Misiones, la pionera de las leyes agroecológicas

Misiones, la pionera de las leyes agroecológicas

La provincia es la primera en sancionar una ley que promueve la producción de bioinsumos, y se suma a otras provincias que prohibieron el uso de plaguicidas como el glifosato. La sanción llegó pese al lobby empresario.

El 22 de junio se aprobó la ley de promoción de producción de bioinsumos en la provincia de Misiones, la pionera del país en tomar la iniciativa para un cambio ecológico en las chacras misioneras y crear una alternativa al uso del glifosato en sus producciones. Un día después de ser sancionada, el lobby empresarial se hizo sentir con quejas publicadas en La Nación acusando la “ausencia de diálogo”.

La queja tenía su origen: el glifosato, herbicida químico utilizado en las producciones misioneras y catalogado por la OMS como cancerígeno, protagonista de causar irritaciones oculares, deformaciones e impacto en el sistema endocrino, quedará prohibido en el lapso de dos años en el territorio provincial. Mientras tanto, los productores y productoras deberán iniciar su transición progresiva hacia prácticas sostenibles y agroecológicas. 

“¿Por qué no cuidar el ambiente, por qué no ser sustentable – sostenible con las generaciones futuras? -se pregunta Leonardo Amarilla, subsecretario de Planificación del Ministerio del Agro-. Misiones tiene una población joven que ya tiene otra cabeza. Hay un choque generacional de padre e hijo o abuelo y nieto, porque durante 30 años usaron glifosato, entonces les va a costar el cambio. Pero el debate está sobre la mesa y la chacra. ¿Por qué usamos esto? mirá cómo crece la lechuga, con sabor a lechuga, con el biofertilizante”.

Uno de los sectores que se encuentran en resistencia y total rigidez sobre un cambio sustentable y saludable es la Sociedad Rural. En cambio, los pequeños y medianos productores misioneros ya apuestan al nuevo cambio de paradigma. 

La ley denomina bioinsumo a todo producto biológico que consista o haya sido producido por microorganismos o macroorganismos, destinados a ser aplicados como insumos en la producción agropecuaria, agroalimentaria, agroindustrial y agroenergética.

La provincia cuenta con una biofábrica donde las cooperativas realizan sus propios bioinsumos y las empresas proveen los biofertilizantes y biopesticidas a los productores y productoras. El encargado de brindar capacitación y asesoramiento sobre el uso de estos productos es el Estado.

El objetivo principal de la ley es establecer un marco regulatorio para la investigación, desarrollo, producción, procesamiento, registro, comercialización y utilización de productos biológicos naturales -bioinsumos- que aporten a las políticas de sostenibilidad y sustentabilidad en la Provincia. 

De esta forma, poder generar líneas de trabajo colaborativas donde se promueva el desarrollo de insumos biológicos y la utilización de métodos orgánicos, junto a un adecuado manejo del riego agropecuario, uso del agua y técnicas relacionadas con el reciclaje de materiales orgánicos para mejorar la fertilidad de suelo, el control de plagas y enfermedades. 

Como resultado se espera un consumo más sano, cosechas rentables y que las familias productoras puedan seguir conservando las propiedades del suelo sin dañarlas. De esta manera, priorizan y resguardan el bosque, la selva, el uso y consumo del agua, los árboles y animales nativos de Misiones, ya que cuenta con el 52 por ciento de toda la biodiversidad del país.  

Asimismo, la ley plantea la creación del Registro Provincial de Productores de Bioinsumos de todas aquellas personas que tengan como objetivo la investigación, desarrollo, elaboración, producción, exhibición y comercialización de sus propios productos biológicos y derivados. Esto permite una soberanía productiva, alimentaria y economía circular, donde los desechos orgánicos, como pueden ser cáscaras de algún cítrico, permiten la producción de otro alimento diferente, sin la necesidad de usar un agroquímico. 

El objetivo de Misiones es vender los bioinsumos, derivados de organismos vivos, a nivel nacional, regional e internacional, ya que es la provincia que se encarga de exportar el 92 por ciento del té que se produce en Argentina y miles de kilos de yerba a lugares como Estados Unidos, el Sudeste Asiatico y Europa. 

Para Amarilla, los bioinsumos son la ciencia, la tecnología e innovación aplicada a la chacra: “Es un estudio, un laboratorio para beneficiar a la chacra y su producción. Es un antes y un después. Estamos fumigando con drones; el campo y la chacra va por ese lado, no para ver que otro veneno le ponemos, sino para qué sustituto encontramos de los agroquímicos”.  

“La situación de los medios sin fines de lucro es estremecedora”

“La situación de los medios sin fines de lucro es estremecedora”

«Hay una creciente estigmatización de muchos funcionarios estatales en América hacia las mujeres», señala Loreti.

El argentino Damián Loreti, abogado y doctor en Ciencias de la Información, ha sido elegido como uno de los finalistas en el proceso de selección a Relator de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Son diez expertos y expertas de distintos países de la región –sobre un total de 81 postulantes– y el próximo 15 de septiembre se conocerá quién ocupará ese puesto clave.

