Ene 17, 2018 | Entrevistas, slider
Hay una banda de cumbia que invita a sudar sin nombres ni moral, a entonar sus canciones con “lenguas insurrectas” y a agitar las caderas de “cuerpos castigados” por el patriarcado con el puño feminista en alto. Está “viva y furiosa”, lista para desafiar al machismo. Cuestiona la monogamia porque “es un cuento de la infancia” y el régimen de heterosexualidad obligatoria porque sabe que “revolución es que te pueda besar en cualquier lado, sin sentir la vergüenza”.
Se ríe de la inclusión a medias, de la hipocresía del “está todo bien con que cambien de nombre, pero en el fondo siguen siendo hombres”. Le canta con rabia a los CEOs del capitalismo, que “propagan talleres clandestinos, odian al pobre y a lo distinto”. Con el deseo de vivir en paz y el amor como el gran motor proponen “acabar bien pronto con estas violencias” y “cortar con tanta indiferencia”. Esto es Sudor Marika. Nicolás Gabioud, Nahuel Puyaps, Rocío Tirita, Vicente Quintreleo, Sebastián Sazali, Lautaro Pane y Carolina Piccarreta se juntan a ensayar en el Doke. Salen a escena con los rostros tuneados con gliter y los cuerpos semidesnudos decorados con accesorios propios de la estética BDSM (Bondage, dominación, sadismo, masoquismo). En sus shows entre tema y tema entonan a coro con el público “Macri no es, puto es liberal, hacete cargo él es heterosexual” y re versionan el clásico de Supermeka2: “que levanten las manos como yo la que quiera un misoprostol”. Tienen disco nuevo, Las yeguas del apocalipsis. Toda una declaración de principios.

Sudor Marika se presentó, junto a la banda Los Rusos Hijos de Puta, en el Teatro Mandril.
¿Cómo surgió la idea de cantar sobre los feminismos y las luchas LGTBIQ?
Vicente: Había algo que nos hermanaba que es la militancia de nuestras identidades disidentes. El hecho de ser una banda de cumbia integrada por personas que tenemos una base de empoderamiento de algunas causas hizo que supiéramos de entrada que no iba a ser una reproducción de lo que es la cumbia como género musical. Nuestras canciones son creaciones colectivas. Queremos ocupar este espacio, pero desde nuestra experiencia y forma de pensar un mundo posible, usando este género musical que es bastante machista como la mayoría de los géneros, misóginos, violentos.
Nahuel: No es que primero vino la idea y después las canciones, creemos que lo personal es político, para nosotras no está la vida por un lado y cuando vamos a hacer canciones vemos cuál es el tema políticamente correcto. Escribimos sobre lo que estamos hablando, deseando, pensando, amando.
¿Por qué tocan cumbia? ¿Qué significa para ustedes la cumbia?
Rocío: La mayoría ya veníamos escuchando cumbia, creemos que este género tiene algo de la celebración, de la fiesta, de trastocar algunos sentidos de las letras de las canciones.
Vicente: La propia cumbia fue la que nos hizo encontrarnos, todos los que integramos la banda tenemos en común que la cumbia es el género que elegimos por excelencia al momento de salir a bailar algo. Para nosotras tiene un sentido especial crear estas letras con una música popular, pensamos que es una música que tiene un montón de llegada a un público muy amplio.

«Creemos que este género tiene algo de la celebración, de la fiesta, de trastocar algunos sentidos de las letras de las canciones», dice Rocío Tirita sobre la cumbia.
En sus letras se refleja una visión muy crítica hacia el actual gobierno, ¿cómo se posicionan en lo políticamente partidario?
Nahuel: somos varias en la banda y hay posicionamientos heterogéneos, pero en esa línea que prevalece o que se ve hay algo que nos une.
Rocío: ¡Amor a Cristina, dale decílo! (Risas).
Nahuel: Pero entendemos que eso no obtura otras alianzas y de hecho en general son sectores de izquierda los que nos llaman para compartir espacios, porque tenemos una mirada anticapitalista y antipatriarcal que puede ser contradictorio con la figura de Cristina. Con ella tenemos un amor y una pasión porque es alguien que dijo las cosas en un tono como de una cumbia.
Rocío: También está la cercanía entre la cumbia y lo popular.
Nahuel: En un diario nos hicieron una entrevista y un pibe comentó que éramos “populismo rosa”. Me parece que eso que nombran como populismo rosa es chorrear y entender que los cuerpos puedan también comprender por dónde va la política y no dejarlo para los iluminados.
Vicente: Lo que nos importa destacar en este momento es que somos una banda antimacrista porque creemos que desde ese lugar generamos la posibilidad de establecer alianzas que hoy nos parecen mucho más trascendentales que decir banco a Cristina o no, a pesar de que nosotros la amamos. Hay personas o más bien trolls que nos bardean con un ejercicio del odio al que no le queremos dar cabida.

