Cushamen, a siete años de la muerte de Santiago Maldonado

Cushamen, a siete años de la muerte de Santiago Maldonado

El territorio mapuche desalojado por la Gendarmería hoy es tierra arrasada donde conviven el miedo de la población y la memoria de Santiago. Las novedades en la causa que abren una nueva esperanza.

A siete años de la desaparición de Santiago Maldonado, las comunidades (Pu Lof) en Resistencia de Cushamen, el territorio mapuche donde fue encontrado su cuerpo meses después, son el reflejo de un recuerdo viviente y de la interminable lucha de los indígenas por sus derechos indígenas. 

Si bien los antecedentes conflictivos se remontan a varias décadas, esa zona mapuche contó con la atención de un país entero en 2017 cuando cuatro escuadrones de la Gendarmería Nacional a las órdenes de la entonces ministra de Seguridad Patricia Bullrich ingresaron al territorio que la comunidad liderada por el lonko (líder espiritual y político) Facundo Jones Huala había recuperado de manos del magnate Luciano Benetton dos años antes. El operativo de los gendarmes, del 1 de agosto, saqueó y quemó las casas y pertenencias de la Pu Lof, y durante esas horas se produjo la desaparición y posterior muerte de Maldonado, que tenía 28 años, era tatuador, anarquista y viajero que se comprometía con las luchas de los lugares por los que pasaba. De hecho, poco antes había participado del conflicto por las salmoneras en Chile.

Actualmente, poco y nada queda de aquella recuperación de tierras. La casilla de vigilancia donde Maldonado pasó la noche del 31 de julio era la última construcción que quedaba en pie y fue incendiada por la policía de Chubut junto a personal de la estancia Leleque, de Benetton, sin dar explicación alguna, a 9 meses de la desaparición de Santiago. El que fuera territorio en disputa, por donde los gendarmes avanzaron al grito “fuego al indio”, ahora predomina la estepa patagónica y casi nadie se atreve a decir en voz alta qué sucedió.

En parte esto es así porque varios de los habitantes de la Pu Lof siguen criminalizados, desfilando por fiscalías, juzgados e incluso cárceles. Los demás temen represalias. El año pasado, Jones Huala fue extraditado a Chile, acusado de haber participado en un ataque incendiario en la región de Los Ríos. Le restaba cumplir un año, cuatro meses y 17 días de pena en Chile, por lo cual debería haber recuperado su libertad el 26 de junio pasado. Pero no sucedió y el referente mapuche continúa sin ser liberado al día de la fecha, por lo que hace ya más de un mes decidió realizar una huelga de hambre en reclamo de su libertad. El 17 de julio fue internado por su grave estado de salud y en las últimas horas los partes médicos comienzan a mencionar el riesgo de fallas en sus órganos. El día 33 de su huelga de hambre, compañeros y familiares del líder se solidarizaron con la causa y convocaron a una ceremonia de limpieza para fortalecer la salud de Jones Huala frente al Hospital Intercultural Nueva Imperial, reclamando también por su libertad inmediata.

“Y eso no queda ahí, con Matías Santana también hay preocupación” declaraba una fuente cercana a la comunidad en diálogo con ANCCOM. El 17 de febrero este integrante de la Pu Lof de Cushamen había sido detenido en pleno centro de Bariloche acusado de dos causas: por participar en los incendios de viviendas en Villa Mascardi y por resistirse a las autoridades en una marcha en el departamento de Cushamen. 

Actualmente, el joven de 27 años sigue detenido en Esquel, y sus allegados continúan reclamando su pronta liberación. 

Santana estuvo en el ojo de la tormenta pública –incluso en una burlona entrevista televisiva con Jorge Lanata– cuando en 2017 declaró ante la justicia y los medios de comunicación que había visto cómo Gendarmería se llevaba a Maldonado el día 1 de agosto. Gracias a sus binoculares, explicó que lo reconoció porque llevaba puesta la campera celeste que él le había prestado, prenda con la cual Maldonado fue encontrado sin vida el 17 de octubre de ese mismo año. 

Archivo Adriana Meyer, 2017. Deslizá para ver la galería.

