Nieta 125, el mejor regalo

Nieta 125, el mejor regalo

“Cada año que pasa, hacer la foto se complejiza más porque cada vez somos más”, declaró Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, mientras cerraba la celebración de los 40 años de vida de la entidad. Estaba rodeada de otras abuelas, de madres, de hijos, nietos y bisnietos de desaparecidos. Tenía una sonrisa grande y cómplice. Eligió ese momento para hacer un anuncio inesperado para la mayoría del público que la acompañaba en el Centro Cultural Kirchner (CCK): “Hoy tenemos una hermosa noticia: podemos confirmar la restitución de la nieta 125”. El estallido de aplausos, exclamaciones, abrazos y lágrimas de alegría duró un par de minutos y luego la propia Estela leyó el comunicado con la historia de la nueva nieta, hija de Lucía Rosalinda Victoria Tartaglia, pampeana, detenida en noviembre de 1977 cuando estudiaba de Derecho en la Universidad Nacional de La Plata y militaba de la Juventud Universitaria Peronista. Fue el mejor regalo para este nuevo aniversario.

La Ballena Azul, la sala sinfónica del CCK, había abierto sus puertas el pasado jueves a las 19 y poco a poco se fue llenando: organismos de derechos humanos, colaboradores de las filiales de Abuelas de Córdoba, Rosario, Mar del Plata y La Plata, diputados, algún funcionario, familiares de desaparecidos, nietos restituidos, bisnietos, amigos, donantes. Y todos recibieron con un aplauso infinito a las Abuelas de Plaza de Mayo que subieron al escenario.

Los nietos Manuel Goncalves, Leonardo Fossati y Lorena Battistiol hicieron de maestros de ceremonia. A las palabras de presentación y agradecimiento sumaron el reclamo por Santiago Maldonado. “Este y cualquier gobierno siempre tiene que estar del lado de la memoria y la justicia”, dijo Goncalves.

A través de una serie de videos, el público revivió y se conmovió con el largo camino de las Abuelas. Los inicios en plena dictadura, las compañeras de lucha que ya no están, los juicios a los genocidas, las restituciones, imágenes de principios de los 90 donde nietos adolescentes hablan a cámara y expresan su gratitud por conocer su verdad, y cientos de fotos de archivo, incluidos viejos afiches de cuando aún se buscaban niños: “Mi abuela me está buscando, ayúdenla a encontrarme” o “Díganle donde estoy, me está buscando”.

 

Hubo un reconocimiento para el trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), para la Comisión Nacional por el Derecho a la identidad (CONADI) y para el Banco Nacional de Datos Genéticos a 30 años de su creación. “A partir de un aviso en el diario, nos enteramos que mediante la sangre se podía verificar el vínculo familiar. Eso fue una gran noticia, el tema es que no teníamos la sangre de nuestros hijos y ahí fue donde investigamos si es que la nuestra podía llegar a servir”, se la vio decir a Estela de Carlotto en uno de los videos, en el que además se detallaron las gestiones y visitas a científicos de Estados Unidos y Europa, en los primeros 80, para lograr un método de identificación de sus nietos que hasta entonces no existía.

Durante el acto se destacó el trabajo de Abuelas en las escuelas. La idea de los materiales producidos junto con el Ministerio de Educación es estimular el deseo de los bisnietos, cuyos padres aún no se han animado a conocer su origen, y que así, por medio de sus hijos, puedan hacerlo. “El trabajo de Abuelas no fue solo la restitución de los nietos y el reconocimiento a nivel internacional que han conseguido, sino reconocer la identidad como un derecho”, afirmó Leonardo Fossati.

En medio de un clima familiar y de celebración de la memoria, Goncalves recordó las palabras del ex presidente Néstor Kirchner cuando pidió perdón en nombre del Estado Nacional y desde ese momento convirtió a los Derechos Humanos en una política pública. “Fue muy claro cómo el pueblo salió a las calles contra el ´2×1´. No permitiremos que haya ningún retroceso”, subrayó. “Hay muchas abuelas que no encontraron a sus nietos, pero más allá de haber partido, dejaron acá su semilla de lucha”, afirmó la nieta Lorena Battistiol, quien busca a un hermano nacido durante el cautiverio de su mamá en Campo de Mayo.

