Los rappi del mundo, uníos

Los rappi del mundo, uníos

Los trabajadores de plataformas de reparto se manifestaron este miércoles frente a la Secretaría de Trabajo para que sea reconocido oficialmente su sindicato. «No somos colaboradores, somos empleados», argumentan.

Los trabajadores del Sindicato de Trabajadores de Reparto por Aplicación (SiTraRepA) nuevamente se autoconvocaron este miércoles 28 de mayo en las puertas de Callao 114, donde se ubica la Secretaría de Trabajo. Allí solicitaron que avance el pedido de reconocimiento legal como sindicato de base que iniciaron en junio del 2021. Después de tres años, a mediados del 2024, recibieron un dictamen favorable por parte de la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales. Sin embargo, hasta la fecha, no han terminado de ser autorizados para operar como una organización gremial. Es un paso necesario para poder, a su vez, demandar la protección laboral que las empresas como Rappi, Pedidos Ya, Uber y Cabify les vienen negando.

El despliegue logró uno de sus objetivos: Belén D’Ambrosio, secretaria general del Sindicato y Ramiro Manini, su asesor legal, fueron recibidos por el Director Nacional de Asociaciones Sindicales. Ambos recibieron una actualización acerca del estado del trámite que autoriza al sindicato para operar. Pese a todo, el trámite se encuentra en pausa desde 2024.

Cuando salieron del edificio, Ramiro Manini tomó el micrófono y contó: «Hace más de un año que venimos buscando una audiencia de los trabajadores de reparto por aplicación con la Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales. La hemos conseguido con esta enorme movilización que hicimos hoy. Nos comunicaron que nosotros tenemos un dictamen técnico favorable al reconocimiento del sindicato, pero hubo observaciones por parte del Departamento Jurídico del Ministerio. Ahora ellos se comprometen a notificarnos de esas observaciones, que es algo que deben hace meses, y que no habían hecho hasta que nosotros nos movilizamos.»

En la manifestación se sumaron líderes sindicales, repartidores (en su mayoría, de aplicaciones de pedidos de comida y que trabajan en bicicleta) y militantes del MAS (Movimiento al Socialismo). Su reclamo es el mismo que sostienen desde sus inicios: que las plataformas dejen de funcionar como ¨empresas fantasmas¨ y que admitan la relación laboral. “Para combatir la exposición que sufrimos como trabajadores de las calles necesitamos que el sindicato sea autorizado legalmente, para así conseguir que las plataformas nos den un seguro de trabajo o ART,  aportes, obra social, para dejar de estar tan precarizados”, cuenta Leila Argüello, encargada del Área de Ayuda Social del SiTraRepA.

La crisis económica y social se profundiza y los afiliados siguen sin cobertura y sin ningún tipo de protección laboral por dos motivos: primero porque la gente tiene menos plata y los repartidores notan que ha “bajado mucho la demanda de pedidos en los últimos meses”, como aseguró uno de los manifestantes, y, segundo, porque “cada vez somos más. Hay más repartidores y eso hace que tengamos que trabajar más horas para ganar la misma cantidad de dinero que antes”, agregó otro con su mochila de delivery al hombro. Todo esto sumado a que, como cuenta otro repartidor, “las empresas siguen pagando entre 1000 y 2000 pesos cada entrega y ya no ofrecen tantas promociones o extras para cuando llueve o en los horarios pico”.

            No se trata únicamente de ser reconocidos legalmente como un sindicato, sino de lo que esto les permitiría: tener las herramientas gremiales para reclamar a las empresas de plataformas sus derechos. Gustavo trabaja como repartidor los siete días de la semana. Pasa, en promedio, 14 horas diarias en su bicicleta. Es de Caballito, pero su aplicación lo pasea por toda la ciudad. Gana entre 20 y 25 mil pesos diarios los días buenos, pero su ingreso bruto oscila entre los 100 y los 130 mil pesos semanales. Se dedica a esto desde hace seis años, cuando perdió su trabajo anterior, y hace cuatro que es parte del SiTraRepA.

Tobías trabaja para Rappi, hace envíos en bicicleta cuatro o cinco días a la semana porque tiene que cuidar de sus hermanos. Cobra 15 mil pesos diarios o 70 mil semanales, aunque “muchas veces recibe más propinas que sueldo”. Todos los repartidores coinciden en que necesitan organizarse para que las empresas se hagan cargo de ellos y comiencen a considerarlos sus empleados. Quien está al micrófono, en medio de los tambores, lo expresa claramente: “No somos socios, colaboradores, ni empresarios, ni autónomos: somos trabajadores”.

