Alarma en la estación Independencia

Alarma en la estación Independencia

Luego de la denuncia de ANCCOM sobre el túnel contaminado, sonó la señal que indicá peligro de explosividad. Los trabajadores esperan una nueva inspección mientras continúa la preocupación por las filtraciones de hidrocarburo.

Un inspector de la Dirección General de Protección del Trabajo de la Ciudad visitó la Estación de Subte E en la intersección de las avenidas 9 de Julio e Independencia, luego de la publicación de la nota de ANCCOM en junio sobre las filtraciones de hidrocarburos en el subte. El agente labró un acta y días después, la alarma de explosividad se encendió por los niveles elevados de gases en el antiguo túnel de combinación entre las líneas E y C del subte, clausurado desde hace casi medio siglo.

“En esa inspección no estaba inundado ni los valores daban explosividad. Pero unos días después había un nivel de explosividad que disparó la alarma del lugar. Se hizo una inspección y lo que se constató es que se habían tapado las canaletas que van a la cámara de desagüe, por lo cual se inundó gran parte de ese túnel de combinación. Eso hizo que disminuyera el volumen de espacio donde los gases podrían evacuar”, narra Francisco Ledesma, de la Secretaría de Salud Laboral de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro.

Al saltar las alarmas del sistema de monitoreo del subte, se convocó a la Policía Federal, Bomberos y a los trabajadores encargados de los pozos de bomba. “Eso estaba anegado por agua que tenía residuos por un lado cloacal, pero por otro lado también de lo que es la filtración de tanques de combustible”, continuó el sindicalista. En las fotos y videos enviadas a este medio, se observa cómo sólo quedan algunos pocos escalones del túnel a la vista, el resto figura tapado por los fluidos.

Ante el llamado de ANCCOM, desde Emova negaron el hecho. Sin embargo, un trabajador de los pozos de bomba que acudió al llamado ratificó la información y comentó: “Afortunadamente, funcionó la alarma. Inmediatamente nos avisaron y fuimos a ver. Estaba tapado el drenaje, se lo destapó y dejó de sonar la alarma. En 30 años es la primera vez que me sucede esto. De ahí se vuelca todo el agua a pozo de bombeo, ahí se drena el agua a las cámaras de AySA (Agua y Saneamientos Argentinos SA). Al obstruirse, el agua quedó acumulada hasta más o menos un metro”.

En el acta N° 611763/2024 (sic), confeccionada el 12 de junio pasado con el año aparentemente mal datado, consta que la Dirección General de Protección del Trabajo intimó a Emova, la empresa concesionaria, a resolver ciertas deficiencias: la acumulación de líquidos en pisos, el mal estado del sistema eléctrico (sin protecciones adecuadas ni tableros completos), falta de limpieza en las escaleras hacia el túnel (donde posteriormente se inundó) y la ausencia de documentación sobre la ventilación del sector, entre otras.
Todas esas irregularidades ya habían sido pedidas en octubre pasado, según se desprende del acta N° 611769/2024, y ni Emova ni Shell se hicieron cargo. Contactado por este medio, el inspector a cargo de ambas actas prefirió no hablar con la prensa.

Ledesma señaló que las cañerías datan de cuando se construyó la línea: «En esa época la cantidad de edificaciones y milímetros que caían de lluvia, eran mucho menores. Entonces, el diámetro de los caños de desagüe hacia las cámaras y los pozos de bombas era más chico que lo que hoy se necesita».

Asimismo, reclamó por las obras dilatadas. “Lo primero es hacer un estudio –dijo- para ver si se puede romper el piso sin generar chispas, porque es un lugar que tiene un grado de explosividad baja, pero la tiene, para poner un caño que recolecte el agua. Tendría que tener más diámetro para permitir un mayor caudal y se va a tener que limpiar la cámara y, por consecuencia, el pozo de bombas. También habría que ver de agregar alguna bomba más”. Cerró el tema comentando que debido al riesgo de explosividad existente, prefiere evitar que sus compañeros vayan a esa zona si no es por alguna inspección o alguna razón muy puntual vinculada al funcionamiento de las bombas.