La trayectoria de Loreti avala su nominación: cofundador de la Coalición por una Radiodifusión Democrática; coautor de la Ley N° 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en 2009 (que reemplazó la de la última dictadura); director de la Carrera de Ciencias de la Comunicación (UBA) entre 2002 y 2006, vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) entre 2006 y 2010; vicepresidente de Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC); secretario del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), profesor de grado y posgrado y la lista sigue.

En vivo y en directo, Loreti prefiere evitar los formalismos. “Me muero de la vergüenza”, confiesa. Aislamiento social de por medio, conversó con ANCCOM sobre libertad de expresión, derecho a la comunicación, acceso y sus principales amenazas en la actualidad nacional y mundial.

¿Qué significa ser Relator de Libertad de Expresión?

En el marco de la CIDH, hace unos 22 años se creó una unidad especial con un funcionario a cargo, que no es un comisionado, que se llama Relatoría Especial de Libertad de Expresión. Hace unos 12 ó 13 años se empezó a elegir en base a un concurso llamado por la CIDH. Se presenta alguien que cumple con ciertas condiciones: periodistas, abogados, licenciados en relaciones internacionales o comunicación social, politólogos, con conocimientos y experiencia en el mundo de derechos humanos y la libertad de expresión. El mandato dura tres años con derecho a una renovación. El Relator, de la mano de instrucciones que le va fijando la Comisión, fiscaliza la situación de la libertad de expresión en el continente, hace requerimientos en los países, informes nacionales o genéricos, y lleva los casos que se presentan ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.

¿Cuáles son los temas de incumbencia?

Van desde violencias y agresiones a periodistas y personas que toman la voz pública, derecho a la protesta, responsabilidades civiles y penales, temas de radiodifusión, de concentración. Temas de vida privada, cibervigilancia, hay informes sobre la situación de las mujeres periodistas y trabajadoras de los medios. Hay antecedentes de trabajo sobre libertad de expresión y discurso del odio, o discurso discriminatorio, con un énfasis en particular en cómo resolver esto en relación a la población LGTBI. También con redes sociales, activistas digitales y plataformas.

¿Qué significaría para usted poder desempeñarse en ese cargo?

La Relatoría tiene 20 años de trabajo atrás. El principal objetivo sería ir mejorando los estándares, llevar un poco más de litigio a la Corte Interamericana. Hay algunos temas que no han sido todavía litigados, como radiodifusión comunitaria, temas de concentración, de plataformas y libertad de expresión. Hay que trabajar más el tema de discursos y población LGTBI. Aumentar fuertemente la protección a las mujeres que hacen ejercicio de la libertad de expresión, sea de modo profesional o no. Porque ahí ocurren situaciones de discriminación estructural, en términos de condiciones de trabajo, de protección; y hay una creciente estigmatización de parte de los funcionarios estatales de mayor autoridad en muchos países en América hacia las mujeres de modo muy despectivo y violento. Desde Canadá, hasta países caribeños y del cono sur.

¿De qué manera se podría intervenir?

La Relatoría publica comunicados manifestando preocupación y en algunos casos beneplácito por medidas de gobierno o situaciones puntuales. Puede pedir informes a los Estados ante una determinada circunstancia. Está la posibilidad de llevar casos y plantearle a la Comisión la elaboración de algún estándar de interpretación de hacia dónde debería ir una mayor protección a la libertad de expresión en un contexto de un continente que cambió mucho en los últimos seis años. Hay una creciente elección de gobiernos de centroderecha o derecha muy restrictivos en esta materia. Las modificaciones a las leyes que se están dando de modo regresivo en varios países son una muestra de eso.

«Hay una creciente elección de gobiernos de derecha muy restrictivos en materia de libertad de expresión», dice.

¿Cómo califica la gestión de Mauricio Macri en materia de legislación de la comunicación? 

Atroz. Sólo por dar unos ejemplos, la persecución que ha habido a activistas digitales es gigantesca, el proceso de concentración que se ha dado es enorme, y las reformas a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual por decreto fueron cuestionadas por la CIDH como regresivas y no respetuosas del principio de legalidad.

¿Qué expectativas tiene respecto al gobierno actual?

Desde la sociedad civil, el principal reclamo va a ir por el lado de la sustentabilidad de los medios, sobre todo de los más chicos y los que no están en plataformas. Históricamente, el dinero que estaba en los medios abiertos se fue yendo hacia el cable. Luego hacia las señales. Y ahora, incluida la publicidad oficial, se fue a las plataformas, que en muchos casos no generan producción local. Eso desfinancia las instancias de pluralismo y diversidad. Hoy el gran tema, de la mano con lo que ocurre con el COVID-19, es cuál va a ser ese modelo no sólo en Argentina sino en muchísimos lugares. La retracción de todo tipo de mercados publicitarios imaginables y la situación de los medios sin fines de lucro y del interior de los países es estremecedora. Si bien crece la audiencia, no crece la facturación de los medios abiertos. Según la CEPAL, el 43 por ciento de la población de América Latina no tiene banda ancha. En este contexto, toman importancia los medios abiertos, públicos, comunitarios, incluso los comerciales, en la medida en que no estén comandados por una misma empresa y con una sola voz. Son instancias de pluralismo en las cuales la gente no paga por ver y escuchar y mantiene además el anonimato de aquello que escucha, cosa que en las redes no ocurre.

