El debate del aborto en twitter

El debate del aborto en twitter

Natalia Aruguete y Ernesto Calvo, dos especialistas en comunicación, investigan cómo actúa la red social Twitter en casos de conmociones públicas en Argentina. Ya lo hicieron con el caso de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado; los tarifazos a los servicios públicos aplicados por el Gobierno de la Alianza Cambiemos; el fallo de la Corte Suprema que buscó reducir la pena a los genocidas de la última dictadura, más conocido como “2×1”, y ahora tratan el debate sobre la interrupción voluntaria de embarazo. ANCCOM dialogó con Aruguete acerca de cómo se llevan a cabo las investigaciones y lo que se logró ver en la red los días previos al 14 de junio, cuando en la Cámara de Diputados de la Nación se dio media sanción a la despenalización del aborto.

“Una de las cuestiones que tiene Twitter -explica Aruguete- es que permite acceder a la totalidad de los mensajes, ya que esta red social tiene toda su información pública. Facebook tiene una parte de esa información que es privada, entonces cuando uno quiere hacer un mapa de algún tipo de conversación o de algún tipo de intercambio de mensajes, no permite alcanzar los datos completos, en cambio Twitter sí”. Señala, además, que su investigación se basa en acontecimientos que se transforman en conmociones públicas y el tamaño de ese suceso marca el volumen de su trabajo: “La cantidad de tweets depende de qué tipo de conversación se plantee. Depende de la cantidad de mensajes que se genere alrededor de una determinada conmoción. Recuperamos la cantidad de tweets que surjan, en el caso de tarifazo, por ejemplo, había cerca de 700 mil tweets; en el caso Maldonado el período tomado fue desde su desaparición, hasta que fue encontrado el cuerpo, y había siete millones y medio de tweets. Nosotros no fijamos una cantidad exacta, surge a partir de la conmoción del caso”.

¿Cómo se analiza la construcción de la narrativa sobre el aborto?

Al igual que las otras investigaciones, analizamos el diálogo político que hubo alrededor del aborto legal en los últimos días, antes de la media sanción de la ley en Diputados. Así es como vamos viendo las interacciones entre los usuarios. Es decir, quiénes retuitean a quiénes. El análisis se centra en ese dato. Quiénes se retuitean mutuamente. Porque entendemos que el retuit puede ser muy posiblemente una reacción positiva entre quienes están emitiendo el mensaje o interactuando. Dentro de las reacciones que hay en Twitter, es decir, responder, ignorar, likear, o retuitear este último es el que muestra una mayor afinidad con el otro mensaje. Es el de mayor acuerdo con el mensaje, ya que lo repúblicas en tu muro.

Su investigación se basa en acontecimientos que se transforman en conmociones públicas y el tamaño de ese suceso marca el volumen de su trabajo.

¿Con que se encontraron en el caso de aborto? 

Lo que vimos primero es que la conversación había sido menos polarizada que lo que habíamos visto en el análisis de los otros casos. Cuando decimos que fue más polarizada de lo que estamos hablando es de que los usuarios que están de acuerdo con determinadas ideas interactúan y se retuitean entre sí, pero no interactúan con usuarios que están identificados con otro tipo de ideas y con otras posiciones políticas, es decir los que están ubicados del otro lado de la “grieta”, dicho simbólicamente. Lo que pasa es que se arman dos grandes comunidades que concentran a los usuarios ubicados en una o en la otra postura ideológico-política. Quienes interactúan lo hacen con los usuarios de una misma comunidad y es muy poca la interacción que existe entre comunidades. Por un lado, en una misma comunidad tenés dirigentes de distintos partidos, por lo cual ahí hay un corte transversal de la política, pero no tenés una polarización en el sentido de la conversación: que los dirigentes de Cambiemos o los dirigentes del Frente Renovador fueron para una burbuja, y los kirchneristas se fueron para otro lado, sino que la política quedó concentrada en una misma comunidad, junto con periodistas y medios. Eso es una manifestación muy importante de la caída de la polarización.  En segundo lugar, vimos muy claramente en los casos anteriores que había una alta jerarquía mediática, es decir los usuarios de más alto rango, aquellos que ya tienen una importancia por fuera de las redes sociales, también mostraban su importancia en términos de capacidad de que sus mensajes se propagasen dentro de las redes sociales. Es decir, los dirigentes políticos, los medios de comunicación tradicionales, los expertos que tienen muchos seguidores, etcétera. Esa jerarquía responde, entre otras cosas, a que esta sociedad de por sí es muy jerárquica.  Alguien puede ser seguido por muchos y no necesariamente seguir a muchos. Esto hace que los mensajes de un usuario importante tengan mayor capacidad de propagación que los mensajes que emite un usuario que no es importante. Esa jerarquía hace que haya disparidades en el flujo de la información en Twitter. Ese nivel de jerarquía no ocurrió en el debate del aborto.

