El despertar de la mujer en el tango

El despertar de la mujer en el tango

“In The Bodies”, tercera pieza teatral de la obra Tango Tanz Trilogy, indaga sobre nuevas miradas al universo femenino en la danza del 2×4. La obra -que tuvo sus primeras etapas de manera virtual- es de producción austríaco argentina, y se presenta desde este jueves de manera presencial en el Centro Cultural San Martín.

El jueves 8 de agosto, en el Centro Cultural San Martín, se estrena In The Bodies, la tercera pieza de una trilogía que fusiona el tango con la tecnología. La obra que forma parte del proyecto Tango Tanz Trilogy, de la compañía austriaco-argentina, IN Tango Tanz, conformada por Liliana Tasso, Claudia Grava y Verónica Litvak, realiza esta última pieza donde se pone el foco en la intimidad del universo femenino en el tango.

‘’En un principio, no estaba pensada una obra con tecnología. Estaba pensado que Liliana y Verónica viajarán a Austria, donde yo vivo, para hacer una obra juntas y pasó la pandemia’’ cuenta Claudia Grava, codirectora del proyecto a ANCCOM. ‘’Empezamos a trabajar por zoom, a tirar ideas y se armó un concepto de ensayar por zoom y aprovechar la tecnología’’. La trilogía comenzó en 2021 con una performance virtual, In the room, donde no solo  el público se encontraba disfrutando del espectáculo vía zoom sino que cada integrante de la obra se encontraba en su habitación haciendo su performance. Continuó con In Shared Spaces al año siguiente, donde la obra tenía lugar en dos escenarios diferentes pero conectados; una parte de los intérpretes se encontraba en Argentina y la otra parte en Austria, pero ya contaban con un público físicamente presente. A través de las pantallas, en Argentina se veía lo que sucedía en Austria y al revés. 

‘’Cuando estábamos construyendo la segunda pieza dijimos ‘tenemos que concluir esta trilogía con una pieza que realmente nos encuentre a todos juntos en el escenario’, que había sido el principio del proyecto’’ dice Liliana Tasso, también codirectora de la obra. ‘’Y así surge In the Bodies, que es este momento donde parte del equipo ha viajado para Buenos Aires y luego el resto de nosotros viajará para allá’’.

Liliana Tasso, codirectora del proyecto Tango Tanz Trilogy.

Esta tercera pieza cuenta con ejecución de instrumentos y danzas en vivo y también con imágenes de videos que fueron tomadas de las obras anteriores, ‘’como una especie de mamuschka que se va convirtiendo en otra pieza’’. A través de una cámara web, se amplifican y se pone el foco en detalles y en la sensibilidad de la danza a la vez que se construyen imágenes entre el material de archivo y lo que sucede en el escenario. De esta manera, la cámara va captando lo que sucede en el momento y proyecta de una manera que le da otra mirada, otra significación, a la situación. 

‘’El tango y la tecnología conviven en esta obra. La tecnología le busca a la estética del tango una mirada diferente. Al poder amplificar esos pequeños detalles del universo tanguero  femenino, con los zapatos, los aros, las lentejuelas, la cámara lo estructura y los codifica para transformarlos en objetos enormes’’, explica Tasso. ‘’Al cambiar las proporciones también cambia su significado y su relación con los otros objetos.’’ Así, el tango en esta obra tiene una mirada completamente diferente a lo que son los espectáculos tradicionales del género. 

Además de tener a estos dos conceptos como centrales, la obra sale de la imagen tradicional de la mujer en el tango para ubicarla en un nuevo lugar. ‘’Hace unos años hubo un despertar de la mujer que se replantea su lugar, su rol y el tango es una danza que viene de una tradición bastante masculina. Están cambiando cosas dentro del tango y nosotras, como bailarinas mujeres, nos cuestionamos a nosotras mismas sobre nuestro lugar’,’ continúa Tasso. ‘’Cuando uno cambia las cosas de lugar es como que las ve de nuevo, con nuevos ojos y te cuentan otras cosas.’’

In The Bodies estrena este jueves a las 21 y también se presentará el viernes 9, sábado 10 y domingo 11 a las 19. Las entradas se pueden conseguir online en entradasba.buenosaires.gob.ar o en boleterías del Centro Cultural.

Miles de lectores en busca de su autor

Miles de lectores en busca de su autor

Más de 340 editoriales participaran de una nueva edición de la Feria de Editores que este año se realizará entre el 8 y el 11 de agosto en el Complejo C Art Media.

