Desaparecidas en democracia

Desaparecidas en democracia

Para decir ni una menos es necesario que no haya ni una más en redes de trata, un delito que no discrimina edad ni clase social.

Mirá el especial multimedia de ANCCOM:

Actualizado 02/06/2017

 

Cuando la pantalla no muestra solo una cara bonita

Cuando la pantalla no muestra solo una cara bonita

A veinte años de su primera vez, comenzó una nueva edición del Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos (FICDH), presentando en esta oportunidad una provocadora propuesta en el marco del Ni Una Menos: “Nuestro cuerpo, nuestra tierra”. Con más de cien piezas e invitados internacionales de reconocimiento -como Imelda Daza Cotes, representante del movimiento colombiano “Voces de Paz”, o el cineasta boliviano Jorge Sanjinés-, el festival presenta una oferta que dura hasta el 7 de junio y que, sin dudas, viene a romper cánones y a hacer reflexionar al público.

En su XVII edición, el festival decidió alinearse con un debate presente en la agenda pública: la violencia de género. A través de la herramienta cinematográfica, el certamen propone repensar los lugares comunes y debatir sobre una problemática que compromete a toda la sociedad. Como explica Florencia Santucho, cineasta y directora del FICDH, la propuesta de este año tiene “el propósito de revindicar, ante todo, la autonomía de decidir sobre el propio cuerpo, elecciones sexuales o políticas; el respeto de la soberanía de los pueblos que habitan el territorio. La propuesta busca empoderar a todas las identidades.”

En su XVII edición, el festival decidió alinearse con un debate presente en la agenda pública: la violencia de género.

En su XVII edición, el festival decidió alinearse con un debate presente en la agenda pública: la violencia de género. Foto: Carla Toledo

El FICDH es organizado por el Instituto Multimedia DerHumALC (Derechos Humanos en América Latina y Caribe), una asociación sin fines de lucro que desde sus inicios, en 1999, tiene el objetivo de fortalecer el tratamiento y el estudio de temáticas sobre los derechos humanos desde la sociedad civil. El festival fue pensando como espacio de reflexión y debate sobre la temática de los Derechos Humanos desde una perspectiva artística, incluyendo cine documental, ficción y animación.

En una charla con ANCCOM, la directora del festival Florencia Santucho explicó que “se propone como un espacio de encuentro y reflexión en torno a las mayores problemáticas de derechos humanos, desde el cine como herramienta de transformación social. A través de un cine crítico y de calidad, empatizamos con historias de vida y de empoderamiento que nos mueven a pesar de las distancias culturales y geográficas. Siempre más películas muestran a las mujeres como protagonistas activas de estos movimientos de cambio”.

Cuando se aborda específicamente la temática de este año, el aporte del festival, según Santucho, es claro: “En los últimos años, las movilizaciones masivas contra la violencia de género han conseguido visibilizar lo que los medios masivos han venido callando y espectacularizando. El cine, en cambio, busca vincular las emociones de sus personajes con el público y, a través de su lenguaje universal, tiene el poder de alcanzar un gran impacto social. Cuando los relatos develan intimidades silenciadas y las hacen públicas, se fortalece el mayor reclamo feminista. Lo privado es político.”

El festival fue pensando como espacio de reflexión y debate sobre la temática de los Derechos Humanos desde una perspectiva artística

El festival fue pensando como espacio de reflexión y debate sobre la temática de los Derechos Humanos desde una perspectiva artística. Foto: Laura Malagon.

Como explica la directora del festival, la mayor parte del equipo del festival está compuesto por mujeres, y, al abarcar una problemática tan sensible no sólo para las mujeres sino para la sociedad en su conjunto, permite profundizar pensamientos y sensaciones que luego se plasman en las producciones. “Eso es lo que más me moviliza —dice Florencia Santucho— sentir que los hombres y mujeres que se suman al proyecto poniendo cuerpo y alma para su éxito también lo vivan como un proceso de empoderamiento y crecimiento mutuo.”