«Hay un deseo de pureza al que nosotros no queremos responder porque pensamos que somos seres que estamos en constante experimentación», dice Vicente Quintreleo.
“El estruendo siempre es fuerte cuando cae la moral” dice una de sus canciones. ¿Qué significa para ustedes derrocar la moral?
Vicente: Hay un deseo de pureza al que nosotros no queremos responder justamente porque pensamos que somos seres que estamos en constante experimentación, y nos referimos a todo tipo de discurso de pureza, de moralidad, incluso dentro de los feminismos y la disidencia sexual.
Nahuel: esta idea de la moral viene a romper con la idea de que la pelea no es solo con el capitalismo y el patriarcado, también va a ser cada vez que vengan a decirnos cómo tenemos que vivir porque el poliamor también se puede volver moralista. Si hay una receta a la que nos tenemos que someter para poder vivir, para ser más progres o más feministas, hay alguien de afuera que nos está diciendo cómo hay que vivir. Esa es una pelea constante y cuando das esa lucha, ya nunca estás tan cómodo y eso no te deja nunca descansar ni creértela que ya sos lo suficientemente rebelde o anarco porque la moral se te filtra siempre, es un trabajo deshacernos de ella. Como dice Rocío en una canción: “Dejame sentir que siento”. Para eso hay alguna voz que hay que callar y es la de la moral.
Rocío: También está la moral en las izquierdas, está en todos lados.

«Quieren que estemos tristes. Hay todo el tiempo un ataque para que eso suceda y nosotras en ese infierno estamos encontrando alianzas», dijo Nahuel Puyaps.
A través de sus letras cuestionan y denuncian ciertas de formas de opresión. ¿Creen que, desde el lugar del baile, la alegría, la celebración se puede llegar a cambiar ciertos pensamientos?
Rocío: Sí, pero no en términos megalómanos sino como un espacio donde quizás a los cuerpos bailando les pasa algo, al menos alegrarse, pero no a modo de placebo, sino que hay algo del contagio de lo que proponemos que se da por afinidad política; no sé si vamos a poder convencer a un macrista que deje de votar a Macri, sino más bien pensar cómo seguir juntándonos, haciendo cosas e irradiar esa alegría en otros espacios.
Nahuel: No vamos a convencer a nadie de nada, pero es verdad que estamos en un momento en que la política está trabajando sobre nuestras afectaciones, sobre la tristeza. Quieren que estemos tristes. Hay todo el tiempo un ataque para que eso suceda y nosotras en ese infierno estamos encontrando alianzas. Todo lo que nos va sucediendo es por alianzas afectivas que se van expandiendo. Y lo que estamos encontrando es que aún en el medio del infierno estamos produciendo y creando desde el orden de la alegría y no desde la alegría que impone el macrismo como un slogan, sino desde una alegría que aumenta la potencia de la gente que está participando de eso quiere más. Hay personas que hacen un dibujo, otros tocan nuestros temas, otros hacen una remera, otros no invitan a tocar; hay toda una producción de alegría que se expande y no es la alegría del macrismo, sin pedirle nada a nadie participamos de un encuentro potente.

Sudor Marika canta sobre feminismo y luchas LGTBIQ, desafía al machismo y al patriarcado, cuestionan la monogamia y el régimen de heterosexualidad obligatoria, y van en contra del capitalismo.
Nicolás: Es una disputa de la cumbia como discurso, de la noche, de la fiesta. La gente lo escucha y se siente interpelada, se ve representada en estos espacios y eso genera más encuentros con más personas y así vamos conquistando todos los espacios.
Rocío: cuando decimos más encuentros con más personas no lo decimos en el sentido que nuestro objetivo principal como banda es tener un millón de fans y generar esa distancia infinita entre los fans y la banda; cuando decimos que se producen encuentros es porque hay algo que se contagia y que no tiene que ver con la adoración y la fascinación sino con una figura que circula más horizontalmente.