            La movilización cubre dos carriles de Callao. Cuando aparece la Policía de la Ciudad, con trajes para ejercer el protocolo antipiquetes, comienza a limitar el avance de los manifestantes. La secretaria de prensa del SiTraRepA remarca la importancia que ellos le dan a la calle: “No quedarnos en la vereda, ocupar la calle, que es nuestro lugar de trabajo, es defender nuestro reclamo y nuestro derecho a huelga”.

            Los uniformados de la Policía de la Ciudad no responden preguntas, simplemente restringen el espacio de los manifestantes a un carril. Los tres policías de la Federal, responsables de la Seguridad de la Secretaría por ser un órgano nacional, están al lado de la puerta y son quienes dan órdenes a los de la calle. Uno de los tres cuenta que la Secretaría tuvo la voluntad de atender el reclamo y concederles una reunión a los dos miembros del SiTraRepA que están dentro del edificio, a pesar de que no tenían turno.

Los demás manifestantes esperan el resultado de la reunión con Aquino, el Secretario Nacional de Asociaciones Sindicales hasta que Manini sale y cuenta el resultado. Sobre próximos pasos a seguir, Manini, remarca: «A partir de esto vamos a seguir peleando por el reconocimiento del sindicato y todos los pasos que haya que dar para que los trabajadores de reparto por aplicación tengan un reconocimiento sindical y posteriormente laboral también”.

Organizarse gremialmente no es un capricho ni un trámite más para los integrantes del SiTraRepA: es la única forma de sentarse a la mesa con las plataformas que los contratan, les dan órdenes a través de un algoritmo y les pagan como si no tuvieran gastos o riesgos. Sin sindicato no hay voz y sin voz, las empresas siguen silenciando cualquier reclamo con un click.

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“El sector de enfermería tiene salarios miserables”

“El sector de enfermería tiene salarios miserables”

Una diputada provincial, una enfermera y un representante sindical denuncian la precarización que padecen los trabajadores de la salud, esenciales durante la pandemia, invisibles en la actualidad.

Movilización de trabajadores del Garraham. ARCHIVO ANCCOM

“Estamos reclamando por el aumento de la canasta básica, el reconocimiento profesional y el pase a planta permanente de los trabajadores de enfermería, que son aparentemente invisibles a los ojos del Estado, el mismo Estado que en plena pandemia los consideraba como altamente esenciales, pero que hoy son menos que eso”, expresa la diputada provincial bonaerense Laura Cano Kelly.

Según Cano Kelly, en la provincia de Buenos Aires se quita reconocimiento a los trabajadores del sector teniéndolos a la mayoría bajo la Ley 10430, es decir como “administradores públicos”.Si bien más tarde, con la Ley 15433, de 2023, hubo un reconocimiento, solamente alcanzó a los licenciados en Enfermería como profesionales en salud, quedando afuera miles que no cumplían los requisitos. “Esto es una falta enorme de respeto y de empatía hacia ellos”, sostiene Cano Kelly, quien además de su cargo en el parlamento bonaerense ejerce su profesión de médica en el Hospital “Horacio Cestino” de la localidad de Ensenada.

Cano Kelly, de 33 años, oriunda de la ciudad de Rauch, forma parte del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en el Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (FIT-U). Feminista, referente de la agrupación internacional Pan y Rosas, docente e integrante de la directiva de la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires(CICOP) –en representación de la oposición–, afirma: “Junto a mis compañeros del Frente de Izquierda llevamos adelante el reclamo por la precarización laboral histórica, que todos los gobiernos han perpetuado, del sector de enfermería, compuesto en gran medida por mujeres y la mayoría jefas de hogar”.

En la sesión legislativa del pasado 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermería, Cano Kelly tomó la palabra para rendir homenaje a todas sus trabajadoras.“Mis mayores respetos y mi homenaje total a los compañeros y compañeras enfermeras. Cobran dos mangos y son los que están ahí. Les dan de comer en la boca a los pacientes muchas veces –remarcó–. Estamos hablando de gente que pone su vida al servicio de la salud pública, que la defiende por muy precarios salarios, mientras diputados senadores y jueces cobran por encima de los cuatro millones de pesos”.

