Donde hay una necesidad, nace una deuda

Donde hay una necesidad, nace una deuda

Investigadores e investigadoras de universidades nacionales y de Latinoamérica junto a algunas organizaciones sociales se reunieron para pensar un proyecto de ley para el desendeudamiento de las familias. Según los especialistas los sectores más afectados son las mujeres y personas con responsabilidades de cuidado. El impacto del costo de los medicamentos y alquileres.

Con la idea de diseñar un proyecto de ley integral que tenga como objeto principal el desendeudamiento de las familias, el diputado nacional Daniel Arroyo inició un seminario junto a especialistas y académicos de Argentina, Brasil y Chile. Participaron del intercambio representantes de la Universidad de Estado de Río de Janeiro y de la Universidad Central de Chile e investigadores de la Comisión Económica Para América Latina y El Caribe (CEPAL), el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), las universidades nacionales de Buenos Aires (UBA),  de San Martín y General Sarmiento, entre otros. Durante su intervención Ariel Wilkis, autor del libro Una historia de cómo nos endeudamos sintetizó la problemática: “Cuando hay una necesidad ya no hay un derecho, hay una deuda”.

Costos fijos altos, créditos bajos y tasas usurarias

“Alguien que saca un crédito de 200 mil, no puede devolver más del doble”, denuncia el diputado nacional Daniel Arroyo durante su exposición.

Entre el tintineo de las tazas de café, las jarras de agua sirviendo, las lapiceras escribiendo y las páginas de los cuadernos dando vueltas, comenzó el seminario con la idea presentada por Wilkis: “La hipótesis que estamos trabajando y pensando hace tiempo es que múltiples malestares sociales, políticos y subjetivos, tienen conexiones con dinámicas de endeudamiento, sin necesidad -y esto es importante- de que el endeudamiento sea el desencadenante”.

El trabajo realizado por el autor y decano de la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales de la UNSAM, se complementa con las estadísticas realizadas por el CELS en conjunto con el Ministerio de Economía de la Argentina sobre el endeudamiento, en particular, del crédito informal. Soledad Villafañe, investigadora de la CEPAL en diálogo con ANCCOM explica que esta nueva estadística “complementa la del Banco Central porque la del Banco Central solo mide el atraso del pago de las deudas de las personas que se endeudaron en el sector formal”.

 

Arroyo entiende que el endeudamiento generalizado es un fenómeno de varios años en la Argentina que se agravó con el aumento de los costos fijos como luz, gas, agua, alimentos y transporte. En referencia al gobierno actual de Javier Milei expresa: «El gobierno, para mí, es nada de Estado y todo el mercado, a lo bestia. Eso en términos prácticos generó tres efectos que aumentaron el endeudamiento”. Entre los efectos que nombra, en primer lugar, está el aumento de las tarifas y los servicios básicos. En segundo lugar, la caída del ingreso de las Pymes, del trabajador formal y del que hace “changas”. Por último, menciona el decreto 70/2023 que desregula, entre otras cosas, la tasa de interés de las tarjetas de crédito. “Eso alteró todo el sistema porque ahora el banco te cobra la tasa de interés que quiere. La financiera de la esquina, lo mismo. Ese decreto es brutal y absurdo. No hay país en el mundo que no fije una tasa de interés”, explica el diputado Arroyo.

“Muchas personas –agregó Villafañe- desconocen el historial crediticio. No saben porqué de pronto se encuentran en el veraz. La situación de encontrarse en el veraz te excluye automáticamente de todo el sistema formal y de todo el endeudamiento que tiene menores costos”.

El 70% de los hogares de menores ingresos donde la mujer es el principal sostén y no hay otro cónyuge, recurrió a financiamiento en el último mes. Además, el 54 % de los hogares recurre a crédito mientras que el porcentaje aumenta al 60% cuando son de menores ingresos.

Cuestión de género

El endeudamiento de las familias es mayor en el caso de los hogares monomarentales y está directamente relacionado con los trabajos de cuidado. Según el Primer Informe del Equipo de trabajo de la CEPAL y el Ministerio de Economía de la Argentina sobre endeudamientos, géneros y cuidados, el 70% de los hogares de menores ingresos donde la mujer es el principal sostén y no hay otro cónyuge, recurrió a financiamiento en el último mes. Además, el 54 % de los hogares recurre a crédito mientras que el porcentaje aumenta al 60% cuando son de menores ingresos.

La investigadora del Conicet, Sol Prieto, profundiza: “Estos hogares monomarentales, son deudores en todos los sentidos financieros, especialmente informales pero son acreedores en términos alimentarios: el 68 % de los hogares monomarentales no recibe la cuota alimentaria en tiempo y forma y eso se distribuye en un 12% que recibe de manera esporádica lo que le parece al progenitor y un 56% que no recibió nada en los últimos seis meses”. Además, según la investigadora del Conicet el 58% se endeuda con las familias, lo que puede desembocar en un costo social muy alto que en casos de violencia de género deja a la víctima en un mayor aislamiento.

Durante el seminario se nombraron otros sectores sociales e intersecciones que generan un mayor índice de la vulnerabilidad financiera. En particular, aquellas personas sobre las que recae la responsabilidad del cuidado y que están a cargo de adultos mayores, personas con discapacidad o con algún problema de salud mental. El ajuste a las jubilaciones, el retiro de los medicamentos gratuitos para personas mayores y las bajas en las pensiones por discapacidad, fomentan la espiral de endeudamiento que asumen las personas a cargo del cuidado. Esto repercute directamente en su salud mental y física, conlleva costos emocionales y síntomas psicosomáticos.

En el caso de las fintech o las fuentes de crédito digitales, el perfil de los deudores suele ser mujeres, jóvenes y/o trabajadores informales.

Perelman aporta sumando otro actor de gran vulnerabilidad financiera que son los inquilinos por su situación de mayor precariedad en el derecho al acceso a la vivienda: “Nuestra investigación apuntó a mostrar que ese no atraso en el pago del alquiler en realidad estaba encubierto por una deuda que tenía origen de ser una deuda habitacional pero que se había transformado en una deuda financiarizada de diferentes formas”.

