Nov 27, 2019 | Comunidad, Novedades

Mientras que en 2015 el 38 por ciento de los medios comunitarios se presentó al FOMECA, en 2017 lo hizo solo el 16%.
En un contexto donde las la crisis económica golpea fuerte en la sociedad, los medios comunitarios intentan subsistir como pueden, casi sin apoyo del Estado. ANCCOM relevó el panorama de radios y televisoras sin fines de lucro e indagó en cómo subsistieron al macrismo y qué esperan de ahora en adelante.
Luis Lazzaro, docente de Derecho a la Comunicación y la Información en la Universidad nacional de Moreno, y miembro fundador de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, explica: “La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual había creado una reserva destinada a estos medios, también un fondo de promoción que generaba subsidios para su funcionamiento pero a partir del gobierno de (Mauricio) Macri, se generaron muchas dificultades en la implementación de estos subsidios que ayudaban a su subsistencia, acompañados por un contexto económico donde los tarifazos generaron mayores complicaciones para estos medios.”
Otro de los problemas es el pobre acceso que tienen estas organizaciones a la publicidad oficial, sea del Estado nacional o de los provinciales y municipales. Según el reciente informe de la Red Interuniversitaria de Comunicación Comunitaria, Alternativa y Popular (RICCAP), en 2018 solo el 2,1% de los medios accedió a pauta oficial de la Nación. Este número disminuyo considerablemente del 9% que tenía pauta del Estado nacional en 2015. Otro aspecto importante es la centralización de esos recursos, ya que de los medios que reciben estas pautas, el 55,9% se localiza en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires.

Más del 50% de la pauta oficial destinada a los medios comunitarios es recibida por emisoras porteñas y bonarenses.
El acceso a fondos públicos de fomento es otro de los elementos que pueden sostener a los medios comunitarios. La principal línea es la de los FOMECA (Fondo de Fomento Concursable), que se pusieron en práctica en 2013. Desde ese año hasta el 2015, las presentaciones de estos medios fue creciendo de manera constante, pero a partir de ahí comenzó a descender la cantidad que los solicitaba. Así, los que se presentaron para obtener FOMECA pasaron de ser un 38% del total de experiencias de comunicación comunitaria relevadas en ese 2015 a representar apenas un 16 % en 2017, siempre según el informe de la RICCAP.
Daniel Rosarolli es fundador de FM Aire Libre de Rosario, cuenta que recibe tanto pauta oficial como acceso al FOMECA, pero no la suma de ambos no alcanza para sostener la radio: “Nosotros accedemos a pautas provinciales y municipales, pero no nos alcanza ni para pagar la luz”, dice y añade: “Y también accedemos al FOMECA, después de un montón de requisitos que te pide ENACOM para que puedas participar del concurso. Y cuándo lo ganás no te lo dan en el momento, sino que hasta te hacen esperar años para cobrarlo, y encima con la inflación… no ajustan el importe al valor actual, te lo dejan al valor de cuando lo debiste cobrar”.
Las televisoras comunitarias tienen mayores dificultades en su subsistencia, ya que se necesita un equipamiento más caro y mayor cantidad de trabajadores en ese sector. Según el informe de la RICCAP, el 10,6% de los medios comunitarios en Argentina está formado por emisoras de televisión. Un caso ilustrativo es Barricada TV, que fue fundado en 2009 y obtuvo la licencia en noviembre de 2015, y se emite por la TV digital abierta por el canal 32.1. Natalia Vinelli, directora del canal, cuenta como hace la emisora para poder subsistir: “Nos mantenemos con fondos de fomentos concursables, que más allá de ser subejecutados permanentemente, nos ayudan a sostenernos, así como también recibimos pauta publicitaria de Nación y de la Ciudad, más la inserción comunitaria y el apoyo de las organizaciones”.
En este contexto los medios comunitarios tienen que aguzar el ingenio para poder subsistir, buscando los recursos que pueden tener al alcance de la mano. Julieta Urdinola, directora de la FM En Tránsito, de Castelar, explica cómo sostienen a la radio: “El proyecto dependía principalmente de las publicidades, y entonces la cooperativa empezó a hacer otros trabajos, como proyectos audiovisuales, para presentarlo en diferentes organizaciones; armamos una productora cultural que organizaba eventos, que nos ayudó a obtener un ingreso extra para por lo menos retribuirle algo a la gente que trabaja acá. Desarrollamos proyectos y actividades en el campo de la comunicación, cultura y economía”. FM En Tránsito se fundó en 1987, y siempre estuvo en lucha por mantenerse de pie. Obtuvo la licencia en abril de 2019.
Estos medios espera que su situación cambie con la llegada del nuevo gobierno, presidido por Alberto Fernández. ¿Qué debería hacer el Estado en esta nueva etapa? Según todas las fuentes consultadas las medidas deberían incluir una tarifa social para los medios comunitarios, una ley de publicidad oficial que los apoye, la reserva del 33% del espectro radioeléctrico para las organizaciones sin fines de lucro y, por sobre todas las cosas, que la comunicación sea vista como un derecho que apoye a quienes menos voz y alcance tienen.

