Nov 8, 2017 | Culturas, inicio
Promovida por la Asociación de Libreros Anticuarios de Argentina (ALADA), la Feria del Libro Antiguo se convirtió en un clásico que congrega libreros nacionales e internacionales, coleccionistas, bibliófilos y especialistas, y que desde su creación se propone acercar la cultura del libro curioso, raro y exquisito al público.
Lucio Aquilanti, vicepresidente de ALADA y propietario de Aquilanti & Fernández Blanco -la librería anticuaria más grande de Buenos Aires, con más de doscientas mil obras-, cuenta que “una ciudad como Buenos Aires necesitaba una Feria del Libro Antiguo, y quedó demostrado que funciona porque ya vamos por la decimoprimera edición y siempre fue un éxito”. Y es que Buenos Aires es la ciudad con más librerías per cápita del mundo; se calcula un promedio de veinticinco locales cada cien mil habitantes.
Si bien, según estándares internacionales, un libro antiguo es el publicado con anterioridad a 1830, hoy el término es mucho más genérico y las librerías anticuarias trabajan además de libros vetustos en edad, obras raras, costosas de conseguir, tiradas especiales, coleccionables y dedicadas por autores. En estos lugares se pueden hallar desde libros de los siglos XV, XVI y XVII, hasta de las vanguardias artísticas y literarias del siglo XX, pero también mapas, afiches y fotografías de cine, cómics, manifiestos y toda serie de curiosidades.
Alberto Casares, dueño de la librería Casares y presidente de ALADA.
Una primera edición de El Facundo de Domingo Faustino Sarmiento de 1845, una investigación ilustrada de Florentino Ameghino de 1877, una primera edición de 1922 -con ilustraciones del propio autor- de Veinte poemas para ser leídos en el tranvía de Oliverio Girondo, una edición de 1641 de Elogio de la locura de Erasmo de Roterdam, un vademécum de 1794; un ejemplar de Seis poemas escandinavos de Jorge Luis Borges son algunas de las joyas con las que contará esta edición de la Feria que suele congregar entre cuatro mil y cinco mil personas.
El coleccionismo, sostiene Aquilanti, “protege el patrimonio, que es lo que generalmente no hace el Estado, en Argentina y en cualquier parte del mundo”. “Un libro antiguo no es para leerlo”, agrega quien reunió la obra completa de Julio Cortázar y que ahora forma parte del tesoro de la Biblioteca Nacional y afirma: “El placer del libro antiguo en casa es tenerlo, hojearlo, mimarlo, es ese pedacito de historia, de misterio metido en casa y esa dulce obligación de cuidarlo”.
En la edición 2017 de la Feria del Libro Antiguo, un grupo de dieciséis libreros y propietarios de anticuarias serán los encargados de atender y orientar a los asistentes a la Feria. Dispuestas en stands, participarán las librerías Alberto Casares, fundada en 1975 y dedicada a literatura, arte e historia argentina, americana y española; Aquilanti & Fernández Blanco, especializada en historia y literatura latinoamericana; Rayo Rojo, consagrada a la historieta y el cómic y Alberto Magnasco, otra de las clásicas. Completan el repertorio Anticuaria «Poema 20”, Galería Mar Dulce, Helena de Buenos Aires, Hilario, Luis Figueroa, María Rúa Vidueiros, La Librería de Ávila, Librería El Escondite, Libros La Teatral, Los Siete Pilares, The Antique Book Shop, The Book Cellar& Henschel y Víctor Aizenman.
En la edición 2017 de la Feria del Libro Antiguo, un grupo de dieciséis libreros y propietarios de anticuarias serán los encargados de atender y orientar a los asistentes a la Feria.
Cincuenta son las librerías anticuarias nucleadas en ALADA, aunque Aquilanti asegura que existen algunas más. La asociación se fundó en la década de 1940 y diez años después dejó de funcionar, se cree que por la Revolución Libertadora y la crisis por la que atravesaba el país. En 1998 fue refundada por un grupo reducido de libreros que hoy acerca las producciones antiguas al público curioso y se encarga de representar a los libreros ante cuestiones legales.
La ventaja de presentarla en un centro cultural -es la segunda edición consecutiva que se realizará en el CCK-, destaca Aquilanti, “es que tiene otros atractivos y se puede convertir en una salida familiar, de amigos o convocar a público ajeno al tema. El año pasado tuvimos la experiencia de gente que llegaba sin saber de qué se trataba y se llevaban una experiencia magnífica”, recuerda. La Feria del Libro Antiguo es una ocasión ideal para animarse a ese mundo de las librerías anticuarias que -según dicen sus libreros-, a muchos intimida.
La Feria del Libro Antiguo se convirtió en un clásico que congrega libreros nacionales e internacionales, coleccionistas, bibliófilos y especialistas.
