Boxear contra el Covid

Boxear contra el Covid

El box siempre fue una actividad marginal y sus protagonistas vienen, mayormente, de entornos vulnerables.  En 2019. Nery el Maldito Romero estaba tocando el cielo en los cuadriláteros de Los Ángeles y de golpe, con el Covid-19, volvió a entrenar como pudo. En la terraza de la casa, con el permiso de los vecinos, parques y, al cierre de esta edición, en un gimnasio cerrado de barrio que le prestó un amigo. Todo para mantenerse en óptimas condiciones físicas, con la esperanza de que se habiliten los protocolos sanitarios para volver a pelear.

El boxeador de categoría “Superpluma” recorre su carrera y cuenta cómo se mantiene en forma  en un año que era clave para posicionarse en un puesto mejor del ranking  “Me faltaban cuatro semanas para una pelea programada. Era el 17 de abril del 2020 y ahora está suspendida hasta nuevo aviso. También había otra más importante en junio”, se lamenta. 

Si bien, nunca dejó de entrenar y continúa con su rutina, le resulta difícil mantener su carrera. “Arranqué por diversión y hobby. Pero en 2013 saqué la licencia, metí 17 peleas profesionales y gané 3 campeonatos nacionales entre otros. Lo disfruto. Hay un montón de momentos lindos, pero también algunos que son muy duros por las lesiones, desanimos y un montón de cosas en juego. Ahora es mas dificil todavia”

 

«EL 80% de los boxeadores es de clase media baja o baja, padecemos muchas necesidades básicas”, dice Romero.

Con la llegada de la pandemia y el aumento de casos en nuestro país, el boxeo quedó afuera, como los “segundos” (el equipo) cada vez que empieza un round. Como tantos otros deportes, es afectado por las restricciones preventivas, sumado a la falta de un sponsoreo fuerte o promotores que no surgen porque se trata de una actividad de menor envergadura económica que el fútbol o el tenis, entre otras, que ya iniciaron sus torneos.

Así, los boxeadores profesionales y amateurs luchan por mantenerse en forma y listos para su próxima pelea en terrazas o parques haciendo “sombra” con rivales imaginarios. “Estoy tratando de conservar el ojo puesto en el boxeo y con la cabeza firme”, cuenta Romero con humildad.

Entre guantes, celulares y electrodomésticos

Apodado el Maldito por su técnica de pelea dañina, sostiene un entrenamiento duro y diario. Esto es posible porque cuenta con el apoyo de sus sponsors y la convicción de seguir entrenando. Eligió como su máximo referente nacional a Marcos “el Chino” Maidana, quien lo acompañó en su crecimiento. “Siempre me despertó algo distinto a los demás boxeadores», explica.

Nery entrenó tres años seguidos, entre 2016 y 2019, en Los Ángeles bajo la tutela del Team Maidana.  “Mis compañeros de gran magnitud eran Braian Castaño, Alan Castaño y Fabian Maidana”. En ese sentido, se considera un privilegiado. “Pasé a hacer mi primera pelea en E.E.U.U en 2016 y el “Chino” me vino a ver ¡Mirá cómo son las cosas! Para mí entrar en ese equipo fue como que me llamen para la primera del Barcelona”, recuerda Romero esa oportunidad única.

Hoy se la rebusca con las herramientas que tiene, reinventó su entrenamiento con las opciones que permite el aislamiento. “Arranque con una soga y se me cortó de tanto que le dí. Tenía una mancuerna de 10 kilos, una cinta y una colchoneta. Mi preparador físico, Matias Serbin, que es un groso, fue el que tuvo que adaptarse a eso”, cuenta.

Agradece a sus vecinos que lo dejaron entrenar en la terraza del edificio donde vive en el barrio de San Martín. “Uno de mis sponsor me mandó el soporte con una bolsa y el dueño de un gimnasio hace poco me prestó barras, discos y un pie acolchado para pegarle. Hoy no generó el ingreso de antes, pero a un amigo que me dio una mano, lo estoy ayudando a vender celulares y electrodomésticos, y estoy ocupado en eso”Además, recibió la ayuda económica de sus managers y promotores, que lo acompañaron en estos meses.

 

El Maldito Romero entrena en un gimnasio cerrado de barrio que le prestó un amigo.

El contexto todavía es crítico y dice: “Mantener un peso y estar saludable es un 24 por 7,  cuidarse y entrenar todos los días. No se trata de la cantidad de horas sino la calidad que te da el preparador físico y con respecto a la pelea que vos tengas. No es lo mismo un entrenamiento profesional, que cuando era amateur”. 

Consciente de ser un privilegiado y que pocos pueden hacerlo, agrega: “Este laburo es el más lindo. Y tengo la oportunidad de hacer lo que me gusta y creo que es ese el mejor trabajo que podemos tener cualquiera.  Dedicarte a lo que te gusta es suerte de pocos. Con mi psicóloga hablo sobre el pequeño porcentaje de personas en el mundo que se dedican a vivir su sueño. Yo soy uno de ellos”.

“El boxeo es distinto a otros deportes. Es muy difícil, porque creo que un 80 por ciento, es practicado por gente de clase media baja para abajo, donde padecen muchas limitaciones económicas y necesidades básicas y ahora más”, reflexiona el no tan maldito Romero.

No están habilitados los entrenamientos de contacto en gimnasio cerrado, ni tampoco perspectivas futuras sobre próximas peleas que permitan público como mayor sustento económico. “En este momento anormal, con pandemia, siempre trato de mostrarme así. Entrenando, saludable y bien de peso. En tu carrera, eso es todo y si hay algo que tenés que cuidar en este deporte, principalmente, es la salud porque es lo más importante”, cuenta. Su entrenador es una persona de riesgo. Por eso, lo acompaña sólo un asistente, con la debida distancia y en un gimnasio a puertas cerradas sin otros pugilistas. El espacio se lo prestó un amigo a comienzos de octubre, en donde por primera vez pudo pisar un cuadrilátero.

Sin boxeo, todo el plantel es perjudicado: pupilos, jueces, árbitros y el personal que arma una pelea. Hay pesimismo y un rumbo incierto para el retorno del ring con asistencia de público, porque la reapertura de los espectáculos deportivos no figura en la agenda frente a la emergencia sanitaria. Cada provincia habilitará el comienzo de entrenamiento en la medida que las condiciones lo permitan.

Audiencias y reaperturas

 Otros países están retomando esta actividad televisada, porque su escala de negocio como modelo vendible a través de las pantallas lo permite. De momento, son sólo las grandes peleas por títulos mundiales, que también ha entrado en crisis a partir del Covid-19.

 

«Yo hablo con mi psicóloga que integro el pequeño porcentaje de personas que pueden vivir de su sueño», subraya Romero.

En nuestro país, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), ya logró habilitar su torneo con el aval del Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación. Otro es el caso de la Federación de Boxeo Argentino (FAB) que maneja alrededor de 2.000 pupilos federados, con auspiciantes escasos para este deporte. “ La FAB está esperando, se sale de la vaina por querer hacer boxeo, pero no se puede en estas circunstancias”, explica Gustavo Nigrelli, jefe de prensa de la Federación, periodista y redactor especializado en boxeo de Diario Popular.

“La FAB es el organismo rector que regula las reglas, las establece, las sanciona y las controla”, añade Nigrelli, mientras confirma que aún no se pueden organizar reuniones amateurs o profesionales en cualquier punto del país.

