«¡Bienvenida a la verdad querida nieta!»

«¡Bienvenida a la verdad querida nieta!»

A pesar del desmantelamiento de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia, las Abuelas de Plaza de Mayo lograron restituir la identidad de otra nieta apropiada. Es el caso resuelto número 139, hija de Daniel Inama y Noemí Macedo.

Las Abuelas de Plaza de Mayo dieron a conocer la restitución de la identidad de una nueva nieta. En la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos ex-Esma, Estela de Carlotto y Buscarita Roa, presidenta y vicepresidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, llevaron adelante la conferencia de prensa donde dieron a conocer los detalles sobre la búsqueda y la familia biológica. “Inexorablemente la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz“, afirmó Carlotto al comenzar, rodeada por Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo; Manuel Gonçalves Granada, nieto recuperado e integrante del directorio de Abuelas, y Ramón Inama, hermano de la nieta 139.

La nieta 139 es la hija de Noemí Macedo y Daniel Inama y nació en cautiverio entre enero y febrero de 1978. Daniel y Noemí, oriunda de Mar del Plata, militaban en el Partido Comunista Marxista Leninista (PCML) y se conocieron en La Plata. Fueron secuestrados el 2 de noviembre de 1977 cuando Macedo, se estima, estaba embarazada de 6 o 7 meses. Ambos fueron vistos por sobrevivientes en el Centro Clandestino Club Atlético.  

Antes de su secuestro y desaparición, Daniel tuvo dos hijos, Ramón y Paula, quienes se criaron juntos gracias al buen vínculo entre sus madres y siempre supieron del embarazo de Noemí. Ellos llevaron adelante una búsqueda que se extendió durante años, hasta ahora.  “Mi viejo y Noemí se conocieron en Mar del Plata, militando en ese partido que era una organización política maoísta, muy pequeña, que fue diezmada” contó Inama. “Esa organización tiene muchísimos desaparecidos, militantes revolucionarios que dieron la vida por lo que creían. Noemí y Daniel son un ejemplo de eso, dos personas comprometidas con su realidad y con ganas de vida”, afirmó.

Noemí Macedo, la mamá de la nieta 139, fue secuestrada cuando cursaba el sexto o séptimo mes de embarazo.

 

Manuel Gonçalves Granada fue quien detalló el proceso de búsqueda que se llevó adelante para poder celebrar la restitución de la nieta 139.  “Abuelas de Plaza de Mayo recibió información anónima. Luego de la articulación con la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) se continuó con el abordaje del caso. Desde la CONADI se requirió la información a las diferentes dependencias nacionales y provinciales, cuya respuesta en tiempo y forma fueron fundamentales para la resolución de esta búsqueda”, destacó Gonçalves Granada. “A partir de todo este exhaustivo trabajo se logró contactar a la posible nieta. En este marco la mujer fue convocada por la CONADI en noviembre de 2024. Ella accedió a asistir al Banco Nacional de Datos Genéticos para dejar su muestra de ADN y ayer el Banco confirmó que es hija de Noemí y Daniel” relató.  

Gonçalves Granada, nieto recuperado número 57, también remarcó la importancia y la motivación de tantos años de trabajo incansable por la verdad. “Al fin y al cabo, de eso se trata esta lucha, de reparar lo que el Terrorismo de Estado quiso destruir, nos impulsa el amor, la ternura, la certeza de que la verdad, aunque parezca dolorosa, puede sanar en parte las heridas y eso lo hemos comprobado en estos 139 casos” concluyó. 

En el mismo sentido se expresó Inama. “En La Plata buscamos a esta hermana muchísimo y pensamos que habíamos agotado todas las instancias, que era un caso cerrado, pero las Abuelas nos demuestran 139 veces que nunca es la última esperanza”. En una intervención cargada de emotividad, donde recordó los largos años de búsqueda,  preguntándose cómo sería su hermana o hermano, si tendría dudas sobre su identidad o si alguna vez, sin saberlo, se habrían cruzado,  Inama afirmó: “Esto es un acto de justicia, es una reparación, es una certeza que nunca más va a ser incertidumbre, hoy alguien más puede decir quién es, porque lo sabe”. 

«Noemí y Daniel (los padres desaparecidos de mi hermana) son un ejemplo de dos personas comprometidas con su realidad y con ganas de vida”, afirmó el hermano de la nieta restituida 139.

Buscarita Roa resaltó la urgencia que sienten las Abuelas, pero también la tarea y la lucha que se heredan. “Ustedes saben que los años pasan muy rápido, y estamos muy viejitas, quedamos poquitas, entonces estamos desesperadas porque los nietos vayan apareciendo lo antes posible. Igual, van a quedar todos ustedes con el compromiso de seguir adelante buscando los nietos que nos faltan”. 

