«Nadie puede proscribir este amor»

«Nadie puede proscribir este amor»

A pesar de la lluvia, continúa sin cesar el desfile de la militancia frente a la casa de Cristina Kirchner para brindarle su respaldo después de la ratificación de la pena y la inhabilitación electoral que le dictó la Corte Suprema. San José 1111 se convirtió en un santuario. Los preparativos para la marcha del miércoles.

Ya es el quinto día de vigilia en San José 1111, la gente no se mueve, los canales de TV no paran de nombrarlo y es el peronismo inundando las calles otra vez. “Ella baila sola en el balcón” es la nueva indignación que genera Cristina Fernández de Kirchner. Que no haya llanto y sea fiesta, es lo que no entienden. 

Ya es media tarde, y entre el frío y la lluvia, los paraguas y las carpas, los gritos, y los cantos, los patys y los choris, las banderas y las pintadas, los trapos y los carteles, se escuchan bombos. Se ven colores, lentejuelas, gorros, trajes brillosos, volados, bordados, hombreras y pecheras.

Entre la multitud, Giselle pide permiso, la murga tiene que pasar. “Hemos sufrido la prohibición en la dictadura y Cristina nos devolvió los feriados del carnaval por eso tenemos gran gratitud hacia ella y hacia la democracia, y no podemos permitir este avance de un Poder Judicial enquistado en el poder que avanza sobre las instituciones y la independencia de los tres poderes institucionales”, dice esta integrante de la murga “Los Arlequines de la R” del barrio de Belgrano.

“La murga como movimiento popular, cultural, gratuito, que siempre está en las calles tiene la obligación de levantar estas banderas y estar acá presente. No podemos permitir que avancen sobre nuestro futuro, por eso nos estamos convocando acá, los bombos que tanto representan lo popular, nuestro grito, nuestro romper cadenas con el baile de la murga”, agrega Giselle. 

«En Recoleta te quisieron matar, en Constitución te vamos a cuidar» dice un pasacalle firmado por la Juventud Universitaria Peronista sobre Humberto Primo y casi San Juan. La promesa de cuidado es real, a menos de media cuadra está la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA donde estudiantes y militantes no temen usarla como trinchera para estar cerca de Cristina.

Desde el CECSO, el Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales, sus integrantes se proclaman por la democracia y en estado de alerta y movilización, y convocan el martes 17 de junio a una vigilia para el miércoles movilizar en caravana desde la casa de Cristina a Comodoro Py, en línea con la convocatoria de “Argentina con Cristina” que manifiesta que hay que volver a poner las cosas en su lugar. “La principal fuerza opositora tiene que poder elegir a su candidata. Y nuestro pueblo tiene que poder decidir en paz y tranquilidad”, reza el colectivo.

Pilar, estudiante de Ciencias de la Comunicación, piensa que toca moverse, militar y hacer el quilombo que siempre prometimos que íbamos a hacer cuando dijeron que se iban a meter con Cristina.

Los carteles colgados y las cartitas que le dejaron a Cristina en los alrededores del departamento de su hija están mojados pero aún se lee lo que dicen: “Avanti morocha”, “Unir las luchas”, “Yegua nunca mascota” y “Nadie puede proscribir este amor” son algunas de las leyendas que abundan en Constitución, un barrio pobre, medio pelo y con olor a meo. Un barrio que tiene el foco más peronista hoy. Un foco de resistencia. Un barrio que enuncia: “Corte Suprema injusta, más cerca del billete que de la justicia” y “Magnetto mafioso”. Un barrio que también albergaba al Enacom. A la casa de Cristina, este sábado también se movilizó Patria Grande, encabezado por Juan Grabois y Ofelia Fernandez, desde Parque Lezama.

En el marco de las diferentes convocatorias y reuniones que se vienen realizando en la sede del PJ Nacional de cara a la multitudinaria movilización del próximo 18 de junio para acompañar a Cristina a Comodoro Py para entregarse formalmente ante la justicia, más de 250 intendentes e intendentas de todo el país expresaron su absoluto repudio ante el fallo de la Corte Suprema. Los jefes comunales se suman a las acciones de trabajo territorial para garantizar que “Argentina con Cristina” sea una movilización histórica con el objetivo de garantizar que Cristina vuelva a su casa y no permitir la humillación a la que quiere someterla el partido judicial.

 

Durante la tarde de hoy en la sede del PJ Nacional se realizó una conferencia de prensa con medios internacionales. El presidente del Partido Justicialista bonaerense Máximo Kirchner estuvo junto al abogado defensor de Cristina, Carlos Beraldi; la secretaria general del partido a nivel nacional, Teresa García; el secretario de relaciones internacionales, Gustavo “Tano” Menéndez; y los ex cancilleres argentinos, Jorge Taiana y Felipe Solá.