Entre recuerdos y emociones, se reconoció la labor del Archivo Biográfico Familiar de Abuelas, creado hace más de 15 años con el objetivo de que cada grupo familiar transmita la historia de sus desaparecidos al nieto encontrado. Mientras seguía el acto, en diálogo con ANCCOM, la histórica referente de la filial de Abuelas de Córdoba, Sonia Torres, expresó: “Hoy estuvo presente una gran parte de nuestro equipo de trabajo. Nosotros también vamos a realizar un festejo por los 40 años allá”. Y añadió: “Mi nieto ya cumplió 41 años y todavía lo sigo buscando”. A pocos metros de ella, el nieto 122, Rodrigo Bustamante García, fruto de la búsqueda de ese equipo, se encontraba con su hija, ambos con sus identidades restituidas.

No faltaron los artistas: Magdalena Fleitas y su grupo de música autóctona para chicos, la actriz Gimena Riestra y su desopilante monólogo sobre la clase media, parte del último ciclo de Teatro por la Identidad, y como cierre Gustavo Santaollalla y su banda. La despedida fue con un invitado especial, Ignacio Montoya Carlotto al piano, y con las Abuelas en el escenario, y toda la sala cantando “Mañanas campestres”. El clima cálido y afectuoso hizo que muchos espectadores rodearan el escenario para estar más cerca, como si se tratara de una reunión familiar, como si intuyeran la buena nueva que en minutos anunciaría Estela.  

Todavía falta restituir la identidad a más de 300 bebés robados por la última dictadura cívico-militar. La bienvenida a la verdad de la nieta 125 no pudo haber tenido un marco mejor. ¡Feliz cumpleaños, Abuelas!

 
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Actualizada 27/10/2017

El mundo es un pañuelo blanco

El mundo es un pañuelo blanco

Fue el día en que la Plaza se tiñó de blanco. El día en que la Plaza se cubrió de cientos de miles de pañuelos blancos, multiplicados para repudiar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que extendió el beneficio del 2×1 a los condenados por delitos de lesa humanidad. Ante la multitud y la bajo la consigna “Señores Jueces. Nunca más. Ningún genocida suelto”, los organismos de derechos humanos reclamaron un freno institucional -con el compromiso de los tres poderes del Estado- al pronunciamiento del Poder Judicial. La Plaza desbordó antes del inicio del acto, con las Diagonales Norte y Sur repletas y la Avenida de Mayo cubierta hasta el Congreso. Muchos no pudieron llegar y los organizadores calcularon la movilización de más de medio millón de personas. También hubo marchas en diferentes ciudades del país.

“La democracia se construye entre todos, todos los días”. La frase de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, resonó como una síntesis de la acción de resistencia. Desde el escenario central montado delante de la Pirámide de Mayo, Carlotto fue oradora junto a Taty Almeida, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo-Linea Fundadora, y Lita Boitano, de Familiares y Detenidos por Razones Políticas. Antes de los discursos, los organismos agradecieron  al colectivo Memoria, Verdad y Justicia por levantar la marcha prevista para hoy.

“Señores Jueces. Nunca más. Ningún genocida suelto”, fue la principal consigna del acto. Arriba del escenario, organizaciones de Derechos Humanos repudiaron el 2x1 con manos alzadas

“Señores Jueces. Nunca más. Ningún genocida suelto”, fue la principal consigna del acto. Arriba del escenario, organizaciones de Derechos Humanos repudiaron el 2×1 con sus manos alzadas.

“En esta jornada histórica, el pueblo y los organismos de derechos humanos decimos bien fuerte: nunca más el silencio. No queremos convivir con los asesinos más sangrientos de la historia argentina”, subrayó Almeida.

Tras gritar “el pueblo unido jamás será vencido” y corear la consigna con la multitud, Almeida comenzó la lectura del documento. “Todos los que estamos acá repudiamos esa decisión que tomó la Corte Suprema. Ese 2×1 afectó a toda la sociedad”, subrayó. Y entre cánticos emotivos y abrazos simbólicos, agradeció el apoyo de organizaciones sindicales, políticas, barriales y, especialmente, a la textil que donó los pañuelos que se repartieron en las distintas intersecciones aledañas a la Plaza. “El pañuelo es símbolo de los 30.000. El pañuelo es lucha”, subrayó.

