Hipócrates estaría orgulloso

Hipócrates estaría orgulloso

¿Me regalás una hora? es una asociación de médicos y enfermeros voluntarios que atienden a personas vulnerables y en situación de calle. Crónica de una jornada en las escalinatas de la Catedral Metropolitana.

La temperatura en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a las 19:40 marcaba 4.6°, y la Catedral Metropolitana era iluminada por dos focos de una luz amarilla y los focos blancos que cruzaban la calle de la histórica Plaza de Mayo. Había gente en las escalinatas con frazadas y unas ollas que brindaban un recipiente con comida caliente a los presentes. A un costado, otro grupo de personas con chalecos blancos que en su espalda llevan escrita una pregunta: ¿Me regalás una hora? Adriana Arancibia, licenciada en Enfermería y referente de las atenciones que se brindan en Plaza de Mayo y Barracas, dio por comenzada la recorrida cuando dijo: “Hoy no va a haber colectivo sanitario, vamos a hacerla como lo hacíamos en los inicios, en la calle”. Se colocó su chaleco y con uno de los voluntarios fue en búsqueda de gente que necesitara atención médica. Los demás se colocaron barbijos y guantes, armaron dos mesas y alrededor de ella colocaron pequeñas banquetas de plástico. Bajaron de un auto tres recipientes con cajas de medicamentos y otros rellenaban planillas con la iluminación de las linternas de sus celulares. En un transcurso de veinte minutos llegaron las personas que necesitaban de atención médica, familias de hasta cuatro integrantes con niños y adolescentes, jóvenes que no pasaban los treinta años y adultos de la tercera edad. Mientras uno de los voluntarios los agrupaba por filas, las doctoras dialogaban con ellos, los revisaban y rellenaban planillas en caso de tener que recetar algún medicamento.

¿Me Regalás Una Hora? es una Asociación Civil integrada por profesionales de la salud y no profesionales voluntarios, que brindan atención médica gratuita a personas en situación de calle y vulnerabilidad social. Hacen puntos de encuentro en distintas calles de Capital Federal; el Gran Buenos Aires o en lugares físicos como iglesias, comedores o clubes de barrio. También están en Chaco, Corrientes y Formosa.

“¿Y PAMI dónde está?”, dijo un jubilado y sonrió irónicamente; luego se sentó en una banqueta y le contó a la médica que sentía dolor en su pie derecho. Lo tenía hinchado y apenas podía caminar. Pero no solo eso, también quería ser escuchado por alguien, conocía a los miembros de la Asociación. Al retirarse, abrazó a muchos de ellos y les agradeció la atención: “Con esto tiro un par de días”, dijo. Pero las voluntarias fueron insistentes en que tenía que acercarse a un centro de salud para que el tratamiento sea continuo y los dolores en algún momento desistan.

“Muchos tienen problemas respiratorios, entonces ya nos conocen, nos piden medicación de las que ya saben que le damos –contó a ANCCOM Arancibia–. Eso es lo que nos diferencia de otras ONG, nosotros no hacemos solo atención incidental sino que los pacientes tienen un tratamiento y tratamos que tenga continuidad”.

Todo comenzó en el 2014 cuando Mariano Masciocchi, presidente de la ONG y médico cardiólogo, montó un consultorio y brindó atención médica gratuita en la parroquia San Carlos Borromeo en el barrio de Almagro. Luego de dos años de estar haciéndolo solo, el cardiólogo publicó un aviso en la red social Facebook que se hizo viral: “Si conocés a alguien que no tenga cobertura médica, que esté en una mala situación y necesite atención médica gratuita y medicamentos, contale que desde hace dos años atiendo los sábados desde las 10 en un consultorio gratuito a la comunidad». Y logró sumar 150 voluntarios en diferentes zonas del país que hoy en día colaboran con la causa.

La temperatura continuaba en baja: para las 21 el Servicio Meteorológico Nacional marcaba 2.4º. Los voluntarios estaban extenuados, en tan solo una hora y media atendieron a veinte pacientes. Masciocchi contó cómo culminó esta jornada para él: “La verdad que contentos, cumplimos nuestro objetivo y trabajamos un montón con este frío. Muchos problemas respiratorios, gente con dolor y angustia. Acabamos de ver cuadros más allá de una gripe; por ejemplo, atendí a un chico que tiene una otitis supurada, significa que sale el pus del oído directamente, es decir, eso es algo grave”.

“Imaginate estar en una plaza, sin equipo para realizar un electro o radiografías y teniendo que hacer diagnóstico –explicó–. Sin embargo, lo importante es que formemos también nuevas generaciones de médicos que aprendan a pensar distinto, que son los que nos van a atender a nosotros en el futuro. Lo hacemos con el objetivo de descomprimir estas necesidades”.

Necesitamos un móvil propio o un lugar propio –explicó–. No tenemos donantes o sponsors, nosotros nos manejamos en forma gratuita y solidaria, nunca hemos cobrado nada, ni nos hemos llevado nada. Salvo, obviamente, la alegría y el corazón pleno de haber hecho lo que creemos que está bien”, dice Masciocchi..