Aparte, deslizó que el dueño del terreno sería “el Vaticano, la curia”. Ante la consulta de este medio al Arzobispado de Buenos Aires, contestaron que desconocen la titularidad del predio y que no figura entre sus inmuebles, aunque no descartaron que pertenezca a alguna parroquia. En la misma manzana se encuentra la Casa de Ejercicios Espirituales fundada por María Antonia de Paz y Figueroa, también conocida como Mamá Antula, canonizada en 2024 por el Papa Francisco, lo que motivó la inclusión de su nombre en la contaminada estación Independencia de la Línea E. En un artículo de Noticias de Antropología y Arqueología, se menciona que la hoy estación de servicio ubicada sobre el subterráneo era parte del convento, antes de ser separada, demolida y vendida por la Congregación. Sin embargo, desde ANCCOM no se pudo constatar que pertenezca a esta congregación.

Ni Shell-Raízen ni SBASE respondieron ante los llamados por parte de ANCCOM. Desde Emova se prefirió no hablar de las inspecciones y se limitaron a negar que haya sonado la alarma.

El último acta de la DGPT indica que la reinspección sería a partir del 20 de julio último y que si no hay avances, podría disponerse la suspensión de tareas en el sector. Hasta la fecha, no consta que la hayan realizado.

El verdadero coche cama

El verdadero coche cama

En pleno invierno, la Fundación Flecha Bus habilita en el centro porteño una serie en de micros en desuso para que las personas en situación de calle puedan dormir abrigados. Una crónica de ANCCOM junto a la revista Hecho en Buenos Aires.

Hace cero grados. El viento que se cuela por las camperas hace temblar a quienes pasan cruzando la Plaza de Mayo, acortando camino con pasos largos. Una fila de más de cuarenta personas se agrupa en las escalinatas de la Catedral para recibir un plato con comida caliente y café. Algunos pasan su vianda de  plástico y su vasito térmico para atrás antes de sentarse a comer, se lo dan a su amigo, a su hermano, a su hija o a su pareja. Mientras esperan se ríen mirándose a los ojos, exhalando el vapor del invierno porteño. 

En medio de una ola polar, más de 8.000 personas en situación de calle están expuestas a la inclemencia del frío y al aumento de la pobreza en la ciudad. Varias organizaciones se unen para dar una mano en un contexto en el que no hay una propuesta estatal o gubernamental que proteja a quienes no tienen donde cuidarse de las temperaturas que siguen bajando. 

“La calle no es lugar para vivir”, repiten los carteles de Red Solidaria, la agrupación que lleva adelante la campaña Frío Cero hace ya 12 años, dando alimento y abrigo a quienes lo necesitan.

La Fundación Flechabus se unió al programa en 2022 con la iniciativa Micros Solidarios, donde ofrecen un lugar para dormir a casi 100 personas cada noche. La empresa puso a disposición coches acondicionados con colchones. Debido a su antigüedad, los micros fueron donados por la empresa y remodelados. Al principio, ofrecían paseos a las personas en situación de calle como resguardo durante el invierno, y en 2023, en el marco de la campaña Frío Cero, comenzaron a funcionar como refugios móviles. 

“Lo que hacemos es venir y buscar gente de la calle que no tiene donde dormir, se les da una vianda de comida, se les hace un recorrido buscando más gente por Rivadavia hasta Callao, Avenida Libertador, volviendo por Alem y se estaciona el micro de nuevo en el mismo lugar. Duermen acá calentitos toda la noche y a las 7 de la mañana se les da un desayuno”, cuenta Daniel Figueroa, chofer de General Urquiza, empresa que también se sumó a la campaña. Aunque dentro del bus se siente el calor de la calefacción, tiene la nariz enrojecida por el hilo de frío que entra por la ventanilla. 

Arriba, el coche de larga distancia que conduce Daniel está equipado con asientos semi cama. “Ahora está todo cada vez más organizado. Antes subían con sus cosas, con bolsos y todo, ahora les damos el ticket verde igual que el que te dan cuando viajás así no se confunden las cosas de cada uno”, cuenta el chofer. “Es lindo ayudar, hay muchos chicos y gente grande que está en la calle. Al menos acá pueden dormir seguros y con calefacción”, agrega. Daniel comenta que la primera noche de julio se llenaron tres micros y el cuarto quedó por las dudas, por si se acerca más gente, es el que maneja él y se queda haciendo guardia por si alguien más necesita un lugar donde dormir. 

Mientras tanto, los otros tres colectivos llevan a todos a dar un paseo por Avenida Alem, el ex-Centro Cultural Kirchner, Puerto Madero y vuelven. En el recorrido van observando atentos para ver si pueden subir a alguien más. 