Ago 22, 2018 | Culturas, Novedades

Marcelo Figueras fue una de las figuras que llegó a la radio en el 2017.
Las paredes verde antiguo están cargadas con fotos en blanco y negro de distintos tamaños. Son muchas y están casi pegadas entre sí. Aparecen el Che Guevara, Fidel Castro, Carlos Mugica, Juan Perón, Héctor Cámpora, Néstor Kirchner, Simón Bolívar. Más grande, ocupando un lugar privilegiado, luce Evita sonriendo. De fondo suena el último disco del Indio Solari, El ruiseñor, el amor y la muerte. El Café de los Patriotas, ubicado en La Paternal, tiene la estética de cualquier bar porteño y además funciona como cooperativa de trabajo desde el 2012. En 2015 comenzó a funcionar allí FM La Patriada (102.1), una radio popular capaz de poner al aire a figuras como el Indio Solari o Andrés Calamaro.
¿Cómo nació la radio popular que atrajo a figuras con una propuesta alternativa que busca “disputarle el sentido común” a los medios masivos?
Nuestro orígen fue el conflicto y la lucha popular – el que contesta es Pablo Velázquez, que se presenta como un militante. “Termino de hablar con vos y me voy a hacer cargo del café, en el mismo lugar donde fui bachero, delivery, mozo. Acá no somos empresarios”, dice el coordinador general de FM La Patriada, un tipo que arrancó su militancia a los 13 años, con el estallido del 2001.
“La radio pertenece a Proyecto Comunidad, una organización social que se forma producto de las asambleas populares en 2001 y decantó en la construcción de una cooperativa de viviendas para las familias que estaban en La Lechería, una fábrica ubicada en La Paternal, a la vera de las vías del Ferrocarril San Martín”, cuenta Velázquez sobre esa primera época.
Ya en 2009, instalados en Villa Lugano, surge la necesidad de contar con un medio de comunicación que fuese propio y representara las voces de esas familias. “Ese año damos un salto a pensar la política como política pública. Por eso entendimos que era vital tener un medio de comunicación propio, porque lo que pesaba permanentemente sobre los habitantes de La Lechería era la estigmatización por ser pobres y, además, fue una forma de meternos en el debate nacional por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Así nació Radio Comunidad, que luego fue FM La Patriada”, cuenta Velázquez.

