«El capitalismo es parte del problema, no de la solución»

«El capitalismo es parte del problema, no de la solución»

El título del documental, Punto de No Retorno, hace referencia al fin del mundo como lo conocemos. La pandemia instaló en el debate la inviabilidad de las formas actuales de producción y de consumo, unas y otras responsables del calentamiento global. Dirigida por el biólogo, periodista y actual viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Sergio Federovisky, con la codirección de Nicolás Capelli y Diego Corsini, la película recorre distintas zonas del planeta con el objetivo de poner en evidencia cómo las maneras en las que las sociedades se relacionan con el ambiente han generado alteraciones climáticas.

Con testimonios de científicos del CONICET, de la NASA –entrevistados en el Centro Espacial Goddard–, intelectuales, políticos nacionales y extranjeros, religiosos, y habitantes de todo el país afectados por el cambio climático, el filme se presentará por streaming este sábado 5 de junio a las 20 con acceso gratuito. Antes del estreno, Federovisky mantuvo una charla con ANCCOM y contó sobre su motivación a la hora de producirlo, su postura frente a la crisis ambiental y el rol que deben tomar los Estados frente a ella.

¿Cómo surgió la idea del documental?

Como una especie de continuidad, o si se quiere, de conclusión de mi trabajo de más de 30 años en la gráfica, en los medios audiovisuales y en la televisión. Entendí que tenía que dejar algo más cristalizado que permitiera en una pieza única mostrar cuál era mi pensamiento respecto de la crisis ambiental, pero también acerca de las políticas públicas y de los desafíos políticos que surgen a partir de esa cuestión, básicamente en la Argentina, pero con ramificaciones a toda la agenda ambiental, que está “semi instalada” hoy.

¿Qué ocurriría si llegamos al Punto de No Retorno?

Traspasado ese umbral no va a ser posible volver a la situación anterior, al menos no en materia de equilibrio climático. Pero no sabemos cómo va a ser si se llega a un equilibrio futuro. El gran problema que abre el Punto de No Retorno no es tanto aquello a lo que no vamos a poder volver, sino la incógnita de cómo va a ser ese mundo futuro. Por eso lo que sostengo en el documental es que no es el fin del mundo, no va a estallar y desaparecer, sino que va a ser distinto. Seguramente más desigual, con más desequilibrios ambientales y con mayor deterioro ecológico, pero no sabemos cómo va a ser, y esta angustia colectiva es la que nos promueve hoy a no traspasarlo.

¿La pandemia podría convertirse en ese punto?

Podría, en sí misma, convertirse en un Punto de No Retorno, o en todo caso en una bisagra a partir de la cual la situación no será igual a la anterior. Por eso hablamos hoy incipientemente de una nueva normalidad, porque la que conocíamos será muy difícil de recuperar. En la propia idea de la pandemia está inserto el deterioro ambiental, porque emerge de la anomalía en la relación entre la sociedad y el medio natural. No es una casualidad histórica, no es fruto de algo imposible de prever o prevenir, sino que es consecuencia directa de ese mal funcionamiento que, a lo largo de los últimos 200 años –pero principalmente los últimos 50–, ha tenido la sociedad con el medio natural.

¿Su advenimiento funcionó como un disparador para la toma de conciencia ambiental?

Probablemente lo ambiental está más en agenda a partir de la pandemia. Sin embargo, no lo está en el sentido de disparar la necesidad de tener políticas públicas contundentes y persistentes en el tiempo, no sólo a nivel nacional, sino también global. Además, no me parece que el gran problema radique en la falta de conciencia. Por lo contrario, en los últimos 30 años ha habido un desarrollo de la conciencia y esto no ha sido verificado en resultados concretos para detener el empeoramiento de los indicadores ambientales. Seguir insistiendo en que el problema ambiental es consecuencia de la falta de conciencia individual o colectiva, me da la sensación que es menospreciar la ausencia de políticas públicas, de decisiones concretas que modifiquen el modelo económico, productivo y de consumo imperante en el planeta, que es básicamente la causa de los problemas ambientales.

¿Qué pasa con la dicotomía entre habitabilidad del planeta e intereses económicos?

Esta dicotomía es la opción de hierro que tenemos. De acuerdo a cómo se resuelva, será el futuro del planeta o por lo menos de la relación entre la sociedad y la naturaleza. Claramente, esa está siendo resuelta a favor de los intereses del mercado. El propio Papa Francisco, en la Encíclica Laudato sí, afirma que un bien común como la naturaleza no puede quedar supeditado a los intereses particulares del mercado. Sin embargo, es lo que está ocurriendo. De ahí que aquella dicotomía difícilmente se resuelva por decreto. Hay que desarrollar políticas públicas que empiecen a morigerar esa situación o, al menos, a quebrar la tendencia. Ahora, cuál es el futuro del capitalismo en ese asunto… el capitalismo es parte del problema, no es parte de la solución.

¿Qué rol deberían cumplir los Estados?