Hacia un proyecto de desendeudamiento de las familias argentinas, Arroyo en diálogo con ANCCOM, afirma que el proyecto debe contar con tres elementos clave: un tope a la devolución y la tasa de interés, un mecanismo para que distintos sectores puedan reducir o bajar el nivel de endeudamiento y un sistema de crédito productivo viable para pequeños emprendedores.

Con el brillo de las letras

Con el brillo de las letras

Un taller de escritura para adolescentes y jóvenes de la Villa 21-24, publicó «Sin el brillo de la virulana», un libro con los textos producidos por sus participantes que los ayuda a sustraerse del consumo de paco y mejorar su calidad de vida.

En la villa 21-24, ubicada entre Parque Patricios y Barracas, los pibes y pibas del barrio escribieron su primer libro, relataron sus experiencias y vivencias desde el lado más sentimental y sincero. “Dame la hoja para escribir que hoy sin el brillo de la virulana estoy inspirado”, dijo Ángel uno de los compañeros del taller literario, frase que le dio nombre al libro, Sin el brillo de la virulana.. El título hace referencia al uso de la virulana, que es utilizada como filtro a la hora de encender el paco y que al hacerlo queda brillosa. “Mientras uno está en consumo busca ese brillo, pero después te das cuenta que sin él uno tiene más vida”, dijo Angel. A pesar de lo crudo de cada historia que relatan, hay un momento de claridad del cual surgen sus fragmentos.

El libro se creó en el año 2023, entre los meses de febrero y agosto, en el taller literario del Hogar de Cristo Padre Hurtado, una organización comunitaria que asiste y acompaña a personas del barrio en situación de calle. Su objetivo principal es que los pibes salgan del consumo para ampliar sus oportunidades a una vida mejor. Una de las tantas asistencias y herramientas que brinda el Hurtado es la oportunidad de escribir y expresarse creativamente.

El taller funciona como una actividad opcional, el que tiene ganas se puede acercar a escribir o solo a escuchar. No todos los integrantes que escribieron el libro participaron durante todo el año de su desarrollo, debido a la situación vulnerable en la que se encontraban. Algunas de las dinámicas que trabajaban en el taller era escribir un poema colectivo, sobre cierta temática, ya sea de enamoramiento, amistad, trabajo, en la que cada uno pensaba una frase al azar y la escribía en el papel, sin saber que ponían los demás. Luego todos los fragmentos se juntaban y sorprendentemente coincidían en sentidos, emociones y vivencias.

Alejo, uno de los protagonistas del libro, contó en diálogo con ANCCOM, que él siempre encontró una conexión con la escritura desde que era chico, siempre le gusto redactar historias de su vida. “El año pasado me pasaron muchas cosas oscuras, de las cuales me pude hacer cargo gracias a la escritura”, dijo Alejo, y agregó que “antes tenía un problema y me refugiaba solo en la droga y ese problema se hacía cada vez más grande, lo anulaba mientras duraba el efecto del paco”. Anterior a  su llegada al Hurtado, Alejo trabajaba vendiendo frutas y verduras, golosinas y jabón líquido en el barrio de Zabaleta. En ese momento la policía lo perseguia debido a la venta ambulante. Una vez volvió de trabajar todo el día en la calle y le avisaron que le quemaron el cuarto que alquilaba en el barrio, perdió todas sus pertenencias. Alejo cree que fue obra de la policía. Se quedó en la calle, y así es como terminó conociendo el Hurtado en la Villa 21-24. “En el barrio está lleno de transas, en todos los pasillos, arriba y abajo, es muy difícil no caer, la realidad del barrio es esa” contó Alejo lamentándose, y agregó: “Yo pude encontrar un lugar neutro en los costados de la villa”. En el libro le dedica un cuento a su hijo, el cual no vió durante 8 años  hasta que se enteró que estaba en situación de calle, y en consumo, en la provincia de Neuquén. “Cuando supe su paradero en un hogar de Neuquén, la escritura me ayudó a poder comunicarme con él, gracias a la ayuda de mis compañeros pude traerlo de vuelta conmigo”, dijo Alejo.

Morena Ferrari, es una mujer trans, también protagonista del libro, que dejó su casa a los 15 años debido a que su familia aceptaba su identificación de género. “Soy una chica trans con consumos problemáticos que se esfuerza por poder salir adelante y sobrevivir, me gustaría que sepan de mí historia, para ayudar a otros que están tirados y que piensan que no se puede salir”, dijo Morena. Durante sus años en la calle conoció a su primera pareja, quien falleció al poco tiempo. Morena le dedicó dos poemas que describen cómo vivieron esa etapa de su vida juntos en la calle.

Los relatos del libro invitan a escuchar y reflexionar sobre la realidad del barrio desde la voz de los propios protagonistas que lo habitan, caminan, aman, tropiezan y salen adelante. Evidencia las contradicciones e injusticias de la sociedad, y que además, no solo en la villa se encuentran cosas malas, también hay amor, amistad, cultura, costumbres y compañerismo. Contiene diversas vivencias con ganas de ser escuchadas. “Lo que buscamos con el libro es llenar de realidad a un mundo que está lleno de mentiras”, dijo San Martín, y agregó: “No siempre el consumo es el origen de las problemáticas, sino que las demás problemáticas de la vida cotidiana son las que llevan al consumo, absorbemos cosas que debería hacer el Estado, nos organizamos como podemos”. El Estado no está ausente dentro de la villa, sino que está más presente que nunca,  es el que fomenta el consumo en los pibes, desorganizando su vida cotidiana y cerrando las puertas para salir de la villa.

La escritura popular es expresada desde una población vulnerada, una herramienta que ayuda a que los pibes salgan del consumo. Anónimos aunque presentes. Un escrito colectivo de –y para– los pibes y pibas de la villa. Estos fragmentos vuelven a remarcar que lo colectivo sabe sanar, y que de poco sirve lo individual. El libro salió a la venta en noviembre, tiene un valor de 13.500 pesos, con la preventa se realizará la impresión de los escritos vendidos, y de algunos que quedarán en la organización para difundir y repartir entre compañeros y colegas. 