Carolina Guaman, médica residente en cardiología, contó lo que es para ella ¿Me Regalás Una Hora?: “Es dar una pequeña parte de mí a las personas que más necesitan. Y qué mejor forma que hacerlo acá. Darle un pequeño minuto a las personas que no pueden acudir a un centro médico o no tienen prepaga. Dar un pequeño apoyo de nuestra parte siento que suma mucho”. Por otro lado, cuando fue consultada por las patologías que se repitieron a lo largo de la noche sostuvo que por motivo del invierno, se encontró con cuadros de neumonía o afecciones respiratorias.

Arancibia, por su parte, asegura que las patologías que se atienden dependen mucho de la época, y que generalmente notó muchas personas con traumatismos y dolor corporal: “Siempre digo que tenemos una máquina expendedora de analgésicos porque realmente hay gente que está con mucho sufrimiento, aparte del emocional. Hoy atendimos muchas afecciones respiratorias y traumatológicas”. 

Por último, Masciocchi enfatizó en la importancia de que más profesionales de la salud se sumen a ¿Me regalás una hora?, entre otras cosas para poder hacer seguimientos de los tratamientos de pacientes con enfermedades crónicas. “Necesitamos un móvil propio o un lugar propio –explicó–. No tenemos donantes o sponsors, nosotros nos manejamos en forma gratuita y solidaria, nunca hemos cobrado nada, ni nos hemos llevado nada. Salvo, obviamente, la alegría y el corazón pleno de haber hecho lo que creemos que está bien”.

 

 

 

Puntos de atención

 

Plaza Miserere Juana Azurduy en Avenida Rivadavia y Avenida Pueyrredón.

San Pedro Armengol en Coronel Burela 31, Gerli, Lanús.

Plaza Barrancas de Belgrano en Zabalía 2038, CABA.

Villa Soldati – Nuestra Señora de Fátima en Mariano Acosta 2920, CABA.

Santuario de San Expedito en Bartolomé Mitre 2350, CABA.

Plaza de Mayo en Avenida Rivadavia 500, CABA.

Sagrado Corazón – Barracas en Avenida Vélez Sarsfield 1351, CABA.

Catedral Anglicana San Juan Bautista en 25 de mayo 282, CABA.

Los jubilados sintetizan el malestar social

Los jubilados sintetizan el malestar social

Este miércoles realizaron una nueva marcha, esta vez acompañados por periodistas que exigieron justicia por Pablo Grillo, artistas que reclamaron por el desguazamiento del Instituto Nacional del Teatro y por personas con discapacidad que exigen la aprobación que declara al sector en emergencia.

Trabajadores y trabajadoras de prensa acompañados por familiares de Pablo Grillo y jubilados realizaron una acción para repudiar la investigación de Gendarmería y responsabilizar a Patricia Bullrich por la represión. 

Pasadas las dos de la tarde, y con el termómetro marcando apenas tres grados, los primeros bombos comenzaron a sonar frente al Congreso de la Nación. Es miércoles y, como tantos otros, los jubilados están de nuevo en la plaza. No parece importarles el frío, ni la rutina, ni el vallado policial, como siempre amenazante. Volvieron con sus banderas escritas a mano y una demanda que no se enfría. La protesta dejó hace rato de limitarse al reclamo por sus haberes y el retorno de los medicamentos gratuito y la moratoria. En la plaza se cruzan ahora trayectorias diversas: trabajadores de la salud, del teatro, del periodismo, estudiantes. Lo que los convoca no es una consigna, sino una acumulación de malestares que cada semana encuentran forma en la calle. Todos con un lazo en común: no resignarse a que el dinaero no les alcance por culpa de la motosierra oficialista.

La jornada comenzó con una acción performática frente al Parlamento. Trabajadores y trabajadoras de prensa formaron una ronda y, en el centro, desplegaron una serie de hojas blancas, cada una con una letra que, vistas desde arriba, componían la frase: «Fue Bullrich». En el medio del círculo colocaron cascos y una foto de Pablo Grillo, el reportero gráfico herido por Gendarmería durante la represión del 12 de junio. La escena fue registrada por drones y cámaras en plano cenital. Cuando la ronda terminó, los presentes gritaron al unísono: “¡Pablo Grillo, presente! ¡Ahora y siempre!”. Entre los asistentes estaba Fabián, el padre de Pablo. En los últimos días, Gendarmería difundió un comunicado interno en el que intenta justificar el accionar del agente Guerrero, quien disparó contra Grillo. Alegaba que el fotógrafo «se interpuso en la línea de tiro». La resolución, que lleva el aval del Ministerio de Seguridad, fue duramente cuestionada por organizaciones de derechos humanos y periodistas, que denunciaron un intento de responsabilizar a la propia víctima.

En simultáneo, la agrupación Prestadorxs Precarizadxs en Salud y Educación exigía el urgente tratamiento de la Ley de Emergencia en Discapacidad, aprobada hace un mes en Diputados pero congelada en el Senado, aun sin ser tratada en las comisiones correspondientes, un paso previo imprescindible para que pueda dares e debate en la Cámara Alta. Rocío Librandi, referente del espacio y acompañante en la trayectoria escolar de niños y niñas con discapacidad, fue clara: “Nuestra situación es crítica. Yo tengo cuatro trabajos y ni así llego a la canasta básica. No tenemos aumentos desde octubre del año pasado, apenas un 0,5%. Nos pagan con hasta un año de demora, con lo cual nuestros honorarios llegan devaluados, y eso impacta directamente en los tratamientos de las personas con discapacidad”. La ley, aún con vacíos, sería un punto de partida. Incluye la actualización de aranceles por inflación, mejoras en las pensiones no contributivas y pagos mensuales a término.