“Si lees, hay un libro para vos” es el lema de la Feria de Editores (FED), un evento que reunirá a editores, lectores y escritores del 8 al 11 de agosto en el Complejo Art Media, avenida Corrientes 6271, en la CABA. 

Con más de 340 editoriales independientes de habla hispana, la FED abrirá sus puertas desde las 14 hasta las 21 con stands, charlas exclusivas, sorteos y visitas especiales. Este espacio busca que quienes deseen visitarlo puedan relacionarse de primera mano con quienes se encuentran del otro lado de la literatura que consumen.

“Cuando decimos ‘Si lees, hay un libro para vos’, intentamos no ser grandilocuentes ni decirte leer es bueno, sino que si te si te interesa esto, podes encontrarte aca con un montón de gente que le pasa lo mismo”, afirma Víctor Malumián, uno de los organizadores de la feria.

“Es un lugar de encuentro”, comenta Constanza Brunet en diálogo con ANCCOM, periodista y directora de Marea Editorial, y continúa: “Es una feria muy de lectores. A diferencia de la Feria del Libro de Buenos Aires, que además es un paseo, la FED es de lectores que van en busca de sus próximas lecturas y otro tipo de literatura”. 

La ya tradicional FED, que es de entrada libre y gratuita, contará con sellos editoriales de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Uruguay, y España. Por otro lado, asistirán personalidades como autores y autoras nacionales, entre ellos, Alejandra Kamiya, Luis Gusmán, Federico Falco, Romina Paula y Iosi Havillo. También, harán su aparición escritores internacionales como Marie-Pier Lafontain, de Canadá; el noruego Thomas Reinertsen Berg; la francosenegalesa Seynabou Sonko; la española Luna Miguel y la estadounidense Deborah Eisenberg.

Como es costumbre en la feria, quienes concurran pueden adquirir un libro de regalo, cuya temática cambia año tras año. La del 2022 fue la espera, en referencia a un chiste interno de parte de la organización sobre la fila de gente que se arma para entrar a la FED los sábados y domingos, y en el 2023 se trató la traición. En esta ocasión, el libro de la FED se centrará en la violencia, con capítulos escritos por María Sonia Cristoff, Diego Golombek, Betina González, Juan Mattio, Elena Medel, Luna Miguel, Diego Muzzio, Ricardo Romero y Andrea Toribio. Además, contará con ilustraciones del equipo de Ilus.P, un Programa de Ilustración Profesional Posgrado FADU, de la Universidad de Buenos Aires (UBA). 

Si bien el eje temático del libro es la violencia, cada autor y autora puede responder a la consigna desde el género de su elección, por lo que no se trata de capítulos puramente de ficción o de no ficción. Respecto a la elección de esta temática, Víctor Malumián comentó en diálogo con ANCCOM: “Este año el eje es la violencia, un poco por todo lo que estamos viviendo. Las formas que tienen a veces altos mandatarios para comunicarse con otras personas, este clima de época en donde pareciera que lo astuto es ‘bardear’ al otro en lugar de entenderlo”. Sobre esto, Malumián reflexiona: “Es más importante un latiguillo que el argumento propio o comprender las ideas del otro”.

La literatura como resistencia

Con la inflación, medidas que perjudican a la pequeña y mediana empresa local, como la Ley Bases, los continuos ataques a la industria cultural, y la conversación política que se está dando en detrimento de lo nacional y popular, integrantes de la feria destacan la existencia de estos espacios literarios.

“En este contexto de agobio, sujeción y violencia, la literatura tiene muchísimo para dar, más que nunca”, afirma el editor Maximiliano Papandrea, del sello Sigilo, y continúa: “Puede ser un gran refugio y la oportunidad de cambiar de tema, aparte de darnos herramientas para pensar y buscar formas de vida y de emancipación distintas”. En consonancia con esto, Brunet asegura que “este año, la feria tiene un lugar importante por la crisis profunda que estamos atravesando. Los libros están sufriendo, el sector cultural, las universidades y nuestros lectores. Es un momento crucial para las editoriales independientes desde lo económico y desde el encuentro”.

Papandrea, que este año en la feria tendrá a su cargo un taller de escritura en vivo junto con la escritora Paula Puebla, reflexionó sobre el lugar de las editoriales: “Para nosotros, publicar libros siempre tuvo un profundo sentido político. Algunos títulos lo hacen más explícito que otros, pero lo político está presente en todas las decisiones que tomamos.”