¿Qué encontraron en los mensajes?

En los otros casos, los mensajes fueron muy virulentos con una discusión política muy fuerte. Había mucha chicana, trolls y mensajes que tienen que ver con dominar el terreno de conversación, más que generar una discusión que sea saludable. Los trolls tuvieron una alta importancia en el debate de otros casos. Un troll puede ser o no una cuenta falsa. Lo que quiere un troll, en general, es agredir a otro para callarlo, eso en aborto legal no ocurrió. Porque el tipo de mensajes que mayor nivel de viralización alcanzaron fueron mensajes que hablaban mucho las políticas públicas, encuadradas en términos de políticas de salud, pero además eran contenidos que no solamente tenían ese encuadre, sino que no agredían a los otros y eran contenidos propositivos. No eran chicanas, reproches a las acciones del otro buscando que quede en off side.

¿Qué pasó con los trolls?

La comunidad de los trolls quedó muy apartada de todo el resto de los usuarios. Los trolls suelen ser más o menos los mismos en todas las conversaciones, hay una masa de trolls más o menos estable en Twitter. En general están, lo que pasa es que acá sus mensajes de reproche, queriendo inhibir la conversación no tuvieron mucho alcance. Un mensaje tiene mucha propagación una vez que es muy retuitiado o tiene muchos likes, eso genera que se propague a otros amigos que están conectados reticularmente en Twitter. Si no tenés muchos likes o retuits esos mensajes quedan apagados para generar masa crítica en la conversación. Esa es una de las cuestiones que no tuvo espacio. Esos dos aspectos -la no polarización y que no fue jerárquica-, influyeron en cómo los trolls quedaron más renegados. 

¿Cuáles fueron los mensajes de mayor difusión?

La comunidad de aquellos usuarios que se manifestaron a favor de la legalización del aborto, días antes a la media sanción, tuvieron un tipo de mensajes mucho más saludable, más propositivo, más de política pública y fueron los mensajes que mayor nivel de difusión tuvieron. Y, al mismo tiempo, los tweets que mayor nivel de difusión tuvieron, fueron los que provenían de usuarios que no eran de tanta importancia y jerárquicos en Twitter, es decir, que no tenían tantos seguidores. Los mensajes que encuadran el aborto como una política pro derecho y política pública. Esos mensajes tuvieron que ver con dar información. Uno de los tweets más difundidos es de @inspiredkarla: “Estoy a favor de las dos vidas por eso es que voto a favor de la despenalización del aborto”, invertir el mensaje logra revertir el encuadre de las dos vidas y lo convierte en un encuadre por derecho.

«Los trolls suelen ser más o menos los mismos en todas las conversaciones, hay una masa de trolls más o menos estable en Twitter», dice Araguete.

¿Cuáles fueron las cuentas más activas, tanto de las que estaban en contra de la ley como de las que estaban a favor?

En el caso de aborto legal las cuentas que mayor actividad tuvieron en términos de activación de mensajes, de difusión, de generación de narrativa con sus mensajes fueron los usuarios de la llamada ola verde. Como por ejemplo fue el caso de @HistoriaEnFotos: “Después de tres décadas, ¡por fin Argentina hace historia!”. 

Expresan aspectos favorables de la ley: la situación económica, de salud, la cuestión pública. Hablan de cuánto se pierde en resolver las secuelas de abortos practicados ilegalmente, frente a lo que podría ser prevenirlos o hacerlos de manera legal en hospitales públicos. Más allá de salvar las vidas de las mujeres, que se practican un aborto ilegal. Todo ese tipo de cuestiones que tienen que ver con el financiamiento, o lo que implica practicarse un aborto, la argumentación de por qué no estás asesinando a nadie, o los que envían educación sexual, ese tipo de mensajes fueron los que mayor difusión tuvieron. Los otros mensajes generaban más disonancia cognitiva, es decir hay mensajes que te perturban cognitivamente por ende no los likeas o no lo retuiteas.

