Con un centenar de despidos en ACUMAR, retroceden las políticas de saneamiento del Riachuelo

Con un centenar de despidos en ACUMAR, retroceden las políticas de saneamiento del Riachuelo

Para hacerle frente al ajuste, sus trabajadores se organizan entre jornadas de visibilización y asambleas. La calidad de vida que pierden los vecinos de la cuenca del río Matanza.

“Están destruyendo las capacidades del Estado, están destruyendo el saber hacer”, declaró el ministro de Infraestructura de la Provincia de Buenos Aires Gabriel Katopodis, que se acercó a apoyar la protesta contra el desguace de Acumar, el organismo que se ocupa del saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo y de asistir a los pobladores asentados a su vera. “Acá hay ingenieros, arquitectos, compañeros y compañeras que saben lo que significa desarrollar política pública, sanear en este caso el Riachuelo, construir obras de mucha envergadura –señaló a ANCCOM–. Y a ese saber hacer la actual gestión nacional lo está destruyendo. Eso es lo que tenemos que poder evitar, porque cuando despiden a cientos de trabajadores están destruyendo capacidades del Estado. Me parece que hay que estar en la calle, que hay que hacerse presente, que la política tiene que estar acompañando para que realmente los trabajadores no estén solos”.

En los últimos días, más de un centenar de trabajadores de ACUMAR fueron echados de sus puestos de trabajo, muchos otros desde el 22 de marzo que están siendo intimados y los telegramas de despido siguen llegando. Sin embargo, las justificaciones de las autoridades rayan en lo insólito. Ante esta situación, los trabajadores se han organizado para realizar una serie de medidas a lo largo de toda la semana, que ayuden a visibilizar y dar batalla ante la situación acuciante que están atravesando. También adhirieron al paro de este jueves, y tienen pautada una asamblea para el viernes 10.

Ante la sede del organismo, en el centro porteño, ayer se manifestaron para visibilizar la gravedad de la situación. Débora Fretes, delegada de ATE, por la Autoridad Cuenca Matanza-Riachuelo expuso que “la argumentación para los despidos no tiene lógica, porque le piden que justifiquen a trabajadores de territorio, cargas horarias que ellos mismos no han registrado, si bien hay planillas para quienes trabajamos en el campo, no han sido cargadas por Recursos Humanos o por quien correspondía en ese momento”. A su vez, hizo hincapié en la tarea social que llevan a cabo los trabajadores, que se encargan de visitar barrios carenciados y profundamente vulnerados: “Por cada trabajador que es desvinculado de su puesto de trabajo, es un vecino y una vecina menos que tiene nuestra asistencia respecto a mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la cuenca, que quedan despojados de todos los derechos que se vinieron ganando hasta ahora; porque sin Estado no hay nada que el pueblo pueda tener”. Además, agregó que “esta lógica que hay detrás de la pugna por el achicamiento del Estado y el desfinanciamiento de todos los organismos, tiene que ver con las políticas de esta nueva derecha que es colonial, para ellos lo único que importa es venir y llevarse toda la que puedan, y después irse como si no hubiese pasado nada, que también nos trae recuerdos con respecto a la época del menemismo”.

 

Acumar, la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo, es un organismo público interjurisdiccional creado en 2006 que se encarga del saneamiento, regulación y recomposición ambiental de la zona que engloba 14 municipios de AMBA y CABA. Esta cuenca es una unidad territorial delimitada donde existe una gran contaminación, provocada principalmente por industrias y cloacas residuales, que afecta considerablemente la calidad de vida de millones de personas que viven al noreste de la provincia. Con la reconstrucción de la zona, llevada a cabo por el organismo, se han mejorado áreas de la zona y parte del ecosistema de los márgenes del Riachuelo, con su fauna y su flora.

Los trabajadores

En la jornada de visibilización hablaron con ANCCOM dirigentes gremiales y trabajadores atravesados por el vaciamiento del Estado. “ACUMAR te enseña otras realidades que detrás de un escritorio no las tenés –se posiciona Mónica, sensibilizada con la situación tras diez años de trabajo abocada al saneamiento de la cuenca y sus implicancias–. Se entienden en la acción. Es uno de los pocos organismos que llega a las comunidades más olvidadas, a las familias en situación de indigencia, empobrecidas. Esto se consigue en la calle, caminando en el barrio, pateando el barro, es lo que hacemos. La ACUMAR, más allá de la limpieza de los márgenes del Riachuelo, tiene una acción muy importante en la salud, que no es tenida en cuenta por este nuevo gobierno, que cree que todo se soluciona a través del mercado. El mercado no se ocupa del indigente, no se ocupa de la olla vacía, no le interesa y está de más”.

