Las mujeres salieron a la calle y denunciaron las políticas machistas del gobierno

Las mujeres salieron a la calle y denunciaron las políticas machistas del gobierno

Miles de mujeres y disidencias marcharon desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo para enfrentar el desmantelamiento del sistema de protección de víctimas de violencia de género, y contra el discurso y práctica patriarcal del Gobierno nacional.

En el marco del Día Internacional de la Mujer, fueron miles las mujeres y disidencias que se hicieron presentes en distintos puntos de la República Argentina. En la Ciudad de Buenos Aires, la movilización fue convocada a las 16 bajo la consigna: “Paro internacional transfeminista, antirracista, antifascista, antipatriarcal y anticapitalista”. Comenzó en el Congreso de la Nación y culminó en la Plaza de Mayo.

Media hora después, por las intersecciones de Avenida de Mayo y Lima comenzó a desplazarse la primera cabecera hacia Plaza de Mayo al grito de “¡Unidad de las trabajadoras!”. Allí estuvieron personalidades de la política como Romina Del Plá y Vanina Biasi, diputadas del Frente de Izquierda. También la exministra de género, Elizabeth Goméz Alcorta.

Victoria Aguirre; vocera nacional y co-coordinadora del Observatorio de mujeres, disidencias y derechos de Mumalá dijo que marchó por la reivindicación de los derechos laborales y la precarización, agregó: “También por aquellas mujeres que sostienen hogares monoparentales, en Argentina es casi un 70 por ciento.. Por las 48 víctimas de femicidios en lo que va del año y los 182 intentos de femicidios”. Y concluyó, que desde el Observatorio se registró un femicidio cada 29 horas y un intento de femicidio cada 8.

 

Horas antes de que las calles sean colmadas, en la cuenta de Casa Rosada de X, el Gobierno nacional publicó un video por el Día Internacional de la Mujer. En el, son críticos con el gobierno de Alberto Fernández por la creación del ex Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad; “la ideología de género” y “la cultura woke”. En las imágenes se agregó además que en la gestión de Javier Milei durante 2024, “los homicidios de mujeres cayeron un 20%” omitiendo la figura penal de femicidio.

 

A raíz de este vídeo, Aguirre calificó al Gobierno como “mentiroso” y “promotor de violencia” dado que según la vocera, en ningún lugar de ese posteo hubo una intención de reacondicionar la situación de las mujeres y las disidencias por eliminar las violencias. Sino que hizo todo lo contrario: fomentó el odio hacia las feministas y diversidades, “como si nosotros fuésemos el problema coyuntural del país. El problema es el hambre, las políticas de ajuste y el desempleo”.

 

Mientras las horas transcurrían, los reclamos al ritmo de tambores y gritos eran los mismos: reducir la brecha salarial que actualmente es de un 27% según el INDEC; “dejen de matarnos por el simple hecho de ser mujeres”, en relación al registro de un femicidio cada 29 horas; el hogar es el lugar más peligroso para las mujeres y niñas. Según UFEM en Argentina el 73% de las víctimas conocía a su agresor. De igual modo se reclamó la presencia de mujeres en puestos políticos y empresariales relevantes y la garantia del aborto legal seguro y gratuito según la ley 27.610.

“Los femicidios son la punta del iceberg de la violencia de género”

“Los femicidios son la punta del iceberg de la violencia de género”

Cada 27 horas se registró un crimen de género en el país, según el informe de La Casa del Encuentro. Las especialistas Claudia Pekar y Raquel Vivanco alertan sobre la desidia del gobierno, que redujo programas, eliminó el Ministerio de las Mujeres e impulsa la derogación de la figura legal del femicidio.