¿Y con respecto a los hashtag?

-Los hashtag con más difusión fueron  #AbortoLegalYa, #AbortoSeraLey y #AbortoLegalesJusticiaSocial . Generaron una activación en toda la red. Y los más negativos, los más anti aborto, fueron # NoAlAbortoEnLaArgentina, que quedaron más relegados a las interacciones entre la comunidad de trolls.  También #ParemosLaMovida, #SiALAVida, # SiALasDosVidas, #ArgentinaEsProVida 

El debate sobre el aborto en twitter, según señalan Aruguete y Calvo, fue diferente a los anteriores que analizaron. El caso aborto tuvo un bajo nivel de polarización donde entre las principales comunidades que se formaron el 43% representa los tweets que se manifestaron a favor del aborto, el 13% concentraron a los medios tradicionales y políticos y el tan solo el 9% representa a los trolls y a los sectores más conservadores, la “ola azul”. También se da una baja jerarquía mediática donde los tweets más difundidos fueron de usuarios con pocos seguidores. Los trolls con sus chicanas quedaron desplazados a mensajes de información de educación sexual y salud pública, o analizar y, o cuestionar aspectos de la ley.

 

La Marea Verde llegó a Barcelona

La Marea Verde llegó a Barcelona

Una agrupación que reúne a mujeres feministas argentinas que viven en Barcelona se concentró en la Font de Canaletes el pasado 1º de agosto para dar su apoyo a la ley que se discutirá este miércoles en el Senado argentino.

Primero se reunieron en un bar, luego se dirigieron al Consulado, de allí al Arco del Triunfo y cerca de las ocho de la noche ocuparon el comienzo de la Rambla, uno de los espacios más concurridos de la ciudad, tanto por los residentes como por los turistas. Así, desde lo privado de una reunión, a lo público en espacios emblemáticos, creció Marea Verde Barcelona, un conjunto de mujeres que fue tejiendo una red para sumar apoyo y generar mayor visibilidad a la lucha feminista argentina.

Cerca de cien mujeres, en su mayoría argentinas, autogestionadas y autoconvocadas mediante las redes sociales y grupos de whatsapp, alzaron su voz a favor del aborto seguro, legal y gratuito. También repartieron pañuelos especialmente traídos desde Argentina y, con la pintura todavía fresca, las feministas desplegaron un telón verde gigante. Al grito de “Aborto legal” y tiñendo la Rambla de verde, comenzaba la manifestación.

Ante la mirada atónita de los miles de turistas, las integrantes de Marea Verde fueron preparándose y ensayando cánticos: “Cantemos la del arroz con leche”, grita una. Y todas comienzan: “Arroz con leche yo quiero abortar…”. Mientras tanto, una señora mayor, se introduce entre un grupo de jóvenes: “Si vas a la seguridad social, te lo hacen gratis, cariño”, dice sorprendida. Ese comentario generó que tres jóvenes catalanas feministas le explicaran que en Argentina aún no es legal y que es eso lo que están apoyando. La mujer no podía entender cómo aún no está legalizado. “Es tan simple como que mi cuerpo es mío, ni tuyo, ni de ella. Mío”, dijo mientras apuntó a cada una con su dedo. “Ya me va a venir a decir a mí y a mi marido qué hacer con él”. Y se fue, entre enojada y atónita.

María Belén Dileo, una de las integrantes del reciente movimiento, que se formó en un mes y medio, cuenta que el grupo surgió porque “al presentarse por séptima vez el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo, de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, teníamos el cuerpo inquieto. Lo único que podía ayudarnos a acompañar y no sentirnos disociadas fueron las redes. Las digitales, y las otras. Entonces, entre emocionada por lo que pasaba a nivel colectivo y angustiada en lo individual por estar lejos, recurrí a un grupo de Facebook para organizarnos y ver juntas el debate (de la Cámara de Diputados). Fue cábala, fue deseo, y fue la convicción de la razón: el debate se iba a dar. Varias desconocidas, hasta ese momento, se coparon con la idea. Y así seguimos con esta «colectiva migrante» que se intenta siempre autogestiva y horizontal”.