“Cada provincia se rige de acuerdo a la FAB pero cada una tiene su propia independencia y sus comisiones municipales”, según nos informó el periodista. “Se estimaba para esta época del año que se pudiera pactar una velada de boxeo televisada, sólo con el personal indispensable, pero la emergencia sanitaria ha frenado esto”, se lamenta. 

Llegado el momento, el cuerpo médico de la FAB preparó un rígido protocolo de seguridad según informa Nigrelli. Si bien ya está aprobado por el Ministerio de Salud de la Nación, todavía no está vigente. “La Federación, realiza reuniones por Zoom con la comisión correspondiente, también fomenta el diálogo, como base para la construcción de nuevos consensos en la próxima etapa”, agrega y asegura  “que en cuanto se pueda y se autorice la práctica del boxeo, como corresponde subirse al ring, la Federación va a ser la primera en tomar la posta”.

La fuente económica más importante es la televisión, en un combo junto a sponsors o promotores que puedan solventar una velada boxística. Ese es el principal recurso para que pueda funcionar como espectáculo. El canal DeporTV y su ciclo “Escuela de Boxeo” abordan al pugilismo, no solo como deporte sino desde lo educativo, cultural y social. Conducido por dos íconos del box, Yésica “La Tuti” Bopp y Sergio “Maravilla” Martinez, quien peleó hace poco en España.

Los únicos boxeadores exceptuados para entrenar son aquellos que integran el equipo olímpico de Tokio 2021.

 Hasta el cierre de esta edición el único sector de la actividad boxística exceptuado, era el equipo nacional de boxeo amateur olímpico, que se encuentra entrenando para la clasificación de Tokio 2021. 

“El equipo masculino y femenino está concentrado en Santa Teresita desde el 31 de agosto. Por el motivo de la próxima competencia olímpica. Están en una burbuja, testeados, aislados y haciendo escuela de combate con el entrenamiento habitual”, indica Gustavo Nigrelli.

Probablemente esa burbuja pueda ampliarse. El mencionado ministerio está implementando el programa llamado Clubes en obra. Una de las mayores inversiones de la cartera , con el objetivo de acompañar a los clubes de barrios del país y mejorar la infraestructura. Estos lugares funcionan como un centro de acompañamiento social. Realizan un trabajo virtuoso y a disposición de la sociedad. Muchas veces, los boxeadores amateurs, comienzan como alternativa deportiva en estos lugares. Tal vez, se abran más puertas, se pueda colgar una bolsa, habilitar los cuadriláteros y vestuarios para que los deportistas como el Maldito sigan siendo grandes personas. Mientras tanto, Nery, espera con ansias su próxima pelea.

¿Qué hay detrás del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán?

¿Qué hay detrás del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán?

Un proyectil en la comunidad de Ivanyan, en la región separatista de Nagorno-Karabaj.

Armenia es un país de mayoría cristiana ortodoxa, con características étnicas particulares y un alfabeto propio. Está situada en una región de mayoría musulmana chiita. Entre 1915 y 1923 se desarrolló el Genocidio Armenio a manos de los llamados Jóvenes Turcos quienes respondían a los intereses del Imperio Otomano. Esto incluyó matanzas y migraciones forzadas, y se estima que cerca de 1,5 millones de armenios fueron asesinados. Esta masacre dio origen a la diáspora armenia, un proceso migratorio que llevó a la constitución de comunidades por el mundo. De los 12 millones de armenios, sólo 3 millones viven en su nación. Por otro lado, está Azerbaiyán, un país de afinidad etnico-religiosa con Turquía, que triplica a su vecina Armenia en población, territorio y PBI. Su economía explota recursos gasíferos y petrolíferos que Azerbaiyán explota del mar Caspio, y exporta a Israel y el sur de Europa. 

Cronología de una guerra anunciada

En 1988 se inicia un conflicto armado entre Armenia y Azerbaiyán conocido como la guerra del Alto Karabaj. Ocurrió durante la desintegración de la Unión Soviética tras la fallida reestructuración económica de Mijail Gorvachov. En 1991, Nagorno Karabaj se proclama República Independiente, pero no recibe ese reconocimiento por la comunidad internacional. En 1994, un alto al fuego puso fin a la disputa por Artsaj. En esa disputa los armenios tomaron los territorios que rodean a Artsaj para conformar un cordón de seguridad y facilitar el vínculo con el territorio, desplazando a los azeríes de la zona. Las tensiones permanecieron y en 2016 hubo una nueva escalada que llevó a la “Guerra de los 4 días”. A mediados de 2020 comenzaron nuevamente las tensiones y para septiembre se recrudece el conflicto.  

Aquí amerita una aclaración, “es la primera vez que el conflicto militar en 30 años tiene un nivel tan alto y dura tanto tiempo”, sostiene Paulo Botta, analista y profesor universitario especializado en Medio Oriente.

Muchos analistas entienden que estos enfrentamientos son de origen religioso, pero existen divergencias al respecto.

Al enfrentamiento se suma un nuevo problema: las acusaciones cruzadas y las dificultades para esclarecer los hechos. Mientras Armenia sostiene que los azeríes atacan a civiles e involucran sicarios sirios en el conflicto, los azeríes señalan que los armenios disparan misiles contra su segunda ciudad más importante. 

Muchos analistas entienden que estos enfrentamientos son de origen religioso, pero existen divergencias. Según Botta “es un juego geopolítico. Acá estamos hablando de un territorio, no es un conflicto religioso”. En otro sentido, Claudio Fantini, periodista y politólogo, entiende que la religión juega un rol importante pero que esta “debe ser entendida como un molde cultural. El cristianimo y el islam pasan a ser una forma de ver el mundo y relacionarse”. Ambos coinciden en que las dimensiones del territorio no son nada desdeñables. 

El español Jorge González Márquez, periodista de Descifrando la guerra, sostiene que “el componente étnico es fundamental para la comprensión histórica del conflicto. En su origen éste se debe a las aspiraciones de una población -respaldadas por un Estado- en territorio azerí que, debido a sus diferencias étnico-religiosas con la mayoría de la población azerí, busca alcanzar la independencia o la unificación con un tercer Estado, que les respalda, y con el cual se sienten más identificados”. González Márquez agrega la importancia histórica de la región para ambas naciones. “Susha, para Azerbaiyán, y Stepanakert, para Armenia, son ciudades con notable relevancia en la construcción de su mito histórico”. “No podemos ignorar el hecho de que la región posee una importante riqueza mineral”, agrega.

Una casa dañada durante los enfrentamientos entre las fuerzas armenias y azerbaiyanas en el distrito de Tartar.

¿Qué hace el resto del mundo?

La comunidad internacional siempre fue activa en este conflicto. En 1992 se formó el Grupo de Minsk para resolver el enfrentamiento, encabezado por Rusia, Francia y Estados Unidos. Sin embargo, hoy los países del cáucaso toman acciones independientes. “Desde que se reinició el conflicto, se ve un activismo muy fuerte por parte de Turquía, [que] está alentando a Azerbaiyán y le está brindando todo su apoyo”, sostiene Fantini, en tanto explica  que “desde que llegó al poder Erdogan, uno ve un proceso de sultanización del cargo de gobernante en Turquía” 

En el mismo sentido, Botta considera que “Turquía está con una política exterior muy asertiva, muy activa en toda la región del mediterraneo oriental. Ahora en el Cáucaso se ha posicionado de una manera clarísima del lado de Azerbaiyán. (…) se ha convertido en un vínculo muy claro el apoyo turco a nivel militar”.