En los dos primeros meses del año se registraron 55 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas, y 1 de un varón adulto, según el nuevo informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, dirigido por La Casa del Encuentro. De las víctimas, 51 hijas e hijos quedaron sin madre, el 55% de ellos menores de edad. Además, el 59% de los agresores eran pareja o expareja, y el 68% de las mujeres fueron asesinadas en su hogar. Buenos Aires sigue siendo la provincia con más casos (24), seguida por Santa Fe (9), Mendoza y Chaco (4).
“Lamentablemente esta cifra ­–que con mínimas diferencias se repite años tras año–, no sorprende a quienes trabajamos en violencia de género, porque sabemos que esta problemática está muy enraizada en nuestra sociedad. El femicidio es la expresión más violenta de la violencia física, pero es sólo una de los tipos en que se despliega la violencia machista, además de la violencia sexual, psicológica, económica patrimonial, simbólica y política”, señala Claudia Pekar, abogada especializada en género, voluntaria en la Casa del Encuentro y cofundadora de Generando Consultora.
Ante la falta de cifras oficiales, los datos recopilados mensualmente por distintos observatorios evidencian que los femicidios son una realidad innegable, a pesar de la postura del gobierno de Javier Milei. Raquel Vivanco, directora general y fundadora del Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”, que también publicó su informe sobre femicidios, menciona que en lo que va del año se registró un femicidio cada 27 horas. Al respecto, afirma: “Los femicidios son la punta del iceberg de la violencia de género. Por eso, el término femicidio tiene una dimensión política, utilizada para denunciar y visibilizar la gravedad de la violencia machista'».
Dicha tipificación, impulsada por la Casa del Encuentro, fue incorporada como agravante del homicidio en 2012 gracias a la lucha del movimiento feminista, que logró instalar un cambio de paradigma. “’El inciso 12 del artículo 80 del Código Penal incorpora el femicidio vinculado, que ocurre cuando se mata a alguien cercano a la mujer –hijos, madre, nueva pareja– con el objetivo de hacerla sufrir, o cuando alguien es asesinado al interponerse para defenderla'», explica Pekar.

«Ser mujeres o personas LGBTIQNB+ no implica ningún privilegio; por el contrario, somos asesinades por nuestra identidad. La tipificación del femicidio, la Ley de Identidad de Género y el Cupo Laboral Travesti Trans no son un ‘curro’, sino herramientas fundamentales para proteger a colectivos históricamente vulnerados, cuya implementación es responsabilidad del Estado», afirma Vivanco.
Sobre esto, Pekar apunta que si bien vivimos en una sociedad violenta, la violencia de género es un fenómeno específico y sistemático, cuya tipificación en el Código Penal responde a su frecuencia y a su arraigo en un patrón cultural. «La reforma del artículo 80 amplió el alcance de la pena más grave, la prisión perpetua, para incluir a exparejas y relaciones sin convivencia, antes excluidas. No se trata de negar otras violencias, sino de reconocer que el femicidio es un problema mundial, con cifras alarmantes en países como México, que registra diez casos diarios”.
Y agrega: “Argentina asumió compromisos internacionales al firmar la Convención CEDAW en 1979 y la de Belém do Pará en 1994, que exigen erradicar, sancionar y prevenir la violencia contra las mujeres. La tipificación del feminicidio y la Ley 26.485 responden a esos acuerdos, traducidos en políticas nacionales para combatir esta problemática».
Si bien desde el Observatorio informan que las estadísticas de femicidios se han mantenido a lo largo de los años, lo que vemos es que la violencia hacia mujeres y diversidades se profundiza en contextos adversos como el actual. “La negación de su existencia, sumada al desmantelamiento y desfinanciamiento de los espacios estatales destinados a la protección, asistencia y prevención, pone en peligro constante a mujeres, niñas, niños, adolescentes y diversidades, exponiéndolos a las distintas violencias tipificadas en la ley 26.485”, advierten desde La Casa del Encuentro. En esa línea, Vivanco subraya: “El desempleo creciente y el ajuste económico llevado adelante por Milei impactan especialmente en mujeres y diversidades, que muchas veces no cuentan con los recursos necesarios para salir de situaciones de violencia. La falta de autonomía económica es determinante para pensarnos libres de todo tipo de violencia”.