Actualizado 08/11/2017
Nov 8, 2017 | DDHH, inicio
En el marco de la 14° edición de La Noche de los Museos, el Espacio Memoria y Derechos Humanos, ubicado en el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ex ESMA), recibió al público con diversas propuestas, exposiciones y muestras.
Se trata de un lugar emblemático, cargado de historia. Un predio en el que 40 años atrás predominaba el terror, la represión y la muerte, hoy es un espacio en el que prevalece la vida, pero sobre todo la memoria, la búsqueda de la verdad y la justicia. Por cuarta vez consecutiva en la ya tradicional noche en la que los museos porteños abren sus puertas hasta la madrugada, el Espacio Memoria se llenó de miles de visitantes.
“Me parece que la importancia de que la ex ESMA, como sitio de memoria, pueda ser visitada en el marco de La Noche de los Museos está dada porque cada año convoca a diferentes personas. Es muy importante que puedan conocerse lugares como este y que puedan convertirse en una instancia de reflexión”, reflexiona Amy Rice Cabrera, representante del Directorio de Organismos de Derechos Humanos en el Espacio Memoria y Derechos Humanos de la ex ESMA.
El evento, que comenzó a las 20 y culminó a las tres de la madrugada, permitió a los visitantes recorrer algunas instalaciones que alberga el predio, en el que conviven edificios a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, instituciones internacionales vinculadas a la defensa de los derechos humanos y otros representados por los organismos históricos de derechos humanos argentinos. El Edificio Cuatro Columnas; el Sitio Memoria ESMA; el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH); la Casa por la Identidad de las Abuelas de Plaza de Mayo; el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti; el Archivo Nacional de la Memoria; la Casa Nuestros Hijos (ECUNHI); La Vida y la Esperanza de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora; el espacio 30.000 Compañeros Presentes, de Familiares de detenidos desaparecidos por razones políticas y el Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, fueron algunas de las instituciones abiertas al público.
Por otro lado, y a través de visitas guiadas cada una hora, se realizó un recorrido histórico del predio en su conjunto, para comprender cómo funcionó al servicio de la represión en años de dictadura, cuáles son las actividades que lo habitan hoy, siempre con el objetivo de no olvidar y construir memoria.
Las vistas despertaron la curiosidad de los visitantes que preguntaban por las torturas a las víctimas, si era verdad que a los detenidos, antes de ser arrojados desde los aviones al río de La Plata, se les aplicaba cemento en sus pies o bolsas con piedras para evitar que los cuerpos flotaran y regresaran a la orilla, a lo que el guía sostuvo que estos métodos son versiones que no se pueden confirmar, pero que lo cierto era que en un primer momento los militares los arrojaban al río y que, al darse cuenta que los cuerpos re aparecían en la orilla, decidieron arrojarlos mar adentro en lo que se conoció más tarde como “los vuelos de la muerte”. Lo que se buscó a través de las visitas fue dar cuenta de la forma en que el predio y los grupos de tareas de la ESMA en su totalidad funcionaron como un aparato represivo, desapareciendo, torturando y asesinando a más de 5000 personas.
«Es muy importante que puedan conocerse lugares como este y que puedan convertirse en una instancia de reflexión”, dijo Amy Rice Cabrera sobre la Ex ESMA.
La historia de la ESMA fue narrada por los guías a través de un análisis que comenzó con el surgimiento del lugar, las actividades que se realizaban (tanto legales como ilegales), de qué forma se torturaba a los detenidos y los métodos de ocultamiento de estos actos ilícitos. Por otra parte, se brindó información acerca de las idas y venidas entre los gobiernos que sucedieron a la dictadura cívico militar respecto a qué debía hacerse con el predio. Finalmente, el recorrido concluyó con el abordaje de la recuperación y la conformación del Espacio Memoria. “El Espacio genera diversas estrategias para visibilizar y convocar cada año a través de visitas guiadas, actividades educativas y culturales de comunicación”, sostiene Rice Cabrera.
El espacio Casa Nuestros Hijos, fue otro de los edificios que llenó de vida y color la noche del sábado. A través de presentaciones tanto individuales como grupales de los estudiantes de la Tecnicatura de Música Popular, a partir de las 21, el espacio convocó a buena parte del público a escuchar música popular tocada por estudiantes de la tecnicatura impulsada por Madres de Plaza de Mayo. “Es importante que se realicen muestras de este tipo para poder presentar parte de lo que fue nuestra historia reciente, los derechos humanos, y lo que fue el terrorismo de Estado, y para que permita a las próximas generaciones conocer la historia y tener viva la memoria”, afirmó Fátima Cabrera de Rice, coordinadora de la Escuela Popular de Música en convenio con Madres de Plaza de Mayo- Línea Fundadora, y la fundación “Música Esperanza”.
