“J. Timerman”, ese hombre

“J. Timerman”, ese hombre

«J. Timerman» la nueva obra de Eva Halac presentada en el Centro Cultural San Martín.

Jacobo Timerman fue un periodista de origen ucraniano que llegó a la Argentina con tan sólo cinco años. Nacionalizado en nuestro país, se inició tempranamente en el periodismo y fue fundador de algunos de los medios más importantes de la última mitad del siglo XX, como los semanarios Primera Plana y Confirmado, y el diario La Opinión. La dramaturga y licenciada en Ciencia Política, Eva Halac, cuenta los motivos que tuvo para “subir” a Timerman a escena: “Lo elegí porque lo vi como un gran personaje de teatro. Es un hombre con pasión, con contradicciones, con situaciones que lo obligan a tomar decisiones, a poner en juego sus convicciones, sus afectos y sus valores.”

Además, la autora señala que tuvo una vinculación con La Opinión al momento de la fundación del diario, en 1971: “Mi padre (nota de la re: el dramaturgo Ricardo Halac) fue periodista muchísimos años y de hecho trabajó con Timerman en el suplemento cultural de La Opinión. Fue un momento donde se conjugaba literatura y periodismo. Ése es el recuerdo que  había en mi casa”. Halac se sirvió de un lenguaje que le resultaba ya familiar para crear la atmósfera de la época, que coincide con un momento de inflexión en la vida de Timerman.

Guillermo Aragonés, que interpreta a Timerman, precisa el acierto de la directora en cuanto al recorte histórico realizado: “Eva lo ubica en tres hechos muy puntuales: primero, el casamiento de la hija de (Alejandro) Lanusse, que yo lo recuerdo siendo adolescente, como un evento social muy importante. Segundo, el levantamiento de Azul y Olavarría , que fue producto de una interna del Ejército y,  por último, el aniversario de la muerte del Che. Tres hechos muy significativos que sucedieron casi al mismo tiempo. Es un marco de fiesta y tragedia.”

Aragonés trabajó con Eva Halac en Café Irlandés,  obra de la dramaturga donde también aparecieron personajes vinculados al periodismo -como Rodolfo Walsh y Tomás Eloy Martínez- y en la que comenzaron a construir el personaje de Timerman. Al respecto,  el autor comenta: “Fue complejo. Hay una parte mía, generacional, de admiración hacia Timerman por haber sido tan importante en el mundo del periodismo. Yo no soy parecido físicamente pero debía hacer algo que me alejara de mí  y me acercara al personaje, así que, además de leer y estudiar, lo observé en reportajes, en donde yo pude captar algo su manera de hablar, su comportamiento, no para imitarlo sino para entender su mundo interior y su forma de ser, que se ve reflejada en la voz.”

El actor precisa, en diálogo con ANCCOM, las características que se destacaban en Timerman: “Tenía apoyaturas en algunas letras, una cadencia judía que de a ratos abandonaba y seguía con una tonada porteña. También me puse a leer lo que él leía y a construirlo desde su interior y su inmenso universo cultural.”

El simbolismo del espacio tiene una fuerte pregnancia en el espectador, que no puede sacar los ojos de la escena que se desvanece mientras otra comienza a construirse.

La obra transcurre en un espacio vallado, donde los personajes se encuentran como “en tránsito”, no hay objetos análogos con la realidad. No se ve un escritorio, pero sin embargo se puede sentir que está en una redacción. Y si no se ven los invitados, el espectador es transportado al casamiento de la hija de Lanusse. El simbolismo del espacio tiene una fuerte pregnancia en el espectador, que no puede sacar los ojos de la escena que se desvanece mientras otra comienza a construirse.

La gente sale del teatro comentando, haciéndose preguntas, discutiendo animadamente. Uno de los espectadores, el periodista Jorge Landaburu, comenta: “El personaje logrado es Timerman. Yo trabajé con él y tenía todas esas cosas tremendas. Está muy bien captado y la obra es linda de ver”. También forma parte del público la actriz Rocío Sueiro: “No necesitás saber nada de historia ni política porque parece un thriller. Me encantó”, subraya.

La obra está dirigida a un amplio público; por un lado, los mayores encuentran personajes, acontecimientos y hasta melodías que formaron parte de sus vidas y, por el otro, los más jóvenes van a ver la acción y sentir la  tensión de una época muy convulsionada, se van a despertar interrogantes sobre nuestra historia y van a conocer a un hombre con un gran poder y con la capacidad de influir sobre otros desde la redacción de un diario.

La obra está dirigida a un público amplio, desde personas mayores que quieran revivir momentos significantes de su vida, hasta jóvenes interesados en la historia.

«J Timerman» se presentará los jueves, viernes y sábados a las 20:30 y los domingos a las 20, en el Centro Cultural San Martín hasta el 9 de diciembre

¿Qué es el ecofeminismo?

¿Qué es el ecofeminismo?

La activista hondureña Sofía Marcia participó junto a la socióloga Mina Lorena Trujillo de la charla “Eco-feminismos populares, territorio y resistencias en América Latina”.

Sofía Marcia, de la Red de Desarrollo Sostenible de Honduras y Mina Lorena Trujillo Navarro, del Programa de Posgrado en Sociología de la Universidad de Puebla, México, protagonizaron la charla “Eco-feminismos populares, territorio y resistencias en América Latina”, en el Primer Foro de Pensamiento Crítico, que contó con la coordinación de Gabriela Merlinsky, de la Universidad de Buenos Aires.