La banda se apropia de la cumbia para convertirla en bandera de la lucha por la diversidad y la disidencia.
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Sebastián Zasali: Teclado y voz
Rocío Tirita: Güiro y voz
Vicente Quintreleo: Guitarra y voz
Nahuel Puyaps: Bajo
Nicolás Gabioud: Trompeta
Carolina Piccarreta: Octapad
Dic 20, 2017 | Culturas
Luca Prodan llegó cantando en inglés a una Argentina bajo la última dictadura militar y revolucionó la escena del rock nacional. El 22 de diciembre de 1987, el líder de Sumo se volvió mito y leyenda de nuestra música cuando fue hallado sin vida en su casa de la calle Alsina, en San Telmo, víctima de una cirrosis hepática. Sus restos descansan en el Cementerio de Avellaneda, en el sur del Gran Buenos Aires, donde todos los años sus fanáticos se reúnen en esa fecha para recordar al “pelado”, tocar algunos temas y dejarle un poco de ginebra.

Monumento en homenaje a Luca Prodan en el Cementerio de Avellaneda.
Nació en Italia y fue educado en Escocia en el Gordonstown College, donde fue compañero del Príncipe Carlos de Inglaterra. En 1971 dejó el prestigioso internado, dio vueltas por Europa y terminó viviendo en Londres, donde en pleno auge del punk formó su primera banda que bautizó The New Clear Heads. Luego de la muerte de su hermana Claudia, en 1979, Luca decidió seguir a su ex compañero de instituto Timmy McKern, radicarse en las sierras de Córdoba y así escapar de su adicción a la heroína. En 1981, ya instalado en Hurlingham, junto a Germán Dafuncchio, Diego Arnedo, Ricardo Mollo, Alberto Troglio y Roberto Pettinato formó esa banda de rock a la que llamaron Sumo.
Formado en el oeste del Gran Buenos Aires, Sumo debutó en el Caroline’s Pub de El Palomar, en febrero de 1982, frente a 15 personas. Pasaron 35 años de ese primer recital y Hugo Pasquale, músico y habitué de la movida rockera recuerda: “La primera vez que los vi era época de Malvinas, fue en un bolichito minúsculo en Ciudad Jardín y me rompió la cabeza. Escuchar a un pelado cantando en inglés en un barrio rodeado de milicos y con muchos desaparecidos era sumamente impactante”.
Para la misma época, Gabriel Mattera concurría a su primer recital de Luca Prodan y los suyos para hacerlo ininterrumpidamente hasta la que sería la última presentación del conjunto, en la cancha de Los Andes de Lomas de Zamora, en diciembre de 1987. “Tenía 13 años, Sumo tocó en la inauguración del pub de mi primo que se llamaba Reggae, en Devoto. Después de ese primer show, vi todos hasta el último”.
La misma pasión a primera vista atacó a Fernando Márquez: “Tocaron FuckYou y casi me muero, para mí fue detonador. A partir de ese momento no paré de ir a verlos casi todos los fines de semana”.

Remeras y pañuelos que dejan los fans
Rolo Gutierrez, el fanático de Sumo a quien el director Rodrigo Espina convocó para el documental Luca de 2008, relata una anécdota que deja entrever la pintoresca personalidad de Prodan. En 1984, y con 15 años, fue al primer recital de la ahora mítica banda a un Stud Free Pub al que habían concurrido personas bastante más mayores que él y que eso llamó la atención de Luca. “Me encaró, me preguntó primero qué hacía ahí y después si había leído a Borges, yo le conteste que no y ahí nomás me mandó a estudiar, me dijo ‘¿por qué no te vas a tu casa y te cultivas fuckinman?’, pero nunca se presentó, me enteré de quién era cuando subió a cantar”.
A partir de ese momento siguió a la banda a casi todos lados. Estuvo en el show de la cancha de Los Andes, ese inolvidable 20 de diciembre de 1987 en el que Luca tocaría por última vez, recital al que no iba a asistir porque no tenía plata y porque se venían mejores presentaciones de Sumo: el 24 y 31 de diciembre en Cemento. “No sé por qué, pero al final decidí que tenía que ir”.
Hugo y Rolo coinciden en que la muerte del frontman de Sumo, aquel 22 de diciembre de 1987 y solo dos días después de su último recital, no los tomó por sorpresa. “La última vez que lo vi fue en Obras y ya estaba muy mal, verlo tan deteriorado fue como premonitorio de una muerte anunciada”, reflexiona Hugo. Para Rolo fue algo que siempre estuvo presente, “era como un aura alrededor de él”. Para Fernando Márquez, por el contrario, fue inesperado, se enteró cuando estaba trabajando y a través de un conocido. “Me dijo ‘pelado se murió tu ídolo’, yo lo mande a la mierda, pero después me di cuenta de que hablaba en serio y casi me muero con él. Pasaron varios años hasta que pude ir a ver a Divididos, en ese momento me fui a Los Redondos y sané la herida con otro pelado”, recuerda con emoción quien aún conserva entradas y algunos recortes de aquellas épocas.