Voceros de la comunidad en diálogo con ANCCOM manifestaron que las causas contra las mujeres y hombres mapuches que se iniciaron en ese contexto resultaron grandes montajes sin pruebas donde lo único que se vio es la violencia estatal represiva. Los hechos respaldan estas palabras: el 25 de noviembre de ese mismo año la Prefectura asesinó a Rafael Nahuel en la Lof Lafken Winkul Mapu, en Villa Mascardi. Y cuatro años después asesinaron a Elías Garay en la Cuesta del Ternero. 

 

Lo último que se supo de Santiago

Santiago había llegado a El Bolsón en abril, y pronto se consustanció con las reivindicaciones del pueblo mapuche. Como recuerda su amigo Ariel Garzi, tenía tres grupos de amigos, los artesanos con quienes compartía su puesto en la Feria donde hacía tatuajes, a veces por trueque en lugar de dinero, los anarquistas que lo alojaban en la Biblioteca del Río, y los mapuche. El 31 se despidió de los dos primeros y se fue a apoyar el corte de la Ruta 40, que la comunidad había organizado en reclamo por la detención de su lonko, Jones Huala, en Bariloche, junto a la mitad de la comunidad, entre ellas Romina Jones Huala. 

El Movimiento Autónomo de Puel Mapu ya casi había desalojado el corte de esta vía que recorre Argentina paralela a la Cordillera de Los Andes. Pero Bullrich quería la foto de un mapuche preso, al menos. Así, Gendarmería recibió la orden para despejar la zona, y al grito de “fuego libre” ingresó al territorio habitado por la Pu Lof de Cushamen. Poco rato duró la resistencia con piedras hasta que todos, incluso Santiago, corrieron hacia el río Chubut, luego de buscar su mochila en la casilla. Según varios testigos, Maldonado llega a meterse al río para cruzar pero desiste y vuelve a la orilla. Nicasio Luna, un payador chileno, estaba a pocos metros y fue apuntado por los gendarmes. Él sí logró cruzar. Una testigo personal civil de Gendarmería respaldó en la causa judicial los dichos de Santana: a Santiago se lo llevaron los uniformados de ese lugar, en el que el macrismo a coro sostiene que “se ahogó solo”.

Una lamien (hermana en mapuche) en diálogo con ANCCOM, expresó que ese día un gran desconcierto surgía entre gritos, corridas y el intenso sonido que producían los vehículos acelerando para entrar: “Un grupo perseguía con balas de goma a mapuches que corrían hacia el río. Entre ellos, estaba Santiago. Hoy, a 7 años de su desaparición nosotros no sabemos lo que pasó, cómo murió ni dónde tuvieron su cuerpo. No pedimos justicia, no existe. Pedimos memoria. Estar alertas ante este sistema que persigue e intenta disuadir ideas de comunidad, solidaridad y levantamiento ante el opresor”.

Luego de una desprolija y cuestionada búsqueda, el 17 de octubre de 2017, setenta y siete días después de su desaparición, Maldonado fue hallado muerto en el río Chubut. La autopsia especificaba un fallecimiento provocado por ahogamiento por sumersión en el agua “coadyuvado por hipotermia” y se determinó que su cuerpo siempre había permanecido “abajo del agua y no en otro medio”. Las interpretaciones posteriores no se basaron en la lectura del informe de autopsia sino en las pocas palabras que dijo el juez de la causa, en la puerta de la Morgue, dos días antes de las elecciones: que no hubo intervención de tercero y que no se trató de una muerte violenta.

A pesar de la insistencia de la familia por profundizar los puntos que esa pericia no determinó, y otras medidas que nunca quiso hacer, en noviembre de 2018 el juez federal Gustavo Lleral cerró la causa, determinando una muerte accidental sin responsables. Frente a ello, los reclamos de familiares y conocidos de la víctima, encabezados por su hermano Sergio, nunca cesaron: desde las primeras declaraciones, aseguraron que no se realizó una investigación exhaustiva sobre lo ocurrido, que se trató de una desaparición forzada en medio de una represión desatada en pleno gobierno de Mauricio Macri. 