Una de las políticas que intentaba abordar esta necesidad, aunque de manera limitada, era el plan Acompañar. Este programa otorgaba un subsidio equivalente a un salario mínimo durante seis meses a mujeres y disidencias en situación de violencia, permitiéndoles encontrar un camino hacia la autonomía. “Muchas mujeres no pueden irse de sus casas porque no tienen recursos, ya que una de las formas de violencia es la económica-patrimonial. El Estado, al menos, reconocía esa necesidad. Ahora, las solicitudes aprobadas han caído drásticamente en comparación con gestiones anteriores”, sostiene Pekar.

Además, advierte que la consecuencia inmediata del desfinanciamiento y desmantelamiento de políticas de género es la falta de recursos y espacios de asistencia. “La eliminación del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad refleja la poca importancia que este gobierno le da a la violencia de género. Se han reducido dispositivos clave como la línea 144, que funciona las 24 horas brindando contención y asesoramiento, pero con menos operadores tras los despidos”.

Más allá del recorte de políticas, Claudia también alerta sobre el impacto de los discursos negacionistas y de odio que se han fortalecido con este gobierno. “No solo se desfinancian programas, sino que se instalan discursos que minimizan la violencia de género y refuerzan la homofobia y la lesbofobia. Ya hubo varias víctimas de crímenes de odio en lo que va de 2024 y comienzos de 2025, y esto es parte de ese contexto”.

En contraste, la abogada destaca la labor crucial de organizaciones como la Casa del Encuentro, que lleva más de 20 años brindando asistencia integral y gratuita a mujeres en situación de violencia, sin importar su ubicación. “Además de la atención presencial en la Ciudad de Buenos Aires, la Casa del Encuentro ofrece apoyo a través de llamadas y encuentros virtuales, brindando recursos a mujeres que no saben qué hacer, por dónde empezar ni qué derechos tienen».

Vivanco subraya que frente al odio y la crueldad del gobierno de Milei, la respuesta debe ser colectiva, y que la solidaridad es nuestra principal herramienta. «Le oponemos a este proyecto deshumanizante, un proyecto de vida y de felicidad. Este 8M paramos y volvemos a las calles para defender nuestras conquistas y afirmar que nuestras vidas tienen valor.», concluye.

Los feminismos en tiempos de Milei

Los feminismos en tiempos de Milei

Este 8 de marzo encuentra a los feminismos como uno de los blancos predilectos del Gobierno. ¿Qué consecuencias tienen esas políticas? ¿Cómo se enfrenta esta situación?

En este segundo año de mandato del presidente Javier Milei y en un contexto de creciente crisis económica, ¿qué particularidades tendrá esta edición de la marcha del 8M? ¿Cómo afecta la crisis a las mujeres y disidencias? ¿Qué rol ocupan los feminismos en este escenario?

Para responder a estas preguntas, ANCCOM salió a conversar con referentes de distintos ámbitos: Luci Cavallero, representante del movimiento Ni Una Menos; la socióloga y periodista especializada en estudios de género, Danila Saiegh; Luján Tramanzoli, trabajadora social del Juzgado Nacional Civil de Familia, y la filósofa Roxana Kreimer, quienes ofrecen un panorama sobre los desafíos y las luchas que marcarán este 8M y el movimiento feminista contemporáneo.

Contexto

En junio de 2024, el gobierno de Milei disolvió el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, responsable de prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Además de los despidos masivos, se desfinanciaron políticas nacionales que brindaban apoyo a mujeres y diversidades en situación de violencia, como el Programa Acompañar. “Muchas víctimas dependen económicamente de sus agresores, y este programa les permitía salir de hogares violentos. Actualmente, hay muy pocas nuevas beneficiarias”, explica Tramanzoli.