 

A pesar del vaciamiento, siguen los hallazgos

Es ineludible enmarcar la restitución de esta nueva nieta en el contexto de desmantelamiento y desguace de las políticas de Memoria, Verdad y Justicia por parte del gobierno nacional, con su posición negacionista y apologética de la dictadura. A pocos días de terminar el año, cientos de trabajadores de la secretaría de Derechos Humanos fueron informados que no iban a renovar su contrato a partir del 1 de enero, y lo mismo sucedió con las y los trabajadores del Centro Cultural Harlodo Conti, quienes se enteraron el 31 de diciembre a través de Whatsapp del cierre del espacio. 

“Nada hubiéramos podido lograr solas, esta es una lucha colectiva, la continuidad de las políticas de estado es fundamental para terminar con los delitos de lesa humanidad” afirmó Carlotto. Y resaltó que “por eso es central el papel de las instituciones como la secretaría de Derechos Humanos de la Nación, sus políticas deben seguir siendo sostenidas por el gobierno con la totalidad de sus trabajadores y trabajadoras, y mantener sus instrumentos para poder continuar con el proceso Memoria Verdad y Justicia”. En ese momento, las palabras de la presidenta de Abuelas fueron interrumpidas por un extenso aplauso de quienes se encontraban presentes. “Todo esto ha sido fruto del diálogo entre el Estado y la sociedad civil, un verdadero consenso democrático para que los derechos de todos y todas y de las futuras generaciones estén garantizados. ¡Bienvenida a la verdad querida nieta!” concluyó. 

“Inexorablemente la verdad sobre los crímenes de la dictadura sigue saliendo a la luz“, dijo Carlotto.

Taty Almeida también se expresó sobre el tema. “Le pregunto a la señora Villarruel y a sus amigos los genocidas ¿va a negar que las Abuelas y todas y todos hemos encontrado una nieta? ¿Cómo se van a atrever los negacionistas a negar esto que es evidente?”, se preguntó. “Sepan que se va a seguir buscando y van a seguir apareciendo nietos”, desafió la Madre de Plaza de Mayo.

La jornada concluyó en el hall de la Casa por la Identidad, donde entre aplausos, cantos y vitoreos las Abuelas, junto con Inama, cambiaron el 8 por el 9 en la cartelera de la entrada, que ahora dice: “Gracias a esa lucha son ya 139 los nietos que recuperaron su verdadera identidad”. Al salir por la calle arbolada que separa la Casa por la Identidad de la salida del predio se escucharon risas, charlas animadas, aplausos. Los presentes coincidieron en cuán necesarias resultan esas noticias, se abrazaron, y así pusieron en evidencia el poder de la lucha de Abuelas, que en tiempos como los que corren, siguen dando buenas noticias.

“Vaciar el hospital es cerrarlo”

“Vaciar el hospital es cerrarlo”

Ante el despido de 200 trabajadores del Hospital Nacional de Salud Mental “Laura Bonaparte”, su personal realiza una permanencia activa en el edificio y convocaron a toda la comunidad a un abrazo este lunes 20 de enero a las 17.

“Sin trabajadores no hay hospital. Nos están dejando completamente inoperativos”, denuncia Soledad Riva, delegada de la Junta Interna de ATE del Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte. “Nos enteramos el miércoles al mediodía, a partir de un anuncio en la red social X por parte del Gobierno nacional, sobre 1.400 despidos en el área de salud. Sin embargo, fue recién a las 19 o 20 de esa noche que comenzaron a llegar las notificaciones oficiales al sistema GDE, y de esos despidos, 200 corresponden a nuestro hospital”, explica Riva en diálogo con ANCCOM.

Según Riva, este recorte no es una simple oleada más de despidos: “Fuimos los únicos notificados de manera masiva. Esto no es un ajuste generalizado, sino un ataque específico contra nosotros. Lo entendemos como la continuación del intento de cierre que enfrentamos en octubre del año pasado y el impacto de esta decisión es devastador”. La delegada advierte que áreas clave del hospital quedan completamente inoperativas: “Hay servicios enteros sin profesionales ni trabajadores, lo que hace imposible continuar con la atención”.

El recorte también expone un patrón de precarización y abandono de la salud pública, particularmente en el área de salud mental. “Estamos viendo cómo, una vez más, se pone en jaque a un espacio esencial. Vaciar el hospital es cerrarlo”, concluye Riva.