Pese al intento del presidente del cuerpo de interrumpirla, señalándole que su intervención debía limitarse a un homenaje, Cano Kelly continuó defendiendo al sector de enfermería, denunciando las condiciones laborales y la precariedad en la que están inmersos los trabajadores de lasalud no sólo en la provincia sino en todo el país. “El sector tiene salarios miserables, de vergüenza –agrega en diálogo con ANCCOM–, que están por debajo de la línea de pobreza, mientras que la billetera de los grandes políticos de turno engorda todo el tiempo. ¿Cómo puede ser que un trabajador de 30, 35 años de antigüedad en la profesión, tenga un básico de 500 mil pesos mensuales? Estos hechos indignan y hacen que cada vez llevemos los reclamos en defensa del sector de la forma más visible y combativa posible. Es así como en la legislatura mostré,a los que ocupan las bancas, los recibos que me alcanzan los trabajadores de salud,exponiendo sus ingresos como pruebas,que no me dejan mentir, ante los ojos de todos, de su triste realidad”.

“El arte de cuidar, así llaman a la enfermería”, dice Graciela Viola, enfermera con 35 años de profesión y licenciada de la carrera y completa:. “El arte de cuidar a otro que atraviesa una situación muy vulnerable, una de las profesiones más nobles y más humanas que existe”. Sin embargo, “el sistema de salud está cada vez más caótico”, asegura Viola, quien se desempeña en el Hospital Central de San Isidro. “Hay mucha demora para la atención, ya que los médicos hacen guardias de doce horas, y atendiendo de a dos no logran cubrir las necesidades de los pacientes, aparte de que muchos médicos emigran a otros países”.

“En los hospitales provinciales –detalla Viola–, los enfermeros trabajan entre 6 y 7 horas diarias.En cambio, en otros,como en el que yo estoy, las guardias son de 8 horas y el sueldo aumentó muy poco, es paupérrimo. En el Hospital Municipal ‘Bernardo Houssay’ de Vicente López tienen el sistema ‘tranquero’ (cuidado de transición que se brinda a los pacientes cuando pasan de una fase a otra de su enfermedad o tratamiento), siendo reconocidos sus profesionales y teniendo un sueldo mejor. O sea, hay muchas diferencias de salarios entre hospitales públicos municipales”.

“La enfermería ha ido cambiando en el tiempo –prosigue Viola–.Se ha desarrollado tanto teórica como científicamente. Hoy una enfermera puede dar su opinión ante un médico. Considerando que el Estado tiene tres grandes instituciones -educación, policía y salud-, al fin y al cabo es todo política. Parece que no conviene que estas personas ganen bien y sean reconocidas como se debe.”.

La diputada Cano Kelly refiere que desde su espacio proponen un salario básico de 1.700.000 de pesos mensuales y por el reconocimiento completo de la enfermería como profesión en salud. También pone el foco en los municipios: “Son las grandes agencias precarizadoras del país. No permiten que sus trabajadores puedan ser representados por sindicatos fuertes, ya que estos reciben la constante presión de los gobiernos locales, teniendo sus canales de diálogo negociación muy limitados”.

Desde su función como delegado del sindicato municipal del Hospital Central de San Isidro, Marcelo Yandel subraya que están en un continuo proceso de asambleas con sus trabajadores en el reclamo y la negociación con el municipio, exigiendo el incremento del salario básico y rechazando aumentos del 5 y 8 porciento “que son humillantes –afirma–, no alcanza ni para ir a comprar carne, y teniendo que aceptar los llamados bonos únicos, que ayudan en el momento pero no son la solución,como el que el municipio otorgó en mayo, de 3.000 mil pesos”.

La propuesta del sindicato al municipio, según Yandel, es conseguir un aumento al sueldo básico para todos los trabajadores en salud del hospital. “Y no tener que recibir los ya conocidos bonos que representan una humillación y una descalificación y que son pan para hoy hambre para mañana”, enfatiza el representante gremial, quien anticipa que van a seguir luchando y reuniéndose en asambleas, tomando medidas fuertes y, en caso de ser necesario, añade, se llegará al paro. Entre los numerosos reclamos, además del salario básico, están el pase a planta permanente yla vestimenta de trabajo.

La lucha de los trabajadores de la salud por mejores condiciones laborales y salariales es un tema que atraviesa jurisdicciones. Tanto en hospitales públicos municipales, provinciales y nacionales –como lo demuestra, por caso, la lucha de los profesionales del Garrahan– todos buscan el justo reconocimiento a su labor. “La salud no es un negocio –sostiene la diputada Cano Kelly–y es fundamental que se priorice la protección de los derechos de los trabajadores y la calidad de atención médica para todos. No sirve homenajear a la enfermería si después no se la reconoce como profesión”.