“La crisis económica agravó la vulnerabilidad de las mujeres a quienes acompañaba esa política. Ahora enfrentan mayores dificultades para acceder a alimentos, vivienda digna y cuidados para sus hijos”, sostiene. Sin alternativas, muchas deben seguir conviviendo con sus agresores. “Veo mujeres que presentan denuncias de violencia, pero, ante la falta de recursos y la ausencia de políticas de apoyo, terminan regresando a la convivencia porque no encuentran otra forma de subsistir”, agrega la trabajadora social. Cavallero, referente de Ni Una Menos, coincide con lo que Tramanzoli observa en su tarea cotidiana: “La crisis impacta haciendo que las mujeres tengan menos opciones para salir de los hogares donde hay violencia por razones de género”.

Además, “con este programa de ajuste brutal y shock neoliberal, donde el Estado se está retirando de la provisión de salud y educación, y se producen despidos masivos en las políticas públicas, las mujeres están absorbiendo todo este ajuste con el trabajo no remunerado, con tareas domésticas y de cuidado”, afirma Cavallero.

Por otro lado, Kreimer, quien se reconoce como “feminista crítica del feminismo hegemónico y del hembrismo”, suele señalar algunos sesgos que, en su opinión, dificultan la lucha que llevan adelante las mujeres. Por ejemplo, plantea una duda sobre si las mujeres sufren más la crisis que los hombres: “El único estudio cuantitativo que encontré le pregunta a las mujeres, pero no a los hombres, cómo las perjudica la crisis económica”, comenta, refiriéndose a una investigación del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana de Rosario. “El problema es que en la mayoría de los estudios con orientación feminista no se compara con lo que le ocurre a los hombres y se saca la conclusión de que a las mujeres las afecta más que a ellos. Incluso se habla de feminización de la pobreza”. Además, añade que en general a la pregunta de cómo afecta la crisis a las mujeres, se responde con “opiniones y la opinión es el escalón más bajo del conocimiento”, subraya.

El feminismo hoy

¿Cómo se sigue en este momento, con un feminismo ajustado y utilizado como chivo expiatorio? Tramanzoli propone que “se debe seguir luchando por los derechos conquistados. No podemos darlos por sentado, porque este gobierno avanza contra ellos. También es fundamental reconstruir los que ya fueron eliminados en este primer año de gestión mileísta”.

Asimismo, plantea la organización popular como alternativa: “Es importante también organizarse desde los márgenes de la institucionalidad y construir respuestas frente a la desprotección”. Si bien propone que debería ser tarea del Estado, señala: “Para este gobierno, impedir la violencia contra mujeres y diversidades dejó de ser una prioridad. Frente a esta realidad, el feminismo debe encontrar soluciones desde la organización popular”.

Por otro lado, Cavallero afirma: “El feminismo tiene un rol fundamental en la resistencia de la ultraderecha, porque propone un modelo completamente alternativo a la idea del individualismo y la violencia”. Así, explica que el feminismo pone en valor el cuidado, la interdependencia y el trabajo comunitario, que contrasta con las políticas del gobierno actual.

También subraya la importancia del feminismo en la construcción de alianzas: “Esto queda demostrado cada 8 de marzo, donde somos casi el único movimiento que puede mostrar una unidad de todas las fuerzas políticas en la calle. Es necesario hacer alianzas transversales donde aparezcan otros sujetos y sujetas políticas que también están en conflicto con este modelo”, sostiene. Para Cavallero, el feminismo tiene que dinamizar las alianzas políticas para enfrentar a este modelo y plantear una oposición, aunque reconoce que hay que hacer ajustes de estrategias para este nuevo tiempo.

“Tenemos que plantear más que nunca que el feminismo es una política de masas –susbraya-, no es un partido, no es un ghetto, no es un movimiento de efemérides, es un movimiento que está al interior de todas las luchas que dan nuestros pueblos”. En ese sentido, Saiegh plantea: “Creo que, en términos concretos, no hay tal partido del feminismo. Las feministas y los feminismos somos un montón de mujeres y disidencias viviendo nuestra vida, tratando de llegar a fin de mes”.