En esta misma línea, comentando otras tareas que también desempeña el organismo, se pronuncia Mónica Miranda, una de las trabajadoras intimadas: “Hacemos talleres en escuelas, concientización ambiental, prevención contra el dengue, articulamos con actores sociales, para formar mesas de trabajo en los barrios. En el trabajo de promotora de salud me tocó ser trabajadora social también. En Acumar estás dedicado exclusivamente a los barrios más vulnerables: este desguace va a dejar a esa gente fuera del sistema de salud o va a producir un sistema más exclusivo, sin poder brindarle una asistencia adecuada a muchas familias y chicos que no están siquiera escolarizados”. Por su parte, Laura, también trabajadora intimada, comentó que “ver que no podés llegar a ayudar en la contaminación y el ordenamiento habitacional que implica la salud de los habitantes de la cuenca es muy preocupante”.

Este proceso de desfinanciamiento ya tiene su correlato en el proceso de saneamiento a la Cuenca-Riachuelo-Matanza y peligra la transformación que vienen encauzando desde la conformación del organismo hace 17 años. Ante estas medidas de recorte de fondos y personal de distintas áreas, sumado a la finalización del contrato de cooperativas que se encargan de la limpieza del Riachuelo, Natalia, trabajadora territorial del área de intervención social, atravesada por la situación, expuso que “las consecuencias del desfinanciamiento ya se vieron este año, porque muchos de los barrios donde intervenimos se inundaron mucho más que años anteriores: es que justamente los cooperativistas son quienes garantizan la limpieza. Al mismo tiempo va a decaer todo lo que tiene que ver con urbanización, soluciones habitacionales, relocalización a la población que está cercana al río. El organismo existe hace años porque el nivel de contaminación que tiene el Riachuelo amerita una intervención sostenida en el tiempo: retirar toda esa intervención, esa plata, esos recursos humanos y materiales, va a generar un desmejoramiento cuando sabemos que la miseria hace que cada vez más gente, termine siendo empujada a vivir en esa zona”. 

Trabajadores despedidos, víctimas sin derechos

Trabajadores despedidos, víctimas sin derechos

El gobierno de Milei echó al 26 por ciento del personal de la línea 137, que atiende casos de violencia sexual y familiar, incluidas la explotación de niñas, niños y adolescentes y el grooming.

Desde que asumió la gestión libertaria, la línea 137 del Ministerio de Justicia de la Nación, que brinda asistencia los 365 días del año a las víctimas de violencia sexual y familiar, está siendo vaciada de personal y, por tanto, dejando de garantizar derechos a quienes requieren de asesoramiento legal, psicológico y administrativo.

De diciembre a hoy son 19 los profesionales despedidos sin justificación del Programa las Víctimas contra las Violencias de la línea 137, lo que representa “el 26 por ciento del total, mientras que el resto enfrenta una incierta situación laboral con vínculos contractuales hasta junio de 2024”, señala el petitorio de los trabajadores a las autoridades de la cartera de Justicia en reclamo por su reincorporación inmediata.

El programa existe hace 18 años, tiene alcance nacional y es gratuito. Está conformado por un equipo interdisciplinario de psicólogos, abogados y trabajadores sociales que, en articulación con redes de acompañamiento y contención territorial, es el que actúa ante situaciones de violencia y urgencias.

El vaciamiento comenzó el 29 de diciembre. Ese día, dos trabajadoras de la línea 137, a través del Sistema de Gestión Documental Electrónica, (GDE), recibieron un mensaje de un renglón en el que las informaban que su contrato no sería renovado. En ese momento, una de ellas estaba acompañando a una mujer embarazada y la otra asistiendo a una adolescente que había sido abusada sexualmente.

 

Mariana Vázquez es trabajadora social y estaba con licencia por ART cuando la despidieron después de 12 años. Se enteró en Semana Santa a través de la lista que circuló por el GDE. “Hasta el momento no tengo telegrama de despido ni notificación”, afirma.

Ella fue una de las profesionales que brindó capacitación a la Policía Federal en materia de género. “Desde el programa pudimos armar una cátedra en la que capacitamos tanto en la Universidad de Rosario como en la Escuela de Cadetes de la Policía Federal, en Villa Lugano, y en la comisaría de Chacarita”, cuenta. Con la línea 137, además, se encargaba de las formaciones del Ministerio Público Fiscal y de instituciones de salud como el Garrahan y el Hospital Elizalde, donde se atienden en su mayoría niños, niñas y adolescentes.