“No alcanza ni para comprar dos kilos de carne”

“No alcanza ni para comprar dos kilos de carne”

Ante la precarización y los salarios de hambre, los trabajadores de Página/12 realizaron un paro de cinco días en reclamo de sus derechos más básicos. “No queremos que el periodismo se convierta en un hobby”, manifestó una de sus delegadas.

“¡Basta! Nos estamos muriendo de hambre. Los salarios de prensa y los pagos por colaboración están en niveles por debajo de la línea de indigencia. Es imposible e inaceptable”, denunció la periodista Ailín Bullentini, delegada de la comisión interna de Página/12, en diálogo con ANCCOM.

La asamblea de trabajadores de Página/12 votó un paro que se extendió desde el miércoles 14 de mayo hasta el domingo 18 a la medianoche. La medida se tomó ante una situación desesperante: los salarios apenas pasan los 500.000 pesos y lo que cobran los colaboradores “no alcanza ni para comprar dos kilos de carne”.

En una semana marcada por movilizaciones del gremio de prensa, Bullentini afirmó: “Uno nunca lo espera de una patronal o de la dirección de un diario como Página/12, que nació principalmente para darle voz al pueblo, para hacer oír este tipo de reclamos. Pero una patronal siempre es una patronal, y un trabajador o trabajadora siempre tiene que ser consciente de sus derechos. No importa dónde trabaje”.

La delegada contextualizó cómo fue cambiando la relación con la dirección en los últimos años. Aunque el diálogo nunca fue sencillo, en 2016, cuando el diario fue adquirido por el Grupo Octubre, dirigido por el empresario y dirigente sindical Víctor Santa María, el vínculo se deterioró notablemente.

Desde sus comienzos, en 1987, Página/12 ha tenido una asamblea y una comisión interna fuertes. Según Bullentini, la intención de Víctor Santa María ha sido tratar de disciplinar y desarmar esa organización. La pandemia agravó el panorama, ya que se eliminó el espacio físico compartido y la redacción quedó atomizada. “Cada uno desde su casa, lo cual dificulta mucho la organización”, agregó Bullentini.

El paro en Página/12 es la punta del iceberg de un conflicto más profundo que abarca a todos los medios, donde también se vienen repitiendo movilizaciones y medidas de fuerza. Hace casi un año, en ocasión del Día del Periodista, una encuesta del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) arrojaba un resultado alarmante: el 76 por ciento de los trabajadores del sector cobraban salarios por debajo de la línea de pobreza. Hoy el panorama es todavía más dramático. No hay profesión posible sin sueldos dignos, sostienen desde el sindicato.

En el actual mes de mayo, el SiPreBA declaró la emergencia salarial, y en este escenario el paro en Página/12 se suma a una serie de reclamos que son parte de una lucha más amplia en contra de la precarización del oficio periodístico. El pasado martes 13 de mayo, el gremio organizó una olla popular frente a la sede de Clarín para denunciar los salarios de hambre en “el gran diario argentino”.

Recientemente, algunas empresas periodísticas, en el marco de negociaciones paritarias, han ofrecido aumentos mínimos, pero aún en esta dura realidad, Página/12 paga los peores sueldos y valores de colaboración. Es más, desde febrero sus trabajadores no han recibido ningún incremento salarial.

 “También hay que decir que cuesta cada vez más organizarnos, porque estamos muy golpeados, y la realidad es que hay compañeros y compañeras que efectivamente no se quedan esperando a que Víctor Santa María nos mejore el sueldo. Tienen que salir a buscar otra cosa porque si no, no viven. Tienen familias que mantener”, remarcó Bullentini, para quien es inadmisible que se paguen salarios de hambre a periodistas, una profesión clave para sostener la salud democrática de un país y sus instituciones republicanas.

“No podemos hacer nuestro trabajo cuando no podemos comer de nuestro trabajo. No es un hobby, no queremos que se convierta en un hobby. Deseamos que sea un trabajo con plenos derechos, como alguna vez lo fue”, concluyó.

Comenzó a discutirse en el Congreso la reconstrucción de Telam

Comenzó a discutirse en el Congreso la reconstrucción de Telam

Periodistas, gremialistas y legisladores se reunieron en la Cámara Baja para debatir cómo debería ser una nueva agencia nacional de noticias.