Si bien es de suma importancia que una problemática tan atroz se vuelva pública, ya que visibiliza y ayuda a generar conciencia social, a veces logra hacer peligrar la temática al transformarse en un tema “de moda” que pasa a estar en boca de muchos para poder estar en el ojo público, sin tener real interés por ella. Respecto a esto, Santucho afirma que “no debería sorprendernos que los casos de femicidios aumentan cuanto más públicas se hacen las denuncias, porque la sociedad en la que vivimos es la que está enferma, no solo el hombre violento es empujado por la cultura dominante a ejercer su violencia como prueba de fuerza. Por lo tanto, visibilizar la problemática de género es cuanto más urgente y necesario porque contribuye a que se instale el debate en las casas, calles y escuelas. El momento es este porque hay un despertar de un movimiento social que está teniendo eco internacional, y cuanto más se radicalice más resultados va a lograr”.

Desde el lado de los participantes Gonzalo Egurza, director de Schuld, un largometraje sobre la dictadura militar argentina de los años 70, explica lo que significa ser parte del festival y cuál es su relevancia: “Es muy importante estar participando del FICDH, ya que en la sociedad se están viviendo tiempos en los que los derechos humanos y, por sobre todo, los derechos se están poniendo constantemente en cuestión”, dice. Egurza entiende el festival como un espacio de lucha: “Los derechos que supimos conseguir con gran esfuerzo, como por ejemplo la Ley de Matrimonio Igualitario, el derecho a la identidad de género, el derecho a la educación pública y gratuita, los derechos en materia laboral, entre otros y por supuesto los derechos humanos que nos amparan y nos dan la posibilidad de exigir justicia ante las atrocidades cometidas por el terrorismo de Estado, se encuentran en función de los sectores de la sociedad que históricamente han sido relegados, marginados y hasta en algunos casos exterminados”. Para el realizador es el Estado quien a través del derecho tiene que proteger a los sectores más vulnerables. “Para mí, el progreso se da cuando un Estado asume ese rol. Cuando un Estado deja de asumirlo, se produce un retroceso. Esto simplemente no puede suceder. Sin embargo, hoy amplios sectores de la sociedad se encuentran en constante estado de alerta para impedir ese retroceso. Es el caso de las grandes manifestaciones en apoyo a la educación pública o las que se celebran bajo la consigna del Ni una Menos». Agrega también que espacios como el del FICDH, son una oportunidad de ejercitar la memoria y la reflexión, desde el cine. “Y esto me parece importante ya que equilibran la balanza con respecto al abordaje que hacen los medios tradicionales de comunicación en estas materias”, asegura.

El FICDH es un festival que propone algo nuevo, un valor agregado que no tiene ningún otro festival: despertar el debate y la reflexión. “El FICDH tiene la particularidad de generar un espacio de encuentro y discusión en torno al cine concebido como herramienta de transformación social —expone Florencia Santucho— En nuestra búsqueda incluimos otros artes como la música, la fotografía, el teatro para que nos acompañen y fortalezcan nuestro mensaje que encuentra en el momento del debate su mayor manifestación”.

“El FICDH tiene la particularidad de generar un espacio de encuentro y discusión en torno al cine concebido como herramienta de transformación social —expone Florencia Santucho

El FICDH tiene la particularidad de generar un espacio de encuentro y discusión en torno al cine concebido como herramienta de transformación social. Foto: Martin Laskievich.

El FICDH cuenta con la presencia internacional de muchísimos directores, actores e invitados que ayudan no solo a generar debates desde su lugar de artistas, sino a darle al festival una envergadura mucho mayor. “Es un gran honor poder contar con la presencia de directores reconocidos que se interesen en la problemática de derechos humanos y eligen nuestro festival para presentar sus obras —dice la directora—. Eso nos da mucha fuerza para seguir por el camino trazado en estos veinte años de trayectoria”.

Entre las propuestas más arriesgadas, según la directora del festival, se incluye el concierto a beneficio de proyectos contra la violencia de género en el KONEX. Es una propuesta musical que sale de lo “conocido”: “Creemos que sumar públicos distintos es muy necesario para expandir el mensaje de forma contundente.” La propuesta más prometedora es, sin duda, la muestra “autorretratos híbridos” de la artista francesa Orlan que se presenta en la Alianza Francesa de Buenos Aires.

Con más de 800 títulos inscriptos, sólo cien fueron seleccionados entre distintos países, entre ellos veinte argentinos. Las propuestas, horarios y espacios pueden ser consultados en la página oficial. Esta edición promete un lugar de debate, de empoderamiento, y un espacio de reflexión que viene para quedarse. En palabras de Santucho, “claramente queremos provocar reacciones y estimular nuevos pensamientos a través de las emociones.”