Para Tramanzoli, es imprescindible proteger la vida: “En nuestro país se produce un femicidio cada 35 horas. Si bien los desafíos son muchos y complejos, me parece que la problemática de la violencia de género y en especial en su modalidad doméstica, necesita por parte del feminismo respuestas urgentes”, plantea.

Para Kreimer, el feminismo debería dialogar con los grupos mileístas, ya que proponen algunas ideas que, según ella, podrían beneficiar a la sociedad. Entre ellas, señala, la necesidad reformar un sistema judicial sesgado contra los hombres, cómplice de falsas denuncias y violatorio de garantías constitucionales y de revisar las variables en la investigación de la brecha salarial.

¿Por qué la ultraderecha tomó de “enemigo” a los feminismos?

Saiegh apunta que “el feminismo no es un partido en el que podamos militar y ganar elecciones”, pero aun así se ha convertido en un enemigo para la ultraderecha debido a su capacidad de cuestionar el poder. Expresa que los feminismos han comenzado a interpelar “algunos lugares de poder, algunas narrativas que sostenían a los varones heterosexuales en los lugares de poder” y que, aunque ese cuestionamiento fue mínimo, bastó para generar una reacción violenta.

Cavallero complementa esta idea al señalar que el feminismo no sólo desafía estructuras simbólicas, sino también económicas y políticas. “El protagonismo feminista propone una forma de resolver la reproducción de la vida que va directamente en contra de este modelo individualista y violento que propone la ultraderecha”, sostiene. Expresa que la derecha responde con hostilidad porque el feminismo “antagoniza de manera muy concreta con este modelo de extractivismo, endeudamiento y concentración de la riqueza”.

Además, Cavallero señala que la ultraderecha recurre a la estigmatización para desviar los conflictos sociales. “Necesita generar una división al interior de la clase obrera para que el conflicto social nunca vaya hacia los de arriba”, afirma explicando por qué los feminismos y otros movimientos, como el de migrantes, son convertidos en enemigos. En este sentido, lo que la activista describe como una reacción neofascista contra el avance feminista también se inscribe en una estrategia más amplia: la derecha necesita fabricar adversarios internos para sostener su modelo de poder y concentración de riqueza.

La postura de Kreimer sigue una dirección diferente. Según ella, la respuesta ante el feminismo se debe a que “en general, apoya la violación de garantías constitucionales, como el principio de inocencia o la igualdad ante la ley, cultiva un victimismo que nos convierte en eternas menores de edad y descalifica los problemas de género que padecen los hombres, como si estuvieran compitiendo para ver a quién le va peor”.

¿Cómo interpelar a las juventudes?

Saiegh señala que “los feminismos no tienen la obligación de salir a conquistar militantes como lo hace un partido político”, el desafío es convencer a los dirigentes de que sus demandas son importantes. Desde su perspectiva, una tarea importante es darle sentido político a las experiencias de los jóvenes. “Por ejemplo, que una chica pueda interpretar su relación con la libertad y el deseo, la posibilidad de estudiar, votar, ser votada, ser presidenta, legisladora, dueña de una empresa o arquitecta”, expresa.

Además, sostiene que esta tarea de interpelación no es exclusiva del feminismo, sino que es parte de un desafío mayor: acercarse a quienes dicen no interesarse en la política y recuperar la exigencia de derechos al Estado. “Hay jóvenes que creen que su existencia se explica por la libertad en el mercado, como si el Estado, en términos políticos e históricos, no tuviera nada que ver con ellos”, advierte. Según su visión, esta desconexión se profundizó tras la pandemia.

Cavallero, en cambio, enfatiza la necesidad de construir un movimiento intergeneracional que convoque a los jóvenes y se organice en distintos espacios. “El feminismo tiene que acercarse y seguir haciendo un movimiento intergeneracional”, sostiene. Considera clave definir “cuáles son los vectores de politización y cuáles son las alternativas que propone el feminismo”. Para ella, el feminismo debe ofrecer respuestas concretas sobre el cuidado, las finanzas y el acceso a la vivienda. “Seguir teniendo un movimiento capaz de organizarse en escuelas, en universidades, en lugares de trabajo, es muy importante”, expresa.