Este martes se realizó un debate en el Auditorio de la Cámara de Diputados de la Nación, en el que se propusieron los ejes para la reconstrucción de la agencia nacional de noticias Télam. Referentes de SiPreBa (Sindicato de Prensa de Buenos Aires), diputados, trabajadores de prensa, periodistas y miembros de Fatpren (Federación Argentina de Trabajadores de Prensa) se hicieron presentes para discutir sobre la necesidad de una agencia pública de noticias y publicidad para la democracia y se presentó un proyecto para recuperar ese histórico medio.

Javier Milei dispuso en 2024 el cierre de la agencia Télam, con el objetivo de poner en marcha una política de reorganización y privatización de empresas públicas. Lo hizo mediante el Decreto 548/2024, donde se establece la reconversión de la agencia. El documento indica: “Dispónese la transformación de Télam Sociedad del Estado en Sociedad Anónima Unipersonal, bajo la denominación de Agencia de Publicidad del Estado Sociedad Anónima Unipersonal (APE S.A.U) en la órbita de la Jefatura de Gabinetes de Ministros”.

Si bien el decreto ha cumplido con su objetivo, no ha logrado borrar la importancia que la agencia siempre tuvo para Argentina y el mundo, en un año en el que está cumpliendo 80 años de existencia. Es por ese motivo que se presentó en Diputados un proyecto que aboga por la reconstrucción de Télam y los medios públicos federales y plurales. Además, que se sostiene una premisa que hace al bien de todos los individuos que viven en el país, como es el derecho a la información de toda la ciudadanía.

En una tarde, donde el espíritu de la libertad de expresión resonó por toda la Cámara de Baja y estableció la importancia de que exista una agencia federal de noticias, el debate propuesto intentó responder a dos de los interrogantes más importantes. Por un lado, se preguntó ¿Por qué es necesaria una agencia pública de noticias y publicidad? A lo que se prosiguió, por otro interrogante al respecto: ¿Cómo debería ser una agencia federal de noticias?

Tomás Eliaschev es miembro de la Comisión interna de SiPreBa y expuso en el debate, una de las frases que resuenan en la sociedad respecto a la agencia: “Falta Télam”. Para éste, la ausencia del ente de información se observa en la falta de fotos, corresponsalías en el exterior en noticias sobre inundaciones, incendios, el fallecimiento del papa Francisco y demás acontecimientos que impactan al país y el mundo.

El periodista también habló sobre la ausencia de información con fuentes fidedignas. “Télam representa un aporte a la democracia, al derecho del pueblo y la sociedad necesita información, ya que lo que está ocurriendo es una afectación a la libertad de expresión”, indicó.

Por otro lado, Pablo Carro, diputado de Unión por la Patria, estableció el peligro que implica el silenciamiento de la agencia. Se observan cada vez menos medios y se produce la concentración de los mismos, así como también remarcó el presente económico por el que atraviesan gran parte de los periodistas, quienes poseen salareios por debajo de la línea de pobreza.

Además de solidarizarse con el sector, Carro habló sobre como esto repercute en una degradación de la democracia. Por ello, propuso impuestos a las redes y plataformas, ya que de ese modo se podría sostener el sistema de medios y financiar el ecosistema comunicacional.

El diputado enfatizó que el Estado debe garantizar el pluralismo y la diversidad informativa y encuentra en esta propuesta, el modo para llevarlo a cabo. Asimismo, establece la importancia de los medios del interior, para llevar adelante el trabajo y se debe poner atención a la representación de las minorías, porque es clave para la democracia. Se debe lograr la cobertura objetiva para el pluralismo de voces.

Mónica Frade, diputada por la Coalición Cívica, aseguró, por su parte, creer en el poder de una agencia federal fuerte, ya que el oficialismo impide la libre expresión de ideas y el derecho a la información. Planteó que se debe apoyar a los periodistas que reflejan la libertad y a lo público, para evitar que se destruya lo que años atrás se logró construir. Según sus palabras “Télam es imprescindible para la libertad de expresión”.

Para finalizar, Esteban Paulón -legislador por Santa Fe, director ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas LGBT+ y secretario general del Partido Socialista de Argentina- habló sobre lo que implicó la pérdida de Télam para el país, donde se producían noticias desde el territorio para la agencia, realizando un cumplimiento del interés público y con incidencia mundial. Aseguró que su no funcionamiento hace que se pierda calidad periodística y de investigación, uno de los puntos más subrayados en la reunión.