En una sala repleta del Centro Cultural de la Cooperación una mano se asomó desde las últimas sillas para disparar la primera pregunta “¿Qué es el eco-feminismo?” Las panelistas abrieron el juego asegurando que la certeza es que no hay un concepto acabado sino que está en plena construcción. En la práctica, el llamado “eco- feminismo” se hace carne en las luchas por la defensa de la vida y de los territorios por parte de comunidades de toda América Latina.

Estas luchas en defensa de la vida, aseguran, tienen hoy como actoras principales a las mujeres: “La forma en que se está llevando a cabo el llamado ´desarrollo´ a través de proyectos extractivos, hidroeléctricos, concesiones mineras, concesiones del territorio para proyectos turísticos o ciudades modelos, ha hecho que las mujeres asuman la defensa del territorio”, señaló Marcia. La activista asegura que hoy este proceso de defensa de los territorios ha recrudecido en un contexto sumamente violento, caracterizado por las caravanas de migrantes, tanto en Honduras como en otros países de la región. Así lo expresó en diálogo con ANCCOM: “Este éxodo no es un hecho aislado, tiene que ver con conflictos territoriales, con las mujeres que están viviendo día a día la violencia y ya no tienen más escapatoria. Es un acto político muy fuerte, porque ahora Honduras está bajo la mirada de todo el mundo”.

Por su parte, la socióloga Trujillo Navarro se refirió al contexto en el que estas luchas se llevan adelante en México: “En nuestro caso particular vemos una guerra declarada contra el narcotráfico, que comenzó el entonces presidente Felipe Calderón en el año 2006. Detrás de esa supuesta guerra contra el crimen organizado, vemos que hay una ofensiva neoliberal orientada a vaciar, reordenar y despojar a los territorios. Se está dando un proceso de políticas violentas, brutales y voraces, sobre las comunidades y los territorios, tanto rurales como urbanos”, denunció la socióloga mexicana.

Ecología feminista

La socióloga mexicana y autora del libro Luchas por lo común: antagonismo social contra el despojo capitalista de los bienes naturales en México, apuntó a la incorporación de conceptos tomados de la ecología política para tratar de producir desde el feminismo nuevos sentidos y experiencias de aprehensión del mundo.

El primero que citó es la desarticulación del paradigma antropocéntrico, que ha organizado la comprensión del mundo en términos de un dualismo sociedad-naturaleza. En el antropocentrismo lo humano es presentado como una condición exterior a lo natural, desde un principio de superioridad e independencia. “En la modernidad capitalista, este paradigma ha organizado nuestras relaciones como especie y también, como dice Donna Haraway, con otras especies compañeras -aseguró Trujillo Navarro-. La propuesta es tratar de descentrarnos y pensarnos como parte de una trama en donde la naturaleza humana no está por fuera sino que es parte de un tejido de la vida. La idea es ver cómo la singularidad de lo humano puede construir otras formas de relacionarse con lo no humano, no desde un principio de jerarquía sino desde un reconocimiento de las diferencias”.  

Otro concepto de la ecología política, tomado en este caso por la economía feminista, es la noción de interdependencia entendida como una condición básica para la reproducción de la vida humana y no humana. “Históricamente el feminismo ha tratado de visibilizar los trabajos de cuidado que son fundamentales para la reproducción de la vida, que han quedado a cargo de las mujeres y también de otras especies compañeras –sostuvo la socióloga mexicana-. Es un trabajo que ha sido totalmente invisibilizado, que por no reconocerse como productivo no recibe una remuneración. El capital depende de la interdependencia y de la cooperación, no podría acumular si no es a partir de estas relaciones de interdependencia de los trabajos ligados a la reproducción de la vida”. En este sentido, agregó que la propuesta desde la corriente de la economía feminista es romper con la negación de la interdependencia y apuntar a la construcción de nuevas formas de vincularnos entre especies. “Lo que queremos sacar a la luz es cómo las luchas de hoy en defensa de la vida, son luchas que están tratando de reapropiarse de su capacidad política para gestionar los términos de la interdependencia de otro modo, de recuperar su capacidad autónoma”, dijo Trujillo Navarro.

“Estas categorías nos ayudan a comprender las maneras en que este complejo capitalista, patriarcal, colonial y especista ha venido interviniendo el tejido de la vida y la importancia de las luchas en defensa de la vida para tratar de hacerle frente a estas intervenciones”, sumó.

La violencia

“Ser mujer y estar en defensa del territorio le ha costado la vida a muchas compañeras”, disparó la activista hondureña, al tiempo que recordó entre lágrimas y una ovación de la sala, a su compañera asesinada, Berta Cáceres. Asesinada en su casa de La Esperanza, en 2016, era una líder indígena Lenca, defensora de la vida y cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH).

“El asesinato de Berta es la consecuencia de un sistema patriarcal. No solamente era una dirigente social, también era una mujer feminista que daba la batalla frente a monstruos multinacionales, y eso les molestaba muchísimo”, aseguró Marcia en diálogo con ANCCOM. El femicidio de la líder indígena produjo un gran impacto en toda la región y propició la unión de las activistas hondureñas con otras mujeres a lo largo de América Latina “Cuando la asesinaron no tenían ni idea del impacto que eso iba a tener, nos movilizó mucho porque podría haber sido cualquiera de las mujeres a lo largo de Latinoamérica que están al frente de la defensa de los territorios. La indignación y la rabia rompió fronteras, nos hizo armar puentes entre nosotras para solidarizarnos. Berta sigue viva, y se ha multiplicado, hay millones de Bertas, porque su legado sigue vivo, sigue presente y todavía con mucha más fuerza”, manifestó la activista hondureña.