En la Casa por la Identidad de Abuelas de Plaza de Mayo, a su vez, se presentaron diversas exposiciones en sus salones a través de fotos, cuadros y objetos, con el fin de mostrar la historia de lucha llevada a cabo por las Abuelas a lo largo de estos 40 años, en busca de sus nietos y nietas apropiados en dictadura. “A través de la muestra que se encuentra en la Casa por la Identidad buscamos que los visitantes conozcan la historia de Abuelas. Y, a partir de conocerla, queremos que nos ayuden con la difusión. La única manera que tenemos es reproduzcan, que comenten en las redes sociales que vinieron a conocer la Casa por la Identidad, y que lo comenten con sus familia”, explica Lorena Battistiol, vocal de la Comisión Directiva de Abuelas de Plaza de Mayo y nieta que busca a su hermano o hermana nacido en cautiverio.
“El Espacio Memoria y derechos humanos es un espacio abierto, que está en construcción permanente, que es colectivo. Tiene que ser habitado por el pueblo”, dice Rice Cabrera.
Durante la noche del sábado también estuvo expuesta la muestra “TwitteRelatos por la Identidad”, que había sido inaugurada el jueves anterior. La muestra es el resultado de un concurso realizado en junio de este año, en el marco del 40° aniversario de la institución. Miles de participantes enviaron sus relatos con el hashtag #Abuelas y un jurado compuesto por los reconocidos escritores María Teresa Andruetto, Sergio Olguín, Florencia Canale, Fabián Casas y Martín Kohan eligió los 15 textos que ilustrados por los artistas Miguel Repiso (“REP”), Ricardo Siri (“Liniers”), Pablo Bernasconi, Marisol Misenta (“Isol”), Juan Matías Loiseau (“Tute”), Lucas Nine, Mirian Luchetto, Mariano Lucano, Viviana Bilotti, María Wernicke, Daniel Roldán, Catalina De Sanctis Ovando, Rodolfo Fucile, Poly Bernatene y Matías Trillo conformaron la muestra, cuyo fin también es de colaborar en la búsqueda de los más de 300 nietos que aún no han sido encontrados. La muestra permanecerá hasta fin de año expuesta en Casa por la Identidad.
La presencia del Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) en el marco de La Noche de los Museos es vital, ya que permite la ampliación de su público dentro de este importante evento cultural. Además se trata de la resignificación permanente de un lugar que simbolizó el autoritarismo y el terrorismo de Estado, tratando de preservar la memoria y permitiendo que los visitantes conozcan y se informen acerca de lo que realmente ocurrió durante esos siete años oscuros por los que atravesó el país. “El Espacio Memoria y derechos humanos es un espacio abierto, que está en construcción permanente, que es colectivo, y es un espacio que tenemos que habitar no sólo quienes somos parte de los organismos, o familiares de víctimas que allí estuvieron detenidas y que fueron desaparecidas, sino que tiene que ser habitado por el pueblo”, concluye Rice Cabrera.
Actualizado 08/11/2017
Nov 8, 2017 | Culturas, inicio
«Tuve una conversación con Fundación Telefónica para el sponsoreo de distintas intervenciones que vamos haciendo y les conté que iba a empezar a experimentar la ópera clásica con la música electrónica y, como la fundación trabaja con las nuevas tecnologías, me dijeron si podíamos hacer algo para la Noche de los Museos», dijo a ANCCOM Pablo Foladori, uno de los fundadores y directores de Ópera Periférica.
El grupo, que realizó intervenciones en espacios como Villa 20; en el Galpón Piedrabuenarte; en el Tren Urquiza; en Villa 31 y Villa Soldati, tiene como objetivo pensar otro tipo de poética para este género que, como explica el director, se construye habitualmente desde el lujo. Los interrogantes que rigen este proyecto son el modo de hacer ópera en «un lugar periférico» y «qué tipo de condiciones de producción brindan esos lugares”.
Si bien tiene una arista social, Ópera Periférica es un proyecto artístico que tiene un alto impacto visual y dialoga mucho con la Ciudad. «El proyecto en sí tiene cierta ruptura con el tipo de espectador que tiene la ópera tradicional, que es espectador clásico que ya sabe lo que va a recibir y queremos quebrar con eso y darle una tinte más inesperado.»
El grupo tiene como objetivo pensar otro tipo de poética para este género quse construye habitualmente desde el lujo.
Sábado a la noche: al llegar a la calle Arenales 1541 en el exterior del edificio de la Fundación Telefónica, los sonidistas conectaban el sistema de amplificación y las luces mientras Pablo colaboraba subiendo las sillas al camión en el lugar en donde se ubicaría la orquesta. Los transeúntes que pasaban por allí preguntaban qué era lo que se estaba haciendo. La actriz Julieta Díaz, con un libreto anillado en su mano, se acercó a la cabina de sonido para saber qué hacía ese camión con luces y sillas en aquel pasaje de calle.