«Luca vive en nosotros». La leyenda vive entre velas, objetos y pintadas que dejan los fanáticos.
La última casa en la que vivió Prodan, ubicada en Alsina 451, fue declarada sitio de interés cultural en 2010 y desde ese año funciona como un multiespacio artístico que promete “cultura, delirio y rock” bajo el nombre de “Lo de Luca”. Por las calles del barrio de San Telmo, cuenta Rolo Gutiérrez, era común cruzarse a Luca, porque le gustaba mezclarse entre la gente y ser anónimo. También lo hacía antes de cada show: “Sumo tocaba tipo tres de la mañana y no les daban camarines, entonces se paseaba por el boliche y hablaba con la gente, y en ese momento no era normal porque el músico se mantenía como en una oda de misterio y leyendas”.
Sumo revolucionó y marcó a fuego los años ochenta: impuso una nueva forma de hacer rock. “Esta banda nos mostró otra cara, nos mostró que se puede ser así de crudo y a la vez talentoso. Todo el rock argento creció de la mano de Luca”, reflexiona Hugo Pasquale. La figura mítica de Sumo vive en su música, en sus poesías devenidas en letras de canciones, en las miles de anécdotas que lo incluyen, pero por sobre todas las cosas vive en sus fanáticos.“Luca fue un tornado que arrasó nuestra ciudad y nuestras mentes”, así lo define otro seguidor, al “Pelado de Sumo”, desde hace 30 años inmortal.

Actualizado 21/12/2017
Dic 10, 2017 | Culturas, Novedades, slider
El pasado sábado el Hotel Bauen fue el centro de la fiesta K-style. Más de tres mil fanáticos del k-pop (pop koreano) pasaron el día entre concursos de baile y canto, proyecciones de videoclips, barra de comida oriental, videojuegos, cascos de realidad virtual que los transportaban a conciertos y stands de merchandising estampados con los rostros de los nuevos ídolos de los adolescentes.
Desde temprano la conductora de la fiesta fue anunciando a los ganadores de los sorteos, que se llevaban cds, gigantografías, cajas navideñas y posters. También se hicieron múltiples “reacciones masivas”, que consisten en reproducir videos de bandas famosas, y filmar la reacción del público (los gritos, aplausos, movimientos y expresiones faciales). Estos videos llegaron al millón de visitas en Youtube y, lo que es más, llegaron a la TVcoreana.

El pasado sábado el Hotel Bauen fue el centro de la fiesta K-style.
El salón central estaba bordeado de puestos de fanclubs, y en el centro, el escenario. Hubo solistas, dúos, y grupos amateurs que se presentaron al concurso de baile y canto, y fueron premiados por un jurado de profesores en estas disciplinas, quienes entregaron medallas a modo de incentivo. Como en los boliches, hacía muchísimo calor y las luces jugaban entre violeta y azul. Pero la temperatura estalló cuando llegó Secret Weapon. El grupo argentino, conformado de seis chicos que bailan temas populares de k-pop, puso eufóricos a los fans, que empezaron a cantar las letras en coreano y cuando llegaba la parte del estribillo repetían los pasos a la perfección. Secret Weapon versiona temas en coreano y chino. “Aprendemos por fonética pero también estamos empezando a estudiarlo –afirman sus integrantes-. Porque aprender el idioma implica algo adicional a ser un fan, porque sabés cómo piensan o qué se quiere decir específicamente en las canciones, mejor que una traducción que podés encontrar en Internet”.
Luego de la guerra contra Corea del Norte, Corea del Sur quedó entre los países más pobres del mundo. Para resurgir, eligió de la industria hacer su fortaleza. Después de eso, utilizó la cultura. “Corea del Sur desarrolló mucho su industria hasta llegar los Juegos Olímpicos de Seúl (1988), que fueron la oportunidad para decir ‘nos desarrollamos, nos presentamos al mundo’”, explica Gabriel Pressello, gestor del Centro Cultural Coreano en América Latina. “Y eso después volvió a suceder en 2002 con el mundial Corea del Sur-Japón, ya como un país mucho más avanzado –sigue-. Una vez desarrollada la parte industrial, empezaron con la industria cultural. Se lo tomaron muy enserio. No es una cultura que se desarrolló espontáneamente, sino que fue pensada desde el Estado. El gobierno generó planes de estímulos, subsidios, reducción de impuestos. Todo esto favoreció”.

