“Hay que recuperar la honestidad de la palabra”

“Hay que recuperar la honestidad de la palabra”

“Las villas no tienen palacios de justicia porque/ el poder judicial nunca se embarra/ te atiende de saco y corbata tras el mostrador de Talcahuano”. El fragmento es parte del poema «El palacio de justicia», uno de los 36 textos que componen Offshore, el libro que presentó la semana pasada el titular de la Dirección General de Acceso a la Justicia y poeta Julián Axat. Sin embargo, si hay algo que Axat hizo fue embarrarse. En 2013 comenzó a trabajar como titular del Programa de Acceso Comunitario a la Justicia (ATAJO) que se encarga de facilitar ese acceso a las personas en condición de vulnerabilidad que viven en los barrios más humildes. Frente a las modificaciones de la Ley del Ministerio Público Fiscal que hoy el gobierno de Cambiemos pretende llevar adelante –a pesar de la renuncia de Gils Carbó, que tenía como principal objetivo evitar estas modificaciones a la ley- ATAJO y otras áreas de la Procuración están en peligro. En diálogo con ANCCOM, Axat opina sobre el estado del Poder Judicial, sobre el apoyo que recibió ATAJO por parte de la Iglesia Católica y sobre el neoliberalismo. Y también sobre su libro: Offshore son los que se fugan de esta actualidad; no solo son los que fugan dinero, son también los que fugan su subjetividad, los que fugan sus ganas de estar en el mundo. Offshore es eso: este momento en el mundo en que las derechas se aprovechan de los fugados”.

¿Cómo funciona ATAJO?

ATAJO es la boca de entrada del Ministerio Público Fiscal (MPF) en los barrios, en los territorios sensibles, en las periferias urbanas; es la entrada al sistema de las personas que más sufren, de los que son víctimas de delito por pertenecer a las capas más débiles de la población. Ha permitido que las personas más vulnerables de la población tengan una oficina a disposición para poder realizar denuncias que luego se comunican directamente con áreas o procuradurías específicas. ATAJO actúa rápidamente y en menos de 24 horas la denuncia se canaliza y es investigada.

¿Qué significaría para ATAJO la reforma que pretende hacer Cambiemos de la Ley del Ministerio Público Fiscal?

Hoy, la ley 27.148 contempla áreas específicas de trabajo en sus distintas direcciones, sean de acompañamiento de víctimas, de recupero de activos, de género o el área de acceso a la justicia (ATAJO) que contemplan facultades específicas y un nivel de institucionalidad y función. Si lo que se busca mediante una reforma es retroceder y derogar estas áreas, quedarían funciones que hoy existen en la potestad discrecional del Procurador de volverlas a crear o no. Volverían a ser una mera facultad discrecional y no una institución de legalidad devenida de la ley orgánica. En ese sentido me parece un retroceso institucional.

Julián Axat está sentado con los brazos apoyados en su escritorio. Se lo ve en pleno diálogo con su entrevistadora.

«En un país que quiere crecer necesitamos un Ministerio Público Fiscal fuerte», afirma Julián Axat.

¿Qué opina acerca del respaldo que le dieron a ATAJO las cúpulas de la Iglesia católica y Curas en Opción por los Pobres?

Desde que empezamos con ATAJO, hace cuatro años, trabajamos con los referentes sociales, actores civiles e institucionales de los diferentes barrios y uno de ellos han sido los curas, los párrocos y las pastorales que tienen una misión importante en los barrios populares. Ellos no tienen allí solamente la capilla sino también comedores, lugares de recuperación en caso de consumo, centros de día, etc. En ese sentido, las pastorales recogen muchas veces todo tipo de conflictividades. Desde que existe ATAJO, en los barrios han contado con una herramienta a su disposición para resolver diferentes problemáticas.

Los curas villeros vieron que si se derogaba ATAJO iban a dejar de contar con un dispositivo que les era útil para solucionar conflictos. Se dieron cuenta de que iban a quedarse sin quién lo gestione. Salieron a defender una herramienta. El apoyo que tuvimos desde las pastorales y de los curas de los barrios ha sido central. Lo que sí nos ha sorprendido es que no solamente los curas de los barrios han apoyado el trabajo de ATAJO, sino que los obispos y el episcopado también han visto el impacto y el perjuicio que causaría en los sectores vulnerables quitar esta herramienta de los territorios. Recibimos un apoyo importantísimo respecto de que la ley no se modifique y que ATAJO siga siendo una herramienta central dentro del MPF.

¿Cómo avizora el futuro del Poder Judicial?