“Hay algunos que vienen hace varios inviernos, otros que se suman todos los días, entre ellos van pasándose la información, se comparten los lugares para dormir, comer o abrigarse”, explica Paula Barragán, coordinadora en Red Solidaria desde hace 8 años. Ella trabaja como docente en un colegio en Cardales y se sumó como voluntaria fija en la red después de una colecta que realizaron en la escuela juntando mochilas para Haití. 

Entre los que duermen en los micros hay muchas familias completas, niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, varios se conocen entre sí y tienen confianza con los organizadores. “Mañana cumplo 81 años, ¿sabías? Yo te voy a mostrar”, le dice Miguel Félix a Paula. El señor saca el documento y se lo muestra. El registro dice 2 de julio de 1950, pero él afirma haber nacido 6 años antes. “Antes te anotaban 5, 6 o 7 años después, era así”, asegura. “Me parece que me dijiste que tenías 81 para te diga qué bien qué estás”, le devuelve Paula. Félix la invita a bailar, insiste en hacer una fiesta el día siguiente para festejar el cumpleaños y le dice que está contento porque pasó de fumar tres atados de cigarrillos por día a solo uno. Poco después decide irse a dormir y sube los escalones del micro de a poco, ayudado por su bastón de madera. 

Todos a bordo

“Me conocen como el famoso bailarín de Plaza de Mayo”, sonríe Javi, otro de los chicos que duerme todas las noches en los micros. Cuenta que tiene un show en calle Corrientes y Florida los viernes y los sábados, y que lleva su parlante a todos lados. Paula le da empujoncitos en la espalda con ademanes de maestra para que entre al micro estacionado, pero él quiere seguir charlando. “Somos como una familia, festejamos juntos los bautismos, comuniones, todo. Con las madres tenemos un grupo de Whatsapp así que nos avisan cuando alguno va a jurar a la bandera o si tiene un acto importante. Muchas veces acompañamos nacimientos y después intentamos estar lo más posible en la primera infancia”, cuenta la coordinadora parada frente a la entrada de la Catedral.

Para organizar Micros Solidarios se unen varias agrupaciones pero la principal es Red Solidaria, el punto de unión entre la Fundación Flechabus, los Hogares de Cristo, además de voluntarios autoconvocados. Todas las noches se encuentran en Plaza de Mayo y a las 19 ya están empezando a repartir la comida, después dan el paseo y para las 22 ya están de vuelta en la plaza. La organización es un trabajo conjunto para el que también coordinaron con el Gobierno de la Ciudad. Al lado del autobús de la empresa Chevallier, dos funcionarios con visera amarilla vigilan al lado de una camioneta del gobierno porteño, asegurándose de que los micros tengan un lugar donde estacionar. 

Cuando quedan solo los coordinadores abajo, se acerca un chico con timidez, abrigado con gorro, visera y varios buzos, hablando bajito y sacando la voz desde dentro de las capas de abrigo, dice algo tan bajo que casi no se escucha. Paula le pone la mano en el hombro y le muestra la entrada al micro. Nacho, voluntario y compañero de Paula, lo hace subir. Dentro del micro dos chicos se abrazan acostados mientras miran un video en la tablet, algunos suben con el café en mano, los que llegaron más tarde cenan en la cama el estofado todavía humeante, y otros ya descansan, tapados hasta arriba.

Paula cuenta que con lo que más necesitan ayuda es con la difusión y con los voluntarios. “Hay de todo para hacer, preparar la comida y traerla, sumar algo caliente para tomar, servir el alimento o quedarse a la noche acompañando. Aunque el micro sea todo de mujeres, siempre hay un hombre acompañando en cada uno”, explica.

Si bien el programa está activo todos los días de la semana, algunos son especiales. Los lunes la comida es preparada por los vecinos del barrio, que ponen un menú en común o se juntan a cocinar y llevan las viandas ya preparadas a la plaza. Los viernes son los días más activos porque se centralizan las distintas propuestas artísticas y musicales. Así, bailan, cantan y reciben donaciones de ropa, juguetes y artículos de higiene personal. 

Los coordinadores coinciden en que lo más necesario en este momento es la difusión, ya que algunas noches se encuentran con un micro que quedó vacante, con suficiente espacio para que duerman al menos 40 personas. Sin embargo, hay otras formas en las que se puede ayudar.  “Para sumarse a participar nos escriben al Instagram de Red Solidaria y pueden ayudar sirviendo la comida, cocinando desde casa o compartiendo cualquiera de las campañas”, explica Paula. 

En la plaza y en los micros se genera un espacio seguro, una red que no solo sostiene desde lo material sino también desde lo afectivo, ofreciendo comida y también un abrazo.