Frente al Congreso, las distintas agrupaciones comenzaban a agolparse sobre la vereda, lo más cerca del Palacio legislativo que el vallado policial les permitió. Con la inventiva de siempre, elevaban sus carteles que rezaban «Siempre Grillo, Nunca Bullrich», «Ayudame a luchar! El próximo viejo sos vos» y «Que no se quede mi pueblo dormido», entre otros tantos. La consigna del día estuvo marcada por la intención de llegar a un millón de firmas para exigir la aprobación de la ley que les garantiza una actualización en los haberes. El número tiene una intención simbólica: sumar legitimidad y mostrar el respaldo social; pero también una función formal y política: según el Artículo 39 de la Constitución Nacional, para presentar un proyecto de ley por Iniciativa Popular, se necesita al menos el 1,5% del padrón electoral nacional, lo que equivale actualmente a aproximadamente un millón de firmas. Jorge, un jubilado del sindicato portuario, resaltó la importancia de sostener el reclamo en el tiempo y de apoyar el resto de los reclamos, como el que está llevando a cabo el personal del Hospital Garrahan: “Nadie puede vivir con 7 mil pesos por día. Y encima pretenden que una persona de 80 años haga un trámite por el celular. Despiden trabajadores del PAMI, recortan hospitales. Van por todo. Pero nosotros vamos a seguir viniendo por la salud de nuestros nietos y por los que no tienen voz”.

Calu, de Jubilados PTS independientes, se refirió a las detenciones arbitrarias de Alessia Abaigar y Eva Mieri, dos militantes y funcionarias peronistas, por escrachar la casa de José Luis Espert, diputado por La Libertad Avanza. «Alicia fue trasladada directamente a Ezeiza por algo que no es nada más que una contravención. A Eva la tienen incomunicada. Espert es el mismo que, a los que pertenecemos a la izquierda, nos dijo directamente ´cárcel o bala´. Nos quieren presos por pensar distinto. Nos reprimen cada miércoles por querer caminar alrededor del Congreso. No es sólo hambre: es censura, persecución, miedo .No podemos permitir más ciberpatrullaje, más heridos, más criminalización. Nos quieren en silencio y nosotros vamos a hacer ruido”, sentenció Calu. También recordó la convocatoria a la Marcha Antirrepresiva del próximo miércoles 16 de julio, que partirá desde el Congreso hacia Plaza de Mayo en repudio al protocolo antipiquetes y la criminalización de la protesta.

En medio de la tarde, mientras se llevaba a cabo la habitual radio abierta de los jubilados, estudiantes y artistas del Instituto Nacional del Teatro, irrumpieron saltando y cantando al grito de: “Qué vergüenza ser un actor frustrado y ocupar la Presidencia”. La situación capturó todas las miradas y generó un silencio expectante. Luego, el colectivo desplegó una intervención artística: al unísono, leyeron un texto que resonó con claridad y determinación, concluyendo con la consigna: “Estamos defendiendo la soberanía cultural, al Decreto 345: derogación ya”. La llegada de los artistas fue muy bien recibida por los jubilados que rápidamente les ofrecieron su micrófono para participar de la radio abierta.

El Decreto 345, promulgado hace cinco semanas, establece la desfinanciación del Instituto Nacional del Teatro (INT) y su traslado a la órbita de la Secretaría de Cultura, eliminando su carácter autárquico. Este cambio implicaría el recorte de recursos y la pérdida de independencia decisoria, vulnerando la Ley Nacional del Teatro -promulgada en 1997 tras una extensa lucha de los hacedores de la escena- que garantiza el acceso, la producción y la circulación del teatro independiente en todo el país. La respuesta inmediata de la comunidad teatral fue lanzar el Festival Entrá (@festivalentra), que se extenderá del 3 al 9 de julio y agrupa 385 obras y más de 3.000 trabajadores y trabajadoras de los tablados. Las funciones serán “a la gorra” en distintos espacios culturales del país, culminando con asambleas por zona. «Es un festival autogestivo que surgió de la organización de asambleas de trabajadores y trabajadoras de la escena que nos pusimos al hombro este festival, visibilizando la situación que implica este decreto para el Instituto Nacional de Teatro», contó Tamara Daui, quien, megáfono en mano, encabezó la intervención.

 

La oposición logró el emplazamiento a comisiones de dos proyectos

La oposición logró quorum y obligó a las autoridades a tratar en comisión los proyectos de financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.. Luego el oficialismo logró suspender la sesión tras un escándalo desatado cuando diputadas de Unión por la Patria increparon al libertario José Luis Espert por haber denunciado penalmente a las militantes que lo escracharon logrando su detención.

Nueve personas en situación de calle ya murieron este invierno en todo el país

Nueve personas en situación de calle ya murieron este invierno en todo el país

Los datos los recopiló la ONG Proyecto 7, que el pasado fin de semana realizó un nuevo censo de las personas sin techo de la ciudad. Estiman un notable aumento de personas en esta condición.