En línea con esto último, y sobre los catálogos que exhibe cada editorial, Brunet comparte: “La feria es el momento de mostrar este trabajo que hacemos todos juntos. Nuestro catálogo editorial es una obra de creación con una lógica, por lo que es muy interesante mostrarlo en su conjunto”.

Entre la turbulencia económica y política del país, la venta de libros registra una caída de alrededor del 40%. Si bien el precio promedio de las grandes editoriales ronda los $30.000, la propuesta de la FED es de alrededor de $19.000.

“Lo importante es que la feria se cristalice como un espacio de encuentro para pensar relaciones más equitativas entre los eslabones de valor de la cadena del libro y para trazar nuevos encuentros con las y los lectores que leen los libros que producen las pequeñas y medianas editoriales”, afirma Malumián. Aún así, el escritor y editor admite que, si bien el mantenimiento de estos vínculos entre editores y lectores es la base de la feria, también se busca poder vender los libros, aunque debido a la crisis no espera que sea “la edición más rutilante en ventas”.

Sobre las ventas, Papandrea comparte: “Es una feria de conversación viva, a la que vamos a vender tanto como a afianzar el lazo con la comunidad que fuimos armando a lo largo de los años. Y también es una gran oportunidad para mostrar nuestro trabajo a los que se acercan por primera vez, que cada vez son más.”

En consonancia con esto último, Malumián agrega: “La feria no solo surge por la necesidad de un espacio donde pequeñas y medianas editoriales se puedan encontrar con su comunidad lectora, sino también para ampliar esa comunidad lectora.”

Podés acceder al cronograma de actividades ACÁ.

Una forma de contar con ojos africanos

Una forma de contar con ojos africanos

Durante agosto se realizará una nueva edición del Festival Internacional de Cine Africano de Argentina. Incluirá películas del cotinente, de la diáspora y de afrodescendientes. Las proyecciones serán en Buenos Aires, Córdoba y Neuquén.

Del 3 al 31 de agosto se llevará a cabo la edición número 17 del Festival Internacional de Cine Africano de Argentina (FICAA), organizado por el Observatorio Sur. Se presentaran 51 películas procedentes de 40 países, entre las cuales no sólo habrá producciones de África, sino también realizaciones de afrodescendientes y de africanos en la diáspora. 

El festival tiene la intención de ser federal y descentralizado para interpelar a un público más amplio. Por ese motivo, además de contar con tres sedes en Buenos Aires -el Centro Cultural Kirchner, la Biblioteca Nacional y la Alianza Francesa-, habrá proyecciones en la Ciudad de Córdoba, en Jesus María, así como también en la ciudad de Neuquén y en Junín de los Andes.

“Estamos acostumbrados a decir cine francés, cine italiano… este festival es como darle lugar a un tipo de narrativa que cuenta con otras visiones de lo que en la vida, de lo que es la historia”, señala Jorgelina Barrera, codirectora del evento. 

El FICAA apuesta a la posibilidad de, a través del cine, derribar fronteras. Los documentales que se proyectarán permitirán explorar el pasado colonial o los conflictos armados contemporáneos, así como también apreciar registros de danzas y música del continente africano. También se podrá disfrutar de ficciones, entre las cuales se proyectarán películas románticas, policíacas, comedias, dramas familiares o sociales. En la selección de clásicos, se realiza un recorrido por la obra de los pioneros: “Esos padres del cine africano que comenzaron a filmar con las independencias de cada país, en los 60 y 70, y su visión ayudó mucho a mostrar y decir que hay una narrativa y una forma de contar con estilo africano”, explica Jorgelina Barrera. 

En la selección de películas se busca captar la expresión de África, así como también la mirada de autores afrodescendientes. “Latinoamérica tiene varios países donde lo afrodescendiente es muy fuerte y es importante también tener esas miradas”, enfatiza Barrera. Se buscó dar espacio a las distintas narrativas y temáticas del continente africano, teniendo en cuenta la calidad artística. La propuesta es generar un espacio donde el público argentino pueda conocer y disfrutar cine africano.

“El Festival -sostiene Barrera- también ayuda a entender que son países lejanos pero con realidades muy parecidas”. Da el ejemplo de la película Diente por diente, producida en Senegal. Trata sobre una crisis muy grande que hubo en 2021 debido a las políticas establecidas por el FMI. Las universidades y los estudiantes, salieron a protestar por aquella crisis. “Es como un reflejo también de lo que pasa acá, en Latinoamérica. Como esas visiones de la cultura, de la economía y de las crisis políticas que se van reflejando en un país y en otro”, afirma la codirectora.

