
«No vamos a cambiar, vamos a redoblar nuestra política»
El gobierno de Javier Milei sufrió una dura derrota en la Provincia de Buenos Aires. Sin embargo, el presidente anuncio, cuando asumió la derrota, que no habrá cambio de rumbo.

El gobierno de La Libertad Avanza no pudo con las fuerzas del pueblo que le pusieron un freno en las elecciones legislativas bonaerenses. Fuerza Patria superó por casi 14 puntos de ventaja al oficialismo nacional.
Votó el 61,65 por ciento del padrón electoral y al cierre de esta edición, con el 94,31 por ciento escrutado, Fuerza Patria alcanzaba el 47,17 por ciento de los votos, mientras que La Libertad Avanza el 33,78. Le seguía Somos, muy lejos, con el 5,29 por ciento y el FIT-U con el 4,36. De las 8 secciones electorales, LLA ganó apenas dos -la quinta y la sexta- y por un margen estimado de entre 4 y 6 puntos. En municipios como Avellaneda, FP arrasó con el 64,36 por ciento, dejando al oficialismo muy por debajo, con el 26,55.

La tarde caía en el búnker de La Libertad Avanza cuando la prensa comenzó a congregarse afuera del salón de eventos de Gonnet, en un corralito armado para tal fin. Como suele ocurrir en sus actos públicos, el Gobierno fue blindado: los medios no podían ingresar al lugar con cámaras por lo que la prensa se quedó a la intemperie del frío en predio abierto.
A las 22, habló el presidente Javier Milei desde el escenario del búnker: “Hoy hemos tenido una derrota. Los resultados no han sido positivos y hay que aceptarlo. Haremos una profunda autocrítica, vamos a corregir los errores, no hay opción de repetir los errores de cara al futuro”. Sin embargo luego afirmó: “El rumbo por el que fuimos elegidos no se va a modificar. No se retrocede ni un milímetro en la política del gobierno, el rumbo no sólo que se confirma, sino que lo vamos a acelerar y profundizar más. Vamos a seguir defendiendo con uñas y dientes el equilibrio fiscal, vamos a seguir manteniendo la fuerte restricción monetaria, vamos a mantener el esquema cambiario, vamos a seguir redoblando esfuerzos en nuestra política de desregulación, vamos a mejorar aún más nuestra política de capital humano…”. Sobre los resultados de los comicios agregó que “ésto representa el piso para nosotros y el techo para ellos, hicieron la mejor de las elecciones posibles, este es el piso con el que empezaremos a trabajar de cara al 26 de octubre”. Para cerrar, el presidente mandó a todos a trabajar mañana porque “hay que sacar al país adelante”.
La primera voz oficial de la noche había sido la de Sebastián Pareja, presidente de LLA en la provincia. En su discurso se manifestó en sintonía con lo que luego diría Milei sobre la aceptación de la derrota y agregó que “sabíamos que nos enfrentábamos al bastión del peronismo”. También resaltó la importancia de las elecciones nacionales del 26 de octubre a las que categorizó como de “segunda etapa” y llamó a los ciudadanos a que “analizen muy bien el comportamiento de hoy”, recordando los dichos del expresidente Mauricio Macri en las PASO presidenciales que perdió. Ante los invitados en Gonnet, Pareja agregó: “Tenemos que fortalecer nuestros lazos pero sin dejar de lado el rumbo, no lo vamos a torcer por una derrota electoral”.

Luego de pasar el trago amargo de los datos, el ejército libertario salió a bancar al oficialismo nacional con mensajes de “acá no se rinde nadie” y “en octubre la damos vuelta”. A su vez, parte del gabinete compartió las ideas del presidente en su discurso, fue el caso del ministro de Economía Toto Caputo a través de la red social X: “Nada va a cambiar en lo económico. Ni en lo fiscal, ni en lo monetario, ni en lo cambiario. Un abrazo a todos”. A lo que se sumaron la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y la de Capital Humano Sandra Pettovello.
Durante la jornada, dentro del búnker corría el silencio y los ánimos caídos. Quienes generalmente alardeaban en favor del gobierno nacional se escondieron bajo las baldosas, no osaron pasar ni un porcentaje del escrutinio a los periodistas que suelen defender al oficialismo. Repitieron el silencio de los últimos días, cuando estalló el escándalo de las presuntas coimas y sobreprecios que pagaba el ANDIS por los medicamentos. El broche del absurdo lo puso Lilia Lemoine denunciando a través de un video en la red social X el acoso de periodistas que qurían hacerle unas preguntas cuando se dirigía a votar por la mañana. Eran los primeros signos de un día en el que el gobierno de Milei quedó desnudo.