¿Cuál es su opinión sobre la cobertura de la pandemia en los medios? 

Hay de todo. El gran problema es de qué manera se genera mayor capacidad de voces que desmientan las 18 horas de alarma de noticias todo el tiempo. No es solo un problema nacional. Y de qué modo se permite la verificación de datos ostensiblemente falsos o medias verdades. O se sacan las condiciones reales por las cuales se hacen determinadas cosas, y cuando se le pone un solo título aparece distorsionado. El ejemplo más reciente es el de los test rápidos. Salió en algunos diarios que el Estado había hecho cualquier cosa y que ese mecanismo de tests tiene sus límites. Pero eso se sabía cuando se lo contrató. Ahora, si alguien omite decir que eso viene con límites específicamente determinados y con un fin determinado, se trata de la construcción de realidad en función de intereses económicos, como siempre se rodearon los medios. Ahí quisiera enfatizar la diferencia entre periodistas y medios. Los trabajadores de los medios no tienen negocios por fuera. Y las presiones económicas que sufren los medios, más allá de sus líneas editoriales, impactan sobre los trabajadores.

Respecto a las noticias falsas, ¿qué postura debería tomar el derecho?

Primero, en el marco del Sistema Interamericano, no hay capacidad de censura previa. Segundo, no siempre las fake news se refieren a personas. En ese caso, habría derecho de rectificación o respuesta. Dicho esto, hay otro tipo de fake news que operan sobre una realidad sin referencia a una persona en particular y ahí el derecho de contestar de la sociedad es más complejo. Las elecciones en Brasil, el Brexit, o el referéndum colombiano, no hacían referencia a un candidato en particular. Los europeos optaron por fijar, en países como Francia o Alemania, algunas reglas en función de elecciones y fake news. Pero, en algunos casos, hay una injerencia directa de los jueces en lo que los medios pueden decir o no. Entonces, la gran mayoría de las personas suele preguntarse cuál es la responsabilidad en materia de fake news. Considero que el tema de la responsabilidad es algo menor frente a la necesidad de generar instancias de chequeos, de mayor accesibilidad a las fuentes por parte de las personas que puedan estar alcanzadas por las fake news y no tengan capacidad de replicar por esa falta de acceso. Muchos dicen “sólo difundan lo que se publica por parte del Estado”, y eso es complicado como regla, porque el Estado no está siempre del mismo modo. Nosotros podemos sentirnos confortados con lo que hace Télam, pero si mirás en otros lugares la construcción de las estadísticas tal vez no tiene siempre las mismas fuentes. No estoy de acuerdo en que sólo hay que difundir la información oficial. Tiene que haber mecanismos de acceso a la información y transparencia informativa, pero no como fuente única.

¿Qué medidas se podrían tomar para favorecer el pluralismo informativo y cultural?

El gran tema es el financiamiento. Hay muchas iniciativas que necesitan porte para armar sus modelos de gestión. Pero hoy los medios no tienen modo de sostenerse con una retracción del mercado como la que existe. Ni hay un compromiso de financiamiento y pluralismo por parte de los que están llevando plata a sus cuentas sin generar ninguna producción. Esto existe en Estados Unidos, Suecia, España, Francia, Holanda, mecanismos de tomar plata de ingresos de ciertas explotaciones a los cuales se le agrega un impuesto puntual. Acá se podría trabajar sobre el IVA y reasignarlo. Y así generar un mecanismo transparente de financiamiento y pluralismo. En definitiva, se trata de eso y cada vez más. Mucho se ha hablado que esto es un tema de control de competencia, como si fuera solo un problema económico. Y ya desde el 2004 la Relatoría especial y luego otros relatores de libertad de expresión de otros continentes, y la propia CIDH, han venido diciendo que el pluralismo no se garantiza con control económico de concentración solamente, eso es un control a posteriori. Lo que garantiza el pluralismo y la diversidad es el control inclusive de la concentración indebida. Porque lo que se protege es la opinión pública, y no un problema de acumulación económica.

Letra muerta

Letra muerta

Pese al compromiso firmado el 22 de noviembre pasado entre el gobierno, empresarios y sindicalistas nucleados en la CGT, para evitar el despido de personal hasta el 1 de marzo de este año, el último informe del Centro de Economía Política Argentina -CEPA- revela que hay un promedio de 190 trabajadores por día que son despedidos.

En total ya suman 245.466 los despedidos y suspendidos desde que asumió Mauricio Macri, entre los 74.655 del sector público y los 170.811 del sector privado. Las principales ramas afectadas son la de construcción, metalúrgica y textil, aunque no son las únicas. En tanto, desde la firma del pacto, hace 3 meses, se destruyeron más de 13 mil puestos.