Y advirtió: “Nuestro pueblo no merece ser condenado al olvido. Los responsables de esta decisión fueron los jueces Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco”. Además, recordó que “la Ley del 2×1 (que se sancionó en 1994) nació como necesidad de descomprimir las cárceles por las demoras en la propia Justicia”. La norma fue derogada en el año 2001.

Estela de Carlotto

“La democracia se construye entre todos, todos los días” dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

Ayer, el Congreso también dio una señal en la dirección del reclamo que se escuchó en la Plaza: sancionó en tiempo récord una norma que intenta poner un límite a la aplicación del beneficio que la Corte habilitó para Carlos Muiña, represor en el centro clandestino montado en el Hospital Posadas en 1978.

Con un timbre de voz agudo e imponente, Cortiñas saludó a todos “los hijos e hijas del corazón” con un fuerte “quiero y queremos justicia”. Remarcó que “los delitos de lesa humanidad no son comunes”. “La Corte Interamericana de Derechos Humanos niega la posibilidad de aplicar beneficios como el 2×1 a estos crímenes atroces, tal como señalaron los jueces Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti”, destacó.

Entre medio de los abucheos contra los integrantes del Tribunal, Cortiñas afirmó que “la Corte pretende soltar a Jorge Eduardo Tigre Acosta,  Alfredo Astiz, Miguel Etchecolaz, al capellán (Christian) Von Wernich, y pretende liberar a cientos de genocidas más que caminarían al lado nuestro y de ustedes”.

“Señores jueces, escuchen: Nunca Más”, se pronunció Lita Boitano, presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas cuando las agujas había pasado las 19:00. Con firmeza declaró que “nunca se hizo  justicia por mano propia, por eso este fallo es un indulto a nuestra historia.” Y advirtió: “Estamos hablando de los que volvieron a desaparecer a Jorge Julio López. Esto no sólo es riesgoso para nuestros nietos sino para toda la sociedad”.

“El pañuelo es símbolo de los 30.000. El pañuelo es lucha”.

Una de las tantas que lució la tela blanca en la cabeza fue Elvira Sack, de 58 años. En diálogo con ANCCOM contó que no quiere volver a vivir “el horror de la dictadura” con la liberación de genocidas condenados. “Vine sola, pero en representación de mi generación y de las siguientes”, subrayó.

Sobre la calle Reconquista, Rosa Herrera, de la Liga Argentina de Derechos Humanos, festejó la numerosa asistencia. “Necesitamos -y es nuestro deber- expresar nuestro repudio ante este fallo. No tienen legitimidad para violentar nuestros derechos”, subrayó en diálogo con esta agencia.

Carlotto cerró el acto. “Hoy los legisladores aprobaron una ley que busca frenar la aplicación del 2×1 a genocidas y represores. Estas acciones nos llenan de esperanza y gratitud”, subrayó.

Resaltó la necesidad de que “los tres poderes del Estado tomen el reclamo del pueblo reunido en esta Plaza”, y pidió que la “corporación judicial” escuche el pedido. “Haremos oír nuestra voz en todo el mundo. Alzaremos nuestra voz contra el olvido”, puntualizó.

Poco antes de las 19:30, Carlotto llamó a levantar los pañuelos y a reclamar justicia por los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos. Almeida sumó el pedido por la libertad de la dirigente de la Tupac Amaru Milagro Sala. Entonces sí, la Plaza se tiñó completamente de blanco.

Nora Cortiñas saludó a todos “los hijos e hijas del corazón” con un fuerte “quiero y queremos justicia”, junto a Taty Almeida.

Nora Cortiñas saludó a todos “los hijos e hijas del corazón” con un fuerte “quiero y queremos justicia”, junto a Taty Almeida.

 

Las Madres junto a diversas organizaciones de Derechos Humanos con la inmensa bandera que decoraba el escenario: "Señores jueces, Nunca más, Ningún genocida suelto".