Durante el diálogo con medios extranjeros, Beraldi explicó las irregularidades producidas durante el proceso que culminó con la condena a la presidenta del  PJ Nacional, dos veces presidenta y ex vicepresidenta de la nación. El secretario de relaciones internacionales y los ex cancilleres se refirieron a las acciones en el plano internacional y la articulación que se viene realizando con partidos, organizaciones y líderes del mundo en relación a la movilización del miércoles y el repudio de la proscripción a Cristina. Máximo Kirchner  respondió preguntas vinculadas al plano político. Entre los medios presentes se encontraban: El País, New York Times, EFE, Reuters, Cort News, Buenos Aires Herald, RT en Español, Fran Press, France 24, ANSA, Globo, CNN Brasil, Canal 3 de Barcelona, Prensa Latina, TVE, Nodal, Financial Times, Cort News, Agencia Nova, entre otros.

«Un cepo al voto popular»

«Un cepo al voto popular»

Cristina Fernández de Kirchner no podrá ser candidata a legisladora bonaerense porque la Corte Suprema ratificó el fallo de la causa Vialidad que la condena a seis años de prisión y la inhabilita para ocupar cargos públicos. Cortes en los accesos a la Capital, movilizaciones en el interior del país y frente a la sede del PJ Nacional, además de una vigilia en la puerta de su casa como manifestaciones de apoyo. El peronismo de todas las vertientes y otras fuerzas políticas se solidarizaron con ella. Recurrirá a tribunales internacionales.

La Corte Suprema falló en contra de Cristina Kirchner en el marco de la causa Vialidad. La expresidenta fue condenada a seis años de prisión y quedó inhabilitada para ejercer cargos públicos de por vida. Le dieron cinco días hábiles para presentarse en Comodoro Py, y ser detenida aunque se descuenta que obtendrá el arresto domiciliario. La noticia convocó a miles de militantes peronistas a la puerta de su casa en el barrio de Constitución, a los trabajadores del Smata a cortar la Panamericana y a los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA a tomar el edificio, entre otras tantas muestras del repudio que generó la resolución de los jueces cortesanos.

A eso de las 15, el dirigente Eduardo Valdez comentó en las inmediaciones del Partido Justicialista Nacional, con tono esperanzado, que el fallo no iba a salir porque tenía que ser unánime para gozar de validez. A pesar de sus ilusiones, finalmente fue unánime y salió. Los votos de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti dictaminaron que la dos veces presidenta de la nación ya no podrá ser candidata a legisladora provincial en septiembre, candidatura que, como dijo Cristina ayer, “bastó para que se desataran los demonios”.

Horas antes, a eso del mediodía, los gremios y la militancia se declararon en estado de alerta y movilización, y llamaron a juntarse en la sede del PJ Nacional, en la calle Matheu, en donde Cristina se reunió con funcionarios y dirigentes de alta jerarquía de las provincias para discutir el estado de la situación. También mantuvo encuentros con Juan Grabois, Ofelia Fernandez, Federico Mochi, Alicia Kirchner, Julia Strada, Sergio Massa y Axel Kicillof, entre otros.

“Se está dando en la Argentina un golpe institucional contra la democracia y la república, se han violado todas las garantías constitucionales y la principal líder de oposición va a ser proscrita por estos tres sinvergüenzas, delincuentes de una Corte Suprema. Argentina deja de ser una democracia y pasa a ser la dictadura de Milei”, expresó tajante Grabois antes de entrar. A su turno, también en el ingreso y al lado del senador José Mayans, vicepresidente 1º del PJ, la senadora Juliana Di Tullio había contestado a una pregunta del cronista de La Nación+ sobre los verdaderos autores del fallo. “El dueño de tu medio, no vos que sos un laburante pero sí los Saguier, como los Magnetto de Clarín”, dijo.

 

“Que el cauce del río sea guiado por el peronismo”

Momentos después de conocerse el fallo, Cristina Kirchner habló en las puertas de la sede del PJ Nacional. “El partido Judicial le puso cepo al voto popular”, sostuvo, mientras en las calles se oía: Si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar”. La expresidenta agregó que “este cepo no lo pone este Triunvirato de impresentables que funge como una ficción de la Corte Suprema. Son tres monigotes que responden a cargos más altos que ellos”. Y la calle siguió: “La proscripción, la proscripción que se va a la puta que lo parió”.

Cristina recordó que cuando se produjo el intento de magnicidio, un editorial se tituló “La bala que no salió y el fallo que sí saldrá”, y una joven gritó “Clarín la concha de tu madre”. La ex presidenta respondió: “Amén”. Sobre el poder económico dijo que puede tropezar, pero no dos veces con una misma piedra. “Saben que nosotros somos los que podemos construir una alternativa cuando esto se desplome”. Según ella, este fallo busca que el campo nacional y popular no pueda organizarse.

“Diganme si no es una paradoja entre cruel y patética que los que se fueron en helicóptero hoy están de nuevo en el gobierno trayendo al Fondo Monetario Internacional y que nadie los haya llamado a declarar por el robo al país”, preguntó en forma retórica. Y enseguida le dedicó unas palabras a Mauricio Macri. “Es un fracasado que ni siquiera pudo lograr la reelección”, y la militancia coreó, “Mauricio Macri la puta que te pario”.