Lo diferencial de las bandas k-pop es también la actitud que imponen, el toque de rebeldía que va un poco en contra del estilo de vida más conservador del país.
La oleada coreana, o “Hallyu”, surgió en la década del 90. El término “Hallyu” comenzó a utilizarse a partir del éxito de las telenovelas, conocidas como “doramas”, en Asia y Estados Unidos. Si bien las novelas fueron la locomotora del “Hallyu”, esta ola abarca toda la cultura popular coreana, incluido el k-pop, la moda y cosmética.
“Ellos producen mucho más series que nosotros, por año cada canal estrena alrededor de 15, entre miniseries y otras más largas. Y exportan mucho, tanto guiones como enlatados”, dice Micaela Farías, fundadora de Xiah Pop, un sitio dedicado a la cultura y entretenimiento de Asia Oriental, y vendedora de films coreanos en la K-Style. Sobre cómo los fans argentinos descubrieron el k-pop, cuenta que la mayoría empezó por las series. “Antes de que existiera Youtube la gente buscaba la serie, la descargaba y bajaba las canciones de blogs o foros donde las subtitulaban al español –contextualiza-. Hoy con Youtube estás viendo un video, y al lado te van apareciendo recomendaciones de otros videos populares similares y va fluyendo. Incluso en Netflix ya hay una categoría llamada directamente ‘Series coreanas’, y a partir de ahí empiezan a buscar las canciones”. Además de las novelas, los “webtoons” son otro fenómeno del “Hallyu” que se está imponiendo entre los jóvenes, una especie de cómics publicados en Internet, con viñetas que tienen sonidos y efectos especiales.

Más de tres mil fanáticos del k-pop (pop koreano) pasaron el día entre concursos de baile y canto, proyecciones de videoclips, barra de comida oriental y videojuegos.
Los años 90 marcaron el despegue de la industria musical coreana. La historia del k-pop nació con las bandas de jóvenes que lograron reinventar la escena musical al mezclar sonidos del rap, hip-hop y electrónica con moda y coreografías. Fue en esos años que las agencias de entretenimiento se propusieron crear un star system de ídolos del pop coreano. En vistas al debut oficial de cada banda, las agencias preparan a cada miembro haciéndolos pasar por audiciones, competencias feroces, entrenamiento de canto y baile por años. Así es que las estrellas del pop desarrollan habilidades excepcionales y logran llevar al k-pop más allá de la península coreana, al escenario mundial. Esta rigurosidad a la que se somete a los jóvenes en general tiene su lugar en las letras de las canciones. “Tienen algunos temas de amor pero más que nada hablan de la juventud y la sociedad, la educación, la poca autoestima y las exigencias que tienen los chicos en el colegio y para conseguir trabajo en empresas importantes –cuenta Micaela Farías-. Entonces, estas bandas hablan de confiar en uno mismo. Los chicos en los grupos por ahí se pasan entrenando doce horas por día antes del ‘debut oficial’, pasan meses ensayando una misma canción hasta que salga completamente coordinada; quizás empiezan a prepararse desde los 15 años para estar listos a los 18, por eso sale todo perfecto, tienen exigencia desde muy chicos. Eso es lo que critican en las canciones, aunque ellos son parte también de eso”.
El k-pop logra traspasar fronteras más allá de las barreras idiomáticas. “En las letras mezclan coreano con inglés, incluso español –comenta Pressello-. Son estrategias de mercado: rápidamente se avivaron de que hacer estribillos en inglés era mucho más amistoso para el oído mundial que uno en coreano”. En consonancia con esto, Farías agrega que “los chicos se aprenden las letras por fonética, pero ahora también los videos en Youtube están incorporando subtítulos en inglés y español por el notable número de fans en Occidente. En este momento hay más fans en Latinoamérica que en Europa”.