“La novedad es que el juez ha ordenado ampliar los informes de los peritos y peritas que actuaron en la autopsia atento a las contradicciones, las inconsistencias, la falta de explicaciones de las afirmaciones y fundamentación”, dijo la abogada Heredia

Un giro en la investigación

En el último tiempo, la solicitud de una nueva respuesta logró ser concedida para la familia de Maldonado. El pasado 10 de mayo de este año la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia apartó al juez Lleral de la causa y revocó el sobreseimiento de los gendarmes imputados pertenecientes a la Gendarmería.  “Hemos perdido más de cinco años desde nuestro pedido en diciembre de 2018 para que apartaran al juez Lleral, un tiempo muy valioso para poder llegar a la verdad. Ahora deberán realizarse las pruebas pendientes ordenadas por la Cámara de Apelaciones así como todas las pruebas que hemos pedido en varias oportunidades y que el juez Lleral se negaba a realizar” expresó la familia en un comunicado.

En las últimas horas, se produjeron novedades en el expediente que ahora está en manos del juez Fernando Calvete. “La novedad es que el juez ha ordenado ampliar los informes de los peritos y peritas que actuaron en la autopsia atento a las contradicciones, las inconsistencias, la falta de explicaciones de las afirmaciones y fundamentación”, dijo la abogada de la familia, Verónica Heredia, a ANCCOM. “Este cuestionamiento lo hicimos desde el mismo 24 de noviembre de 2017 luego de que los peritos de la Corte Suprema nos dijeran que luego de hacer la autopsia no podían afirmar que Santiago murió ahogado el 1 de agosto de 2017 en el mismo lugar donde se encontró su cuerpo. Ésta es la razón por la cual ratificamos que la única hipótesis plausible seguía siendo la desaparición forzada seguida de muerte”, agregó la letrada. Esto se suma a la reciente orden de Calvete de reconstruir cada paso del operativo represivo en Cushamen, en base a una edición de video elaborada por la DATIP (Dirección de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal de la Procuración), para precisar la responsabilidad de cada uno y la autoría de casi cien disparos de aquella jornada. “La causa vuelve a empezar”, había dicho Heredia en ese momento

Actualmente Cushamen es el reflejo de un recuerdo y un homenaje perpetuo, donde quedan los murales, algunos vandalizados, con la mirada de Santiago que hicieron los vecinos y sus compañeros. 

“Olvidar para este pueblo es como dejar de respirar”

“Olvidar para este pueblo es como dejar de respirar”

En una jornada llena de música, Sergio Maldonado acompañado por organismos de derechos humanos y organizaciones que luchan contra la violencia institucional, reclamó justicia por su hermano Santiago, desaparecido y hallado muerto hace 5 años.

A 5 años de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado se realizó un acto en Plaza de Mayo para pedir justicia por lo sucedido. El encuentro tuvo a Sergio Maldonado como principal orador y contó con el acompañamiento de organismos de derechos humanos y familiares de víctimas de violencia institucional y la presencia de distintas bandas invitadas.

“Hoy 1 de agosto se cumplen cinco años del inicio de la impunidad en el caso de Santiago Maldonado”. Con estas palabras inició su discurso Sergio Maldonado en el escenario montado en Plaza de Mayo, pasadas las 18 horas. El acto fue acompañado por una muchedumbre y por gran parte de las organizaciones de lucha por los derechos humanos como Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, H.I.J.O.S. Capital, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos La Matanza, Asociación Buena Memoria
Comisión Memoria, Verdad y Justicia Zona Norte, Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, Liga Argentina por los Derechos Humanos, Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. Entre las bandas que pusieron música a la jornada de reclamo tomaron protagonismo en la tarde porteña: La Chilinga, Malena D’Alessio en Bandada, Cabra da Peste, Las Manos de Filippi, La Delio Valdez y la aparición sorpresiva de Teté Iglesias, bajista de La Renga.

Para Sergio, a aquel 1 de agosto de 2017 “le siguieron 78 días de negación, ocultamientos, mentiras, instalación de pistas falsas, hostigación a mi familia y la demonización de Santiago en su lucha por parte del gobierno de Mauricio Macri y su ministra de seguridad Patricia Bulrich”. La ministra y el presidente de la gestión anterior fueron las figuras más repudiadas por los asistentes: “No puede ser que estos tipos caminen impunes después de ensuciar tanto la investigación”, comentó afligida Gabriela Ruiz, de 62 años oriunda de Lanús.