“Ellos en libertad y yo presa. Pero quiero decirles algo. Mientras los Sturzenegger, los Caputo, los Macri anden en libertad y no les pase nada, que yo esté presa es un certificado de dignidad”, manifestó con su vehemencia habitual. Y recordó que cuando fue a declarar “durante más de tres horas, sostuve antes de levantarme que la sentencia ya estaba escrita, y lamentablemente no me equivoque”.

Sobre la situación que vive el país, la ex mandataria lanzó: “Me pueden meter presa pero los salarios siguen bajos, los medicamentos están cada vez más caros, los chicos tienen derecho a comer cuatro comidas por día”. 

A criterio de Cristina, “el pueblo es como un río, se le ponen piedras, se puede modificar el cauce, pero finalmente el agua pasa. Yo espero que ese cauce sea guiado por el peronismo”. Y apuntó: “También sé porque la historia me ha enseñado, que el pueblo toma héroes y liderazgos a medida que el tiempo va pasando. El pueblo argentino no se resigna a vivir sin derechos, no se resigna a tener trabajos malos”. 

Cristina cerró mandando a militar, a organizarse, a estar junto al pueblo que lo necesita y junto a todos los colectivos sociales que están siendo atacados por estas políticas. Y saludó con un “los quiero mucho, les agradezco todo el aguante y todo”.

Hasta las 18, la expresidenta estuvo reunida con la dirigencia peronista en la calle Matheu y luego partió a su hogar en Constitución donde gremios, centros de estudiantes y militantes la esperaban. En las calles cercanas a ambos sitios se leían grafitis que decían “Que arda la Corte Suprema” y “CFK” sobre una “V”.

Durante el día de ayer hubo cortes en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires en distintos puntos del país. En la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, el Centro de Estudiantes comunicó que el edificio se iba a tomar a partir de las 22 en Defensa de la democracia. Lo mismo ocurrió en la Facultad de Filosofía y Letras. Asimismo, otras universidades y varios gremios docentes y no docentes anunciaron paro para este miércoles. “En defensa de la democracia y contra la proscripción de Cristina”, argumentaba el comunicado de la Federación de Trabajadores Universitarios (FATUN).

Al cierre de esta edición, los estudiantes de la Facultad de Psicología de la UBA cortaban la avenida Independencia, y muy cerca Cristina salía al balcón de su departamento para saludar a todos y todas quienes se habían acercado y ya llenaban cuatro cuadras bien tupidas de manifestantes. Dirigentes de todos los sectores peronistas se solidarizaron con ella, que comenzó a recibir visitas en su domicilio. También integrantes de otras fuerzas políticas. A última hora, la primera línea dle Frente de Izquierda se hizo presente con figuras como Myriam Bregman, Nicolás del Caño y Cristian Castillo.

El fallo, que salió en tiempos record para la letanía que suele tener la Corte en redactar sentencias, alterará el clima político electoral que vive el país. Habrá que ver para dónde soplará el viento. O, como dijo Cristina, cómo se encauzará el río.

«Soy una fusilada que vive»

«Soy una fusilada que vive»

Cristina Kirchner encabezó en la sede del PJ Nacional el acto por el Día de la Resistencia Peronista que sirvió para dar una muestra de fuerza y de unidad del peronismo ante la amenaza de la inminente detención de las dos veces expresidenta de la Argentina.

Cristina Fernandez de Kirchner realizó un acto en la sede del Partido Justicialista, en homenaje al Día de la Resistencia Peronista que conmemora a los fusilados durante el gobierno de facto de Pedro Eugenio Aramburu en 1956. El encuentro se convirtió en una demostración de fuerza del estado de alerta y movilización en el que se encuentra el movimiento peronista ante la amenza de un fallo inminente de la Corte Suprema que confirme la condena y detención de la expresidenta y candidata legislativa bonaerense.

A la derecha de Cristina se encontraba Leonardo Grosso, dirigente del Movimiento Evita, quien comenzó por dar un pequeño marco al discurso que encabezaría la dos veces electa presidenta y una vez vicepresidenta. “Buscar el cauce para darle salida política a este momento que vive el país”, dijo Grosso.

A su izquierda, Jorge Costales, hijo del capitán Costales, fusilado en la Unidad Regional de Lanús, provincia de Buenos Aires, luego del frustrado intento del 9 de junio de 1956, comandado por el General Juan José Valle, por recuperar la soberanía popular arrebatada por el golpe militar de Isaac Rojas y Pedro Eugenio Aramburu, protagonizado un año antes.

Ya la primera fila era una demostración que la posible proscripción de Cristina era más trascende que las interas. Allí estaban sentados el gobernador bonaerense Axel Kicillof junto a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. A sus lados, se mostraban Wado de Pedro, por La Campora, el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos de la provincia de Buenos Aires Gabriel Katopodis, los diputados Leopoldo Moreau y Cecilia Moureau, y el intendente de Olavarría Maximiliano “La Tota” Wesner. 