Marcia también recordó a Margarita Murillo, Magdalena Morales, entre otras de sus compañeras asesinadas, y denunció: “Es una persecución sistemática. La criminalización por parte del Estado de las mujeres campesinas, indígenas o negras que acompañan el movimiento social es parte de las implicancias que su papel está teniendo en la actualidad”.

Según Trujillo Navarro, este patrón de violencia hacia las defensoras de los territorios se replica en México. “Las luchas por lo común, por el territorio, son luchas que están enfrentando profundas violencias. Si bien no hay una información desagregada sobre la violencia a la que se enfrentan las defensoras de la vida, conocemos los casos de femicidios de Bety Cariño, Teresa Bautista, Felicitas Martínez, Guadalupe Campanur, asesinadas en los últimos años”, señaló la socióloga. Al respecto, Trujillo Navarro hizo un paralelismo en la forma que está tomando la violencia hacia las mujeres defensoras de los territorios a nivel macro y las que se dan en el ámbito doméstico: “Es importante rastrear esto que el feminismo ha llamado el ´continuum de la violencia´, para tratar de sacar a la luz las violencias a las que las mujeres se enfrentan antes de llegar al femicidio. Esta violencia brutal que se da desde la ofensiva extractivista en términos macro se va replicando en los distintos espacios de la vida hasta llegar al ámbito doméstico, el ámbito privado. Estas violencias están interconectadas, están asociadas a los procesos de despojo”.

Ambivalencia en tiempos de crisis

El debate sobre las experiencias de eco-feminismos en América Latina dejó como conclusión principal lo que las especialistas caracterizaron como una paradoja: al tiempo que las mujeres potencian su fuerza en lo político sienten una violencia cada vez más atroz, tanto en ámbitos públicos como privados. “Hay una serie de lógicas que están tratando de hacer un cierre reaccionario a lo que se está abriendo como posibilidad”, reflexionó la especialista mexicana.

Esta ambivalencia, dicen, también se encuentra en los espacios privados en los que las defensoras de la vida se enfrentan a violencias machistas que persisten al interior de sus comunidades y de sus casas. En este sentido Marcia expresó: “La defensa de los territorios por parte de las mujeres no sólo está reivindicando a la tierra, a sus ríos, a su cultura, a una alimentación adecuada, sino que además las está llevando a romper con la violencia que se da en su vida cotidiana. Es ese proceso el que las está llevando a ser protagonistas de las transformaciones que se dan en sus vidas personales y comunitarias”. Acerca de esto, Trujillo Navarro planteó el interrogante sobre cómo visibilizar el conjunto de violencias machistas a los que se enfrentan las mujeres al interior de sus territorios sin debilitar las luchas comunitarias: “¿Cómo avanzamos en tratar de poner nuestro deseo en el centro y no quedar subsumidas? –se preguntó-. El desafío es ganar estos espacios por los que hemos ido peleando sin que eso signifique perder lo que hemos ganando comunitariamente”.

Por último, señalaron la necesidad de la politización de las tareas de cuidados como parte de esta ambivalencia que caracteriza hoy la lucha en defensa de los territorios. La paradoja se expresa en un momento en que las mujeres ganaron visibilidad y reconocimiento sobre el trabajo doméstico que garantiza la reproducción de la vida, pero al mismo tiempo se sigue dando por hecho que son ellas quienes deben seguir ocupando ese lugar. Acerca de esto, la socióloga mexicana expresó: “Hay una lógica que nos reinstala en una relación de desigualdad, una lógica sacrificial que se impone sobre las mujeres en medio de una lucha comunitaria, que al fin y al cabo nos deja subsumidas otra vez. Los cuidados no pueden ser solo una tarea de las mujeres, sino que tienen que ser una tarea del conjunto de la trama comunitaria”.

 

“Los desventajados detectan las crisis primero y a los académicos no se nos había ocurrido preguntarles”

“Los desventajados detectan las crisis primero y a los académicos no se nos había ocurrido preguntarles”

Saskia Sassen en el Primer Foro Mundial del Pensamiento Critico de la CLACSO.“No estamos en una época de cambios, estamos en un cambio de época que ha generado un aumento muy grande de las incertidumbres, de la sensación de riesgo ante el futuro y eso está provocando miedo hacia los otros. Nos penetra el cuestionamiento por el ¿qué va a pasar? y afecta a muchos aspectos de la vida”, declaró el economista español -especializado en temas de gobernanza, gestión pública y exclusión social- Joan Subirats al mostrar su anhelo por hacer realidad el título del foro y reconociendo las dificultades que ello implica en el mundo actual: “Un mundo sin excluidos ni desplazados.”

La explosión tecnológica ha impactado a cada continente dejando secuelas fácilmente visibles en el conglomerado social. La implantación de aplicaciones y servicios innovadores sin el permiso del Estado se ha repetido en distintas ciudades. Es por ello que Subirats agrega: “Tenemos retos del siglo XX, ideas del siglo XXI e instrumentos del siglo XIX. Hoy estamos enfrentándonos a desafíos que trae el cambio digital de manera global”.