A las 21 el público miraba el ensayo de la obra que estaba estipulada para media hora más tarde. Foladori le daba las instrucciones a los actores sobre lo que tenían que hacer y ellos acataban. La gente se asomaba por los balcones y los que salían de recorrer las actividades que se hacían en el interior del edificio se acercaban al pequeño grupo de espectadores que ya estaba en el lugar.
Ópera Periférica es un proyecto artístico que tiene un alto impacto visual y dialoga mucho con la Ciudad.
“Hay que ver qué pasa acá porque lo interesante es que esta obra empezó en el galpón Piedrabuenarte en Lugano y ahora viene a un espacio que se supone más central, en Recoleta, Plaza Vicente López. Pero supongo que acá habrá mucha gente que no vio ópera y que dirá: ´Ah me da ganas de seguir mirando para saber un poco más’ ”.
Demorada por ajustes de último momento, la obra Bastián y Bastiana comenzó. Los doce músicos de la orquesta salieron disfrazados de apicultores y los tres cantantes dieron lugar a su libreto. Un argumento corto e irónico que Mozart compuso a sus doce años en el cual los dos pastores protagonistas temen haber perdido el amor de uno hacia el otro y, por separado, recurren al brujo Colas para que los ayude, pero son engañados por sus consejos.
Tres cantantes dieron lugar a un argumento de Mozart.
“Es un contexto donde hay muchos estímulos y hay que tener mucha concentración pero después hay mucha más libertad que en un teatro, tenemos la posibilidad de intervenir con la gente, de bailar, de sentirnos más libres”, comentó Cintia Verna, soprano y actriz que interpreta a Bastiana.
“El proyecto está muy sobre el ad Hoc. Hay cosas que se van dando; no tenemos un proyecto sostenido con la misma gente ni financiación para que los que participaron en otras producciones puedan seguir formándose” explicó Foladori.
Actualmente, Ópera Periférica cuenta con la Beca Bicentenario a la Creación del Fondo Nacional de las Artes. Sin embargo, el aporte no llega a cubrir los gastos: se trata de un género muy costoso y todos los participantes son profesionales en sus respectivas áreas. “El mecenazgo de estos sponsors es lo que hace posible que las intervenciones sean gratis y mejoren en cuanto a su calidad musical a medida que cobra visibilidad”, explica el director.
Ópera Periférica cuenta con la Beca Bicentenario a la Creación del Fondo Nacional de las Artes.
Actualizado 07/11/2017
Nov 4, 2017 | Comunidad, inicio
El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) registró 2.663 trasplantes realizados durante el 2016, 276 menos que en el 2015. Mientras que la conducción de este organismo afirmó que transitan este año un “camino favorable” para revertir dicha situación, asociaciones civiles y médicos especialistas insisten en la necesidad de incrementar la formación de la comunidad médica, las políticas de salud y la educación en la comunidad civil en la temática de la donación de órganos. La situación de Justina, la nena que necesita con urgencia un corazón, puso en evidencia -una vez más- esta problemática.
Si bien el relevamiento del 2016 muestra una tendencia declinante en relación con los años anteriores, el estancamiento en la cantidad de donaciones y, como consecuencia, trasplantes se produjo a partir del 2013. “Más allá del efecto del número, en realidad la preocupación es qué pasa en nuestro medio que no podemos tener una tasa de donación, por lo tanto de trasplante, como para dar satisfacción a toda esa gente que está esperando su tratamiento”, declaró a ANCCOM Carlos Díaz, presidente de la Sociedad Argentina de Trasplantes (SAT).
Por un lado, para María Del Carmen Bacqué, presidenta del INCUCAI, el declive fundamentalmente se atribuye a que los modelos de gestión implementados empiezan a tener cierta lentitud o deben ser renovados y reforzados. Por lo tanto, se deben aplicar nuevas estrategias que mejoren la detección del posible donante y también la comunicación y la entrevista a la familia para la donación de los órganos.
Las estrategias propuestas por el INCUCAI apuntan, por un lado, a “la capacitación de los equipos de salud reforzando la atención del paciente crítico con cuidado hacia el final de la vida”, y por el otro, a las “maniobras de comunicación sobre el deceso junto a la solicitud o propuesta de donación”, según Bacqué. No obstante, matiza: “Ninguna estrategia tiene un rápido efecto”. Y aunque el primer semestre del 2017 haya mostrado estadísticas superiores al del año pasado -692 trasplantes contra 616 realizados en 2016-, la actual presidente del INCUCAI manifestó: “Esto no alcanza en nuestras metas, pero por lo menos nos permite decir que hemos invertido la tendencia que teníamos”.
Entre otras causas de la escasez de órganos, Díaz destacó: “No toda la comunidad médica es consciente de esta opción de tratamiento. Así como tampoco todos tienen un conocimiento básico de a quién derivar en estos casos y el impacto que eso tiene”.
