamentos gratuitos y con un haber que no cubre la canasta de pobreza. Oscar Bordalotta, integrante del Plenario de Trabajadores Jubilados, extrabajador de la UBA, en diálogo con ANCCOM destacó que “mañana es el Día de la Soberanía Nacional y estamos frente a la entrega más importante de la Argentina, que es el acuerdo llamado comercial pero es colonial, entre Estados Unidos y Argentina, donde el gobierno ha bajado la bandera de la soberanía y se ha entregado al imperialismo yankee”. El jubilado contó que más temprano entregaron un petitorio con sus reclamos “partiendo de una jubilación mínima que hoy debería estar en 1.200.000 pesos, la  restitución de los medicamentos, la vuelta a la moratoria porque hay miles de personas que no van a poder jubilarse porque trabajaron en negro, que sus patrones no les hicieron los aportes”.

Al respecto detalló que “ahora los trámites en ANSES para justificar los aportes son más difíciles que en otra época. Antes con testigos o documentación podías justificar tu trabajo. Hoy el ANSES no te autoriza”. Bordalotta precisó que “el ideal de este gobierno es subir la edad jubilatoria a los 75 años, para que nadie se jubile, nadie que trabaje hasta los 75 años va a quedar en un situación de salud lo suficientemente digna para disfrutar de su jubilación. Creo que la huelga general es el único método para enfrentar a un gobierno de estas caracerísticas», concluyó.

na lucha todas, las luchas

Además de los reclamos de los jubilados, otras consignas del día tenían que ver con frenar la reforma laboral, denunciar y rechazar el pacto del presidente Milei con su par estadounidense Donald Trump y el FMI. También desde la organización Marabunta se movilizaron bajo el lema “yo sí te creo” en el marco del 19N, Día Mundial para la Prevención del Abuso Sexual de Niños, Niñas y Adolescentes.

Entre los carteles se leían “aumento de emergencia ya”, “luche como un jubilado”, “acá no se rinde nadie”, demostrando que así como los tira y golpea la policía represora, los jubilados se levantan y vuelven a las calles, cada miércoles. En la recorrida podían escucharse los cánticos de “Jubilados carajo”, “Paro, paro, paro, paro general”, “Fuera, fuera, fuera yankees fuera”.

Eduardo Belliboni, dirigente del Partido Obrero, le dijo a ANCCOM que “es una jornada antiimperialista muy importante. Denunciamos el pacto colonial del gobierno con el imperialismo yankee que no puede traer nada bueno. Creemos que es un primer acto antiimperialista. Van a haber muchos más porque nos vamos a quedar sin trabajo y sin recursos naturales. Nos van a saquear y nos vamos a quedar sin industria con lo cual es una barbaridad que sigamos en este cuadro, en esta idea de terminar con un país saqueado por la idea de un loco que es Milei”, agregó el dirigente.

Entre los expositores, subió al escenario a Diego Deuma, integrante de Discas en Lucha, una de las organizaciones que viene apoyando a los jubilados cada miércoles. Deuma recordó algunos de los reclamos de su colectivo: “El 90 por ciento de las personas con discapacidad no tiene trabajo, los cupos laborales se cumplen. Necesitamos esta unidad todos los miércoles”. Convocando a la lucha dijo:  “Necesitamos discutir cómo enfrentar toda la reforma jubilatoria e impositiva. Todas son en contra de los sectores populares. Aguante la unidad. Exigimos una huelga general, sino los trabajadores no pueden venir”. Para cerrar su exposición, invitó a todos a la marcha del miércoles 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

También se hicieron presentes, representantes del sector de prestadores, como Yesica Godio quien contó que “recién en enero o febrero vamos a ver un aumento de 2 mil pesos en nuestra cuenta bancaria. Como prestadores nos cuesta un montón porque somos todos monotributistas. Se viene la reforma laboral y encima nos quieren pasar del monotributo a responsables inscriptos; va a ser terrible. Cada vez quedan menos prestadores en servicios para personas con discapacidad”. Y agregó que “mientras Karina se lleva el 3 por ciento, a nosotros con la Ley de Emergencia, que ni siquiera llegaba a un 1 por ciento, nos siguen pateando y pateando”.

«Jubilados sin remedios, gobierno sin vergüenza», dice una bandera que cuelga de las rejas de Plaza de Mayo. A los jubilados no los pueden parar.

Organizaciones sociales proponen una reforma tributaria progresiva

Organizaciones sociales proponen una reforma tributaria progresiva

El Espacio de Trabajo Fiscal para la Equidad presentó un proyecto para una reforma fiscal justa, donde quienes más tributen sean los que más ganan, un camino inverso al que lleva adelante el gobierno.