Este tipo de reformas debilitan la institucionalidad del Ministerio Público Fiscal, que es un órgano autónomo, independiente desde el punto de vista constitucional del Poder Ejecutivo. Si el MPF es robusto, tiene independencia y soberanía en su actuar y sirve como un mecanismo de control de la legalidad no sólo del Poder Ejecutivo, sino también de las fuerzas de seguridad y de las organizaciones criminales que viven del delito. Estas últimas pueden ser las que viven de la trata de personas o del narcotráfico, que muchas veces utilizan a los sectores vulnerables para sus fines y aprovechan la debilidad de las instituciones estatales para seguir fondeándose. Si esas organizaciones criminales no tienen un control estatal se mueven como pez en el agua. Si la modificación de la ley debilita al MPF, las organizaciones criminales van a estar contentas. Los fiscales deben tener un MPF fuerte para poder investigar a estas organizaciones criminales, para poder investigar la corrupción. Si el MPF es débil, no investiga a los funcionarios corruptos que tienen empresas en el extranjero, fugan dinero, o lavan activos dentro del país, porque los fiscales hacen la vista gorda debido al miedo que tienen a que les pase algo. Tampoco podrían investigar a organizaciones criminales que viven de los dineros públicos dentro del Estado. Es decir, debilitar el MPF y transformarlo en una suerte de secretaría del Poder Ejecutivo, favorece a las organizaciones criminales.

¿Qué opina acerca del discurso de algunos funcionarios del Gobierno cuando dicen que van a combatir el narcotráfico y la corrupción?

Si tuviesen un discurso coherente deberían fortalecer el rol del MPF y no debilitarlo. Si lo que se quiere es cambiar el nombre de un procurador ya lo lograron: era Gils Carbó y ahora renunció. No deberían destruir un Ministerio que fue pensado en la reforma de la Constitución del 1994 como un Ministerio que debía ser fuerte frente a las organizaciones criminales y que debía defender la legalidad de los sectores más vulnerables de la población. Me parece que hay que tener una coherencia en el discurso. No sabemos quién vendrá como procurador pero al MPF se lo debe mantener fuerte. La procuradora renunció justamente con esa idea: ‘Si quieren cambiar el procurador yo me voy, pero por favor no debiliten al Ministerio Público’. Porque en un país que quiere crecer, que necesita defender la legalidad institucional y constitucional de toda la población necesitamos un MPF fuerte.

¿Qué problemas tiene la reforma que pretendía llevar adelante el Gobierno?

La reforma tenía varios problemas, no sólo la derogación de las áreas temáticas, sino que también proponía la designación del procurador a través de una mayoría absoluta y también proponía la posibilidad de suspender al procurador por una decisión del Poder Ejecutivo, hasta que el Senado o el Congreso tomara una decisión final sobre si procurador continuaría o retomaría. Son situaciones que en este proyecto de ley fueron preocupantes y fueron observadas por las asociaciones de fiscales, los organismos de Derechos Humanos y la propia Iglesia católica. También la posibilidad de despedir empleados de la Justicia sin indemnizaciones, violando el empleo público, trasladando a fiscales en plazo mínimo en las situaciones donde las fiscalías no fueron creadas y también el jury a los fiscales cambiando la composición sobre cómo deben ser juzgados los fiscales en caso de mal desempeño, quitando las universidades la posibilidad de tener una opinión y voto en los jury de los fiscales, entre otras cosas.

Julián Axat tiene las manos en los bolsillos de su pantalón. Está parado y mira a cámara seriamente.

«La política debe recuperar la voz de los poetas, recuperar el aullido de Ginsberg», reflexiona Axat.

¿Cómo hace para manejar al mismo tiempo el registro judicial y el poético?

Ambos registros están conectados en algún punto. Todo lo que tiene que ver con la palabra tiene que ver también con la construcción de la Justicia. En mi trayectoria traté de que las dos cosas siempre estuvieran en paralelo. Cuando comencé mi tarea en la Justicia, hace 18 años, arranqué en una defensoría de pobres y ausentes donde el trabajo que hacíamos eran defensas a través de poesías. En algún momento fui defensor de menores en La Plata y la manera que elegí de encarar ese trabajo fue también con la poesía. Escribí un libro que tiene que ver con la defensa de los adolescentes, con la palabra y la poesía. Se trata de Musulmán y biopoética, un trabajo de poesía y derecho vinculado a la defensa de los más vulnerables. El derecho es una herramienta técnica; puede ser usado para hacer el mal, para molestar y para perjudicar o dañar, pero también  puede ser utilizado para hacer el bien. En ese sentido creo que es una herramienta liberadora para calmar el sufrimiento. Lo vinculo con la poesía porque justamente es la palabra que sana, la palabra poética. Cuanto más poetas son los abogados, mejor.

¿Cómo considera que se pueden recuperar en los sujetos las dimensiones política y poética que el neoliberalismo trata de borrar?