“Olvidar para este pueblo es como dejar de respirar”, rapeaba Malena D’Alessio desde el escenario, a la vez que la pantalla que vestía el escenario mostraba a la gente amuchada en la plaza. A pesar del paso del tiempo la herida sigue abierta y tanto los familiares, como una gran parte de la sociedad civil, cree necesario mantener viva la memoria de lo que sucedió con Santiago: “La militancia nunca puede ser perseguida y menos desde el Estado -señaló Manuel Torres, un estudiante de 24 años proveniente de La Plata-. Estamos acá para que eso no se pierda”.

Frente al olvido combaten los Maldonado: “Somos las familias las que debemos batallar contra esta impunidad”. Sergio se refirió a lo que tuvieron que atravesar en su lucha: “Nos vamos convirtiendo en peritos, investigadores, recolectores de pruebas y aportantes de testigos”. También recuerda que la causa sigue abierta en espera de una resolución de la Suprema Corte de Justicia. En este sentido se pronunció frente al manejo de la causa por el Poder Judicial: “¿Cuánto debemos esperar para que se asigne un nuevo juez que quiera investigar?”. Por su parte Stella Peloso, madre de Santiago, realizó un pedido concreto en su breve alocución: “Lo único que vengo a pedir es justicia. No me quiero morir sin antes saber la verdad”.

Por otro lado, en otro pasaje Sergio hizo un reclamo al gobierno nacional actual: “Faltó una clara voluntad política del presidente Alberto Fernández para saber lo que pasó con Santiago”. Con el recuerdo de Facundo Astudillo Castro, Luis Espinoza y Lautaro Rosé señaló que “seguiremos armando una lista interminable de víctimas de la violencia del Estado hasta que no exista una clara decisión de los gobiernos con verdaderas políticas que garanticen de una vez por todas el Nunca Más”.

Sin embargo, a pesar de todas las vicisitudes, el espíritu combativo de los Maldonado parece inclaudicable. “Somos los familiares los que debemos transformar el dolor en lucha”, señaló Sergio. El acompañamiento de la música complementó a la perfección el mensaje: “No se trata de una celebración, pero sí de algo muy latinoamericano que es la defensa a la posibilidad de ser felices”, señala Malena D’Alessio.

La jornada terminó con La Delio Valdez y su “mensaje de cumbia” para la Plaza y el cierre de Sergio: “Hoy luchamos un poquito para hacérsela más difícil a esta gente. Verdad y justicia por Santiago”.

«Una victoria a medias»

«Hay que seguir insistiendo», dice Sergio Maldonado, el hermano de Santiago.

“La investigación no se encuentra agotada”, indicó el fallo de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia que reabrió la causa el viernes pasado. A 23 meses del hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado en el río Chubut, el Poder Judicial aún no sabe qué sucedió. 

Sergio Maldonado, hermano de Santiago y querellante en la causa, contó a ANCCOM cuál fue su reacción al conocer la sentencia: “Fue una noticia positiva. Pero después, leyendo el fallo, fue una victoria a medias. Hay que seguir insistiendo y pidiendo que haya un grupo de expertos independientes que pueda garantizar la investigación.”

El fallo de los camaristas Hebe Corchuelo de Huberman, Javier Leal de Ibarra y Aldo Suárez tuvo lugar siete meses después del pedido de apelación por las querellas de la familia, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. El recurso de apelación fue presentado contra el fallo del juez Gustavo Lleral que, en noviembre de 2018, cerró la investigación eximiendo de responsabilidad al gendarme Emmanuel Echazú tras la represión que llevó a cabo la fuerza seguridad el 1º de agosto de 2017 en un corte en la ruta 40, a la altura de la estancia Leleque, en el que un grupo de mapuches identificados con el lonko Facundo Jones Huala reclamaban por su liberación.

“Todas las veces que se movió la causa fue ante el plano electoral o por alguna instancia internacional», advierte Sergio.