El mercado tradicional donde se vendía y comerciaba atravesó un vuelco donde las altas finanzas y la especulación han tomado el mando. Al respecto, la profesora holandesa de la Escuela de Economía y Ciencia Política de Londres, socióloga y   escritora Saskia Sassen, explica: “El sistema financiero ha creado su propia realidad basada en extracciones. Una vez que se saca, no importa más lo que sucede en aquel lugar. Esto es un gran desafío que deben confrontar las ciudades. Las lógicas extractivas siempre existieron pero no al nivel destructivo que alcanzan hoy y por eso hay que combatir su implementación”.

«Las lógicas extractivas siempre existieron pero no al nivel destructivo que alcanzan hoy y por eso hay que combatir su implementación”, dijo Saskia Sassen.

Los ciudadanos del siglo corriente somos testigos de una explosión de la diversidad, acompañada por la transformación tecnológica de los elementos básicos que rigen en las sociedades. En los discursos de ambos panelistas preponderó la intención de defender la igualdad sin sacrificar la diversidad ya que ambos son valores claves de la época en la que vivimos.

“Los discursos éticos sobre lo urbano ya no sirven para entender la redistribución y la justicia. Inevitablemente la ciudad va a tener desigualdades ya que es un espacio donde emergen nuevas fronteras y se rompen los discursos tradicionales. El espacio de la ciudad es un desafío por sus diferencias pero es el que tenemos que lograr manejar colectivamente”, comenta Sassen, tras tomar el micrófono y levantarse del sillón blanco que la cobija para hablar de pie.

Subirats coincide con la idea de su compañera y arremete: “Es clave el papel de las ciudades para la calidad de vida de las personas porque hay un factor de proximidad. Genera una posibilidad de respuesta más capaz para relacionar igualdad con diversidad”. Como un relato continuo, cada intervención ha dejado claro que las respuestas se encuentran en la unión entre la institución y la calle ya que la gestión comunitaria es la más capaz para resistir a las propuestas neoliberales que preponderan tras el golpe del mercado que sufrieron varios países del mundo. Este encuentro no fue la excepción.

“¿Es mejor dar respuestas desde la lejanía o trabajar desde la proximidad?” consulta el español, para dejar una incertidumbre más entre los oyentes. En este nuevo mundo en el que la globalización tejió una red internacional podemos corroborar que los fenómenos locales terminan impactando, como en una cadena, a nivel global.

Una constante en cada panel del Foro Mundial sobre Pensamiento Crítico se basó en el papel de la izquierda tras un revanchismo de la derecha y sus características conservadoras, autoritarias y xenófobas. Sassen, por su parte, propuso alternativas para que la segunda oleada de la izquierda sea un hecho y deje de ser un anhelo. “¿Cómo lograr justicia social? Lo que pensamos las clases medias y los académicos no va a ser suficiente. Los desventajados entienden que hay una distribución desigual entre ricos y pobres. Al estar presentes en los barrios, detectan las crisis estructurales primero que quienes no lo están y a los académicos no se nos había ocurrido preguntarles”.

A sala llena Saskia Sassen y Joan Subirats debatieron en el panel “Un mundo sin excluidos ni desplazados”

Una historia de película (comunitaria)

Una historia de película (comunitaria)

Mnémora es una producción multimedia comunitaria en la cual el pueblo toma el papel de protagonista principal.

Viajes en el tiempo, rayos láser, monstruos, escenas de acción y suspenso que reúnen a José de San Martín, Juana Azurduy, Martín Miguel de Güemes y Eva Perón en una ciudad subterránea donde no existe el tiempo. Esos son son algunos de los elementos que se conjugan en Mnémora, una película que combina la artesanía comunitaria con la tecnología digital para hablar sobre cómo la comunidad y el pueblo transforman la historia.

Mnémora, Pueblo, Poder y Tiempo es el segundo film creado por la productora escuela cultural y comunitaria El Culebrón Timbal; el primero fue El Cuenco de las Ciudades Mestizas en 2008, un mediometraje ganador del Festival Nacional de Cine con Vecinos y de doce premios internacionales. «Después de esa experiencia nos planteamos la posibilidad de hacer otra producción multimedia comunitaria pero que estuviera estructurada en torno a un relato de aventuras y que pudiera combinar los lenguajes del cómic, de la ciencia ficción, la novela negra, del realismo mágico, y las cosas que nos gustaban como grupo artístico», cuenta Eduardo Balán, coordinador y miembro fundador del Culebrón Timbal.

El Culebrón Timbal es un colectivo cultural que comenzó a fines de la década del 90 como una banda de rock. Funciona como una productora comunitaria con sede en Cuartel V, uno de los barrios más vulnerados del partido de Moreno. Además, sustenta una Escuela de Arte y Comunicación y cuenta con un plurimedio barrial que comprende el periódico La Posta Regional, la FM La Posta y el Canal 3 Comunitario.

La película cuenta que en el año 2070 la humanidad ya maneja la tecnología para viajar en el tiempo,  por lo que un “Gobierno Global” lanza una campaña que se presenta como una cruzada para borrar de la historia a todas las tiranías y dictaduras, pero que en realidad pretende eliminar a muchos movimientos sociales y populares y a los líderes revolucionarios de la historia de la humanidad. Así, se desata una rebelión que se sitúa en una red de túneles bajo tierra recubiertos por una membrana resistente a la tecnología gubernamental. La ciudad subterránea se llama Mnémora y allí se unen rebeldes de toda las épocas para tratar de detener esa especie de genocidio temporal.