La asociación civil enfocada en problemáticas de la vivienda Proyecto 7 realizó el Tercer Censo Popular de Personas en Situación de Calle de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El estudio se desarrolló en toda la ciudad a las puertas de la que sería, al menos hasta el momento, la semana más fría del año. En paralelo, la organización continúa con desayunos y ollas populares en Plaza Constitución y Once.

Horacio Ávila, fundador y referente de Proyecto 7, en diálogo con ANCCOM contó: “Fueron tres días consecutivos trabajando en conjunto con 800 voluntarios. Fue difícil por el frío, por las situaciones muy tristes con las que nos encontramos. Llevamos infusiones calientes y frazadas. Hay muchas abuelas y abuelos, muchas familias y pibes”.

Según esta organización, la cantidad de personas que habitan la calle no deja de crecer. Eso se pone de manifiesto cuando se compara la cantidad de lugares a donde pueden recurrir por un plato de comida caliente, por un espacio donde dormir. En 2019 había 26 dispositivos en CABA, en la actualidad 48. Desde el Gobierno de la Ciudad manifiestan públicamente que ellos tienen espacios pero que las personas prefieren estar en la calle, que no quieren ir porque hay horarios que cumplir.

Pero, por otro lado, cuando los vecinos de la ciudad llaman al 108, Línea de Atención Social Inmediata, para denunciar que una persona está en situación de calle y necesita asistencia, la respuesta es que no hay vacantes. Entonces, ¿preferencia o desidia del Estado? 

También hay problemas particulares. Por ejemplo, muchas familias que están en la calle no tienen espacio porque hay sólo dos dispositivos gubernamentales que pueden albergarlas. El resto son sólo para hombres o para mujeres y niños. Además, no son aptas las mascotas ni tienen lugar para dejar los carros que utilizan para cartonear.

A la espera de las cifras, Ávila estimó que, en relación al Censo que realizaron en 2019, “debemos tener por lo menos un 50 por ciento más de personas en situación de calle”. En ese entonces se contabilizaron 7251 personas. Esperan tener los datos para la semana entrante, cuando realizarán una conferencia de prensa para comunicar otras acciones.

La semana que inició con ola polar ya dejó el saldo de dos personas fallecidas por el frío. Las cifras arrojan que el invierno pasado murieron 11 personas en situación de calle en Capital Federal y 28 en todo el país. En los diez días que van de este invierno ya se contabilizan nueve fallecidos. En CABA son tres, dos en Mendoza, uno en Misiones, uno en Gral. Roca, uno en Santa Fe y otro en Mar del Plata.

Justamente en este distrito de la costa los vecinos denunciaron a las cuadrillas que responden a la intendencia de Guillermo Montenegro y que monitorean la calle, porque corren a las personas y les quitan lo poco que tienen. Al respecto, Ávila manifestó que “hay una impunidad y ausencia del Estado generalizada”. Recordó que Montenegro “fue el ideólogo de la UCEP”, la Unidad de Control del Espacio Público que monitoreaba las calles de CABA con prácticas ilegales, denunciada por el Centro de Estudios Legales y Sociales, y agregó que “está copiando lo mismo en Mar del Plata y lo postea y repostea en sus redes sociales ufanándose de que está limpiando la ciudad”.

 

Manta corta

A los excluidos del mapa el invierno los encuentra surfeando a la muerte. Mientras tanto, la ministra de Capital Humano Sandra Petovello retiene 75 mil frazadas en los famosos depósitos de alimentos. El referente de Proyecto 7 asegura: “Hicimos un amparo y no tuvimos respuesta del Ministerio”. Y agrega que “es una provocación intencional, que cada vez haya más pobreza y más personas en la calle, es un contexto de violación de derechos, no sólo del gobierno de Jorge Macri, de Montenegro, sino que es a nivel nacional”.

Las organizaciones estiman que hay por lo menos cuatro generaciones en situación de calle. A los desayunos y ollas que realiza Proyecto 7 cada vez recurren más personas. “El lunes hicimos 10 ollas, que cada vez cuestan más, y en menos de una hora nos quedamos sin nada. Es muy triste ver que vas con una cantidad y que no alcanza”, se lamenta Ávila.

Desde esta organización también apelan a la solidaridad: “Antes de salir, para lo que sea, mirá bien, fíjate, revolvé, buscá, esa campera que tiene un poquito gastado el puño y ya no usas, esas bufandas que ni sabías que estaban…ponelos en la mochila, en el bolso… llevalo con vos, a alguien vas a cruzar, cuando se lo des míralas a los ojos, tomate ese segundo, vas a ver ese dolor, esa angustia y esas lágrimas contenidas que se niegan a salir porque si salen se congelan y convierten  en perlitas de cristal, no lo pensés, ¡hacelo!”, versa uno de los comunicados de la organización.

Cada vez hay más personas en la calle pidiendo alimentos, plata, tratando de juntar para alimentarse y refugiarse del frío. Una pieza de 2×2 con baño y cocina compartida sale 400 mil pesos por mes. ¿Quién puede en este contexto? La calle no es un lugar para vivir y tampoco para morir.

¿Por qué si la inflación baja el salario cada vez alcanza para menos cosas?

¿Por qué si la inflación baja el salario cada vez alcanza para menos cosas?

