Otra cacería frente al Congreso

Otra cacería frente al Congreso

Tres jóvenes mujeres tapadas con una manta para protegerse de la lluvia en la marcha por el Presupuesto 2019. En el fondo personas de distintas edades y género con pilotos y paraguas.

A las dos de la tarde del miércoles, la manifestación convocada por sindicatos, partidos políticos y movimientos populares en contra del Presupuesto 2019 que se debatía en el recinto de Diputados era masiva. La plaza frente a un Congreso vallado y las cuadras aledañas – hasta la Avenida 9 de julio – estaban colmadas de manifestantes. Todos unidos bajo un el mismo grito: No al ajuste y al FMI.

El reclamo había comenzó el martes, cuando diversas organizaciones coincidieron en cuestionar el Presupuesto que se debatiría al día siguiente en la Cámara Baja y advirtieron que las partidas y gastos proyectadas por el gobierno constituyen  “la receta del Fondo” con números que contemplan un pronunciado ajuste en áreas como educación, salud, obra pública, ciencia y técnica y seguridad social.

Cientos de personas con bandera y pancartas reunidas en la Plaza de los dos Congresos durante la marcha por el Presupuesto 2019.

Cientos de personas reunidas en la Plaza de los dos Congresos durante la marcha por el Presupuesto 2019.

En diálogo con ANCCOM, Sebastián Zapata, soldador del Astillero Río Santiago, explicó que decidió marchar porque el presupuesto “encierra todas las problemáticas del año que viene”. Y argumentó: “Estamos trabajando a muy baja productividad, casi paralizados, porque nos faltan insumos. En diciembre vence el plazo de entrega del buque Eva Perón y el Estado va a tener que pagar una multa de veinte mil dólares por día. Falta terminar el 2 por ciento del buque, pero no nos traen los insumos”, comentó.

Cecilia Dinius, docente universitaria,  comentó que el presupuesto profundiza la dura crisis que atraviesan las Universidades de todo el país.  “Lo que esto trae es mayor ajuste y sobre todo en educación. Ya deja de ser ajuste y es ahogo”, le dijo a esta agencia.

Pasadas las dos de la tarde un pequeño grupo de manifestantes con la cara tapada y sin ninguna identificación partidaria o sindical que estaban ubicados en la esquina de las Avenidas Callao y Rivadavia comenzó a tirarle objetos a la Policía sobre el vallado. Botellas, cartones y palos. Apenas unos minutos después que se arrojó el primer objeto, los efectivos de seguridad efectuaron un disparo al aire.

El disparo inició todo: los encapuchados lo leyeron como una provocación e intensificaron su accionar. La Policía respondió con disparos, chorros de agua y gases lacrimógenos. Apenas sonaron los disparos en esa esquina, en Entre Ríos e Yrigoyen otro grupo pequeño de encapuchados reaccionó y copió la escena que se vivía enfrente. Sin embargo, el enfrentamiento fue más fuerte en la esquina donde había comenzado todo. Los encapuchados encendieron contenedores de basura, rompieron el espacio público para valerse de cascotes y usaron armas caseras contra los efectivos de la Policía de la Ciudad. La masiva movilización quedó a distancia de esa escena.

Policías reprimiendo a los manifestantes con balas de goma, gas lacrimógeno y camiones hidrantes.

Policías reprimiendo a los manifestantes con balas de goma, gas lacrimógeno y camiones hidrantes.

Apenas se oyeron los disparos las columnas de militantes se replegaron velozmente y en forma pacífica. Sin embargo, el repliegue no bastó: la Policía profundizó su accionar represivo y llevó adelante un imponente operativo con oficiales motorizados. Distintas fuentes gremiales y políticas lo definieron como una “cacería”. El saldo fue de 26 detenidos – la mayoría reducidos en las inmediaciones de la 9 de Julio. Entre ellos: cuatro periodistas de la revista La Garganta Poderosa;cinco trabajadores del Astillero Río Santiago; representantes de la CTA. También hubo heridos.

Según la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), fueron trasladados al Hospital Ramos Mejía y al Argerich.

Esta mañana, el abogado de la CORREPI Ismael Jalil informó que los 26 detenidos fueron liberados en su totalidad durante el transcurso de la madrugada y denunció que muchos de ellos habían sido arrestados a más de un kilómetro de distancia de la zona del Congreso y que entre ellos había por lo menos cuatro ciudadanos extranjeros.  

Manifestantes protegiéndose de la lluvia bajo paraguas en la plaza de los dos Congresos.

Manifestantes protestando pacíficamente en la Plaza de los dos Congresos.