En el petitorio que presentaron los trabajadores de la línea 137, también exigen la garantía de estabilidad laboral y derechos para todos sus pares del Programa las Víctimas contra las Violencias, y el compromiso de las autoridades del Ministerio de Justicia de “velar por la integridad y continuidad de los programas estatales destinados a combatir la violencia familiar y sexual, reconociendo su importancia en la protección y asistencia de las víctimas”.

Según el Portal de Datos Abiertos de la Justicia Argentina, en el último año se recibieron más de 6.100 llamados a la línea 137 por violencia familiar.

Laura Boggon es psicóloga, trabaja en el programa desde 2010 y es delegada de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). Explica que la iniciativa de este acompañamiento surgió como respuesta a la necesidad de asistir a las mujeres victimizadas sexualmente en la vía pública. “Cuando las víctimas acudían a hospitales o comisarías, las revictimizaban. En ese contexto, la psicóloga Eva Giberti, actual coordinadora del programa, creó lo que devino en las Víctimas contra las Violencias, que trabaja tanto en situaciones de violencia familiar como sexual”, detalla Boggon.

Según el Portal de Datos Abiertos de la Justicia Argentina, en el último año se recibieron más de 6.100 llamados a la línea 137 por violencia familiar. En estos casos “se necesita el acompañamiento de un equipo para hacer una denuncia en la oficina correspondiente, o trasladar a la mujer que salió de su casa, o cuando los chicos y chicas quedan con el agresor. Entonces, denuncia mediante, asistimos para que autoricen a retirar a los niños. Solemos acompañar todo ese proceso –comenta Boggon–. Cuando son situaciones de violencia sexual, ya sea que actúen fiscalías o juzgados, también piden nuestra intervención, que vayamos al lugar donde está siendo asistida la persona, y hacemos un informe que pasa a formar parte del expediente judicial. En una segunda instancia nos citan para dar testimonio en los juicios. Hay un despliegue para brindar la mayor protección que puede lograrse y que no estemos marca la diferencia”.

La línea 137 es federal y brinda asistencia en todo el país. Los equipos profesionales tienen dos sedes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la metodología ha sido replicada en Chaco y Misiones. “Los llamados que llegan de otras provincias se intentan articular con el 911 de ese lugar donde está ocurriendo el hecho, para dar protección a esa persona. A veces nos encontramos con la traba de que quien llama no se anima a dar sus datos o tiene miedo, muchas veces son vecinos y no quieren quedar expuestos. Entonces, desde el programa, relatamos lo que se nos informa, los aspectos que vulneran los derechos de niñas, niños y adolescentes, y elevamos un acta que es enviada a los organismos locales de protección. No es una denuncia, pero es informar para que se comience a intervenir”, puntualiza Boggon.

El Ministerio de Justicia de la Nación todavía no responde al reclamo de reincorporación de los despedidos de la línea. Sus trabajadores, mientras tanto, sostienen reuniones gremiales y actividades para visibilizar el conflicto, como una radio abierta y la proyección del documental de la línea Cada 30 horas de la directora Alejadra Perdomo. “Desde la gestión manifiestan interés en el programa, pero lo están vaciando de personal –refiere Boggon–. No sé cómo pretenden que se mantenga cuando es un trabajo de 24 horas, todos los días, en torno a una temática tan compleja”.

Un Día del Trabajador con nada para celebrar

Un Día del Trabajador con nada para celebrar

Un día después de la aprobación de la Ley Bases en Diputados, que precariza los derechos laborales, la CGT y la Izquierda organizaron sus actos conmemorativos del 1º de Mayo. Mucha bronca entre los manifestantes y llamados resistir en la calle. Se confirmó el paro del jueves 9.

Luego de la media sanción de la Ley Bases en la Cámara de Diputados, que entre otras cosas posibilita la precarización laboral, este 1 de mayo mostró una avenida Independencia con enorme presencia de las agrupaciones sindicales para conmemorar el Día del Trabajador. Comenzaron a llegar desde las 8 de la mañana, citadas por la conducción de la CGT bajo el lema “La patria no se vende”, en la sede de Azopardo 802 a las 13 horas. Desde la Avenida 9 de Julio una columna tras otra marchaba cubriendo toda aquella avenida hasta el Bajo.