Luego, en el centro de la mesa, Cristina Fernandez de Kirchner abre el discurso diciendo: “Los hechos de hoy no hacen más que confirmar que la casualidad no es una categoría política”. En relación al Día de la Resistencia Peronista agregó: “Fusilaban y asesinaban gente por ser peronista. Los Bombarderos en la Plaza de Mayo en un día hábil, la proscripción a Perón, la dictadura cívico militar.” Y agregó: “Los que hablan de la grieta que se hagan cargo de lo que hicieron. Las divisiones perjudican a los argentinos”.

Después habló de la política del actual gobierno y en relación al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional señaló: “Perón se negó a negociar con el FMI, la Revolución Libertadora negoció un acuerdo con el FMI.” Y completó: “Ahora ya no son necesarios los golpes de estados, ahora es necesario al Poder Judicial. Es como el PJ, ´pero no como este PJ. El Poder Judicial es una guardia pretoriana del sector económico.”

Y sobre su candidatura actual añadió: “Solo bastó una candidatura para que se desataran los demonios.” Y luego sentenció: “Este modelo tiene fecha de vencimiento, este modelo se agota, ellos lo saben, es como lo que hizo Martínez de Hoz”. Enseguida subrayó que el poder económico sabe que este gobierno va a fracasar y que con su condena quiere garantizarse que podrán ungir al sucesor: “Tenemos que entenderlo en clave de política económica y de los sectores hegemónicos: Clarín, Telefónica con Macri y Telecom”, mencionó y luego toréo a Javier Milei. “El presidente se hace machito con el Garrahan, porque no se hace el machito con Clarín, que se va a quedar con Telefónica”.

Después llegó el momento de los mensajes elípticos para el gobernador Kicillof, que disputa la interna partidaria desde su espacio Derecho al Futuro. “Tenemos un problema cuando se llega como un proyecto colectivo y luego termina siendo un proyecto individual –advirtió-. Ante eso, el pueblo se termina organizando en defensa propia. La unidad siempre y cuando el primero sea yo, no es unidad. No importa el nombre, importa la unidad.”

“Mientras caminen libres de polvo y paja los que hicieron desastres en el país, que me metan presa es un certificado de dignidad”, expresó Cristina y entre risas dijo parafraseando a Rodolfo Walsh en Operación Masacre: “Yo soy una fusilada que vive, en definitiva”

Cerró el acto dentro de la sede del PJ nacional con: “Hay mucha demanda, hay mucha necesidad. Estemos junto a ellos, a los necesitados, para cuidarlos, para ayudarlos. Es lo que siempre hemos hecho y seguiremos haciendo. Quieren someter a la Argentina”.

 

El discurso a la militancia

Una vez terminado el acto en el PJ, Cristina Kirchner salió a la calle a saludar a los militantes que aguardaban sobre Matheu. Habló y dijo: “La grieta la hicieron los gorilas fusilando a todo lo que se ponía delante que se oponía a lo que ellos querían. Es hora de que nos sentemos en serio a hablar de lo que pasó en la Argentina.”

La expresidenta recordó que hubo una Argentina industrial que promovió el peronismo. “En esa Argentina se podía soñar con que un hijo sea universitario y vaya a trabajar –describió-. Pero no es posible crecer y desarrollarse en un país que todos los días se endeuda cada vez más sin que los argentinos vean un peso. Se anulan los programas científicos, quieren cerrar el Conicet, no hay rutas nuevas, no hay viviendas nuevas, no se financia la educación.”

Como había dicho dentro del PJ, reiteró que este modelo es inviable y que los empresarios y propietarios de los medio de comunicación lo saben.“Creen que van a solucionar todo esto metiéndome presa. Dale metanme presa, eso no le va a solucionar la vida a los argentinos. Apuntan a que cuando esto se caiga no haya una unidad organizada frente a ellos”, repitió Cristina frente a la multitud militante.

Por último, llamó la atención a la militancia: “El peronismo debe estar atento, no estamos logrando interpretar lo que pasa. Los ríos no se detienen, cuando no pueden ir por un lado van por el otro, la historia lo demuestra”.

El Día de la Resistencia

Tras el golpe de Estado cívico, militar y eclesiástico contra el gobierno constitucional de Juan Domingo Perón, en 1955, la Argentina comenzó una etapa de decadencia económica y cultural. En ese contexto, el 9 de junio de 1956, el general Juan José Valle encabezó un levantamiento de militares y trabajadores peronistas. En respuesta al levantamiento peronista, el presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu implementó la Ley Marcial. A través de ella, entre el 9 y el 12 de junio de 1956 veintisiete civiles fueron fusilados en los basurales de José León Suarez, en el Partido de General San Martín.

El testimonio de uno de los sobrevivientes, “el fusilado que vive”, le permitió a Rodolfo Walsh escribir su emblemático libro Operación masacre. Ese día se dice que nació la Resistencia Peronista, que durante 18 años, hasta que Perón volvió al país del exilio, en 1973, mantuvieron vivas las ideas justicialistas superando la proscripción impuesta por militares golpistas.