Las Madres junto a diversas organizaciones de Derechos Humanos con la inmensa bandera que decoraba el escenario: «Señores jueces, Nunca más, Ningún genocida suelto».

Mirá la infografía sobre avances y retrocesos en materia de Derechos Humanos:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Actualizada 12/05/2017

 

 

Un poderoso sentimiento de justicia: apareció otro nieto

Un poderoso sentimiento de justicia: apareció otro nieto

Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, leyó el comunicado de la restitución del hijo de los desaparecidos Iris Nélida García y Enrique Bustamante, acompañada por la representante de Abuelas de Córdoba, Sonia Torres, la directora del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), Mariana Herrera, y familiares del nieto encontrado.

Iris, a quien su familia y amigos le decían “Susuki”, nació el 15 de mayo de 1952 en Mendoza y fue estudiante de Sociología en la Universidad Católica Argentina. Enrique, “Bebe” para los suyos, nació el 5 de junio de 1951. Compartieron la militancia en la organización Montoneros, donde los apodaban “Tita” y el “Lobito”.

“Conocí al Lobito en 1972 cuando la Juventud Peronista estaba en su momento de mayor efervescencia. Militábamos en una unidad básica que se llamaba Patria Grande. Teníamos una relación muy cercana. Hasta diciembre del 76, cuando tuvimos que dispersarnos, él vivió todo el tiempo con nosotros”, relató, durante la conferencia de prensa, Cristina Muro, amiga de la pareja. Con lágrimas contenidas, recordó el día que él le contó que Tita estaba embarazada: “Vino, me tocó mi panza, que yo estaba de siete meses, y me dijo: ´¡Voy a ser papá!´. Era un chico rígido, estructurado, y verlo ese día así, tan emocionado, es algo que me queda”.

Cristina, que forma parte de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas y cuyo marido fue secuestrado por la dictadura, aportó los datos del Lobito a la Secretaría de Derechos Humanos cuando aún no estaba denunciado como desaparecido. Con la confianza que da la amistad, mirando a las cámaras que llenaron la sede de Abuelas, se dirigió al hijo del Lobito y Tita que no participó de la conferencia: “Me gustaría decirle a este ´niño hombre´ que hay muchas cosas muy lindas para recordar y contarle de los últimos cinco años de vida de su padre”.

Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, leyó el comunicado de la restitución del nieto 122.

Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, leyó el comunicado de la restitución del nieto 122, junto a Mariana Herrera, del Banco Nacional de Datos genéticos.

Club Atlético

Iris y Enrique fueron detenidos el 31 de enero de 1977 por personal de la Policía Federal en la pensión en la que vivían en Tacuarí al 400, en el barrio porteño de Constitución. Por distintos sobrevivientes, se supo que fueron llevados al centro clandestino “Club Atlético”, en San Telmo, aunque Enrique también estuvo en algún período en la ESMA y luego, nuevamente, en el Atlético.

Ana María Careaga, ex detenida-desaparecida e hija de Esther Ballestrino, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo (asesinada por la dictadura), compartió su cautiverio en Club Atlético con el Lobo. Por entonces militante de la Juventud Guevarista, Ana María tenía 16 años cuando la secuestraron, embarazada, y la llevaron a ese centro clandestino. “Nosotros teníamos siempre los ojos vendados y grillos en los pies, él no, porque se encargaba de repartir la comida, limpiaba y sacaba la gente al baño. Les decíamos los ´destabicados´ porque no tenían grillos ni vendas. A veces, cuando no había nadie cerca, él hablaba. Y fue ahí que lo conocí”.

“A mí me secuestraron el 13 de junio de 1977 -recordó Ana María-, y él me dijo que desde enero de ese año estaba ahí junto a su mujer que se encontraba embarazada. También ahí me contó que ella ya no estaba en el Club Atlético. Le habían dicho que la llevaban a la ESMA ´a tener familia´ porque donde estábamos no existían las condiciones sanitarias para dar a luz”. A Iris, “la Lobita” para sus compañeros de cautiverio, la conoció únicamente por los relatos de Enrique.