Las mujeres avanzan. “Poder, poder”, se escucha. Unas sacan fotos, otras trasmiten en vivo. Las redes sociales y la tecnología como segundo aliado. El primero, lo saben, es el amor y la lucha. “Poder popular”, siguen, mientras transforman un lugar de paso en un espacio de reclamo social. “Luchar con la compañera le gusta a usted, le gusta a usted”, gritan y las meseras de turno aplauden al ritmo. El calor hace estragos y los cuerpos se van prendiendo fuego. “Abajo el patriarcado, se va a caer”, se escucha. Y los cuerpos bajan hasta quedar en cuclillas mientras arman una ronda en el centro de la Rambla. “Arriba el feminismo que va a vencer, que va a vencer” y todas estallan en saltos, con el afán de llegar hasta los corazones del otro lado del océano.

Las miradas se cruzan, los códigos se forman y se comprenden en una centésima de segundo: “Hay que llegar al monumento del mayor representante de la opresión y castigo de la conquista de América: Cristóbal Colón”, comenta alguien del grupo, “ese que aquí es símbolo de poder y patriarcado”. Las mujeres, argentinas, feministas y en lucha, lo volverán verde y abortista. Así, al ritmo de “Aborto Legal en el hospital”, le colgaron el pañuelo verde. Y al paso de la lucha, se preparan para el próximo 8 de agosto: pañuelazo en el Consulado argentino, entrega de carta a la vice-cónsul y hasta vigilia para seguir desde Barcelona todo el debate. Todo por una sola causa: el feminismo que hoy toma como mayor reclamo el de la Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Hacia la vigilia, sin dictamen

Hacia la vigilia, sin dictamen

Este miércoles, el plenario de comisiones que trata el proyecto de legalización del aborto culminó con discusiones reglamentarias en torno al dictamen que se discutirá el 8 de agosto en el recinto de la Cámara Alta. En los últimos días, algunos senadores y senadoras que apoyan la iniciativa propusieron modificar el proyecto que obtuvo media sanción en Diputados con el fin de elaborar un dictamen de consenso que oriente a los indecisos hacia el voto positivo. Los cambios contemplan la reducción del plazo de 14 a 12 semanas para realizar el aborto, la no penalización de los médicos que se nieguen a hacerlo, la introducción de la objeción de conciencia institucional y la asignación de un plazo de 60 días para que los hospitales se adecuen a la situación.

Durante la reunión el texto modificado obtuvo 26 firmas, sin embargo, no hubo acuerdo respecto a los cálculos: para algunos la mayoría necesaria es la de la totalidad del plenario y para otros corresponde contabilizar la mayoría de cada una de las tres comisiones (Salud, Justicia y Asuntos Constitucionales). Finalmente, el presidente del debate, el radical Mario Fiad, sostuvo que como mínimo se requerían 27 firmas y por lo tanto ratificó que no había dictamen. Por su parte, los antilegalización no presentaron un proyecto propio y la incertidumbre se resolverá en el recinto la semana próxima: o se discute el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo tal como fue sancionado en la Cámara Baja o bien se aplican las modificaciones y de ser sancionado, el texto modificado deberá volver a Diputados para su aprobación definitiva.

El feminismo llegó para quedarse

Las audiencias de especialistas terminaron este martes. Durante la última jornada, médicas, abogados, escritoras y filósofas expusieron a favor y en contra de la legalización. Sin duda uno de los discursos más celebrados fue el de la escritora y guionista Claudia Piñeiro quien exigió a los legisladores que se corran de los extremos y busquen puntos de encuentro: “Mírense y busquen un acuerdo como lo han hecho en otras leyes (…) en un extremo tenemos una ley que se puede mejorar y de otro lado está el rechazo total que nos deja totalmente desamparadas” y enfatizó: “Escuché a senadores decir que si a su hija la violaran y quedara embarazada la ayudarían a abortar, entonces yo le pregunto: y si tu hija conociera a un muchacho que le encantó esa noche y al fallarle el método anticonceptivo queda embarazada, ¿no la ayudarías a abortar si ella no quiere ser madre? Y del otro lado hay silencio o me contestan mi hija jamás haría una cosa así. ¿En qué sociedad vivimos que nos podemos imaginar hijas violadas con derecho a abortar y no nos podemos imaginar hijas que tienen una sexualidad libre a las que les falló el método anticonceptivo?”