La demora de la actualización de la fórmula de medición del IPC hace que no se tomen en cuenta nuevos consumos, como las plataformas, y estén subvaluados otros, como las tarifas servicios, que subieron muchos más que, por ejemplo, los alimentos.

El índice de precios al consumidor (IPC) volvió a bajar en mayo. El mes pasado la inflación fue del 1,5%, manteniendo la tendencia a la baja de abril. Pero, a su vez, el salario real registrado ha caído un 6,02% según el INDEC y el poder adquisitivo del salario mínimo se desplomó un 32% desde noviembre del 2023. En este contexto, acechan dudas sobre el dato que difunde mes a mes el instituto estadístico. ANCCOM dialogó con especialistas para entender que tanto asidero tiene esta sospecha y si hay un desfase entre el dato y la realidad.

 

Ponderación desactualizada

El cálculo del IPC se basa en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo), que desagrega qué porcentaje de los ingresos se destinan a determinados bienes y servicios. La misma contribuye al desarrollo de la canasta básica que se utiliza para calcular la inflación. La utilizada actualmente data del periodo 2004-2005.

Según Haroldo Montagu, exsecretario de Política Económica y docente de la Universidad Nacional de Moreno, la antigüedad de la encuesta genera que “haya gastos que no están contemplados con el peso que la sociedad le asigna actualmente”. En ese sentido, señala que “el peso de los servicios ha crecido 10 puntos porcentuales más en relación a los bienes y hoy la canasta que mide el INDEC tiene mayor ponderación en bienes”.

Esto no determina, de todos modos, que la inflación esté mal medida. Para Montagu, “no es que haya algo sospechoso, sino que la ENGHo utilizada está simplemente desactualizada”. Reforzando este punto, Esteban Rafele, periodista especializado en economía, concluye que “no es que hay mucha más inflación y se oculta debajo de la alfombra. Lo que puede ocurrir es que, si se renueva la ENGHo, como pesan más los servicios la inflación debería ser un poco mayor”.

La ENGHo de Macri

El dato de color es que ya se realizó un trabajo de actualización de la ENGHo durante el gobierno de Mauricio Macri. Rafele destaca que “hubo consenso en que fue un trabajo bien hecho. Lo que pasa ahora es que el gobierno viene demorando la actualización”.

Montagu asegura que “esto es muy llamativo y acá surgen los cuestionamientos al índice. La información está. Podrían, incluso, actualizarla nuevamente. Por ejemplo, la Dirección Estadística de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene una canasta de consumo del año 2021”.

A propósito de esto, Rafele señala el ejemplo del gasto en plataformas, el cual es mucho mayor y más significativo que hace 10 años. “Esas cosas ya las perdés de vista pero mientras más se demore más va a ser el desfase”, señala.

Por su parte, Franciasco Mascitelli Massa, economista del CEPA, asegura que “actualmente estamos manejando ponderadores que están perdiendo precisión cada vez más por cómo están aumentando los precios. El tema no es que la inflación esté o no bajando, sino dónde está bajando y cuánto”. En ese sentido, subraya que “el sendero de desinflación está reflejado pero está decreciendo en exactitud”.

Las consecuencias

Esta subestimación del dato termina afectando la puja distributiva. Montagu resalta que “si se hubiese actualizado la canasta, la inflación en el año 2024 hubiese sido 16 puntos mayor a la que fue”. Es por esto que “cualquier precio o salario que se actualice con el IPC se actualiza con un valor que tal vez no refleje los patrones actuales de consumo. Esto abre las dudas con respecto a las subas de los salarios de los trabajadores, los jubilados, las AUH y todos los ingresos que se reformulen según este porcentaje”.

“Convalidar una inflación mayor atentaría contra la política de no homologar paritarias”, destaca Rafele, recordando que el Ministerio de Economía no homologó la paritaria del Sindicato del Comercio, cuando la inflación de dicho periodo fue del 3,7% y el aumento del 1,7%. “Si el porcentaje es mayor, los salarios deberían subir más para no perder terreno en un momento en donde el gobierno quiere pisarlos. La discusión por el ingreso sería otra, estaría un escalón más arriba”, remarca.

“Si vos ves el promedio del salario privado registrado y lo refractás por inflación da que está apenas por encima de lo que era en noviembre de 2023. Si a ese dato lo reponderás con la ENGHo actualizada, son casi 10 puntos de caída del poder adquisitivo que no se van a recuperar”, observa por su parte Mascitelli Massa.

Los porqué

El propio Marco Lavagna, director del INDEC, declaró a fines de abril que se está trabajando en la aplicación de la ENGHo del 2017-2018. De todos modos, no se avanzó hasta ahora en ese sentido. Mascitelli Massa recuerda que incluso el FMI ya señaló que el porcentaje estaba mal ponderado y debería actualizarse.

En este contexto y tras las declaraciones de Lavagna, la autarquía del instituto sufre serias dudas. Según Rafele, “ya hubo más de 12 meses de prueba, hay un registro bien acabado de cómo debería ser el empalme y se testeó todo lo que se tenía que testear”. En ese sentido, advierte: “Por lo que hablo yo con los técnicos (del INDEC), está todo listo para que, cuando el gobierno o el organismo dispongan, se empiece a comunicar el nuevo índice actualizado. Cuando consulto en fuentes oficiales, me responden que todavía falta terminar de cerrarlo”.