Este FICCA comenzó como una muestra en el año 2007. Fue creciendo y en pandemia devino en festival, desplegándose en distintas sedes del país. Logró consolidar un público que asiste cada año, aunque la propuesta es llegar a cada vez más gente.

La entrada para el FICAA es libre y gratuita. Se recomienda asistir con puntualidad, ya que es por orden de llegada hasta agotar capacidad. Para acceder a la programación se puede hacer desde la página web del Festival o por su cuenta de instagram.

«Me gusta el teatro que inspira a los espectadores a tomar decisiones»

«Me gusta el teatro que inspira a los espectadores a tomar decisiones»

El actor y director Mauricio Dayub habla sobre las dos obras que presenta en estos días en Buenos Aires: «El equilibrista» y «El amateur».

Mauricio Dayub es dueño de una mirada sencilla y penetrante, de una profunda calma en la prosa de sus palabras y en el ritmo de su discurso. A los veinte años abandonó su Paraná natal para perseguir su sueño “Vine a ofrecer mi corazón y no le importó a nadie”, dice sobre esos primeros años en la Capital Federal. Dayub dejó la carrera universitaria que sus padres le habían encomendado para dedicarse de lleno a lo que desde muy chico le permitía recorrer diversos mundos en el garaje de su casa. Hoy es un actor y escritor consagrado que puede confirmar lo que le decía su abuelo: “El mundo es de los que se animan a perder el equilibrio”.

Actualmente protagoniza dos obras emblemáticas de su carrera, El Equilibrista -que se presenta todos los miércoles a las 20 en el teatro El Nacional Sancor Seguros – y El Amateur, en cartel en el Chacarerean Teatre, ubicado en Nicaragua 5565, todos los jueves, también a las 20.

¿Cómo describirías a El Equilibrista?

El Equilibrista es la historia que todos podríamos contar si pudiéramos volver a ser niños. Es la historia de mi familia y un secreto que se me reveló durante un viaje, pero rápidamente se convierte en la historia de cada uno. Es una historia más sugerida que explícita, donde los personajes de mi familia pueden reflejar los de cualquier espectador. En ese sentido creo que se logró algo que se busca desde la literatura que es el tomar una parte para reflejar el todo.

Llama la atención la cantidad y la diversidad de recursos que utilizás para contar las historias de cada personaje. ¿Por qué es esto?

Eso está relacionado al tipo de teatro más artesanal que es el que a mí me gusta. Una forma de rendir homenaje a figuras admiradas por mí como Buster Keaton y Chaplin. Es un espectáculo que busca inspirar y hacer imaginar al espectador más allá de lo que ve.

¿Cómo fue el proceso de hacer una obra así? ¿Hubo una depuración de qué historias incluir?

Sí, descarté. En principio comenzamos a armar el espectáculo sin saber cómo iba a terminar siendo. Yo sabía lo que quería: yo quería no solo contar mi historia, sino también prestar atención a la forma. Sentía que el teatro se había ido adulterando, que las personas iban a un teatro pero no veían teatro, muchas profesiones se subieron arriba del escenario, el teatro se había ido abriendo en distintas cosas, y yo quería aportar mi granito de arena a lo que a mí me gusta: el teatro que te hace imaginar más allá de lo que ves. En el escenario se presenta una diversidad de elementos que ayudan a contar la historia y la enriquecen. Como la cola de perro, tuvimos que hacer varios modelos para poder llegar al que encajaba justo en el tiempo del desarrollo de la historia. Tengo un depósito lleno de ese tipo de cosas.

 

Presentás historias muy personales. ¿Qué te devuelve el público?

En principio que era muy necesario hacerlo. Después de casi 20 años en el escenario con un éxito como Toc Toc, con miles de funciones, todos me aconsejaban hacer una comedia para continuar con el éxito, que era lo que al público más le llegaba. Sin embargo, después de cada función de El Equilibrista recibo muchos agradecimientos de los espectadores que me esperan a la salida por la conexión  que tuvieron con la obra y las historias; y por cómo los movilizó.

¿Eso también es parte de tu visión del teatro?

Sí, me gusta el teatro que inspira a los espectadores a tomar decisiones en sus propias vidas. En un mundo donde a menudo seguimos una manada para encajar, el teatro puede fortalecer nuestras convicciones personales y ayudarnos a mantener nuestra identidad.

¿Tenías confianza en que iba a ser bien recibida?

Siempre trato de trabajar pensando que lo que hago va a gustar, pero el éxito es lo que menos ocurre.