El Hospital Nacional de Salud Mental Laura Bonaparte, único en su tipo bajo gestión estatal, enfrenta un ataque directo. Tras haber frenado un intento de cierre en octubre gracias a la movilización de trabajadores y pacientes, ahora el centro especializado vuelve a ser blanco de recortes en el marco de una medida nacional que afecta a otros 1.200 profesionales de la salud.

Los despidos afectan a servicios clave como guardias, internaciones y tratamientos de demanda espontánea, dejando a pacientes sin atención inmediata. Ante esta situación, el viernes 17 de enero, trabajadores y trabajadoras del Hospital Bonaparte se reunieron en una asamblea multitudinaria que dejó en claro la determinación de enfrentar este nuevo intento de vaciamiento.

La primera resolución fue la convocatoria a un acto-abrazo al hospital para el lunes 20 de enero a las 17, con micrófono abierto. Se espera la participación de pacientes, organizaciones sociales, culturales, sindicales y de derechos humanos, además de trabajadores de otros hospitales que también sufren de despidos y recortes. “Sin trabajadores no hay salud mental”, es la consigna central del encuentro, que busca reunir el apoyo de la comunidad en un gesto de solidaridad.

Además, se decidió mantener la permanencia activa dentro del hospital, que incluirá actividades durante el día y una guardia nocturna para sostener la presencia constante sin desgaste excesivo. En este marco, se desarrollarán iniciativas culturales, como talleres, charlas, intervenciones artísticas y un simbólico “paraguazo” en defensa del Bonaparte, en alusión a las lluvias previstas para este fin de semana.

Entre las estrategias de visibilización, los trabajadores planean empapelar el frente del hospital y habilitar una mesa de entrada en el hall principal para recibir a medios, sectores solidarios y la comunidad en general. Además, se distribuirán afiches y volantes en el barrio para generar conciencia sobre el impacto de los despidos en la salud pública. Esta información fue comunicada a través de la cuenta de Instagram @enluchaelbonaparte, donde los trabajadores comparten actualizaciones y pasos a seguir.

El hospital Bonaparte no solo es vital para los pacientes que requieren atención en salud mental, sino también para la formación de nuevas generaciones de profesionales. En octubre de 2024, cuando el hospital estuvo al borde del cierre, la comunidad académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA se expresó en su defensa. La decana, Ana Arias, destacó el papel fundamental del hospital en la formación de los estudiantes, quienes desde hace más de una década realizan prácticas en la institución. “El hospital Bonaparte ha sido centro de prácticas de estudiantes de nuestra facultad. Nos brinda una asistencia de primera escucha fundamental para el aprendizaje de los alumnos. Sin este hospital, ellos también se van a quedar sin espacio”, expresó.

Pablo Almeida, delegado general de ATE en el Ministerio de Economía, también manifestó su apoyo. “Queremos decirles que en esta pelea no están solos, cuentan con el apoyo de cada una y cada uno de los estatales. Necesitamos dejar de pelear lugar por lugar y necesitamos una lucha unificada. Por eso hace un rato un compañero de la directiva de ATE dijo que el lunes a las 12 está el compromiso de una medida de un plenario delegado de todos los hospitales”, afirmó, resaltando la importancia de fortalecer la solidaridad entre los diferentes sectores estatales afectados por el ajuste.

La asamblea también subrayó la necesidad de construir una unidad con otros sectores afectados por el vaciamiento estatal, fortaleciendo un frente común contra las medidas de ajuste que golpean a distintas áreas de la salud pública porque esta pelea no es un caso aislado. La misma precarización y ajuste golpean otros espacios de salud mental, como el Centro de Salud Mental N° 1 Hugo Rosarios en Núñez, amenazado por la subasta del terreno donde funciona, y el despido de profesionales del programa “Sociales Escucha” de la UBA. Frente a este panorama, es que los trabajadores del Bonaparte remarcan la necesidad de unificar los reclamos en defensa del sistema de salud pública.

Baños para todos

Baños para todos

En Argentina, más de seis millones de personas no tienen acceso a un baño digno. Una organización de voluntarios construye módulos sanitarios para los sectores más vulnerables de la población.

La falta de un baño adecuado, evidenciada en los últimos censos, es parte de una crisis sanitaria más general, agravada por problemas como la desnutrición y el aislamiento social. En este marco, Módulo Sanitario, una organización de voluntarios, busca mejorar la calidad de vida de las familias que viven sin baño mediante la construcción de soluciones sanitarias y la promoción de hábitos de higiene y salud. En diálogo con ANCCOM, su coordinadora de Desarrollo Institucional, Agustina Aguirre, cuenta cómo un grupo de ingenieros convirtió su proyecto académico en una iniciativa solidaria.