Foto: Orlan Wimpy Salgado.

Actualizada 01/06/2017

Femicidio es genocidio

Femicidio es genocidio

El colectivo no partidario de artistas Fuerza Artística de Choque Comunicativo (F.A.C.C.) realizó este martes a la tarde tres intervenciones en la Ciudad de Buenos Aires, con la consigna “Femicidio es Genocidio”.

A las 15:30, unas cien mujeres y un grupo de músicos avanzaron hacia la Pirámide de Mayo. Las cámaras empezaron a captar todo lo que pasaba y los transeúntes, que no sabían de la performance, esperaban ansiosos a que alguien hiciera el primer movimiento.

Cada mujer tomó un espacio y lo hizo suyo; un cartel con la consigna acabó con las conjeturas de los espectadores: “Femicidio es Genocidio”. Una madre con sus hijos, extranjeros en un paseo por la Ciudad, empresarios, comerciantes, trabajadores en general, la espera estaba a punto de acabar.

La música sonaba de fondo con tonos de violín y flauta traversa cuando una voz dijo, “Nombremos a todas, violadas; asesinadas; desempleadas; locas; desaparecidas; vivas y muertas”. De a una, así como fueron convocadas para esta intervención, las chicas se quitaron la ropa hasta quedar desnudas. Poco a poco se fueron amontonando entre sí hasta semejar una pila de cadáveres. La Plaza de Mayo se hacía un eco de todas las formas en las que se podía matar a una mujer. Los rostros lo decían todo, impotencia, rabia, tristeza, incertidumbre.

A las 15:30, unas cien mujeres y un grupo de músicos avanzaron hacia la Pirámide de Mayo.

A las 15:30, unas cien mujeres y un grupo de músicos avanzaron hacia la Pirámide de Mayo.

“Cortarle el cuello. Muerte instantánea”.

Al lado de la estación de subte de la Línea A esperaba, renuente a cualquier cambio, la Policía Federal. El problema no era la disrupción de un espacio público, sino la desnudez. Un cuerpo. Muchos cuerpos. Cada una retornó a su lugar para luego gritar en distintos tonos, intensidades y tiempos, una forma de contar todo lo que las mujeres asesinadas ya no podían expresar. Al son de las bombachas y las bufandas volviendo a su lugar correspondiente, los policías se retiraron y durante las demás intervenciones permanecieron expectantes pero alejados.

Después se inició una caminata hacia Tribunales. Pocas miradas de asombro al pasar, nadie cuestionó a las 150 personas que iban juntas por las calles de la Ciudad, se aceptó su existencia o se las ignoró.

La travesía se convirtió en una película de ficción. Una patrulla de la Gendarmería les pisaba los talones pero al llegar a la 9 de Julio se distanciaron. Luego, llegando a Paraná y Lavalle, como un guiño de la violencia que el grupo estaba denunciando, un hombre tiró un puñado de papeles de esos que todos sabemos que sirven, muchas veces, de tapadera para la trata de personas, pero que el Poder Judicial sigue sin cuestionar.

mujeres desnudas en la plaza de mayo bajo la consigna femicidio es genocidio

Cada mujer tomó un espacio y lo hizo suyo. “Femicidio es Genocidio» fue la consigna.

“Estrangularla. De uno a quince minutos”.

La performance al frente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación resonó con cada foto de celular, con cada golpe de mazo al tambor zurdo y con cada aplauso. Las puertas se cerraron luego de alzar el cartel de “Femicidio es Genocidio” y desde las ventanas sus trabajadores miraban sin inmutarse como quien elude su responsabilidad política y social, porque según el Instituto de Políticas de Género Wanda Taddei, en la Argentina matan a una mujer cada 18 horas. 

Un hombre gritó “argentinos, basta de matar a nuestras mujeres”. Una frase que se perdió entre los sollozos y el bullicio de la calle. Una frase que sin acción, pierde sentido y se convierte en cualquier otra cosa que se podría decir en 140 caracteres.

“Quemarla. Ocho minutos”.