Otro interrogante es la participación de Rusia, que tuvo un rol clave en el alto al fuego del 94. Por su afinidad con Armenia, se esperaba un rol más activo porque “Armenia forma parte de las grandes instituciones de cooperación euroasiática guiadas por Rusia, particularmente la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, en la cual el ataque a una de las partes debe ser considerado como un ataque a todas”, sostiene Botta. 

Sin embargo, Rusia mantiene neutralidad diplomática. “El gobierno actual de Armenia [con Nikol Pashinian como Primer Ministro, electo luego de la Revolución del Terciopelo en 2018] tiene una relación muy tensa con el ruso. Entonces, a pesar de que Armenia tiene una estructura de vinculación histórica muy fuerte con Rusia, y existe una base rusa en la segunda ciudad de Armenia, Gyumri, con tropas rusas que se hacen cargo de la seguridad en las fronteras entre Armenia e Irán, y Armenia y Turquía. A pesar de todo eso, la relación con el actual gobierno armenio no es muy buena. Y esa sería una de las causas por las cuales ha sido tan tibia la respuesta de Putin”. 

Rusia es además el principal socio comercial de Armenia. Las remesas enviadas por armenios en aquel país no son menores. Al cierre de esta edición, Putin apelaba a la colaboración de Erdogan para respetar el “alto al fuego” y desescalar el conflicto.  

Estados Unidos y la Unión Europea no toman una postura clara en el conflicto.

Mientras tanto, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos no toman una postura clara. Desde la UE, Francia “se posicionó de manera muy clara del lado armenio. En este caso no tiene solamente que ver con Azerbaiyán sino sobre todo con Turquía, porque Francia en los últimos dos meses ha chocado con Turquía por las fronteras en el mediterraneo con Grecia, por la política turca en Libia, y por los yacimientos de gas en el mediterrano oriental.” dice Botta. 

Otro actor para atender es Irán, con el cual limitan los dos países. “Se considera que el 20 por ciento de la población iraní son azeríes, hay más azeríes en Irán que en Azerbaiyán”, detalla Botta, quien agrega que “ha habido varios intentos de reunificar a los azeríes del norte con los azeríes del sur, y eso no es algo que le agrade mucho a Irán”. En el mismo sentido, Fantini prevé que el temor de Irán “es que los azeríes, si se vuelven fuertes con el apoyo de Turquía, busquen crecer territorialmente”. 

Israel también tiene un interés estratégico. Armenia denunció la venta de armas por parte de Israel a los azeríes y como respuesta retiró a su embajador en el país. Este accionar no es arbitrario: “El 40 por ciento del petróleo que consume Israel es azerbaiyano”, analiza Botta, y agrega que “esta relación también beneficia a Israel. Mientras la relación entre Israel e Irán es cada vez más tensa, Israel tiene un aliado en la frontera de Irán, lo que no es menor”. 

Sobre una posible resolución, los panoramas son poco alentadores y diversos. “Si Azerbaiyán impone su poder sobre Nagorno Karabaj, no sé si va a seguir permitiendo que la mayoría sea armenia. De un modo u otro van a empezar a hacer limpieza étnica para turquificar ese territorio”, advierte Fantini.

Botta, por otro lado, considera que un escenario así es poco probable y resultaría contraproducente para Azerbaiyán, porque busca convertirse en un actor relevante de la comunidad internacional. Respecto a las posibles reconfiguraciones de la región, 

González Márquez agrega que podríamos estar frente a un nuevo escenario geopolítico. “El primero de estos cambios sería la entrada de Turquía como un actor central para la región, algo que ocurriría si Azerbaiyán consigue imponer su criterio en el proceso diplomático o una victoria militar.El segundo sería el potencial ‘retorno pleno’ de Armenia a la esfera de influencia rusa, y el tercer cambio destacable sería el declive final de la influencia occidental en la región”.  

Al cierre de esta edición, seguía vigente el alto al fuego impuesto el sábado 10 de octubre, que fue incumplido por ambos países a pesar de la insistencia de la comunidad internacional en respetarlo y evitar la escalada del enfrentamiento armado.

 

Misa por la paz

Carlos Varty Manoukian, presidente del Centro Armenio de la República Argentina, explica la posición de la comunidad local y  la “misa por la paz” realizada el miércoles 14 de octubre.

 

Carlos Varty Manoukian, presidente del Centro Armenio de la República Argentina

¿Qué interpretación hace del conflicto?

El conflicto entre Armenia y Azerbaiyán no se puede entender si no se aplica una visión retrospectiva. Para entender el día de hoy, hay que conocer la historia del Imperio Otomano y su heredera, Turquía. El único obstáculo frente al panturquismo fue y es Armenia y su pueblo. A partir de 1850 hasta 1922 inclusive, lo intentaron por medio de matanzas y deportaciones. Esto resultó en que el 70 por ciento de los armenios fueron asesinados y hoy, con los ataques a poblados indefensos, hospitales e iglesias, Turquía y Azerbaiyán quieren terminar el trabajo. Turquía y Azerbaiyán tienen 90 millones de habitantes, contra Armenia y Artsaj con 3 millones. Turquía y Azerbaiyán ocupan una superficie de casi 900 mil km cuadrados, contra Armenia y Artsaj de casi 50 mil. Es una lucha terriblemente desigual.

¿Qué esperan de la comunidad internacional?

De la comunidad internacional esperamos que frenen a Turquía, que es quien insufla a Azerbaiyan. Las grandes potencias tienen que parar a Turquía en este macabro plan expansionista. Hoy Turquía crea conflictos con Grecia, Siria, Chipre, Libia, Egipto y Armenia. 

¿Qué cree que sería necesario para que se dé fin al conflicto? 

Para darle fin al conflicto Azerbayán debe sentarse en la mesa de conversaciones ya formada del grupo de Minsk y buscar una salida pacífica al conflicto. Armenia y Artsaj no quieren la guerra, lo único que buscan es vivir en paz.

Misa por la paz, organizada por la comunidad armenia argentina.

¿Cuál es el impacto humanitario de este enfrentamiento? 

El impacto humanitario de no parar con este ataque, va a ser otro genocidio.

Se está destruyendo una arquitectura milenaria. Están bombardeando pueblos y ciudades y se está matando a la población indefensa. De no parar, van a completar el genocidio de armenios y la desaparición de Armenia; más la desestabilización de toda la región del Cáucaso.

Si pudiera decirle algo a sus compatriotas en Armenia y en la República de Artsaj, ¿qué les diría? 

A mis compatriotas les diría que ellos deben resistir a cualquier precio por la defensa de sus vidas y sus tierras, y que no están solos, la enorme diáspora los acompaña luchando mediante la exposición y la búsqueda de gobiernos que apoyan esta causa.

El activismo «disca» y la discriminación laboral

El activismo «disca» y la discriminación laboral

Según Libertate, una empresa social que trabaja por la inclusión económica de las personas con discapacidad, el 80 por ciento de esta población en edad económicamente activa está desempleada, siendo las mujeres, disidencias y personas en situación de vulnerabilidad social las más afectadas. También afirma que el cupo laboral del 4 por ciento para el sector público, establecido por la Ley 22.431, de Protección Integral de los Discapacitados, está muy lejos de ser cumplido a pesar de haber pasado 18 años de su sanción.

“A veces se cataloga a las personas como población inactiva dando a entender que no están buscando trabajo y es algo muy peligroso. No es que no estén buscando trabajo porque no quieran, sino que las barreras son enormes. Veníamos de pensar que la pensión por discapacidad era incompatible con cualquier remuneración laboral, pero aún así muchas personas ante la inseguridad y las barreras que hay en el ámbito laboral preferían quedarse con esa pensión a riesgo de perderla”, afirma Gabriela Ferreiro, co-directora de Libertate. 