La película es una mezcla de géneros: aventura, ciencia ficción, novela negra, y hasta realismo mágico.

Para el director de Mnémora, Alexis Fusario, la ciencia ficción es un género que siempre se esquiva por falta de presupuesto; sin embargo, “El Culebrón Timbal históricamente es una máquina de pensar cómo se pueden hacer las cosas por otros caminos. El desafío estaba en pensar qué es lo que no se hace nunca y probar que dignamente igual se puede hacer”. Asimismo,  Balán reflexiona que “la ciencia ficción, cuando habla de los viajes en el tiempo, también sirve para poner en cuestión la visión más tradicional que en general tenemos sobre el tiempo, que lo vemos siempre como una dimensión que está para ser conquistada por la planificación racional. Y en realidad, hay otras visiones del tiempo que están más en la cultura popular, donde el tiempo es algo más circular, con ciclos, con momentos que van y vienen y con cosas que se van dando como un espiral en donde parecen que se repiten pero siempre en un punto de partida distinto”.

Aparte de ser una película de peripecias, Mnémora es un proyecto colaborativo y autogestivo donde participaron más de 200 personas y una superartesanía que combina en su narración la acción; los efectos especiales, dibujos animados y una banda sonora original compuesta por quien fuera tecladista de Mercedes Sosa, Gustavo “Popi” Spatocco, basándose en temas de la banda El Culebrón Timbal pero grabadas por la Orquesta Sinfónica de la Municipalidad de San Martín. Para los efectos especiales y las ilustraciones contaron con la colaboración de Marcelo May, Emilio Utrera y Julián Sequeira. El sonido lo realizó FM Tinkunaco y los equipos de grabación fueron provistos por SOFOVIAL, la Sociedad de Fomento de Video Alternativo. Por último, el elenco está integrado por vecinos del barrio y por actores de la Cooperativa de teatro La Comunitaria.

Mnémora es un proyecto colaborativo y autogestivo donde participaron más de 200 personas.

La producción de Mnémora sigue una lógica colectiva, “lejana a la lógica del mercado, la competencia y los altos presupuestos y mucho más real en el sentido de una lógica colaborativa: un grupo de gente haciendo algo juntos”, dice Fusario y agrega: “Por ejemplo, uno de los principales héroes de la película no es un héroe individual, es el pueblo y esa potencia, esa energía que tiene la gente juntándose a hacer algo”. Del mismo modo, Balán define a Mnémora como “una declaración de amor al pueblo, a lo colectivo y a lo colaborativo. Es una especie de manifiesto de que lo que hagamos juntos va a ser siempre más divertido, más colorido y más efectivo para transformar la realidad que lo que hagamos disciplinados por la competencia, o por el lucro, o por cualquier dispositivo del capitalismo”.

En definitiva, de eso habla el largometraje y por eso sus realizadores afirman que ‘Mnémora cuenta lo que Mnémora es’. “La mejor manera de contar una historia sobre un grupo de personas que quieren salvar el mundo, es hacer la película con un grupo de personas que quieren salvar el mundo. Y las personas que están en organizaciones de cultura comunitaria, mal que mal, cada uno a su manera, son gente que desde lo que hacen quieren salvar el mundo”, cierra Balán.

Mnémora, Pueblo, Poder y Tiempo también se enmarca en una obra transmediática que incluye, además de la película, una novela gráfica; el videojuego Las lentes de Galimán (disponible para celulares y PC) y un disco con la banda sonora. Su proyección se llevará adelante durante los días 16, 17 y 18 de noviembre a través de un circuito de exhibición completamente colaborativo y gratuito en Argentina y Latinoamérica, en las sedes de más de mil centros culturales y comunitarios, salas de cine y universidades.

El film podrá verse durante los días 16, 17 y 18 de noviembre en las sedes de más de mil centros culturales y comunitarios, salas de cine y universidades.

El grito de liberación palestino llegó a Buenos Aires

El grito de liberación palestino llegó a Buenos Aires

Roger Waters sentado en una silla hablandole al público en el Festival "Por un mundo sin muros" organizado por BDS Argentina, en el Teatro Tras bambalinas,

Roger Waters aclaró que no es antisemita pero ese no es motivo para que apoye el “genocidio lento”, como lo definió, que viven los palestinos en Medio Oriente.

El pueblo palestino sufre, desde hace décadas, el apartheid impuesto por el Estado de Israel que desoye tratados y resoluciones internacionales. Miles de familias desalojadas de sus hogares, muros que dividen a la población y la violencia omnipresente de sus fuerzas militares que siguen marcando las reglas de juego.

“Cada cosa que hace Israel está fuera de la ley, la ocupación y los asentamientos de colonias en las tierras conquistadas son ilegales, pero igual lo hacen. Debemos continuar luchando y gritar una y otra vez, ‘por favor, ¿podemos vivir dentro de la ley?’. Exijamos que no nos puedan patear la puerta en el medio de la noche o arrestarnos por la calle porque no les gusta lo que decimos, o cómo nos miramos o nos vestimos”, exclamó Roger Waters en el X Festival “Por un mundo Sin Muros”, organizado por el Comité Argentino de Solidaridad con Palestina y por el capítulo argentino del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS).