Es crucial en tanto y en cuanto son los que tienen las herramientas para empezar a modificar los patrones de consumo, de explotación de los recursos naturales, los mecanismos de producción de energía, y tienen también los resortes esenciales, a través de dispositivos conocidos históricamente como políticas públicas, para derivar en cambios de conductas colectivas. El problema no es la suma de las conductas o conciencias individuales, porque eso jamás daría como resultado el cambio de una conciencia colectiva. Los comportamientos colectivos se modifican a partir de políticas públicas. En eso han fallado los Estados en los últimos 30 años. Desde que en la Eco 92 de Río de Janeiro se propusieron instaurar cambios en la agenda política internacional, a partir de convenciones como la del Cambio Climático y la de Biodiversidad y 30 años después sólo vemos empeoramientos en todos los indicadores ambientales.

¿El Gobierno nacional entiende la importancia de estas problemáticas?

Mi respuesta anterior cabe también para el Estado en la Argentina. Aún no se ha entendido la necesidad de tener esas políticas públicas, más allá de que ha habido avances indiscutibles. Y la conformación de un Ministerio de Ambiente (antes Secretaría) al menos refleja, desde lo simbólico, la reacción positiva a la demanda que hoy tiene tanto el deterioro ambiental como la propia sociedad ante eso.

¿La flamante Ley de Educación Ambiental puede aportar a este proceso?

Por supuesto. Es una respuesta positiva a la necesidad de desarrollar mayores políticas de concientización de la sociedad. Pero no podemos descansar o suponer que esta concientización es condición suficiente. Es necesaria, pero la condición suficiente la van a conformar las políticas públicas que hagan operativa esa conciencia individual y colectiva.

Las mujeres indígenas reclaman terminar con el «terricidio»

Las mujeres indígenas reclaman terminar con el «terricidio»

El Movimiento de Mujeres Indígenas del Buen Vivir partió, a pie, desde distintos puntos del país -Río Negro, Salta, Chaco, Chubut y Jujuy- hacia la ciudad de Buenos Aires, con la consigna “Basta al Terricidio”. Paulina Bes, miembro de la organización que participa de la caminata, describe: “Necesitamos atravesar, porque es ver con nuestros propios ojos lo que pasa en los territorios. Cuando escuchamos que en el Chaco todos los días se desmontan miles de hectáreas, nos llega como una información más, no tomamos dimensión, pero ver los lugares da escalofríos y una tremenda tristeza e impotencia, lo que nos da fuerza para seguir con este grito desesperado de que nos dejen de matar por sus intereses económicos”.

El objetivo de la campaña Basta de Terricidio es “empezar a decir un basta grande, real, verdadero, y a multar a todas las empresas extractivistas; que los gobiernos puedan dar marcha atrás y alertar sobre lo que hacen porque no pueden estar siempre contra la misma tierra y contra las personas que defienden los territorios. Buscamos la verdad, que se reparen un montón de cosas, y que las mujeres indígenas sean verdaderas protectoras y defensoras sin ser criminalizadas y judicializadas”, agrega Nélida Curia, artesana mapuche e integrante de la organización.

“La falta de agua de las hermanas mocovíes debido al desmonte, las mineras ilegales en el norte, la sobrepoblación de los crianceros, los pocos ojos de agua absorbidos, contaminados”, es lo que las moviliza según Nélida. El punto límite fueron los incendios en La Comarca, en Corcovado, ciudad de Chubut. 

Corcovado, Chubut.

En sus plataformas, Mujeres Indígenas explica que el terricidio es la muerte del ecosistema y está conformado por el ecocidio, femicidio y epistemicidio. En sus palabras: “Es el exterminio sistemático de todas las formas de vida. Es la destrucción tanto del ecosistema tangible como del ecosistema espiritual”. En esta línea, el concepto invita no sólo a comprometerse ante la contaminación del agua, sino también a comprender su estrecha relación con la cosmovisión de los Pueblos Originarios: “Existen fuerzas reguladoras que sostienen la vida, dichas fuerzas son la energía espiritual en ese territorio en particular”. Al respecto, Nélida explica: “Creemos y sabemos que somos la extensión de la Tierra, y todo lo que a la Tierra le pasa nos pasa en nuestros cuerpos, como la pérdida de las hierbas que no sanamos, la pérdida del agua que significa vida”, y advierte: “La espiritualidad se retira de la Tierra cuando los bosques son quemados”.

El Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir decide comenzar a visibilizar esta problemática a partir de una acción realizada en el Ministerio del Interior de Buenos Aires, en el 2020. Momento en el que, según Nélida, encontraron que varias mujeres de diferentes pueblos originarios sufrían la imposibilidad de satisfacer sus necesidades básicas, siendo el denominador común el problema la tierra. Explica: “Esto nos llevó a darnos cuenta de que hay un ecocidio que conforma el terricidio”. 

Mujeres Indígenas por el Buen Vivir fue creado en el 2015 por Moira Millán, weichafe (guerrera) y activista mapuche, que salió a recorrer los territorios de los pueblos indígenas. En ese peregrinaje se encontró con otras mujeres atravesadas por las mismas necesidades y problemáticas, entre ellas la racialización. Ese año, se organizaron y realizó la primera manifestación del movimiento apartidario y plurinacional que respeta la cultura de cada hermana y la espiritualidad de cada pueblo.