Yo vincularía más que nada la búsqueda de la poesía en los momentos de posverdad. Es muy difícil, hay que recuperar la honestidad en la palabra, recuperar la palabra y la vinculación de la palabra en las experiencias con los otros. A mí siempre me gustó el poeta John Berger, de quien se acaba de publicar un libro post mortem en el que habla de la necesidad de recuperar la palabra del encuentro, de la experiencia con el otro, la palabra que habla de manera sencilla, el lenguaje materno dice él. Recuperemos los lenguajes maternos que están cargados de la emoción. El neoliberalismo se basa y se aprovecha de los lenguajes más distantes de la experiencia humana. Berger dice que los políticos cuando hablan lo hacen en el vacío, distantes de la gente. Nada peor que los discursos neutros de los políticos demagogos de hoy, dice. Hay que volver a la poesía; la política debe recuperar la voz de los poetas, recuperar el aullido de Ginsberg. Si la poética le da nuevamente a la política una dimensión del sentir de lo humano, me parece que justamente se puede volver a pensar la función de la República. Platón echa a los poetas de la república; creo que un poco el neoliberalismo ha hecho lo mismo, ha echado a los poetas de la república para construir la posverdad. Hay que volver a retomar a los poetas y hay que reconstruir un republicanismo con los poetas adentro, pero no como iluminados, sino como la voz de los que menos tienen, de los que sufren, esa es la poesía que me interesa.

¿Cómo influyen los cambios de contexto en su obra poética? ¿Qué tiene de particular el contexto en el que escribió Offshore y cómo cree que se nota en los poemas?

Offshore es un libro de poemas que habla sobre el lenguaje del neoliberalismo. No es un libro contra esta coyuntura particular, contra este Gobierno, habla en general. La traducción del offshore es la fuga; fugarse del mundo es alienarse, es salirse de uno mismo e incluso negarse. El offshore en términos económicos es armar una empresa en las Bahamas y en los paraísos fiscales, pero en términos simbólicos es hacer la estrategia de la avestruz, meter la cabeza abajo de la tierra y no ver lo que está pasando. Offshore son los que se fugan de esta actualidad; no son solo los que fugan dinero, son también los que fugan su subjetividad, los que fugan sus ganas de estar en el mundo. Esa sensación offshore es la que nos pasa a muchos latinoamericanos. Las oleadas de la derecha en estos días tienen que ver también con cierto adormecimiento de los públicos y las subjetividades, que en el neoliberalismo están siendo subyugadas por un mecanismo de poder micro fascista. Esto muchas veces conduce a votar a candidatos que en realidad vienen a dar muy poco al pueblo y a llevarse mucho. Offshore es eso: este momento en el mundo en que las derechas se aprovechan de los fugados. Es la fuga de la propia convivencia, es no ver que el otro está padeciendo, es pensar “a mí no me pasó”, es sálvese quien pueda. Hay algunos poemas dedicados al tema de la deuda, otros a los migrantes, otros a la fuga de Dios. Pese a que el papa Francisco está haciendo un buen trabajo por volver a poner a la Iglesia católica en un lugar importante, hay una fuga mundial de la creencia. Hay una modernidad muy líquida y en ese sentido hay también una lucha por la religiosidad. El offshore es volver a pensar una modernidad. Es necesario volver a un anclaje sobre un sujeto más fuerte, en términos políticos y en términos de creencia. Hay que volver a creer; creer en el otro: volver a creer en la posibilidad de cambiar el mundo.

Actualizado 28/11/2017

Por la igualdad, contra la violencia

Por la igualdad, contra la violencia

 

Las banderas e insignias con los colores del arco iris volvieron a adueñarse del centro de la Ciudad. La vigésimo sexta Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transexual, Transgénero, Intersex y Queer (LGBTIQ) cubrió las calles y avenidas en la tarde del sábado con el histórico grito de defensa de la diversidad sexual y un renovado llamado de atención por la defensa de los derechos conquistados y contra la violencia institucional. Organizada por más de cincuenta agrupaciones que luchan por la igualdad de la comunidad, la marcha se desarrolló en la Plaza de Mayo. Fue por la inédita decisión del Ministerio de Cultura de la Nación de no ceder el tradicional escenario en la Plaza de los Dos Congresos, donde el colectivo cerró sus movilizaciones en los últimos 12 años.  

Alrededor del mediodía, la música de “DJ Jara” se adueñó por completo de la Plaza y del ritmo de cientos de cuerpos sin vergüenza, cuerpos semidesnudos, con purpurina, con maquillajes extravagantes y con la voluntad de no pasar inadvertidos. El clima de fiesta ya era una certeza, a pesar de los policías de civil que recorrían la zona mezclándose con turistas y con las familias que se acercaban por curiosidad.