 El gobierno resignó el equivalente al 3,45 por ciento de recursos del PBI en pos del equilibrio fiscal en 2024. Estas partidas del Estado provienen de los presupuestos de varias carteras ministeriales como Economía, Seguridad, Salud, Defensa, Justicia, Interior, Infraestructura y los poderes Judicial y Legislativo. Se suma la caída presupuestaria en ítems claves como agua potable y saneamiento (75%), el acompañamiento a mujeres y colectivos LGBTIQ+ (85%), vivienda y urbanismo (82%), educación y cultura (44%) y seguridad social (15%).

El Espacio de Trabajo Fiscal para la Equidad (ELFE) es una red que busca aportar análisis que impulsen políticas fiscales que pongan en el centro la justicia social, en la que paguen más los que tienen más. Esta organización en la que convergen la Friedrich Ebert Stiftung (FES Argentina) y la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), presentó el documento “Hay otro camino. Proyecto para una reforma fiscal justa” donde trazan una ruta sobre el gasto, los impuestos, la evasión y la deuda pública.

Para atrás o para adelante

En el texto del informe se destaca que nuestro país siempre “ha recaudado impuestos en forma regresiva” exigiendo un mayor esfuerzo a los que menos tienen e invita a “repolitizar y democratizar la discusión fiscal”. En este sentido, las políticas que deberían marcar el paso del camino a seguir son: el impulso del gasto público equitativo y transparente, el alivio de la carga fiscal sobre los que menos tienen, el freno a la evasión fiscal y reducir el peso de la deuda pública.

Para llevar adelante estas políticas proponen, entre otras cosas, reconstruir la prevención y atención a la violencia de género, garantizar un sistema previsional inclusivo y sostenible, recuperar la inversión pública estableciendo un piso mínimo, gravar a los que más tienen, fortalecer la fiscalización y cooperación internacional de criptoactivos, transparentar y democratizar el acceso a la información sobre la titularidad de los grandes patrimonios, impulsar alivios de deuda con evaluaciones y criterios de sostenibilidad que tenga en cuenta los indicadores sociales y fortalecer la coordinación internacional para exigir reglas más justas, entre otros.

La presentación del documento fue coordinada por el periodistas Julián Marini, se realizó en el bar cultural Paz Arriba y estuvieron presentes Pablo Semán, investigador del CONICET; Silvia Naishtat, periodista económica de Clarín; Corina Rodríguez Enríquez, investigadora del CONICET-CIEPP – DAWN; y Claudia “La Negra” Albornoz, referente de La Poderosa.

“Casi el 11 por ciento de la recaudación de los impuestos corporativos se pierden por el traslado de beneficios a guaridas fiscales», señaló Rodríguez Enríquez.

La encargada de abrir el evento fue Uta Dirksen, la representante de la Fundación Friedrich Ebert quien manifestó “preocupación por el momento que estamos viviendo”. “Vemos ataques a las democracias en muchas partes del mundo, un fuerte ascenso de la derecha, con un discurso violento, antiderechos y eso tiene mucho que ver con lo económico”, agregó Dirksen.

A su turno, Rodríguez Enríquez destacó los puntos fuertes de la propuesta y remarcó que “la hegemonía actual es de una narrativa anti-Estado, pro ajuste, pro pago de la deuda, que desprecia los derechos humanos, que entiende que la desigualdad es un resultado razonable de los méritos individuales. Nosotros nos proponemos desafiar esa narrativa y que se pueda convertir en acción política y social”. En el plano fiscal detalló que “casi el 11 por ciento de la recaudación de los impuestos corporativos se pierden por el traslado de beneficios a guaridas fiscales, por eso hacemos una serie de propuestas que tienen que ver con transparentar el acceso a la información para poder dar cuenta de estos abusos”.

Rodríguez Enríquez también señaló que “la deuda implica una distribución regresiva de los ingresos, es insostenible no sólo económica sino socialmente, sostiene un modelo de financiarización, de extractivismo y un modelo de dependencia contrario a un modelo de desarrollo que creemos que sería justo. La deuda afecta la vida cotidiana, no es algo que está afuera, impide a vastos sectores de la población acceder a la salud, a la educación, a las garantías más básicas de sus derechos”. Al respecto, Naishtat agregó que “el principal recaudador de la Argentina es el Fondo Monetario Internacional que ya se llevó en lo que va del año 100 mil millones de dólares por el pago de intereses”.