“Por otro lado, tenemos la ley de cupo para el sector público, que es del 4 por ciento y alcanza a todo el sector público nacional, incluyendo universidades y empresas prestatarias de servicios públicos; pero estamos lejos de alcanzarlo, llegamos a menos de la mitad desde el último informe que recibimos”, continúa Ferreiro.

De acuerdo al Estudio Nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad, realizado en 2018 por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el grupo de edad de 30 a 49 años es el que presenta mayores tasas de actividad y empleo, pero la tasa de inactividad del grupo de 65 años en adelante alcanza al 86,7 por ciento. A nivel regional, Gran Buenos Aires exhibe la tasa de empleo más elevada, con el 35,4 por ciento. Por otro lado, el 17,7 por ciento de la población que no trabaja y no busca trabajo afirma que el principal motivo por el cual no lo hace es porque es jubilado o pensionado, mientras que el 13,6 afirma que no va a conseguirlo a causa de su discapacidad. Un 9,8 por ciento declara que se debe a que se dedica al cuidado del hogar. Este motivo presenta grandes diferencias por sexo, y representa el 15,7 por ciento de las mujeres y el 1,1 por ciento de los varones.

“También es importante que no sólo el sector público sea el que brinde trabajo porque siempre se trata de una oferta muy acotada y muy específica. En general, las búsquedas son para trabajo administrativo y brindan muy pocas oportunidades de crecimiento laboral, entonces pasa que las personas, aunque estén estudiando una carrera universitaria o tengan un título, terminan quedándose con la seguridad de tener el puesto de trabajo”, afirma Celeste Pavez, encargada del área de Contenidos y comunicación inclusiva de Libertate. 

“Además, el último  informe de (la consultora laboral) Adecco  lanza que el 71 por ciento de las empresas no tiene contratación de personas con discapacidad y el 86 por ciento igual estarían interesados en incluir personas con discapacidad. En Argentina tenemos leyes de incentivo para empresas pero creemos que son bastantes ineficientes porque lleva un trabajo burocrático enorme a la empresa para reducir muy pocas cargas sociales”, agrega Gabriela Ferreiro.

Libertate es una organización que nació en 2015 con el desafío de asesorar a las compañías y organizaciones con las que trabaja para vencer las barreras culturales observadas desde el colectivo de discapacidad, abordando la temática desde una perspectiva social y desde los derechos humanos.

“Justamente ese es el gran desafío, correr el foco de las personas con discapacidad vinculado a un modelo rehabilitador”, enfatiza Ferreiro. En la organización trabaja un equipo interdisciplinario en donde también se desempeñan personas con discapacidad, que aportan su mirada desde sus propias experiencias. “Por lo general, en cuanto a la discapacidad lo que se escuchaba eran las voces de los «expertos», de los médicos y otros profesionales, pero nunca de la persona con discapacidad y eso está cambiando”, advierte Pavez.

Desde Libertate afirman la importancia de visibilizar y articular con el “activismo disca”, ya que entienden que es este colectivo el que releva de primera mano y conoce las barreras de forma concreta. 

“Si bien me siguen en Instagram personas con discapacidad, siempre apunté a la concientización colectiva, sobretodo a que las personas que no tienen discapacidad puedan acercarse un poco más  a la temática y vean cuestiones que vivimos las personas con discapacidad, que quizá no se dan cuenta, no por maldad sino por ignorancia, desconocimiento o por no tener alguien cercano”, sostiene Florencia Cambareri, referente del Activismo Disca Diverso, estudiante de Derecho y técnica en Recursos Humanos.

Desde la cuenta en Instagram @repensar.la.discapacidad, Florencia Cambareri difunde información relevante sobre la temática, incentiva reflexiones, invita a debates y comparte pensamientos. Actualmente, Florencia tiene más de 13 mil seguidores. “La verdad, me esperaba como mucho entre 200 y 500 seguidores pero nunca imaginé todo esto que está pasando. Mi idea era, «yo publico, y con que le sirva a una sola persona, ya soy feliz», pero sin demasiadas expectativas”, asegura.

Muchas de las problemáticas preexistentes a la pandemia por Covid-19 se acentuaron en este contexto de aislamiento obligatorio. La referente del activismo disca afirma que una de ellas tiene que ver con las dificultades administrativas o las trabas burocráticas que tienen que afrontar los pacientes con discapacidad a la hora de realizar tratamientos médicos virtuales. Más allá de esto, remarca que el mayor problema está asociado a la falta de trabajo.

De acuerdo al artículo 27 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, se reconoce “el derecho de las personas con discapacidad a trabajar, en igualdad de condiciones con las demás; ello incluye el derecho a tener la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo libremente elegido o aceptado en un mercado y un entorno laborales que sean abiertos, inclusivos y accesibles a las personas con discapacidad”.

“Además de la no regulación por parte del Estado, lo que está latente también es la idea de qué cuerpo sí y qué cuerpo no. Se tiende a pensar en términos de «normal, productivo» o «defectuoso, improductivo» y, ante ese prejuicio, no contratan a nadie. Y aunque en el sector privado tengas beneficios en cuanto al no pago de algunos impuestos, todavía la hegemonía de los cuerpos triunfa frente a lo esperable de los cuerpos, lo socialmente normalizado. Persiste la idea de que nuestros cuerpos tienen que ser corregidos para que funcionen bien”, afirma Cambareri.

La importancia del activismo disca radica en la amplificación de los reclamos de las personas con discapacidad. “La visibilización es súper importante y lo primero. Hoy en los medios de comunicación no hay personas con discapacidad, conduciendo un noticiero o actuando en novelas reconocidas”, reflexiona Cambareri, mientras insiste que “hay que educar desde la diversidad. Hace falta una perspectiva en discapacidad o diversidad funcional, que es un término con el cual muchas personas con discapacidad también nos identificamos, los términos correctos serían personas con discapacidad o personas con discapacidad funcional, esto depende de la identificación que la persona elija para sí. Que se entienda a la discapacidad por dentro de la diversidad”.

“Creo que la perspectiva de discapacidad tiene que ser transversal a todo, que todas las políticas públicas tengan un enfoque de discapacidad. Cuestionarse que si voy a un lugar y no hay personas con discapacidad algo está mal, porque somos casi el 13% de la población del país. Dar lugar a esta lógica que trae el nuevo activismo disca sobre la diversidad funcional es algo muy importante. Romper esa barrera cultural y que se contemple a la discapacidad por dentro del paraguas de la diversidad”, complementa Celeste Pavez.

El trabajo colectivo del activismo disca, en conjunto con organizaciones como Libertate, es la clave para el impulso de muchas transformaciones que se experimentan en la sociedad y, principalmente, para la visibilización y exigencia de todas las demandas que aún no son cumplidas, tanto a nivel estatal como a nivel social y cultural. Repensar la discapacidad es parte de este desafío.  

No les dan pelota

No les dan pelota

A mediados de marzo, un comunicado de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) informaba la suspensión de todos los torneos  hasta finalizar el mes. Sin embargo, esos 15 días se convirtieron en más de seis meses. Mientras tanto, los jugadores del ascenso quedaron a la espera de las decisiones que se tomaran desde la calle Viamonte.  Una espera que implicaba buscar la forma de subsistir durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio.