Moira Millán, weichafe mapuche.

La agrupación acompaña a todas aquellas que sufren las problemáticas ambientales. “Nosotras creemos que va a haber un antes y un después en este caminar que es para sanar, para visibilizar lo que es el terricidio”, asegura Nélida y agrega: “Este pensar surge hace un tiempo y se decide empezar con la caminata después de los incendios, los avances de las mineras y la defensa de los territorios por parte de los pueblos”. 

El colectivo también emprende otras campañas, como Basta de Chineo y Hacedoras del Buen Vivir. La primera busca abolir la violación contra los cuerpos de las niñas indígenas. Como explica Mujeres Indígenas en su cuenta de Instagram, en el marco del “Conservatorio sobre Chineo” organizado por INADI en octubre de 2020, “el chineo es una práctica colonial que hoy continúa existiendo en manos de los criollos, las empresas transnacionales que operan en nuestros territorios, las fuerzas de seguridad del Estado y el patriarcado que atraviesa las comunidades”. Por su parte, Hacedoras del Buen Vivir es una marca y plataforma de venta de artesanías indígenas en la que las mujeres están trabajando. Según Nélida, en ella las artesanas podrán “vender sus productos a precios reales, porque hasta esto sufren nuestras hermanas, sobre todo en el norte. Donde van grandes marcas o comercios y les compran artesanías a precios bajos o hasta por alimentos, y después lo vemos en galerías a tremendos precios, como la cestería wichi”.

La marcha comenzó el 14 de marzo, con un bloque sur desde la ciudad de El Bolsón, y un bloque norte desde Chaco. Se suman a este andar las mujeres de Salta y Jujuy. “Vamos a estar llegando el 20 de mayo a la Ciudad de Buenos Aires, donde vamos a organizar todos los petitorios que traen las hermanas”, explica Curia y anuncia: “Vamos a terminar haciendo una marcha el 25 de mayo, es el día donde se empieza a conformar este Estado que nunca ha tenido presente a los Pueblos Indígenas, que somos los verdaderos defensores de la tierra. Buscamos que sea el día en contra del terricidio y poner esto en agenda. Llegar y que sea nombrado, que comencemos a considerarlo como un crimen de lesa humanidad y que sea juzgado”.

Basta de Terricidio es un movimiento global conformado por distintos colectivos, que buscan tener repercusión a nivel internacional. En la Argentina el movimiento busca tener un equipo jurídico de colaboración para poder dar claridad a estos temas. 

Asimismo, intentan visibilizar “los incendios intencionales por partes de inmobiliarias, o aquellos no intencionales o por descuidos pero que nunca se buscan culpables”. En palabras de Nélida Curia: “Casi todas las mujeres indígenas somos defensoras de la tierra, por eso consideramos esto terricidio. Porque al secarse los ríos también desaparece la espiritualidad del lugar, de los bosques. Necesitamos empezar a trabajar para sanar la tierra y sanar todas las mujeres indígenas desde lo más profundo”. 

El recorrido realizado por la agrupación terminará con una marcha masiva el próximo 25 de mayo en la Ciudad de Buenos Aires, a la que se sumarán grupos que luchan por el medio ambiente como Voicot, Jóvenes por el Clima y Ni Una Menos, además de estar abierta a cualquiera que desee participar. Las páginas de Facebook e Instagram del Movimiento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir se mantiene actualizada con acciones y propuestas no sólo históricas, sino aquellas establecidas para los próximos días. Además, documentan toda la caminata contra el terricidio.

Denuncian destrucción ambiental en El Chaltén

Denuncian destrucción ambiental en El Chaltén

“Cuando me llega la noticia yo me indigno pero pensando que estaban todos los papeles en regla. Pensaba que la planificación era cualquier cosa, pero si cumplía las reglas, ¿Qué le íbamos a hacer?”, dijo en conversación con ANCCOM, Ana Fernández Borsot, abogada y coordinadora del Observatorio del Derecho a la Ciudad de la Patagonia, en relación a la venta irregular de lotes en El Chaltén, municipio ubicado al oeste de la provincia de Santa Cruz. Por su parte, Ricardo Sánchez, concejal de El Chaltén, contó a ANCCOM que luego de enterarse, se entrevistó con Oscar Bellini, dueño de la inmobiliaria que estaba ofreciendo los lotes vendidos por Hostería Patagónica El Chaltén S.A. “Empecé a ver cosas que a mí no me cerraban, entre lo que me decían los posibles compradores y lo que me decía Bellini. Investigando un poco más, me doy cuenta que existe una ley que regula estos loteos fuera del ejido municipal, y que no se estaba cumpliendo”, dijo.

Las parcelas, propiedad de Hostería Patagonia El Chaltén S.A., están ubicadas en el Valle del Río de las Vueltas y conforman un total de 15 hectáreas. Estas tierras se encuentran en las afueras de la Reserva Provincial Lago del Desierto y su administración está protegida y reglamentada por una serie de leyes provinciales.