Tanto para Díaz como para María Eugenia Vivado, médica y directora de Asociación Solidaria de Insuficientes Renales (ASIR), un caso ilustrativo de las deficiencias en el cuerpo médico es el de la enfermedad crónica renal: “Hay casi 30 mil pacientes que están haciendo diálisis en nuestro país y es relativamente baja la proporción de esos pacientes que han sido dirigidos a programas de trasplantes para poder resolver su problema con un trasplante renal”.
A pesar de las medidas implementadas por el INCUCAI, organizaciones sin fines de lucro reciben diariamente pacientes en lista de espera y familiares que solicitan asistencia y ayuda en la transición del operativo de procuración de órganos. “Los médicos del interior siempre mandan a los pacientes a los hospitales de acá. Nos ha pasado que han venido pacientes de Jujuy, por ejemplo, con muy poquita plata sin saber ni a dónde tenían que ir”, declaró Miriam Tejeda De Rossi, presidenta de la Asociación Civil Florencia Rossi que acoge diariamente pacientes del interior y se ocupa de asistirlos. “De la misma forma que tenemos una distribución de la población muy asimétrica y concentrada en las grandes urbes también ocurre con los centros de trasplantes”, explicó Díaz.
Otra de las problemáticas que acarrean estos pacientes es la incertidumbre de no saber cuándo van a ser trasplantados. “Yo tuve que esperar 13 años -reveló Vivado-, estuve todos esos años haciendo diálisis hasta que llegó el trasplante”. Vivado también criticó con dureza el desempeño del INCUCAI en los últimos dos años: “Nosotros, que formamos parte del Consejo Asesor de Pacientes, teníamos una comunicación muy fluida con la gestión anterior del INCUCAI. Con el cambio de gobierno y toda la nueva reorganización que eso conlleva el diálogo se hizo más difícil”.
Tanto Vivado como Tejeda de Rossi, insisten en la necesidad de una campaña continua que informe la importancia de la donación de órganos en Argentina así como también la incorporación de esta temática en la educación primaria: “Quiero que todos los días se hable de donaciones. Así es como vamos a informar a los chicos, así van a aprender los chicos”, expresó De Rossi. No obstante, Díaz señaló que si bien la educación ciudadana es importante, “le estamos dando toda la responsabilidad a la gente en un momento de dolor. La consciencia está en el sistema de salud y los médicos como primera línea”.
Aunque desde el 22 de enero del 2006 la Ley del Donante Presunto (ley 26.066) establece que cualquier persona capaz y mayor de 18 años puede ser donante de órganos y tejidos tras su fallecimiento, el círculo familiar sigue teniendo en última instancia la decisión, en caso de no existir manifestación expresa ni a favor ni en contra. “Cuando muere una persona, la familia, por el dolor de la muerte, está afectada y cuando se le habla de la donación, obviamente la mayoría dice que no. Hay que hacer educación en el cuerpo médico porque son los primeros que tienen la relación con un posible donante”, dijo Vivado. Díaz coincidió en que “la discusión de la donación debería hacerse cuando la persona está bien. Esto generaría un alivio de esa responsabilidad enorme que en un momento de dolor uno podría llegar a tener” y concluyó con una fórmula contundente : “Por un donante, se puede salvar a ocho personas”.
Actualización 07/11/2017
Nov 2, 2017 | inicio, Trabajo
Este jueves absolvieron a los seis delegados gremiales de Editorial Perfil en el juicio oral llevado a cabo durante esta semana, en el que los trabajadores habían sido acusados de afectar la libertad de prensa en el marco de una medida de fuerza. La causa penal, que había comenzado en 2013, era para los procesados una represalia de la empresa para disciplinar a los trabajadores y debilitar la organización gremial colectiva.
El juez subrogante Walter Candela dictó la absolución luego de escuchar los alegatos y el testimonio de 19 testigos, de los cuales 16 fueron llevados por el fiscal. En el banquillo de los acusados esperaban Marcelo Iglesias, Raúl Mileo, Carlos Rodríguez, Héctor Velásquez, Jose Luis Quartana y Rubén Schofrin, quien además es secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Sipreba). Durante las cuatro jornadas del juicio, este sindicato, que es, según Schofrin, “uno de los sindicatos que Macri dice que sobran”, organizó una radio abierta y actividades de apoyo a los delegados. A ellos se sumaron otras organizaciones gremiales, diputados, legisladores y periodistas para pedir la absolución en las puertas del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 12.
“Perfil dio un golpe de estado a nuestra comisión interna el 30 de octubre de 2013, día de elecciones. Echaron a trece compañeros, entre los cuales había miembros de la junta electoral, que tienen inmunidad gremial”, relata Schofrin. Y agrega: “El despido de un trabajador es legal, pero no el de un integrante de la junta electoral. La ley así lo considera. El paro fue masivo y entonces las publicaciones de la empresa, como el diario Perfil y la revista Caras, demoraron su salida unas horas. Frente a eso nos acusaron de violar la libertad de prensa”.