Desde el barrio

Claudia Albornoz, referente de barrial del interior del país expuso la situación de las familias “En el barrio ya no se toma leche –subrayó-, hace rato que se toma mate cocido”. La dirigente social además dijo que “en las profundidades están los barrios populares, somos explotados. La soberanía, para ellos, es sinónimo de guita, no de patria”, cerró Albornoz.

Semán describió el momento actual: “No hay confianza en el agente político inmediato, la gente piensa que todos los políticos son narcotraficantes, no sólo Espert”, remarcó el sociólogo.

La presentación de esta propuesta en la Argentina de hoy es tan necesaria como disruptiva. Mientras que el marco internacional va hacia la reducción de la jornada laboral, la implementación de un programa impositivo más progresivo, la regulación y el gravamen a las nuevas actividades económicas que tienen que ver con las plataformas de venta y con las cripto, el presidente Javier Milei promueve aún más ajuste, desregulación económica y una reforma laboral regresiva en materia de derechos laborales.

Los jubilados también marchan frente a la Quinta de Olivos

Los jubilados también marchan frente a la Quinta de Olivos

Todos los miércoles, en paralelo a las manifestaciones en Congreso, un grupo reclama frente a la residencia presidencial para mejorar su calidad de vida. Esta semana también hubo represión frente al Palacio Legislativo.

Este miércoles se vivió una nueva jornada de protestas en la que jubilados de todo el país se manifestaron en contra de las políticas del gobierno nacional. Mientras se desarrollaba la ya tradicional marcha de los jubilados frente al Congreso de la Nación –donde una vez más fueron reprimidos y a uno de los manifestantes le fracturaron un brazo–, un grupo más reducido de jubilados se dio cita para manifestarse frente a la Quinta de Olivos. Allí, el colectivo “Jubiladxs Quinta de Olivos” volvió a reclamar, como cada miércoles, por el deterioro de su calidad de vida.

Esta agrupación forma parte de los numerosos colectivos de jubilados que, en distintos puntos del país, vienen movilizándose semana tras semana para reclamar un aumento de los haberes, la restitución de medicamentos gratuitos y una política previsional que garantice una vejez digna. Entre cánticos, tambores y las bocinas de los autos que pasaban por la avenida Maipú, los manifestantes hicieron oír una vez más su reclamo frente a la residencia presidencial.

Sobre las 17, las puertas de la plaza que, sobre la venida Maipú, anteceden a la Quinta de Olivos, fueron cerradas bajo vigilancia de la policía federal. Formaciones de oficiales armados observaban en silencio la llegada de decenas de jubilados que comenzaban a agruparse en la esquina de Villate y Maipú. «La primera vez éramos cuatro en aquella puerta que está allá, y la policía decía: “¿Cuándo van a llegar los camiones?”, y no, somos nosotros», recuerda Marcela Benegas, jubilada de 69 años, exdocente de la UBA, quien es una de las fundadoras de la agrupación. «Nosotras nos reunimos con unas vecinas en un bar y pensamos “hagamos algo acá” », afirma Benegas. Ella y un grupo de vecinas de la zona que solían viajar habitualmente hasta el Congreso para manifestarse, en donde fueron duramente reprimidas por la policía en varias ocasiones, decidieron buscar una alternativa para aquellos jubilados para los cuales movilizarse hasta el centro de la Ciudad y sufrir los abusos de la represión policial no es una opción. «Surgió entre tres o cuatro compañeras, precisamente el día que Milei dijo que él no iba a la Casa Rosada, que se quedaba “trabajando” aquí en Olivos, en mameluco, cuidando a sus hijos de cuatro patas. Ese día dijimos: “Si te vas a quedar acá, vamos acá”». Recuerda Liliana Russo, otra de las fundadoras de la iniciativa. Menciona que hay muchos jubilados que no pueden trasladarse hasta el Congreso, bien por cuestiones económicas, que hacen que el transporte hasta esa zona sea una limitante, o bien por cuestiones de salud que no les permiten desplazarse grandes distancias y mucho menos, enfrentarse a la policía.