Desde el escenario, una por una, se nombraron a todas las agrupaciones que integran la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo (C.O.M.O) y se repetían las consignas: «Basta de femicidios a travestis, transexuales y transgeneros. Basta de violencia institucional. Orgullo para defender los derechos conquistados «. Detrás de ellas, gritadas a viva voz, se desprendieron las subconsignas que fueron recibidas con aplausos. Aplausos de los que también se adueñó “La Lucio Alberto”: la banda chileno-argentina tocó en vivo y con ritmo de cumbia tiñó de alegría la mítica plaza. Muchos se animaron al baile y a posar para las fotos.

Bajo un sol radiante, llegaron los primeros discursos. El reclamo incluyó justicia por Santiago Maldonado, la inclusión laboral de personas transgénero, la producción pública de misoprostol, el reconocimiento y la no discriminación de las infancias trans y el repudio a la reforma laboral. Los abucheos surgían espontáneamente cada vez que se nombran al presidente Mauricio Macri y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El documento final insistió con la condena al «protocolo policial para registrar a las personas LGBTIQ» porque «habilita y legitima la violencia» de la fuerza contra ese colectivo social.

Mientras tanto, en las calles que circundan la Plaza de Mayo las organizaciones preparaban las carrozas con las que horas más tarde desfilarían hasta el Congreso. Las telas de colores, globos, plumas, y banderas de la diversidad se mezclaban con reclamos contundentes y consignas políticas. Tía Marilú arengaba desde el escenario: “El que no salta es heterosexual». Y la multitud que estaba debajo parecía convertirse en una marea roja, naranja, amarilla, verde, azul y violeta. Con el pasar de las horas, la Plaza comenzó a cubrirse: cada vez se veían más ojos pintados con pestañas larguísimas, pelucas de colores, disfraces, cuerpos repletos de purpurina que con desparpajo celebran la diferencia.

Sentadas en un cantero se encontraban Natu y su pareja Angie. Natu lleva el pelo muy corto, anteojos enormes y un moño con los colores del arco iris en el cuello. En diálogo con ANCCOM, ambas asumieron sin sorpresa el cambio de escenario central. «Es un recorte más por parte del Estado. Si se recorta en salud , en educación ¿por qué no en políticas de género y diversidad? Patricia Bullrich con su protocolo dejó bien en claro el lugar que ocupan en este gobierno las personas gay. Nos incluyen para garantizar la detención ordenada, seas del sexo que seas. No hay  lugar para las diferencias”, puntualizó Natu. Angie la escuchaba y aprobaba sus palabras. Tiene la experiencia de más  de quince marchas y en base a ella destacó la participación creciente de los adolescentes. Las edades le llamaron la atención, como una evidencia de que la sociedad ha cambiado.  “Hoy en día los chicos tienen más libertad para decidir sobre su sexualidad y cuentan con familias que los acompañan”, reflexionó.

En una esquina resonaba una batucada. Eran las activistas de “Las chongas” las que concentraban la atención. Dispuestas en ronda con tambores y redoblantes improvisaban bailes mientras cantaban “dale a tu cuerpo alegría tortillera”. En otro punto de la Plaza, la banda de lesbian reggaeton “Chocolate Remix” se preparaba para subir al escenario. Se trataba del acto de cierre que daba inicio al desfile de carrozas.

La multitud se agolpaba frente al escenario, “Chocolate Remix” los hacía bailar a todos, la fiesta inundaba la plaza, nadie podía quedarse quieto y las letras de protesta y de reivindicación de las diferencias se conjugaban con ritmos pegadizos.  Eran casi las 17:00, y aunque el show podría seguir mucho más, era hora de partir. Las carrozas estaban listas y sus tripulantes también. La columna se desplazaba por Avenida de Mayo. Encabezaba el camión de la Asociación de Travestis, Transexuales, Transgeneros de Argentina  (ATTA) . “Yo sabía, yo sabía que a los travas los mata la Policía (de Patricia )” era el cántico que se escuchaba casi más fuerte que la música.

Actualizado 20/11/2017

“Como está muy difícil todo, necesitamos momentos de felicidad”

“Como está muy difícil todo, necesitamos momentos de felicidad”

Abre las puertas de su departamento y no está sola. Gabriela Cabezón Cámara sabe que sus tres compañeros tienen presencia permanente y deja que así sea: dos perros y un gato recorren el espacio, demostrando también ser dueños y participan, a su manera, de la charla.

La autora presenta su novela Las aventuras de la China Iron y ese es el motivo del encuentro. En el libro retoma sin tapujos y con mucho análisis el Martín Fierro, obra gauchesca trascendental de la literatura argentina. Analizable desde muy variadas aristas, Cabezón Cámara elige la felicidad y la luz que atraviesa a la protagonista, la China, que en todo su recorrido va tallando el relato, en un contexto social que, hace notar la autora, lo interfiere todo.

¿Cómo llegaste a retomar una obra tan paradigmática como Martín Fierro?