En consecuencia, opina que el principal motor del gobierno para dilatar la actualización es consolidar el sendero desinflacionario. “Cuando esté en un punto y medio estable, hacer el salto sería más sencillo, sobre todo porque el salto fuerte en los servicios ya ocurrió a principios del año pasado. Y si le sumamos otra arista, están esperando a que pasen las elecciones. Entiendo que es una decisión política más que técnica”, subraya.

A Milei ni siquiera lo conmueve la tragedia de Bahía Blanca

A Milei ni siquiera lo conmueve la tragedia de Bahía Blanca

El presidente vetó la Ley de Emergencia destinada a la reconstrucción de Bahía Blanca mientras el Hospital Penna sigue con servicios sin habilitar, las calles están poceadas por la fuerza del agua y muchos vecinos aún no regresaron a sus casas.

A tres meses de las inundaciones en Bahía Blanca, Javier Milei vetó la Ley de Emergencia que había sido aprobada por la Cámara de Diputados con 196 votos a favor. Mediante el decreto 424/2025, firmado también por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el Gobierno anuló la norma que contemplaba la creación de un fondo especial de 200.000 millones de pesos para asistir y reconstruir la ciudad y sus alrededores.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, justificó la decisión en X: “Hoy, casi tres meses después (sí, casi tres meses después), la casta política pretende hacer política con la tragedia aprobando en el Congreso un proyecto que se superpone con los recursos ya transferidos. Por eso, el presidente Javier Milei vetó la ley que duplicaba la asistencia ya dispuesta”. Además, argumentó que ya se implementaron medidas urgentes a través de otro decreto presidencial que creó el programa Suplemento Único para la Reconstrucción (S.U.R.), haciendo innecesaria una ley adicional.
Pese a las justificaciones y avisos de ayuda ya enviada, instituciones como el Hospital Penna siguen con sectores completos sin funcionar, hay puentes rotos y familias con las casa a medio arreglar porque no alcanzan las ayudas enviadas por la Provincia de Buenos Aires.
También en X , el ministro de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires, Gabriel Katopodis, denunció que tanto Milei como Caputo tienen sin utilizar un crédito del Banco Mundial por  200 millones de dólares, gestionado en 2023, y destinado a emergencias como la de Bahía Blanca. “Si no lo van a usar, por favor, transfiéranlo a la Provincia…”, reclamó.
¿Se implementaron realmente todas las medidas urgentes? ¿Qué se necesita para reparar los daños ocasionados por una inundación de esta magnitud? ¿Cómo continúa la situación en Bahía Blanca, a tres meses del desastre? Para responder estas preguntas, ANCCOM dialogó con la funcionaria de la Municipalidad de Bahía Blanca, Ana Biera -trabajadora social del Hospital Penna y ex jefa de servicio-, y vecinos de zonas especialmente afectadas, que compartieron sus vivencias y las consecuencias que aún persisten.

La reconstrucción

Ana Biera atiende a ANCCOM desde el Hospital Penna, al final de su jornada laboral. Aun con la chaqueta puesta, busca un rincón tranquilo para hablar, aunque el ritmo del hospital se cuela en la conversación: puertas que se abren y cierran, voces que resuenan, pasos que no se detienen. Tras las inundaciones, la trabajadora social se abocó a relevar la situación de más de 1.200 trabajadoras y trabajadores del hospital, respecto a los daños sufridos en sus hogares. Junto a equipos del Programa Cuidar -del Ministerio de Salud bonaerense- y del PROSAMIC (Programa de Salud Mental en Catástrofes), conformaron un grupo de asistencia que no solo entregó insumos, sino que también realizó seguimiento emocional y simbólico a las familias afectadas. Llamaban preguntando cómo estaban y se repetían frases como: “De pronto se llenó de agua”, como algo que irrumpió. Además, la incertidumbre atravesaba todos los relatos. No solo hubo personal afectado en sus casas, muchos estaban en el hospital en el momento del temporal. “Toda la gente que trabaja en el subsuelo, tuvo que salir con los pacientes o intentando salvar insumos vitales, medicamentos, equipamiento de laboratorio”. A eso se sumó el corte de comunicaciones: no podían saber qué pasaba en sus casas, ni con sus familias.

El Hospital Penna, de jurisdicción provincial, cumple un rol clave en la zona. “Todo lo que ocurre en los alrededores termina llegando al Penna”, explica Biera. Destaca el esfuerzo institucional por poner nuevamente en funcionamiento los servicios: “La semana pasada volvió a funcionar Neonatología y la terapia intensiva de adultos. Pero todavía falta: quirófanos, Maternidad, Recursos Humanos”. Asegura que los fondos provinieron mayoritariamente del Ministerio de Salud de la Provincia. “También hubo donaciones, aunque representan una pequeña parte dentro de todo lo que implicó reconstruir el hospital”.

Los testimonios vecinales también dan cuenta de un panorama complejo. Aunque destacan la solidaridad y el apoyo entre pares, los días posteriores fueron críticos. 