Pablo Velazquez.
Con la radio se creó también un proyecto formativo donde se buscó incluir en la comunicación a los propios jóvenes del barrio. “Empezamos una radio escuela con jóvenes de Lugano. Se acercaron pibes del barrio que hoy van a la casa del Indio (Solari) todas las semanas a grabar en su estudio. O pibes que arrancaron haciendo operación y que luego terminaron haciéndose cargo de un puesto de responsabilidad importante en una cooperativa económica, por ejemplo. Lo que hace la organización es generar oportunidades donde no las hay y formar en el trabajo y en la conciencia política e histórica. Ese es el formato, porque si no, no hay ni apropiación popular de la tecnología ni apropiación popular de la comunicación”, subraya Velázquez y agrega: “Hay que profesionalizar, hay que aprender para poder decir, discutir y pensar desde nuestro lugar de trabajadores. Hay mucho esfuerzo, mucha dedicación y mucho estudio de parte nuestra. Nos obligamos al estudio porque más allá de que hay compañeros que pasamos por la universidad, todos tenemos que saber todo. Creemos que es importante que los trabajadores tengan sus propias herramientas económicas para subsistir y desde ahí poder salir a declamar”.
En 2012, Proyecto Comunidad adquiere el Café de los Patriotas, lugar que toma un fuerte sesgo cultural como espacio de reunión y expresión artística. Fue en ese marco que en 2015, Radio Comunidad pasa a funcionar en el bar, cambiando su dial del 88.3 al 102.1, y transformándose en La Patriada.
“En Lugano estábamos bajo el nivel del mar y acá estamos buscando meternos en un lugar de fuerte disputa cultural, buscando también hablarle a otro público”, cuenta el coordinador general de la FM.
“Lo que nosotros estamos haciendo es La Patriada como un concepto: es un medio popular, de propiedad popular, que viene a cambiar un poco con su propio ejemplo, las relaciones capitalistas”, explica Velázquez.

FM La Patriada se ubica en Nicasio Oroño 2200, La Paternal.
“Nunca soñamos con esto”
Un gran punto de inflexión para la emisora se dio en el 2017, cuando se decide buscar la masividad. “Nosotros pensamos, desde Radio Comunidad, hacer comunicación popular y comunitaria, y desde La Patriada, que esa comunicación tenga llegada masiva”, comenta Velázquez.
En ese sentido, destaca el reconocimiento: “Para nosotros lo más importante es el ejemplo. Ejemplo militante, de sacrificarse, de andar cada uno de nosotros endeudado, sin llegar a fin de mes para que esto se mantenga. Y lo hacemos porque somos conscientes que hay una lucha en el medio. Es una lucha quirúrgica, que es la lucha por la disputa del sentido común dominante”.
Para el coordinador de La Patriada esa lucha tiene como una de sus aristas pensar un nuevo tipo de comunicación: “Nosotros no estamos en la lógica del periodismo comercial. Damos libertad para que se investigue y para que se haga lo que se tenga que hacer. No somos ni fanáticos ni obsecuentes de ninguna bandería política. La Patriada no es el órgano de difusión de una organización, es una radio donde hay periodismo, donde hay cultura, donde pasan cosas todo el tiempo y tiene una lógica distinta. Por eso termina pasando que el Indio se acercó a la radio. Nosotros ni soñamos que esto iba a pasar”.
Casi como un juego de palabras, Velázquez hace un guiño inconsciente al estribillo de “JiJiJi”, el mítico himno de Los Redonditos de Ricota, para hablar de la llegada del Indio Solari a la radio, quizás la más paradigmática de varias figuras conocidas que se integraron a la emisora.
“Los artistas acá tienen posibilidad de desarrollarse. Seguramente tienen ganas de hacer o decir cosas que de otra manera no las podrían hacer y acá tienen un espacio”, explica al respecto.