En el recinto se vivió una película en paralelo. Cerca de las 15:00, la sesión pasó a un cuarto intermedio a raíz de la represión en las calles. Diputados de frentes opositores exigieron que se levantara  la sesión que finalmente se reanudó después de que los jefes de bloque se reunieran con el secretario de Seguridad de la Ciudad, Marcelo D´Alessandro.

Los detenidos fueron trasladados a la Alcaldía 9 (ex Comisaría 43) en la calle Chivilcoy 453 del barrio de Floresta. Poco tiempo después de las detenciones, militantes de organizaciones populares, organismos de derechos humanos y partidos políticos se hicieron presentes en el lugar para exigir su liberación. Fueron recibidos con un cordón policial que impidió que los abogados de las agrupaciones pudiesen entrar al edificio. Alrededor de las 20:00 la Policía roció con gas pimienta a varios militantes que forcejearon con los uniformados. El altercado no pasó a mayores gracias a la insistencia de los líderes de las organizaciones en que la permanencia fuera pacífica.

En un primer momento, el fiscal a cargo de la causa, Federico Tropea, informó que no serían liberados durante la madrugada del día jueves puesto que no se les tomaría declaración hasta la mañana siguiente. Sin embargo, tras negociaciones se dio a conocer que todos los detenidos serían liberados en el transcurso de las próximas horas. Efectivamente, así sucedió: a la 1 de la madrugada todos fueron liberados, con la exigencia de hacerse presentes en la fiscalía a las 9 de la mañana del día de hoy.

Manifestante disfrazado con un sábana naranja pintada con la leyenda "FMI" y una cara triste.

Manifestante disfrazado protestando contra el Fondo Monetario Internacional.

 

Mil ollas cocinando la bronca

Mil ollas cocinando la bronca

Muchas personas reunidas y en el medio dos mujeres sirviendo comida.

40.000 personas se movilizaron para expresar el rechazo al “plan de hambre y miseria del FMI”.

Como preludio del paro nacional convocado por la CGT para el 25 del corriente, organizaciones sociales que nuclean a trabajadores y trabajadoras de la economía popular, a desocupados y precarizados, desarrollaron hoy una Jornada Nacional de Lucha. Con epicentro en la Ciudad de Buenos Aires, organizaron más de mil ollas populares para exigirle al gobierno nacional y a los provinciales provinciales que “frenen el ajuste”.

Convocada, entre otras, por la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie, el Movimiento Evita, la Corriente Clasista Combativa (CCC), el Frente Popular Darío Santillán (FPDS) y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), la jornada convocó a más de 40.000 personas en el cruce de las avenidas porteñas 9 de Julio y Av. de Mayo para expresar el rechazo al “plan de hambre y miseria del FMI”.

En diálogo con ANCCOM, Marianela Navarro, delegada del FOL, expresó: “Nos movilizamos para reclamar en contra del aumento del hambre y en contra del acuerdo con el FMI, porque entendemos que la actual política económica nos está llevando a la exclusión y a la más profunda miseria. Dicho acuerdo no sólo garantiza una mayor explotación laboral sino que va a generar más pobreza en nuestro pueblo y más endeudamiento”.

Una mujer y junto a ella un hombre comiendo con una cuchara.

Trabajadores de la economía popular y desocupados organizaron más de mil ollas populares para exigir al gobierno el freno del ajuste.

La movilización en el centro porteño y los cortes de ruta desplegados en diferentes puntos del país se enmarcan en el inicio del plan de lucha que impulsa el sector, con el fin de lograr no sólo que se detengan las medidas económicas de ajustes y tarifazos, sino también para exigir el tratamiento de las cinco leyes que el sector impulsa: la de Emergencia Alimentaria, la de Infraestructura Social, la de Agricultura Familiar, la de Integración Urbana y la de Emergencia en Adicciones. Asimismo, para dar respuesta urgente a la visible fragilidad social, también reclamaron por el aumento y ampliación de todos los programas de empleo.

Para “parar el ajuste en las calles” -como reza la consigna que empuja a los movimientos sociales-, el plan de lucha continuará la semana que viene con movilizaciones a las empresas eléctricas, con la intención de conseguir nuevas tarifas de servicios públicos, acordes a los ingresos que perciben los y las trabajadoras de las cooperativas.

 

 

La marcha más grande de Moreno

La marcha más grande de Moreno

Mujeres alzando el puño y cantando en la movilización.