¿Cómo surge Módulo Sanitario?

En 2015, uno de los fundadores, Matías Nicolini, junto a un grupo de amigos, investigaron el tema sanitario por su tesis de ingeniería. Fueron a Ingeniero Allan, un barrio de Florencio Varela, para un proyecto habitacional. Pidieron permiso a una vecina para pasar al baño y descubrieron que aquello que llamaban baño era un inodoro apoyado sobre un pozo en una estructura muy precaria. Matías estudió el tema y ahí empezaron con Módulo Sanitario, con foco en la construcción de baños de la mano de voluntarios.

¿Cuál es su forma de trabajo?

Hacemos entre 200 y 300 baños por año tanto en el conurbano bonaerense como en barrios de Córdoba y San Luis. Estamos en cuatro barrios de la ciudad de Córdoba, en San Luis y en Buenos Aires en Río Luján (Pilar), Ingeniero Allan (Florencio Varela) y Cuartel V (Moreno). Trabajamos sólo baños familiares, no comunitarios. Son prefabricados, todos iguales, como una cabina que se anexa a la vivienda y con calefón. Construir uno nos lleva todo un fin de semana.

¿Tienen criterios de selección?

El proceso de selección es bastante exhaustivo. Analizamos el barrio, el equipo social rastrilla el lugar, cómo es la dinámica y dónde hay posibilidades de quedarnos a largo plazo. Matías empezó en Ingeniero Allan y todavía seguimos ahí, pero nos expandimos a otros puntos. Realizamos censos, vamos puerta por puerta. Preferimos los barrios donde nos podamos asentar con nuestro equipo, planear cómo construir cien baños en el lugar. Buscamos lugares que no tengan que ver con la política ni con la religión. En Módulo hay gente de distintas ideologías, pero trabajamos todos juntos. El proyecto va más allá de lo partidario. Además, trabajamos mucho el arraigo con la gente. En cada construcción tenemos un presupuesto y capacidad física. Ponderamos la urgencia sanitaria de cada familia. No es lo mismo ir con una pareja que trabaja en blanco y tiene el baño sin revoque, que ir con una madre soltera con hijos chiquitos que hacen sus necesidades en un balde. Las familias pagan el 10 por ciento del valor del baño, limpian el terreno y hacen un pozo ciego. Allá no tienen cloacas. Si dejás un baño desconectado, provocás problemas comunitarios y de contaminación.

¿Aceptan a cualquier voluntario?

Tenemos voluntarios de 18 a 70 años, profesionales o no. No se necesita que sean arquitectos o ingenieros. Yo soy voluntaria desde la parte social. Hay muchas actividades como los censos o los talleres de higiene, de instalación y comunitarios para adultos o infantes. Pueden participar en descarga de materiales también.

¿Cómo se financia Módulo Sanitario?

Por un lado, con voluntarios individuales que se comprometen a hacer todos los meses una donación, pequeña o grande. Hay empresas que donan o sponsorean nuestro trabajo, algunas ayudan a construir. Tenemos también fondos internacionales, hay embajadas con proyectos en países en vías de desarrollo como el nuestro. Además, tenemos campañas de recaudación de fondos, buscamos que la gente nos acompañe, hay un trabajo de comunicación permanente.

¿Las familias les abren las puertas de sus casas?

Al principio no nos creen, nos dicen que ya muchas personas les prometieron cosas y no pasó nunca nada. Pero después de la primera construcción vienen los vecinos a preguntarnos para sumarse. Una vez que llegamos y hacemos algo, nos ganamos el aprecio y la confianza del barrio. Compartimos mates, charlamos mucho. Vamos sin juicios de valor y ellos se dan cuenta. Las mujeres nos contaban que les daba miedo que las espíen cuando iban al baño porque las paredes son chapas agujereadas o que les pase algo en el camino porque el baño está a 20 metros de la casa. Incluso les temen a las infecciones urinarias.

¿Qué desafíos enfrentan?

Trabajar en una fundación es estar constantemente buscando fondos. Enfrentamos un montón de desafíos económicos y sociales en Argentina, pero los más difíciles son los humanos. Muchos voluntarios se volvieron a vivir con sus papás y dejaron de donar, hay vecinos que no pueden pagar su cuota del baño porque se quedaron sin trabajo o los voluntarios que van a censar y se enteran que la mujer de la casa sufre violencia de género y hay que acompañarlos a ellos y a las víctimas.

¿Qué cambios observan a partir de la construcción del baño?