El orígen de la radio fue el conflicto y la lucha popular.
Marcelo Figueras fue una de las figuras que llegó a la radio en el 2017. Desde agosto de ese año conduce Big Bang, un programa diario que va de lunes a viernes de 22 a 00 hs. Fue además, quien le ofreció al ex líder de Los Redondos sumarse.
Figueras destaca a La Patriada como “una posibilidad para ejercer un periodismo distinto”, alternativo a los grandes medios masivos de comunicación. “Nosotros tenemos la sensación que nos estamos enfrentando con un poder que es muy monolítico, que tiene todo el dinero, todos los ‘fierros’, pero hay una rajadura inevitable porque no pueden engañar eternamente a la gente. Ahí es cuando comienzan a emerger medios alternativos donde todos laburamos sabiendo que no hay competencia entre nosotros, al contrario, nos alegramos porque sabemos que el adversario verdadero es otro. Sabemos que somos los ‘Davides’ de la historia y nos estamos enfrentando a un Goliat. Por eso hay que relacionarnos y apoyarnos cada vez más: potenciarnos y resonar lo que dice el otro para que trascienda la cadena de desinformación que estos medios tan grandes hacen”.
Figueras es además el biógrafo del Indio Solari, que al igual que él también vio en La Patriada un espacio de expresión. “Cuando apareció la posibilidad del programa, el Indio había empezado a tener páginas en Facebook con alias distintos que se las terminaban cerrando siempre. Entonces le dije que podía usar el programa para lo que quisiera, con el nombre que quisiera, como un medio de expresión, y se enganchó de inmediato. Tanto es así que muy rápidamente dijo que quería programar toda la música, cosa que nunca se me hubiese ocurrido. Mirá si le iba a decir que programara la música de un programa de radio diario de dos horas (risas)”, contó el escritor sobre el cantante.
Figueras consideró que este acercamiento se trató de “un gesto político clarísimo. Un gesto de poner los huevos en el lugar donde uno cacarea: ver dónde está la gente que está tratando de hacer algo parecido a lo que él trató de desarrollar a lo largo de toda su vida. Más allá de nuestras limitaciones técnicas, él sabe que nuestro espíritu está más cerca de eso. Se me hace que para él es como un volver a la fuente, a los principios en los cuales los medios que le daban bola eran todos medios alternativos”.
Pablo Ramos es otro de los nombres conocidos que integran la radio popular. El escritor y guionista forma parte de La Patriada desde el desembarco de la emisora en La Paternal, en 2015. “Al ver lo que era, me quede acá. Era una posibilidad. Confío en mi destino de radiador”, contó Ramos, que en la radio conduce El orígen de la tristeza y participa en Cosa de negros.
Al ser consultado sobre qué significaba estar en La Patriada, Ramos hizo una salvedad: “Nadie está en La Patriada, todos hacemos La Patriada. El que está en La Patriada, sobra. Todos hacemos. Cada uno sabe lo bueno que tiene el compañero, cómo te ayuda, los límites, cómo escuchar. Es hacer la patriada. Cada uno de nosotros somos La Patriada”.

Pablo Ramos.
En este ser La Patriada también se encuentra Andrés Calamaro, quien se sumó a la FM el año pasado por intermedio de Ramos y hoy produce contenido de lunes a lunes.“Calamaro se acercó primero a mí como escritor, para que colabore con una revista. Le dije lo que estaba haciendo, le conté de este proyecto, no le pedí nada, y se sumó, igual que el Indio”. “De repente, te hacen una nota y no pueden creer que no haya plata de por medio”.
“A veces creo que me voy y me termino quedando. Siempre termino abrazando”, dice Pablo Ramos. “¿Por qué me quedo? Me quedo en la radio por amor. Por amor me quedo”.
Ago 16, 2018 | Comunidad, Novedades