Cuando la información sobre este loteo irregular escaló y llegó a la Secretaría de Obras, el ente público no tenía conocimiento del tema. “Ahí se me dispara la alarma, porque entonces no solo es un delirio, sino que es ilegal”, dijo Borsot. Por medio de pedidos de información del mismo Observatorio y del Concejo Deliberante, esto culminó ante la Secretaría de Ambiente de la provincia, que creó un sumario administrativo y activó una inspección al lugar.

Según la Ley N° 3.213 de urbanización de tierras en Santa Cruz, “los interesados en llevar adelante proyectos de loteos (…) deberán tramitar ante la Subsecretaría de Planeamiento de la Provincia la correspondiente autorización”, quien conformará una comisión ad hoc para el estudio del proyecto. Además, para tramitar la habilitación se deberá contar con un estudio de impacto ambiental previo, enmarcado dentro de la Ley N° 2.658.

La información a la que accedieron las personas entrevistadas es que ni el proyecto fue presentado ni el estudio de impacto ambiental fue elaborado, lo que es corroborado por el sumario administrativo que se creó desde la Secretaría de Ambiente, al cual ANCCOM tuvo acceso. “Ninguno de estos mecanismos de evaluación han sido articulados por los proponentes de la actividad”, se estableció en el sumario. El loteo “se ha llevado a cabo sin tramitar ante esta Secretaría de Estado de Ambiente, la obtención de la Declaratoria de Impacto Ambiental, único documento que habilitaría el proyecto en los términos previstos por la Ley Provincial de Evaluación de Impacto Ambiental N° 2.658”.

Cuando la inspección llegó al lugar se encontró con que ya se habían abierto caminos que dividían los lotes y hasta se identificó que se había avanzado con la construcción de una vivienda de tipo unifamiliar en una de las parcelas del loteo. “Estaban diciendo que se vendía (el terreno) en régimen de condominio pero circulaba un reglamento de uso interno que hablaba de que los condominos acordaban que iban a poder hacer hoteles o casas individuales”, explicó Borsot. En esta instancia es en donde empiezan a verse otras aristas más allá del posible delito ambiental porque, comentó Sánchez, “hubo acciones por parte del vendedor que lo comprometen, como la traza de caminos internos. Ellos lo difundían como la venta de un lote indivisible pero en el momento en que se abren caminos internos para que las personas puedan ver el lote, ahí está habiendo un engaño”.

Quedó establecido en el sumario que “pudo constatarse la existencia de una red de caminos los cuales se proyectan sobre la superficie que presuntamente será subdividida abriéndose paso sobre un denso bosque nativo de ñire”. Además se observó que los caminos fueron construidos con material foráneo, que por sus características, se presume que fue extraído del lecho de algún río cercano. “En tales sitios se observó vegetación muerta, árboles dañados y otros indicios del accionar de la maquinaria utilizada para el desmonte”. Concluyó determinando que “su trazado se proyectó indiscriminadamente sobre sectores de elevada sensibilidad ambiental como lo son áreas de mallín y líneas activas de drenaje. Ello sin considerar el impacto provocado indirectamente sobre la fauna que habita el lugar, con todas las implicancias sobre el equilibrio ecológico que eso conlleva”.

“Son humedales y bosques; y el tamaño de esos lotes llevaría a la extinción del lugar. Tendrían que ser lotes bastantes más grandes para poder mantener el cuidado”, agregó Sánchez. El daño ambiental es grave y se espera un dictamen que constate o no el delito, en los términos previstos por la normativa vigente. 

Sin embargo, existe algo más. “No estamos acostumbrados a esto en estas dimensiones pero son patrones que se repiten y se repiten”, nos dijo quien de ahora en adelante será “Ángeles”, ya que prefirió no revelar su identidad ni profesión porque “es un lugar chico, nos conocemos todos”.

El vínculo entre la empresa vendedora, Hostería Patagónica El Chaltén S.A., y la inmobiliaria Bellini es más compleja de lo que parece. “Según las normas del Código Civil y Comercial respecto del corretaje, un propietario no puede tener ningún tipo de vínculo de dependencia o representación con ninguna de las dos partes (comprador e inmobiliaria)”, explicó Borsot. La realidad parece no ajustarse a las normas. El presidente de la empresa vendedora, Martin Murazábal, aportó un acta -que figura en el sumario administrativo- donde Oscar Bellini aparece como accionista de Hostería Patagónica El Chaltén. “Hay una vulneración clara y un desconocimiento total de los requisitos para hacer el corretaje”, agregó Borsot. Esto fue comunicado al Departamento de Legales de Defensa del Consumidor de la provincia, Ministerio de Comercio, porque además “hay muchas inmobiliarias que se presentan como tal pero que no lo son legalmente sino que sólo tienen un nombre de fantasía y una simple habilitación comercial”. Un dato no menor es que cuando ANCCOM intentó acceder a la página web de la inmobiliaria Bellini, la misma fue redireccionada a otra distinta, con un aviso que expresaba que “Inmobiliaria Bellini es ahora Metro2 Patagonia”. Ante esto Borsot expresó: “No me sorprende, porque yo vengo diciendo que estaban ejerciendo mal el corretaje. No me extrañaría que Inmobiliaria Bellini ni siquiera tuviera un corredor inmobiliario porque en ninguno de los contratos figuraba. Bellini no volvió al pueblo desde que pasó esto. Es muy probable que estén haciendo un intento de lavado del nombre para desvincularse, por lo que sigue implicando este caso”.  