El fin de semana del 14 de marzo se jugaron los últimos partidos. Esos encuentros se disputaron sin público, siguiendo las medidas de prevención ante el avance del Covid-19. Ya hacia el día 17, Matías Lammens, Ministro de Turismo y Deporte de la Nación, le sugirió al presidente de AFA, Claudio Tapia, que tuviese a bien considerar la suspensión del fútbol en todas sus categorías. Esto debido a un pedido de Futbolistas Argentinos Agremiados que mostraba la preocupación de los jugadores por la exposición a posibles contagios.

Los clubes del ascenso vieron entonces reducidos sus ingresos ante la interrupción de las actividades.  Así lo refleja Dante Majori, presidente del Club Social y Deportivo Yupanqui: “La masa societaria en su mayoría no está pudiendo cumplir con la cuota social. Hoy estamos en el orden de entre el 18 y 22% de gente que siguió pagando durante la pandemia. Tenemos casi un 80% menos de ingreso”.

Yupanqui fue uno de los clubes que se organizó para realizar donaciones de alimentos.

Las instituciones, además, cuentan con publicidad, tanto en camisetas como en el estadio y esa entrada de dinero también se vio reducida. “La cantidad de sponsor que siguió pagando ha mermado. En nuestra categoría, Primera D,  los sponsor no son grandes multinacionales. Sino que son pequeñas pymes, el autoservicio del barrio, los negocios cercanos al predio deportivo y a la sede y realmente se les ha hecho a ellos también muy difícil poder acompañarnos y seguir aportando todos los meses el canon por publicidad”, agrega Majori.

Los clubes del ascenso sobreviven con el aporte de los socios y la publicidad, y hacen el mayor esfuerzo para poder continuar al día con el pago a los jugadores de su sueldo o viático, dependiendo la categoría.  En la Primera B, los futbolistas tienen por ley contrato.  Al respecto, Agustín Dattola, jugador de Almirante Brown, destaca: “Los dirigentes hicieron el esfuerzo para completarnos todos los sueldos durante la cuarentena para tenernos al día”. Por su parte, las instituciones de la Primera C trataron de mantener el pago y fueron llegando a acuerdos con el avance de la suspensión.

En cambio, la Primera D es una categoría amateur y los futbolistas reciben solo un viático. La mayoría de ellos tiene otro trabajo pero algunos tampoco podían realizarlo por el aislamiento. Por lo tanto, desde la Mesa de la Divisional se acordó que recibieran el viático al menos durante el periodo de torneo tal como estaba pactado en el reglamento. Esto es hasta el 2 de mayo, luego los planteles quedaron licenciados como sucede habitualmente en la categoría. Ismael Rodríguez, ex jugador de Deportivo Paraguayo, sabe de la realidad de la D y cuando comenzó la pandemia se comunicó con compañeros futbolistas para saber en qué condiciones estaban o si necesitaban algo. “Organicé una rifa para salvar algunos viáticos que estaban incompletos”, cuenta Ismael,   que sorteó una conservadora con latas de cervezas hacia mediados de junio. Le costó vender los números pero lo recaudado lo destinó para colaborar con otros jugadores de Paraguayo.

Los jugadores de Almirante Brown volvieron a las prácticas.

Los primeros días de parate futbolístico se tomaron como un descanso. Sin embargo, a medida que avanzaba la pandemia se estiraba también la posibilidad de entrenar. Alejandro Acuña jugaba en Central Ballester al momento de la suspensión y hoy ya es incorporación de Juventud Unida, todos equipos de la D. El volante señala: “Tuvimos meses sin entrenar. Entrené al principio como para mantenerme por si volvía el campeonato pero esto es muy largo para todos”.  Desde hace unos meses, Alejandro trabaja en un emprendimiento familiar, una casa de comidas y parrilla, para poder subsistir durante la cuarentena.

Ismael Rodríguez, por su parte, se dedicó al cien por ciento a su trabajo en una distribuidora de bebidas y esto hizo que se acelerara su alejamiento de Deportivo Paraguayo y del fútbol.  “Tuve que poner más tiempo para estabilizar el trabajo y es ahí donde me alejé por completo de la actividad física y lejos está de poder volver”, fundamenta.

¿Pero qué sucede en el resto del país? Pablo Roselli es entrenador de arqueros en Ferro de General Pico, La Pampa, equipo que disputa el Torneo Argentino A. Él es de Burzaco, Buenos Aires, y quedó “varado” en La Pampa. “Yo viajé solamente a trabajar del fútbol y me tuve que quedar acá”, dice.

En su caso, la ciudad está en fase 5 hace un tiempo y esto habilita a la población a tener actividades físicas con hasta diez personas al aire libre, por  lo que Pablo pudo abrir su centro de entrenamiento específico para arqueros y continuar con su trabajo. Pero no ve a su familia desde el 2 de enero y la extraña aunque matiza: “Mis días acá se hicieron muy amenos, no sólo por la calidad de gente sino porque el club se portó bien”. 

Algunos equipos del ascenso tomaron la decisión de continuar entrenando a través de aplicaciones de videollamadas como sucede en Argentino de Merlo o en Almirante Brown. Aunque a veces los jugadores debían adaptar los trabajos técnicos a espacios reducidos, sobre todo para quienes viven en departamentos y sin espacios verdes. Dattola contó que primero entrenaba en su casa al aire libre con las rutinas que le pasaba el preparador físico y cuando se empezó a flexibilizar el aislamiento pudo continuar con los ejercicios en un parque.

Para los arqueros es más complicado mantener el ritmo de los entrenamientos. Rosellí explica: “Seguimos entrenando mediante zoom grupalmente. Pero individualmente con los arqueros ese tipo de entrenamientos no nos favoreció mucho por el tema de la medición de distancias, los remates”. Es decir, pudieron mantener la parte física pero no la parte técnica. Y agrega: “Aguantamos unos meses y cuando se siguió extendiendo no pudimos entrenar más”. Ya que la mayoría de los contratos de los jugadores rescindieron contrato el 30 de junio, algunos renovaron y otros buscaron nuevos destinos.

Argentino de Merlo retornó a las prácticas el 1 de octubre.

Más allá de las dificultades con la que se encontraron los futbolistas del ascenso para poder entrenar o trabajar, la solidaridad y el compromiso social siempre dice presente. Muchos clubes abrieron sus puertas para colaborar con la comunidad. Como es el caso de Yupanqui que brinda viandas a los vecinos del predio ubicado en Ciudad Evita y además reciben donaciones para un merendero de Lugano.

En Almirante Brown, sus hinchas se reunieron para realizar una olla popular y pidieron colaboración a los jugadores para juntar fondos y así poder comprar alimentos.  “Me fueron hablando para saber si yo tenía alguna camiseta o algún short para darles. Les di, pero me quedé sin ropa”, relata Dattola. Entonces, el defensor comenzó a organizar una campaña para que sus amigos colaboraran con un paquete de fideos o de arroz. Finalmente junto a su amigo Facundo Mater, jugador de Nueva Chicago, decidieron armar un bingo solidario sorteando camisetas de la Fragata y del equipo de Mataderos.  El jugador de Almirante afirma: “Todo lo recaudado lo donamos. Fuimos a comprar alimentos y lo donamos a distintos comedores”. Y luego agrega: “Al vivir en Matanza uno ve que la gente la está pasando mal de verdad y uno no debe mirar al costado si puede ayudar a la gente”.

