
Alarma por el trabajo infantil
Las infancias rurales siguen siendo las más afectadas y las cifras confirman lo que ya se sabe: a mayor pobreza, menos acceso a los derechos fundamentales. Especialistas vinculados a la Asociación Conciencia y la Defensoría del Pueblo de la provincia describen el panorama y advierten sobre la urgencia en las niñeces.

Los escasos datos actuales sobre trabajo de niños y niñas ya resultan alarmantes y evidencian la urgencia de un cambio de paradigma que priorice la protección integral de las infancias, de una vez y para siempre.
En Argentina, la crisis social, política y económica constituye un factor estructural que no puede ignorarse. En las zonas rurales, el 19,8% de los niños de entre 5 y 15 años trabaja, al igual que el 43,5% de los adolescentes de entre 16 y 17. La infancia rural sigue siendo la gran excluida: a mayor pobreza, menor acceso a derechos fundamentales como la salud y la educación. Prueba de ello es que el 45,5% de los varones y el 23% de las mujeres que trabajan en el mercado laboral no asisten a ningún establecimiento educativo. En este contexto, se perpetúa un entorno que, lejos de protegerlos, naturaliza y reproduce el trabajo infantil.
Conciencia es una asociación civil sin fines de lucro, integrada por profesionales especializados en múltiples disciplinas, que desarrolla continuamente programas afines a las necesidades de distintas comunidades del país. Trabajan hace más de 20 años en articulación con instituciones y organizaciones con anclaje territorial, respetando los saberes de sus habitantes, la historia y cultura de cada comunidad. En comunicación con ANCCOM, Salomé San Martín, líder del eje programático -que se suma al de Empleabilidad y al de Participación-, plasma su preocupación: “Nuestra estrategia está vinculada con el trabajo en contexto de ruralidad previniendo, identificando y luchando en contra de situaciones de trabajo infantil y adolescente. Trabajamos principalmente en Misiones, Jujuy y Salta con esta problemática, ya que en las actividades rurales es muy propenso el trabajo infantil, como en la frutihortícola, yerbamate, tabacalera o la floricultura, espacios donde históricamente niños y adolescentes han trabajado”.
«El 20,2% de los estudiantes que cursan sexto grado de la primaria se ausentan a la escuela por tener que colaborar con tareas domésticas, cuidar a familiares o trabajar. Esta proporción aumenta en los últimos años de la secundaria, alcanzando cerca del 50%,» dice Martello.
La representante de la asociación comenta que la deserción escolar está totalmente vinculada al trabajo infantil. Los niños y niñas no contenidos están expuestos al trabajo tanto fuera como dentro de sus casas -viéndose los casos de trabajo doméstico sobre todo en las niñas-, una exposición que se ve profundamente agravada frente a la falta de acceso a comunicación, educación, clubes recreativos y actividades extracurriculares.
“Si bien hoy en día hay políticas y leyes que lo prohíben, no hay tanto control sobre su cumplimiento”, agrega San Martín, y destaca un dato clave: “No hay cifras oficiales porque el trabajo infantil es un delito. Que exista un registro oficial pondría de manifiesto que ocurre en nuestro país, lo cual va en contra de nuestra Constitución Nacional y de los tratados internacionales a los que adherimos”.
Según un informe del Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, bajo la coordinación del Defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires, Walter Martello, el 20,2% de los estudiantes que cursan sexto grado de la primaria se ausentan a la escuela por tener que colaborar con tareas domésticas, cuidar a familiares o trabajar. Esta proporción aumenta significativamente en los últimos años de la secundaria, alcanzando cerca del 50%, y se profundiza especialmente entre los sectores más vulnerables.
“La inasistencia escolar ligada al trabajo infantil no solo vulnera el derecho fundamental a la educación, sino que también perpetúa ciclos de pobreza y limita las oportunidades futuras de miles de niños y adolescentes», remarcó Martello, quien también señaló la necesidad urgente de fortalecer las políticas públicas orientadas a prevenir y erradicar esta problemática. “Es fundamental que se refuercen los programas de apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad, que se garantice el acceso a espacios de cuidado adecuados y se impulse la concientización sobre los graves perjuicios que el trabajo infantil ocasiona en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes», agregó el Defensor del Pueblo Adjunto.
Martello también advirtió sobre los reiterados llamados de atención de organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que alertan sobre un posible incremento del trabajo infantil a nivel mundial, particularmente en contextos de crisis económicas y sociales, algo con lo que coincide Salomé San Martín, quien agrega que “es muy importante el acuerdo entre sectores, ya que no es un problema del Estado, ni algo que pueda abordar la sociedad civil o el sector privado en soledad. Se necesitan acuerdos integrales”.
¿Qué hacer ante un panorama tan desalentador? Actuar. En ese sentido, la Asociación Conciencia da el ejemplo. “Para nosotros –resalta San Martín- es muy importante trabajar esta problemática con el Gobierno y con los sectores productivos, que son quienes deben velar principalmente porque en sus producciones no haya trabajo infantil. Por más que acompañemos y generemos talleres y proyectos, son las cabezas de esos negocios y actividades las que tienen mayor responsabilidad. El diálogo con el sector público y privado es fundamental, ya que nuestros proyectos son de gestión integrada”. Con sus proyectos de trabajo territoriales, llegan a lugares y familias donde no llega nadie, casos a 17 kilómetros de la ruta, con camino de ripio. Otorgan becas, trabajan con infancias desescolarizadas, con trabajadores rurales compartiendo estrategias para la prevención de accidentes en el trabajo, enfermedades vinculadas al mismo y el desempleo, abordan una línea de acompañamiento familiar integral, visitando familias para ayudarlas en cuestiones administrativas y el acceso a derechos. Para el 12 de junio, el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, se realizaron dos eventos grandes en Jujuy y Misiones, con diferentes actores, entre ellos COPRET, RENATRE, gobernaciones locales, intendencias y actores del sector privado.
“Es una problemática compleja y multifactorial. Tiene un montón de aristas desde las que se puede abordar. La combatimos con el acceso a la salud, a mejorar sus condiciones de vida, a tener una vivienda digna, a la educación… Nuestra perspectiva es desde el acceso a derechos”, concluye San Martín.