«Estamos aquí por los reclamos de todos los jubilados de todo el país. Nos quitaron derechos, bajaron nuestros ingresos, nos sacaron la moratoria, nos sacaron los medicamentos al 100 %; un montón de logros que teníamos ganados, nos los quitaron todos», afirma Viviana, otra de las jubiladas fundadoras de la organización. «Lamentablemente los jubilados somos la variable de este gobierno cruel. Absorbemos cerca del 30% del ajuste. Los trabajadores absorben otro 40%. También estamos aquí para apoyar la lucha de los docentes universitarios, el Garrahan, y los discapacitados», afirma Marta Nara, Jubilada de 77 años, exdocente, perteneciente al SUTEBA. «Yo estoy muy orgullosa de poder aportar un granito, de hacer algo porque yo creo que ninguna persona puede ser feliz si sus congéneres, si sus conciudadanos, sus hermanos no lo son. Verdaderamente, yo soy una de esas personas. No puedo ser feliz si no veo feliz a mi prójimo», afirma Marta.

 

«Nosotros no cortamos la calle, no cortamos la avenida, hacemos semaforazo. Vos vas a ver que cuando pasan los autos, nos tocan la bocina en señal de apoyo, nos apoyan los vecinos. Eso lo hemos venido logrando desde mayo cuando comenzamos por qué no interrumpimos el tránsito», recalca Liliana.

Junto a ellas, Nélida Medina, jubilada de 72 años, muestra el recibo de haberes de la jubilación que acaba de recibir. Psicóloga de profesión, Nélida cobra la j mínima de 396 298 pesos. «El recibo de haberes, creo que habla por sí solo. Todos buscamos algún rebusque porque no nos queda de otra, pero el que no puede o el que paga un alquiler, o medicamentos, no sé cómo hace», se pregunta Nélida. «Yo estaba sola y temía ir al Congreso por temas de salud, ya que soy hipertensa y me puedo descompensar si me empiezan a dar palazos o esas cosas. Estoy muy feliz de poder estar acá y voy a seguir viniendo todos los miércoles», comenta.

José Piazza, músico jubilado de 77 años, quien fue miembro de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires y trabajó en el Teatro Colón, también fue delegado gremial de ATE. Tras acompañar las manifestaciones del Congreso por mucho tiempo, decidió trasladar su lucha a las afueras de la Quinta de Olivos por cuestiones de salud y económicas; ya que al ser vecino de la zona le resulta una alternativa más viable. «Cierran 26 empresas por día, hoy las grandes empresas se van del país, Mucha gente queda sin trabajo. Si vos le quitas a la gente lo poco que tiene, la gente no puede consumir, el mercado no se mueve. Hay un 40 o 50% menos de consumo, entonces esa gente que tiene un bar o una carnicería debe despedir gente o cerrar porque no lo puede sostener. Si recibís una jubilación que no llega a los 400 000 pesos, no podés consumir. Ahora quieren una reforma laboral para empeorar aún más la situación de los trabajadores».

No todos los presentes son jubilados. Jorge Enrique es un trabajador de Aerolíneas Argentinas. «En el 2001 a nosotros nos apoyó la sociedad, y bueno, es un poco también devolver eso». Como él, muchos vecinos de la zona se suman a la manifestación. «Nosotros defendemos un Estado presente. Nos damos cuenta que el Estado debe estar presente en todo; ya sea en la salud, en la educación o en las jubilaciones. El trabajo del Estado debe ser evitar la desigualdad para quienes más lo necesitan. Lamentablemente, nos damos cuenta que el gobierno trabaja para defender intereses extranjeros que buscan aprovecharse de los recursos del país», argumenta.

Un fracturado en el Congreso

La manifestación frente a la Quinta de Olivos se ha mantenido en calma, sin represiones por parte de las fuerzas públicas. En contraste con lo ocurrido en el Congreso de la Nación, donde las represiones han recrudecido semana a semana. Esta semana, se registró cómo cuatro efectivos empujaron contra la vereda al jubilado Egidio Contreras y le fracturaron un brazo. Ahora deberá ser operado.

En Olivos, a pesar de esa situación, Liliana recuerda entre risas la anécdota de cuando el Padre Paco, figura representativa de la lucha de los jubilados, fue a apoyar la manifestación de los miércoles frente a la Quinta. «Le pregunté al Padre Paco: “¿Cómo te sentís acá?”, y me contestó: “¿Sabes qué? Un poco aburrido me siento, porque acá no me golpean, no me persiguen?”». El Padre Paco es una de las figuras que se han hecho presentes para apoyar al colectivo. Como él, cada vez son más las personas y organizaciones que buscan una alternativa más segura y cercana para que aquellos que más lo necesitan también puedan hacer oír su voz.

«La paciencia no es eterna»

«La paciencia no es eterna»

Miles de personas se manifestaron en Plaza de Mayo para reclamar al gobierno de Javier Milei la aplicación de las leyes de Emergencia Pediátrica, de Discapacidad y de Financiamiento Universitario. Gremios docentes, de salud, profesionales y colectivos afectados exigieron al gobierno que respete las normas aprobadas por el Congreso. También le reclamaron un paro general a la CGT.