Las cámaras de los celulares ocasionales que registraban la escena representaron a la violencia simbólica de tratar a las mujeres como objetos. El zoom a los pechos predominó y las fotos de sus torsos desnudos se viralizaron sin su contenido original. Sus cuerpos no son de ellas, ya no les pertenecen.

Dos horas después, llegaron al tercer lugar, el Congreso de la Nación. Avenida Callao estaba cortada por una movilización y fue quizá el momento más emotivo por la cantidad de personas a las que se interpeló de forma directa. Una señora mayor le preguntó a su hijo: “¿Qué es genocidio?” Y con solo esa pregunta, la transgresión valió la pena. Ella no sabía lo qué significaba, pero con el tiempo entendió que ella ya lo había vivido de una forma u otra. Sus lágrimas al final y su mano sincera a una mujer que no conocía le dieron el cierre a la jornada.

El colectivo no partidario de artistas Fuerza Artística de Choque Comunicativo . mujeres gritando desnudas

El colectivo no partidario de artistas Fuerza Artística de Choque Comunicativo en plena acción.

“Desangrarla. De tres minutos a ocho horas”.

Parte del “manifiesto” de la F.A.C.C. consiste en reservar su anonimato y no dar entrevistas. Esa medida responde a una decisión de ser considerados una voz plural. Su responsabilidad como artistas que cuestionan, resisten y denuncian, significa que su lenguaje y su voz son su cuerpo; la calle y los edificios, su escenario.

La organización transmitió en vivo a través de Facebook, Twitter y Periscope.

 

Actualizada 31/05/2017

Una radio abierta para liberar a Higui

Una radio abierta para liberar a Higui

 “Te voy a hacer sentir mujer, forra, lesbiana”, le dijeron a  Eva Analía De Jesús la noche del 16 de octubre, cuando un grupo de varones intentó propinarle una violación “correctiva”. Ante esa situación horrorosa, desesperante, ella se defendió y mató a uno de sus agresores, pero siete meses después sigue presa por una causa que todavía está caratulada como “homicidio simple”. Su familia y miembros de la Comisión  de Justicia por Eva-Higui, que pelean para cambiar la carátula y lograr su liberación, organizaron para mañana, miércoles 17, una jornada de visibilización que se realizará desde las 17 en la Plaza de los Dos Congresos y consistirá en una radio abierta, en la que se expondrán otros casos de discriminación y agresiones contra la comunidad LGBT.

 A Higui le negaron la excarcelación extraordinaria que había pedido el pasado 26 de abril su defensora legal, Raquel Hermida Leyenda. El paso siguiente será el pedido de una audiencia para solicitar la estrategia de la abogada se orientará a revisar las pericias previas, en particular las que comprenden a la ropa secuestrada y examinada. Familiares y allegados a Higui, sin embargo, cuestionan fuertemente su accionar.

 El día que le negaron la excarcelación, un centenar de personas se manifestó frente a la Unidad Fiscal de Instrucción (UFI) 25 de Malvinas Argentinas para pedir una entrevista con el fiscal Germán Weigel, quien está a cargo de la causa como parte querellante y se negó a atender a la familia. Pero ante la insistencia de los manifestantes, que fueron agredidos a los empujones por la policía que custodiaba el lugar, cinco personas lograron ingresar para acercarle sus reclamos por las irregularidades en la investigación y para informarse sobre los detalles del avance de la causa.

 Los detalles del encuentro con el fiscal fueron anunciados  luego en una conferencia de prensa en la Casa de Cultura, cedida por el Municipio de Moreno. Carolina Abregú (hermana de Karina Abregú, sobreviviente de un intento de femicidio), relató: “La verdad es que Higui es muy valiosa, porque puede contar en primera persona lo que le pasó. La justicia no nos está dejando otra opción que no sea la autodefensa: somos nosotres o ellos”.


 De la conferencia de prensa participó también la secretaria de Derechos Humanos y de Diversidad Sexual de Moreno, Nancy Sena, quien actualmente impulsa la propuesta de incorporar el cupo trans (colectivo al que ella misma pertenece) al Municipio. Sena hizo referencia al caso paradigmático de “Pepa” Gaitán, quien fue asesinada por un crimen de odio lesbofóbico en 2010.