Por su parte, Damián Achucarro,  jugador de Argentino de Merlo,  organiza la merienda en el barrio Santa Julia de Pontevedra. El futbolista cuenta: “Hace cuatro meses tuve la idea de hacer la merienda acá en el barrio, lo estoy haciendo en mi casa. Se sumó el Chiqui Carranza (también jugador de Argentino) que me está ayudando con la mercadería”. El merendero se llama Manos Solidarias y los jueves y sábados por la tarde brindan una infusión con algo rico para acompañar y reparten bolsones con alimentos para los vecinos. 

Los entrenamientos en el fútbol de ascenso retornan de a poco. La Primera B comenzó las prácticas el 28 de septiembre y la Primera C el 5 de octubre. Mientras que la Primera D arrancaría el 23 ya que modificaron la fecha para poder cumplir con los protocolos. Por otro lado, los trabajos empiezan con grupos reducidos en distintos horarios. Luego se entrena con grupos un poco más numerosos y después reanudarían la parte futbolística con amistosos. De cómo se definirán los torneos y cuándo se jugarán, es aún una incógnita.

De a poco, los jugadores regresan a sus trabajos de futbolistas con testeos y estrictos protocolos sanitarios. La ansiedad de poder volver a estar en una cancha es cada vez mayor. Aunque tanto sus ganas de entrenar como sus sueldos están pendientes de la cantidad de contagios por Covid-19.

¿La contaminación llega al espacio?

¿La contaminación llega al espacio?

Desde las últimas décadas del siglo XX los satélites artificiales son nuestros ojos en el espacio. Pueden servir para enviar y recibir comunicaciones de uso masivo, para análisis científicos, pero también para fines militares. En los últimos años se sumó una nueva mirada sobre el espacio que pone el énfasis en los negocios. ANCCOM diálogó con los actores que intervienen en el campo satelital argentino para entender la magnitud de los proyectos y sus efectos.

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) es la responsable de diseñar y ejecutar el Plan Espacial Nacional que incluye acciones y proyectos como misiones satelitales de observación de la Tierra enfocados en el territorio continental y marítimo. Para eso, desarrolla satélites de observación útiles para la agricultura, hidrología, medioambiente y gestión de emergencias naturales, entre otras. El Plan Espacial Nacional también incluye el desarrollo y lanzamiento de pequeños satélites, para colocarlos en órbita, desde territorio, argentino mediante el lanzador Tronador II/III.

Raúl Kulichevsky, Director Ejecutivo y Técnico de la CONAE, explicó cómo se sitúan los satélites argentinos en la órbita terrestre: “Por un lado, participamos de distintas organizaciones internacionales asociadas al uso pacífico de la información satelital, como Naciones Unidas y organizaciones espaciales. A su vez, tenemos convenios bilaterales con distintas empresas y en ellas hay regulaciones, donde todos los países miembro se comprometen a cumplir y respetar las regulaciones estatales en el espacio”.

Uno de los últimos lanzamientos exitosos es el SAOCOM 1B que partió al espacio en una cohete de la empresa SpaceX de Elon Musk desde los EE.UU. El lanzamiento completó la misión Saocom, cuyo primer satélite, el 1A, había despegado en octubre de 2018. Los satélites argentinos de observación están ganando terreno en el espacio y cada vez hay más compañías que trabajan en crear elementos necesarios para cada misión. El ingeniero Kulichevsky destacó la importancia de los SAOCOM: “En particular, la misión significó un salto cualitativo y de complejidad de desarrollo tecnológico importantísimo. Estamos convencidos que esta misión es el desarrollo tecnológico con el área espacial más complejo que se haya encarado alguna vez en Argentina. Haber completado la misión y dentro de poco tenerlo en operación es para los argentinos, una enorme satisfacción y orgullo”.

“La misión SAOCOM significó un salto cualitativo y de desarrollo tecnológico importantísimo», aseguró Kulichevsky.

A estos objetivos, deben sumarse los satélites geoestacionarios de telecomunicaciones como el Arsat I y II ya lanzados, y el Arsat III en desarrollo. Este último, brindará un servicio de internet de gran capacidad en territorio argentino, principalmente en el norte de la Cordillera de los Andes y zonas remotas.

 

Iniciativa privada

También existen empresas privadas argentinas que desarrollan satélites con énfasis en la eficiencia económica. La firma nacional líder en el sector es Satellogic, con una larga trayectoria en analítica geoespacial. Fundada en 2010 por Emiliano Kargieman, se dedica a la fabricación de nanosatélites de costos más bajos que los tradicionales, posibilitando lanzamientos satelitales con mayor frecuencia.

Luciano Giesso, Director Comercial de Satellogic, explicó por qué estos satélites resultan más eficientes y económicos: “La primera razón es que estamos verticalmente integrados y diseñamos todos los componentes. Cubrimos la cadena de valor del mercado de observación de la Tierra, de punta a punta, proveyendo soluciones de analítica geoespacial a clientes finales desde la obtención del dato como imágenes desde el espacio hasta la provisión de servicios y soluciones que permitan tomar mejores decisiones de negocio”.

La segunda razón, según el especialista, tendría que ver con los ciclos de vida relativamente cortos de los satélites: “Un satélite tradicional cuesta entre 500 y 800 millones de dólares, toma 10 años de desarrollo y orbita otros 20 para amortizar estos costos. Nosotros fabricamos satélites por una fracción ínfima respecto de esos valores. El ciclo de fabricación completo de cada uno es de tres meses y su tiempo de vida de  3 o 4 años”.

Si bien la empresa es Argentina, cuenta con oficinas en ocho ciudades del mundo y un equipo distribuido en más de quince locaciones. La oficina central se encuentran en Buenos Aires. También hay un equipo de desarrollo en Córdoba y las actividades de ensamblaje, integración y testeo de los satélites se desarrollan en Uruguay. Además hay un centro especializado en el ámbito de la inteligencia artificial y tecnología de datos en España. Esta localización sirve, según el ingeniero, para facilitar las operaciones de fabricación y por el régimen de importación/exportación.

La recolección de datos por parte de estos satélites permite entender, por ejemplo, el impacto del cambio climático en la Tierra, en los cultivos, las sequías o la evolución de un cultivo en un campo. También sirven para monitorear las reservas de carbono, la salud de los cultivos, plagas y malezas o prevenir el robo y la recolección ilegal. Hasta el momento, la CONAE no ha trabajado directamente con la empresa Satellogic pero afirman que mantienen contacto frecuente. Desde el punto de vista de la institución pública aseguran: “Intentamos mantener una relación con todas las empresas del sector y tratar de apoyar y fomentar el crecimiento de las empresas públicas y privadas en Argentina”.

Tanto la CONAE como Satellogic gestionan proyectos con la empresa aeroespacial pública Argentina VENG (Vehículo Espacial Nueva Generación). En conjunto con ellos, desarrollan los medios de acceso al espacio y servicios de lanzamiento, particularmente para la producción, operación y mercadotecnia del programa de Tronador de la CONAE.

El equipo argentino que lanzó el SAOCOM 1B, en Cabo Cañaveral.

Luz mala

Muchos astrónomos y especialistas físicos advierten que los satélites artificiales afectan las observaciones astronómicas. Asimismo, los satélites de telecomunicaciones pensados para el acceso móvil a Internet, integran una fuente de ondas de radio que perjudican la radioastronomía.