Una criatura como presidente

Una criatura como presidente

En el Día del Periodista, ANCCOM entrevistó a dos jóvenes acreditadas en la Casa Rosada para que cuenten cómo ven el gobierno desde el centro del poder. Maia Jastreblansky, de La Nación y Cenital, y Melisa Molina, de Página/12 y la 750 -ambas formadas en la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA-, hablan también del pluriempleo y los ataques a la prensa.

Una marcha contra la crueldad

Una marcha contra la crueldad

A 10 años de la primera movilización Niunmenos, las organizaciones feministas confluyeron en la tradicional marcha de los jubilados de los miércoles para exigir aumento de haberes y la restitución de los medicamentos gratuitos y de la moratoria. También se acercaron al Congreso los científicos del Conitet, el personal del Garrahan y familiares y colectivos de personas con discapacidad. Al mismo tiempo, la Cámara de Diputados dio media sanción a una ley que aumenta del 7,2 por ciento las jubilaciones, lleva bono a 100.000 pesos mensuales y prorroga el acceso a la moratoria. Ahora lo tiene que ratificar el Senado. No obstante, el gobierno adelantó que lo vetará.

Junio es el mes de la marcha histórica del Ni Una Menos y, ante la situación de los jubilados, desde el colectivo convocaron a movilizarse el miércoles 4, en lugar del tradicional 3J, fecha en que se viene llevando adelante desde hace exactamente 10 años, a partir del femicidio de Chiara Páez en la ciudad de Rufino, Santa Fe.

A los miércoles de protestas de los jubilados que reclaman por un aumento de haberes y el retorno de los medicamentos gratuitos y la moratoria, en esta oportunidad también se sumaron científicos, trabajadores del Hospital Garrahan, diferentes sectores del área de discapacidad y algunos sindicatos.

La jornada arrancó antes del mediodía cuando comenzaron a llegar jubilados, personas con discapacidad, familiares, trabajadores, desempleados y asambleas barriales. La cantidad de personas que se acercaba a las inmediaciones del Congreso fue aumentando durante la jornada alcanzando el momento más masivo a la media tarde. En un contexto de niveles de represión y quita de derechos sistemática, el avance del gobierno no cesa, el apoyo a los jubilados tampoco.

La jubilación para el mes de junio subió sólo 8 mil pesos, es decir que quienes cobren la mínima –la mayoría de los adultos mayores- recibirá 304.000 pesos. Mientras tanto, la canasta básica de bienes y servicios de un jubilado asciende a 1.200.000 pesos mensuales.. 

La convocatoria buscó visibilizar las políticas de ajuste generalizado de la actual administración nacional. Alberto Shocrón, de 78 años, contó a ANCCOM: “Yo soy jubilado y estoy por la unidad de todas las luchas, que es fundamental porque sufrimos de lo mismo. Este es un gobierno criminal, pedimos que no nos maten ni a palos ni de hambre y lo están haciendo. Tenemos que estar nosotros porque no hay nadie que pueda hacer una rebelión. Cuando nosotros les decimos que son nazis, para nosotros es terrible pero para ellos es un elogio. Quieren que tengamos miedo, sino para qué van a mandar mil policías para custodiar ochenta mil personas en un Boca-River y para custodiar a cien jubilados mandan dos mil”.

Esta vez, la suma de colectivos y reivindicaciones hizo que fueran varios miles los que llenaron la plaza del Congreso. No alcanzó para que que los diputados realizaran la audiencia especial para declarar en emergencia al Gárrahan. Por eso, minutos después la Asociación de trabajadores del Estado lanzaba un comunicado anunciando un paro a partir de las 0:00 del jueves 5 de junio. 

Los trabajadores del CONICET también se hicieron presentes para denunciar la política de vaciamiento en ciencia y tecnología del gobierno, desarmando los equipos de investigación y rompiendo todo el sistema científico.

Lidia Cantón, jubilada, instó a “que vengan todos, con bastones, sillas de rueda. Cada miércoles tiene que estar así, la gente tiene que reconocer que votó mal, el presidente no tiene empatía”.

Por su parte, Lorenzo de 73 años aseguró que “este gobierno es intolerable, lo que están haciendo es terrible”. Además, el jubilado consideró que “si el pueblo se equivocó tiene que rectificar el error, el pueblo tiene que venir acá, tiene que despertar. “Yo quiero vivir, lo que nos pagan es una condena a muerte”, concluyó.

A la noche, con la plaza ya vacía, en la Cámara de Diputados terminaba la discusión sobre un posible aumento a los jubilados, una moratoria y muy modesta mejora en el bono. Finalmente, los legisladores aprobaron un aumento de un 7,2%, la actualización del bono a 140.000 pesos y la prórrogo de la moratoria jubilatoria por dos años. Desde el gobierno nacional ya advirtieron que vetarán la ley aprobada .

Del «hecho en China» al «creado en China»

Del «hecho en China» al «creado en China»

El exembajador argentino en Beijin analiza el ascenso del gigante asiático desde una perspectiva geopolítica, filosófica e histórica. El rol de la planificación, el lugar social de los abuelos, la educación como motor del ascenso social y las diferencias con la política internacional estadounidense.