“Cuando salí del campo, no sabíamos los nombres de nadie. Para mí, él era el Lobo. Recién cuando se fundó la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), en 1983, íbamos a declarar y así nos fuimos relacionando. Y fuimos reconstruyendo las personas vistas, los testimonios del mismo lugar, los represores, fragmentos de memoria, y después nos terminamos enterando que él era Enrique Bustamante. Una vez pudimos saber dónde había vivido el padre y fuimos, pero no encontramos a nadie”.

Según Ana María, los hijos e hijas de desaparecidos a quienes les mintieron su árbol genealógico “ahora deben reinsertarse en su propia historia de la que fueron arrancados. Es importante que sepan que fueron deseados por sus padres, que hubo un matrimonio que se amó y pensaron en tenerlos. Acá hubo una generación de jóvenes que estaba comprometida con la liberación, con la emancipación, y esto hay que saber transmitirlo”.

La conferencia de prensa por la restitución del nieto 122 fue en la sede de Abuelas de Capital Federal. En la misma, se le dio al mismo, la bienvenida a la verdad.

“Voy a volver”

En la rueda de prensa realizada ayer, la referente de la filial de Abuelas de Plaza de Mayo de Córdoba, Sonia Torres, dio detalles de cómo encontraron al hijo de Iris y Enrique: “Habíamos recibido datos de un hombre que podía ser hijo de desaparecidos. Entonces trabajamos sobre eso, decidimos acercarnos y nos recibió calurosamente. Le contamos cómo era nuestra tarea y la de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), y él accedió voluntariamente a hacerse los análisis de ADN. Después de un tiempo llegaron los resultados a Córdoba y dio positivo, es hijos de desaparecidos”.

La directora del BNDG, Mariana Herrera, afirmó que las tecnologías y métodos de investigación que tuvo y tiene el Banco dieron lugar a este resultado: “Esto abre una gran puerta de esperanza para las familias que siguen buscando a su nietos”, dijo. Herrera aprovechó para informar a los medios que este año, además de los 40 años de Abuelas, se cumplen 30 de la institución que ella dirige, y brindó por la identidad de los 122 nietos restituidos.

El nuevo nieto podrá conocer a su abuelo materno, Manuel García, de 92 años, quien luchó incansablemente para encontrarlo, y a otros familiares de su mamá que no estuvieron en la conferencia “por no estar preparados emocionalmente para afrontarla”, precisó la directora de la Conadi, Claudia Carlotto, “pero que están conmovidos con la noticia”.

Acto seguido, tomó la palabra una prima de Enrique, Blanca Bustamante, hija de Amado Bustamante, “tío del Lobo que aportó su muestra de sangre al banco de datos genéticos”. “Yo sé que mi padre está feliz, que estas gotas de lluvia en Buenos Aires son lágrimas de alegría, de las tantas viejas y viejos que se murieron esperando la llegada de sus seres queridos. La última vez (Enrique) vino a Burzaco, a la casa de su tío Amado, a dejarnos sus pertenencias, y le dijo: ´Tío, guárdamelas porque voy a volver´, y mi padre lo esperó toda la vida”. Y luego, le habló directamente al hijo de Enrique e Iris: “Vos que me estás viendo por televisión: podemos charlar, mostrarnos las fotos y que nuestras almas se comuniquen. Es mi ferviente deseo. Yo te quiero”.

A su lado, Ricardo Andrés Bustamante, primo hermano del Lobo, manifestó: “Es bueno poder cerrar una historia tan triste con un final feliz y saber que hay algo de ´Enriquito´ dando vueltas en Córdoba. Ojalá que algún momento se acerque a nosotros. Que él decida cuándo, que nuestros sentimientos están abiertos y así poder contarle la historia de su padre, de su abuelo. Estamos muy felices y ojalá que muchos más nietos se encuentren. Es un sentimiento realmente poderoso. Te das cuenta de la historia triste que vivimos, esas épocas oscuras que deseamos que nunca más se vuelvan a repetir”. Sonriendo, agregó: “Y esperamos conocer a nuestro sobrino”.