El  pasado lunes 3, a un mes de la tragedia ocurrida en la escuela primaria N° 49 del Barrio San Carlos, de Moreno,  una marcha multitudinaria en la que participaron docentes, auxiliares, familiares de las víctimas, padres de estudiantes y ciudadanos, recordó a Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, muertos al explotar la conexión de gas del establecimiento y exigió justicia. Además, los manifestantes reclamaron la solución de los grandes problemas de infraestructura que afectan a los establecimientos educativos del distrito, sin clases desde el estallido.

Durante toda la semana se convocó a la comunidad educativa a lo que se designó como “La marcha grande de Moreno”, en la que la consigna fue que todas las escuelas e instituciones del municipio salieran a reclamar por justicia, mejoras edilicias y aumento del salario docente y no docente. Asimismo, se programaron distintos puntos de encuentros, en los cuales las columnas, organizadas por localidades, se conjugaron en un solo grito de justicia.

Todo comenzó desde muy temprano, donde la columna Nº 1, encabezada por docentes de la Escuela Nº 49, emprendió la marcha central desde el Barrio Las Catonas a las 08:06, horario en que se produjo la explosión en el establecimiento a causa de una fuga de gas. La columna se dirigió por la Ruta Provincial N° 23 hasta el monumento Fuentealba, ubicado en el acceso Oeste y Ruta 23, que homenajea al maestro asesinado en Neuquén por la policía local, en 2007. A las 10:00, confluyeron las columnas 2 que provenían de Paso del Rey, de Francisco Álvarez- La Reja, de Moreno centro y Sur y, por último, otra columna de Cuartel V.

Una multitud sosteniendo una pancarta pidiendo justicia por las muertes de Sandra y Ruben.

La comunidad educativa recordó a Sandra Calamano y Rubén Rodríguez.

“La consigna de hoy es fundamentalmente para exigir justicia, por Sandra y por Rubén, seguir exigiendo que las escuelas se arreglen, para que tengamos escuelas dignas para nuestros hijos y para que los docentes y auxiliares puedan ir a enseñar como corresponde. Acá los responsables siguen mirando para el costado, acá responsabilizamos a (la gobernadora María Eugenia) Vidal y (Sebastián) Nasif (interventor del Consejo Escolar al momento de la explosión), no vamos a parar de movilizar hasta que los responsables estén donde deben estar”, expresó Gustavo Muñoz, Secretario Adjunto de la CTA Regional.

Por su parte, trabajadoras auxiliares, como Ana Rivero y Carmen Sosa de la EPB N°71 del Barrio Pfizer expresaron: “La marcha nos dejó una sensación de mucha angustia”. Ellas, al igual que numerosos auxiliares, asisten a las familias de la escuela y participan en un comedor comunitario del barrio “porque los chicos no pueden dejar de comer”, expresa Rivero.

Tras un recorrido aproximado de dos kilómetros y con la participación de unas 15.000 personas, “La Marcha Grande” llegó al acampe que se realiza frente al Consejo Escolar. Algunas de las consignas más pronunciadas fueron “No fue un accidente”, “El ajuste mata” y “La educación no se negocia”.

Una multitud sosteniendo banderas y carteles.

Las escuelas e instituciones del municipio salieron a reclamar por justicia, mejoras edilicias y aumento del salario docente y no docente.

El acampe lo llevan adelante diferentes sindicatos y organizaciones sociales como forma de protesta. Entre ellas están la Unión de Docentes de la Provincia de Buenos Aires (Udocba), la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).

Walter Cravero, Secretario de ATE, expresó: “Esto es histórico, estamos luchando todos juntos unidos pidiendo justicia” La última oradora fue Mabel Zurita, viuda de Rubén Rodríguez, que era el portero de la escuela. Mabel, en diálogo con ANCCOM, dijo: “No solo he perdido a mi esposo sino también a una compañera de lucha de toda la vida”, hablando de Sandra Calamano y agregó sobre Rubén: “Mi esposo amaba su profesión y termina su vida trágicamente en su espacio de trabajo”.

El acto finalizó con el Himno Nacional, ejecutado por músicos locales. Bajo el escenario, los manifestantes se despidieron con abrazos y palabras de aliento a los docentes que luego de la desconcentración siguieron su recorrido hacia la Jefatura Distrital de Educación a elevar un petitorio en el que exigen las reformas necesarias para poder volver a dar clase.

Docentes hombres y mujeres sosteniendo la pancarta, al frente de la marcha.


Hombres y mujeres en la movilización y detrás de ellos carteles pegados en la pared exigiendo justicia.

 

Un municipio sin escuelas

Un municipio sin escuelas

Mural con las caras de la vicedirectora, Sandra Calamano, y el portero Rubén Rodríguez.