Los cascos de realidad virtual los transportaban a conciertos y stands de merchandising estampados con los rostros de los nuevos ídolos de los adolescentes.
La cuestión de la imagen es central en el k-pop. “Es un 40% música y 100% imagen –dice Farías-. Están todos bien peinados, maquillados, dentro de la banda tienen un estilo similar, es raro todavía en occidente ver algo así. Los managers siempre le buscan a cada uno un estilo que se adapte a su personalidad. Los chicos se pasan todo el tiempo en realities, viven en programas de televisión, subiendo selfies y haciendo videos en vivo”. Farías sostiene que Corea del Sur es como la meca de la estética en Asia. “El distrito Gangnam (aquél conocido mundialmente por el Gangnam Style de PSY) tiene una calle completa dedicada a locales de cirugías estéticas, spas –cuenta-. Los extranjeros van a hacer tours cosméticos, se hacen el combo de cirugías y se llevan todo el maquillaje. A través del k-pop se ha logrado vender lo de la estética, van muchos de China y Japón buscando parecerse a las estrellas de las bandas. Muchos confunden con parecerse al occidental, pero es un estilo de belleza asiática, no quieren tener los ojos grandes y abiertos como nosotros, quieren tener ojos grandes con la forma asiática. Tienen su propio estilo de belleza”.
Lo diferencial de las bandas k-pop es también la actitud que imponen, el toque de rebeldía que va un poco en contra del estilo de vida más conservador del país. “Son banditas que empiezan a salir un poco de esta cosita adolescente medio naive, las ‘cute’ (bonitas), la nena sexy pero ingenua”, dice Pressello. Especialmente ese es el estilo de las bandas de chicas, que se visten como colegiales, quedando en un espacio bisagra entre lo escolar y lo sexy. Según Farías, estos grupos de chicas en Corea tienen más fans mujeres, dado que a los hombres todavía les cuesta aceptar que ellas salgan de ese papel de “niña buena”. Entre los fanáticos argentinos tales diferencias no existen. En la K-Style pudo verse a jóvenes de todas las edades, tanto mujeres como varones con cabellos de color fantasía, polleras y camisas al estilo colegial y ojos delineados. Todos aclamaban a los grupos que subían al escenario, sin importar el sexo.

El “Hallyu” ya se impuso en Asia, y ahora llegó a Occidente para quedarse.
El k-pop llegó a la Argentina traído especialmente por los mismos fans, es un fenómeno que se difundió no desde los medios hacia abajo, sino al revés. Youtube rompió las fronteras culturales y es la principal fuente de donde la juventud argentina conoce el k-pop. “Ellos conocen música de acá y nosotros la de allá –dicen los chicos de Secret Weapon-. ‘Despacito’ se escucha en Corea del Sur, y a su vez acá llegan bandas coreanas que llenan el Luna Park. Es un intercambio increíble”. Esta tendencia que se fue haciendo popular desde Internet, se vio reforzada por un lado con la organización del Concurso de K-Pop Latinoamérica por parte del Centro Cultural Coreano, perteneciente a la embajada en Argentina. Luego del éxito de la primera edición allá por 2010, el gobierno coreano encomendó al resto de las embajadas del continente organizar sus propias ediciones; cuyos ganadores son seleccionados para ir a la final del K-Pop World Festival en Corea. Y por otro lado, la incorporación del k-pop en Showmatch, donde Secret Weapon fue presentada como la “selección argentina de k-pop”. Esto terminó de impulsar su difusión masiva, haciendo que también lo conozcan los adultos.
El “Hallyu” ya se impuso en Asia, y ahora llegó a Occidente para quedarse.
Actualizado 13/12/2017
Dic 8, 2017 | Comunidad, Novedades, Vidas políticas
Fue una marcha de consignas múltiples que, sobre el final de la jornada, se concentró en el rechazo a una medida judicial cuestionada por casi todas las fuerzas políticas y juristas especializados. La decisión del juez federal Claudio Bonadío de pedir el desafuero y detención de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner por “traición a la Patria” en el marco de una causa vinculada a la investigación del caso AMIA propició la convocatoria de una movilización organizada en las redes sociales.
La habitual Marcha de la Resistencia encabezada por Madres de Plaza de Mayo sirvió de marco inicial a la convocatoria. “Son días tristes, amargos, pero tenemos que estar felices a pesar de todo porque somos capaces de llenar una plaza todos los días”, señaló Hebe de Bonifini en el comienzo de la ronda.

Desde el mediodía, los grupos de Whats App y otras redes estuvieron al rojo vivo. Enlaces de noticias, información sobre la conferencia de prensa que CFK brindaría en el Congreso para fijar posición, emoticones y mensajes de organización cotizaron en los intercambios. Sin horario esclarecido y con consignas cruzadas, la Plaza comenzó a cubrirse a las 17:00 con organizaciones y partidos de izquierda. Luego se sumaron columnas sindicales, la organización barrial Tupac Amaru –una de las columnas más compactas bajo miles de banderas blancas- , el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) y La Cámpora. Concluida la conferencia de prensa de la ex mandataria, los legisladores del Frente para la Victoria (FpV) caminaron desde el Parlamento hasta la Plaza de Mayo.
Cada cual con su canto y su color, las agrupaciones político-partidaria, sociales, barriales y sindicales marcharon alrededor de la Pirámide de Mayo que, esta vez, estaba decorada con guardapolvos escolares blancos, camisas de Metrovias, mamelucos grises y los curriculums vitaes de los funcionarios de la gestión macrista. Además de la reacción espontánea por el fallo de Bonadío, la movilización incluyó consignas de repudio a las reformas laboral, impositiva y previsional del gobierno de Cambiemos y un firme reclamo de justicia por la muerte de Santiago Maldonado y el joven Rafael Nahuel.