Una vez dijiste que cuando eras chico y salías a la vereda no había nada que te permitiera vislumbrar a dónde ibas a llegar, pero sí tenías muy claro que lo tuyo era la actuación…

Sí, me pasaba eso, yo era chico y tenía esa vocación muy clara, yo jugaba en el garage y con lo que encontraba ahí jugaba a ser actor, inventaba cosas y pensaba cómo voy a hacer para vivir de esto, cómo voy a desarrollar esto. Tendría 10 o 12 años, yo habría la puerta y no tenía acceso al teatro. Me acuerdo que llegaba el diario y miraba las carteleras donde estaban los nombres de las obras y títulos de las películas y yo me armaba las historias, eso era lo más cercano que estaba del mundo del espectáculo.

En El Amateur también hay un mensaje de seguir tus propios deseos. ¿Cómo surge esa historia?

La escribí para darle sentido a un momento de mi vida; había dejado a mi familia, a mis amigos, a la ciudad donde nací. Vine a ofrecer mi corazón y no le importaba a nadie, era muy difícil ser percibido por el otro, en un momento me di cuenta que estaba haciendo un esfuerzo descomunal sin saber lo que me esperaba y de tanto volver cansado de tantas puertas que se cierran me acordé de ese tipo que cuando yo era chico batió el record de permanencia en bicicleta, que estuvo 5 días y 5 noches dando vueltas en una plaza para lograr su sueño. Y me pareció que era una analogía de lo que a mí me estaba pasando, del esfuerzo que estaba haciendo tratando de convencer al otro de que yo podía ser actor.

La obra fue estrenada en los noventa, ¿por qué, después de tanto tiempo, decidiste reestrenarla ahora?

Porque habla de superación y unidad en un momento donde las divisiones parecen dominar. Es una historia que muestra cómo el esfuerzo personal puede inspirar a otros y cambiar percepciones. Inspira a lo que la realidad de hoy no, es un espectáculo de la antigrieta, es el logro de uno que te hace vislumbrar la posibilidad del logro de todos.

Parece difícil en estos tiempos perseguir tus propios sueños..
La realidad te lleva para otros lados, que sigas una manada a la cual tenés que pertenecer porque si no te sentís que quedás afuera, en vez de fortalecer tu personalidad tratar de parecerte a los que les va bien para ver si a vos te eligen y te va bien, eso te hace perder identidad, disminuir tus valores, te desdibujas, en ese sentido el ver teatro puede fortalecer esas convicciones personales.
¿Considerás que el teatro tiene la potencia suficiente para influir de esa manera? 
Mirá, en la Argentina el teatro tiene casi la misma afición que el fútbol, somos una de las principales cuatro potencias teatrales del mundo, somos un país fuertemente teatral, la gente tiene adherida su salida al teatro, se relaciona mucho el espectáculo con las vacaciones y durante el año. Tenemos una cultura que se mantiene y eso es difícil de lograr. Por eso hay que cuidarlo y mejorarlo, que el espectador no se decepcione, tenemos que trabajar siendo conscientes de que somos parte de un movimiento muy importante y que si el espectador sale desilusionado estamos afectando a otras salas y a otros productores.
“Todos padecemos la lógica del alto rendimiento en esta sociedad consumista”

“Todos padecemos la lógica del alto rendimiento en esta sociedad consumista”

En el marco de los Juegos Olímpicos vuelve a escena “Consagrada”, creada y dirigida por Florencia Micha e interpretada por la actriz y exgimnasta del seleccionado nacional, Gabriela Parigi. La obra teatral pone en cuestión la sociedad en que vivimos.

 

La multipremiada obra de teatro, Consagrada, el fracaso del éxito realizará una Temporada Olímpica durante el mes de agosto en Timbre 4 en sintonía con los Juegos de París 2024. Para promocionarla se realizó una función especial con una posterior charla debate de la que participaron personalidades del deporte como la exnadadora olímpica Delfina Pignatiello, la exfutbolista Mónica Santino y Fernando Signorini, quien fuera preparador físico de Diego Maradona.

Creada por la directora Florencia Micha y, por la actriz y exgimnasta del seleccionado nacional de gimnasia, Gabriela Parigi, la pieza es un unipersonal que pone en evidencia y cuestiona los retos, sacrificios y exigencias del deporte de alto rendimiento. En diálogo con ANCCOM Parigi –que protagoniza la escena- explica: “La obra surgió a partir de una serie de temáticas que hacía rato quería tratar, como la lógica de la competencia en todo lo que hacemos, la lógica del podio, del sacrificio, de la meritocracia, del capitalismo, del extractivismo en los cuerpos, en las subjetividades, como era muy amplio empezamos con ejercicios e improvisaciones, hasta que en un momento se hizo evidente que había que partir de mi historia personal como deportista de alto rendimiento y hablar desde ahí”.