Disparen a la prensa, la saga continúa

Disparen a la prensa, la saga continúa

“Hay una política de Estado de vía libre para reprimir”, dice el periodista de C5N Nicolás Munafó, que fue baleado ayer por la Policía de la Ciudad, mientras cubría una nueva marcha de jubilados frente al Congreso. “Buscan generar miedo a todo aquel que quiera protestar, y lo hacen sin ponerse colorados, ante una cámara prendida”.

El reportero de C5N Nicolás Munafó sufrió un disparo a quemarropa con balas de goma en la última marcha de jubilados. Sucedió el miércoles 30 de julio en Avenida Rivadavia, junto a la Plaza del Congreso, cuando efectivos de la Policía de la Ciudad avanzaban por la calle en una hilera de escudos. Munafó estaba parado en la vereda, de perfil a los uniformados, ejerciendo su trabajo como periodista y transmitiendo en vivo. Así lo explica en contacto con ANCCOM:

¿En qué contexto se da la agresión?

Fue en el marco de la represión que vienen llevando y que estaban haciendo. Yo no estaba en línea de cómo venían avanzando; estaba a distancia, mostrando lo que pasaba. Pero bueno, había una clara orden de sacar a la gente. De todos modos, nosotros estábamos en la vereda, así que obviamente es una situación injustificada.

¿Pudiste reconocer a quienes te dispararon? ¿Llevaban visible la identificación?

Al policía lo pude reconocer porque nos disparó de al lado; a los dos que dispararon al lado nuestro los pudimos reconocer. No tenían la identificación a la vista. Después intenté buscarla, uno era de apellido Centurión; pero con las armas y con todo el equipo intentan taparse siempre la identificación.

¿Crees que el medio para el que trabajás pudo haber sido un factor para el ataque?

No sé si el medio donde yo trabajo influye o no. Sí entiendo que, por la situación de ir todos los miércoles a cubrir las marchas, de alguna u otra manera me tienen identificado.

¿Hay, en un sentido amplio, una política de Estado detrás esta agresión?

Sí, hay una política de Estado para esto. Yo creo que hay una vía libre a que haya represión, a que se genere miedo a todo aquel que quiera protestar y bueno, en este caso, no se ponen colorados en reprimir con una cámara de televisión prendida, en reprimir a alguien que está trabajando. Eso marca que la intención es reprimir esté quien esté.

¿Se contactó contigo alguien del gobierno después del ataque?

No, nadie. De otras organizaciones sí me han escrito, me han mandado mensajes por redes sociales; organizaciones que suelen participar de las marchas o de la oposición. Del gobierno nada. Pero bueno, como te decía: en todo esto va en marcha un plan para que la gente no salga a la calle. Las fuerzas federales tienen vía libre para reprimir y para hacer lo que están haciendo con el que se manifiesta, con la prensa, con el que fuera.

Inmediatamente antes de atacar a Munafó, la dupla de policías había disparado a las piernas de otro manifestante, también a centímetros de distancia. El periodista se acercó a denunciar ese hecho, gatillando la respuesta violenta del agresor. La jornada dejó un saldo de más de 30 heridos y siete detenidos. Según un informe de la Comisión Provincial por la Memoria, los primeros seis meses del 2025 han dejado un total de 1.251 personas heridas, que ya superan a las 1.216 con las que cerró todo el año 2024. Entre los afectados se cuentan 179 trabajadores/as de prensa, 20 defensores de DDHH, 132 adultos mayores y 4 niños, niñas y jóvenes.

¿El ajuste se volvió popular?

¿El ajuste se volvió popular?

Javier Milei llega a las elecciones de medio término con índices muy competitivos a pesar del embate a los jubilados, a las personas con discapacidad, al descenso del poder adquisitivo y al aumento de la desocupación. ¿Por qué la motosierra no genera rechazo en buena parte de la sociedad?

El gobierno de Javier Milei se está por enfrentar con su primer plebiscito electoral a nivel nacional en el mes de octubre. Tras un año y siete meses de gestión, se logró contener la inflación por debajo del 2% promedio, a cambio de una caída del salario de un 6,3% en términos reales, de una pérdida del 15% en jubilaciones y un nuevo prestamo de 20 mil millones con el Fondo Monetario Internacional, además de una importante depresión general de la economía. También hubo recortes en presupuestos de Educación, Salud y en subsidios a personas con discapacidades Sin embargo, la popularidad del primer mandatario se mantiene. Por eso, en vistas a esta realidad material, ANCCOM dialogó con especialistas para preguntarse si el ajuste se volvió popular.