La movilización por el 8M en 2025 se enmarca en un contexto de recortes estatales, crisis económica y un gobierno que desestima las políticas de género. Más allá de las diferencias internas, lo que parece quedar claro es que el feminismo sigue siendo un actor político clave en el escenario actual. En Argentina la violencia de género sigue cobrándose vidas y jornadas de lucha como el #8M son un espacio de debate, encuentro y resistencia, que sigue colocando en el centro las demandas de las mujeres y diversidades por una sociedad más justa.

Este 8M, la marcha comenzará a las 16:00 hs en Plaza de Mayo, bajo el lema «contra el hambre, el saqueo y la crueldad».

La marea verde de ayer a hoy

La marea verde de ayer a hoy

La fotógrafa Mónica Hasenberg convocó a mujeres de diferentes artes para presentar una muestra que acompañe imágenes que tomó durante la concentración por el 8M de 1984 frente al Congreso.

El 8 de marzo de 1984 grupos de mujeres se reunieron frente al Congreso en el Día Internacional de la Mujer, el primero luego de la última dictadura cívico-militar. La fotógrafa Mónica Hasenberg subía entonces las escalinatas en la plaza para buscar las mejores tomas. Hoy, sus registros se resignifican junto con las obras que forman parte de la muestra “Mujeres Artistas”, exhibida en La Casona Cultural Humahuaca.

“Convoqué artistas mayores de 60 años para recrear esa marcha. Cada una podía hacerlo como quisiera, ponerse a sí misma dentro con la ropa que usaba, o pintar familiares desaparecidos -cuenta Hasenberg en conversación con ANCCOM-. Queremos reivindicar a las que lucharon por nuestros derechos y estimular la militancia, la participación que nos hermana con otros en las conquistas colectivas”.

Las luchas populares son el centro del trabajo de Hasenberg desde que se vio conmovida por la historia de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y empezó, durante la dictadura, a formar parte de las rondas de los jueves. Hija de un fotógrafo y una madre concertista que había dejado la profesión al casarse, aprendió el oficio de niña. Así, el feminismo la atravesó, no por formación orgánica, sino como rebeldía a las injusticias patriarcales de su propia familia.

Sus fotos cuelgan de grandes banners en las paredes de la Casona. Algunas de las activistas retratadas volvían al país tras años de exilio y sostenían carteles con consignas marcadas por el contexto: «Machismo es fascismo», «Violación es tortura». También, se distinguían reclamos del momento como la «igualdad de los hijos ante la ley» y la patria potestad compartida, sancionados en 1985, así como el reclamo por la despenalización del aborto. Otras pancartas dan cuenta de reclamos que continúan sin respuesta: «Igual salario por igual trabajo».

Una de las fotos muestra a Susana “la Tana” Rinaldi, actriz y cantante, rodeada de mujeres que cargan sobre sus cabezas los carteles. “Fue la que más me atrapó, es imponente, se nota la fuerza que tenía esa marcha, como de avance”, cuenta la artista plástica y docente Adriana Tavares sobre la imagen que inspiró su obra “Manifestación”. Se trata de una pintura hecha con acrílicos donde destacan los colores y la expresión en las caras pintadas: todas con la boca abierta. 

En mis cuadros de marchas, la gente siempre está gritando”, agrega Tavares. Las pinta desde que transformó su perspectiva, antes prefería los paisajes y retratos. Cuando al mismo tiempo que criaba a sus hijos, logró estudiar, conoció el cuadro La libertad guiando al pueblo sobre la Revolución Francesa. “Me empecé a cuestionar las cosas, tenía la misma edad que los chicos que desaparecieron La Noche de los Lápices, mi padre era comunista, sentía que se los debía”, cuenta.