En 2025 cumplimos diez años y vamos a producir un informe sobre el impacto de un baño en el hogar. Notamos los cambios en cuanto a comodidad, cuentan que se bañan todos los días, que ahora llegan del trabajo y se bañan. Así ahorran un montón de tiempo porque antes tenían que ir a buscar el agua, calentarla en una pava y lavarse como podían. Ahora enchufan el calefón y listo. También los temas sociales que nos sorprenden, familias que nunca festejaron sus cumpleaños porque no podían invitar gente a la casa por no tener baño. Hay mejoras de salud bucal. Es el baño, pero hay un proceso social atrás. Hay mujeres que nunca nadie las escuchó. Les damos recursos para que puedan cumplir con los pagos y quedan como con un trampolín de energía, muchas consiguen trabajo o venden productos. Hace poco, en San Luis, le llevamos a una mujer donaciones de harina para que pueda vender comida y pagar su cuota del baño. Seis meses después seguía vendiendo empanadas porque le agarró el gusto al emprendimiento y se dio cuenta que podía hacerlo mientras los chicos estaban en la escuela. Nos dimos cuenta que para recuperar a un chico de la desnutrición es indispensable que tenga un baño. Si te bañas no tenés parásitos, que provocan la desnutrición.

Otro show de Patricia Bullrich

Otro show de Patricia Bullrich

El gobierno anunció el desalojo del Lof Paillako en Chubut. Movilizó decenas de efectivos y móviles y cuando llegó al territorio no había nadie.

El operativo ordenado por el juez federal Guido Otranto para desalojar a la comunidad mapuche Paillako del Parque Nacional Los Alerces fue un fracaso. A pesar de que se sabía en el territorio que sus integrantes se habían ido, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el presidente de Parques Cristian Larsen y el gobernador de Chubut Nacho Torres desplegaron desde las 7 del jueves 9 un enorme procedimiento que contó con más de 30 vehículos de la Policía Federal y de Gendarmería, algunos todo-terreno bélicos, un camión de bomberos y cuatriciclos, entre otros, que ingresaron por la mañana a Lof Paillako. Al bajar de su helicóptero, las autoridades no encontraron a nadie. Las tres familias que conforman la comunidad Paillako ya se habían retirado pacíficamente en el transcurso de la semana.

Hace meses que esa comunidad está en el ojo de la tormenta de las fuerzas del cielo del gobierno libertario. La amenaza de desalojo había sido anticipada por la propia ministra Bullrich cuando fue derogado el Decreto 805/21, que prorrogaba la vigencia de la Ley 26.160 con el nuevo Decreto 1.083/24. Esa norma establecía la emergencia territorial y frenaba los desalojos. En este contexto, en diciembre el juez Otranto activó una causa civil contra la comunidad, en aplicación de una ley de la dictadura que los califica de “intrusos”, como si fueran turistas que se colaron sin permiso en el Parque Nacional, cuando en Paillako vive la cuarta generación de nacidos en esa tierra. Es así como el jueves 2 de enero del 2025 personal de Policía Federal junto al intendente de Parques Nacionales, Danilo Hernández Otaño, notificaron a Lof Paillako que tenían hasta el jueves 9 de enero del 2025 para retirarse, sino se utilizaría “la fuerza pública».

Primer acto, movida mapuche

El miércoles ocho referentes de la comunidad y de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) regional Esquel dieron una conferencia de prensa para repudiar y compartir con medios locales, nacionales e internacionales el rechazo al anunciado operativo, en las voces del longko Angel Quilaqueo, Moira Millán, weichafe (guerrera) de la comunidad Pillán Mahuiza, y Mariela Llanquinao, referente mapuche, junto a Raúl Mazone y Nora Rodríguez, (APDH). 

Millán expresó que “el parque se está privatizando, los lugares públicos ya no están y el desalojo se hace porque es tierra que quieren para un negocio”. Acto seguido, llamó a “toda la sociedad argentina a realizar un boicot frente a todos los Parques Nacionales pues no solo es tierra ancestral que pierde la comunidad sino que también es espacio público que pierden los ciudadanos”. Millán afirmó que “la plata de las entradas de Parques Nacionales no va para inversión o para mantener el lugar limpio y protegido, va a parar a los bolsillos de los que se creen dueños del lugar”.