Tita estaría por cumplir 65 años y el Lobito, en dos meses, cumpliría 66. Hoy el hijo de ambos, nacido en julio de 1977 en la ESMA, puede decir y escribir el nombre de sus padres. Bienvenido a la verdad.

 

“Es bueno poder cerrar una historia tan triste con un final feliz y saber que hay algo de ´Enriquito´ dando vueltas en Córdoba. Ojalá que algún momento se acerque a nosotros», dijo Ricardo Andrés Bustamante, primo del nieto apropiado.

 

Actualizada 26/04/2017

“Patrimonio moral de nuestro país”

“Patrimonio moral de nuestro país”

En un mes de conmemoraciones por los 39 años de la conformación de Abuelas de Plaza de Mayo, con el regalo de haber reencontrado al nieto 121, el sábado se realizó el Festival Aniversario «Cantando con las Abuelas» en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA). Allí los artistas de Nonpalidece, La Delio Valdez, Pléyades y Malena D’Alessio en Bandada quisieron homenajear al organismo defensor de los derechos humanos y seguir haciendo visible la lucha por la búsqueda de los nietos y nietas apropiados durante la última dictadura cívico militar. La iniciativa nació de los músicos, que en colaboración con el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (CCC), el Espacio Memoria y la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo lograron concretar una celebración que juntó a más de diez mil personas en la plaza de los Derechos Humanos de la ex ESMA. La conducción estuvo a cargo de Conrado Geiger y Eduardo De La Puente y como invitado sorpresa se sumó Juanse, el líder de Los Ratones Paranoicos, quien aportó el espíritu rockero al festival.

Los artistas Nonpalidece, La Delio Valdez, Pléyades y Malena D’Alessio en Bandada quisieron homenajear a las Abuelas.

El predio de la ex ESMA se fue llenando de a poco desde temprano, los grupos que iban llegando se apropiaban de cada rincón, frente al escenario, en las veredas, los que buscaban un poco de sombra, más cerca de los edificios que hace 40 años funcionaban al servicio de la tortura y exterminio del pueblo argentino. Los jóvenes abrazaron la plaza de los Derechos Humanos a lo largo de toda la tarde y las Abuelas sintieron el afecto al subir al escenario, casi al final del homenaje: «Si ustedes supieran el espectáculo que se ve desde acá arriba, el amor y el calor que viene para este lado. Nos hace tan bien para esta lucha que sigue y le falta tanto», dijo Estela de Carlotto, acompañada de las Abuelas Buscarita Roa, Delia Giovanola y Berta Shubaroff,  y de un numeroso conjunto de hijos de desaparecidos y nietos restituidos. «Esta lucha comenzó por algo: el amor por los hijos, los nietos y todos los que lucharon para tener un país mejor. Tenemos la democracia más larga de nuestra historia, y eso es por ellos. La democracia es una palabra sagrada», agregó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.

Malena D´ Alessio, música rapera e hija del desaparecido José Luis D´ Alessio, hizo referencia al desprestigio que algunos sectores pretenden verter sobre los organismos de  Derechos Humanos: «La campaña de desprestigio llegó hasta nuestras Madres y Abuelas, patrimonio moral de nuestro país, que nos representan en el mundo como símbolo de lucha y amor. Por eso les hacemos este homenaje, para mimarlas y decirles que el día que no estén físicamente, hay juventud, hay músicos, hay nietos y hay hijos que vamos a tomar la posta de su lucha».

Dentro del edificio Cuatro Columnas –emblemático por ser la cara visible de la Escuela de Mecánica de la Armada desde la avenida Del Libertador-  se concentraban los músicos y aguardaban las Abuelas para ser homenajeadas. Allí todos se sacaron fotos y cantaron espontáneamente el Feliz Cumpleaños. Estela colocó sus manos sobre sus mejillas ruborizadas mientras sonreía. Luego apareció entre la gente Juanse y saludó afectuosamente a cada una de las Abuelas. «Gracias a Dios cada vez hay más chicos que se reencuentran con la identidad», dijo el líder de los Ratones Paranoicos.