40 años del plebiscito que selló la paz con Chile

40 años del plebiscito que selló la paz con Chile

En la primavera democrática, el presidente Raúl Alfonsín sometió a la voluntad popular el acuerdo limítrofe que proponía firmar con el país trasandino. Tres historiadores recuerdan cómo funcionó esa herramienta que no se volvió a utilizar.

El 25 de noviembre de 1984 el presidente Raúl Alfonsín convocaba a un plebiscito no vinculante para que la ciudadanía emitiera su apoyo o no a la firma del Tratado de Paz y Amistad con Chile, a modo de resolución del conflicto territorial en la zona del Canal de Beagle.

A 40 años de aquel referéndum, del que participó más del 72 por ciento de la población y que dejó como resultado un 82 por ciento a favor de la firma del tratado, ANCCOM analiza junto a Federico Lorenz, Germán Sergio Martínez y Juan Pablo Csipka de qué se trató aquella consulta, la primera y hasta el momento última de esas características.

“El sur del continente tiene una importancia estratégica y siempre la tuvo, en términos del llamado paso bioceánico que es el extremo austral de la Isla Grande de Tierra del Fuego y el estrecho de Magallanes, las dos formas de pasar del Atlántico al Pacífico”, señaló Federico Lorenz, escritor e historiador, especialista de la Guerra de Malvinas, en torno a la relevancia geopolítica del territorio meridional de América. A la vez, reflexionó acerca de su trascendencia: “Quien controla esos espacios de algún modo controla el tráfico inter oceánico”, y sostuvo que esta no es solo la mirada de Argentina y Chile sino también la de otras potencias extranjeras que siempre han mantenido un gran interés en la región, como es el caso de Inglaterra. “De allí que sean tan importantes las Malvinas”, expresó el Lorenz.

“La consulta no era vinculante, pero fue contundente”, comentó Germán Sergio Martínez, profesor, politólogo y magíster en Ciencias Sociales, acerca de la consulta popular que se realizó en Argentina el 25 de noviembre de 1984 y que llevaría a la firma del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile unos días después. Este pacto fijó los límites desde el Canal de Beagle hasta el pasaje de Drake de ambos países y dio fin a un conflicto que marcó la historia de las dos naciones. “Los problemas limítrofes con el hermano país de Chile se arrastran desde la colonia”, afirmó el politólogo.

Al mismo tiempo, ubicó al Tratado de Límites de 1881, firmado durante la presidencia de Julio Argentino Roca, como el primer antecedente para comenzar a dirimir los límites espaciales entre ambos países. Martínez mencionó que un factor determinante para la firma de este pacto era la situación en la que se encontraba el Estado argentino en ese entonces, posicionado como el granero del mundo y con la posición de dos buques de guerra de alta complejidad para la época. “Evidentemente la cuestión de la supremacía de armamento y de algunas cuestiones económicas acorraló al Estado chileno para la firma de este primer tratado”, sentenció el politólogo, agregando que “quedaron algunos puntos pendientes”.

El canciller Dante Caputo y el dirigente justicialista Vicente Leónidas Saadi debatieron en el  programa Tiempo Nuevo días antes del plebiscito como cierre de la campaña.

 

A partir de entonces, este tema estuvo presente en la agenda de todos los gobiernos, pero no en todos los mandatos fue tratado de la misma forma. Martínez, quien también es autor de El canal de Beagle. La disputa entre Argentina y Chile en las décadas de 1970-1980, afirmó que hay “una falta de una política exterior coherente y con continuidad a lo largo de la historia. Tenemos una política externa pendular que depende de los gobiernos de turno y de sus características ideológicas”. Por otro lado, el profesor recalcó que para dar solución al conflicto siempre se intentó buscar “algún mecanismo de arbitraje, pero quien se pensaba como árbitro era la majestad británica, alguien que no iba a ser muy favorable para Argentina”.

Es en la década del 70 que el conflicto adquiere un mayor estado de confrontación, especialmente en 1978 cuando las tropas se movilizan al sur del territorio argentino, en un momento en el que ambos países -Chile desde 1973 y Argentina desde 1976- se encontraban bajo sangrientos regímenes dictatoriales. “Así como la dictadura de (Jorge Rafael) Videla aprovechó el Mundial 78, el fervor popular y el apoyo social, (Augusto) Pinochet buscó unificar su frente interno en torno al Beagle”, analizó Juan Pablo Csipka, periodista y escritor de Una batalla de todos los días. Cómo recuperamos la democracia en Argentina, en torno a cómo se vivió la problemática territorial en ambas naciones, que “en el fondo eran socios, con el Plan Cóndor y la acción represiva”.

Lorenz, por su parte, planteó cómo fue el proceso de militarización en el sur argentino, ligado al clima de beligerancia que, si bien primó en la totalidad del territorio nacional, atravesó puntualmente a las provincias del sur: “La población de la Patagonia lo vivió muy intensamente porque la zona se militarizó y iba a ser teatro de operaciones”, detalló el historiador y destacó la experiencia de mujeres y niños de familias fueguinas que debieron migrar al norte del país. Sin embargo, la disputa no adquirió carácter bélico. Por el contrario, “en ese momento se retoman las negociaciones. Fue clave la participación de algunos obispos, tanto chilenos como argentinos, y la visita del papa Juan Pablo II también colaboró para que esto se encamine hacia otro lugar”, expresó Martínez al respecto y reconoció que “finalmente, lo que no fue la guerra con Chile después va a ser la guerra de Malvinas”.

Además de para respaldar su política internacional, el presidente Raúl Alfonsín impulsó el plebiscito como herramienta de fortalecimiento de la democracia naciente.