Mural en honor a la vicedirectora Sandra Calamano y el portero Rubén Rodríguez, muertos en una explosión por escape de gas.

Ya pasó un mes desde aquel 2 de agosto, cuando una explosión provocada por un escape de gas en la Escuela Nº 49 de Moreno mató a la vicedirectora, Sandra Calamano, y al portero, Rubén Rodríguez, minutos antes de que ingresaran los 400 alumnos del establecimiento. Los trabajadores de la educación de la zona y en particular Sandra habían denunciado el calamitoso estado edilicio de ese y otros establecimientos, pese a lo cual las soluciones nunca llegaron y tanto ella como Rubén pagaron con su vida la desidia oficial. Hasta ahora, el panorama edilicio local no mejoró.

Marcelo Panuccio, director de la ESB N°2 de Moreno, enumera: “En las escuelas los techos se caen, tenemos casos en los que los pozos ciegos rebalsan, las garrafas de YPF están picadas, hay paredes electrificadas, cuando llueve los comedores quedan inhabilitados porque se inundan”. Y agrega tristemente que varias veces se han hecho virales videos en los que se muestra la desidia en la cual están inmersas las escuelas públicas del distrito.

“Necesitamos inspecciones, no tenemos certificados de habitabilidad”, confiesa Marcelo y agrega que más de una vez se han hecho cargo de arreglar, por ejemplo, las instalaciones eléctricas. “Habíamos naturalizado esas cuestiones pero después de esto tomamos conciencia de que no nos podemos hacer cargo de todo”, señaló.

Foto del frente de la Escuela N°49, con carteles colgados.

«En las escuelas los techos se caen, tenemos casos en los que los pozos ciegos rebalsan», dijo Marcelo Panuccio, director de la ESB N°2 de Moreno.

Las medidas por parte del personal docente y auxiliar no se hicieron esperar luego de la explosión. María Cecilia Pustilnik, vicedirectora de la Escuela N° 74 y amiga personal de las dos víctimas, cuenta: “Estamos sin dar clase pero con las escuelas abiertas, brindando atención a todos los alumnos porque entendemos que el vínculo con la comunidad hoy tiene que ser más fuerte que nunca”. Pese a la falta de información que hay al respecto, toda la comunidad puso manos a la obra para que los alumnos no sufran la situación: “Las maestras vienen todos los días a partir de las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde para hacer actividades pedagógicas, recreativas y los chicos pasan a retirar sus tareas”, asegura María Cecilia.

Frente a la Escuela Nº 49 se encuentra la Iglesia Familiar Cristiana de la Asamblea de Dios,  en donde funciona un comedor para que allí vayan, provisoriamente, los alumnos de la escuela, quienes miran intrigados qué sucede dentro del establecimiento donde hasta hace pocas semanas aprendían y jugaban. Marcela Corvalán, docente de la 49 comenta: “Tenemos por parte del Municipio un equipo de psicólogos para acompañar a los chicos y a los padres, también se ha acercado nuestro gremio, Suteba, para asistirlos, y también a los maestros, porque lamentablemente nosotros vamos a necesitar ayuda psicológica por lo que pasó. También necesitamos que nos den las herramientas necesarias para contener a todos nuestros alumnos”.

Karen Lacruz forma parte de la comisión de mamás autoconvocadas, y se encarga de recibir y repartir las viandas que manda la provincia a  la Iglesia. “Los sábados se están haciendo ollas populares porque no alcanza la comida, las viandas que nos mandan son 200 y los chicos son alrededor de 450”, asegura Karen, quien además cuenta que asisten niños menores a la edad escolar.

Dos docentes mirando de frente a la cámara y detrás de ellos una multitud.

Hernan Pustilnik y Marcela Corválan, docentes y referentes de la escuela N°49 de Moreno.

El jueves 23 de agosto se realizó una paritaria docente con participación de alrededor de 300 directivos, en la cual se elevó un petitorio con 16 puntos para activar acciones concretas para mejorar la infraestructura y apoyar a los comedores barriales. Ante el silencio de los funcionarios, la respuesta de los gremios docentes fue clara y concisa: “No vamos a abrir las puertas de la Escuela N°49 hasta que todas las escuelas de Moreno estén en condiciones”, dice Panuccio, quien agrega que esta tragedia los obligó a tomar medidas que se venían postergando, pero que no son ninguna novedad, no solo en las escuelas de Moreno sino en toda la provincia de Buenos Aires. Desde la tragedia ocurrida el 2 de agosto se hicieron paros, marchas, abrazos simbólicos a la escuela del Barrio San Carlos y a diferentes instituciones como a la Universidad Nacional de Moreno. Y no hay clases en ninguna escuela pública del Municipio.