 Porque me di cuenta que a mí me interpelaba la ausencia de un punto de vista de mujer en esa historia y me pareció muy divertido. Realmente pensé en hacerlo y me dio como risa la idea. Reescribir y revisitar el Martín Fierro es recorrer toda la tradición literaria argentina y cuestionar un proyecto de nación que era el de la Generación del 80, y es el mismo que estamos padeciendo aún hoy. Seguimos siendo una región de terratenientes, donde la agricultura y la ganadería son los motores más importantes de la economía. Así, los terratenientes son los más poderosos, lo cual no es bueno para el desarrollo de ningún país. Lo vemos en Argentina y es realmente horrible. Para consolidarse fue necesario masacrar a millones y millones de personas y a juzgar por los acontecimientos de conocimiento público, últimamente acá se sigue necesitando matar para ser lo que es el sector dominante de economía.

Dijiste que te dio risa la idea: ¿pensaste que iba a tener dotes cómicos la obra?


 
A mí me divertía mucho y me daba ternura pensar en una nenita que se sacaba de encima un marido e hijos a los catorce años, ya que ninguna niña tiene que tener pareja ni ser madre a esa edad. De esta manera, lo dramático queda atrás, y hay algo precioso que le sucede a ella al ver el mundo por primera vez que a mí me resultó muy dulce y encantador. Ella mira los paisajes nuevos con mucha atención porque está de viaje y sabe con su poca experiencia en el mundo que los viajes se acaban, que no necesariamente es lo que le va a pasar, pero es su perspectiva. Lo mismo sucede con su sexualidad, que va explorando lo que desea y con todos los tipos de relaciones que va atravesando. Creo que todas esas descripciones tienen la misma prioridad. La China va encontrando todo lo nuevo y le encanta.

Para expresar esa primera visión del mundo hay una detallada descripción de los paisajes. ¿Cómo la construiste?


A la parte del campo la conozco como todos los porteños: lo que está al costado de la ruta, cuando vamos de vacaciones a la costa bonaerense. Hará 7 años, me puse de novia con una artista visual cuya familia vive ahí. Empecé a ir al medio de la absoluta nada, donde ves una camioneta a quince cuadras, o sea una nube de polvo y te preguntás quién será. Como ella es artista visual me enseñó a mirar desde otra perspectiva tanto los ríos como la manera de estar de los insectos. Todo esto combinado con una gran tradición literaria de descripción de La Pampa. Cuando a la China le hablan de algo desconocido ella necesita traducir eso, compararlo con algo de La Pampa para poder conocerlo. No solo en lo genérico hace una inversión, sino desde dónde se habla. Se enunciaba desde el primer mundo, esa era la base, con lo que se medía todo lo demás. Ella hace al revés, la medida de todas las cosas es la llanura para ella.

La escritora Gabriela Cabezón Cámara está sentada y mira al frente, directo al lente de la cámara. A sus espaldas, una biblioteca abarrotada de libros.

«Reescribir y revisitar el Martín Fierro es recorrer toda la tradición literaria argentina», reflexiona Cabezón Cámara.

¿Por qué la elección de hablar desde la marginalidad?

¿Por qué habría que hablar de lo que no es marginal? Ellos no dejan de ser el 20 por ciento de la humanidad. ¿Qué mierda me importan a mí esos caretas? ¿Quién no es marginal en un sentido u en otro? Las clases altas que mandan y las clases medias obedientes y normalitas ya tienen sus escritores, sus inmensas bibliotecas. Yo no podría hablar desde ese lado, sería muy raro. Como Vargas Llosa escribe desde el centro, yo lo hago desde mi lugar. Mi forma de vida no es la dominante porque mis padres eran obreros y mis amores no son estandarizados. Tuve amigas travestis, prostitutas. En general mi mundo no es como debe ser.

¿Cuál es la llegada de la literatura actual en comparación con 30 años atrás?


En estos últimos dos años se achicó, por la crisis económica y por los precios elevados. Este libro no es caro, por lo que estoy muy agradecida a mi editora que haya trabajado para lograrlo. Sin dudas llega a menos gente. También somos muchos más los que publicamos, es un equilibrio extraño. Publicamos más las escritoras mujeres y nos dan más pelota, los tres escritores más reconocidos en este momento a nivel mundial son tres escritoras mujeres. Me parece que se lo merecen y nos lo merecemos todas. En el canon de machismo que nos movemos todos en mayor o menor medida, esa cifra es positiva.

La escritora Gabriela Cabezón Camara fija su mirada en la cámara mientras posa una mano sobre una de las ventanas de su casa.

«Como Vargas Llosa escribe desde el centro, yo lo hago desde mi lugar», dice la autora.

Poder vivir a partir de escribir. ¿Desde cuándo te sucedió?