Para Sergio Maldonado, la reapertura del caso el viernes pasado, en coincidencia con la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), no fue casual: “Todas las veces que se movió la causa fue ante el plano electoral o ante alguna instancia internacional. También, quiero destacar el acompañamiento de la gente que no deja que esto quede impune. Es otro paso más gracias al apoyo popular.” 

Para la familia Maldonado el fallo es muy contradictorio, ya que al mismo tiempo que desestima la desaparición forzada, sostiene la necesidad de profundizar la investigación de otras hipótesis delictivas. “No podés descartar la desaparición forzada si no hiciste la investigación”, remarcó Sergio.

La Cámara advierte la existencia de cuatro puntos en el informe pericial que merecen mayor explicación o su eventual ampliación: la data de la muerte; la presencia de polen adherido en las ropas; el informe sobre la identificación de algas que es relevante para el diagnóstico de muerte por sumersión; y la peritación del bastón y los billetes hallados junto al cuerpo para determinar el tiempo que permanecieron sumergidos.

“No podés descartar la desaparición forzada si no hiciste la investigación”, remarcó Sergio.

Por su parte, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich también celebró el fallo. En su cuenta de Twitter aseguró que “ahora se investigará el abandono de persona: los últimos que los vieron con vida fueron sus compañeros. La verdad es incontrastable”. Sin embargo, en el texto de la sentencia nunca se menciona la carátula de abandono de persona, sino que se habla de la necesidad de valoración de “algún posible nexo causal entre cualquier omisión del personal de Gendarmería o de quienes se introdujeron en el río con Maldonado”. A su vez, los camaristas afirmaron que “nos encontramos ante una muerte traumática con ribetes que podrían ser tildados de dudosos, por haber acontecido en un contexto de intervención estatal en cuyo desarrollo se hizo uso de las herramientas dotadas a los agentes estatales para la prevención y represión de los delitos”. 

En diálogo con ANCCOM, Sergio Maldonado se refirió a los dichos de Bullrich acusándola de querer instalar un abandono de persona por parte de los mapuches. “En realidad, lo mapuches estaban en las mismas condiciones que Santiago, estaban escapando de una represión ilegal. Un civil o alguien que está escapando no puede hacerse cargo de algo que debe hacerse cargo el Estado”. 

La reapertura de la causa aún no trae certezas. Después de 25 meses de aquel primero de agosto de 2017, en el que desapareció Santiago Maldonado durante un operativo de Gendarmería sobre la comunidad mapuche Pu Lof de Cushamen, no hay culpables ni responsables condenados. 

«El Estado es responsable»

«El Estado es responsable»

La imagen de Santiago Maldonado se hizo presente nuevamente en todo el Centro porteño.

“Acá tendría que armar Santiago Maldonado”, recuerda una inscripción en la entrada de la principal feria de El Bolsón. A no más de cincuenta metros, testimonios de sus amigos rememoran los tatuajes que él mismo les había grabado. En la esquina, un local de comida rápida tiene su nombre pegado en la vidriera bajo la premisa ¿Qué pasó con? Ayer, en Plaza de Mayo y en muchas otras plazas del país, el rostro de Santiago Maldonado volvió a sostenerse en alto, ya no para preguntar ¿Dónde está? sino para exigir saber ¿Qué hicieron con él? 

El primero de agosto de 2019 se cumplieron dos años de la desaparición forzada de Santiago, cuyo rostro sigue presente no sólo en la  feria artesanal de plaza Pagano, sino a lo largo y ancho del país. Las principales sedes de marchas y convocatorias en reclamo de justicia y repudio al cierre de la causa Maldonado ayer se vieron en Río Negro, Rosario y Buenos Aires.

En el acto central de Plaza de Mayo al que asistieron miles de personas, sólo hubo dos oradores. Sergio Maldonado, hermano de Santiago y su pareja Andrea Antico, quien leyó una carta que había escrito Santiago antes de su desaparición. Sergio, por su parte, decidió hacer un listado de los y las responsables de la desaparición forzada seguida de muerte de Santiago, encabezada por el mismísimo Presidente de la Nación. Mauricio Macri, “porque su silencio e indiferencia legitiman la violencia que imparten las Fuerzas Armadas”. 