Los familiares expresaron su desacuerdo con las acciones de la abogada: “Hoy nos enteramos de que todas las acciones que nosotros reclamamos en forma verbal y que venimos reclamando en los medios, las tendría que haber hecho la abogada y no había un solo papel que lo diga”, enfatizó Azucena Díaz, hermana de Higui. Además, la Comisión de Justicia declaró que la abogada les tenía prohibido publicar cartas o declaraciones de su defendida, para tener su exclusividad: “Hoy ella publica la presentación de la excarcelación, que tendría que haber hecho hace rato y además una carta escrita por Eva”, explicó Díaz. Carina Leguizamón, militante barrial y perteneciente a la Red de Mujeres de Moreno, agregó: “Cuando nos dijeron que la abogada era Hermida Leyenda fue muy sorpresivo, ya que esta mujer no representa al género y ni siquiera a nuestra clase social, entonces nos alarmamos y llamamos a les compañeres que estuvieron con nosotres en otras causas similares y acompañamos ante las irregularidades tanto de la defensora como del fiscal”.

 Hermida Leyenda se hizo cargo de la causa en febrero, cuando los familiares desvincularon a la abogada oficial por su mal desempeño. La letrada trabaja en un espacio llamado Red de Contención, en el que ofrece servicios a víctimas de abuso y violencia de género. Sin embargo, es cuestionada por haber sido la defensora del empresario y femicida Daniel Bellini, para quien obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria luego de la condena por el asesinato de su ex pareja, Morena Pearson, en 2008.

 “No queremos más Higuis, no queremos que maten a nuestras hermanas, a nuestras amigas, a nuestras vecinas”, declaró Say Sacayán, hermano de Diana Sacayán -víctima de travesticidio-, militante del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación y miembro de la Comisión de Justicia por Eva-Higui. “No queremos que nos encierren –agregó-. Las muertes de nuestras compañeres travestis no son denunciadas; no nos parece raro, porque la justicia no tiene perspectiva ni de género ni de diversidad, y aquellos cuerpos que son diferentes, disidentes, pareciera que no tienen derechos”.

 Los reclamos de la familia de Eva también están direccionados al pedido por una justicia con más perspectiva de género y de diversidad en un contexto social en el que muchas mujeres no sobreviven para contar lo que les pasó, y en el que las que sí sobreviven, porque logran defenderse, son penalizadas. La jornada de visibilización en la que se reclamará la libertad de Higui, coincide con el Día Mundial Contra la Homolesbotransfobia: el 17 de mayo se conmemora la eliminación, en 1990, de la homosexualidad de la lista de enfermedades de la OMS. A la radio abierta se sumarán bandas musicales, que tocarán en vivo, y el montaje de una obra teatral. La jornada cuenta con la adhesión de Dora Barrancos, Herman Schiller y Osvaldo Bayer, entre otras personalidades destacadas, y un centenar de organizaciones sociales y de la diversidad y disidencia sexual.

Actualizada 16/05/2017

Otro femicidio

Otro femicidio

Anoche, bajo una lluvia intensa,  alrededor de 800 personas y organizaciones sociales se congregaron en el Obelisco para exigir justicia por el asesinato de Micaela García, la joven entrerriana de 21 años, militante del Movimiento Evita, que fue asesinada en la ciudad de Gualeguay. Por el caso fue detenido Sebastián Wagner, quien se encontraba en libertad condicional -otorgada por el juez Carlos Rossi- tras haber recibido una sentencia de nueve años de prisión por haber violado a otras dos jóvenes.

***

El mundo se volvió oscuro una vez más. Después de una semana de estar alertas en búsqueda de cualquier dato que pudiera conducir a Micaela García, la noticia de su asesinato envolvió a miles de mujeres en un profundo dolor, bronca y furia.

Mataron a otra, perdieron a Micaela, a “La Negra” como le decían. Con 21 años encima, llena de vida, de sueños y de expectativas, la arrebataron sin dejarla crecer, sin dejarla llegar. La arrebataron como se arrebatan a ciertas personas, por su condición de mujer. A una de ellas, cada 18 horas.

Micaela García entendió que la única manera de construir otro mundo era organizándose y por esa razón militó en el Movimiento Evita. Con la cara de Eva Duarte en el pecho y con los dos dedos en “v”, se levantó cada mañana para confluir en la lucha colectiva. Se puso la remera del Ni una Menos, fue una militante que abordó especialmente los temas de género, la trata de personas, los femicidios, marchó, habló, tomó la iniciativa y dejó su energía en cada actividad, en cada marcha.