Las cifras del CEPA contabilizan los despidos a partir de la asunción del macrismo en diciembre de 2015 y detallan que el sector más afectado por esta problemática es el de la construcción, con 60.626 pérdidas de fuentes de trabajo. Le sigue la rama de la metalúrgica con 17.567 entre despidos y suspensiones. ANCCOM intentó dialogar con los referentes de la UOCRA y la UOM pero no hubo respuesta desde esos gremios.

Cooperativa Subpga. Foto: Archivo ANCCOM

Cooperativa Subpga. Foto: Archivo ANCCOM

Ola de despidos

Hace una semana, la empresa alemana Mefro Wheels cerró su planta en Rosario y dejó sin trabajo a 170 empleados. A fines de enero, la ensambladora de computadoras Banghó había hecho lo mismo con más de 200 trabajadores, de su fábrica ubicada en Vicente López. Luego de la protesta de la UOM, esos despidos se convirtieron en suspensiones. Por otra parte, también durante enero cerraron dos plantas de la empresa textil Alpargatas, empujando al desempleo a unas 200 personas.

Hernán Letcher, economista y director del CEPA, explica que la situación en la construcción se debe a la paralización de la obra pública a inicios de 2016. En cuanto al sector metalúrgico agrega: “En general es una actividad vinculada a la mayoría de los sectores productivos, como todo se retrajo, esto la afectó por distintos lugares”.

Otra de las ramas más desfavorecidas es la textil, que sufrió, según los registros del CEPA, 3.752 pérdidas de empleo y 11.820 suspensiones. Hugo Benítez secretario general de la Asociación Obrera Textil-AOT- se refiere a las dificultades que atraviesa su sector: “Es todo una cadena, aumentan los insumos porque hay una inflación del 41%, hay recesión en la producción, no hay consumo y eso hace que la industria nacional esté prácticamente paralizada”.

Como la mayoría de la actividad económica, la industria textil fue perjudicada por la apertura de las importaciones y la caída del poder de compra. Al respecto, Letcher señala: “El área textil está íntimamente ligada al mercado interno, al caer el salario real un 6%, se vio afectada y más si incluso parte de los que se compra viene de afuera”. Benítez, de la AOT, alerta sobre la situación: “Si la política económica no habilita la posibilidad de que se reactive el consumo, chau. Todas las empresas que suspendieron y despidieron, si cuando reincorporen a la gente no tienen la posibilidad de sacar el stock, los trabajadores vuelven otra vez a las casas o a la calle”.

En el estudio realizado por el CEPA también se registra la expulsión de trabajadores en otras áreas de la producción que no llegan a ser tan impactantes aún. Es lo que ocurre por ejemplo con el sector de frigoríficos donde se registraron 3.071 despidos. Lo mismo que en plásticos y curtiembres donde hay 406 entre cesantías y suspensiones para el primero y  374 para el segundo.

Claudio Blanch, secretario general adjunto de la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus Derivados, señala que en su sector donde el 20% de la producción se exporta, los conflictos se dieron en el área comercial debido al impacto en las ventas de la caída del consumo de carne vacuna. El sindicalista destaca que su gremio no sufrió grandes despidos aunque reconoce que hay mermas en la cantidad de horas de trabajo, lo que en definitiva influye en los sueldos: “Tenemos una herramienta fundamental que es la garantía horaria, son 140 horas mensuales garantizadas que si no se llega a cumplir esa cantidad las tienen que pagar igual. Es una instrumento que están utilizando mucho los empresarios y por eso no hay tantos despidos”, puntualiza.

En curtidores,  las características de la industria, que exporta el 93% de la producción, también minimiza el impacto de los conflictos. Sin embargo, Walter Correa, Secretario General de la Federación del Cuero admite dificultades para la pequeña empresa: “Las pymes están muy expuestas al cierre debido a que la industria consume mucha agua, energía y gas. Estos factores indispensables son los que están sufriendo los tarifazos y es lo que termina afectando los puestos de trabajo.” Además, Correa advierte que la combinación de “las importaciones, el tarifazo y que se haya detenido el consumo local, son las tres causas que detonan la pérdida del empleo”.

Letcher, en la misma línea que Correa, agrega: “De las tres razones, la más importante es la caída del salario real, es la que más ha afectado la producción interna”. Y aunque analiza que no se prevé que en el 2017 vayan a mantenerse los mismos niveles de destrucción del empleo que los del año 2016, alerta sobre las importaciones: “Todavía no han llegado a su techo, lamentablemente van a hacer estragos incluso todavía más adelante.”

Cooperativa Subpga. Foto: Archivo ANCCOM

Cooperativa Subpga. Foto: Archivo ANCCOM

Desde las bases

Actualmente, dentro del gremio liderado por Correa, trabajadores de la curtiembre Espósito en Avellaneda, mantienen un conflicto con la fábrica, que estuvo cerrada durante un mes en octubre del año pasado. Al reabrir en noviembre, de 108 trabajadores que había, despidieron a 58. Aún hoy esos empleados aguardan una audiencia en el Ministerio de Trabajo para llegar a un acuerdo con los dueños de la empresa que ni siquiera presentaron una propuesta de pago por las indemnizaciones correspondientes. Daniel Flores, delegado en Espósito,  advierte que: “Ya veníamos con una baja de trabajo pero no como para que despidan así a 58 compañeros”.