Durante la jornada, realizada en el Teatro Bambalinas de San Telmo, y antes de su segundo recital en el país, Waters fue parte de una charla moderada por el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la periodista Cynthia García. Allí aclaró, una vez más, que no es antisemita pero ese no es motivo para que apoye el “genocidio lento”, como lo definió, que viven los palestinos en Medio Oriente.

Waters es miembro activo de BDS, organización que impulsa en distintas partes del mundo campañas contra el régimen de exclusión del gobierno de Israel. “Primero nos ignoraron, después se burlaron de nosotros, luego nos combatieron pero finalmente ganaremos”, sostuvo el músico británico en referencia a la persecución y criminalización que sufre BDS.

Lectura de poesía y manifiestos, presentación de la compañía argentina de danzas armenias y del ballet folklórico palestino, el rap de Daniel Devita –uno de los más ovacionados– fueron algunos de los números que dieron color y vida al festival.

“Participo de este tipo de actividades culturales en función de hacer visible la lucha del pueblo palestino y su existencia. Es estar todo el tiempo sembrando conciencia porque considero que es una causa humanitaria, algo que no puede seguir ocurriendo. Es injusto por donde se lo mire. Las convenciones de Ginebra, la Carta de las Naciones Unidas, el Estatuto de Roma o el Acuerdo de Oslo, todo parece palabra muerta porque no se respeta. Debemos, cada uno desde su lugar, ayudar a visibilizarlo”, reflexionó la actriz argentina de ascendencia libanesa Alejandra Craham, quien recitó el poema “Sobre esta tierra”, de Mahmud Darwish, el famoso poeta de la resistencia palestina que redactó el recordado discurso de Yasser Arafat ante la ONU en el que dijo: “Traigo en una mano la rama de olivo y en la otra un fusil, no permitan que deje caer la rama de olivo”.

La charla en el Festival vista detrás del escenario

«Las convenciones de Ginebra, la Carta de las Naciones Unidas, el Estatuto de Roma o el Acuerdo de Oslo, todo parece palabra muerta. Debemos, cada uno desde su lugar, ayudar a visibilizarlo”, reflexionó Alejandra Craham.

Desde la constitución del Estado de Israel en 1948, el pueblo palestino padece la violación de todos sus derechos y el avasallamiento constante de su identidad y de su tierra. “Sufren un aislamiento permanente. Hay familias que viven encerradas en pequeños asentamientos y que para salir a trabajar en sus cosechas en el campo, dependen de la buena voluntad del soldado apostado en un muro que el gobierno israelí construyó ilegal y arbitrariamente allí. Hay más de 600 puestos de control o checkpoints, una forma de hacerles la vida imposible, una forma de expulsión y de limpieza étnica cotidiana. Es muy importante que estas cosas se conozcan. En un encuentro planteaba cómo nos sentiríamos en Argentina si quisiéramos ir de la Ciudad de Buenos Aires a Rosario y para ello tuviéramos que pasar entre 80 y 100 inspecciones distintas. ¿Cómo nos sentiríamos acá? Es impensable. Los palestinos lo sufren a diario”, se lamentó Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas  en diálogo con ANCCOM.

Mientras los palestinos luchan por su autodeterminación, Israel promueve el proyecto de ser un estado judío solamente para los judíos. “Se quedan con las mejores tierras, destruyen las de los palestinos y dominan un recurso elemental como el agua. Su proyecto es la colonización de Cisjordania, lo que ellos llaman ‘Judea y Samaria’”, explicó Rabi.

Todas las personas del público levantan sus celulares para grabar a Roger Waters

Waters fue parte de una charla moderada por el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y la periodista Cynthia García.

“Luego de la nakba –cuando miles de palestinos fueron expulsados por las tropas sionistas–, creció un sentimiento y un profundo orgullo de lo que es ser palestino.  Porque el palestino tiene la doble carga de tener su cultura, a pesar de todo lo que hace el colonizador para borrar su memoria, y sobrevivir. Es un doble esfuerzo porque existir, para nosotros, es resistir”, afirmó el cónsul de la embajada de Palestina, Khaldum Almassri, presente en el festival.

“La postura actual de la administración  de los Estados Unidos, encabezada por Trump, está totalmente del lado del gobierno de ultraderecha de Benjamín Netanyahu, cuyo objetivo es  liquidar el derecho de los palestinos. Esto no nos va a detener, vamos a seguir luchando, siempre apoyados por los libres del mundo, con mucha solidaridad del pueblo argentino, por una Palestina libre e independiente con Jerusalén oriental como capital”, agregó Almassri que, asimismo, resaltó la importancia de defender y difundir su cultura milenaria, dado que los palestinos son herederos de los cananeos, los fundadores de Jericó, una de las ciudades más antiguas de la Tierra.

Agustín Dib, director del Club de la Cultura Árabe, donde se enseña el idioma y las costumbres palestinas, destacó el especial interés que ha despertado en muchos jóvenes argentinos el mundo árabe. “El pueblo palestino está hace más de 70 años tratando de ser exterminado. Nosotros elegimos el terreno cultural para dar la lucha porque cuanto más sea conocido su legado, tradiciones y costumbres, más difícil va a ser que sea borrado del mapa. Con un pueblo como Jericó con más de diez mil años de historia  ininterrumpida, ¿cómo pueden negar que el pueblo palestino existe? Lo que hacemos nosotros es visibilizar la cultura y los mensajes hermosos del mundo árabe, en particular de Palestina. Esos mensajes los comparten y recitan argentinos que los hacen propios, los pasan por el cuerpo y eso genera una conexión muy grande. Produce acercamiento. Porque cuando no se conoce algo, genera miedo e incertidumbre, y donde hay miedo las semillas del odio germinan”, subrayó Dib.