Durante los 60 minutos que dura la obra, la sala se convierte en un gimnasio en el que Parigi realiza un desgaste físico importante el que combina gimnasia, acrobacia, danza y circo durante momentos de drama y otros que rozan el humor hilarante. La actriz, con más de 15 años dedicados al alto rendimiento, reconoce que  “si bien es una obra biodramática documental en la que hay momentos que se toca el llanto, está muy despegada de mí, está ficcionalizada para universalizar el mensaje y, desde mi historia singular, abrirlo porque, en algún punto, todos padecemos la lógica del alto rendimiento en esta sociedad consumista, capitalista, individualista y alienada”.

Parigi resalta que fue un proceso muy fuerte y movilizante el de reconstruir su camino: “Hace mucho que siento que me mudé del ecosistema deportivo, entonces lo tenía bastante alejado de la memoria física y, en algún punto, fue bueno volver a ponerlo sobre la mesa, volver a mirarlo, a relatarlo, a nombrarlo y reírme de eso, tomar distancia y poder caricaturizarlo, ridiculizarlo, sensibilizarlo y entenderlo”, detalla la artista, que utiliza elementos de su pasado para la utilería y para escenificar la obra que han sido resignificados: “Uso el bastón de mi abuela para entrar y el cajón que está en escena es el taburete con el que yo entrené toda mi vida”, detalla.

Por último, la protagonista relató cómo se prepara para esta temporada que comenzará en agosto: “Me gusta mucho hacer esta obra, le estamos poniendo mucha pila, es un momento muy complejo para el país y en el teatro lo estamos viviendo muchísimo, se nota que la gente no tiene plata para salir, para comprarse una entrada, entonces estamos como todos muy atentos para defender y cuidar los lugares porque es importantísimo que los países tengan sus espacios de cultura para expresarse”.

«No todos los atletas de alto rendimiento tienen las mismas posibilidades que en el fútbol», dijo Pignatiello.

El debate

Luego del espectáculo comenzó una charla debate de la que participaron Pignatiello, exnadadora olímpica y medallista de los Juegos Panamericanos 2019; Santino, exfutbolista y fundadora de La Nuestra Fútbol Feminista Villa 31; el preparador físico Signorini y la propia Parigi. Con la mediación de Jorge Dubatti los invitados dieron su punto de vista sobre el deporte de alto rendimiento y también se animaron a hablar del contexto actual. Pignatiello se refirió al inicio de los Juegos Olímpicos: “A mí me gusta recordar siempre, sobre todo por el país donde vivimos y a las expectativas que se tienen en cuanto al deporte, que no todos los atletas de alto rendimiento en este país, sobre todo en el deporte amateur, tienen las mismas posibilidades que en el fútbol o que en otros deportes donde se da mucha más importancia”. En esta misma línea la autora y actriz de la obra hizo una reflexión en torno a la enseñanza deportiva: “Tenemos que pensar desde nuestro lugar de poder como docentes, como dirigentes ¿qué valores estamos impulsando? Si son valores humanistas o valores productivistas, extractivistas, de alienación, de individualismo, que terminan atentando contra la sociedad”.
Por otro lado, Santino, puso el foco en el aspecto político: “El deporte argentino está pasando un momento muy difícil, como tantos otros rubros en actividad, hace poco presenciamos una despedida de un presidente de la comitiva dándole la espalda a los deportistas”, detalló. Además, la exfutbolista alertó sobre las intenciones del gobierno con el Centro Nacional de Alto Rendimiento (CeNARD) para cederlo a negocios inmobiliarios y se manifestó en contra de la privatización de los clubes: ”El próximo paso es defender nuestros clubes contra cualquier intento de sociedad anónima deportiva, porque eso es lo que viene”, afirmó.

En esta misma línea continúo Signorini, quien aprovechó para cuestionar la designación de Daniel Scioli como secretario de Deportes de la Nación. Además, el profe, como se lo conoce, definió al éxito como “todo aquello que se consigue dando el máximo de uno mismo. Muchas veces se consiguen cosas a través de la especulación o a través de recursos que nada tienen que ver con lo positivo y agradable de la vida y eso no está bien”, luego cerró: “El deporte tiene que servir para hacernos mejores personas, mejores seres humanos con el de al lado, si no sirve para eso no sirve para nada”.