Donde empieza mi bandera se terminan las demás

 “La dictadura militar siempre tuvo una retórica de guerra: el 76 es el año de la guerra contra la subversión, el 77 es el año de la guerra contra la inflación y el 78 es el año de la guerra contra Chile”, sostuvo Federico Lorenz. En su análisis acerca de cómo la última dictadura militar necesitó de la construcción de un enemigo para continuar reafirmándose y manteniendo el estado de excepción en el país, reflexionó que esta implantación ideológica “caló muy hondo socialmente” porque “siempre estábamos en guerra contra algo”.

El autor afirmó que existió una retórica de guerra contra la subversión, su cara más visible la de la lucha armada, pero que sucedió también en lo cultural y educativo. Aquella retórica, continuó Lorenz, es utilizada hasta que la subversión “comienza a desaparecer como problema, pues la están exterminando y es reemplazada rápidamente por algo que paradójicamente generaron ellos: la situación inflacionaria”. Según Lorenz, lo anterior tuvo como correlato la construcción de una guerra permanente con un enemigo interno y externo, físico, político y conceptual a aniquilar. “Siempre te falta algo, te están queriendo quitar algo, que aplica tanto a las Malvinas como al conflicto con Chile”, reflexionó el historiador y agregó: “En el caso de Chile, estaba todo el tiempo en el ambiente; publicaciones afines a la dictadura, movilizaciones de tropas, y la planificación secreta del accionar militar”.

“Me gusta el mar, soy guardián de mi frontera, donde empieza mi bandera, se terminan las demás”, recordó Juan Pablo Csipka un pequeño fragmento de la canción Me gusta el mar de Palito Ortega, lanzada en el año 82 y compuesta “como parte de la parafernalia a favor de las Fuerzas Armadas argentinas”. La producción propagandística que se realizó durante la dictadura militar para consolidarse en el poder y cooptar la opinión pública funcionó como un fuerte mecanismo de arenga al conflicto militar, en este caso puntualmente referido a la problemática limítrofe con Chile, aunque también se apostaba a una cuestión ideológica. En la misma línea, el autor comentó otros casos en los que se usó la propaganda militar para imprimir una bajada ideológica y así lograr respaldo social: “Esto entronca también con una campaña contra la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la CONADEP. Es ahí donde se usa el slogan ‘somos derechos y humanos’».

“Hay que pensar en la forma en la que Argentina se consolida como el Estado nación con fronteras en el sur, la Patagonia y el Atlántico Sur, porque tiene que ver con desmontar una lógica histórica de ver a Chile como enemigo: poner al menos unos ladrillos para que eso no suceda”, expresó Lorenz respecto a la socialización de percibir a los países vecinos como enemigos de la República Argentina. El autor reflexionó que son mecanismos difíciles de desactivar y que hasta el día de hoy sigue existiendo un pensamiento anti chileno en algunos puntos del país. “La lógica de pensar como enemigos a los países vecinos, sobre todo para una región subordinada como la nuestra, es muy contraproducente y ha sido funcional a los grandes poderes externos”, sentenció Lorenz.

 La salida por la paz

 En los años ochenta, mientras que en Argentina se iniciaba el periodo de transición democrática de la mano del alfonsinismo, en Chile se cumplían diez años de dictadura militar y comenzaban a vislumbrarse varias protestas contra el régimen. Juan Pablo Csipka ilustró aquel momento relatando un episodio que protagonizó Augusto Pinochet conocido como “el puntarenazo”, donde el dictador chileno fue insultado y abucheado en un acto en la localidad de Punta Arena, corolario de un frente interno ya resquebrajado. Del otro lado de la cordillera, la situación era diferente.

El alfonsinismo tuvo un rol central en la resolución del conflicto por vía diplomática: “Fue el gran contraste de lo que ocurrió con Malvinas, el ejemplo de cómo encarar un conflicto limítrofe de la manera que corresponde en democracia”, sostuvo Csipka. Por su parte, Martínez comentó que darle un fin a los conflictos bilaterales con Chile estuvo en la agenda y en la plataforma electoral de Alfonsín desde el 83: “La consulta popular fue idea del presidente ya que consideraba que eso podría darle el espaldarazo político necesario para cerrar esta cuestión de manera definitiva con Chile”.

“El acuerdo fue importantísimo en lo que respecta a la política internacional del alfonsinismo, que buscaba legitimarse, sumado a que la Argentina tenía el prontuario por el piso, una imagen desastrosa”, concordó Csipka. También analizó que se trató de un proceso de negociación finísimo y dificultoso, que sobrellevó fuertes trabas: “Era imposible una conversación entre Alfonsín, primer presidente de la democracia y Pinochet, el dictador más sanguinario del continente, que nos había traicionado en Malvinas”. La reunión entre ambos países terminó realizándose el 29 de noviembre de 1984 en el Vaticano y fue firmada vía cancillerías, con Dante Caputo y Jaime del Valle como los enviados de Argentina y Chile respectivamente para esta labor. En la misma línea, añadió que fue un acuerdo tan relevante para la historia argentina que, luego de 25 años del conflicto, Cristina Kirchner se dirigió al Vaticano junto a Michelle Bachelet, configurando la primera reunión entre presidentas en democracia, con el papa Benedicto XVI, sin un dictador de por medio, en torno a la resolución de la disputa territorial.

 “La importancia del referéndum es que terminó con la hipótesis de conflicto”, sostuvo Csipka sobre la solución de la problemática limítrofe por vías pacíficas. En la misma línea, Lorenz mencionó el caso de Tierra del Fuego, provincia que mantuvo una posición mayor de rechazo al tratado, al ser un territorio atravesado fuertemente por el conflicto: “Entiendo que en un lugar en donde culturalmente te preparas para la guerra, donde te sentís amenazado, vivís en la frontera, sea más difícil quitarse esa construcción”. Asimismo, puntualizó que se  percibió un diferencial en torno a la intensidad del conflicto según la zona del territorio nacional de la que se tratase, que se veía agravada cuando la amenaza dejaba de ser una abstracción y se vivía de manera concreta, donde Chile “está del otro lado de la alambrada, literalmente”.