El debate concluyó cerca de las 19:30 y demostró que Télam sigue viva y con ganas de bridar información chequeada y fidedigna para la sociedad. De que todavía es posible reconstruir la comunicación, en medio del ataque antidemocrático que lleva adelante el presidente, desde su asunción en el gobierno. SiPreBA y FATPREN indican que los medios públicos deben informar de manera plural y federal, para dar voz propia a un país con soberanía.

«No hay libertad de prensa sin trabajo digno»

«No hay libertad de prensa sin trabajo digno»

El Sindicato de Periodistas de Buenos Aires montó una olla popular frente al diario Clarín para exigir la reapertura de paritarias. El primedio salarial de los trabajadores de prensa escrita es de 520.000 pesos.

Este martes, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) realizó una olla popular bajo la consigna “ollas del hambre”, frente al diario Clarín, en Tacuarí al 1700. La protesta se debe a la delicada condición salarial a la que se enfrentan los trabajadores de prensa, y a la negativa de las empresas mediáticas a negociar recomposiciones de sueldos, a pesar de haber pasado más de tres meses desde las últimas paritarias.

La protesta pacífica también se centró en los ataques del gobierno de Javier Milei al periodismo, en referencia a las denuncias penales que el mandatario realizó la semana pasada hacia Carlos Pagni, Viviana Canosa y Ari Lijad. Además, entre los presentes en la actividad se encontraba Fabian Grillo, padre de Pablo, el joven fotógrafo víctima de la represión en la marcha de jubilados el 12 de marzo, que recibió un disparo que le impactó en el cráneo y lo dejó en terpaia intensiva hasta ahora.

Frente a su lugar de trabajo, los trabajadores de Clarín y los integranes de SiPreBA se van organizando para la actividad convocada para las 14. Un carril queda disponible para el paso de autos y los colectivos, que tocan su bocina en señal de apoyo a la protesta. Entre varios manifestantes, logran colocar dos garrafas, un anafe y una gran olla en el asfalto, dando inicio a la cocción del guiso de lentejas. Trajeron todo: ingredientes y banderas. Solo queda reunirse con un mate al calor del hervor de la olla.

“Estamos haciendo una olla contra el hambre. La idea es recorrer otras redacciones también, en tanto sigamos sin poder firmar una paritaria que nos saque de la situación angustiante que estamos viviendo como trabajadores de prensa, con sueldos ya no solamente debajo de la canasta básica, de pobreza, sino sueldos abajo de la línea de indigencia. Frente a un conglomerado empresario que parece no importarle tener trabajadores indigentes. Nuevamente están empujando la paritaria, y nos quieren forzar a firmar un acuerdo por debajo de la inflación. Negocian de mala fe”, afirma Sebastián Díaz, trabajador de Clarín en la redacción de Olé y delegado de SiPreBA.

De acuerdo con el último informe de escala salarial publicado por el sindicato, el promedio de los trabajadores de prensa escrita gana alrededor de 520.000 pesos por una jornada laboral de al menos seis horas y media por día.

Paula Ongaro, trabajadora en el medio desde hace casi 27 años y delegada desde octubre del año pasado explica: “En noviembre de 2024, hicimos un relevamiento de salarios mostrando los recibos concretamente y complementando esa información con los datos del nivel del cargo, del nivel de formación y de la antigüedad. Teníamos gente con más de 15 años de antigüedad que era encargada de un producto, cobrando por debajo de los 600.000 pesos. Hoy en el diario tenemos para las jornadas de 7 horas, un piso de 700.000 pesos brutos. Cuando vos haces las deducciones, ese salario de bolsillo, te da por debajo de los 600.000”.

El nivel de los salarios explica la necesidad desesperante que lleva a los periodistas, cualquiera sea su trayectoria, al pluriempleo para poder llegar a fin de mes. “Muchas veces se nos percibe como un sector privilegiado de la sociedad, asimilando la situación de los y las trabajadoras a la de los empresarios dueños de medios. Necesitamos que se entienda bien que nosotros somos parte de la clase trabajadora, y una parte particularmente castigada por años”, agrega.  

Esta situación de precarización laboral no solo lleva al deterioro de los trabajadores, sino también al de la calidad del debate en democracia y la información periodística. “Vos no podés hacer bien tu trabajo si estás pensando que terminás acá y tenés que ir a otro laburo, y terminás ahí y vas a otro, y que así quizás llegás a un ingreso que te permita vivir”, señala Díaz. “Lo que está en juego es la libertad de expresión, no hay libertad de prensa sin trabajo digno”, refuerza Ongaro.