La inundación en primera persona

“La revivo y se me pone la piel de gallina”, confiesa Florencia Belardinelli, de 34 años, quien vive con su pareja Melisa en una de las zonas más afectadas por el temporal, el barrio Napostá. “Afuera parecía un río: el agua se llevaba autos y entraba por todos lados”, recuerda. Agarraron unas pocas pertenencias y salieron cuando el agua ya les llegaba hasta las rodillas. “Con una escalera, trepamos por los techos y llegamos a lo de un vecino que tiene dos pisos”, recuerda. “Cuando volvimos la casa estaba dada vuelta. Estuvimos una semana con familia y amigos limpiando, éramos como treinta personas”, recuerda Belardinelli. 

Augusto Morelli estaba solo en su casa del barrio San Agustín cuando comenzó la inundación. “No había escuchado ningún pronóstico. Estaba durmiendo hasta que empecé a escuchar a mi perro ladrar sin parar y él nunca ladra a la madrugada”, recuerda. Se levantó para ver qué pasaba y, al poner los pies en el suelo, el agua ya le llegaba hasta los tobillos. Dos de sus perros estaban subidos al sillón y el que ladraba, arriba de la mesa. Diez minutos después, el agua ya estaba a la altura del colchón. “Ahí entendí que esto venía para rato”. 

En el grupo de WhatsApp del barrio avisaban que a muchos vecinos los habían evacuado. Intentó comunicarse con emergencias, pero las líneas estaban saturadas. “No sabía qué hacer. Llamé a un amigo y le pedí que viniera a ayudarme con los perros”. Cuando su amigo llegó, el agua ya les llegaba hasta la cintura. “Agarré a un perro, mi amigo cargó a otro y el tercero -que es un galgo- se manejó solo, fue nadando todo el trayecto”. Concluye: “La sensación de abandonar tu casa, sin saber qué va a pasar, es muy fea”. 

Valentina Vercelli, de 34 años, vive sola con su perra en el barrio Pedro Pico. Cuando empezó la inundación, intentó contener la entrada de agua. Pero pronto entendió que la situación no se resolvería rápido y cambió de estrategia: pasó a evaluar posibles vías de escape. “Afuera, el agua arrastraba a todos los que intentaban salir, así que quería evitarlo. Pero si seguía subiendo, no iba a tener otra opción”, recuerda. Se preparó con su perra por si era necesario evacuar y se subieron a la mesa del comedor a esperar. Pasaron allí desde las diez de la mañana hasta las seis de la tarde. El agua llegó a alcanzar unos cincuenta centímetros dentro de la casa. Cuando finalmente comenzó a bajar su mamá y su hermano lograron llegar a buscarla. 

El miedo sigue muy presente entre los bahienses: “Se anuncia lluvia o viento y se cancelan todas las actividades, la gente tiene miedo de salir. Falta que recuperemos la tranquilidad”, reflexiona Vercelli. Morelli coincide: “El miedo sigue, queda esa herida abierta”. Belardinelli y su pareja están haciendo terapia para enfrentar las secuelas: “Nos dimos cuenta de que necesitábamos ayuda para seguir adelante, porque el trauma que te deja esto es muy grande”, cuenta. Además, aún lidian con las pérdidas materiales. En su casa las puertas no cierran bien, el piso sigue húmedo y las paredes se descascaran. Por ahora, viven en un departamento prestado hasta poder terminar de reparar su casa. Vercelli menciona manchas de humedad y techos que necesitan mantenimiento. 

Tanto Belardinelli como Vercelli accedieron al subsidio provincial y al nacional. “Sirve, pero no alcanza”, resume la primera. “Los arreglos más grandes los hicimos gracias a un crédito del Banco Provincia. El subsidio llegó recién hace dos semanas”. Vercelli coincide: “Me ayudó, aunque lo recibí varios meses después”.

Belardinelli también advierte que la ciudad está lejos de haberse recuperado. “En los barrios más alejados las calles siguen destrozadas. Incluso en el centro hay pozos sin reparar desde la inundación. Los puentes del canal Maldonado siguen rotos. El arreglo de la ciudad va muy lento”, lamenta. Para Morelli, el episodio evidenció una gran falencia estructural: “La ciudad no está preparada para enfrentar algo así. Faltan sistemas adecuados para prevenir y manejar inundaciones de esta magnitud”, advierte.

Las respuestas que aún faltan

Gracias al relevamiento que coordinó, Biera ofrece una mirada integral. “Nos sigue llegando gente que está en sus casas y no resolvió todo -sostiene-. Vino el invierno y no han podido terminar de arreglar la casa o de comprar todo”. Subraya la desigualdad en la recuperación: “Hay quienes pudieron rehacer una pared, revocar, comprarse una cama. Pero otros no y tampoco recibieron la ayuda necesaria”. Biera considera que el estado de emergencia debería continuar: “Bahía Blanca viene de un año y medio de catástrofes: el tornado, el temporal, la pedrada de enero. Es una ciudad golpeada por el clima. Merece otra consideración”.

Un funcionario de la Municipalidad de Bahía Blanca que prefiere no dar su nombre contó a ANCCOM que el veto presidencial fue recibido con desconcierto. “La expectativa era que la ley se reglamentara y se pusiera en marcha”, afirmó. Según explicó, las medidas implementadas hasta ahora por el Gobierno nacional resultan insuficientes frente a la magnitud de los daños. “Aún hay una gran cantidad de vecinos que consulta por el acceso a subsidios”, señaló y remarcó que prácticamente todos los sectores necesitan algún tipo de asistencia. Si bien el municipio y el gobierno provincial brindaron ayuda a sectores productivos y comerciales, aún queda mucho por hacer. Desde el ámbito local se insiste en la necesidad de sostener la actividad económica: “Si estos sectores tienen que achicar gastos, eso impacta directamente en el empleo”, advirtió el funcionario. También destacó el acompañamiento constante del gobierno de la provincia de Buenos Aires, tanto en términos económicos como en presencia territorial. 