Sánchez aclaró que, desde su punto de vista, Bellini (Oscar), “estaba seguro de que se estaba haciendo todo como correspondía. No puedo hablar por él pero la impresión que me dio es que desde su lado había buena fe. Me parece que fue la familia la que no manejó del todo bien las cosas”.

Sin embargo, sumado al daño ambiental, al dudoso proceso inmobiliario y engañosa planificación interna, aparecen los silencios. “El que parecería que no dio la información correcta es el Consejo Agrario Provincial. Entonces ahí lo enlazo con Bellini que en su momento ocupó cargos en el Consejo. Estas vinculaciones entre lo público y lo privado son oscuras”, sentenció Borsot. Sánchez dijo, en la misma dirección, que “en el momento en que el Consejo Agrario ve que se están sacando áridos y se está ingresando a un lote camiones para hacer un relleno, tendría que haber ingresado, haber pedido autorizaciones y al no tenerlas, haber paralizado la obra. Eso no lo hizo”.

Ángeles coincide en que El Chaltén está acostumbrado “al manoseo constante del Consejo Agrario, que hace cosas corruptas todo el tiempo” y además, trae un poco de historia a esta cuestión: “Esto viene de antaño, de cuando se creó la Reserva. Ya se sabía que esto estaba proyectado. Todos calladitos pero ya se sabía”.

Lo que cuenta a ANCCOM es que la creación de la Reserva Provincial Lago del Desierto en 2005, estuvo moldeada por una misma lógica que impera en la zona. Esta Reserva había sido pensada con ciertos límites, que la separaban del Parque Nacional Los Glaciares. A lo largo de la ruta 23, que es la que llega a Lago del Desierto, no había partes privadas. Sin embargo, antes de que se creara definitivamente, un lobby entre privados pausó su creación. Ese tiempo fue aprovechado para activar loteos a lo largo de esa ruta, como fue el caso de Cielos Patagónicos -administrador de la Reserva privada Los Huemules- y de la Estancia Bonanza. “Ellos piden quedar fuera de la reserva y se lo conceden”, cerro Ángeles.

Cuando se vuelve a crear el área protegida, los límites quedaron cambiados de manera caprichosa. Los actuales loteos son posibles en esa zona porque dejaron de formar parte del área protegida, lo que no quita que deban cumplir las normas y pedir las autorizaciones correspondientes. Es claro como este caso particular se inserta dentro de un contexto más amplio. Tal vez, lo que le dio más visibilidad a lo que está sucediendo, es el obvio e indiscriminado daño ambiental. Borsot dice que por esto es importante la participación ciudadana, “porque está instalada la ley del silencio y hay una inercia de que si pasa, pasa”.

“Estos temas siempre tienen muchas más aristas de las que de verdad se destapan. Hay siempre algo más que no se sabe. Y es algo sistémico que ocurre en la provincia. De repente parece que uno se mete en ciertos temas, pensás que estás entendiendo todo, pero hay otras capas de información que nunca se destapan. Y en este caso, está pasando eso”, concluyó Ángeles.

La otra marea verde

La otra marea verde

Los jóvenes ecologistas lograron en julio pasado que se declare la emergencia climática en el país.

Las agrupaciones Alianza por el Clima, Jóvenes por el Clima y Fridays for Future convocan para el próximo 27 de septiembre a la tercera Movilización Mundial Por la Crisis Climática en la ciudad de Buenos Aires. La marcha que podría haber pasado desapercibida, estará en la agenda de los medios luego de que Greta Thunberg, se convirtiera en la gran protagonista del primer encuentro de jóvenes sobre el cambio climático que organizan las Naciones Unidas en Nueva York. El sábado la joven sueca fue ovacionada por su discurso sobre la emergencia del cambio climático, le apuntó a la clase dirigente, acusó a la Argentina de contaminar el mundo y aseguró que los jóvenes son los que van a sufrir las consecuencias.

Las organizaciones que luchan por el activismo climático en Argentina lograron en julio de este año que se declare la emergencia climática y ecológica en el país. Y uno de sus representantes, Bruno Rodríguez, estudiante de Ciencia Política de 19 años, fue ovacionado esta semana en la ONU por su discurso en defensa del ecosistema.

La convocatoria del próximo viernes espera intervenciones artísticas, musicales, degustación vegana, y un acto oficial con oradores de los pueblos originarios, la comunidad científica, trabajadores y estudiantes. En las últimas horas, se informó que confluirán con el colectivo de la Campaña Nacional por el Derecho Al Aborto Legal, Seguro y Gratuito ya que “ambos reclaman por los derechos humanos y los convoca el mismo deseo de justicia social.”