 

La pregunta

 

Shila Vilker, directora de la consultora TresPuntoCero, destaca que “en febrero del 2023, cuando no se imaginaba a Milei presidente, 7 de cada 10 argentinos estaban de acuerdo con la idea del ajuste, con despedir empleados del estado y achicarlo”. En ese sentido, señala que “es jugado y paradójico decir que el ajuste se volvió popular, pero sí hay una demanda social asociada a ello”.

Paola Zuban, directora de la consultora Zuban Córdoba, señala por otro lado que en el apoyo al gobierno “hay contradicciones”, ya que una gran parte de la población “reniega de las medidas y formas de Milei” pero que, de todos modos, no retira su apoyo. Esto es porque la gestión “sigue sosteniendo una expectativa positiva a futuro. Lo exitoso es haber podido construir una expectativa positiva a futuro en gran parte de la población, aún a costa de los profundos ajustes que generó y sigue prometiendo”.

Por otro lado, Mariano Schuster, editor de la revista Nueva Sociedad y de La Vanguardia, señala que “los sectores populares, cuando escuchan la idea de ajuste, no están pensando en uno personal, sino en un ajuste de otros actores. Pueden verlo en un estatal y pensar que eso no se va a reflejar en su materialidad”. En esa línea, afirma que no cree que haya que ser concluyentes con que los sectores populares apoyan esa ideaen particular.

Las complejidades

De todos modos, Zuban puntualiza que hay una parte de la sociedad que viene “muy golpeada y enojada con los gobiernos anteriores”. En paralelo, el apoyo al gobierno se divide entre un núcleo duro y dogmático del 33% o 35%, subraya, y otro que ronda un 17% que “apoya algunas cosas y va a seguir apoyando dependiendo de los resultados económicos”.

Sobre esta base, comenta que hay “una ciudadanía standby”, en el sentido de que, durante un periodo de crisis, la población fija prioridades y relega unas en pos de otras. Pero, a su vez, esto es “una cuestión latente, que puede cambiar cuando esa expectativa económica no sea satisfecha”.

Por su parte, Vilker destaca que “la demanda de ajuste precede a la emergencia de Milei”, pero que “depende donde caiga el ajuste empiezan a aparecer porosidades en esa población que apoya a Milei. Los jubilados representan eso, la educación pública, el Garrahan”.

Sobre la idea de porosidades, remarca que “se manifiestan en temas que despiertan un acuerdo incluso dentro de quienes apoyan a Milei, en donde dicen ‘hasta acá’. La pregunta es si ese límite implica un retiro del apoyo. Hay que ver cómo escalan, pero siguen siendo cuestiones que, a la larga, pueden poner al gobierno en una encrucijada”.

 

El término

Más allá de la cuestión coyuntural, Schuster rescata que “es cierto que la percepción social de la palabra ajuste, hoy, al forjar la idea que es a la casta política, se pueda establecer que se pretende hacerlo más popular, instalar y revalorizar la palabra”. En esa línea, remarca que “es muy nítido” como los mismos actores que en el gobierno de Macri eran más sutiles hoy son mucho más crudos en sus alocuciones.

Sobre este punto, analiza que “muchos de los altos funcionarios del gobierno tienen una matriz que proviene de lo que fue la ola neoconservadora de fines de los 80 y de los 90. Hay una herencia de ese vocablo aunque adaptado a un capitalismo distinto a esa etapa”

Sobre esta base, comenta que “puede ser que haya una idea de ajuste en lo popular pero no es que piensan en un ajuste directo en el que le van a quitar parte de su salario o de un ajuste personal que dentro de seis meses va a tener rédito, una reflexión compensatoria. Las derechas están trabajando para convertir su programa en algo más popular”.

Por su parte, Vilker subraya que “parte del fenómeno más insólito es que ajuste dejó de ser una mala palabra. Tanto es una demanda que, haciendo alarde de él, no pierde adherencia. La motosierra es un símbolo muy potente”. Pero, en paralelo, precisa que “el ajuste siempre es aquello que se piensa recayendo sobre un otro” y que “cuando recae en todos se digiere un poco mejor”.

 

La oposición

En este escenario, el peronismo debe reordenarse para brindar una alternativa en una población que no responde de la misma manera a estas simboloígas que hace 20 años. Zuban puntualiza que, a este esenacrio, se le suma una “oposición anestesiada” que habla de pasado y que no tiene un liderazgo que plantee una visión de futuro”.