Por su parte, Biera remarca el valor de la organización comunitaria en contextos de emergencia: “La solidaridad se activa en momentos clave, y nadie duda de que hay que salir y organizarse para ayudar”. Sin embargo, enfatizó que la respuesta no puede recaer únicamente en la sociedad civil: “El rol del Estado es irremplazable. En una inundación, la pérdida es inconmensurable. El Estado tiene que dar respuestas; debe ser ese espacio que devuelva colectivamente todo lo que recoge colectivamente. No sólo a través de recursos económicos, sino también mediante programas, contención y acompañamiento tanto material como simbólico”.

Bullrich se quedó con las viviendas del Plan Procrear

Bullrich se quedó con las viviendas del Plan Procrear

Unas 160 familias que habían sido sorteadas como beneficiaras de viviendas en el edificio Sagol denuncian que la ministra de Seguridad se las entregó a miembros de las fuerzas que comanda.

Casa propia: ¡Afuera! El 23 de noviembre de 2023 160 familias recibieron por medio de un sorteo público de la Lotería Nacional una vivienda, aún en construcción, en el predio Sagol I de Avellaneda. Sin embargo, sin explicación, en junio de este año les llegó otra noticia: el Ministerio de Seguridad de la Nación, comandado por Patricia Bullrich, dispondría de esas viviendas para entregarlas a integrantes de las fuerzas federales. Esto efectivamente ocurrió el 10 de junio, mientras se conocía la sentencia a la expresidenta Cristina Fernandez, quien fuera la ideóloga del Procrear en 2012.

El predio Intendente Raúl Sagol está en la calle Mariano Acosta al 400 entre Sagol y Díaz Vélez, en el municipio de Avellaneda. Es un edificio construido sobre un terreno que le cedió la municipalidad a la nación para esos fines. Tiene capacidad para 160 familias, cada departamento tiene entre 45 y 60 metros cuadrados y tres de ellos estaban destinados para personas con discapacidad.

El Plan Procrear (Programa de Crédito Argentino) se inició el 12 de junio de 2012 cuando la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciaba la construcción de 100 mil viviendas en el plazo de cuatro años. Este programa tenía diferentes líneas de crédito para la casa propia u otras mejoras.

Alexander Zalazar, uno de los beneficiarios del sorteo PROCREAR.

Sin techo

La mayoría de los adjudicatarios del edificio Sagol recibió su departamento en el último sorteo del programa, el 23 de noviembre de 2023, durante la presidencia de Alberto Fernández. Pero las familias denuncian que con el cambio de gobierno nacional y la asunción de Javier Milei las gestiones administrativas quedaron congeladas. Tal es el caso de Andrea Staffolani que en diálogo con ANCCOM contó: “Me hicieron la verificación ambiental, después me hicieron presentar todos los papeles, partida de nacimiento, situación crediticia, veraz, recibos de sueldo y de ahí en más fue esperar que nos citara el Hipotecario”.

La respuesta ante sus consultas a los diferentes entes mediadores, como el Banco Hipotecario o Desarrollos Urbanísticos, siempre era la misma: “Estamos esperando órdenes”. El problema no era sólo administrativo: las obras también estaban detenidas. El municipio agregó carteles rojos con letras blancas que advierten “Obra paralizada por el gobierno nacional” en todos los afiches de Procrear que están en la vía pública.

Son 160 familias despojadas del derecho a la casa propia, al menos 500 personas. “Yo alquilo hace más de 30 años, siento que era la última oportunidad que tenía de acceder a un crédito hipotecario, de tener mi casa», manifestó Staffolani.

Silvia Navarrete, jubilada. 

Silvia Navarrete, jubilada, quien alquila con su hermana comentó que ante esta situación tuvo que mudarse, con todo lo que eso implica: “Nos robaron. No nos vamos a rendir. Nosotros estamos en lucha, acá estuvimos y vamos a estar”.

Por su parte, la docente Romina Caccione, contó que cuando salió sorteada “fue un momento de mucha alegría en toda la familia: ¡te ganaste el derecho a tener una casa!”. En el abrazo al edificio Caccione remarcó que “la indignación es total porque los dueños estamos esperando para hacer efectivo el crédito que ya teníamos asignado”.

Las familias están organizadas, tienen un perfil de Instagram @sagolenlucha, al que se están sumando muchas personas que aún no estaban enteradas de la situación. Hicieron una presentación a través del Defensor del Pueblo de Avellaneda, Daniel García. El plazo de 10 días hábiles para que el gobierno responda vence la semana entrante. De no tener respuesta, iniciarán un amparo colectivo. Además, el letrado Leonardo Martínez, representante legal de los damnificados, elevará una denuncia penal contra Patricia Bullrich, “todos los que usurpen nuestras casas van a ser cómplices de esto y les va a caer el peso de la ley, les corresponde porque son cómplices de una estafa”, sentenció Navarrete.