Carlos Di Nallo, reconocido astrofotógrafo argentino, aclaró la importancia de la posición en la que se colocan los satélites artificiales: “En realidad depende de la posición en órbita que ocupan. No vas a tener un montón de satélites juntos pero si en las fotografías que se toman aparecen muchos, arruinan la foto”. Para Di Nallo es alarmante la cantidad de satélites artificiales que se están pensando a nivel mundial; esto no solo afectaría las observaciones nocturnas sino además los radiotelescopios. El especialista sostiene que el problema central es que en el cielo no hay dueños: “En algún momento se va a tener que plantear algún tipo de regulación porque ahora todos quieren lanzar satélites”.

Uno de los proyecto más controvertidos es el de Space X. Su plan es lanzar Starlink, una constelación de satélites capaces de proporcionar conexión a Internet en cualquier parte del mundo, y que requerirá al menos 12.000 satélites para el 2025. El desarrollo de estos instrumentos comenzó en 2015 con la autorización legal del gobierno de Estados Unidos. Los primeros planes hablaban de lanzar 4.000 satélites en una órbita baja cercana a la superficie de la Tierra. Sin embargo, al poco tiempo, la compañía pidió ampliar el número de satélites, superando los 20.000 permisos. Hay que recordar que esta empresa nació con el propósito de contar con naves espaciales propias y llegar a Marte en las próximas décadas. Asimismo trabajan en proyectos de financiamiento de gastos de investigación y desarrollo de vehículos espaciales.

¿Quién financia estos gastos? ¿Cómo se llevan a cabo estos proyectos? Space X realiza contratos multimillonarios con el gobierno de Estados Unidos y de Europa para poner en órbita satélites de otros países.

Lanzamiento del Arsat-2, en la Guyana Francesa, en 2015.

Hace unos meses, la American Astronomical Society emitió un comunicado: “Cuando Space X lanzó su primera tanda de 60 satélites de comunicación Starlink, en mayo de 2019, y personas de todo el mundo los vieron surcando el cielo, los astrónomos lanzaron la voz de alarma. Los satélites Starlink no solo eran más brillantes de lo que nadie se había llegado a imaginar, sino que podría haber decenas de miles como ellos». El ruido lumínico hará imposible el estudio de las estrellas más lejanas.

Además, este tipo de satélites artificiales tendrá un efecto gravitacional sobre los objetos que se acercan a la Tierra, como cometas y asteroides. Por lo tanto, se deberá tener en cuenta la posición y alteración de los satélites de Musk para lanzamientos espaciales.

Respecto a este tipo de proyecto, la empresa Satellogic declaró que “es claro que el aumento de satélites de distinta índole, tamaño y características, puede obstaculizar la observación desde la Tierra. Nuestros proyectos por ser microsatélites, tienen poca superficie para reflejar y por su tiempo de vida (relativamente corto) no duran mucho tiempo más en órbita”.

La CONAE acentúa la importancia de la información de la observación astronómica pero aclara que “hay que entender que gran parte de esa información, ha sido obtenida por satélites. La posibilidad de observar el universo sin interferencia de la atmósfera, genera capacidades para el mundo de la astronomía que son únicas; lo que sucede es que el desarrollo espacial complementa significativamente las posibilidades de observación astronómica”.

Tras las críticas, Starlink empezó a utilizar una pintura opaca para evitar el brillo de los rayos solares. Existen aplicaciones para seguir y localizar el trayecto de estos satélites; aparece el horario, la altura, y hasta a quien pertenecen. Paralelamente, la Unión Astronómica Internacional pidió actualizar las efemérides para enviar información acerca del lugar en el que pasan estos satélites. Esto, permite organizar las observaciones nocturnas y los trabajos fotográficos, para que no sean perjudicados.

«Las misiones SAOCOM son distintas -explica Di Nallo-, porque son de observación y tiene una utilidad como medir la humedad de suelo y situaciones de emergencia. Hablamos de cuatro satélites de toda Argentina frente a 22.000 para dar Internet gratis». Por último, el astrofotógrafo subraya: “A todos los que trabajamos en este campo nos mueve el cielo pero no todos nos manejamos con los mismos valores”.

Mientras el debate continúa, la cantidad de satélites lanzados sigue aumentando. La misión SAOCOM y los ARSAT posicionaron a Argentina en un lugar clave para la construcción satelital de observación terrestre. Estos aparatos significaron un antes y después en la producción agrícola y en los pronósticos meteorológicos para prevenir, monitorear y evaluar catástrofes naturales. A su vez, empresas como Satellogic permitieron mejorar, facilitar y economizar gastos en tecnología espacial. A pesar de ello, resulta curioso y hasta preocupante para muchos especialistas, el interés de muchos países y empresas en proyectos telecomunicaciones de Internet mundial que carecen de una regulación clara.

Actualmente, la conexión en la ciudad depende de cables, antenas y otros instrumentos instalados pero en zonas apartadas, la cobertura de este servicio es escasa, incluso nula. Entonces ¿Cómo podríamos solucionar este problema, sin perjudicar a otros actores que intervienen en los avances y descubrimientos espaciales? ¿De qué manera se podría regular los permisos para no hacer del cielo un negocio? La red de Starlink es tan solo una de las muchas empresas interesadas en estos proyectos como Amazon y la empresa china, Geely.

Ofrecer internet a todos y todas sería un gran paso pero no todo lo que brilla es oro. Las constelaciones satelitales presentan serios inconvenientes para la observación espacial y aumentan los riesgo de colisión. Pese a que muchas empresas están trabajando con la comunidad científica para reducir el impacto de sus satélites, algunos especialistas temen que no se encuentre una solución adecuada.

“Es el momento de recuperar la democracia, la dignidad y la soberanía de Bolivia”

“Es el momento de recuperar la democracia, la dignidad y la soberanía de Bolivia”

Marcha de la comunidad boliviana de la Argentina en repudio al golpe de Estado contra Evo Morales, en noviembre de 2019.

El domingo 18 de octubre será un día clave para Bolivia: las elecciones, largamente esperadas y postergadas, finalmente llegarán y marcarán un momento bisagra en su historia. Mucha agua -también sangre- corrió debajo del puente desde el día en que Evo Morales se vio obligado a renunciar a la Presidencia y exiliarse.

El voto de los residentes en Argentina es de suma importancia, siendo el país del exterior con más ciudadanos bolivianos (del 4,7 por ciento del padrón que corresponde a bolivianos que residen en el extranjero, casi la mitad vive en nuestro país). Tal es así que en las últimas semanas se generaron una serie de cruces, desde el discurso de Jeanine Áñez en la ONU acusando al gobierno argentino de “acoso sistemático”, hasta el tweet del candidato Luis Arce agradeciendo “al gobierno y pueblo argentino por garantizar el derecho al voto de la comunidad boliviana”. Entre tanto tironeo, en un clima de altísima tensión -como no puede ser de otra manera cuando lo que está en juego es nada más y nada menos que la democracia- la comunidad boliviana en Argentina tiene mucho para decir.

De este lado de la frontera, la colectividad boliviana siguió de cerca los acontecimientos ocurridos en su país desde el golpe. “No hay palabras siquiera para hablar de lo que pasó porque nosotros sabemos que se ganó limpiamente y luego nos han sacado a la fuerza. Nuestros parientes que están en Bolivia la han pasado bastante mal, han sido bastante maltratados. Les han cerrado la boca a golpes. Nosotros tratamos de confiar en que en esta vuelta se pueda volver a ganar pero hasta ahora todavía siguen lastimando y eso genera miedo”, relata Lucía Pari, Presidenta de la Asociación Civil Juana Azurduy de General Rodríguez.