Una multitud se congregó durante la tarde del martes en frente a la Casa Rosada —que como ya es usual se encontraba vallada—  para reclamar por la aplicación de las leyes de Emergencia en Discapacidad, Emergencia Pediátrica y Financiamiento Universitario. Los representantes gremiales de las comunidades afectadas leyeron en conjunto un documento anunciando un plan de acción dirigido al Gobierno y a la CGT: “La crueldad no es un error de gestión, es una decisión política”, subrayaron.

Hace un mes, el Poder Ejecutivo, tras vetar sin éxito la normativa, se vio obligado a promulgar la ley que declara la emergencia en discapacidad en todo el territorio nacional hasta fin de 2027, con la finalidad de brindar soporte económico para regularizar pagos a prestadores del sistema de salud, brindar pensiones, reafirmar la obligatoriedad del cupo laboral de personas con discapacidad, entre otras cosas. Sin embargo, el mismo decreto que promulgó la ley la suspendió hasta que el Congreso detalle de dónde saldrán los fondos para financiar los gastos. El mismo destino tuvieron las leyes que brindaban un auxilio presupuestario a la educación universitaria y a la salud pediátrica.

Pasadas las 16 algunas personas comenzaban a colgar banderas y carteles sobre las vallas que resguardan la Casa de Gobierno, el principal rezaba, todo en mayúsculas, “Aplicación ya”. A un costado se encontraban algunos miembros de Discas en Lucha, una asamblea de personas con discapacidad en defensa de sus derechos. Entre ellos estaba Matías Saiet, quien afirmó que no se trata de una cuestión de falta de dinero: “Sabemos que la plata está, se la da a la SIDE, por ejemplo. Si le sacasen plata a los poderosos, y se la dieran a quienes se la tienen que dar, el problema estaría resuelto”, señaló.

También agregó un reclamo destinado no solo al Gobierno sino que también a la CGT y a parte del peronismo: “Nuestros derechos se siguen pasando por arriba, nuestras calidades de vida siguen empeorando. Reclamamos a la CGT y al peronismo que moviliza a las grandes masas de trabajadores a que hagan un paro general”. A su lado se encontraba Laura Alcaide, también miembro de la asamblea, quien traía a colación la accesibilidad en las elecciones legislativas: “La participación política de nuestro colectivo depende de la acción del Estado. A partir del vaciamiento de la Agencia Nacional de Discapacidad, las políticas que se habían hecho previamente en torno a la participación política electoral de las personas con discapacidad ahora se echaron para atrás”.

En este punto, refirió que debido a los despidos de gente calificada de la Agencia Nacional de Discapacidad, los ajustes de accesibilidad para personas con discapacidad visual -como ella- fueron relegados a la voluntad de organizaciones de la sociedad civil: “¿Todas las personas van a comprender este sistema de elección? Seguramente, no. Y seguramente va a haber una baja, una merma importante en la asistencia”.

Minutos antes de la lectura del documento, un grupo de familias que se movilizan en apoyo al Garrahan, miraba con atención los preparativos. Entre ellas se encontraba Daniela Gruiyer, la madre de una niña que hace 11 años se atiende en el hospital por hidrocefalia debido a un tumor cerebral. “Vemos la carencia en los profesionales que se van. Obviamente, ¿quién aguanta? Cuando se van, hay turnos que se reprograman, lo cual conlleva el riesgo de un diagnóstico tardío”.

En lo que respecta a las universidades, las mismas se encontraron de paro durante la jornada del martes para reclamar por su financiamiento. Sobre esto, en la lectura del documento oficial, Laura Carboni, secretaria general de AGD UBA, se explayó en sobre la situación: “Las universidades nacionales padecen el desfinanciamiento y los salarios de sus trabajadores están bajo la línea de pobreza, por eso se suceden las renuncias de docentes que tienen que emigrar al sector privado para poder sobrevivir cotidianamente, aceptar el pluriempleo, atenderse con obras sociales quebradas. Y las becas estudiantiles están congeladas”, detalló.

La lectura del documento terminó con un posible plan de lucha que involucraría una concentración en las oficinas de la CGT y CTA pidiendo por un paro general para poder incomodar al Poder Ejecutivo. El ambiente que se compartía entre los manifestantes, se materializó en cánticos y gritos que interrumpían el discurso, se podría resumir en las palabras incisivas de Alcaide: “La paciencia no es eterna”.