A medida que pasaron los minutos, fueron muchos los trabajadores que se reunieron con sus compañeros para compartir el pan en platos descartables. Lo que importaba era estar presente en esa comunión. A este encuentro se sumó Fabián Grillo -recibido con afecto por todos-, quien megáfono en mano dio el parte del estado de salud de su hijo.

Finalizando el acto, Francisco Rabini, delegado, llamó a la organización de una colecta para conseguirle una nueva cámara a Pablo. Por otro lado, se continuó con el reclamo del encuentro, señalando la gravedad de las acciones legales y las incitaciones de odio del presidente para la libre empresa.

Rabini remarcó la dificultad de ejercer el oficio, frente a un gobierno que constantemente reprime y denuncia. “En el caso de Ari Lijalad, fue por una nota que escribió. Por lo tanto, estamos traccionando que todo aquel que quiera, firme esa nota. Que sea una nota escrita no por un periodista, sino por cientos de periodistas. Si al presidente no le gusta y va a denunciar a un periodista, que denuncie a todos. Tenemos que ser capaces de ejercer una defensa colectiva, una defensa común”. Ya lleva casi 400 firmas en la nota del periodista denunciado.

Con respecto a los últimos dichos de Milei rechazando la compra de Telefónica por parte de Clarín, Rabini declara: “Dicen pelearse, pero lo cierto es que cuando vamos a firmar paritarias, el que nos pone el techo es el gobierno. O sea, el gobierno defiende a los empresarios. La lealtad de clase la tienen muy clara”. Y agrega: “Estos ataques son la mejor manera de tener un periodismo manso, hambreado. Estamos hablando de personas que tienen 30 años de oficio y dejan la actividad. Un compañero se fue a trabajar con su familia en una distribuidora de papel higiénico. Estamos ante la posibilidad de la extinción del oficio como lo conocemos”, concluye.

Ongaro sostiene en sus declaraciones finales: “El sueldo ha convertido a esta actividad en un hobby. Se han ido muchos compañeros buscando nuevos horizontes, pero también sufrimos dos despidos masivos en los últimos cuatro años. Luchamos contra la desesperación, y a veces es difícil convertir la bronca y la angustia en combustible para tomar medidas de fuerza”.

Al interior de las redacciones ella describe la dificultad: “Con los compañeros con menos trayectoria tenemos que salir a dar la pelea porque hay toda una generación que solo conoce el trabajo en términos precarios. Son pasantes, son contratados por poco tiempo. Las redacciones están llenas de esas figuras grises, variantes de la precarización. A esos compañeros hay que salir a buscarlos y a conquistarlos, a convencerlos de que la única salida posible es colectiva”.

Los ítaloargentinos votan para ampliar derechos laborales

Los ítaloargentinos votan para ampliar derechos laborales

La Central de Trabajadores Italiana promueve el voto a favor de cinco puntos en un referéndum para que los trabajadores recuperen los derechos laborales. La votación será en junio pero en mayo lo podrán hacer quienes residen en el exterior. Un debate que se vuelve global ante el avance de las derechas en el mundo.

En pocas semanas, Italia celebrará un referendum de cinco puntos buscarán modificar leyes vinculadas al trabajo y la ciudadanía. Los requerimientos que serán puestos en consideración proponen ponerle un freno a los despidos sin causa, brindar mayor protección a los trabajadores de empresas pequeñas, más control al trabajo precario, más seguridad en el trabajo y lograr una mayor integración con la ciudadanía italiana.

“Se va a votar durante los días 8 y 9 de junio en Italia, mientras que en el exterior, a partir de mediados de mayo, ya van a empezar a llegar los sobres con el material electoral para que los italianos residentes en otros países que figuren en el padrón electoral también puedan participar”, declaró Renato Palermo, coordinador del Patronato INCA CGIL Argentina, estructura de servicios dependiente de la Central Sindical Italiana, en diálogo con ANCCOM y advirtió que: “Hay una postura de parte del gobierno de Giorgia Meloni de ir retaceando derechos laborales, lo que ha generado cierta tensión con el sector sindical. Evidentemente este referéndum tiene un contenido político porque plantea una confrontación entre el accionar del gobierno y la clase trabajadora”.