Correa se muestra escéptico respecto al rol del Estado: “El Gobierno echa gente desconociendo los propios acuerdos que firma. Y el viceministro de Trabajo (nota de la r: Miguel Ángel Ponte) les responde a los compañeros gráficos que no puede hacer nada porque la situación está superada”. Recordemos que a fines de enero el Grupo Clarín despidió a 300 trabajadores de su  planta de impresión del barrio porteño de Pompeya.

Otra empresa en donde hubo conflicto durante el último mes fue Mascardi, perteneciente al sector del plástico. En enero hubo 42 cesantías, que fueron reincorporadas por la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo. En febrero al vencer la medida se volvió a despedir a los mismos empleados y a otros ocho, originando la toma de las instalaciones de la fábrica. “La toma se decidió levantar porque dieron marcha atrás con los despedidos, los nuevos y los viejos, y se comprometieron a pagar el 100% las indemnizaciones”, comenta Emmanuel Kommers, delegado en Mascardi y agrega: “Están siguiendo una línea general. ¿Quién les va a decir algo?. Es un ajuste a todos, no solamente acá, hay miles de lugares que están iguales o peor”.

 

Marcha Federal a Plaza de Mayo; 02 de Septiembre de 2016; Foto: Nicolas Parodi / ANCCOM

Marcha Federal a Plaza de Mayo, septiembre 2016. Foto: Archivo ANCCOM

Perspectivas

“En lo que tiene ver con la industria los despidos crecen todos los meses a una tasa relativamente uniforme”, señala Letcher y en base al acuerdo antidespidos firmado por el gobierno y empresarios el 22 de noviembre pasado señala: “No tuvo efecto básicamente, las grandes empresas que lo firmaron también despidieron.” Efectivamente, el cálculo realizado por el CEPA marca que desde la firma del compromiso se produjeron 13.291 nuevos despidos, lo que se traduce en un promedio de 190 por día.

Sobre esta cuestión, Benítez, de la AOT, opina: “Las empresas que habían firmado el compromiso de no despedir, son las mismas que salieron de la Casa de Gobierno y lo que hicieron al llegar a sus empresas fue hacer todo los contrario.” En cuanto a la recuperación de los puestos de trabajo Letcher concluye: “En el sector industrial, claramente los despidos no se han repuesto. Pero en términos generales, a cualquiera que echen de cualquier actividad, está en problemas porque no tiene dónde conseguir trabajo”.

 

Actualizado 22/02/2017

El rock nacional ya tiene su “lado A”

El rock nacional ya tiene su “lado A”

Desde aquellas primeras experiencias, a cuya celebración acudieron los jóvenes como actor dinámico en un escenario de sociedades de masas, el rock argentino ha sido un espacio para la  exploración, sublimación y expresión de inquietudes relativas a la existencia. Son muchas y diversas las creaciones de sonidos y letras que dieron sentido y continuidad a una historia repleta de protagonistas, de cuyas relaciones son producto muchas de las bandas más representativas de este medio siglo de vida.

En conversación con Miguel Dente y Daniel Gaguine, autores junto a Matías Recis del libro 50 años rock – lado A, se entrevé la intención que los movió a realizar un nutrido trabajo periodístico, documental, y de investigación relativo los primeros 50 años de existencia de este género musical que marcó a la Argentina. Se trata un trabajo que busca contribuir a la reconstrucción histórica, rehusando toda mitificación. El libro es el resultado de una amplia investigación contextual a cargo de Dente y de un extenso periplo de entrevistas -más de cien- realizadas por Gaguine y Recis. El Lado A contiene los primeros 25 años caracterizados por 25 grandes discos de las más representativas bandas, desde Los Gatos hasta Sumo.

Con un prólogo a cargo de Lito NebbiaLito Nebbia, 50 años rock. Lado A ya se encuentra disponible en www.disconario.com.ar. La presentación oficial será el próximo viernes 23 de septiembre en Café Vinilo, contará con la presencia de los autores, la coordinación del periodista Emiliano Scaricaciottoli y la participación de los mùsicos Ignacio Arigós y Marcelo Filippo.

¿Qué es el rock para ustedes?

Miguel Dente: Yo creo que es una forma de pararse ante la vida. Cuando dicen que es una actitud yo estoy de acuerdo, es también una rama del arte que te permite abrir la cabeza y ayudar a que el resto la abra. Eso resulta fundamental, termina siendo una herramienta que no hay que descuidar. Es esa necesidad de explorar por diferentes canales, de no quedarse uno con su quintita. Creo que es parte del trabajo que hacemos.

Daniel Gaguine: El rock para mi es la banda de sonido de mi vida, es lo que me acompañó todo el tiempo. Yo escucho rock desde muy chico y me sirvió para ir indagando sobre distintas ideas, distintas formas de abordar la cultura. Lo primero que escuché cuando era niño fueron los dibujos animados de Los Beatles que pasaba el viejo canal 7, y hoy no hay día que no ponga un disco o algo que me interese, desde rock argentino hasta rock británico, u otros géneros como el blues o el jazz.