En el juicio oral llevado a cabo durante esta semana, los trabajadores habían sido acusados de afectar la libertad de prensa en el marco de una medida de fuerza.
Para Schofrin, la denuncia penal efectuada dos meses después de esos hechos fue una venganza de la empresa de Jorge Fontevecchia, ya que en el fuero laboral los trabajadores habían logrado grandes conquistas. “Perfil aplicó un revanchismo inédito. Nosotros sufrimos más de 800 despidos y revertimos cerca de 200. La acción punitiva busca quebrar una organización gremial colectiva e imponer un régimen de disciplinamiento a los trabajadores de prensa”, sostiene.
Iglesias, también acusado, cuenta algunos detalles de la noche de la denuncia: “Viene la Policía Federal, entra, mira y se va sin hacer nada. Más tarde vienen de Prefectura y pasa lo mismo. Cuando llega la Policía de la Ciudad, que en ese momento se llamaba Metropolitana, el fiscal de turno le dice al jefe del operativo que se vaya, que no había ningún delito. Eso figura en el expediente”. De hecho, durante el tercer día del juicio declararon algunos de los policías que participaron esa noche, ratificando que no había delito, tal como cuenta el delegado.
Editorial Perfil, que en diciembre de 2013 hizo la denuncia penal contra sus trabajadores, no fue querellante en la causa. “Fontevecchia tiene sus mañas, y prefirió hacerle hacer el trabajo sucio al Poder Judicial, a un fiscal. Y como el Estado defiende los intereses de la empresa, esto a Perfil le sale gratis”, dijo Iglesias. Por su parte, el abogado de la defensa, Fernando Gómez, aclara este punto: “Perfil no fue querellante porque estaban muy flojos de papeles, ya que los hechos que denunciaron no existieron y no hubo ningún ataque a la libertad de prensa. Solo hubo una medida de fuerza para impedir despidos ilegales porque la empresa violó la Ley 23551 de Asociaciones Sindicales”. El abogado, además, advierte: “Tendrán responsabilidades severas cuando se termine de comprobar la verdad que deriva de este juicio, y que es lo que motivó las medidas de fuerza. Esta empresa ha llevado adelante despidos masivos, ha violentado los recursos preventivos de crisis, ha desoído decisiones judiciales de reincorporación de trabajadores y ha desconocido la vigencia del Estatuto del Periodista”. Entre los testigos que declararon, hubo cinco gerentes de distintas áreas de Editorial Perfil.
Si bien el artículo 161 del Código Penal preveía una pena de uno a seis meses de prisión, detrás de este juicio se escondía un riesgo mucho mayor que la posible condena, y es la utilización de la justicia penal para criminalizar la actividad gremial. “Pegarle a la organización gremial es pegarnos a todos. Si nos llegaba a ir mal a nosotros, Clarín y La Nación iban a salir a hacer denuncias penales en vez de buscar abogados laboralistas. Estuvieron mirando este juicio de cerca”, se preocupa Iglesias. “Es una locura que los que producen los diarios y revistas sean acusados de coartar la libertad de prensa. En realidad, violar la libertad de prensa es echar periodistas y sembrar el terror para que no haya voces disonantes, que es lo que están haciendo algunos medios en este momento”, compara.
Para Schofrin, la denuncia penal efectuada dos meses después de esos hechos fue una venganza de la empresa de Jorge Fontevecchia, ya que en el fuero laboral los trabajadores habían logrado grandes conquistas.
El clima de época es otro factor que los protagonistas de esta causa toman muy en cuenta para entender por qué llegó a juicio oral un reclamo laboral. “Yo tengo 30 años en el gremio y nunca vi un caso así”, dice Fernando “Tato” Dondero, secretario general de Sipreba y testigo de concepto en la causa. “La preocupación central es el momento político en el que aparece esto. El gobierno viene por reformas en contra de los trabajadores, y este hubiera sido un precedente terrible. Cualquier paro puede terminar en denuncia por entorpecer la libertad de prensa”.
Iglesias también entiende que los nuevos vientos políticos han dado aire a este tipo de criminalización del conflicto gremial: “Fontevecchia es un hábil lector de la realidad, y leyó este cambio de época, porque es en este contexto que una causa así puede tener algún asidero. El fallo de Cámara salió en 2015, el día después del balotaje, y a partir de ahí la causa se aceleró y avanzó hasta este juicio”.
“Volvemos a Editorial Perfil a trabajar como todos los días, pero sin la espada de Damocles sobre la cabeza”, dijo Schofrin al salir del juzgado, absuelto al fin, pasada la una de la tarde del jueves.
Los aplausos después de la absolución.