Pero aun así el patriarcado voraz se agarra bien fuerte de sus víctimas y demuestra nuevamente que mientras sea mujer, lesbiana, trans, travesti, nadie se salva. La hombría del macho apunta y selecciona antojadizamente qué se quiere llevar, qué placer se quiere dar, mide continuamente los niveles de impunidad que maneja en la sociedad universal, se levanta cada día y goza de sus privilegios viriles que le permiten ir cada vez más allá.

***

Anoche, en el Obelisco, se reunieron unas ochocientas personas enfurecidas, rebeldes, angustiadas y tristes. Se encontraron nuevamente en la profunda oscuridad de un diluvio torrencial que también despedía enérgicamente a Micaela y exigía justicia por ella y por todas. Las banderas se mantuvieron en alto, los bombos repicaron constantemente, y allí, bajo esa lluvia omnipotente, se gritó justicia por ella.

Las consignas, los mensajes y canciones fueron claros: “A los violadores los cuida la policía y la justicia”, en alusión al fallo del juez Carlos Rossi, que dejó en libertad condicional a Sebastián Wagner, presunto femicida de la joven, desoyendo los estudios realizados en la penitenciaria en la que estuvo detenido. Mariana Mariasch, integrante del colectivo Ni una Menos, declaró a ANCCOM: “Es un fallo completamente machista y femicida, porque el femicidio de Micaela García fue la conclusión de ese fallo, a la vez que desatendió las sugerencias que se habían elaborado en el sistema penitenciario. Sin embargo, sabemos que esto forma parte de un entramado mucho más grande, donde el Estado es responsable y no podemos dejar de señalarlo”.

  “Hoy es un día de duelo –agregó Mariasch, entre las manifestantes-. Venimos acá por Micaela y a exigir el desarrollo de políticas públicas para la prevención y capacitación de la justicia. Con respecto a la educación, la aplicación de los planes de educación sexual integral, entre otras reivindicaciones que venimos acercando hace años. Creemos que el punitivismo no es suficiente, esto forma parte de un cambio cultural y por esa razón exigimos políticas de Estado”.

 Julieta Gugliottella, del Frente de Mujeres del Movimiento Evita, despidió a Micaela con unas palabras que reflexionan sobre ella y sobre los problemas que atraviesa la sociedad argentina para abordar las cuestiones de género. “Mirale la cara. Mirala en el barrio, con los pibes y las pibas. Mirala en el merendero y con el micrófono. Con la casaca y con las ganas. Con las compañeras y amigas. En los plenarios y calles. Mirala, que se te grabe, que nunca desaparezca. Mirala para nunca más preocuparte por una catedral, un patrullero o una pared pintada. (…) Mirala y decime que no podemos estar hartas, enojadas, angustiadas. (…) Mirala y discutile a los machitos de tu familia, amigos y compañeros. Mirala y hablá de un Estado ausente y una justicia cómplice. (…) Mirala y no permitas nunca más el chiste misógino en la oficina, el golpe que se escucha en la casa de la vecina. (…) Mirala para siempre y nunca te olvides: no vamos a parar nunca, porque si paramos le fallamos a La Negra y a todas las que no están. Mirala porque La Negra no lucha más, pero acá estamos nosotrxs y juramos vencer”.

 Las canciones y las consignas continuaron en el Obelisco. “A Micaela vamos a vengar con organización”; “El patriarcado va a caer”. A la vez de que la angustia se iba politizando, comenzaron a aparecer las sonrisas, el encuentro, la hermandad. La lluvia fue parando y Micaela estuvo allí ochocientas veces multiplicada. Más fuerte y más viva que nunca, gigante, inmensa, con muchas más potencia todavía que antes. Y aparecieron también Lucía Pérez, Melina Romero, Ángeles Rawson, Lola Chomnalez, Otoño Uriarte, Pepa Gaitán y todas las mujeres que fueron arrebatas. Porque ya no están solas, están organizadas. Para el próximo martes 11 de abril a las 18 se organiza una nueva convocatoria en Plaza de Mayo. Para reclamar por todas ellas. Por ni una menos.

 

Actualizado 9/04/2017