Luego de la conferencia, integrantes de la comunidad mapuche y medios de comunicación, entre ellos ANCCOM, realizaron un relevamiento del territorio de Paillako como un “acto de resguardo para la comunidad”. Mariela Llanquinao, en defensa de la Lof Paillako dijo a esta agencia que “tuvieron que ir implementando como comunidad diferentes medidas para poder resguardarnos y prevenir futuros inconvenientes. Muchas veces han implantado cosas que no eran nuestras, en desalojos, para luego culpabilizarnos”. La actividad consistió en recorrer las tres rucas (casas) y la ruca comunitaria, que también funcionaba como escuelita, que conforman la Paillako. Son tres familias que juntas conforman una comunidad de 20 personas que tenía su propia huerta con animales, asambleas para tomar decisiones en conjunto rodeada de los árboles maitén, considerados como sagrados para la Lof.

 Las puertas llevan pegados carteles para recibir a la comitiva de prensa. En uno de ellos se lee: “Aki se gestó y se parió a una persona de modo libre, en armonía con territorio ancestral. No hay desalojo k despoje esa memoria”.

 La comunidad hace mucho énfasis en las niñeces mapuches que nacieron allí y en cómo un desalojo afecta psicológicamente a sus infancias. Son situaciones violentas a las que ya no quieren exponer a sus hijos, por eso buscaron medios pacíficos para evitar el desalojo. El pueblo mapuche de Chubut y Río Negro ya carga con las heridas de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y Elias Garay. Cuentan que incontables veces pidieron a los diferentes representantes del gobierno en sus múltiples jerarquías lograr una mesa de diálogo, pero en cada oportunidad se les fue negado. 

Segundo acto, movida del gobierno

“Sabíamos que esto iba a suceder así que nos organizamos para que no se encontraran con nadie. Todo este circo es para nada, se encontraron con casas vacías. Es una situación dolorosa pero al menos no están expuestos a ser baleados ni asesinados por el Gobierno” dijo Millán ante el resultado negativo del desmesurado procedimiento policial. En línea con esto, el juez Otranto expresó: “No había ninguna persona en el predio a desalojar”. 

Aunque la Lof Paillako estaba vacía de la presencia física de las familias que la integran, estaba presente su identidad en todo el predio que dicen que les pertenece ancestralmente –son la cuarta generación y sus antepasados son preexistentes al Estado nacional e incluso a Parques Nacionales– y que desde 2020 está en proceso de recuperación. También es probable que policías, gendarmes y funcionarios se hayan topado con los carteles que les dejaron: “Señores winkas: las fuerzas del territorio les están observando”, “aki permanecerán por siempre nuestra gente antigua, nuestros brotes” y “su gobierno caducará, nuestra ancestralidad es permanente, presente y milenaria”.

Pero mientras autoridades y agentes emprendían su aterrizaje en Paillako, en la estación Nahuel Pan del tren turístico patagónico La Trochita integrantes de la comunidad mapuche-tehuelche y militantes de derechos humanos de la zona se congregaron en repudio al desalojo. Colgaron banderas, alzaron carteles y repartieron folletos a los turistas para explicar lo que padecen hace décadas. Hubo un corte momentáneo de las vías del tren, y por el retraso que esto le generó al recorrido apareció la Policía de Chubut. Fue el único momento de tensión, cuando un agente quiso sacar una de las banderas y liberar la traza del ferrocarril. 

La comunidad eligió a la estación Nahuel Pan para reclamar por Paillako porque del territorio que hoy conforma esa estación fueron desalojados, en 1937, 300 familias. En ese mismo año se creó el Parque Nacional Los Alerces. En ese desalojo incendiaron sus casas con ellos adentro. Hay descendientes del desalojo de NahuelPan en Lof Pailako. El longko Angel Quilaqueo de Nahuel Pan nació en medio de un campamento  a orillas del arroyo Montoso, cuando su padre y su madre “andaban desalojados”. 

A pocos kilómetros, Bullrich, Torres y Larsen recorrieron el lugar y descubrieron que los “intrusos” ya no estaban. Izaron una bandera argentina y luego hicieron declaraciones a la prensa. Bullrich manifestó que durante 18 años en la Argentina se usurpaba impunemente y que la propiedad privada había perdido su valor. Por eso el gobierno luchó para poner fin a la Ley 26.160. “Este es el primer desalojo de una serie que marcará el fin de una etapa en la Argentina donde reinó la falta de respeto hacia la propiedad privada”, manifestó.