Actualizado 02/11/2017
Nov 1, 2017 | DDHH, inicio
La querella de Abuelas de Plaza de Mayo presentó su alegato en la cuarta audiencia del juicio contra el ex General de Brigada Eduardo Alfonso por su participación, el 12 de enero de 1977, en el operativo ilegal de la casa de Villa Adelina que ocupaban Antonio Domingo García, Beatriz Recchia embarazada de 5 meses, y su pequeña hija Juliana. Los cargos que se le imputaron a Alfonso fueron: allanamiento ilegal, privación ilegal de la libertad cometida por abusos funcional y agravada por el uso de violencia y amenazas cometidas en perjucio de Juliana Inés García y de Beatriz Recchia y homicidio agravado con el concurso premeditado de dos o más personas en perjuicio de Antonio Domingo García. Con todas esas acusaciones, los abogados Alan Iud y Carolina Villella, pidieron para el imputado la pena de prisión perpetua.
Iud comenzó los alegatos de la querella en representación de Juliana Inés García y Abuelas de Plaza de Mayo recordando cómo fue ligado Alfonso al caso García-Recchia. El abogado dijo que su vinculación se dio a partir del informe elaborado por Stella Segado, ex integrante del Equipo de Investigación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, a través del cual se lo identificó como uno de los oficiales que participaron del operativo de la casa de Villa Adelina. El informe partió de tres fuentes: el propio legajo de Alfonso, el Boletín Único del Ejército y una serie de notas periodísticas que dan cuenta que, el 12 de enero de 1976, Fuerzas legales llevaron a cabo un procedimiento de control de población en la calle Independencia al 1900 en Villa Adelina. Iud leyó uno de los recortes que describía lo siguiente: «Las fuerzas legales abrieron fuego abatiendo a un delincuente subversivo de sexo masculino. Finalizada la operación se encontró abandonada en el lugar una niña de unos cuatro años de edad cuya madre al parecer se había fugado aprovechando la confusión producida durante el enfrentamiento. Las fuerzas legales tuvieron dos oficiales heridos». Las tres pruebas fueron contrastadas por el equipo de investigación y como resultado se encontró que el acusado fue condecorado por haber sido “herido en batalla en un operativo ocurrido en Villa Adelina”, lo que lo relacionaba al caso García-Recchia por la improbabilidad de que ocurrieran dos operativos a pocas cuadras de diferencia, en el mismo barrio, a la misma hora, la misma noche. Según Iud, el legajo del ex Teniente primero Raúl Fernando Delaico reflejó que cuando Alfonso fue herido no estuvo en un control de tránsito, como consta en la declaración indagatoria de Alfonso. Tampoco hay referencias de que el disparo haya sido desde una moto, como el ex agente describió en su relato. Iud conjeturó que Delaico, siendo un oficial de inteligencia, hubiese sido raro que lo hayan asignado a la simple tarea de un control de tránsito. Para la defensa de Juliana García, este legajo constituye una contundente refutación de la coartada que presenta Alfonso en este proceso y no habría forma de sostener el relato que introduce la defensa con las pruebas acumuladas. Muy por el contrario, todas las pruebas acreditarían la tesis acusatoria.
Juliana Inés García Recchia, hija mayor de Beatriz Recchia y Domingo Antonio García.
Otro dato a tener en cuenta es que el apropiador de la hija menor de Beatriz Recchia y Antonio Domingo García, el ex suboficial de inteligencia José Ricchiutti, compartió destino con el acusado Alfonso en 1975, en la escuela Sargento Cabral. «Es claro que no estamos acusando a Alfonso de la sustracción de la hija de Beatriz, pero es un dato que debe ponderarse, entendemos tiene relevancia», agregó Iud.
Respecto a algunos descargos de Alfonso, Iud recordó al jurado que el acusado declaró que solo se ocupaba de la instrucción y la educación de aspirantes y que siempre se desempeñó de uniforme y con arma reglamentaria. También recordó que, según los dichos de Alfonso, el 11 de enero de 1976 se le informó que sería parte de una sección de empleo inmediato en la realización de operaciones militares dedicadas a patrullaje, control de tránsito e identificación de personas a cargo de Delaico. Iud, recordó, que en ese caso, Alfonso comenzó sus actividades a la medianoche del 12 de enero, con patrullaje y controles de tránsito en Bella Vista. En ese lugar, según Alfonso, pasó una moto con dos personas que lo atacaron al grito de “alto” y le dispararon, desde allí, aproximadamente a las 4.10 de la madrugada, habría sido conducido al hospital militar de Campo de Mayo. En el relato. Alfonso asegura que fue atendido por el médico militar Agustín Masllorens y permaneció internado casi diez días. «En este relato pueril, señores jueces, está lo que se cae por su propio peso. Es claro que no resiste el confronte con las pruebas de las causas que acabo de mencionar, en particular el legajo de Delaico. Y eso hace pensar el por qué un relato que no se sostiene con las demás evidencias. Hay una razón para ello, Alfonso declaró en indagatoria el 11 de diciembre de 2008 y el legajo de Delaico se obtuvo después de su declaración en 2009. Lo que hizo Alfonso fue tratar de construir una coartada, acomodando detalles. Es realmente difícil creer que el capitán subordinado al Jefe de la División de Inteligencia ordenara un control de tránsito», dijo Iud.