Hernán Pustilnik, docente de tercer grado, hermano de María Cecilia y referente de la escuela 49 sostiene: “Tenemos la sensación de que estamos muy acompañados, esto nos da mucha fuerza para seguir con esta lucha, y creo que todas las escuelas de Moreno y todas las comunidades educativas están muy movilizadas con esto que nos pasó, estamos luchando hasta el final, hasta que la cosas cambien”. Y para que las muertes de Sandra y Rubén no hayan sido en vano.

Gansos caminando sobre el cesped y detrás la escuela N°49.

Las escuelas públicas del distrito tienen problemas edilicios y están inmersas en la desidia oficial.

 

“El Estado es responsable”

“El Estado es responsable”

Esta vez la música sonó para pedir justicia. Docentes, estudiantes, familiares e integrantes de diferentes orquestas y coros juveniles e infantiles se reunieron hoy frente al Ministerio de Educación de la Nación para homenajear a Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, los dos trabajadores de la Escuela Nº 49 de Moreno que murieron en ese establecimiento por la explosión generada por una fuga de gas. Todos se unieron en el reclamo para que el Estado reconozca su responsabilidad y rechazaron la hipótesis de un accidente. La movilización también contó con la adhesión de músicos independientes y del Sindicato Argentino de Músicos (SADEM).

“Hubo una necesidad de encontrarnos y simbolizar el aprecio y la conmoción, y homenajear tanto a Sandra como a Rubén. Ellos dos van a ser un símbolo para todos los que queremos que la educación musical y la educación pública sea para todos los pibes y pibas de nuestro país”, aseguró Claudio Espector, exdirector del Programa de Orquestas y Coros del Bicentenario, en diálogo con ANCCOM.

Calamano era una activa defensora de los programas que promovían el acercamiento de los niños y jóvenes de sectores vulnerables a la música. En abril de 2016 había participado de una marcha, también frente al Palacio Pizzurno, para exigir la restitución del plan anulado por el gobierno de Cambiemos. El video de su discurso de aquel día se viralizó en las redes sociales en las horas posteriores a su trágica muerte. “Tenemos que seguir reuniéndonos para lograr que los gobernantes, a los que lamentablemente les dimos el lugar que están ocupando, escuchen nuestras voces”, había advertido la vicedirectora en uno de los tramos de su mensaje.

Ayer, a los acordes del Himno Nacional siguió un minuto de silencio y el acto prosiguió con palabras de familiares y colegas. Todos exigieron una respuesta del gobierno provincial y del nacional. “Son dos ángeles que cuidaron hasta último minuto a cada niño, a cada docente de esta institución. Hoy son dos mártires y esto no tiene que quedar impune, tiene que servir. Es un punto de inflexión, va a haber un antes y un después. La justicia es lo único que nos va a sanar, la corrupción mata y acá tenemos la prueba”, aseguró la suegra de Sandra, también docente y directora, en un emotivo discurso.

Por su parte, Eduardo López, secretario general de UTE, reivindicó la tarea de los docentes en las condiciones adversas que el caso de Moreno dejó expuestas con crueldad. “Cada vez que haya directores y maestras como Sandra y trabajadores de la educación como Rubén, que sientan ganas de querer cambiar el mundo, que disfruten con ese violín, con esta orquesta, con el conocimiento y con el amor, estarán presentes ellos”, razonó.

Posteriormente, el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, fue categórico al hablar de la responsabilidad gubernamental. “Sabían todo lo que estaba sucediendo en esa escuela. Hubo una carta a la gobernadora (María Eugenia Vidal) en la que lo explicábamos en detalle y en cada paritaria lo habíamos planteado, pero eligieron denostarnos y deslegitimarnos. No les importa nada”, advirtió.

Al ser consultado por ANCCOM, el dirigente sindical compartió la visión de que la muerte de Sandra y Rubén marcará un antes y un después. “Nosotros pretendemos una educación pública de calidad, pero primero las escuelas tienen que ser lugares seguros. No puede ir un chico, un maestro, un auxiliar y tener riesgo de vida como ha sucedido. Lo peor de todo es que han sido muertes evitables, y que no tienen que volver a pasar. Hay que seguir luchando, reclamando en la justicia, primero las responsabilidades, pero también a las autoridades políticas que manden las inspecciones, que las escuelas sean lugares seguros y que inviertan más en la educación”, le explicó a esta agencia.

Para el cierre, alumnos y maestros volvieron a entonar el Himno Nacional. La hija de Sandra lo interpretó con el chelo. Y todos aplaudieron con emoción.

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