“Socialmente teníamos que aprender a estar en paz. Argentina ganó en un sentido político y cultural profundo”, continuó Lorenz y agregó: “La novedad que inaugura el plebiscito es la solución pacífica y a partir de la voluntad popular expresada en un referéndum. Y, al mismo tiempo, el desmantelamiento de la hipótesis de conflicto que Argentina había tenido históricamente con Chile”. A su vez, fue fundamental la instauración del referéndum para lograr una legitimación social acerca del conflicto. “Fue la forma de revalorizar hacia el gran público la democracia como instrumento, que dentro de los mecanismos democráticos, el plebiscito es uno de los más abiertos y amplios, muy difícil de oponerse a algo así”, apreció el especialista en Malvinas.

El día en que los pupitres fueron butacas

El día en que los pupitres fueron butacas

Como parte de su programa El Cine Argentino Va a las Escuelas, la Fundación DAC llevó el film “Gilda, no me arrepiento de este amor”, a una secundaria del partido de Moreno. Después de ver el film, pibes que no conocían una sala cinematográfica pudieron hablar con Lorena Muñoz, la directora de la película. Una historia de dos horas sin celular.

“Vi la peli entera y eso ya es un montón” dijo Mateo, un pibe de 16 años, cuando terminó la proyección de Gilda, no me arrepiento de este amor. En ese montón implicaba el logro de separarse por un rato del agobio que produce el celular. Permanecer sentado, quieto, concentrado y atento, en su propia escuela, pero que en ese momento era un cine. El pasado 1 de noviembre, el aula 10 de la Escuela Secundaria N°11 “Madres y Abuelas de Plaza de Mayo” de la localidad de Francisco Álvarez, Moreno, se convirtió en una sala de cine. Era una mañana calurosa de viernes, y todo transcurría con normalidad: en el patio, apenas se cruza el portón de rejas de la entrada, se desarrollaba una clase de educación física. A la izquierda de ellos, en unos bancos en ronda bajo unos árboles, otro grupo hablaba con su profesora sobre un trabajo pendiente y “papers”.

Antes de las 7 de la mañana, en la sede de DAC (Directores Argentinos Cinematográficos) en Buenos Aires, ya se encontraban Lisa, Pedro, María y Malena -encargados de la producción de la actividad- acomodando de manera milimétrica en la camioneta todo lo que tenían que llevar. Proyector, parlantes, banners, computadora, pantallas y el fundamental agropol -un plastico negro que logra aislar todo rastro de luz en el espacio que oficie de sala-. Hace más de 10 años que la Fundación DAC recorre escuelas secundarias, en su mayoría públicas, donde nunca o muy pocas veces los estudiantes fueron al cine, y mucho menos a ver cine argentino. 

En el primer piso de la escuela, un largo pasillo conecta todos los salones. El pizarrón del aula 10 mostraba restos de una clase de educación sexual integral, y algo de Carlomagno. Los alumnos estaban en el recreo cuando empezó la transformación del lugar. Mientras Malena medía las ventanas y puertas para cubrir con el agropol, María y Pedro empezaron a armar las pantallas, el cablerío, el sonido y las luces. Algunos de los pibes que pasaban por el pasillo miraban con asombro lo que estaba sucediendo en el aula. Media hora después ya no era un salón más de cuatro por tres metros sino una sala de exhibición cinematográfica. 

La proyección era una actividad programada para los alumnos de 5º, pero se aprovecharon todos los lugarcitos, achicaron los espacios entre las sillas y tras la aprobación “entran, entran” de Lisa también pudieron sumarse algunos de 4º y 6º que querían asistir a la función. Entre jarras de jugo, tereré y galletitas los pibes se entrometieron en Gilda, en una especie de microclima dentro de la escuela. El calor de la mañana, casi 50 personas en un salón y la poca ventilación producto del agropol hizo necesaria una pequeña pausa. Todos regresaron al aula al horario pautado para seguir viendo la peli. Las icónicas canciones hacían inevitable bailotear un poco a quienes pasaban por el pasillo . 

A los acercamientos que la Fundación DAC propicia entre el cine argentino y alumnos de secundaria de todo el país, suman la presencia y el diálogo de alguien que haya sido parte de la película que proyectan: actor, director, productor, técnico, etcétera. Ese viernes en Moreno, cerca de las 12 del mediodía, los sorprendió en el aula Lorena Muñoz, la directora de Gilda. Mientras se proyectaban los créditos, todo oscuro, y al ritmo de la música, apareció Lorena en el aula, bailando e inundada de aplausos. 

Pese al cansancio, el amontonamiento y las casi dos horas que dura la película, los pibes decidieron que sus celulares podían esperar un rato más y se dedicaron a charlar y escuchar con atención a Lorena. Ella respondió preguntas: cómo es ser directora de cine, cuánto tiempo tardaron en hacer Gilda, si participó en el guión técnico, en el literario y si tuvo señales de Gilda. Fundamentalmente, Muñoz se posicionó como par de esos pibes, y les contó sobre su camino: “a mi me costaba la escuela, era mala alumna y no me podía concentrar, la pasé mal, sufrí bullying, tuve que rendir materias libre”.

Lorena, utilizando un ejemplo familiar, impulsó a los pibes sobre la fuerza que la juventud tiene para crear. Les contó que su hermana tenía un gran talento para dibujar, que todos le destacaban, pero que quién no lo dimensionaba era ella misma. “Todos tenemos un potencial creativo, y no debemos pensar en las imposibilidades, sino en lo que tenemos al alcance para hacer”, dijo Muñoz, y agregó que estaba terminando de filmar una película que se grabó casi toda con un celular.

“La escuela parecía otro lugar, además está recaro ir al cine, estuvo buenísima la experiencia”, expresó Thiago al salir del salón. Los jóvenes consumen muy poca cinematografía nacional, y si tienen la posibilidad económica de ir al cine eligen películas de acción, ficción, pero extranjera en gran mayoría. “El cine va a la escuela” fue para muchos de los chicos un fructífero primer acercamiento a la gran producción audiovisual argentina. Priscila, la docente que llenó el formulario de DAC para que visiten la media 11 de Moreno, comentó que al hablar con los alumnos antes de la proyección estaban muy entusiasmados con la propuesta y la visita de la directora. 