Es que yo no vivo de lo que escribo, sí a partir de lo que pasa alrededor. Obtengo más talleres, me llaman de más medios, doy clases en la Facultad aunque no tenga ni doctorado, ni maestría, ninguna de esas porquerías. Empezaron a pasar esas cosas, a abrirse más puertas. Pero solo hay cinco personas que viven de escribir en Argentina, cinco posta. Hay que ir haciendo un montón de otras cosas que giran sobre lo mismo. Yo quería vivir de leer y escribir, pero ahora no puedo leer por placer. Como dice una frase: ¡Ojo con pedir deseos que a veces se te conceden! Pero bueno, no me quejo… Mi vida tiene ese centro hará tres o cuatro años. Antes era editora de cultura de un diario, pero por suerte ahora no tengo que obedecer órdenes de nadie. Parezco una azafata de cabotaje, voy y vengo, recorro un montón de lugares del interior del país. Además, odio la rutina, aunque me gustaría tenerla para organizarme pero me resulta imposible.

Ya impreso el libro, ¿qué sentiste, lo leíste?

No. Dejo pasar un tiempo para volver a leerlo. Tengo que salir de ese mundo en el cual estoy tan sumergida y aparte cuando un libro sale tenés dos o tres meses de hablar mucho del material, presentarlo, dar notas. Hay que empezar a alejarse para poder entrar en otro mundo nuevo y poder escribir otra cosa. Quiero resaltar que me parece hermosa la tapa, con el cuadro llamado Bañistas de Florencia Bohtlingk… es realmente bellísimo. Por suerte las lecturas que voy recibiendo son muy hermosas.

A quienes no te leyeron, ¿qué les dirías para que se sumerjan en los mundos que vos creás?

Les diría que se animen, que se van a divertir, que son novelas que tienen distintos niveles de complejidad. Los podés leer siendo egresado de Puan, o siendo alguien que esté haciendo segundo año del secundario que se va a entender. Podrían leer ahora Las aventuras de la China Iron que es una novela muy luminosa, en la que se sienten cosas preciosas sin dejar de ser políticamente muy crítica. Y como está muy difícil todo necesitamos momentos de felicidad. Estamos en momentos de empezar a generar, para socavar a esta gente de mierda que nos quiere tristes y miedosos pero “con muy buenas expectativas” según dicen sus medios. Así, La China nos viene a mostrar esa mirada del mundo muy gozosa que andamos escaseando.

Actualizado 08/11/2017

Páginas de ayer

Páginas de ayer

Promovida por la Asociación de Libreros Anticuarios de Argentina (ALADA), la Feria  del Libro Antiguo se convirtió en un clásico que congrega libreros nacionales e internacionales, coleccionistas, bibliófilos y especialistas, y que desde su creación se propone acercar la cultura del libro curioso, raro y exquisito al público.

Lucio Aquilanti, vicepresidente de ALADA y propietario de Aquilanti & Fernández Blanco -la librería anticuaria más grande de Buenos Aires, con más de doscientas mil obras-, cuenta que “una ciudad como Buenos Aires necesitaba una Feria del Libro Antiguo, y quedó demostrado que funciona porque ya vamos por la decimoprimera edición y siempre fue un éxito”. Y es que Buenos Aires es la ciudad con más librerías per cápita del mundo; se calcula un promedio de veinticinco locales cada cien mil habitantes.

Si bien, según estándares internacionales, un libro antiguo es el publicado con anterioridad a 1830, hoy el término es mucho más genérico y las librerías anticuarias trabajan además de libros vetustos en edad, obras raras, costosas de conseguir, tiradas especiales, coleccionables y dedicadas por autores. En estos lugares se pueden hallar desde libros de los siglos XV, XVI y XVII, hasta de las vanguardias artísticas y literarias del siglo XX, pero también mapas, afiches y fotografías de cine, cómics, manifiestos y toda serie de curiosidades.

Alberto Casares, dueño de la librería Casares y presidente de ALADA.

Una primera edición de El Facundo de Domingo Faustino Sarmiento de 1845, una investigación ilustrada de Florentino Ameghino de 1877, una primera edición de 1922 -con ilustraciones del propio autor- de Veinte poemas  para ser leídos en el tranvía de Oliverio Girondo, una edición de 1641 de Elogio de la locura de Erasmo de Roterdam, un vademécum de 1794;  un ejemplar de Seis poemas escandinavos de Jorge Luis Borges son algunas de las joyas con las que contará esta edición de la Feria que suele congregar entre cuatro mil y cinco mil personas.

El coleccionismo, sostiene Aquilanti, “protege el patrimonio, que es lo que generalmente no hace el Estado, en Argentina y en cualquier parte del mundo”. “Un libro antiguo no es para leerlo”, agrega quien reunió la obra completa de Julio Cortázar y que ahora forma parte del tesoro de la Biblioteca Nacional y afirma: “El placer del libro antiguo en casa es tenerlo, hojearlo, mimarlo, es ese pedacito de historia, de misterio metido en casa y esa dulce obligación de cuidarlo”.