Minutos más tarde, siempre con la Constitución de 1853 en mano, disertó el abogado Pablo Garat y la reprobación casi general en la sala se hizo evidente: “voy a ser políticamente incorrecto, yo sé lo que vale una mujer, pero acá tiene que dejar lugar al otro porque también hay niñas por nacer, ya que no quieren hablar del niño (…) y voy a hablar de dos mujeres, la primera es Pandora, que abrió una caja y dejó salir todos los males y la otra es la Madre Teresa de Calcuta que dijo no las aborten, dénmelas a mi”.

“Yo voy a hablar literalmente del valor que se nos da a las mujeres”, así comenzó su exposición Alika Kinan, sobreviviente de la trata de personas con fines de explotación sexual y en lo que duró su relato se diferenció de las incoherencias planteadas por el abogado Garat y mostró una realidad dolorosa y poco conocida sin necesidad de aludir a la caja de Pandora: “La explotación sexual es el privilegio histórico que tienen los hombres de poder darle valor a nuestros cuerpos en una clara relación de desigualdad”. Y ya con lágrimas en los ojos, concluyó: “Cuando una mujer víctima de trata tiene que abortar de manera clandestina está siendo doblemente violada y ultrajada porque no puede hacerlo con las garantías del Estado”.

Cerca de las 18, comenzó a resonar en el salón Arturo Illia del Congreso el eco de los cantos que impregnaron las calles de ruido en el último Martes Verde. Desde temprano, cientos de estudiantes de primaria, secundaria y universidades se congregaron en los alrededores del Senado acompañando al “estudiantazo federal”, que se llevó a cabo en múltiples ciudades del país. Además, a las 13, un numeroso grupo de artistas e intelectuales se tomaron una foto en las escalinatas del Congreso y entregaron a las senadoras presentes una carta en apoyo al proyecto. Pasaron las horas y bajó la temperatura pero el calor humano y el sonido de los bombos no dejaron lugar al cansancio. Por supuesto, Martha Rosenberg no se quiso quedar afuera: a las 20, cuando finalizó la audiencia fue la primera en levantarse de su asiento y le pidió a Mariana Hellin, su compañera en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, salir un rato afuera “para saludar a las chicas”. En ese recorrido, bajando la escalera que conduce del edificio a las calles llenas de verde, Mariana miró a Martha con una sonrisa y le dijo a Anccom: “Terminaron las audiencias, pero el feminismo llegó para quedarse”.

La marea verde esta vez emergió desde las entrañas de la tierra

La marea verde esta vez emergió desde las entrañas de la tierra

Varias organizaciones, entre ellas la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, el colectivo Ni una Menos y las metrodelegadas, sumadas a artistas como Miss Bolivia, tomaron las líneas del subte para expresar distintos tópicos que subyacen en el debate por la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo: el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, la maternidad asociada al deseo, el derecho a la información en contra de la desinformación opresiva, el aborto como cuestión de salud pública y el derecho a la educación sexual integral.

La acción comenzó en las cabeceras de cada línea de subte, luego las agrupaciones viajaron en los trenes decorándolos de verde, repartiendo volantes y cantando canciones a favor de la legalización del aborto. Finalmente, se reunieron todas en Plaza de Mayo donde realizaron un pañuelazo frente a la Casa Rosada.

En vistas al debate que tendrá lugar el próximo 8 de agosto en la Cámara de Senadores, los colectivos decidieron unirse para visibilizar la necesidad de que el aborto sea legal, seguro y gratuito.

Mirá la fotogalería de ANCCOM:

Entre la ciencia y el  Medioevo

Entre la ciencia y el Medioevo

Marcha Ni Una Menos, el 4 de Junio de 2018.

En el sexto plenario de comisiones del Senado que debate el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo comenzo a las 10 de la mañana y terminó al anochecer. Entre los expositores, se destacaron el anacrónico médico tucumano y asesor del Gobierno Abel Albino (en contra), el ex Ministro de Salud Daniel Gollan y la presidenta de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), Mabel Bianco, (ambos a favor).

Sin duda el que más dio que hablar fue Abel Albino, quien se extendió durante 50 minutos y pidió a los gritos: “¡Por favor no maten a los chicos!”. El médico aludió a personajes casi siempre anteriores al siglo XXI, como los romanos, los espartanos, la Madre Teresa de Calcuta, el Martín Fierro y Juan Bautista Alberdi y afirmó entre carcajadas irónicas que “una mujer embarazada no es una idiota a la que le falló el plan, una mujer embarazada es un tesoro para el país y su hijo es una joya.” Y terminó la idea argumentando que la función del proletariado es crear prole: “¡Necesitamos más gente, por favor!”