Cuando el norte no es muy claro, o cuando abunda la desesperanza, hay que mirar a las Madres. Desde las 15:00 un grupo de personas caminaba bajo la consigna “La falta de trabajo es un crimen que alguien tiene que pagar”. La gran bandera azul que caminó por 24 horas estuvo especialmente dedicada al presidente Mauricio Macri. “Hay que salir a la calle para que no haya más despidos”, insistió Bonafini. Y así se hizo. A través de redes sociales se convocó a llenar las calles. Un grupo invitaba a concentrarse a las 18:00, otros a las 19:30. En determinado momento, la hora de encuentro pasó a segundo plano. Solo, acompañado. Con amigos, con familia. Con bombos y platillos. Con carteles y banderas. O simplemente, estar y caminar. “Se resiste a la impunidad que hoy está en manos de este gobierno y de la justicia”, remarcó en representación de la Línea Fundadora, Nora Cortiñas, quien también se puso la camiseta de “Semana de Acción-Fuera OMC”, una organización que se hizo presente en la Plaza para expresar el repudio ante la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se llevará a cabo este domingo en Puerto Madero.
Sin discursos únicos y centrales, la marcha espontánea se distinguió por otros rasgos: la unión de distintas banderas políticas partidarias, y numerosos reclamos con un mismo receptor. La bandera de la CORREPI y otras organizaciones de DDHH se agitaron para exigir justicia por Maldonado y Nahuel, y repudiar la represión. Por fuera de las organizaciones políticas, la movilización también contó con la presencia de ciudadanos “sueltos” que sumaron al reclamo después de una jornada laboral.
Actualizado 08/12/2017
Nov 28, 2017 | Comunidad, destacadas, Novedades
“El barrio entero de La Boca está siendo usurpado por el negociado inmobiliario”, denuncia Juana Domínguez, militante del Movimiento Evita y madre del barrio, en el marco de la Caravana que el Colectivo Artístico Vecinal de La Boca organizó el sábado último. La convocatoria de distintas organizaciones y vecinos del barrio tuvo el objetivo de impedir que la dirigencia del club xeneize, encabezado por Daniel Angelici, coloque rejas en los terrenos de Casa Amarilla. Los vecinos reclaman que el lugar siga siendo un espacio verde de cultura y recreación para los vecinos.
A través de la realización de una Caravana Artística, que partió desde las calles Olavarría y Garibaldi, el barrio de La Boca dijo “no a la venta del campito”, intención que tiene el club Boca Juniors de adquirir este espacio público para privatizarlo y realizar un mega emprendimiento inmobiliario. Se trata de terrenos que comprenden cinco manzanas, ubicadas a metros de la mítica Casa Amarilla.
La caravana consistió en una pacífica movilización que recorrió las calles del barrio, expresando su petición con banderas, carteles y la utilización de megáfonos, bombos y otros instrumentos de percusión. “La Caravana Artística es una protesta. La Boca es un barrio artístico y se nos ocurrió que una manera más pacífica de hacerlo sería por medio de una Caravana Artística. Cada uno muestra su arte, pero básicamente es una protesta, y la idea es llamar la atención y hacer ruido para que no nos saquen nuestras tierras. Es la lucha del pueblo, de la gente”, afirma Domínguez.