Mientras la música continuaba sonando en la plaza, en una de las oficinas del edificio Cuatro Columnas la banda Nonpalidece tuvo un momento íntimo con Abuelas y nietos. El cantante Néstor Ramljak recordó la participación de su banda en el primer concierto de «Reggae por la Identidad», en el 2006. Allí pudo conversar con Horacio Pietragalla, restituido en 2003, quien desde el Área de Prensa y Difusión había organizado el festival. Hoy se volvían a encontrar: «Me contaste que vos con la mamá que te había criado sentías algo que no entendías bien qué era, pero que no era lo que vos suponías respecto a una mamá. Y que después te cerró todo». Hubo risas cuando Horacio agregó lo imposible que hubiese sido que fueran sus padres por la gran diferencia de altura. Durante la charla, los integrantes de la banda estaban sentados en el piso y las Abuelas alrededor, en sus sillas. Cuando los fotógrafos comenzaron a retratar el encuentro, la abuela Delia Giovanola sonrió y dijo a sus compañeras de lucha: «¿Ustedes pensaban que iban a tener a tantos hombres a sus pies?». Siguieron las risas, las palabras de afecto, los recuerdos.

«Nos hace tan bien para esta lucha que sigue y le falta tanto», dijo Estela de Carlotto, acompañada de las Abuelas Buscarita Roa, Delia Giovanola y Berta Shubaroff.

En la plaza la atmósfera que atravesaba a todos los artistas, a las Abuelas, y a muchos de los concurrentes era la ambivalencia. La ex ESMA había sido entre 1976 y 1983 un centro clandestino de detención y exterminio, y ahora es un espacio de celebración: «Todo esto nos rodea de gente joven y de alegría. Es un premio que hoy un lugar como la ex ESMA esté lleno de música. Lo hemos logrado entre todos. Nunca estuvimos solas. Siempre tuvimos apoyo de grupos de la música, de la poesía, del teatro, entre otros. Esto no termina acá, esto sigue», dijo Giovanola en diálogo con ANCCOM. La abuela Buscarita Roa reflexionó: «Es un lugar que me provoca mucha angustia, aun hoy no me gusta venir. Pero me gusta que se hagan eventos acá, que se llene de música, de comedia, los jóvenes no tienen la culpa de lo que sucedió en este espacio. Esto lo llena de vida».

Los artistas también dialogaron acerca de lo que significó festejar allí. Tomás Aristide, integrante de La Delio Valdez, recordó que ellos habían tocado en otros festivales y que quizás la primera vez que una banda toca música tan alegre en un lugar como ese puede resultar chocante. Fueron los trabajadores del Espacio de Memoria y Derechos Humanos quienes les decían que era una manera de resignificar el espacio, de sacar lo oscuro que sucedió. El cantante de Pléyades e integrante del CCC, Luis «el Chino» Sanjurjo dijo: «Propusimos este espacio porque queríamos generar un hecho político cultural en un lugar donde todavía queda por saber qué pasó con los compañeros desaparecidos. Queremos celebrar la vida donde nos quisieron imponer la muerte. Queremos transmitir la memoria de la lucha de las Abuelas». La voz de Nonpalidece, en diálogo con ANCCOM señaló que el festival funciona como un disparador: «Que la banda venga a tocar al 39º aniversario de Abuelas a este lugar donde pasaron cosas horribles es un mensaje muy claro que le estamos dando a nuestro público. Mucha gente que quizás sólo vino a ver la banda, de repente estando en este lugar escucha lo que pasó, escucha a otros hablar, y eso genera que la historia siga viva para no repetirla».

Actualizado 1/11/2016

La incesante lucha de las Abuelas

La incesante lucha de las Abuelas

Familiares de detenidos desaparecidos, amigos, militantes de los derechos humanos, algunos legisladores y muy pocos funcionarios participaron del homenaje. Como contrapartida, estuvieron muchos de los 121 nietos recuperados que, con diversas formas, expresaron su gratitud a la institución que brega por restituir la identidad de los cerca de 500 chicos nacidos en cautiverio y apropiados por los represores. El más explícito fue Manuel Goncalves, quien tuvo a su cargo la conducción del acto: “Estamos acá –dijo- porque estas mujeres nos han buscado con enorme amor, y nos han encontrado”. Salud.