A los 30 minutos del discurso la senadora Pamela Verasay interrumpió a Albino con una pregunta acerca de los métodos anticonceptivos para prevenir embarazos y la respuesta del médico incitó una oleada de caras de descontento y de insultos por lo bajo. Frente a la inquietud de la legisladora, Albino respondió, nuevamente entre risas, que “el profiláctico no protege de nada. El virus del sida atraviesa la porcelana. Esto no es un viva la pepa, a los chicos hay que educarlos para el amor, que se casen temprano, que organicen sus vidas”. Hasta ese entonces Mabel Bianco, que había disertado anteriormente, sostenía con su mano una cara de agotamiento y preocupación pero al escuchar la afirmación acerca de los profilácticos no disimuló la indignación: se levantó de la silla y se retiró de la sala gritando “¡Esto es una vergüenza!”.

Llegando al cierre del plenario de esta jornada, Milagros Peñalba, adolescente de 16 años y estudiante salteña demostró que sus datos, en contraste con los de Albino, eran directos, concretos y prácticos, sin apelar a ninguna moral: “En Salta, un cuarto de los embarazos son adolescentes, la verdadera rectora de la educación es la Iglesia y te sancionan, te persiguen y te expulsan por presentarte a favor de esta ley. Si nos quedamos embarazadas nos juzgan en las calles, nos echan de los colegios y si no se nos echa, se nos margina. Pero si abortamos nos llaman asesinas”. Y concluyó su exposición con una reflexión que se ganó el silencio de todos los presentes: “Estamos hartas y hartos de que los encargados de representar a la provincia representen a un sector conservador, que sostiene la doble moral, desconoce los pueblos originarios y niega nuestros derechos (…) No tenemos educación sexual ni tampoco se nos proveen métodos anticonceptivos. El aborto legal es un derecho necesario que debe unirnos a todos”.

El martes —a diferencia de Albino, el médico tucumano que discutía la porcelana—, el Ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, se manifestó a favor de la legalización del aborto. Durante 20 minutos el funcionario habló ante un salón colmado de senadores y senadoras, periodistas y asesores y justificó su postura con argumentos científicos. Una vez que Mario Fiad, el presidente del plenario, le cedió la palabra, Rubinstein explicó: “He tenido siempre un respeto enorme por los datos y por la rigurosidad. Por eso los datos que voy a dar han sido chequeados y validados, son sólidos y provienen del Ministerio de Salud.” Y agregó: “Muchas veces los datos y las evidencias pueden ser más o menos cómodos, pero mi objetivo es que la decisión que tome cada uno de ustedes esté informada por la mejor evidencia científica posible”.

En la exposición, el Ministro respondió básicamente tres cuestiones centrales ligadas a las cifras de embarazos y muerte materna en edad reproductiva, a la reducción del número de abortos en países donde la práctica está legalizada y por último despejó dudas acerca de los costos y recursos que el sistema de salud necesita para cumplir con la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). A través de una enorme variedad de gráficos y mapas detallados, Rubinstein demostró que la Ley daría por resultado 70 mil internaciones menos y las muertes evitables se reducirían en un 92 por ciento: “En el caso de la legalización, lo que baja de manera dramática son los costos atribuibles a las complicaciones y lo más importante es que se reducen las muertes. Cualquier muerte evitable de una mujer es algo que nos debe preocupar, pero además la muerte es el último emergente de una realidad sanitaria y social muchísimo más amplia”.

En el exterior, como todos los martes, cientos de mujeres que reclaman la sanción definitiva del proyecto de ley se congregaron en los alrededores del Congreso con los pañuelos verdes, sumadoa ahora a los pañuelos naranja que llevan la consigna “Iglesia y Estado, asuntos separados”. A eso de las 16, justo en la puerta del Senado, un grupo muy reducido conformado por un cura y no más de cinco mujeres mayores, se agarraban de las rejas del edificio y rezaban con cruces y pañuelos celestes. Pero el silencio sagrado de los antiderechos culminó cuando entraron en escena unas 50 bailarinas de folclore sonrientes y llenas de brillos verdes dispuestas a bailar una coreografía al compás del canto ¡Que sea Ley!