Otras pinturas expuestas son de Paula Pasini y Marcela Seoane, mientras que las artistas Ana Rosa Givanetti, Mónica Vidal y Silvia Carrasco optaron por técnicas mixtas. El collage está presente en muchas de ellas y es la técnica principal en los cuadros de Patricia Pellegrini y Verónica del Giudice. Por su parte, Vicky Biagiola realizó Mujeres de fuego a partir de acrílicos cortados con láser.

Con la coordinación de Ariel Muñoz y entrada gratuita, la muestra puede visitarse de martes a sábados por la tarde en Humahuaca 3508, en el barrio de Abasto.

“El placer es revolucionario” se lee en el cartel que aferra una mujer fotografiada por Hasenberg hace 40 años. ”Queriamos rescatar esa frase para pensar el cuerpo desde el disfrute de la sexualidad, pero también de la feminidad”, sostiene la escultora y arteterapista Estela Garber, sobre la idea detrás de su obra Chaleco antibalas Feminista. Se trata de una pieza de arte textil que realizó junto con la joyera Diana Torcoletti. Acerca del nombre, comentan que “ser feministas en este momento requiere portar metafóricamente un chaleco protector ante múltiples agresiones, como ironía del que usan políticos como Milei en los actos públicos”.

Su significado se refuerza a la luz de las amenazas del gobierno, algunas concretadas, de retroceder en materia de derechos. A la eliminación de programas y ministerios destinados a reducir la desigualdad, se le suma el proyecto de Ley Bases. La inclusión de la eliminación de la moratoria jubilatoria afectaría a mujeres que trabajaron toda su vida como amas de casa, o en trabajos precarios sin aportes. Por su parte, los cambios en licencia por maternidad permitirían a los empleadores hacer trabajar a una embarazada hasta diez días antes del parto.

El chaleco negro cuelga del techo en La Casona y sintetiza en las intervenciones  los avances de las luchas, como el acceso a los anticonceptivos y profilácticos, o la posibilidad de acceder a la educación y el mercado laboral. Al mismo tiempo, estas se articulan con experiencias personales:  “Diana tiene la costumbre de salir cerca del Parque Rivadavia los domingos a buscar muñequitos vintage que hacen a sus recuerdos, yo busqué distintos retazos en la casa de mi mamá y los agregamos también”, cuenta Garber.

En una esquina, destaca por su tridimensionalidad la obra de María Dogliotti. Sobre una base forrada con las fotos de Hasenberg, se erige un vestido rojo junto con unas hojas violetas y verdes, colores que distinguen al movimiento en los últimos años, especialmente a partir de su expansión con la lucha por la despenalización y legalización del aborto. Su título remarca uno de los sentidos más importantes de la muestra: La lucha sigue.

Unidas en la diversidad y ante la adversidad

Unidas en la diversidad y ante la adversidad

Madres, mujeres con discapacidad, trans, trabajadoras de la economía popuplar, jubiladas, adolescentes marcharon juntas en el 8M para protestar contra las políticas de Milei. ¿Cómo las afecta el ajuste?

Mery,  vendedora ambulante. 

“Desde que entró este presidente estoy mas preocupada porque no puedo conseguir ningún trabajo. Soy madre soltera y tengo una hija de 12 años que va a la escuela y en la secundaria me piden muchos materiales y no me alcanza la plata, pero no me dejo caer.”

Mariela Verzero, psicóloga especializada en casos de violencia sexual. 

«En el consultorio, que es el área donde más afecta el ajuste, las personas que atraviesan esta problemática no tienen el dinero para pagar la atención de las consecuencias de la violencia sexual. Y si trabajás por obras sociales, pagan a los 90 días. Cuando se cobra, el dinero ya se devaluó, no te sirve; la inflación se come ese aporte. Entonces, le impide a las personas acceder a la atención, y a nosotros a trabajar».

 

Victoria, mujer con discapacidad movil.