Aunque los productos chinos, japoneses o coreanos forman parte de nuestra vida cotidiana, en Argentina persiste una mirada exótica y lejana sobre Asia. Sin embargo, entender el rol de China en el escenario global es clave para no quedar al margen de las transformaciones que redefinen el orden mundial. En diálogo con ANCCOM, el exembajador en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, analiza el ascenso del gigante asiático desde una perspectiva geopolítica, filosófica e histórica. Politólogo de formación y militante de tradición, Vaca Narvaja creció en el exilio cubano como parte de la llamada «guardería montonera», un enclave secreto donde se criaron los hijos de dirigentes revolucionarios como su padre, Fernando Vaca Narvaja.

Ante la confesión de la cronista, que admite no ser experta en China, responde sin condescendencia: “He conocido funcionarios que llegaron a altos mandos sin tener idea de China”. Él, en cambio, estudió ese país, lo vivió durante uno de sus momentos más críticos -la pandemia de covid-19- y adoptó muchas de sus costumbres. Promueve el intercambio de saberes con la misma naturalidad con la que regala libros a quienes, como él, se acercan con ganas de entender.

¿Por qué China tiene un rol histórico tan relevante en el escenario mundial?

China fue, durante siglos —del I al XVI— el centro económico global, con un peso que oscilaba entre el 30 y el 45% de la economía mundial. Esa perspectiva histórica explica por qué, para los chinos, su país no está «emergiendo», sino reemergiendo. Ven este crecimiento como un retorno a su lugar natural en la historia. Esa hegemonía se interrumpe con las invasiones extranjeras entre los siglos XIX y XX, conocidas en China como el “Siglo de la Humillación”, que reducen su participación económica global al 5%. La reconstrucción empieza con la fundación de la República Popular China en 1949. A esto se suma una larga tradición filosófica y estratégica —Confucio, Lao Tse, Sun Tzu— que pone el foco en la armonía interna y la defensa, no en la expansión. Pensemos en la Gran Muralla, el símbolo más fuerte de China, es una muralla: un esquema defensivo. Y el elemento central es la cohesión interna. O sea, la preocupación número uno de China era el orden civil de su población y de su territorio, que era muy grande, muy diverso.

A diferencia de otras potencias de Occidente, pareciera que China no tiene tendencias colonialistas, al menos de las maneras que conocemos. ¿Qué explica esa diferencia estructural?

Hay una tendencia a suponer que el crecimiento de China implicará una lógica imperialista similar a la que conocimos con las potencias occidentales. Pero tanto sus políticas como sus discursos demuestran otra cosa: multilateralismo, paz, desarrollo compartido. Yo creo que esto es algo que se explica primero por la geografía: tienen un territorio inmenso, diverso y difícil de cohesionar. Por eso, históricamente, su prioridad fue mantener ese orden interno, antes que la expansión. Por otro lado, considero que hay un componente filosófico que también tiene mucho peso. Tanto el confucianismo como el taoísmo rechazan la imposición y valoran la armonía con la naturaleza y entre las personas. Incluso sus grandes exploraciones, como las de Zheng He durante la dinastía Ming, no buscaban conquistar sino intercambiar conocimientos, medicina y alimentos. Fue un enfoque de encuentro civilizatorio, no de dominación.

¿Qué rasgos definen hoy a la sociedad china?

Es una sociedad con una fuerte conciencia colectiva. Las metas se encaran con disciplina, sacrificio y sentido de comunidad. También hay una estructura muy jerárquica y un profundo respeto por la autoridad, rasgos que conectan naturalmente con la organización del Partido Comunista Chino. Esto se complementa con una visión humanista y universalista, tanto en lo filosófico como en lo político. Las iniciativas que promueve China en Naciones Unidas —de seguridad, desarrollo y civilización global— apuntan a un mundo multipolar, basado en la cooperación, la transferencia de tecnología y el beneficio mutuo.

Occidente suele interpretar el liderazgo chino como autoritarismo. Sin embargo, su forma de ejercer poder internacional parece ser muy distinta a la estadounidense. ¿Cómo lo viviste en tu experiencia como embajador?

Hay una diferencia filosófica profunda. Mientras Estados Unidos históricamente impone su modelo con sanciones o intervención militar, China apuesta por la no injerencia y el respeto a la soberanía. En sus vínculos internacionales, prioriza la cooperación antes que la confrontación. Durante mis años como embajador, noté que la adhesión al Partido Comunista Chino no es tanto ideológica, sino práctica: los resultados están a la vista. Desde 1949, China sacó a 800 millones de personas de la pobreza. Hoy no hay pobreza estructural. Lidera sectores tecnológicos, cuenta con 75.000 km de trenes de alta velocidad y un desarrollo urbano impresionante. Esa mejora constante genera confianza en el Estado. En una primera etapa de su modelo de desarrollo, China atrajo inversiones con mano de obra barata y exenciones impositivas. Pero exigió un requisito clave: transferencia de tecnología. Las empresas extranjeras tenían que asociarse con empresas chinas. Así, en apenas unas décadas, China pasó de ser la fábrica del mundo a liderar sectores como la industria automotriz y las nuevas tecnologías.