“El deporte tiene que servir para hacernos mejores personas, mejores seres humanos con el de al lado, si no sirve para eso no sirve para nada”, dijo Signorini.

Por último, antes de finalizar la charla y tras la pregunta de un espectador, Parigi se refirió a sus sentimientos con la obra: “Consagrada tiene todo un recorrido, por algo es parida después de 18 años de dedicarme a esto, después de haber sido entrenadora, después de ser docente, después de ser madre, hay como una condensación de camino que hace que esté más metida que nunca, pero al mismo tiempo desapegada en el sentido de que no siento que es algo catártico, sino que está trabajada por una directora y por todo el equipo para que trascienda de mi historia personal y logre transmitir al público la idea”.

En cuanto a la charla, explicó: “La intención de hoy era terminar con una energía de poder transformadora, no solamente que se evidencie el lado de lo oculto del deporte, que la obra critica y deja manifiesto, sino que además quedara repicando una energía de ganas de hacer diferente, que diera power, que despierte preguntas y permita ver que cuando estamos en un rol de poder se puede hacer de otra forma, no replicar esa lógica alienada, eso era importante en el final, digamos terminar transformada”.

En el marco de los Juegos Olímpicos de París 2024 que comenzaron el viernes 26 de julio, la obra realizará una serie de presentaciones durante los primeros cuatro jueves de agosto a las 21 en la sala del barrio de Boedo (México 3554). Las entradas están a la venta por medio de Alternativa Teatral o por la web de Timbre4.

 

“¿Qué valores estamos impulsando? ¿Son valores humanistas o valores productivistas, extractivistas, de alienación, de individualismo, que terminan atentando contra la sociedad?”, se preguntó Parigi.

Las nuevas formas de contar en viñetas

Las nuevas formas de contar en viñetas

El documental «¿Qué m!%*#@ es la realidad?» da cuenta de una nueva generación de historietistas con otras formas de contar en viñetas. Uno de sus directores, Damián Sierra, cuenta con qué se encontró.

Los primeros antecedentes de la historieta en Argentina se remontan al año 1898 en la revista Caras y Caretas y hacia mediados del siglo XX, el género explotó y tomó rasgos identitarios propios de la cultura argentina que le dieron a guionistas y dibujantes locales proyección internacional. No es casualidad que se haya declarado como Día de la Historieta el 4 de septiembre, fecha en la que apareció la primera edición de la revista Hora Cero en 1957, fundada por Héctor Oesterheld y conocida entre otras obras, por publicar El Eternauta, una saga que se convirtió en bisagra de la historieta argentina de aventuras. En la actualidad, este género tomó un giro diferente. Además de realizarse sobre el tradicional papel, pueden hacerse de forma digital, también llamadas e-cómics o webcomics, con una estructura de tira de recuadros, una página completa, una revista o un libro completo. Sus relatos pueden ser de índole humorística o satírica, juvenil, infantil o pueden ser narraciones literarias. Asimismo pueden ser compartidas en redes sociales, reels, streaming y otras plataformas que predominan en la actualidad.

 En el film ¿Qué m!%*#@ es la realidad?, estrenado recientemente en el Centro Cultural Kirchner (CCK), se da cuenta del surgimiento de una nueva generación de historietistas con otras formas de contar historias y de abordar diversas temáticas a partir de agitar el lenguaje de las viñetas. Se trata de “una nueva manera de hacer que se nutre de algunas condiciones propias del siglo XXI; como la circulación autoral en redes sociales, la creatividad de lo autogestivo frente a la falta de presupuesto, los feminismos, las disidencias, las luchas de las minorías, las lógicas comunitarias que resultan en la organización de Ferias y Festivales”, precisa la sinópsis del documental.

Para indagar cómo se desarrolla hoy este género, el licenciado en Crítica de Artes Eduardo Benítez; el escritor, poeta y periodista Walter Lezcano; y el locutor de ISER y licenciado en Audiovisión por la Universidad Nacional de Lanús, Damián Sierra, entrevistaron para la película a diversas figuras de la historieta argentina de estos últimos años como Gustavo Sala, Pedro Mancini, Lauri Fernández, Amadeo Gandolfo, María Luque, entre otros.

 En diálogo con ANCCOM, Sierra relató el proceso de producción del film ¿Qué m!%*#@ es la realidad?, así como también el surgimiento y la importancia de la realización de producciones cinematográficas independientes.