«La defensa pretende que creamos que Alfonso no podría haber participado del operativo porque fue en Villa Adelina, que correspondía a la escuela de Comunicaciones, y paralelamente nos afirma haber estado en un control de tránsito precisamente en Villa Adelina, a pocas cuadras del hecho», agregó el abogado de Abuelas de Plaza de Mayo.
El ex General de Brigada, Eduardo Alfonso, junto a su abogado en el juicio.
Otro elemento que introdujo Alfonso en su indagatoria es la supuesta discordancia entre la hora de la muerte de García y la hora de la herida que él recibió. Alfonso afirmó que fue herido a las 4.10 y aproximadamente a las 4.30 ingresó al hospital de Campo de Mayo. Alfonso destacó que según el informe de defunción de García, falleció a las 3.45 y así sostiene que García murió 25 minutos antes de que él fuese herido, por lo cual nunca podría haber estado en ese hecho. «Es claro que la hora de la muerte de García fue en base a estimaciones. Quién firmó el acta de defunción dijo que él no hacía autopsias sino reconocimientos y que no lo hacían en el lugar del hecho, sino en la morgue del cementerio. A través de un reconocimiento no se puede establecer con exactitud de minutos la muerte de una persona. Así como tampoco es exacta la hora de la herida de bala de Alfonso. Si bien no se puede establecer la hora de ninguno de los dos hechos, existe una coincidencia temporal notoria en el lugar de la muerte, en la hora de la muerte también. Más que elementos de descargo deberían ser considerados como pruebas de cargo serias», dijo Iud. Según el abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, todos los testigos de Alfonso son de oídas ya que no pueden indicar ni una sola persona que les haya dicho lo que declaran y la defensa no pudo acercar ningún testigo directo del episodio que describió Alfonso en su indagatoria. «Las abundantes pruebas de cargo de ningún modo alcanzan a ser refutadas por dos testimonios incorporados por lectura sin mediación, y que repiten la teoría de la defensa del disparo desde una moto», agregó.
Rafael López Fader junto a su abogado en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de San Martín.
El alegato del letrado finalizó con la lectura de una declaración que hizo Juliana en una audiencia anterior que explicaría por qué se está pidiendo prisión perpetua para Eduardo Alfonso: «Me contaron que yo lloré mucho y no volví a preguntar por mi papá con vida, pero lo difícil era contarme lo de mi mamá. Me contaron que no estaba, me dijeron algo de un viaje y yo preguntaba por un colectivo, qué había pasado. A medida que se iban enterando, me iban contando -los tíos-, nos fuimos enterando juntos. Ya cuando se veía que a los desaparecidos los asesinaban y desaparecían sus cuerpos sin dejar rastros, dejándolos como desaparecidos eternamente, también me lo fueron contando. Yo lo negaba, necesitaba saber que me iba a reencontrar con mi mamá. De repente escuchaba que estaban en España y tenía ganas de viajar y buscarla. Pero mi tío Tito era el encargado de pincharme los globos y bajarme a la realidad de que no la íbamos a encontrar más, que a lo sumo lo que se podía encontrar eran sus restos, pero que los liquidaban. Este es el cimiento de la desaparición, me quedo con todo, con tus bienes, tus hijos, no vas a tener ni una tumba. Esto opera distinto a haber recuperado el cuerpo de mi papá de poder llevarle unas flores y saber que está ahí. Hoy mi papá está en un nicho y voy de vez en cuando. Tengo que abrir el nicho y ver los huesos, suena muy terrible pero yo tengo a mi papá y no a mi mamá. Mi mamá venía en sueños, no hace mucho la soñé viva». Alan dijo que el testimonio era elocuente porque aún después de cuarenta años Juliana pudo transmitir que esa pérdida irreparable sigue presente.
Luego Iud hizo hincapié en cómo afectó a Juliana la fuga de Alfonso durante cuatro años. «Hasta ésta nueva forma de dolor le hizo pasar Alfonso, de tener que pasar nuevamente por otro juicio pues no tuvo el coraje de enfrentar a la Justicia cuando fue llamado por ella. Alfonso tuvo la capacidad de convertir su representación ante la Justicia como un nuevo agravio a las víctimas».
El próximo martes está previsto que a partir de las 9.30 y hasta las 16 continúen los alegatos de las otras querellas.
Querellantes en la causa contra los represores del Ejército Rafael López Fader y Eduardo Alfonso.
Los jueces Diego Barroetaveña, Marta Milloc y Marcela Mónica Rodríguez escuchan los alegatos de la querella.
Actualizado 1/11/2017