La Fundación DAC con “El cine va a la escuela” recorre hasta los lugares más recónditos de la Argentina mostrando a los pibes, además de películas, que existe una industria posible donde trabajar. El bastardeo y ataque sistemático al cine argentino, el INCAA, la ENERC y todas las partes de un gran sistema que orbita en torno a él complejiza el contexto, pero también es parte constitutiva de la historia que es importante para los jóvenes conocer. El cine es más que una película, actores y directores reconocidos, contribuye a forjar la identidad nacional, nos representa en el mundo y es parte de la cultura. “Yo hago cine por la función social, es lo que le da sentido a mi obra, y si a alguno de los chicos estuvieron presentes en la comunión que tuvimos después de ver la película se le despierta el interés por las artes audiovisuales me sentiría muy feliz”, concluyó el encuentro Muñoz.

Los trabajadores de Petroquímica Río Tercero llevan un mes de acampe

Los trabajadores de Petroquímica Río Tercero llevan un mes de acampe

Comenzaron la protesta por el despido de 130 trabajadores y una cantidad igual de suspendidos. El reemplazo de la producción por la importación arrastra también a Fabricaciones Militares.

Hace poco más de un mes Petroquímica Río Tercero (PR3) notificó a sus trabajadores sus intenciones de cerrar la planta productora de Diisocianato de Tolueno (TDI), principal área productiva de la empresa. Al momento ya lleva 130 trabajadores despedidos y 130 suspendidos. El 14 de octubre pasado comenzaron a llegar las notificaciones e inmediatamente se pusieron en marcha las medidas de fuerza que continúan hasta hoy. El cierre de la Petroquímica afecta directamente a Fabricaciones Militares Río Tercero, que además está sufriendo las consecuencias de la política oficial de vaciamiento de las empresas del Estado a través del retiro voluntario del 20% de los trabajadores y una fuerte reducción productiva. Entre ambas industrias, hay más de 500 puestos de trabajo en peligro. 

 

Enterarse por la radio

Los trabajadores de la Petroquímica Río Tercero llevan 36 días en lucha. Cesar Ávila, Secretario de Prensa del Sindicato de Químicos y Petroquímicos (SPIQyP) de Córdoba, dice que el conflicto inició “de un día para el otro” y explica: “La fábrica pidió un recurso preventivo de crisis diciendo que tenía que cambiar un transformador general. Cambiarlo iba a llevar quince días, entonces en ese tiempo los trabajadores se quedaban en su casa con el 100% del sueldo, y después retomábamos las tareas tranquilos”. Pero pasados los quince días los trabajadores se enteraron a través de la radio que la fábrica iba a cerrar: “Cuando íbamos a volver en un medio local, una radio amarillista donde la empresa tiene pauta, hablaron de los despidos”. Al acudir a la planta en busca de respuestas, los empleados se encontraron con todas las puertas cerradas con candado: “En el mismo portón se hizo una asamblea con todos los trabajadores de la empresa y se decidió ir al paro total de actividades y un acampe en el ingreso al polo industrial de la ciudad. Ese acampe sigue hasta hoy, lleva 36 días”, relata Ávila. 

En un primer momento, la empresa alegó estado de crisis y se amparó en el Artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo. El artículo establece que en los casos en que el despido se deba a “causas de fuerza mayor o por falta o disminución de trabajo”, el empleador está habilitado a pagar el 50% del monto indemnizatorio que marca la ley. El 15 de octubre la delegación del Ministerio de Trabajo de Córdoba en Río Tercero llevó adelante una audiencia que contó con la presencia de ambas partes en conflicto. En la reunión, el Ministerio exhortó a la empresa a presentar los balances que justifiquen el estado de crisis y a disponer el cese inmediato de los despidos “debiendo en el plazo máximo de 48 horas restituir de manera efectiva a todos los trabajadores a sus tareas normales y habituales”. Sin embargo, la Petroquímica no acató ninguna de las dos disposiciones. No presentó ningún balance y optó por atenerse al Artículo 245 según el cuál el pago indemnizatorio se debe realizar al 100%, además de no dar marcha atrás con ninguno de los despidos. “Desde la fábrica siguen desestimando las acciones del mismo Ministerio así que decidimos llevar adelante actividades gremiales y de visibilización del conflicto. Desde marchas en la ciudad, hasta ollas populares y en cada audiencia que hay en Ciudad de Córdoba marchamos también hacia el Ministerio de Trabajo”, enumera Ávila. 

Lo que dicen los CEOs

Fundada en 1981, la Petroquímica de Río Tercero es la única productora de TDI de Latinoamérica y pertenece a la compañía de colchones Grupo Piero. El TDI es un componente fundamental para la fabricación de gomaespuma, que la PR3 utiliza para su propia producción de artículos de descanso y vende a empresas automotrices. La decisión de dejar de producir el componente para comenzar a importar la gomaespuma le quita autonomía a la industria nacional frente a las posibles contingencias de este mercado. Juan Pablo Ceballos, CEO de PR3 ratificó que la decisión ya está tomada y es irreversible. Desde la compañía esperan el cese del conflicto para retomar con el resto de las actividades de la planta. 

Los directores de la empresa sostienen que, debido a la apertura de importaciones propiciada por el Gobierno, a la crisis en el mercado global del sector y a la multiplicación de empresas de origen chino que producen a menor precio, la fábrica ha perdido competitividad y por ello buscan detener la producción para importar el producto. “Primero adujeron una crisis que nunca existió, porque nunca presentaron los papeles, y finalmente dijeron que habían decidido cerrar porque les convenía mucho más importar desde una oficina”, repasa Ávila. Además de los 130 despedidos y 130 suspendidos de la PR3, preocupan los efectos que el cierre tiene en otros cientos de puestos de trabajo. “Aparte de los químicos, hay 80 familias de trabajadores de la UOCRA que quedan en la calle, a lo que se suman los empleados de empresas tercerizadas que trabajan por fuera pero le producen a la fábrica. Estamos hablando de 250 puestos de trabajo menos”, explica Ávila. 