¿Cuál creen que es su contribución al rock con este libro?

DG: Con el libro quisimos darle a los músicos la chance para que se escucharan sus voces. A lo largo del tiempo nos hemos topado con diferentes versiones en las cuales no se respondía a lo que realmente había pasado. Había mucho mito suelto, mucha verdad no escrita que no era tal. Entonces, qué mejor que tener la posibilidad de iniciar una investigación y que los propios músicos cuenten cómo fueron desarrollándose los acontecimientos, para que la gente sepa y para que ellos cuenten sus historias; pero amén de los músicos que participan, el libro también cuenta con las voces de ingenieros de producción, ingenieros de sonido, managers, los cuales también son parte fundamental en algunos casos. Por ejemplo Jorge Álvarez, Jorge Pistocchi, el Portugués Da Silva, Álvaro Villagra, Mario Breuer, Gustavo Gauvry, toda gente muy importante para el rock.

MD: Además, es gente que plantea una cuestión horizontal, porque atravesaron a casi todas las bandas y todas las épocas. Son tipos que estuvieron ahí siempre, en un estudio o en otro, trabajando con un sello o para quién fuera. Siempre estuvieron al pie del cañón.Tuvieron contacto con todos los músicos y en sus diferentes etapas, dado que los músicos fueron cambiando bastante. El hecho de hacer 50 bandas en total, 25 en el Lado A y 25 en el Lado B, posibilita que cada uno abra la puerta que quiera y después siga profundizando sobre ese grupo o esa banda que le interesó. Dar un pantallazo para que después la gente se meta y siga investigando por su cuenta o escuchando. Esa intencionalidad se ve en los anexos, allí aparecen las bandas afines a las bandas principales de cada capítulo, y a su vez también al final del libro aparecen los solistas que surgieron de esas bandas. Por supuesto, por una cuestión de espacio no se puede profundizar, lo que uno  hace es tirar la granada y que explote en la casa de la gente.

En relación al trabajo documental, ¿Qué periodos les llevó y qué obstáculos tuvieron en el camino?

MD: El trabajo quedó como dividido en dos partes. Daniel y Matías se ocuparon de entrevistar a todos los personajes de cada una de las bandas, y yo me ocupé de la tarea de investigación que abre cada uno de los capítulos. Fueron tiempos más o menos parejos, porque en realidad condensar en dos páginas toda la data que uno tiene para dar un pantallazo de cada banda, de lo que fue su actividad, es complicado. Además, es difícil elegir la forma de mostrarlo, la cuestión gráfica, alguna apostilla, algún detalle de color, algo más general y algo para el coleccionista.

DG: En el caso de las entrevistas, cada una de ellas duraba en promedio dos horas. En el primer libro -el lado A– tenemos 99 entrevistas, imaginate que a dos horas cada una dan casi 200 horas de material. Se fue haciendo una vorágine de crudos importante.

MD: Y también hay un archivo fílmico muy importante, porque cada una de las notas que hicimos las filmamos. Hay pocas personas que no fueron filmadas, por pedido expreso de los artistas.

El libro 50 años rock – lado A, un nutrido trabajo periodístico, documental y de investigación relativo los primeros 50 años de existencia de este género musical que marcó a la Argentina.

¿Con qué entrevistado se sorprendieron o se emocionaron?

MD: Yo opino por lo que desgrabé, porque no estuve en las entrevistas. A mí me sorprendió el testimonio de Beto Zamarbide, de V8. Me gustó particularmente porque habló de música y de otras cosas que me parecían útiles dejar en claro, una parte más política, representativa de todo un momento en el cual surgió la banda. Siento que aprendí porque era una de las que estuviera tan al tanto.

DG: Es muy lindo encontrarte con personas que quizás uno las tiene idealizadas y después tal vez te reunís en un barcito… Una que nos pasó, por ejemplo, fue cuando nos entrevistamos a Daniel Melingo en un bar de Triunvirato y Avenida de los Incas; viene Melingo con todos sus pelos al aire y nos dice: “¿Qué tal muchachos?, soy Daniel Melingo”. Ahí me digo “Wow… es Daniel Melingo”. Otra que me conmovió, y no de buena manera, cuando fuimos a hacerle una nota a Jorge Alvarez (el mítico fundador del sello Mandioca, primero en editar discos de rock en Argentina, que falleció el año pasado) que estaba viviendo en un geriátrico. Entrar a ese lugar y encontrarlo en condiciones no muy buenas, que nos atienda una enfermera y nos diga: “¿Ustedes vienen a buscar al abuelo Jorge?”… Nosotros pensábamos “Está hablando de Jorge Álvarez y le dice “el abuelito”.  Esas son las cosas que llaman la atención, uno iba a hablar con Jorge Álvarez con mucho respeto por todo lo que representa, amén de que hay muchos músicos que no lo quieren por motivos muchas veces más que justificados, y que venga una enfermera y hable despectivamente del abuelito en el contexto de un geriátrico, es muy extraño. De Jorge Pistocchi (también fallecido el año pasado) nos llamó mucho la atención las condiciones en las que vivía en un viejo caserón en La Boca.