Valeria Ruiz Shulze, integrante de BDS Argentina, alertó sobre la multiplicación de acuerdos económico-militares de distintos países de Latinoamérica con Israel, a través de la compra de armamentos y tecnología de punta. “Desde BDS buscamos boicotear económicamente a Israel para que deje de usar esos recursos para legitimar un sistema de apartheid. Generar conciencia y empatía en tanto ese armamento que está matando a miles de palestinos es el mismo que se compra y utiliza acá para criminalizarnos a nosotros”, argumentó.

Todas las personas del público levantan sus celulares para grabar a Roger Waters

«El palestino tiene la doble carga de tener su cultura, a pesar de todo lo que hace el colonizador para borrar su memoria, y sobrevivir. Es un doble esfuerzo porque existir, para nosotros, es resistir”, afirmó Khaldum Almassri.

Precisamente, en el festival se presentó el libro El militarismo Israelí en América Latina, editado por BDS y el Comité Argentino de Solidaridad con Palestina, donde se desarrolla un extenso informe sobre la compra de armas y acuerdos militares con Israel por parte de gobiernos de la región, desde los períodos dictatoriales hasta hoy. Actualmente se observa una intensificación de este vínculo con la avanzada de gobiernos neoliberales. “El año pasado, durante la visita a Buenos Aires de Netanyahu -denunciado por crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad-, se firmaron cuatro acuerdos que no se anunciaron en la Cancillería argentina pero sí en la de Israel. Uno de ellos anunciaba el incremento del comercio entre ambos países sin especificar en qué rubro. Lo que estamos viendo es que ese incremento es de compra de armas y sistemas de control por parte de Argentina. A esto se suma el convenio entre los servicios secretos de ambos países”, puntualizó Germán Romano, integrante del Comité Argentino de Solidaridad con Palestina y uno de los responsables del informe que se presentó.

“Los ejemplos se replican. Tenés a Mario Montoto, principal proveedor de armas israelíes en Argentina. A  Germán Efromovich, dueño de Avianca, quien le compró la compañía MacAir a Macri, que fabrica drones israelíes en Brasil. O el caso de Fadea, la empresa de aeronáutica del Estado Argentino, que luego de un brutal recorte de 400 trabajadores selló un contrato con una firma israelí de aviones militares”, detalló Romano.

“No hay sólo muros de concreto, de cemento –dijo desde el escenario Adolfo Pérez Esquivel–, hay un muro más difícil de derribar que es el que está en la mente y en el corazón de muchos. Debemos buscar estrategias para llegar a la liberación de los pueblos”.

En primera fila, lo escuchaban la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, la de Madres, Hebe de Bonafini, y referentes de otros organismos de derechos humanos. Carmen “Tota” de Guede, de Madres Línea Fundadora, expresó: “Lo peor que hay es la indiferencia con los pueblos que sufren y esto también sucede aquí, en nuestro país. Nos cuidamos nosotros pero no cuidamos del otro que está sufriendo más aún. Cuando nos duela a todos el dolor del otro, vamos a ser libres, si no vamos a tener siempre sobre nuestra conciencia la indiferencia y el peso de no haber pensado ni haber hecho algo por los demás”.

Ciencia y arte, unidos y adelante

Ciencia y arte, unidos y adelante

Como un aporte creativo para resistir al ajuste que sufren la cultura y la ciencia: así surgió el “Primer Encuentro de la Ciencia y el Arte” (ECA).  El objetivo propuesto por los organizadores es sencillo y a la vez ambicioso: realizarlo todos los años, y dedicarlo a un hito de la historia artística y científica de nuestro país. Para no olvidar, para exigir y por qué no, para celebrar. En su primera edición se decidió homenajear al mítico Teatro Abierto. La actividad tuvo este lunes pasado  y ANCCOM estuvo ahí para contarlo.

Iluminando el camino

Minutos antes de las 18, empezó a poblarse el Pasaje Santos Discépolo del barrio de Balvanera, con una mixtura de actores, cientistas, espectadores y simples curiosos. En ese lugar se encuentra el mítico teatro El Picadero, lugar donde se realizó la apertura del encuentro.  Allí, Peteco Carabajal y su hijo Homero dieron la bienvenida al ritmo de una chacarera. Luego, la ciencia y la magia se combinaron en Matemagia, el espectáculo de Andrés Rieznik, físico y divulgador científico.

Peteco Carabajal abriendo el ciclo en el Pasaje Santos Discépolo.

Desde El Picadero partió la caminata que desembocó en la Avenida Corrientes, encabezada por un grupo teatral compuesto por saltimbanquis, zanqueros y brujas. El recorrido se detuvo en el Obelisco, sitio donde las llamas de fuego iluminaron la noche, mientras se ofrecían espectáculos teatrales, shows musicales y diversos números científicos. Otra parte de los espectáculos callejeros se realizaron en el ingreso al Paseo La Plaza, sobre Avenida Corrientes al 1660.