 

Paraíso en llamas

El viaje en auto desde Buenos Aires a Chubut toma unas 22 horas aproximadamente. Para llegar se pasa por Rio Negro, y en esa parte del trayecto, es posible observar desde la ruta el humo del incendio del Parque Nacional Nahuel Huapi, que se desató en los últimos días de diciembre de 2024 y ya consumió un poco más de dos mil hectáreas de bosque. La tarea de los brigadistas con el actual gobierno es bastante complicada pues despidieron al 50% del total, de modo que la cantidad de manos capaces de apagar el incendio se redujo a la mitad. Deberían ser 700 brigadistas en el país pero apenas son 400. También es cierto que cobran al mes casi lo mismo que gasta Cristian Larsen, el presidente de Parques Nacionales, en un almuerzo: $339.200. Un brigadista sin experiencia gana $470.000 pesos en zonas no frías, en la Patagonia apenas supera los $600.000 pesos el sueldo. El verano pasado, ante el incendio en Los Alerces, el gobernador Torres había acusado a un miembro de Lof Laillako de haberlo iniciado, pero no aportó pruebas ni impulsó denuncia penal alguna.

«El Conti no se toca»

«El Conti no se toca»

Miles y miles de personas rebalsaron el predio de la ex-Esma en defensa del centro cultural que allí funciona y de las políticas de memoria, verdad y justicia que el gobierno quiere desterrar. Manifestaciones artísticas, dirigentes de diversos espacios y gente de a pie se reunieron para repudiar el despido de 50 trabajdores y el ajuste en políticas derechos humanos.

Miles de personas se acercaron al festival contra el cierre del Centro Cultural Haroldo Conti. El secretario de Derechos Humanos Alberto Baños anunció el 31 de diciembre -horas antes del brindis de Año Nuevo- su cierre por «reestructuración». El 2 de enero los trabajadores fueron recibidos por la policía en las puertas del centro; 50 de los 79 empleados encontraron su nombre en la lista de despedidos, impidiéndoles el ingreso al establecimiento.

El ajustazo contra las políticas de Memoria, Verdad y Justicia sigue en avance. Una vez más, el espacio de memoria ex-Esma recibió el impacto del gobierno de Javier Milei: en solo una semana, se puso en duda la continuidad del Archivo Nacional de la Memoria y se anunció el cierre -por una reestructuración que nadie sabe en qué consiste- para el Centro Cultural Haroldo Conti. Ante tal conmoción, miles de personas caminaron por la avenida Libertador para encontrarse con otras miles en el festival en contra de su cese. A las 18 horas, puntual a su convocatoria, el predio ya estaba repleto; pero una vasta murga afro consiguió hacerse lugar para su performance. La marcha bailable de su candombe llevó a los presentes al frente del escenario. Comienzó el acto.

Son alrededor de 50 artistas y oradores convocados para defender la Memoria. El Tata Cedrón, quien inauguró el acto con un sentido tango, se siente honrado de haber conocido a Haroldo Conti: «Un tipo humano, tierno, solidario, se lo veía en la cara. Mi hermano vio cuando se lo llevaron los militares, lo extraño mucho. Ningún otro podría haber tenido el honor de cargar el nombre de este centro cultural».

El Haroldo Conti es un espacio que permite una enorme diversidad y expresividad artística, pero forma parte de una conquista histórica de la sociedad civil, de décadas de lucha colectiva. Para Damián Lamanna Guiñazú, trabajador de hace 13 años, detrás del Conti hay algo más grande: «Es un espacio que se lo apropió la comunidad, la memoria colectiva, y cuando digo memoria me refiero a muchas memorias haciendo fuerza para consolidar algo. En el Conti pasan y pasaron artistas de todas las generaciones, en el Archivo Nacional de la Memoria se guardan testimonios del bombardeo del 55, los testimonios de las travestis cagadas a palos por la policía en los ochenta, los testimonios de la dictadura… Son todas las memorias las que conviven acá, no solo las de los setenta. Cerrar este espacio es un abuso para todos, pero en momentos donde las cosas se ponen feas, la fuerza de la comunidad florece».

La Orquesta Andina del SUTEBA de Lomas entonó el Himno Nacional. La versión no necesitó más de tres instrumentos para ser igual de imponente, con una flauta de madera y un siku que guiaban la melodía que avanzaba lenta, pausada, emotiva, alcanzando todos los rincones. Los presentes cantaron casi en susurro, como conectados; hasta que llegó el “Sean eternos los laureles que supimos conseguir” a todo pulmón. Los retoños de la comunidad floreciente. 

Mientras la música continuaba, en el predio también había una feria de emprendedores con de todo: stickers, libretas, serigrafía, hasta salames y quesos. Una mujer mayor sin puesto caminaba y ofrecía sus llaveros con forma de pañuelo por 2.500 pesos a todo aquel que se le cruzaba. Cada tanto también se echaba una cuclilla difícil de mantener para enseñar su mercadería a quienes estaban sentados. La jubilación no permite perder oportunidades de venta. 