Entre las principales declaraciones de la cúpula de la CGT en la rueda de prensa realizada en el marco de la marcha, está la de su secretario general Héctor Daer, quien reivindicó las paritarias, los derechos adquiridos y la negociación colectiva como mecanismo para la mejora de las condiciones laborales. Y, en este sentido,  subrayó: “Queremos aclarar que no hemos negociado ningún proyecto ni dictamen de lo que ocurrió en la Cámara de Diputados”. Al mismo tiempo, ratificó el llamado al paro del jueves de la semana que viene y aseguró que no se resignará un ápice de los derechos conquistados a lo largo de la historia.

Mientras se preparaba para marchar sosteniendo una bandera del Sindicato de Trabajadores del Medio Ambiente, dijo Edgardo Hornos: “Creo que lo que se aprobó ayer en Diputados es un retroceso. Comienza un período en la Argentina donde la precarización laboral va a ser moneda corriente”. Al consultarlo sobre el futuro agregó: “Como lo fue en los años noventa, la lucha va a ser una suerte de resistencia”.

A la altura de la calle Piedras, de barba blanca y anteojos, Pepe, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), quien prefirió no dar su nombre completo, dijo estar esperanzado con el paro del jueves 9 pero a su vez se manifestó desconfiado sobre que la Ley Bases sea rechazada en el Senado.

 

 

Rojo y negro

En tanto, en Plaza de Mayo y frente a un cordón policial posicionado a lo largo de la Avenida de Mayo, las agrupaciones que integran el Frente de Izquierda de los Trabajadores Unidad presentaban sus estandartes en su propia marcha, bien distanciada de la CGT. El rojo de sus banderas, por un lado, y el negro de los uniformes policiales por el otro, generaban un clima que de a momentos se tornaba tenso. Laura Martino, autoconvocada independiente y “futura no jubilada” como ella se definió, aseguró: “Espero que los senadores no se comporten como los diputados traidores a la patria y que luchen por el pueblo”.

Del otro lado de la plaza y observando el vallado que se extendía a lo largo de toda la Casa Rosada, Lía Ramos, docente universitaria, resaltaba lo importante de salir a la calle y encontrase como forma de sobrellevar todas las malas noticias que día a día se escuchan. En relación al tratamiento de la ley en el Senado, expresó: “La verdad es que tengo esperanza, la movilización de las universidades fue muy importante y transversal y desde ese lugar, el del pueblo trabajador en la calle, podemos torcer ese destino”

Fue un 1º de mayo de contrastes, una marcha de gran convocatoria, con multiplicidad de colores y banderas que se corono con una conferencia de prensa en el histórico edificio de la CGT y otra menos convocante, teñida de rojo y con un acto frente a la Plaza de Mayo. En la primera costaba encontrar policías y en la otra los uniformados casi custodiaban uno a uno a cada manifestante. La coincidencia se encontraba entre los asistentes: todos preocupados por la situación que atraviesa el país y la certeza de que la lucha es con todos en las calles.

 

 

Resistencia disca

Resistencia disca

En rechazo a los 340 despidos en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), la organización «Discas en lucha» realizó una asamblea abierta que reunió a más de 40 colectivos. Derechos civiles que se pierden y familias sin trabajo.

En la sede de Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), en el barrio porteño de Núñez, Discas en lucha organizó un acto de rechazo y denuncia por la situación crítica que enfrenta el organismo, afectado por despidos masivos, recortes en pensiones, la eliminación de programas de accesibilidad y el cierre de centros de atención en todo el país.

Laura Alcaide, referente de Discas en lucha y de Orgullo disca, destacó que muchos de los despidos ocurrieron a nivel federal, particularmente en los centros de referencia. “Son puntos de acceso clave para trámites de servicios como el certificado único de discapacidad y otras gestiones. La desaparición de estos puntos ha dejado a los trabajadores sin empleo”, señaló.

Otros programas vitales de la ANDIS también han sido afectados, incluyendo la asignación de pensiones, el programa de apoyos para personas con discapacidad y el Programa Incluir Salud. Según Alcaide, los 340 despidos representan el 25 por ciento de la plantilla total del organismo, lo que significa que actualmente está funcionando con un cuarto menos de su personal.

Los trabajadores de ANDIS se encuentran en una situación laboral precaria, con la cancelación de contratos que afecta a dos tipos diferentes de empleo. Por un lado, se encuentran los contratos bajo el Decreto 1109/2017 para monotributistas, y por otro, los transitorios regulados por el Artículo 9 de la Ley de Empleo Público, los cuales deberían renovarse automáticamente de forma anual.