Entre las personalidades más destacadas que participaron de los espectáculos al aire libre cabe mencionar a Susana Rinaldi, al conjunto de percusión La Chilinga, a grupos de teatro callejero dirigidos por Héctor Alvarellos, el Grupo Las Estatuas que dirige Diego Goethe, y las compañías de Teatro Comunitario de Catalinas Sur y Barracas, comandados por Adhemar Bianchi y Ricardo Talento.

Mientras el Obelisco se “iluminaba” de arte, en el Teatro Multitabarís Comafi (cuesta aún acostumbrarse a teatros históricos con auspiciantes colados en su nombre) se presentaron con entrada libre y gratuita obras correspondientes al ciclo Teatro Abierto 1981 (“Gris de ausencia” de Roberto “Tito” Cossa, dirigida por Agustín Alezzo, y “Decir Sí” de Griselda Gambaro, dirigida por Guillermo Cacace). Además se brindaron espectáculos de danza (a cargo de Leticia Mazur, Valeria Polorena y Ana Echeverría) y ciencia (a cargo de Gerardo Hochman, Nadia Chiaramoni, Cristian Palacios y Paula Brusca).

Susana Rinaldi en el Centro Cultural de la Cooperación.

Teatro Abierto, país cerrado

Sobre el germen del ECA,  Alejandra Darín, presidenta de la Asociación Argentina de Actores, comentó: “Un día se acercaron (a la Asociación) a pedir una reunión Pepe Novoa y Gerardo Mazur, me reuní con ellos y me contaron que tenían ganas de que la ciencia y el arte se unieran en un evento que fuese simbólico para nuestra comunidad, los artistas y los científicos”. La organización, reconoció Darín, llevó su tiempo: “Empezamos en febrero, nos llevó todo este tiempo organizarlo, convocando a las otras entidades. La idea es hacerlo todos los años y que cada edición tenga un leitmotiv, un recordatorio o consigna. Este año será a los creadores de Teatro Abierto”, sostuvo.

Recordemos su historia: durante la última dictadura cívico-militar, en 1981, un grupo de hombres y mujeres crearon este evento emblemático, faro de la resistencia cultural al terrorismo de Estado. El terrorismo de Estado quiso acallarlo poniendo una bomba en el Teatro El Picadero y provocando su incendio, lo que motivó que otras salas teatrales se pusieran a total disposición. El Teatro Tabarís fue elegido para continuar con el ciclo, siendo homenajeado en esta primera edición del ECA.

La ciencia y el arte unidos bajo la consigna «Iluminando el futuro».

“Víctimas de una derecha ignorante y cruel”

Uno de los momentos más emblemáticos de la tarde-noche se vivió cuando el actor Osvaldo Santoro leyó la carta escrita por Roberto “Tito” Cossa para la ocasión. La potente misiva hizo hincapié en la experiencia de Teatro Abierto, y su correlato en el presente: “Teatro Abierto fue el mayor foco de resistencia cultural a la dictadura cívico-militar, no el único pero sí el que tuvo mayor repercusión. Casi 40 años después Teatro Abierto sigue vivo en la memoria de quienes lo vivimos, y por el relato que le llegó a las nuevas generaciones. De su ejemplo nace hoy este encuentro”.

“Juntarnos hoy científicos y artistas tiene un sentido significativo. Ambos colectivos fuimos y volvemos a ser víctimas de una derecha ignorante y cruel. Nuestros científicos fueron aporreados alguna vez y muchos de ellos tuvieron que exiliarse. Los artistas sufrimos los mismos maltratos. Censura, persecución; la derecha vuelve a ganar. Con otros métodos pero iguales intenciones”, agregó tajante Cossa, en la voz de Santoro.

Personalidades destacadas que participaron de los espectáculos al aire libre .

El espacio de la ciencia

Diego Golombek, investigador del CONICET, dialogó con ANCCOM, y,  respecto a la convocatoria, reconoció que “fue una muy grata sorpresa, vino de parte del colectivo de artistas que organizaron el encuentro, a quienes se les ocurrió que la ciencia debía acompañar este gran evento. No es común considerar a la ciencia como hermana del arte, en el sentido de que son miradas complementarias para comprender el mundo, para ejercer la imaginación y la creatividad”.

Golombek destacó además la originalidad de la propuesta, y lo maravilloso que resultó poder imprimirle una impronta científica a la programación. A la hora de hablar de la actualidad de su campo, se puso serio y sostuvo: “Está claro que la ciencia en Argentina no está pasando por un buen momento, tanto en lo presupuestario (porque los fondos se han reducido en estos años, junto con las posibilidades laborales) como en el lugar que ocupa en la cultura y en el Estado en general. Sigue habiendo grupos de excelencia, y universidades con muy buena formación, pero sin duda que su continuidad está en riesgo”.

La actividad contó con las adhesiones de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires (UBA), de la Cátedra de Morfología de la Facultad de Diseño y Urbanismo de la UBA, de la  Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) y de las  Universidad Nacional de Avellaneda,  General Sarmiento, Hurlingham, de las Artes Quilmes y San Martín. Por otro lado, entre otras instituciones que también adhirieron a la movida estuvieron la Asociación Argentina de Actores (AAA) y el Centro Cultural de la Cooperación, la Sociedad General de Autores de Argentina (ARGENTORES)  y la Sociedad Argentina de Gestión de Actores Intérpretes (SAGAI). Por unas horas, la ciencia y el arte se abrazaron para resistir mejor en este escenario.