Vaciamiento, mentiras y silencio 

En ese sentido, la fábrica más afectada por el cierre de PR3 es Fabricaciones Militares Río Tercero, que produce el ácido nítrico utilizado para hacer el TDI. Con el paro en la producción de este compuesto por parte de la Petroquímica, la fábrica pierde a su principal comprador y con ello se reduce en un 70% su facturación.  Pero además, la fábrica militar está sufriendo políticas de vaciamiento, se redujó un 20% su personal y esta semana renunciaron el presidente y el vice. Hugo Pascarelli, quien era el presidente de la fábrica hasta el pasado miércoles y Carlos Pérez Aquino, vicepresidente, habían asumido sus cargos hace once meses, con el cambio de gestión de la administración estatal. 

“Desde que asumió la nueva gestión Fabricaciones Militares se está manejando con un alto nivel de hermetismo”, dice David Salto, Secretario General de ATE Río Tercero. “Nos cambiaron la figura jurídica por el decreto de Milei, de ser Sociedad del Estado nos pasaron a ser una Sociedad Anónima Unipersonal. Pero extraoficialmente nos comunican que la llegada de inversores está complicada,  porque entienden que va a haber más crisis en el país y no están las condiciones para producir por la liberación de importaciones”. Salto explica que además de la falta de inversores, la fábrica sufre las consecuencias de las política de vaciamiento: “No solo se da un achicamiento del personal a través de retiros voluntarios, también en términos productivos. Hubo una licitación de reparación de vagones y no se presentaron, por ejemplo. ¿Qué nos dijeron a nosotros? Llegamos tarde a la licitación. Una mentira más grande que una casa. Está clarito que no quieren agarrar trabajos”. 

El miércoles 13 de noviembre,  camiones militares se llevaron todo el material de trabajo que el Ejército brinda a la fábrica. Para Salto hubo “una falta de voluntad política” ya que nunca se generó una orden de trabajo,  por lo que el tiempo se venció.”. Lo que sucede, entonces, es que desde la misma Dirección de Fabricaciones Militares se está atacando su productividad. “Achicaron el 20% del personal a través de los retiros voluntarios, achicaron  un montón de gastos en las herramientas para que la fábrica funcione y además no nos permiten producir. Lo que están haciendo es una reducción productiva”. Para Salto, el accionar de los directores de la fábrica está en línea con la gestión nacional: “ Esto es parte del plan de Sturzenegger de achicar las empresas del Estado a la mínima expresión. Se generan las condiciones de achicamiento del personal para que sea seductor para los compradores, o se generan las condiciones para el cierre, como lo hicieron con la Fábrica Militar de Jáchal que está cerrada.” 

Por otro lado, se refiere a los efectos que el cierre de la Petroquímica Río Tercero tiene en Fabricaciones Militares: “Cerró Petroquímica y recién ahora están viendo si consiguen clientes para vender el ácido. Teniendo en cuenta que Milei no tiene parte del presupuesto destinado a los salarios de las empresas del Estado, una fábrica que no produce y que no factura se va a ver no complicada, complicadísima”. 

Algunas cifras de la gestión Milei 

El cierre de la Petroquímica Río Tercero y el vaciamiento de Fabricaciones Militares responden principalmente a la apertura indiscriminada de importaciones y a la desregulación de la economía por parte del gobierno de Javier Milei y sus ministros Luis Caputo y Federico Sturzenegger. La desregulación de las importaciones se acompaña de una nula política de promoción y protección de la industria nacional, que deja a las empresas locales en notable desventaja en el mercado mundial. Al mismo tiempo, las empresas estatales sufren una desfinanciación que genera bajas en su nivel de rendimiento. 

De acuerdo a un análisis realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), desde que Milei ganó en el ballotage hasta julio de este año, si se compara el número de empleadores que declararon trabajadores, se deduce la pérdida de 12.872 empresas y más de 260.000 trabajos registrados en unidades productivas. 

Por otro lado, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el desempleo creció 1, 4% en un año, ubicándose en 7,6%. 

 Protestas

Frente a esta situación, los trabajadores de la Petroquímica Río Tercero están realizando acciones en conjunto con Fabricaciones Militares. Organizaron dos  marchas en la ciudad que contaron con un fuerte acompañamiento de la comunidad. “Creo que el acompañamiento tan grande tiene dos motivos, el cierre de Petroquímica  que le hizo dar un baño de realidad a la sociedad en general, que ya viene pagando tarifas exorbitantes y se empieza a dar cuenta que los ajustes fueron al pueblo y no a la casta”, analiza Salto. “Y después pasa que Río Tercero creció alrededor del polo químico, entonces hay una cuestión de historia y de pertenencia también”.  

Las acciones que están realizando los químicos y petroquímicos en Ciudad de Córdoba cuentan además del acompañamiento de ATE y otros sindicatos y con la adhesión del estudiantado. Por su parte, los trabajadores también participan de las asambleas y actividades que realizan los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba. “Estoy más que convencido de que la unidad es el único método que tenemos hoy de resistencia contra estas políticas de ajuste. Hace 20 años trabajo en la fábrica y nunca vi algo así. Entonces si no nos unimos ahora a pelear en todos los campos, tanto el obrero como el estudiantil, estamos fritos porque vienen por todos”, sostiene Ávila. 

Sin respuestas por parte del gobierno ni de la empresa, los trabajadores de Petroquímica Río Tercero continúan el acampe tras 36 días de lucha. El próximo martes 19 tendrán una audiencia en el Ministerio de Trabajo de Córdoba, a la cual asistirán marchando por el centro de la ciudad, concentrado en Avenida Colón y General Paz donde realizarán una olla popular a la espera de la decisión que tomen las autoridades. Por su parte, los trabajadores de Fabricaciones Militares cortarán la ruta 9, con el acompañamiento del SPIQyP. En estado de alerta y movilización, a la expectativa de cómo se desarrolla el conflicto, no descartan una toma de la fábrica. 