MD: Pasa que hay tipos que recibieron grosas herencias familiares y han apoyado al rock argentino, entre ellos Pistocchi, y también Carlos Rodríguez Ares, quien fue productor del primer disco de Soda, de Virus y de Los Cadillacs. El tipo había recibido un dinero y decidió apostar al rock argentino, por más que después volviera o no. Hizo el aporte cuando era una apuesta, una cosa  que no se veía tan clara en ese momento.

DG: Hay que tener en cuenta una cuestión relativa al libro, y es que los cortes generacionales que se van produciendo a través del tiempo son muy importantes. En los años setenta con la aparición de los grandes músicos, después en los ochenta con los raros peinados nuevos, como decía García, con bandas desde Los Abuelos de la Nada a Los Twist, Virus, Los Violadores, V8, Sumo, Los Redondos.

Y el modo en que influyó la experiencia de Malvinas en nuestro rock…

DG: Y ese es un tema candente, el festival para la solidaridad es un tema candente. Hay muchos músicos que siguen enojados con eso, porque por haber participado fueron acusados de colaboracionistas, es todo un tema ese.

MD: Hubo dos bandas que no participaron expresamente, fueron Los Violadores y Virus. Virus, dentro del seno familiar, tenía un desaparecido, uno de sus hermanos. La convocatoria era en principio por los chicos que estaban allá, se juntaba alimentos, medicamentos, después evaluar si se hizo por rédito es difícil. Las intenciones son siempre difíciles de evaluar.

DG: Ya en los noventa comienza una movida que tiene mucho que ver con el heavy metal, tenés a gente como Hermética que representa un aporte fundamental; aparece el rock chabón, género que en lo personal me cae pesimamente mal, pero del cual también hago un recorte, por ejemplo, con Los Ratones Paranoicos, que cuando surge no es la banda rollinga que todo el mundo considera. Si uno se pone a escuchar sus discos es muy post punk, está más cerca de la Velvet Underground que de los Stones, y después se van desarrollando todos sus cambios. Está también Todos Tus Muertos, tenés bandas como Los Fabulosos Cadillacs y todas las mutaciones que van teniendo a través del tiempo.

«El hecho de hacer 50 bandas en total, 25 en el Lado A y 25 en el Lado B, posibilita que cada uno abra la puerta que quiera y después siga profundizando sobre ese grupo o esa banda que le interesó».

¿Cómo ha sido el recorte de las bandas y la elección de sus discos representativos?

MD: Charlamos entre nosotros -algunas veces más acaloradamente y otras veces menos- sobre qué banda no podían faltar, qué banda tenía que estar sí o sí. Creo que eso guió un poco el camino. Después lo de los discos era secundario, porque al haber tantos discos buenos por bandas se hace más complicado, y aparte es mucho más subjetivo.

DG: Jade quedó afuera

MD: A la distancia, el único grupo que me hubiera gustado que estuviera para representar a todo un núcleo de bandas que, para mí, están en una misma línea, es Turf. Creo que hubiera sido necesario porque bandas como Los Tipitos, Árbol, Estelares y un montón de grupos más hubieran estado encolumnados detrás de esa línea más pop sin ser Babasonicos, que como su origen lo indica es una propuesta más sónica. Allí tal vez se encolumnan, por ejemplo, Peligrosos Gorriones o Banda de Turistas.

DG: En un momento estábamos charlando con Rodolfo García, contándole de las bandas que hay y qué se yo, cuando nos dice: “Y no se olviden de Tantor”.

MD: Era difícil ver a Rodolfo García y decirle que Aquelarre no iba  estar, y bueno, Tantor menos que menos. Aquelarre está como sub banda en Almendra, y Color Humano como sub banda en Pescado Rabioso. Es como un árbol genealógico, con Pappo´s Blues entró El Reloj, con Serú se hace una mención a Jade.

DG: Con Pappo´s Blues tuvimos la discusión sobre si incluir Volumen 1 o Volumen 3.

MD: Con Pescado nos pasó similar: ¿Qué disco incluir? Elegimos Artaud, dejarlo afuera era complicado.

Por lo que cuentan tuvieron que trabajar mucho en la construcción de consensos para llevar adelante el libro.

MD: Sí, mientras haya argumentos para justificar una elección siempre es enriquecedor.

DG: – Yo soy consciente de que cuando postulaba Dynamo como disco para Soda era una cuestión muy personal. Era centrarse en un disco absolutamente revolucionario que prácticamente no tiene hits en comparación con el primero de Soda, por ejemplo. En ese sentido nos hizo un muy buen comentario Carlos Rodríguez Ares, que en la nota nos dijo: “Ustedes van a elegir Canción Animal, pero díganme qué disco tiene más hits que el primero”. Y tiene razón.