La Caravana Artística consistió en una manifestación pacífica.
La gestión de Angelici pidió a la Justicia la autorización para enrejar el predio en su totalidad, a pesar de que en junio de este año el juez Guillermo Scheibler prohibió la realización de cualquier tipo de obra hasta tanto se determine la legalidad de la venta. La decisión del juez se basó en el reconocimiento de una serie de irregularidades en el proceso licitatorio que se encuentra bajo investigación por parte del Poder Judicial. Sin embargo, el club xeneize insiste en reclamar el lugar como propio. A esto se suma que quiere cerrarlo para impedir su uso por parte de los vecinos.
El sábado, la caravana artística culminó su recorrido en el campito, precisamente sobre la calle que une los terrenos de los que Boca quiere adueñarse. Allí se montó un escenario en el que las organizaciones realizaron diversos espectáculos, con el objetivo de demostrarle a los dirigentes que continuarán defendiendo este espacio que es de todos. “La idea de la caravana es realizar una protesta pero que sea colorida, festiva, y que invite al vecino a acercarse y participar. Desfilamos por casi todo el barrio haciendo paradas, contándole a la gente cuál es el problema que estamos viviendo con el campito, y cuál es el problema general en el barrio con el negocio inmobiliario, con los incendios, con la expulsión de la población originaria del lugar, y con la pérdida de la identidad del barrio desde la aprobación del Distrito de las Artes, algo que atropella la identidad del barrio permanentemente”, comenta Violeta Fractman, organizadora del Colectivo Artístico Vecinal de La Boca.
En febrero de 2016 el Gobierno porteño, a través de la Corporación Buenos Aires Sur S.E., llevó a cabo una licitación fraudulenta hecha a medida, en la que solo participó el club, y le vendió a Boca éstas tierras de manera inconstitucional, ya que primero debía pasar por la Legislatura porteña. Desde entonces, los vecinos fueron denunciando en distintas ocasiones las diferentes maniobras para privatizar el espacio, con el objetivo de evitar la venta. Para mayo del mismo año, se convocó a una marcha –en la que ANCCOM estuvo presente- llevada a cabo por diversas organizaciones barriales, políticas y vecinos, en repudio al violento ataque ocurrido días atrás en la Comuna 4, en Nueva Pompeya, durante una asamblea en la que se discutía la privatización de los terrenos, y de la que formaron parte militantes y miembros de agrupaciones vecinales de La Boca, quienes sufrieron heridas por parte de una patota. A su vez, tanto las organizaciones presentes como los vecinos aprovecharon la ocasión para expresar nuevamente su rechazo respecto a la venta de los terrenos de Casa Amarilla al club.
Además de esta violenta situación, se suman también los numerosos incendios en los conventillos, que los vecinos afirman que son “intencionales”. Juana Domínguez, una de ellas, sostiene: “Están incendiando los conventillos, hasta incluso con gente adentro. Los incendios son intencionales. Y además están desalojando a todo el mundo”.

El Gobierno porteño llevó a cabo una licitación fraudulenta hecha a la medida del club.
Para mayo de este año, se permitió la participación como querellantes de las organizaciones del barrio en la causa judicial que investiga si la venta del predio fue lícita. De acuerdo a un informe del Observatorio del Derecho a la Ciudad, se trata de una venta “ilegal e inconstitucional” debido a que, de acuerdo a las normativas vigentes, está prohibida la venta de tierra pública de la Ciudad sin la correspondiente aprobación por parte de la Legislatura. Como afirma Alejandro Magnin, representante del Movimiento Evita, “hubo numerosas irregularidades, entre ellas, que tendría que haber pasado por la Legislatura y aprobarse allí, y esto no se hizo. Entonces en esa maniobra fraudulenta se quedaron con éstos terrenos que estaban destinados a viviendas sociales o a uso comunitario”.
La operación cuestionada se produjo en 2010, cuando los restantes terrenos, en los que no se habían construido viviendas, se traspasaron del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) al Gobierno de la Ciudad, y de éste a la Corporación Buenos Aires Sur, por medio del decreto 723/10, concretando la venta pero evitando todas las instancias legales. “Estos terrenos son de un gran valor inmobiliario pero, aparte de eso, tienen una función social, desde cualquier punto de vista: para la vivienda social que originalmente habían sido designados o como espacio verde para las actividades del barrio. Es un lugar de esparcimiento y uno de los pocos espacios verdes que nos quedan. Así que estamos tratando de darle un freno a la usurpación por parte del Club Boca Juniors que, en alianza con el Gobierno de la Ciudad, quieren usurpar estos terrenos, sacárselos a la comunidad y quedárselos para beneficio propio”, agrega Magnin.

Distintas organizaciones políticas adhirieron al reclamo de los vecinos.
Es importante destacar el gran apoyo recibido en defensa de los terrenos por parte de las diversas organizaciones sociales, políticas y culturales. Más de 40 organizaciones, entre otras “Casa Popular El Patio”, “La Cámpora La Boca”, “Frente Popular Darío Santillán”, “Movimiento Evita La Boca”, “Fundación CasaSan” se adhirieron, junto al Colectivo Artístico Vecinal de La Boca, en defensa de los derechos de los vecinos sobre el predio.
La convocatoria finalizó cerca de las 19, con la lectura del documento presentado por el Colectivo Artístico en el que expresaron: “Defenderemos cada espacio público donde nuestros pibes juegan a la pelota, las familias hacen un picnic o ensayan con la murga”.
Al momento, la causa por la adjudicación de tierras se encuentra en manos de la jueza Paola Cabezas Cescato, quien debe determinar la legalidad o no de la venta. Sin embargo, los terrenos siguen en manos privadas, a la espera de una resolución judicial.

“La idea de la caravana es realizar una protesta pero que sea colorida y que invite al vecino a participar», dice Violeta Fractman, organizadora del evento.
Actualizado 28/11/2017