«¿Qué pasó con Santiago Maldonado?», fue la pregunta repetida en las pancartas y consignas del acto.

La columna principal ingresó por Diagonal Norte. La CORREPI, la Asociación de Profesionales en Lucha y el Servicio Paz y Justicia encabezaban la marcha, seguidos de varias agrupaciones de izquierda, como el Nuevo Más y el PTS. “Basta de impunidad”, “justicia por Santiago” y “no al cierre de la causa” fueron las principales consignas, que se repetían incesantemente en gritos y carteles. También acompañaron a la familia Maldonado organismos de Derechos Humanos como Madres de Plaza de Mayo Línea fundadora, Abuelas de Plaza de Mayo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), H.I.J.O.S, entre otros. Y por supuesto, junto a ellos, la presencia en la memoria de los 30 mil desaparecidos de la última dictadura cívico-militar, y más acá en el tiempo Rafael Nahuel, Facundo Ferreira, los chicos masacrados en Monte y otras tantas víctimas de gatillo fácil.

Patricia Bullrich, “por permitir la represión, festejar la impunidad y deshumanizar a Santiago”, prosiguió Sergio Maldonado. Lo de Santiago no fue sólo la desaparición. Fue el secuestro, la tortura, la muerte, el encubrimiento. Fue compararlo con Walt Disney, decir que se había ahogado porque no sabía nadar. Fue denunciar que la familia recibía un subsidio, implantar pruebas, fueron los rastrillajes río arriba y río abajo. “Se habla como esto de un hecho aislado, de que a Santiago lo que le pasó, le pasó solo, porque no sabía nadar. Entonces, esta idea de convocar a la sociedad a que acompañe el reclamo de la familia tiene que ver, sobre todo, con que hay un Estado que está ausente en el acompañamiento a las víctimas y muy presente en el acompañamiento a los victimarios, por este sostenimiento institucional de que la verdad está en las fuerzas represivas y no se sigue investigando”, reflexionó Manuel Gonçalves Granada nieto restituido por Abuelas de Plaza de Mayo en diálogo con ANCCOM. Y advirtió: “Si una represión como la que se vivió ese día queda impune, como claramente se está direccionnado desde los poderes del Estado, lo que estás haciendo es dejando una puerta abierta para que haya una nueva represión en otro momento y un nuevo Santiago Maldonado”.

Pablo Noceti, “por ser abogado de genocidas”, continuó Sergio. Santiago fue el inicio, o al menos la profundización, de una brecha con el Estado, de una forma de gobierno basada en la represión y la violencia contra los que combaten y reclaman. En la Plaza de Mayo pudo constatarse que hoy Santiago es más que una víctima. Es un símbolo. Porque en Santiago está la lucha por las causas justas, por las disidencias y los invisibilizados, pero también la impotencia por el accionar del Estado. La causa es emblemática, considera María Elena Naddeo, representante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, porque expresa la lucha contra el paradigma represivo de la ministra Patricia Bullrich. “No es solamente Santiago. Es Santiago, es Rafael Nahuel, son todos los pibes del gatillo fácil. Es un reclamo profundo para que retroceda este gobierno que está violentando todos los derechos”, termina.

Desde Macri hasta los jueces de la causa, Sergio Maldonado mencionó uno a uno a los responsables del destino de su hermano.

Claudio Avruj, “por negar la desaparición de Santiago”, dijo también Sergio. El Estado asesina a una persona cada 21 horas, recita Maldonado durante el acto, tras recordar que mientras se velaba el cuerpo de su hermano, la prefectura asesinaba a Rafael Nahuel. El avance de las políticas represivas y el retroceso en materia de Derechos Humanos es cada vez más evidente. El haber sido partícipe de la desaparición de una persona es, para Sandra Moresco, representante de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, la primera aberración que cometió el gobierno. La segunda, fue no haber mostrado ninguna intención de esclarecer el caso, sino por el contrario, encubrirlo y taparlo.