 

Las mujeres también reclamaron al Estado ante la CIDH

Las mujeres también reclamaron al Estado ante la CIDH

En la audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la situación de los derechos de género en Argentina, el Estado se negó a responder y señaló que la violencia “no tiene género”.

Este jueves 14 de noviembre la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llevó a cabo una audiencia sobre la situación de los derechos de género en Argentina, en la que organizaciones de la sociedad civil denunciaron lo que describen como una gran regresión en los derechos de género en el país. Durante la audiencia, las organizaciones Amnistía Internacional Argentina, ELA, CELS, FUNDEPS y Mujeres X Mujeres, se enfrentaron a los representantes del Estado argentino en un encuentro que desnudó las profundas fisuras de una nación que parece abandonar sus responsabilidades hacia quienes más necesitan su protección. Según Natalia Gherardi, directora ejecutiva del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), el país atraviesa “un acelerado proceso de desresponsabilización del Estado Nacional, que abandona a las mujeres, renunciando a su rol de garante de un piso mínimo de derechos en todo el país”.

Un país que retrocede

La audiencia, que duró una hora y media, comenzó con la exposición de las organizaciones de la Sociedad Civil. Uno de los puntos más destacados fue la denuncia por la eliminación de la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, justificada por el Estado con el argumento de que “la violencia no tiene género”. Según Mayca Balaguer, Directora Ejecutiva de FUNDEPS, esta decisión significa «un retroceso institucional de casi 40 años”, ya que priva a miles de mujeres en situación de violencia y vulnerabilidad de una protección esencial. Balaguer también alertó sobre los recortes presupuestarios en servicios clave para la atención a situaciones de violencia de género, como la línea de emergencia 144, que sufrió una reducción presupuestaria del 28% y una reducción de personal del 42% en junio de este año.
La situación en torno al acceso a derechos sexuales y reproductivos también implicó fuertes denuncias. Lucila Galkin, Directora de género y diversidad de Amnistía Internacional Argentina, denunció la paralización total en la distribución de insumos médicos como el Misoprostol, esencial para garantizar el derecho a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, y otros métodos anticonceptivos, lo cual, según expresó, “pone en riesgo la vida y la salud de niñas, mujeres y personas gestantes”. Galkin destacó que este desabastecimiento está generando un contexto de absoluta desigualdad en el acceso a la salud sexual y reproductiva en Argentina, con consecuencias que afectan particularmente a las mujeres en situación de vulnerabilidad.

La justificación del Estado: Crisis y ajuste

En defensa de estas políticas y en representación del Estado argentino, Alberto Baños, Secretario de Derechos Humanos, argumentó que el país atraviesa “una crisis económica y social sin precedentes” y que la reestructuración y los recortes son medidas necesarias. “El ajuste fiscal en el sector público nacional fue necesario para corregir la crisis terminal que enfrentaba la economía argentina”, explicó Baños.

Además, explicó que en esta reestructuración las competencias en políticas de género fueron absorbidas por el recién creado Ministerio de Capital Humano, encargado de centralizar las funciones de varios organismos. También, defendió que la línea de emergencia 144 seguirá activa y operativa, aunque se convertirá en un servicio de atención a situaciones de violencia en general, sin la especificidad de género que tenía anteriormente. Esta decisión fue fuertemente cuestionada por las organizaciones civiles, quienes advirtieron que “se pierde la especificidad en la atención de una problemática estructural de violencia hacia las mujeres”.

En este sentido, Patricia Sotile, integrante del área Jurídica de ELA, agregó en diálogo con ANCCOM: “La encuesta sobre prevalencia de las violencias en CABA muestra que la línea 144 es la más conocida entre las mujeres a la que pueden recurrir en caso de encontrarse en una situación de violencia de género en busca de ayuda. Esta forma extendida de conocimiento es la que permite que cada vez, más mujeres en situaciones de violencia puedan recurrir a las instituciones y mecanismos en busca de ayuda”.

Interrogantes sin respuestas

Los comisionados de la CIDH interpelaron al Estado sobre el futuro de programas de acción contra la violencia de género, los mecanismos de monitoreo y los protocolos de intervención. En su intervención, uno de los comisionados resumió la frustración y urgencia de las organizaciones civiles: “Lo que no se nombra no existe; si decimos que la violencia no tiene género, la protección del género no existe”. Sin embargo, Alberto Baños adelantó que el Estado Nacional no respondería preguntas durante la audiencia, sino que lo haría por escrito el lapso que la comisión disponga.
“El Estado, por su parte, continúa sin dar respuestas. Pese a que las y los comisionados solicitaron a los representantes del Gobierno que den respuestas en la audiencia sobre la coordinación de las políticas públicas sin presupuesto; que especifique cuáles son los programas que siguen vigentes y qué medidas tomarán para fortalecer la administración de justicia en casos de violencia de género, dichos interrogantes no fueron abordados ni hizo mención alguna sobre cómo va a cumplir con sus compromisos”, expresó Patricia Sotile en diálogo con ANCCOM.

Una lucha que continúa

En medio de un contexto internacional en que el mundo observa con atención, Argentina parece alejarse de su propio pasado de liderazgo en derechos humanos. Su voto este mismo jueves contra la iniciativa global de Naciones Unidas para combatir la violencia digital hacia mujeres y niñas, así como el retroceso en políticas de género, no son solo decisiones políticas, sino también señales preocupantes que parecen dar la espalda a los logros de décadas de lucha por la igualdad.

A cada recorte presupuestario, a cada ajuste, se suma el dolor de aquellos que ven, poco a poco, cómo se desmoronan las estructuras de apoyo que tantas veces fueron salvavidas en tiempos de violencia y desamparo. Las organizaciones civiles dejaron claro que el debilitamiento de los derechos humanos en un país como Argentina es una advertencia que resuena en toda la región, donde la igualdad y la protección aún son conquistas frágiles.

La audiencia en la CIDH se cierra, pero los reclamos y denuncias permanecen abiertas, expuestas a la atención de una comunidad internacional que observa y de la sociedad argentina que espera que la protección y la justicia no se conviertan en recuerdos de un pasado más esperanzador.