¿Cómo surgió la idea de hacer la película?

La idea surgió de Walter Lescano por un proyecto que había hecho en 2020, que es un documental sobre poesía, en el que Walter tenía ganas de trabajar la escena de la historieta argentina de este siglo, junto a Eduardo Benítez. Nos pusimos a trabajar para finales de 2022. En 2023 empezamos a hacer las entrevistas y lo terminamos para principios de este año.

¿Cómo fue el proceso de producción? 

Lo primero que hicimos fue formar una lista de posibles entrevistados que nos gustaran por su trabajo y que sean relevantes para lo que queríamos contar. Empezamos a grabar las entrevistas, nos contactábamos con las personas, algunos fuimos a la casa, otros nos juntábamos en algún bar, siempre viendo las posibilidades de cada uno. Las entrevistas eran descontracturadas e improvisadas en el momento, no teníamos un guion previo. Una vez que ya teníamos todo el material, fuimos a edición, a ver qué historia se podía contar a partir de lo que nos habían dicho los entrevistados. Si en el medio había algún evento, feria, presentación de algún libro, íbamos para tomar imágenes de lo que se dice “inserts” para después mechar con las entrevistas. Estuvimos un año y medio, nos llevó su tiempo, lo íbamos haciendo de a poco y después en la edición terminamos de resolver todo. Empezamos a hacer la película por gusto, diversión, y la hicimos con cero presupuesto. No hay nadie más que nosotros tres y los entrevistados. Caímos con un par de cámaras precarias, un micrófono y así grabamos.

¿Sentís qué el tema que abordaron es algo poco conocido?

La verdad es que no había mucho material, así que es un tema que es conocido e importante para un nicho: el nicho de los historietistas y de la gente que consume historieta. Para ellos es un mundo conocido, que les interesa. Pero rompiendo las barreras de lo que es ese nicho, al no haber tanta producción, en lo audiovisual no les llega a tanta gente. Yo creo que hay más en la parte de gráfica, libros que reflexionan sobre la historieta. Nosotros partimos de este siglo, los últimos 20 años, dónde hay toda una nueva generación de autores que no habían llegado a tener alguna especie de representación en producciones audiovisuales, por lo menos de ahora, contemporáneas.

¿Qué pasa hoy en el ámbito de la historieta? 

Pasa algo que es muy parecido a lo que sucede también con otras disciplinas artísticas que están un poco emparentadas, como la literatura o la poesía o incluso ciertas artes audiovisuales: hay una industria chiquita que está más bien sostenida por las ganas de las personas que la integran y un poco por el amor al arte. De esa manera es que todavía subsiste, pero no escapa en absoluto a la coyuntura que vivimos y es una actividad que se podría pensar en crisis desde el punto de vista económico. No hay plata en la historieta argentina. Nadie se hace rico, ni siquiera casi puede vivir de la historieta dignamente. Se necesita echar mano a otros artilugios para subsistir. Así que es difícil. Pero de todas maneras, toda la industria se sigue sosteniendo en base a que hay gente que no puede concebir su vida sin realizar este tipo de disciplina artística. Nosotros necesitamos seguir haciendo historietas y seguir publicando y seguir dibujando. Existen editoriales independientes que hacen todo muy a pulmón, difundiendo boca en boca, en las ferias. De esa manera se mantiene la rueda girando. No pasa como en otros países, Francia por ejemplo, donde los mercados son más grandes y un historietista podría incluso llegar a soñar con dedicarse a esto y vivir bien. Eso acá en Argentina no sucede, pero lo bueno es que no desaparece el amor y las ganas de seguir adelante con los proyectos. Eso es lo que hace que la actualidad de la historieta todavía haya presente y que haya futuro también.

 Como documentalistas, ¿qué fue lo que encontraron durante la investigación? 

 Lo que más me llamó la atención de lo que encontramos está dado en la crisis: nadie va a ganar buena guita, entonces eso hace que un poco los egos se dejen de lado y como que todos tiren para el mismo lado, que se ayudan entre ellos y se armen como una comunidad de historietistas. Uno está acostumbrado a tratar con otro tipo de disciplinas artísticas donde son ambientes donde los egos están un poco más a flor de piel y hay más resquemores quizás entre una banda y otra. Yo esperaba por ahí encontrar algo parecido, porque somos personas en definitiva y como que siempre se espera encontrar algo de ese estilo y no, por lo menos en lo que tuvimos la posibilidad de dialogar con toda la gente que hablamos, estábamos tirando para el mismo lado.