Los activistas de Fridays For Future, un movimiento internacional principalmente estudiantil que todos los viernes se manifiesta para denunciar el calentamiento global y el cambio climático, protestaron el viernes último en Buenos Aires en contra del decreto 591/19. La norma flexibiliza el ingreso de residuos sin control de toxicidad de origen a la república Argentina. Con barbijos verdes que llevaban la sigla S.O.S, sostenían carteles con consignas como “No hay planeta B” o “Justicia climática”. Al lado de ellos, un grupo de niños de entre 7 y 16 años de la Organización Ambiental de Jóvenes repetía una y otra vez el mismo cántico: “¿Qué queremos? Cambio sistemático, no climático / ¿Cuándo lo queremos?”.  Beatriz, de 11 años, fundadora de la agrupación, explicó: “Empecé hace unos meses porque mi abuela me regaló un libro sobre lo que está pasando en el planeta y me hizo pensar en lo que puede pasar en el futuro”.  

Todos estos activistas forman parte de los millones de jóvenes que fueron inspirados por Thunberg. El año pasado, la adolescente sueca comenzó a faltar cada viernes a la escuela para manifestarse por la crisis ambiental. De esa manera, fundó Fridays for Future.

Fridays For Future es un movimiento internacional estudiantil que todos los viernes se manifiesta para denunciar el calentamiento global y el cambio climático.

Marcos Wagner, con 24 años, es uno de los integrantes más grandes de Fridays for Future Buenos Aires, ya que el promedio de edad de los activistas es de 18. En conversación con ANCCOM, contó que siempre fue consciente del impacto de la basura, “sobre cuánto contamina el plástico y cuánto tarda en degradarse”. Explica que en Fridays for Future no tienen líderes ni jerarquías. Dado que es una organización horizontal, cualquiera puede participar en las comisione tanto de Comunicación como de Planificación y Logística. “Lo único que pedimos es cierto compromiso con todo el movimiento siempre que haya tareas”, afirma.

Sostiene que su principal reclamo es que se diga la verdad sobre la cuestión ambiental, “que el Estado reconozca y que actúe acorde a la crisis climática que ya está entre nosotros”. Entre otras cuestiones, buscan que se eliminen los plásticos de un solo uso, que se fomente una alimentación basada en plantas y que se promueva la conciencia ambiental.

Cuenta que se movilizan donde creen que pueden lograr un mayor impacto.  “Fuimos a las Embajadas de Brasil y Bolivia en Buenos Aires por lo que sucedió en el Amazonas y estuvimos en la pasada Exposición Rural de la ciudad. No es bueno que, a esta altura, se fomenten este tipo de eventos, con toda la deforestación que causa la ganadería”, afirmó.

Los militantes ambientalistas tienen como referente a la adolescente sueca Greta Thunberg.

Para Wagner, el problema ambiental más urgente del país es la emisión de gases de efecto invernadero que provoca justamente la industria ganadera. Por otro lado, sostiene que para ellos, el hecho de que se esté invirtiendo en Vaca Muerta es muy doloroso. “Queremos exigir y fomentar una mayor generación de energías renovables”, reclama.

Con una sonrisa expandida cuenta que la semana pasada tuvieron una videollamada con la tía de Greta, para conversar de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP) que se llevará a cabo en diciembre en Chile. Agrega que también se contactaron con varios países de Latinoamérica. “Siempre estamos dialogando, compartiendo ideas, cánticos, carteles. Con la situación del Amazonas decidimos cuáles eran nuestras principales exigencias para mostrar una unión en América Latina, ya que acá la lucha siempre toma un sentido distinto al europeo”, detalla.

Con respecto a los logros, sostiene que llegaron a muchas personas y conversaron con gente que influye en posibles medidas. También, lograron  una buena unión a nivel global. Sin embargo, cree que la mayor victoria es “estar en la agenda de los políticos”. 

Marcos Wagner, con 24 años, es uno de los integrantes más grandes de Fridays for Future Buenos Aires.

Wagner cuenta que tanto este gobierno como otros han tomado medidas, pero no son suficientes.  Además, denuncia que hay leyes que no se cumplen, como por ejemplo, la de protección de bosques. “Se atajan con lo de los tachos de basura pero el reciclado no alcanza. Es útil pero hoy lo que hay que fomentar es la eliminación de plásticos de un solo uso”, expuso.

Con respecto a la actitud de los profesores de las escuelas frente al activismo, Marcos sostiene que hay algunos que se interesan y preguntan, y otros que la cuestión no les incumbe. “Estamos convocando a la huelga estudiantil. Amnistía Internacional emitió un comunicado a las instituciones educativas para pedirles que permitan a los estudiantes asistir a la marcha y que tengan la falta justificada porque reconocen que este es un problema serio”, sentenció.

Con respecto a las expectativas para el próximo viernes, guarda emoción al respecto, ya que estuvieron trabajando arduamente con otras organizaciones. “La convocatoria va a ser muy buena”, concluyó.

Otra de las organizaciones que impulsa la movilización del 27 es Jóvenes por el Clima, una agrupación que nació entre amigos. “Vimos el impacto que Greta Thunberg estaba teniendo en Europa y nos sorprendió que no haya ningún movimiento argentino que luche por el planeta, así que nosotros nos organizamos y lo creamos”, sostiene una de las integrantes, Sofía Bianchimano.