Schuster subraya que, para las propuestas nacionales y populares, “lo primero sería plantear quién está pagando materialmente este ajuste. No es la política ni los sectores pudientes, sino los trabajadores. “Es afirmar que hay una economía que precisa un saneamiento pero que necesita ajustar a quienes ajustan, que son los sectores concentrados de la economía”.

Vilker complejiza que “la idea de ajuste es un acierto del gobierno, la crítica a la idea de justicia social no tanto. No todo es igual, eso sigue siendo un significante atractivo”. En ese plano, resalta que “el peronismo se debe una reconfiguración de su propuesta a la población. Es una sociedad posobrera y el peronismo tiene un discurso muy obrero. Esta es una sociedad con mayor dificultad para la integración social. Hay muchos fenómenos nuevos que el peronismo no termina de capturar”.

En paralelo, remarca que “es difícil plantear un programa antiajuste porque hay ideas que ya forman parte del nuevo acuerdo social. Hasta la propia Cristina discute la idea de Estado presente”.

Los celulares expulsados de la escuela

Los celulares expulsados de la escuela

Las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires restringen el uso de dispositivos tecnológicos a los alumnos. La decisión tiene antecedentes en otros lugares del mundo. ¿Es posible permitirles la entrada a las aulas de manera más sana sin cancelarlos?

Desde el comienzo del año escolar 2025 los estudiantes de las escuelas secundarias porteñas han adoptado un nuevo hábito en su rutina diaria. Al comienzo del día los alumnos dejan sus celulares en un casillero con su nombre y lo guardan ahí hasta el horario de salida o hasta que su profesor les indique que deben usarlo para una actividad. Esto forma parte de las pautas establecidas por la resolución aprobada por el Gobierno de la Ciudad en agosto del año pasado que regula el uso de los dispositivos electrónicos en el Nivel Inicial, Primario y Secundario en escuelas públicas y privadas.

Bluma Hastenreiter Patron, docente de una escuela privada del barrio de Colegiales, cuenta que las restricciones afectan tanto a alumnos como profesores y explica en qué casos se podría eximir esta regla: “Si en alguna actividad puntual se necesita el uso del celular, lo tenemos que avisar con anticipación a través del mail institucional con una explicación pedagógica de porque lo vamos a utilizar y después los directivos nos lo tienen que aprobar”.

Ignacio Budano es docente de la Escuela 14 del Distrito 12 y ha coescrito una interesante nota sobre el problema de las pantallas en el aula. En diálogo con ANCCOM, cuenta que tanto en la primaria como en el Nivel Inicial de esa escuela, los alumnos no pueden llevar sus celulares a la escuela y en caso de que lo lleven se les pide que lo dejen con los docentes y se les vuelve a entregar a la salida. “En general se trata de chicos que no tienen que avisar a sus padres que salieron de la escuela porque los vienen a buscar, así que no es necesario el uso de celulares y es preferible que no los usen”, añade.

Estas restricciones responden a una demanda de ayuda por parte de los docentes, los equipos directivos y las familias, ante una situación que los desborda: chicos que se duermen en el aula, apuestas online en clase, casos de ciberbullying, entre otros problemas que afectan directamente al ambiente de aprendizaje.

“Lo que muchas escuelas piden es más apoyo y contención y no simplemente dar líneas o directrices, sino también la necesidad de la formación docente en entender qué es lo que está dentro de cada dispositivo, de cómo funcionan las plataformas”, afirma Ezequiel Passeron de la organización no gubernamental Faro Digital.

 

Tras el primer semestre completo desde la aplicación de la nueva ley, los docentes cuentan que estas medidas fueron recibidas al principio con alguna dificultad por chicos muy ansiosos y muy nerviosos, como si algo les faltase. “Ahora los veo más tranquilos, veo que juegan a las cartas y al tutti frutti en los recreos, cosa que antes no pasaba. Se fueron adaptando de a poco”, cuenta la docente de Colegiales.

El caso europeo

Argentina está lejos de ser el único caso que propone aulas preferentemente sin pantallas. Por ejemplo, en España se decidió limitar el uso del celular en las escuelas. Durante el último ciclo lectivo hubo una progresión en las restricciones según los distintos niveles, con una prohibición taxativa en el Nivel Inicial y una regulación más laxa a los alumnos más avanzados, pero manteniendo su utilización únicamente para uso educativo y bajo supervisión del docente.