Ante la expiración de estos contratos, los trabajadores se ven confrontados con la negativa de renovación. “Esta situación resulta particularmente injusta para aquellos compañeros y compañeras que han dedicado más de veinte años de su vida laboral a la institución, dejándolos sin indemnización y sin posibilidad de acceder a un fondo de desempleo, en un mercado recesivo que no tiene oportunidades laborales”, afirmó Maive Fernández, licenciada en Audiovisión y trabajadora despedida de la Dirección de Accesibilidad de la ANDIS.

Según Fernández, las autoridades no han dado una comunicación clara. La justificación que se ofrece es una presunta reducción de gastos, según notas oficiales de la Gestión Documental Electrónica (GDE), el sistema de uso obligatorio para todos los empleados estatales que, sin embargo, presenta una limitación significativa: no es accesible para personas ciegas a través de lectores de pantalla. Esta carencia convierte al sistema en excluyente.

Guadalupe Bargiela, activista de Orgullo Disca, trabajaba en ANDIS desde el año 2020 en el sector de correspondencia de mails. En febrero recibió su despido por GDE, web inaccesible para ella. “Le tuve que pedir a mi mamá que me la lea. Es una violación a la autonomía y a los derechos humanos, esa notificación debería llegar en persona”, explicó.

María Florencia, quien ha ejercido como profesora de danza movimiento terapia en la unidad de Deporte, Recreación y Cultura del ANDIS desde el 2010, expresó su desconcierto ante su despido: «Realicé un trabajo valioso y ampliamente reconocido por la Agencia, pero parece que este Gobierno no valora ni la danza ni a las personas». Su situación se torna aún más complicada al ser madre de una niña con discapacidad y depender económicamente de su empleo, al igual que muchos de sus compañeros.

Hasta el momento, los trabajadores despedidos no han recibido compensación alguna, ni han sido reincorporados a sus puestos. Frente a esta situación, surgió la necesidad de convocar a la asamblea abierta que se realizó el pasado sábado 20 de abril y que contó con la presencia de representantes de organizaciones sociales, sindicales, del colectivo disca y sus familias.

Hubo adhesiones de referentes políticos, como el diputado uan Marino, del Partido Piquetero (UxP), quien presentó un pedido de informe al Gobierno para obtener detalles sobre los despidos. La diputada porteña Alejandrina Barry, del Frente de Izquierda, también participó del acto: “Junto a mis compañeros Myriam Bregman y Nicolás del Caño presentamos un proyecto de emergencia en el Congreso de la Nación”, comentó. Mientras tanto, los 340 despedidos de ANDIS y sus familias continúan en la incertidumbre.

Cooperar antes que competir

Cooperar antes que competir

La Red de Alimentos Cooperativos organizó un encuentro regional entre organizaciones productoras y redes de distribución con el objetivo de compartir problemáticas y soluciones comunes para un sector que también es atacado por el Gobierno de Milei.

Unas cuarenta cooperativas y emprendimientos familiares del Área Metropolitana de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y de algunas otras provincias se reunieron en un depósito de la Red de Alimentos Cooperativos, en la localidad de San Martín, el sábado último, desde las 9 de la mañana en un Encuentro Regional para reflexionar sobre las dificultades del sector y trabajar para encontrar soluciones comunes a sus problemas.
Las estanterías del galpón donde se realiza el encuentro sostienen cientos de cajas con stock de las cooperativas que componen a la red: paquetes de yerba Tucanguá e Isondú, distintas harinas agroecológicas de La Permanencia, cajas de cereales de Cerealcoop y Cibo, puré de tomate La Otomana, aderezos de Salsa Areco, embutidos y quesos ahumados de No es soberbia, fideos secos de harina integral de Cauqueva, Mieles de Fecoapi, hongos de Fungican, dulces y mermeladas de Flor del Jardín y La huerta familiar, aceites de La Federal, entre otros productos. Delante de los estantes, hay una ronda de sillas que se abre por todo el salón. Al fondo, queda una mesa con masitas de la cooperativa Mielcitas, tés y mates para los que empiezan a llegar. Se forman las rondas. Hay por lo menos cinco termos circulando.
A lo largo de todo el encuentro, van llegando los representantes de los diversos emprendimientos, científicos del Conicet, trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), estudiantes de universidades públicas, periodistas de medios de comunicación comunitarios y otra red de comercialización similar a Alimentos Cooperativos: Alta Red. Uno por uno se presentan y suman a la ronda hasta superar la cantidad de sillas disponibles.
Ignacio Vila, de la Cooperativa de Trabajo Alimentando, que forma parte de la red de Alimentos Cooperativos, cuenta que el objetivo del encuentro fue hacer que los emprendimientos se conozcan entre sí y poder intercambiar saberes con otras redes de comercialización similares. “También queremos marcar un mensaje de que no son nuestra competencia, son nuestros compañeros”. Suma el objetivo de contribuir a llevarse un panorama más general de los recursos disponibles y motivar la articulación y el entusiasmo: “Muchas veces como sector tenemos la autoestima baja. Hay desarrollos muy complejos, muy genuinos y muy lindos y, en muchos casos, no lo terminamos de valorar”. Y finaliza: “Queremos que de acá se vayan con más entusiasmo, con más ganas de pelearla, con la noción de que son parte de un sector. No es una cooperativa suelta ni un grupo de gente que está loca y que armó una cooperativa”.