“El pueblo estaba convulsionado, nadie entendía por qué (Evo Morales) había renunciado. Nos marcó muy fuerte ese momento. Es algo que va a dejar una marca muy profunda en la historia, no se va a olvidar nunca”, cuenta Oscar Caiguara, presidente de la Cooperativa para Hortifruticultores 2 de Septiembre de Pilar -visitada por Morales en enero- y también de las Instituciones Unidas de la Zona Norte, Este y Oeste, y agrega: “Este gobierno de facto ha demostrado que no puede gobernar, que no tienen un sentimiento patriótico ni democrático, no aman a Bolivia”.

Se espera un clima de mucha tensión para el día de los comicios.

La fórmula del MAS encabezada por Luis Arce lidera ampliamente la intención de voto. La apuesta de quienes apoyan al ex ministro de Economía de Evo Morales es ganar en primera vuelta y evitar el ballotage con Carlos Mesa, donde el escenario podría complicarse para los sectores populares e indígenas. “Venimos siguiendo las declaraciones del gobierno de facto, como las del ministro (Arturo) Murillo, que vienen operando para desestimar que gane el MAS; advierten que si ganara no van a aceptarlo porque sería fraude. No pueden decir de antemano que va a haber fraude en una elección que no se ha hecho, salvo que piensen en desconocer la voluntad del pueblo”, apunta Luis Fernando Hinojosa, presidente de la colectividad boliviana de Baradero “Juana Azurduy de Padilla”.

En este sentido, desde la Agrupación Cultural Sangre Minera, Mario Chambilla afirma que “en las elecciones sí o sí va a haber tensión. Se viene una pelea larga, nadie va a querer dejar el mando. La verdad es que duele -agrega-. Desde lejos, además, no podemos defender, salir a la calle a repudiar. Nosotros estamos lejos, pero igual lo sentimos mucho. Siempre al país lo manejan los imperialistas, los terratenientes, las empresas grandes que Evo sacó. No les gustó e hicieron lo que hicieron: el golpe”.

Como desde un principio sentenció Evo Morales, la disputa por los recursos naturales, específicamente el litio, es un factor clave detrás del golpe. “El gobierno de facto implementó políticas impulsadas desde el exterior, básicamente desde Estados Unidos, por el deseo de la obtención de los recursos naturales de Bolivia. En el último gobierno de  Morales, se nacionalizaron los recursos naturales, como litio y petróleo, en beneficio del pueblo. Bolivia tiene la mayor reserva del mundo de litio, que es una energía limpia que está en toda la tecnología que utilizamos, como computadoras y teléfonos. Hay quienes quieren ese mineral para intereses particulares, y para eso quieren manejar Bolivia”, analiza Hinojosa, docente de informática en Baradero. “Creemos que esto es algo que en este momento se está llevando a cabo en Bolivia pero que las potencias lo tienen pensado para toda Sudamérica”, concluye.

Esta disputa no es nueva, sino que la historia de Bolivia siempre ha estado marcada por el saqueo de sus riquezas con base en la explotación de los trabajadores. Al respecto, el presidente de la Agrupación Sangre Minera relata que “años atrás, los mineros luchábamos por el pago, ya que siempre había dos o tres empresarios que eran los que dominaban toda la minería y la riqueza se la llevaban para ellos. La lucha siempre fue minera, si no se levantaban los mineros íbamos a seguir siendo dominados. Fueron más de 500 años de robo y explotación. Ahora hay que defender lo que queda que es el litio: y ellos están en busca de eso. Siempre fuimos esclavos -concluye- y con el gobierno de Evo Morales eso cambió, por eso queremos que vuelva”.

En agosto pasado, la Central Obrera Boliviana reclamó la renuncia de la presidenta de facto, Jeanine Añez.

Caiguara, oriundo de Potosí, resalta que “Bolivia ha pasado muchos atropellos y humillaciones. Por muchas generaciones se ha luchado por el gas, por el agua, Bolivia ha sido muy golpeada. El golpe de Estado militar, cívico y policial está marcando a toda una generación. Y el pueblo no va a permitir ser sumiso y machacado nuevamente. Mucho tiempo nos han humillado. Ahora es el momento de recuperar la democracia, la dignidad y la soberanía de nuestro país. Lo único que han demostrado es querer saquear a Bolivia, sus recursos naturales, ultrajar y discriminar a nuestros hermanos bolivianos”.

Los 14 años de gobierno del MAS fueron un punto de inflexión en ese aspecto. Afirma Lucía Pari, también nacida en cercanías a Potosí, que “Evo Morales defendió los derechos de la gente campesina fundamentalmente, la gente pobre, las mujeres de pollera que antes no teníamos derecho ni de hablar. Años atrás han explotado mucho a Bolivia y el hermano Evo frenó eso, adelantó mucho al país, eso nadie lo puede negar”.

En este sentido, Hinojosa, que llegó a este país desde Cochabamba en 1993, agrega que “la mayoría de quienes estamos en Argentina hemos venido a buscar una mejor situación económica. Cuando me vine, mi país tenía una situación muy difícil, no había perspectivas de mejora, pero el presidente Morales cambió esto, generó un desarrollo económico y eso empezó a alentar la integración. Las empresas estaban progresando, Bolivia estaba creciendo, pudo pagar su deuda con el FMI, logró tener reservas muy grandes y estaba apuntando inclusive a un desarrollo tecnológico. También se logró salir del analfabetismo, se crearon universidades, se estaba apuntando a una salud integral y gratuita como tiene la Argentina. Cuando me vine de Bolivia no existía todo eso.” Y en relación a lo que se decide este domingo, destacó: “Lo que está en juego son dos modelos de país: uno con perspectiva de crecimiento, con inclusión social, sin racismo; o un país endeudado, que vuelve a la pobreza, a la discriminación y la segregación. Pese a que hay muchos candidatos (cada vez menos, para intentar fortalecer la posición de Mesa), los modelos son dos”.

Cientos de bolivianos residentes en la Argentina acudieron al consulado de su país en Buenos Aires para empadronarse.

En este escenario tan complejo, señala Caiguara, “los hermanos y hermanas que antes pensaban que no querían que siguiera el proceso de cambio de Evo, ahora se han dado cuenta de que estos señores (por el gobierno de Áñez) no gobiernan para todos sino solamente para su sector. Eso ha despertado a la comunidad boliviana aquí en Argentina”. La organización del pueblo boliviano, sea en tierra natal o en territorio argentino, siempre ha sido fundamental en el devenir histórico. “Años atrás uno trabajaba por separado como un peón, pero a partir de que hubo mucha discriminación y explotación por parte de los patrones, cada uno de nosotros nos independizamos pero siempre con una organización, tratando de agruparnos, siempre intentando reunir a la colectividad boliviana”, afirma Lucía Pari, quien será fiscal de mesa el domingo. Entendiendo la importancia que tienen estas elecciones, desde distintos espacios de organización popular incentivan a que quienes residen en Argentina hagan ejercicio del derecho al voto, Pari agregó: “Las hermanas y los hermanos bolivianos tienen que ir el 18 de octubre a sufragar y elegir democráticamente quién va a ser presidente”.

Las elecciones en Bolivia son un llamado de atención a velar por la democracia en la región. Frente a un gobierno que accedió mediante un golpe de Estado y en medio de un panorama harto complejo, las distintas instituciones y organismos internacionales competentes deberán garantizar la transparencia de estas elecciones para que se respete, sin vacilaciones, la voluntad del pueblo.

Antes de la pandemia, Evo Morales, exiliado en la Argentina, marchó en la ronda de las Madres de Plaza de Mayo.