En la edición 2017 de la Feria del Libro Antiguo, un grupo de dieciséis libreros y propietarios de anticuarias serán los encargados de atender y orientar a los asistentes a la Feria. Dispuestas en stands, participarán las librerías Alberto Casares, fundada en 1975 y dedicada a literatura, arte e historia argentina, americana y española; Aquilanti & Fernández Blanco, especializada en historia y literatura latinoamericana; Rayo Rojo, consagrada a la historieta y el cómic y Alberto Magnasco, otra de las clásicas. Completan el repertorio Anticuaria «Poema 20”, Galería Mar Dulce, Helena de Buenos Aires, Hilario, Luis Figueroa, María Rúa Vidueiros, La Librería de Ávila,  Librería El Escondite,  Libros La Teatral,  Los Siete Pilares, The Antique Book Shop, The Book Cellar& Henschel y Víctor Aizenman.

En la edición 2017 de la Feria del Libro Antiguo, un grupo de dieciséis libreros y propietarios de anticuarias serán los encargados de atender y orientar a los asistentes a la Feria.

Cincuenta son las librerías anticuarias nucleadas en ALADA, aunque Aquilanti asegura que existen algunas más. La asociación se fundó en la década de 1940 y diez años después dejó de funcionar, se cree que por la Revolución Libertadora y la crisis por la que atravesaba el país. En 1998 fue refundada por un grupo reducido de libreros que hoy acerca las producciones antiguas al público curioso y se encarga de representar a los libreros ante cuestiones legales.

La ventaja de presentarla en un centro cultural -es la segunda edición consecutiva que se realizará en el CCK-, destaca Aquilanti, “es que tiene otros atractivos y se puede convertir en una salida familiar, de amigos o convocar a público ajeno al tema. El año pasado tuvimos la experiencia de gente que llegaba sin saber de qué se trataba y se llevaban una experiencia magnífica”, recuerda. La Feria del Libro Antiguo es una ocasión ideal para animarse a ese mundo de las librerías anticuarias que -según dicen sus libreros-, a muchos intimida.

 

La Feria del Libro Antiguo se convirtió en un clásico que congrega libreros nacionales e internacionales, coleccionistas, bibliófilos y especialistas.

 

Actualizado 08/11/2017

           

La ley de la selva

La ley de la selva

Las nuevas tecnologías permiten formas de aprendizaje sobre la naturaleza que no requieren del cautiverio y de la exhibición de animales; un chimpancé y una orangutana han sido reconocidas por el Poder Judicial argentino como sujetos de derechos y el zoo porteño se encuentra en proceso de reconvertirse en ecoparque. Esos tres elementos caracterizan una época en donde los zoológicos tradicionales se encuentran fuertemente cuestionados. El que está ubicado en Luján, en tanto, soporta críticas por permitir la interacción de los visitantes con distintas especies y algunas personas exigen su cierre.

El zoo lujanense se encuentra ubicado en el kilómetro 58 del Acceso Oeste. La transparencia del alambrado que lo rodea establece una especie de dualismo entre lo urbano y lo campestre. Al ingresar, enseguida se observan los leones, en dos jaulas ubicadas en la entrada. Luego, en el lugar del control de tickets, ya se puede comprar alimentos para los animales. Un museo de más de 350 ejemplares de máquinas agrícolas, vehículos militares y autos antiguos ambienta el predio de manera rústica. No hay caminos de cemento, solo calles de tierra en las que deambulan libremente patos de diferentes tamaños, mientras los autos que ingresan intentan estacionar con la precaución de no pisarlos.

Algunos guardaparques dan vueltas en bicicleta. Delante de un pony hay un cartel que indica que se puede dar un paseo gratis. El lugar posee un restaurante, áreas de parrillas, mesas amplias, plaza de juegos para niños y una calesita. Con cierta frecuencia, por los parlantes se anuncia una visita guiada por algún sector, en español y en portugués. Una música con ritmo a safari africano acompaña este momento aunque el sonido más fuerte es, sin dudas, el rugido de los leones.

Dos personas posan para una foto con un león recostado mientras un tercero los retrata.

A pesar de estar prohibido, los visitantes del zoológico se sacan fotos con los animales y los alimentan.

Los visitantes forman una fila para sacarse fotos acariciando el lomo de una leona y de un león que permanecen tranquilos. Al costado, separados por un alambrado, hay más leonas durmiendo junto a un perro. Hay otra fila para darle leche a un tigre, otra para alimentar a un oso y una más para brindarle comida a los cachorros de león. Un cuidador mantiene tirante una corta soga del cuello de un dromedario para que las personas puedan fotografiarse apoyándose contra su joroba. Por su parte, la elefanta Sharima está encadenada y debe levantar su trompa para las fotos mientras le dan de comer. Los visitantes parecen más deseosos de sacarse fotografías que por conocer las características particulares de cada animal.