MD: Lo que pasa es que él, como productor, era un buscador de hits, entonces vas al disco de Virus que produjo y tiene hits, con el de Soda lo mismo. Pero musicalmente los otros discos son mejores. Además Gustavo Cerati siempre detestó el primer disco. Mario Siperman decía que cuando él estaba grabando con Los Encargados –la banda de Daniel Melero-, Soda estaba grabando en los estudios CBS, y cuenta que Gustavo dejaba las grabaciones para ir a ver qué estaban haciendo Los Encargados y les decía: “Pero ustedes están grabando bien, lo nuestro es un desastre, esto es una máquina de fierros viejos”. No solo no estaba conforme con los temas, sino además con cómo se había grabado.

DG: Esa data nos llega por Siperman, tecladista de Los Cadillacs, que estuvo presente en las sesiones de Los Encargados. Como subgrupo de Soda lógicamente entran Los Encargados, de manera que ahí también tiene su lugar Melero. Bernardo Baraj entra, por ejemplo, para Serú Girán.

MD: Bernardo Baraj es uno de los vientistas en el disco Bicicleta, que no fue el elegido en Serú, pero en el cual la introducción de vientos en ese momento era importante, le da un giro. Y como segunda banda de Los Gatos aparece Alma y Vida, un grupo de músicos que después tuvieron carreras interesantes.

¿Cuáles fueron los mitos que lo lograron echar por tierra?

DG: Hicimos una nota con Andy Cherniavsky, reconocida fotógrafa del rock argentino, y hablamos sobre la tapa del primer disco de Todos Tus Muertos. En ese momento me dice: “Esa tapa es mía”, y en libro figuraba que la había hecho Hilda Lizarazu. Nos contó que la hizo ella y hasta nos buscó el dato. Contó con lujo de detalles el día y hasta la hora en la cual había sido hecha: “La hice yo pero fue Hilda la que sacó la foto”. A eso apuntamos más que nada, porque no es lo mismo quién hizo el arte de tapa y quién sacó la foto. Siempre con el interés de mostrar y contar, evadiendo el chusmerio; nosotros somos gente con códigos y hay cosas que no develamos por motivos obvios.

MD: Es importante también la parte gráfica de dibujantes y fotógrafos. Está Renata Schussheim, autora de tapas de Charly, de las escenografías de Bicicleta, de Peperina, de Yendo de la cama al living. Está también Rocambole que opina en el libro dentro del capítulo de Los Redondos; están las Bay Biscuits, un grupo soporte en el que estuvieron Fabi Cantilo e Hilda Lizarazu junto a varias chicas, que participaron en conciertos de Serú y de Los Redondos, entonces pueden opinar en distintos capítulos..

DG: Son piezas de rompecabezas. pequeñas cuestiones que uno va descubriendo más allá del rock, porque las Bay Biscuits y Los Redondos tenían una impronta muy teatral en los ochenta, no era solamente la música, sino un colectivo artístico de muchas artes.

El lado A tiene prólogo de Litto Nebbia, ¿cómo surgió la propuesta?

MD: Nebbia es para muchos, entre los que me incluyo, el pionero. Por eso, el libro anterior que hicimos para la colección era sobre él, y lo hice codo a codo con él. Lo mismo que pasó con el libro de Aznar, entonces ya había quedado el vínculo y él quedó entusiasmado porque no había un trabajo que reuniera toda su obra. Entonces, cuando le propusimos el prólogo se enganchó enseguida. Además, para abrir el capítulo de Los Gatos nos escribió tema por tema qué representaba cada una de esas canciones que formaron parte del primer disco, eje central del capítulo

¿El Lado B tiene algún plazo para salir?

MD: El asunto es ponerse a laburar y hacerlo muy firme, porque estos tipos de libro si no te sentás a laburar, no salen. Son necesarias mucha concentración y dedicación. Va a salir cuando esa concentración y esa dedicación determinen que tiene que salir.

DG: Y cuando tengamos cerradas todas las entrevistas. Todavía nos faltan un par, son muchas horas culo, porque también es cuestión de sentarse a hacer recortes. Cuando hacemos las entrevistas tratamos de generar un vínculo con el entrevistado, que sepa sobre qué vamos a preguntarle, no ser unos paracaidistas. Quizás parece una verdad de perogrullo pero no es una tontería. Me ha pasado de ver preguntas de pseudo periodistas que hacen cualquier interrogante y termina siendo un bajón, más para quienes amamos el oficio del periodismo.

MD: Lo noto cuando desgrabo. Los músicos perciben que están hablando con alguien que está en tema. Eso es lo que hace que un reportaje pueda durar tres horas y media, si no, no dura ni 15 minutos.

El libro ahora está en diálogo con otras publicaciones del rock, ¿cómo ven el campo?

MD: Yo lo veo muy historicista y creo que uno contribuye a esa visión. Hay cosas que se van repitiendo porque son 50 años, creo que tenemos la tendencia de caer mucho en la primera época. Después se pasó a ampliar un poco hacia los ochenta, pero creo que a todo lo que se viene haciendo le cuesta mucho salir a la superficie.

DG: Es importante la distinción entre el periodista y el fan que cuenta aquello que ve, son dos cosas totalmente distintas. Yo siempre voy a postular el juicio crítico, el análisis, y la honestidad para acercarme al objeto de estudio. Sencillamente, hay que estudiar, analizar, buscar, enriquecer.

Actualizado 20/09/2016