Para que la propuesta de estas cinco preguntas referendarias sea puesta en consideración se necesitaban conseguir al menos quinientas mil firmas y, gracias al amplio consenso que logró el movimiento sindical y el acompañamiento de partidos de centro-izquierda, se juntaron alrededor de cinco millones de firmas. Por lo tanto, se espera que el apoyo al referéndum sea masivo. En ese sentido, María Rosa Arona, responsable de la oficina en Buenos Aires del Patronato INCA CGIL Argentina señaló: “Como los italianos en el exterior también votamos y Argentina es uno de los países con más inscriptos en los registros consulares, es muy importante ejercer el derecho al voto y más sobre estos temas que parecen tan lejanos, pero no lo son; porque en nuestro país, al igual que en Italia, se tratan de recortar permanentemente los derechos de los trabajadores”.

En el año 2015, bajo el gobierno de Matteo Renzi, se aprobó una ley conocida como “Jobs Act” que reestructuró todo el sistema de trabajo italiano a través de la modificación de normas y reglas que profundizaron la flexibilización laboral. “Se puede decir que el problema que está sufriendo Italia es un poco el que está sufriendo todo el mundo: en materia de derechos, los trabajadores han perdido muchísimo”, expresó Palermo. El referéndum viene a ponerle un freno a la flexibilización y precarización laboral se que vive el país, por lo que Arona destacó que: “Lo que nosotros queremos es que los trabajadores italianos recuperen los derechos que perdieron y puedan vivir en una sociedad más justa, donde no tengan que repetir el camino de sus antepasados: lamentablemente, hay un alto nivel de migración de jóvenes, y no tan jóvenes, que se van porque no encuentran alternativa para ganarse la vida y subsistir”.

Con respecto al referéndum que busca reducir de diez a cinco años el tiempo de residencia para obtener la ciudadanía italiana, “apuntamos a que supere la cuestión meramente de documentos y se pueda acercar a los ciudadanos italianos a la realidad italiana, a la solidaridad con los trabajadores italianos en Italia e incluso con la propia memoria familiar”, planteó María Rosa Arona y señaló: ”Pensar que la gente busca la ciudadanía simplemente por el pasaporte, porque quiere viajar o evitar la visa es banalizar la cuestión. Hay mucho más que eso, hay una comunidad que en su mayoría está muy ligada a Italia: lo vemos reflejado en nuestra cultura y nuestro lenguaje”.

En el marco de acciones que se desarrollaron en Argentina vinculadas al referéndum italiano sobre el trabajo y la ciudadanía, el jueves último se realizó en la Casa por la Identidad ubicada en la exESMA un conversatorio para pensar la defensa de los derechos laborales a ambos lados del Atlántico. El encuentro contó con la participación de Nicoletta Grieco, la responsable para América Latina de la CGIL; Carlos Tomada, exministro de Trabajo de la nación; Vanesa Siley, diputada nacional; Roberto Baradel, secretario de la SUTEBA; Abel Furlam, secretario General de la OUM-RA; y Carlos Greco, rector de la UNSAM. Además de explicar el contenido del referéndum, se conversó acerca de las similitudes en cuanto a la situación social y política que atraviesan Italia y Argentina.

“Las similitudes entre Italia y Argentina están a la vista y las estamos viviendo. En Argentina se está hablando de no continuar con las contrataciones colectivas y se está jugando a desgastar a los trabajadores de todos los sectores. Estamos en medio de una situación en la que estamos perdiendo derechos en materia laboral y previsional, todos los miércoles vemos lo que hacen con los jubilados”, advirtió Arona.

En Italia hubo grandes batallas conquistadas a través del referéndum de iniciativa popular, como la Ley del Divorcio en la década de 1970 y del Aborto en la década de 1980. En este caso particular, “sectores de derecha y centroderecha invitan directamente a no ir a votar, lo que es una cuestión muy grave porque lo importante aquí es que la gente se exprese, aunque sea diciendo que no”, señaló Arona. Además, siguiendo esta línea, su compañero Palermo destacó la importancia del ejercicio democrático porque “reafirma la participación popular en la toma de decisiones y la mantención de los derechos de los italianos residentes en el exterior. Votar implica cierta presencia y esa presencia seguramente presione a las autoridades italianas para que las comunidades italianas en el exterior continúen siendo respetadas”.

“Los derechos se conquistan, pero no son para siempre. Por eso, hay que estar alerta y organizados: este referéndum de iniciativa popular aporta más dignidad al trabajo, mejores condiciones de seguridad y va en contra de la precariedad laboral. Hay que votar Sí. Debemos ser solidarios y empáticos con los trabajadores italianos, porque a nosotros nos está pasando lo mismo y necesitamos juntar fuerzas para resistir”, concluyó Arona.