Daniel Barberis, “por alterar las declaraciones de los gendarmes”, apuntó después Sergio. Cerca del mediodía, la noticia de que el Gobierno de la Ciudad no permitiría el armado del escenario para el acto en Plaza comenzó a circular. Myriam Bregman, que estuvo presente en aquella discusión detalló luego a ANCCOM: “Son todos símbolos que se van instalando. Quieren sacarnos de la Plaza y que no se hable más de Santiago Maldonado porque tienen, precisamente, un proyecto desde el gobierno muy fuerte de dar una imagen completamente diferente de la Gendarmería, de mandar pibes a la Gendarmería. Por eso mi mensaje es claro. A mí no me da lo mismo que un chico esté en un cuartel o no”.

Gonzalo Cané, “por representar al Ejecutivo en la causa”, agregó Sergio. El comentario de Bregman no es casual. Los dos años de la desaparición de Maldonado se cumplen en un contexto de exaltación de las Fuerzas Armadas en general y la Gendarmería en particular, tras la instauración del Servicio Cívico Voluntario, que pretende educar a los jóvenes en valores democráticos y republicanos, según argumentó la ministra Bullrich. Organizaciones civiles y de Derechos Humanos se han manifestado en contra de esta política, y el mismo Sergio Maldonado lo condenó en su discurso: “Para los chicos se necesita salud y educación, no un Servicio Cívico Voluntario”, sentenció.

Los organismos defensores de los derechos humanos acompañaron a la familia Maldonado.

El juez Guido Otranto y la fiscal Ávila, “por permitir que el Ministerio de Seguridad sea parte de la investigación”, argumentó Sergio. Al finalizar su discurso, Maldonado pidió conformar un grupo de expertos independientes para garantizar una investigación imparcial. La causa aún es confusa y las pruebas no son confiables. Nora Cortiñas no descarta que se eleve la causa a un tribunal internacional, en caso de ser necesario.

Germán Garavano, “por el silencio”, acusó Sergio. La primera foto viral de Santiago la publicó en Facebook Sergio, con el título “Es mi hermano X favor difundir”. Allí detallaba las condiciones en las que había sido visto por última vez el 1 de agosto del 2017 durante el operativo realizado en el Pu Lof en Resistencia Cushamen. Lo encontraron 78 días después. En el río. Sin vida.

El juez Lleral, “por no haber investigado y haber dormido la causa durante más de un año”, agregó Sergio. En noviembre de 2018 cerró la causa “con un gesto hasta grosero en cómo se dirigieron a la mamá de Santiago, diciéndole “Bueno señora, hasta acá”, recordó Nora Cortiñas a ANCCOM. “El trato que han recibido los padres, la familia, ha sido muy similar al que recibimos las Madres durante el terrorismo de Estado. El acto de hoy es un acto donde se va a ratificar la denuncia y el pedido de reapertura de la causa. Con Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora acompañamos y queremos que el Estado deje de mentir. Insistimos. Es desaparición forzada seguida de muerte aunque el gobierno lo siga negando o tapando. Esto fue así y algún día van a tener que pagar los responsables”.

El Estado, “por responsable”, concluyó y sintetizó Sergio Maldonado.

Oración a la justicia

Oración a la justicia

«Seguimos esperando que la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia nos responda si la causa expirará o si se reabre», señala Sergio Maldonado.

“La investigación fue cerrada el 29 de noviembre de 2018, no sigue en curso actualmente”, expresa Sergio Maldonado, hermano de Santiago, en diálogo con ANCCOM en vísperas de lo que hubiese sido su cumpleaños número 30 -el 25 de julio- y, paradójicamente, del segundo aniversario de su forzosa desaparición en Chubut ,el 1° de agosto de 2017. “El 29 de enero apelamos para que se reabra la causa. Este mes van a cumplirse seis meses y seguimos esperando que la Cámara de Apelaciones de Comodoro Rivadavia nos responda su dictamen: si la causa expirará o si se reabre y pasa a la siguiente etapa. Es ahí, cuando se deberá empezar a investigar porque, hasta ahora, no se hizo y si sucedió fue a destiempo y mal efectuada”, subraya Sergio Maldonado. 