La cuestión del cuidado del medio ambiente estuvo presente durante toda la vida de esta activista de 16 años. “Es algo que aprendí mirando a mi alrededor y entendiendo que todos nuestros recursos son finitos”, contó.

Reveló que, desde Jóvenes por El Clima, buscan que la clase política tome medidas concretas en torno a la crisis climática, “porque es únicamente desde el cambio estructural que podemos frenar esta crisis”.

Además, dijo que es un movimiento es a partidario y presiona a todos los funcionarios públicos por igual.  “Vemos lo que está pasando actualmente y la verdad que preocupa que ocurran cosas como el decreto de la basura de Mauricio Macri, que está ignorando por completo lo que pasó hace dos meses en el Senado con la declaración del Estado de emergencia”, sentenció.

Bianchimano explicó que ya presentaron tres iniciativas parlamentarias: la declaración de Estado de Emergencia Climática, Ecológica y Ambiental y dos proyectos de ley: uno sobre la Declaración del Estado de Emergencia Climática, Ecológica y Ambiental, y la creación de una comisión conformada por diferentes sectores de la sociedad civil y la comunidad científica para la producción de políticas públicas efectivas en cuanto al cambio climático. Y, por otro lado, un segundo proyecto de ley que propone plazos para llegar al 2050 utilizando 100% energías renovables.

Con respecto a cómo los reciben los políticos, sostiene que hay de todo: “Algunos nos reciben muy bien, y otros no nos dan bola, porque la verdad es que hay muchos que son financiados por grandes petroleras, entonces es lógico que no escuchen a alguien que les dice que lo que están haciendo está mal, está arruinando al planeta, y les está sacando el pan de la boca a las próximas generaciones”.

En relación la movilización del 27, sostuvo que esperan que haya más gente que en las primeras, porque la gravedad de los incendios del Amazonas hizo que la cuestión climática interpelara a muchas personas que quizá no se habían preocupado por el tema. “A las personas que no militan les diría que la militancia funciona. Los espero a todos y a todas en las calles este viernes para poder luchar en contra de los Estados que ignoran la crisis climática, porque es un asunto de derecho humanos”, concluyó.

 

Una política verde oscura

Una política verde oscura

«No hay una política ambiental clara que se articule con el resto de las políticas nacionales”, remarca Girardin.

Incumplimiento de la Ley de Bosques. Débiles resultados de la aplicación de las metas de “basura cero” en la ciudad de Buenos Aires. Megaminería sin control. Parques nacionales expuestos a fines diferentes al de la conservación de la flora y fauna. Contaminación de los principales ríos del país. Esos son los señalamientos que organizaciones ecologistas marcan respecto a cómo fue la política ambiental de Cambiemos, tanto en la Nación como en la Capital. Como denuncia  Leónidas Girardin, director del Programa de Medio Ambiente y Desarrollo de la Fundación Bariloche: “La política ambiental de este gobierno es una mezcla de marketing y oportunidad de negocios, como energías renovables, mega minería, modelo agrícola, hidrocarburos no convencionales, litio, etcétera,  orientada a una reestructuración de la economía argentina como proveedora de materias primas y energía, más que ocuparse de la centralidad de los problemas concretos de la población”.

Cuando asumió la presidencia, Mauricio Macri designó al rabino Sergio Bergman como ministro de Medio Ambiente, en un intento por darle visibilidad a esa cartera. Sin embargo, en 2018,esa dependencia bajó al rango de Secretaría. En uno y otro caso, las políticas se mantuvieron igual de erráticas.   “No alcanza con llevar la Secretaría a Ministerio, y después devolverla a Secretaría, si no hay una política ambiental clara que se articule con el resto de las políticas nacionales”, remarca Girardin.

¿Basura cero?

La gestión de los residuos sólidos urbanos es uno de los principales problemas ambientales de las grandes ciudades. Girardin, que es Magíster en Políticas Ambientales y Territoriales del Instituto de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, considera: “En el caso del Área Metropolitana de Buenos Aires, el relleno sanitario de Norte III de la CEAMSE es el área que recibe más toneladas de residuos en Sudamérica. No sólo hay una serie de problemas socio-ambientales ligados a la gestión de residuos (potencial contaminación de agua, aire y suelo, problemas con el uso del suelo, salud pública, condiciones de vida de las personas que sobreviven con su recuperación), sino que también es una fuente de negocios muy importante, de la cual no estuvieron ajenas las empresas pertenecientes a la familia del actual presidente”.

De igual modo, asegura que la Ley de Basura Cero, ya dentro de la jurisdicción porteña,  fue incumplida sistemáticamente por el gobierno local. Sobre ese punto, desde Greenpeace, afirman: “El PRO gobierna la ciudad desde 2007, año en que fue reglamentada la ley. No hay excusas para haber reducido sólo un 26% los residuos enterrados cuando la reducción debería haber sido del 75% para 2018. En cuatro años, el gobierno festejará y anunciará con bombos y platillos su triunfo en la reducción, pero se tratará de un engaño ya que no se ha hecho nada para resolver seriamente este problema”.