Paula Fernandez es otra de las despedidas del Centro. Trabajó allí 15 años, desde que se creó el espacio. Cuenta que el viernes 26 de diciembre comenzaron a llegar los telegramas para sus compañeros. Aunque todavía no llegó el suyo, lo espera, porque sabe que los trabajadores de contratación bajo la denominación llamada en la jerga interna ACARA fueron todos despedidos. De una plantilla de 79 personas, en el Conti quedaron alrededor de 30. También, fue de las que no adhirió al extorsivo retiro voluntario; planeaba trabajar allí toda su vida.

 

—Gracias al Conti soy orgullosamente estatal. No lo cambio por nada- dice.

 

Entre la multitud, de repente, se hizo una gran ronda, impensada de lograr por el poco espacio que había. Es que el grupo circense de más de 20 personas que hizo su sorpresiva aparición para compartir un pequeño show en medio de toda la comunidad. Los payasos, malabaristas y bailarines hicieron sus gracias al son de un clarinete y una trompeta. Colmados de ovaciones al final, dieron el grito por los 30 mil desaparecidos presentes, junto a la respuesta y los puños en alto del público, con la misma fuerza de los aplausos del cierre. ¿Cómo es que dentro de la diversión y el disfrute se encuentra una causa tan potente? Los trabajadores del Conti lo saben muy bien: la cultura no está exenta de la memoria. O mejor dicho, la memoria está en la cultura. Que el Conti esté dentro de uno de los centros de detención y tortura clandestinos más grandes de latinoamérica es la manera de combatir el olvido de nuestra historia, porque un pueblo sin memoria está condenado a repetirla.

Es por eso que el predio de la ex-Esma estaba enteramente saturado. El bar de la agrupación H.I.J.O.S estaba repleto de personas riendo bajo los farolitos colgados en los árboles; los niños aprovechaban el extenso estacionamiento frente a la Secretaría de Derechos Humanos para unos pases largos con la pelota o para darse enviones eternos en el monopatín. “Papá, ¿qué hace el señor con esas fotos?”, preguntaba un curioso sobre el cartel de Néstor bajando el cuadro de Videla del Colegio Militar. Marina y Gustavo también vinieron con su hijita de 6 años: «Ella sabe, hace preguntas y le contamos para que entienda. La otra vez quiso saber qué es un desaparecido. Nosotros vamos todos los 24 de marzo, el jardín público también cuenta sobre este momento a su manera. El tema está presente y ella hace preguntas porque quiere saber». 

Finalmente, llegó la noche. Los organizadores comenzaron a repartir vasos de plástico y velas para hacer pequeñas antorchas mientras Tati Almeida tomaba el micrófono. El enojo se le sentía en la voz, lista para un “mano a mano” con Milei y Villarruel: «Yo quisiera preguntarles en la cara si están de acuerdo con sus amigos genocidas de haber tirado al río a tantos hijos nuestros en ese avión que recuperamos», mientras señalaba al Skyvan PA-51 en medio del predio, utilizado para los vuelos de la muerte. Pero el odio del gobierno no terminó por cegarla: “Las velas son para alumbrar el camino que vamos a continuar”.

La noche avanzaba igual que la lista de quienes tomaban el micrófono y las tablas para mostrar su apoyo y compromiso contra el cierre del Conti, y contra todo el intento de barrer la memoria de un pueblo entero. Desde Liliana Herrero hasta la Asociación Mocha Celis, desde el folcklore convocante hasta la cumbia conquistante, el mensaje fue el mismo: los desaparecidos están presentes y depende de nuestra lucha mantener vivo su recuerdo. Como dijo Nana Gónzalez, trabajadora del Centro y delegada de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), «Seguiremos convocando». Porque una vez que el fuego de la memoria arde, es muy difícil apagarlo.

Un año en cien imágenes

Un año en cien imágenes

En 2024, por primera vez, la Argentina experimentó un gobierno libertario, con un ajuste sin precedentes, donde los mayores perjudicados fueron los jubilados. También lo padecieron los empleados estatales, los universitarios, los discapacitados y los enfermos oncológicos, entre otros colectivos. Hubo retroceso en las políticas de género, en el desarrollo científico y en derechos humanos y laborales. Se desmantelaron los medios públicos y se frenaron las obras de infraestrutura. El único objetivo de Milei pareciera ser la macroeconomía: la desaceleración inflacionaria, el dólar casi congelado y el retroceso del riesgo país. Así retrataron los fotógrafos de ANCCOM el año de la motosierra.