“Nosotros realizamos un pedido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde 2017 cuando aún se lo estaba buscando a Santiago. Su respuesta fue la exigencia a las autoridades oficiales de investigar, lo cual no se realizó sino que, por el contrario, cerraron la causa en una primera instancia”, reclama Maldonado.

La aparición del cuerpo de Santiago Maldonado el 17 de octubre de 2017 no evitó que desde su desaparición hasta el momento tanto él, como su familia y allegados, hayan sufrido las más variadas tergiversaciones por parte de los grandes medios de comunicación: desde poner en duda su desaparición, adjudicando que había escapado de las fuerzas de Gendarmería y construyendo la imagen de un terrorista, hasta el entrometimiento en la vida de la familia y la difamación acerca de la asistencia económica que legítimamente reciben por parte del Estado.

Tras la autopsia realizada por más de 50 peritos y la junta médica y la posterior confirmación de que murió por asfixia e hipotermia luego de su sumersión en el río Chubut, la causa tomó otra dirección para la familia Maldonado: “Nosotros pedimos un grupo de expertos independientes que garantizaran la investigación misma de forma exhaustiva, efectiva e imparcial. Nunca lo pudimos conformar, la Corte Suprema de Justicia no lo avaló.” 

Lo que para el juez federal de Rawson, Gustavo Lleral fue ahogamiento e hipotermia, y caso cerrado, para la familia fue producto de una muerte violenta, lo que se menciona en el informe de la autopsia pero no se ha ahondado. ”El juez ni siquiera hizo una reconstrucción de lo que pasó aquel 1° de agosto, por lo tanto, no puede dictaminar sin haber investigado y sin realizar un juicio para ver el grado de responsabilidad de las Fuerzas de Seguridad”, enfatiza Sergio Maldonado, y agrega “luego de la aparición del cuerpo de Santiago, el 17 de octubre, en vez de preservar el lugar del hecho en ese preciso momento, asistió al río Chubut recién el 12 de diciembre para entender, finalmente, qué había pasado. Lo único que efectúo fue la medición del río.”

Según relata Sergio, «las únicas veces que (el juez Lleral) brindó explicaciones, fueron a conveniencia del gobierno. Cada vez que nosotros le pedimos ampliar puntos de las pericias o profundizar en elementos la autopsia, todos los puntos fueron rechazados constantemente. La respuesta del juez indicaba que se realizarían cuando sea oportuno. Así fue cómo terminó cerrando la causa, sin haber accedido a nuestras muchas solicitudes para determinar y avanzar, de modo de saber qué le había pasado a mi hermano.” El 17 de octubre también aparecieron los objetos que contenía Santiago en su ropa, entre ellos, su DNI y algunos billetes. Estos últimos se encontraban en buen estado, a pesar de encontrarse sumergidos por 78 días. Entonces la familia Maldonado solicitó su peritaje. Como respuesta, se peritaron más de diez documentos de identidad, colocándolos 78 días en agua, reconstruyendo las mismas características del río Chubut. De este modo, determinaron que si el documento puede no modificarse en ese período, el cuerpo tampoco, obviando que el plástico tarda años en degradarse y no así un cuerpo orgánico. La familia desestimó dicha prueba, sumándole que no se efectuó la misma examinación, como ellos exigieron, con los billetes que tenía en el bolsillo Santiago.

«Las únicas veces que el juez Lleral brindó explicaciones fueron a conveniencia del gobierno», denuncia Maldonado.

A dos años de este trágico y violento suceso, todavía la familia Maldonado espera justicia. A pesar de que su madre conmemora el cumpleaños número 30 de su hijo con el dolor de la pérdida, no hay aún culpables ni responsables condenados por el Poder Judicial. El próximo jueves 1° de agosto a las 17 horas marchará junto a su familia en Plaza de Mayo para pedir justicia y exigir que no se cierre la causa bajo la carátula establecida actualmente sino que se continúe investigando la pista que se menciona en el informe de la autopsia y que sostiene que la muerte del joven responde a una “muerte violenta”.

En tiempos de gatillo fácil, represión policial, pistolas Taser, presos sin juicio previo, doctrina Chocobar, mano dura y baja de la imputabilidad, la familia Maldonado exige la clarificación de la absurda y temprana muerte de Santiago.