Mencionaste el «sacrificio» como parte del progreso. Y aunque se pueda coincidir, creo que desde acá, a los ojos de los argentinos, muchas veces, ese sacrificio y disciplina chinos se perciben como algo extremo, ¿no?

El sacrificio tiene un contexto: China tiene más de 1.400 millones de habitantes. La competencia es feroz y el estudio es la principal vía de ascenso social. Por eso, las exigencias escolares son altísimas. Aprender mandarín, además, no es sencillo. Es un idioma complejo, con una escritura casi artística.

Lo llevo a un ejemplo quizás medio básico, pero que puede ilustrar las diferencias culturales: cuando corre la noticia de que en el almacén de barrio, los adultos envían a sus hijos menores de edad solos a China, muchos vecinos argentinos suelen acusarlos de fríos, desapegados ¿cómo lo ves?

Muchas familias que emigraron por necesidad envían a sus hijos de regreso a China para que mantengan un vínculo cultural y educativo que para ellos es muy importante. Lo ven como algo positivo para la crianza de sus hijos, porque confían en la educación que recibirán y en que va a ser mejor para su desarrollo humano. Además, se da algo interesante: esas familias que se sacrificaron trabajando en supermercados o fábricas, lograron una mejora económica real. Hoy, muchos de sus hijos ya no quieren continuar esos negocios: quieren estudiar, avanzar, cambiar su destino. Por eso viajan a China. Es una prueba de movilidad social efectiva. Y con respecto a la crianza, aparece una figura central en la cultura china: los abuelos. En general, los núcleos familiares viven juntos o muy cerca, y son los abuelos quienes crían a los nietos mientras los padres trabajan. Son quienes los reciben en China cuando estos niños viajan. Para ellos, los adultos mayores son una institución clave, transmisores de valores, cultura y tradiciones.

China hizo una inversión gigantesca en educación, ciencia y tecnología. Primero envió a sus jóvenes a formarse al exterior y luego los repatrió para volcar ese conocimiento en el país. Al mismo tiempo, fortaleció su sistema universitario, hoy completamente alineado con los intereses estratégicos nacionales. En China se gradúan 1.500.000 ingenieros por año. En Estados Unidos, apenas 200.000.

Sabino Vaca Narvaja

¿Cómo creés que se explica el nivel de desarrollo alcanzado por China?

Lo que muchas veces no se ve detrás de un logro tal como superar tecnológicamente a Estados Unidos, es la planificación de largo plazo. China hizo una inversión gigantesca en educación, ciencia y tecnología. Primero envió a sus jóvenes a formarse al exterior y luego los repatrió para volcar ese conocimiento en el país. Al mismo tiempo, fortaleció su sistema universitario, hoy completamente alineado con los intereses estratégicos nacionales. Para darte una idea: en China se gradúan 1.500.000 ingenieros por año. En Estados Unidos, apenas 200.000. Hay una entrevista muy clara del CEO de Apple, Tim Cook, donde explica por qué siguen fabricando en China. Él dice: “No es por la mano de obra barata. Es por la especialización. En EE.UU. no lleno una sala con ingenieros en herramientas de precisión. En China, lleno diez estadios”. China ya no es solo “la fábrica del mundo”. En los 80 lanzaron el “Programa Antorcha”, luego “Made in China 2025” —con el lema del hecho en China al creado en China— y ahora están con “Innovación 2030”, que prioriza inteligencia artificial, computación cuántica, tecnología satelital. La diferencia es que lo hacen con una planificación estatal muy fuerte. Arman ecosistemas donde un grupo de jóvenes puede desarrollar una inteligencia artificial capaz de competir globalmente. Y esa es su ventaja: pensar el desarrollo con soberanía.

¿Y cómo se inscribe en eso la llamada “guerra comercial” con Estados Unidos?

La guerra comercial tiene dos fases. En la primera, Trump intentó frenar el avance tecnológico de China. Fracasó. Ahora, en esta segunda etapa, lo que Estados Unidos quiere frenar es el surgimiento de un sistema monetario alternativo. China avanza en la internacionalización del yuan, desarrolla el yuan digital, y se organiza con los BRICS para comerciar en monedas propias. Lo que Estados Unidos tiene hoy es una enorme deuda, y mantiene su poder global gracias a la capacidad de emitir dólares sin respaldo productivo. Eso genera una burbuja financiera cuyos costos paga el resto del mundo. La guerra en Ucrania también puso esto en evidencia. Volvimos a la teoría de centro-periferia del argentino Prebisch. Porque parecía que los países desarrollados dependían de emergentes como Ucrania, o incluso como nosotros, para garantizar alimentos y energía baratos. Y ahí tenemos que hacer una reflexión profunda: Argentina no solo tiene lo que necesita el mundo… tiene lo que necesitamos los argentinos. La pregunta es cómo agregarle valor sin repetir relaciones de dependencia.

¿Y cómo ves actualmente la política exterior argentina?