La red de redes
Agustín D’Alessandro integra la Cooperativa Cibo de Bahía Blanca donde producen alimentos con valor agregado de frutos secos, cereales, granolas, pasta de maní y mix de frutas. D’Alessandro revela que, debido a la escasez de copos y avena, estuvo a punto de cerrar: “Lo llamé a Francisco (Martínez) que se dedica por todo el país, a recuperar fábricas por todos lados. Me llama, me pasa el contacto de Sebastián de Cerealcoop y así empezamos. La verdad que estamos gracias a esa red, dos llamados y un par de mensajes de WhatsApp”.
Sebastián Anta es presidente de la cooperativa Cerealcoop, una empresa que, ante el abandono patronal, fue recuperada por sus trabajadores y trabajadoras y puesta en funcionamiento hace tres años y medio. “Sin previo aviso se dejaron de pagar los salarios”, recuerda. Para Anta, la idea del encuentro es tratar de articular la mayor cantidad de cooperativas en el trabajo: “Nosotros articulamos con cooperativas que usan nuestros insumos, pero a su vez, lo hacemos con otras cooperativas y empresas recuperadas que hacen, por ejemplo, los envases primarios para poder llegar a tener nuestro producto en góndola. Como, por ejemplo, Envases Flexibles Mataderos que nos hacen nuestro packaging”.
Mientras continúan los intercambios, Alejo Rossi es anfitrión en la puerta de la cocina, llevando un delantal y una gorra negra con el nombre de su emprendimiento: Salsa Areco. “No somos una cooperativa nosotros, es un emprendimiento familiar”, corrige mientras fríe una empanada en la sartén. Salsa Areco es una Pequeña Unidad Productiva Alimenticia (PUPA). Esta figura corresponde a la nueva legislación de la Provincia de Buenos Aires que habilita a los microemprendimientos familiares de cocina hogareña para que sus productos puedan llegar a los comercios. El municipio de San Antonio de Areco fue pionero con esta medida que se encuentra vigente desde 2017, mientras que en todo el territorio provincial fue sancionada recién en el 2020: “Esto realmente cambia todo porque hay decenas de miles de familias que cocinan en la casa para vecinos y que exista esta normativa que es completamente desconocida, a nosotros nos permitió tener un laburo”. A contramano del ajuste que está realizando el Gobierno a nivel nacional, el municipio de San Antonio de Areco estrenó en el parque industrial un espacio para que siete PUPAs puedan pasar de la cocina en el hogar a un lugar más amplio y con mayor equipamiento que les permita aumentar la producción.
Desde Jujuy llegó la palabra de Javier Rodríguez que narra el origen de su cooperativa, Cauqueva: “La cooperativa nace en un momento histórico muy delicado para la región, para la Quebrada de Humahuaca en la provincia de Jujuy. Ahí había una extrema pobreza con mucha desocupación, con muchas condiciones muy malas de vida. En ese momento nace Cauqueva (mediados de la década del 90)”. Surgió como una demanda concreta de las familias campesinas de la quebradas cuya cadena productiva se veía afectada por intermediaciones que fijaban los precios de sus productos. Hoy, la cooperativa tracciona no sólo los eslabones de la cadena de producción, la industria nacional y el mercado interno, sino también los lazos con la comunidad, el trabajo digno, la capacitación y la cultura popular: “Las cooperativas están trabajando para que haya una inclusión democrática de diversidades, para un cuidado del medio ambiente y para que haya alimentos sanos, de calidad para los pueblos”.