 

Las aguas bajan turbias

Si hablamos de contaminación de ríos, el Riachuelo es uno de los mayores ejemplos en nuestro país. Greenpeace recuerda que “en 2008, la Corte Suprema de Justicia, a través del histórico fallo Mendoza, determinó que era responsabilidad de la Autoridad Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) su saneamiento. Como parte del plan de limpieza, debía trabajar en recomponer el ambiente (suelo, aire y agua), mejorar la calidad de vida y prevenir el daño con suficiente y razonable grado de predicción. Pero, luego de 11 años del fallo, sólo se cumplió un 20% del plan de saneamiento que requirió una inversión de 5.200.000.000 de dólares”. Además, la organización ambientalista reclama la correcta aplicación del fallo y el “vertido cero” de parte de las empresas que arrojan químicos en el Riachuelo.

Ante los problemas de contaminación ambientan en el país, Andrés Nápoli, director ejecutivo de  la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), declara: “No existe un proyecto nacional para frenar la contaminación de los ríos, solo existen proyectos puntuales por áreas determinadas, como lo es el Riachuelo”. Agrega que las obras en la Cuencia del Río Salí-Dulce, que recorre Catamarca, Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán, “no han tenido continuidad” y que, respecto al Reconquista, que atraviesa el oeste y norte del Conurbano, “prácticamente no se ha logrado nada”.

 Megaminería

Entre los principales problemas ambientales se encuentran los efectos nocivos de la actividad minera a gran escala. La práctica en nuestro país genera graves impactos entre los que están la contaminación del aire y agua; la utilización de sustancias peligrosas y tóxicas, como el cianuro; la destrucción de posibles áreas cultivables; el movimiento de inmensas cantidades de roca y polvo; el daño en la flora y fauna del lugar; y el  consumo de grandes cantidades de agua y la generación de toneladas de desechos.

Silvana Buján, directora de Bios Argentina, manifiesta: “La cordillera y la pre-cordillera son las zonas más comprometidas con la minería hidrotóxica a cielo abierto. Esto implica el uso de agua en enormes volúmenes en zonas en las cuales es un bien escaso. También, el uso de cianuro o ácido sulfúrico (dependiendo de qué tipo de mineral se busque extraer) es inevitablemente contaminante”.

Asimismo, Greenpeace, asegura: “En nuestro país, existe el caso de la mina Veladero, en San Juan, que opera sobre glaciares protegidos por una ley nacional, sancionada en 2010. Veladero está activa en clara violación a la normativa. Además, ha provocado varios derrames de cianuro y metales pesados, y contaminado de ese modo a cinco ríos de la provincia.”

En la Argentina, hay mineras que actúan por fuera de la Ley de Glaciares.

 Parques o negocios

Si bien ha aumentado la cantidad de áreas protegidas, el Decreto 368/19, promulgado en mayo, le quita a la Administración de Parques Nacionales (APN) la facultad de autorizar o no construcciones turísticas dentro de los parques para otorgarle esa función a la Secretaría de Ambiente de Nación. De esta manera, se corre el riesgo de  favorecer intereses económicos particulares en desmedro de las actividades de conservación de las áreas protegidas.  Desde Bios Argentina, Buján explica: “Hay un excelente equipo en APN que hace lo que en sus limitados presupuestos y reducción de personal, puede hacer. Aunque, en estos momentos, un peligro pende sobre ellos ya que se traspasa la decisión de qué hacer o no hacer en un Parque Nacional omitiendo los 117 años de gestión que tienen los Parques Nacionales”. Por su parte, Mariano Tortarolo, Técnico Ambiental de la Reserva de Biosfera Delta del Paraná y jefe de guardaparques de ese organismo, suma: “Es fundamental que se regule y aumente su presupuesto, puesto que, son los custodios de los mayores valores que tiene una Nación.”

 

Pérdida de bosques

La Ley 26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos, conocida comúnmente como Ley de Bosques, fue una respuesta a la emergencia forestal que atraviesa Argentina, quien tenía los índices más altos de deforestación. Por presión de la sociedad civil, el Congreso Nacional aprobó la normativa para frenar la deforestación. Se estima, según datos de informes de la Secretaría de Ambiente, que se redujo un 20% la deforestación ilegal, aunque todavía persiste.

Ana Di Pangracio, directora ejecutiva adjunta de FARN, argumenta: “Se puede ver que el Estado no está cumpliendo con el deber de los porcentajes que se indican en la ley y con todas las acciones que sean tanto de conservación o uso sostenible, como el combate a la deforestación ilegal. Hay que aclarar que la Ley de Bosques no prohíbe la deforestación sino que solamente la regula”. Mariano Tortarolo agrega: “Sin lugar a dudas la principal problemática es el desmonte. Argentina fue señalada a finales del 2018 como uno de los 10 países que más desmontes ha tenido, siendo las provincias de Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco quienes más han incurrido en la práctica de desmonte para «fomentar» o «hacer lugar» a distintos tipos de producción”.