Para Malala Fontán, integrante de la ONG #SinZoo, los zoológicos como el de Luján tienen fecha de vencimiento. “Me parece que la gente ha dejado de ir a zoológicos y que ya es pública la reprobación de usar a los animales en ese tipo de entretenimiento. Estamos asistiendo a un cambio de paradigma en relación a los derechos de los animales, por lo menos en cuanto a zoológicos se refieren. Creo que se está abriendo bastante la conciencia animal en la conciencia de los seres humanos”, expresa.

En su artículo 8, la Ley Provincial 12.238 de Parques Zoológicos prohíbe “la alimentación y el contacto directo de los animales con el público, a excepción de animales domésticos que no revistan peligrosidad”.  En el Zoo de Luján hay carteles que indican esta prohibición que, sin embargo, no se cumple.

Una petición en la página Change.org pide el cierre de este Zoo y solicita a las autoridades que hagan cumplir las leyes. Un portavoz de la Asociación para la Defensa de los Derechos del Animal informa que enviaron a uno de sus integrantes al zoológico y que luego le escribió al Municipio de Luján para reclamar por lo observado. Por su parte,  la Dirección de Flora y Fauna de la Provincia de Buenos Aires afirmó que llevó el tema a una instancia judicial. “Hemos hecho las actuaciones correspondientes y el caso lo tiene el juzgado a cargo del tema”, indica Florencia Burgos del Área de Prensa del organismo.

La ONG #SinZoo busca el cierre del zoológico de Luján mediante una petición en Change.org.

Por su parte, Jorge Alberto Semino, director del Zoo de Luján sostiene que la peligrosidad de los grandes felinos es manejada con “educación, amor y respeto”. “Compartimos su vida desde su nacimiento, pasan a ser como nuestros hijos, ellos nos respetan como si fuéramos sus padres. Esto nos da la oportunidad de educarlos. Les enseñamos a compartir la leche y tomarla de nuestra mano, le damos la carne en la boca, compartimos momentos de juegos y paseos con ellos desde bebés, así les enseñamos a ser suaves y por naturaleza son cariñosos. Aprenden a convivir con perros, los cuales nos ayudan en su educación, les enseñan a jugar de manera suave. Hace casi treinta años que criamos a tigres y leones de forma integrada a nuestras vidas, lo que nos permite tener una relación segura y formar lazos muy fuertes con ellos», expresa Semino.

El amansamiento de los animales es otro blanco de las críticas que recibe el zoológico. Muchos felinos permanecen durmiendo serenamente mientras los visitantes los observan y les sacan fotos, haciendo todo tipo de ruidos. La petición en Change.org indica que “es un secreto a voces que los animales están dopados”. Ante esa versión, Semino asegura: “Acusan de que nuestros animales estarían sedados para que se comporten mansos y tranquilos, cosa que es imposible de realizar. Si todos los animales se comportan de manera tranquila, amable y pacífica es porque se los crió desde chicos con amor y respeto”.

Otra petición en Change.org, más general, solicita que se deje de fomentar la visita a zoológicos y acuarios por parte de las instituciones educativas. Ana María Aboglio, abogada especializada en Filosofía del Derecho y Ética para los Derechos Animales, sostiene que los animales tienen intereses básicos como disfrutar y disponer de sus propias vidas, no sufrir y seguir viviendo. “Cobrar por la exhibición de un ser apresado –y es lo mismo si proviene de un rescate– bajo la excusa de la educación, es vender una realidad intolerable a espectadores que son llevados a insensibilizarse ante la desgracia ajena”, afirma la especialista.

Una foca tras las rejas de su jaula en el zoológico de Luján.

Otra petición en Change.org busca que se deje de visitar al zoológico desde instituciones educativas.

En ese sentido, la iniciativa de transformar el Zoo de Palermo en Ecoparque interactivo y educativo  apunta a mejorar la calidad de vida a los animales. Por otra parte, ya se cerraron zoológicos en Yastay, La Rioja, Mendoza, Santiago del Estero y Colón, en la provincia de Buenos Aires. Para Andrei Chtcherbine, guardaparque y también integrante de #SinZoo, convertir los zoológicos en centros de rehabilitación, en lugares para la educación ambiental, en espacios para la ciencia, la investigación, la conservación, lleva riesgos y puede tomar rumbos inciertos, pero es mejor que cerrarlos. “El Ecoparque porteño es un claro ejemplo de cómo las cosas pueden salir mal, sin embargo yo creo que es mejor intentarlo, seguir intentándolo, porque cerrar los zoos sólo empeorará muchos problemas que tenemos de falta de espacios para ayudar a la fauna silvestre”, reflexiona. En ese contexto…¿qué sucederá con el Zoo de Luján?

Actualizado 1/11/2017