De la resistencia a la ofensiva
En la puesta en común, las problemáticas más mencionadas por la mayoría de las cooperativas y emprendimientos son: la falta de equipamiento, infraestructura y financiamiento. A esto se le suman la recesión, la parálisis del consumo y los aumentos en las tarifas de energía. Para Natalia De Majo, integrante de la cooperativa Oro del Inca de Quilmes que produce fideos Pasta Sur, milanesas y medallones vegetales, uno de los principales problemas a raíz de las medidas llevadas a cabo por el gobierno de La Libertad Avanza es la derogación de la Ley de Alquileres: “Cuando nos pusimos en enero a buscar un lugar donde mudarnos, había lugares que alquilaban en dólares, todo lo que es fábrica. Si a la gente le está resultando casi imposible alquilar una casa donde vivir, imaginate una fábrica. Todo el sistema inmobiliario está muy inestable y obviamente corre a favor de las inmobiliarias”. En este contexto, la organización tuvo que cerrar una de las fábricas y dejar el equipamiento en un depósito, mientras sigue con la producción de los fideos.
Frente a las dificultades se exponen también los recursos, beneficios, ventajas y logísticas disponibles. De a poco, empiezan a intercambiarse propuestas y articular colaboraciones entre las organizaciones. Francisco Caputo, de la cooperativa Más Cerca Más Justo, pide la palabra y se levanta de la silla. “No nos quedemos en la resistencia, pasemos a la ofensiva”, dice acompañado por un aplauso espontáneo de todos los presentes.
Pasadas las 14 , se anuncia el comienzo del almuerzo. En las mismas mesas que durante la mañana habían sido usadas para el mapeo, intercambio de experiencias y saberes, se encuentran ahora repletas con salsas picantes y criollas, brochettes de pollo frito, tortillas de papa, empanadas fritas, aceitunas rellenas, panes, papas rústicas, vinos agroecológicos, cervezas y jugos, quesos y embutidos. Las conversaciones inundan la habitación que empieza a quedar chica para la cantidad de participantes, que siguen intercambiando proyectos comunes, entre bocado y bocado.
Miguela Varela, organizadora del encuentro y parte de la gestión de Alimentos Cooperativos, habla sobre el futuro del sector cooperativo: “En general, son organizaciones bastante expertas en surfear las crisis de todo tipo, porque siempre es un sector muy débil que acusa muchas faltas vinculadas al acceso a la tecnología, a políticas públicas más claras, al acceso al crédito. Entonces, de alguna manera es un sector que se acostumbró, lamentablemente, a convivir con esas necesidades”. En sintonía con ella, Javier Rodríguez concluye: “A diferencia de una gran empresa, las características de este tipo de cooperativas, más bien chicas, es que tienen estructuras flexibles. Pueden adaptarse, achicarse y agrandarse con una velocidad notable. Hay una elasticidad que permite a las cooperativas rápidamente continuar en las situaciones de crisis”.

Los trabajadores de Télam presentan su propio proyecto legislativo

Los trabajadores de Télam presentan su propio proyecto legislativo

En el festival organizado por los 79 años de la agencia, sus trabajadores juntaron firmas para un proyecto que establezca a la agencia como un medio federal, plural y con control parlamentario.

Durante la tarde del sábado se llevó a cabo el “Festival musical por los 79 años de Télam y en defensa de todos los medios públicos”, en la Plaza del Congreso. Organizado por trabajadores de la agencia nacional de noticias y publicidad que se oponen al cierre que intenta llevar a cabo el Gobierno nacional encabezado por Javier Milei, contó con la participación de artistas como La Bersuit, La Perra que los Parió, Barbie Recanati y La Chancha Muda, entre otros.
Apenas comenzanda la tarde, los asistentes iban cubriendo el asfalto flanqueado por la dársena de colectivos y el monumento de los Dos Congresos. Del lado de avenida Rivadavia, se iban divisando las primeras líneas de una bandera mientras, en la otra punta, se vendían alimentos y bebidas para sostener el acampe que lleva adelante la agencia, desde que el presidente decidió cerrarla y vallarla.
En el escenario ubicado sobre la vereda, “Taty Almeida”, integrante de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, además de llevar el apoyo por parte de su organización a la causa recordó que su hijo Alejandro Almeida también trabajó en la agencia antes de ser detenido desaparecido por la última dictadura.
Abajo, miembros de Somos Télam, la cooperativa formada a partir del intento de cierre, juntaba firmas entre los participantes y transeúntes para el proyecto de ley que buscan presentar en defensa de la agencia.