El mayor talón de Aquiles de Milei es, precisamente, su política exterior. Es vergonzosa. Argentina venía construyendo, con distintos gobiernos, una diplomacia coherente en derechos humanos, ambiente, género, integridad territorial. Eso era un activo respetado en el mundo. Como país austral, teníamos una posición neutral, heredera de la tercera posición y del Movimiento de Países No Alineados. Este gobierno rompió con todo eso: se subordinó políticamente a otro Estado de una manera que nunca habíamos visto. Incluso en el tema Malvinas, al poner el foco en “los derechos de los habitantes” y no en la integridad territorial, se debilita la posición histórica argentina ante Naciones Unidas. China, por ejemplo, no reconoce la anexión de Crimea, aunque tenga buena relación con Rusia. Porque sostiene un principio: la integridad territorial. Y eso es lo que sorprende. Que Argentina, históricamente coherente, hoy se corra de esa línea. Cuando Trump impuso un arancel del 25% al acero y aluminio —que Argentina exporta bastante—, Milei no reclamó. Cuando se amplió al 10% para todos los productos, respondió que iba a “adecuar la normativa argentina”. Y además quiere dolarizar. Más pérdida de soberanía, imposible. Solo falta que pida la ciudadanía norteamericana.

¿Y cómo queda China en esta reconfiguración?

La relación con China también se ve afectada. Si vos liberalizás tu economía frente a un gigante industrial como China, sin proteger tu industria, vas al desastre. Pero no es que China imponga eso. Tiene acuerdos de asociación estratégica con Argentina y Brasil que respetan nuestras necesidades. No exige un tratado de libre comercio. Con Chile, por ejemplo, sí lo tiene. China no te impone un modelo: te pregunta qué necesitás y construye desde ahí. Eso es soberanía: tener estrategia propia, decidir en qué sectores vas a invertir, cómo proteger tu industria, qué querés desarrollar. Sin eso, la soberanía se evapora. Y lo que queda es pura dependencia. Hoy vemos una entrega. Política, económica y también cultural. Viene Milei, lo visita la general Laura Richardson, viaja once veces a Estados Unidos… Y mientras tanto, el aparato productivo argentino se desarma. Es un industricidio. Y lo más paradójico: dice ser liberal, pero admira a Trump, que hace proteccionismo. Es incoherente incluso con su propia ideología.

¿Cómo explicás el surgimiento de figuras como Milei en la política argentina? ¿Qué responsabilidades le caben al sistema político?

Es el resultado de un deterioro profundo en nuestra cultura política. Los partidos dejaron de discutir ideas, proyectos, planes de gobierno. Se volvieron estructuras meramente electorales, enfocadas en ganar elecciones más que en gobernar con rumbo.
 Además, hay una Cancillería pensada para un mundo que ya no existe: tenemos 30 embajadas en Europa y apenas 15 en Asia, cuando nuestra complementariedad económica está claramente con países como China, India y Brasil. La salida de los BRICS lo ilustra: desaprovechamos un espacio estratégico junto a nuestros principales socios comerciales. Y considero que ahí también hubo una incapacidad por parte de la cancillería de explicar por qué era importante ser parte de los BRICS, en qué nos beneficiaba. No se explicó lo suficiente. Todo esto erosiona nuestras instituciones. La gente percibe una política alejada de sus problemas reales, y es ahí donde aparecen liderazgos rupturistas como el de Milei. Mientras tanto, en países como China, el Estado es valorado porque mejora la calidad de vida de la gente. Acá, si no logramos lo mismo, vamos camino a una degradación institucional más profunda.

¿Qué tan mal parados nos deja un presidente que con frecuencia le falta el respeto a otros miembros de la comunidad internacional? ¿Hay vuelta atrás después de esto?

Nos deja muy mal parados, sí. Pero esto no es un fenómeno exclusivamente argentino: en todo el mundo hay liderazgos preocupantes, desde Trump hasta los partidos de ultraderecha en Alemania. Es verdad que en nuestro caso parece que seríamos los campeones de la distopía. Pero a mí me gusta verlo como una oportunidad. Porque todo lo que esto expone es una falla más profunda: la crisis de representación. Si la democracia se limita a votar cada tantos años y no hay una ciudadanía involucrada, el sistema se vacía. Lo que necesitamos es más democracia, pero de mejor calidad: con participación real, con control ciudadano, con tecnología al servicio del bien común. Hoy, en muchos países, el poder económico ha capturado la política. Gente con fortunas personales superiores al presupuesto de Estados enteros decide políticas públicas. Eso desvirtúa la democracia, que debería expresar la voluntad de las mayorías, no de las corporaciones. Por eso, tenemos que generar instituciones que estén a la altura de los desafíos sociales. En la Argentina, un ejemplo positivo fue la defensa transversal de la universidad pública. Es un espacio en donde Milei no pudo avanzar, y eso se debe a que hay gente que siente que la universidad pública le cambió la vida. Eso muestra que todavía hay activos sociales valiosos. Lo urgente es que el Estado recupere ese espíritu colectivo y lo traduzca en bienestar concreto.