Passeron, que vive hace varios años en Cataluña, explica cómo se reguló el uso de dispositivos electrónicos en las escuelas de esa región durante el último año: “Cada escuela tiene autonomía para tomar sus propias decisiones. Hay una regulación estatal, pero en un contexto donde las escuelas tienen la posibilidad de diseñar sus políticas educativas, sobre todo en lo que tiene que ver con la tecnología”.

Al parecer, los resultados de las medidas han resultado positivos en Cataluña porque se planteó para el próximo ciclo lectivo hacer una prohibición total de su uso en todos los niveles educativos. Pero no es el único caso: cada vez más comunidades en España están adoptando medidas más duras respecto del uso del celular extendiendo la restricción a los recreos y las actividades extraescolares.

El caso español sigue la línea de Francia que regula el uso del celular en las escuelas desde 2018. En otros países europeos como Escocia, varias escuelas han colocado “estaciones de bloqueo» donde se guarda el celular hasta el fin de la jornada escolar.

Un ejemplo cercano

En cuanto a nuestro continente, Brasil se ha posicionado como la punta de lanza en materia de regulación de dispositivos electrónicos en las escuelas, con la promulgación de una ley que afecta a alumnos de entre 4 y 17 años. La norma, que tiene como objetivo “salvaguardar la salud mental, física y psíquica de los niños y adolescentes” prohíbe el uso de celulares tanto en las aulas como en los pasillos, con la distinción de que cada escuela tiene la posibilidad de decidir si los alumnos guardan sus teléfonos en las mochilas, en casilleros cerrados con llave o en cestas designadas.

Esta restricción se debe a una gran preocupación por parte del equipo docente y directivo por una fuerte dependencia al celular por parte de los alumnos que se extendió especialmente durante la pandemia. “Cuando los estudiantes volvieron a la presencialidad, no tenían mucho interés en las clases, con dificultades para prestar atención y menos dispuestos a la interacción cara a cara”, cuenta desde la ciudad de Bahía Marta de Souza França, docente de enseñanza media, según su experiencia con alumnos de entre 14 y 17 años. “Por eso se han creado estrategias que apunten a una convivencia más intensa con la presencialidad, implementando durante los recreos actividades tanto con juegos de mesa como el ajedrez o las damas, como juegos deportivos como voley o fútbol en ronda”, añade.

Josias Correia Neto, también docente de enseñanza media en Bahía, cuenta : “Se generó un problema, principalmente porque los chicos abusaban de la inteligencia artificial para hacer las actividades y usaban los celulares para copiarse en las pruebas, lo que dificultaba a que el proceso de educación fluya como debería”.

Las normas establecidas por la ley apuntan a generar un ambiente educacional más sano tanto dentro como fuera del aula con estrategias para brindar apoyo a los docentes y abordar los problemas de salud mental asociado al uso abusivo de los teléfonos celulares a través de la concientización sobre los riesgos del uso inmoderado de los aparatos. 

Un uso problemático de la tecnología

Aunque no hay datos concluyentes para afirmar que el uso de los celulares sea el responsable directo de los problemas de salud mental entre los más jóvenes, lo que los docentes repiten es que cada vez hay más chicos con patologías diversas que hace que no puedan sostener hábitos mínimos en la escuela. “Estamos hablando de cuestiones mínimas, de no escaparse del comedor o del aula”, relata Budano sobre su experiencia como docente de primaria en la Escuela 14 del Distrito 12. “También hay un problema de ansiedad importante, siempre están preguntando lo que vamos a hacer antes de empezar y les agarra bastante desesperación cuando usamos las computadoras”, añade.

En la misma línea, varios docentes alzaron la voz sobre problemas de motricidad entre los alumnos más chicos “En primaria se ve a muchos chicos que no saben usar la tijera y que no saben picar papel”, cuenta la docente de Colegiales, Hastenreiter Patron. En la misma sintonía, Budano afirma: “Hay un retraso importante en la motricidad, esto lo manifiestan mucho los profesores de Educación Física, que en algunos casos está un poco perdida”. Por otro lado, el docente señala que se ve un retraso en la adquisición del lenguaje en el Nivel Inicial. “Muchas compañeras nos cuentan que ellas veían cierta adquisición de lenguaje en sala de tres y hoy ya no se ve”, subraya .