Tomás Eliaschev, delegado de Télam e integrante de la Comisión Directiva del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), explicó: “Estamos acá, frente al Congreso, porque tienen la responsabilidad de votar un proyecto de ley para que Télam siga existiendo, sea federal, plural y tenga control parlamentario, que es lo que proponemos los trabajadores”. Y continuó: “Sabemos que hay mucha ignorancia respecto a lo que es Télam y esto nos da la posibilidad de contarle a todo el mundo y también a los diputados, cómo la agencia es un mayorista de noticias y ayuda a que llegue información fehaciente de todo el país para todo el país. Por eso estamos seguros de nuestra victoria”. El periodista remarcó, además, que desde el gobierno sólo se contactaron para ofrecer retiros voluntarios.
Mientras encima de los tablones Rolando Goldman Trío tocaba los acordes de «Hasta Siempre», la reja del Monumento a los Dos Congresos se iba llenando de banderas con consignas, de variados sindicatos y de diferentes agrupaciones políticas. También algunos dirigentes daban el presente entre el público o tomando el micrófono, como Luis Zamora (Autodeterminación y Libertad), Sergio Palazzo (La Bancaria), Celeste Fierro (legisladora porteña del Frente de Izquierda) y Daniel Ricci (Federación de Docentes de las Universidades), entre muchos otros.
En eso, Andrea Delfino, otra delegada de Télam, relató: “Estamos celebrando la lucha, los 79 años de la agencia y de documentar la historia argentina en formato periodístico: en texto, en imágenes físicas, móviles, audiovisual y radio. Un contenido al que hoy no podemos acceder porque el Gobierno de Javier Milei, a través de la intervención, decidió impedir que accedamos a él, además de silenciar la agencia y que no se esté generando nuevo contenido”. Advirtió también que la modalidad de dispensas “la está copiando el sector privado, como el Grupo América”, relevando así la obligación de presentarse al lugar de trabajo. La delegada aprovechó el momento para agradecer a los vecinos y a las organizaciones que pasan a apoyar el acampe que vienen realizando en Bolívar 531: “Tenemos una vecina que es enfermera y pasa todos los días. Estamos 24 horas, los 7 días de la semana y a la intemperie, porque son unas carpas muy lindas, pero no dejan de ser carpas. Es muy emocionante para nosotros recibir el apoyo popular y queríamos, con este festival, devolver todo ese acompañamiento”.
Sobre el proyecto de ley, agregó que, en sus 34 años en la agencia, este fue presentado en cuatro ocasiones “pero esta vez lo trabajamos con abogados especialistas en la materia del SiPreBa y de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPren) para que se establezca que el verdadero control sobre Télam lo tengan las fuerzas políticas que tienen representación parlamentaria y no solo el Poder Ejecutivo. Estamos hablando tanto de participación en la definición de la política editorial como en el control y la transparencia del circuito de la pauta publicitaria”.

Andrea Delfino narró también que tuvieron reuniones con los distintos bloques legislativos e incluso algunas con diputados sueltos del Pro y La Libertad Avanza, de quienes rescató que “no expresaron en un 100% su apoyo, pero por lo menos tuvieron la delicadeza de escucharnos y decirnos que les acerquemos la iniciativa. La juntada de firmas tiene que ver con que la ciudadanía apoye también este cambio fundamental en Télam”. Y concluyó: “El otro día decíamos en una asamblea, lo que estamos haciendo, el acampe, ir a las actividades, salir a juntar firmas, escribir en el portal y difundir por las distintas redes sociales de Somos Télam, es trabajar para volver a trabajar”.
Caída la noche en la Ciudad iban apareciendo los pijamas, pero no porque alguien se fuese a dormir, sino porque se acercaba la presentación de La Bersuit. Antes de subir al escenario, Germán “Cóndor” Sbarbati, uno de los cantantes del conjunto, explicó que participaban “para apoyar a los trabajadores y trabajadoras que por una cuestión injusta se quedan sin trabajo y para poner nuestro granito de arena de cultura a este evento tan importante”. Asimismo, rescató el rol de la agencia en el crecimiento de la banda: “la manera de poder llegar al interior del interior es gracias a Télam y por eso estamos aquí”.
Una vez arriba, comenzaron su show con la canción Huayo 14 como declaración de principios: “Mejor salí, qué vas a hacer, no te quedes en casa/ Porque si no te atrapa la pantalla/ Mejor salí, hay que vivir, no te quedes en casa /Porque al final tanta quietud te cansa”.