A medida que avanzan los ajustes en el país, sus consecuencias afectan, cada vez más, a los medios comunitarios de la Ciudad de Buenos Aires. Golpeados por un recorte de la pauta publicitaria en febrero, un grupo de ellos, además, recibió una serie de apercibimientos por parte de las autoridades, ante lo cual denunciaron una “persecución política”.
En febrero del 2018 el subsecretario de Comunicación Social del Gobierno porteño, Máximo Merchensky, firmó la resolución 813, la cual rebajó en un 19 por ciento la pauta publicitaria que corresponde a los medios vecinales, de acuerdo con la ley 2587 sancionada hace más de diez años, y afectó la forma de calcular el monto que se debía otorgar a aquellos medios. Mientras que el valor antes correspondía a un porcentaje del valor de la página 7 del diario de mayor tirada de la ciudad- en este caso Clarín- la resolución cambió la forma de cálculo.
“En un país que está proyectando una inflación mayor al 35%, nos estaban disminuyendo el precio de la pauta en un 20%, eso afecta en el sostenimiento de nuestros programas, de los periódicos barriales, las páginas web y hasta incluso el registro de medios cuenta con un canal de televisión, Barricada TV. Los 269 medios, cada uno en la proporción que le corresponde, vieron afectado el valor de la pauta que recibía mes a mes. De alguna manera, un corte como ese es una de las maneras de desfinanciamiento”, afirma Maximiliano Diomedi de FM La Tribu.
Como agravante a este recorte, en agosto de este año, el Registro de Medios Vecinales- creado por la Ley 2587- dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, apercibió a 39 producciones radiofónicas, la mayoría pertenecientes a radios comunitarias.
Un apercibimiento corresponde a una advertencia, informando que no se está cumpliendo la ley. Mientras que el apercibimiento es el primer paso, si se continúa incumpliendo los pasos siguientes serían la suspensión y la tercera instancia una expulsión del registro. Esto además afecta a la hora de inscribirse al registro -entre junio y agosto de cada año- ya que no se sabe si ese apercibimiento va a ser utilizado como justificación para no entrar al registro del 2019.
“Entonces lo que nos preocupa más que el apercibimiento en sí mismo, es un incremento del avance que estamos viendo, primero la rebaja, después los apercibimientos y después no queremos que nos digan que 15 medios quedan afuera”, expresa Fernando Tebele de FM La Retaguardia, una de las emisoras apercibidas por uno de sus programas.
Entre las razones de esas medidas se encuentran la supuesta falta de contenido propio o vinculado a la Ciudad de Buenos Aires. Las radios afectadas denuncian la arbitrariedad con la que se realizaron estas medidas y la injusticia de la evaluación que determinó esa sanción.
“Cuando nosotros pedimos los expedientes, nos dimos cuenta que los que habían evaluado lo habían hecho de una manera injusta. De un programa de cuatro horas, habían escuchado una hora y de un programa que se transmite de lunes a viernes lo habían escuchado únicamente un día. No había criterio. Es injusto porque nosotros cumplimos de sobremanera”, afirma Lucas Molinari de Radio Gráfica, otra de las emisoras intimadas por el gobierno porteño.

Las radios afectadas denuncian la arbitrariedad con la que se realizaron estas medidas y la injusticia de la evaluación que determinó esa sanción.
Por su parte, Diomede, de La Tribu, también afectada por el apercibimiento, expresa: “Un 90 % de la producción es propia y un gran porcentaje tiene que ver con cosas que ocurren en la Ciudad de Buenos Aires, entre otras cosas porque tenemos un vínculo con los barrios, las comunas, los centros culturales que es muy fuerte. Nosotros visibilizamos un montón de conflictos de la Ciudad, que los grandes medios no toman, eso es lo que hace importante también el rol nuestro y nuestro vínculo con el barrio.”
Por estas razones, los medios radiales afirman que se trata de un tema de persecución política, ya que la mayoría de los apercibidos eran radios comunitarias y eran los que estaban de alguna manera construyendo la protesta por la baja de la pauta publicitaria. Por su parte, la Justicia determinó este lunes 13 de agosto, a través de un fallo del juez Guillermo Scheibler, la suspensión de los efectos de la resolución 813.
Martín Bustamante, investigador y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, explica los argumentos de la cautelar impulsada por el juez Scheibler. “En primer lugar el gobierno no se ajustó al principio de jerarquía normativa, ya que una resolución no puede modificar una ley, que tiene un rango más elevado”. También afirma que “se afecta a la libertad de expresión y el principio de no regresividad en materia de derechos humanos, justamente porque la comunicación es un derecho humano. Por último, se lesionan los derechos culturales reconocidos en el Artículo 32 de la Constitución de la Ciudad y en la Ley 2176, que afirma que hay que proteger a los medios vecinales y que su sustentabilidad está garantizada por la ley de medios vecinales”.
Después de la denuncia de persecución política realizada ayer, según los integrantes de las emisoras comunitarias, el subsecretario Merchensky se comprometió a evaluar algunos casos puntuales y, si esos estuvieron mal sancionados, prometió dejar sin efecto la medida, además de revisar el resto de las situaciones.