Los especialistas señalan a la interacción social como la base del aprendizaje del lenguaje, por lo que es peligroso que el uso prolongado del teléfono reemplace estos momentos de interacción que fomentan la adquisición del lenguaje. En consonancia con lo anterior, la Sociedad Argentina de Pediatría desaconseja la exposición de todo tipo de pantallas a niños menores a dos años y recomienda limitar el uso de dispositivos electrónicos durante toda la primera infancia.

Budano también observa una dificultad muy grande para la concentración entre sus alumnos, mientras menciona varios casos de chicos que se duermen en clase porque se quedan despiertos hasta tarde usando el teléfono. Estos problemas escapan de las paredes del aula y pueden deducirse del uso abusivo de los celulares por parte de los jóvenes. 

Mucho por investigar

El neurocirujano francés, Michel Desmurget lleva varios años haciendo un trabajo de divulgación sobre el impacto negativo en la salud producto del consumo de pantallas durante el tiempo de ocio. El especialista destaca que si bien existen usos de pantallas que pueden resultar un buen “alimento cognitivo”, en general los que priman son los menos estimulantes y le roban tiempo a otros muchos más enriquecedores como la interacción social, la lectura, tocar un instrumento o hacer un deporte. El resultado es que se afecta el sueño por el exceso de estímulo, la salud sobre todo por el sedentarismo, el rendimiento escolar, la inteligencia y la capacidad de concentración. “Estas herramientas dañan el cerebro, deterioran el sueño, interfieren con el lenguaje y el éxito académico, perjudican la concentración, aumentan el riesgo de obesidad y mucho más”, resume el neurocirujano.

Ante esta situación, los especialistas creen que a los chicos se los ha dejado muy solos, desamparados en la arena de la virtualidad. Passeron desde su experiencia en Faro digital, expresa una necesidad de “construir nuevas formas pedagógicas para crear instancias educativas que les permitan a pibes y pibas acercarse un poco más a cómo funcionan las plataformas digitales entre las cuales convivimos. No podemos tirarle la inteligencia artificial a los pibes y esperar que aprendan en soledad”.

Por su parte, resultados de las pruebas Pisa 2022 mostraron que, mientras el uso abusivo de las pantallas puede generar distracciones y reducir la capacidad de atención de los alumnos, un uso moderado, por otro lado, puede ayudar a un mejor desempeño. Esa regulación es, justamente, la que Desmurget destaca como muy complicada. Un libro reciente llamado La generación ansiosa que recopila información de distintos rincones del mundo destaca el desgaste que produce a la vida familiar el tira y afloje constante entre niños y jóvenes por un lado y los adultos por el otro, si es que estos últimos no están también absorbidos por las pantallas.

Presiones de mercado

Este debate, obviamente, no se da en un vacío, sino en un contexto donde hay muchos intereses en juego. Por ejemplo, esta semana Microsoft anunció una inversión de cuatro mil millones de dólares en capacitación en IA destinada a escuelas, universidades y organizaciones sin fines de lucro. Fernando Bordignon, profesor asociado en la Universidad Pedagógica Nacional y formado en ciencias de la computación, denuncia que “a partir del asentamiento de las plataformas con una explosión en pandemia, el mercado privado tecnológico ve en la educación una fuente potente de ingresos. Entonces hay una presión externa muy grande del mercado privado tecnológico para que la educación siga siendo un negocio”.

El objetivo de estas empresas es introducir estas herramientas de tecnología de la información y la comunicación en el aula para el uso de los docentes y alumnos. “Hay imaginarios que no condicen con lo que pasa realmente dentro del aula, hay productos creados por estas empresas para la educación que después no sirven para nada”, subraya Bordignon.

Passeron, no obstante, cree que el solucionismo de sacar al celular del aula representa “una utopía falsa” y reconoce a la escuela como un lugar privilegiado para pensar la cultura digital, a la vez que expresa la importancia de “darle la autonomía a cada centro educativo para que, conociendo a la comunidad e incorporando y debatiendo las voces de las familias, los estudiantes y los docentes, puedan tomar decisiones al respecto”.

Teniendo siempre en cuenta que estas decisiones, por el carácter fugaz y siempre cambiante del mundo digital, no serán finales y deberán rediscutirse en las condiciones que plantean estas nuevas tecnologías: minuto a minuto.

Jubilados contra el veto

Jubilados contra el veto

Agrupaciones de jubilados, acompañados de organizaciones sociales, volvieron a marchar este miércoles a Plaza de Mayo para repudiar el veto anunciado por el presidente Javier Milei a la ley aprobada en el Congreso que actualiza sus haberes y repone la moratoria previsional. Mirá las fotos de ANCCOM.