«El ajuste me pega no solo por la parte economica, que ya es algo muy dificil, si no porque el gobierno de turno usa términos horribles para nuestra comunidad. El presiendente se burla de los chicos con sindrome de dawn, uso palabras como ´mogólico´ para discriminar, me parece espantoso. Y, aparte de todo, las personas con discapacidad cada vez mas tenemos que luchar más para obtener nuestros medicamentos, lo mismo que los pacientes oncologicos. Es algo que a mi me ha golpeado desde el minuto cero».

 

Magda, jubilada.

«El ajuste me afecta dolorosamente por ser jubilada. Creo que merecemos tranquilidad a esta altura, habiendo trabajado toda la vida. Lo hicimos honestamente, entregando nuestro esfuerzo y, por lo tanto, queremos que nos retribuyan, que nos respeten como personas, y que nos den lo que necesitamos y merecemos.Esto que estamos pasando es una angustia».

 

Araceli Pasmera, trabaja en el Área de Desarrollo Social de Género y Diversidades del municipio de Escobar. 

“Hoy nos atraviesa el hecho que no podemos llegar a fin de mes, que nos viven violentando como colectivo trans y que el Estado se está volviendo cada vez más ausente. Vamos a seguir en las calles para visibilizarnos y no retroceder en cuanto a derechos conquistados”.

 

Vanina Beira, integra la Campaña Nacional por el Aborto Libre, Seguro y Gratuito.

«Esta vez vine por mi cuenta y traigo conmigo a todas las compas que mató este sistema patriarcal, que se viene reforzando día a día con gobiernos como el de Javier Milei, donde justamenete para conmemorar el Día de la Mujer, le quitan el nombre al Salón de las Mujeres. El ajuste es terrible: tengo 48 años y no consigo trabajo, agarro el auto y hago Uber, llevos mujeres nada mas porque llevar varones es una complicación».

 

Rocio (izquierda) y Croma (derecha), autoconvocadas.

«Este ajuste los estamos viviendo como el orto, con el trabajo, con el alquiler, con los precios de la comida. Nos quedamos sin laburo hace unos meses y nos quedamos sin casa tambien. Por suerte conseguimos algo por una persona con la que más o menos pudimos hacer un arreglo; pero la situación habitacional es un desastre, más después del DNU. Ya no te alcanza la guita.» 

Liliana (izquierda), docente e integrante la agrupación Nuevo Encuentro de la localidad de Presidente Perón; María Amelia (centro), referente del Plab FinEs  y Adriana (derecha), docente del Plan FinEs.

“Este 8 de marzo marchamos en un contexto de una pérdida total de la visibilidad de los derechos del pueblo. Siempre somos las femeninas las que estamos a la palestra de todo lo que es la economía social, popular y doméstica” afirma Liliana. Adriana agrega: «Son los alumnos quienes se ven perjudicados al no poder continuar con sus estudios frente a las actuales normativas del gobierno”. María Amelia completa: “No estoy a favor de todas las payasadas que está diciendo el presidente al burlarse de la legalización del aborto. Hoy vengo a defender los derechos de la educación y de las mujeres”.

 

Rocio, madre soltera.

«El ajuste me afecta porque no solo jamás llego a fin de mes si no tengo que estar midiendo entre criar a mi hija o salir a laburar por un mango más que tampoco alcanza para cubrir mucho. Tengo que poner en una balanza el tiempo que le doy a mi hija , estoy siempre contra la espada y la pared. A Milei le digo que salga más a la calle y que vea al pueblo, que nos estamos cagando de hambre».

 

Elizabeth, integrante del Grupo Afingheira y terapista ocupacional.

«El ajuste es tremendo, no llego a fin de mes, ni siquiera para poder hacer las cosas que me dan placer con mi cuerpo, como tocar el tambo o danzar. Es muy dificil seguir, estoy angustiada todos los dias».

 

Marcela Pedernera, integrante del Frente de Artistas del Hospital Borda.

«Todos los años preparamos una obra para presentar. Este año era en Chapadmalal pero no se va a dar, trabajamos todo el año para llevarla a escena y el recorte nos hace imposible poder viajar».