«Muchos encuestadores no publicaron sus números para no molestar a cierta prensa»

«Muchos encuestadores no publicaron sus números para no molestar a cierta prensa»

«Hoy tenemos una intención de voto para Fernández que supera los 50 puntos», dice Zuban.

Ana Paola Zuban, politóloga y Directora de Investigación de la consultora cordobesa  Gustavo Córdoba y Asociados, una de las pocas firmas que había estimado que la diferencia de la fórmula encabezada por Alberto Fernández respecto de la  de Mauricio Macri podría acercarse a los 14 puntos, dialogó con ANCCOM sobre las PASO, la primera vuelta y   las polémicas sobre las encuestas. Y sobre cómo ciertos medios atacan encuestadoras si divulgan estudios que no coinciden con su línea ideológica.

¿Por qué acertaron con los resultados y otros encuestadores fallaron? ¿Qué metodología usaron ustedes?

Nosotros hicimos una medición, como la mayoría de los colegas, con una metodología llamada IVR. Se trata de una encuesta telefónica nacional con una muestra estratificada de 1.200 casos que tiene la particularidad de generar un sesgo considerable porque sólo el 50% de la población argentina posee un teléfono fijo. Los resultados que nos arrojó daban una diferencia a favor de Alberto Fernández que rondaba entre 7 y 9 puntos, dependiendo del escenario en el que lo medíamos. A su vez, consultamos con colegas que hicieron encuestas domiciliarias. Las mismas son costosas, superan ampliamente los dos millones de pesos si la muestra fue tomada correctamente. Así, pudimos analizar nuestros números y la diferencia que nos daba con respecto a los que hicieron encuestas domiciliarias, que era de 10 puntos. Esa estimación sumada a nuestros números, un poco de conocimiento del contexto, de análisis, de lectura de un clima de opinión y el seguimiento de la medición mes a mes, nos dio un panorama que otorgaba la diferencia a favor de Alberto Fernández. Hubo varias mediciones que llegaron a los mismos números que planteamos nosotros. No todos los encuestadores se equivocaron por igual sino que muchos no publicaron sus números. Un poco para no provocar a cierta prensa que ataca de alguna manera a los encuestadores cuando los resultados no son favorables a sus opiniones y así no quedar en evidencia. Por parte de algunos medios hubo una inclinación a favor del gobierno actual, ya que publicaron encuestas que no eran tan cercanas a la instancia de las PASO y por eso no se pudo estimar el resultado final.

¿Hubo errores metodológicos en aquellos que se equivocaron con las estimaciones?

Pudo haber errores metodológicos. Quienes tienen teléfono fijo, esto está estudiado estadísticamente, tienen un voto inclinado a favor del presidente Macri. Los dos extremos de la sociedad, es decir en las villas de emergencia como en los countries o barrios cerrados, no hay teléfono fijo. Son dos segmentos de la población que quedan excluidos cuando se hacen las encuestas telefónicas. Nosotros tenemos formas de ajustar, de ponderar resultados para que la muestra nos quede normalizada. Hay algunos colegas que no lo hacen o no ponderan de una determinada manera. En algunos casos, hay errores metodológicos y en otros hay una intencionalidad para favorecer a un candidato.

¿Crees que en las encuestas hubo resultados dibujados “a pedido”? Tanto del gobierno como de especuladores financieros…

No puedo mencionar a ninguno en particular porque no tengo esa información de primera mano pero creo que es posible. Es realmente increíble pensar que los especuladores financieros o el mercado argentino se guíe en sus inversiones por una encuesta. Está probado desde la Ciencia Política que los números que arroja no influyen en la intención de voto de la opinión pública. Esto era así cuando no había redes sociales, los medios de comunicación eran limitados y la gente no tenía acceso a determinada información. Me resulta inconcebible que carguen de responsabilidad a una encuesta por las decisiones que toman, creo que deben manejar otras herramientas dentro de su análisis como, por ejemplo, el comportamiento de los mercados internacionales. Esto no quiere decir que las encuestas no tengan validez o fiabilidad sino que son, simplemente, una foto del clima de opinión en un momento determinado.

«Casi un 60% de la población no cree que la institucionalidad esté en riesgo ni que haya que adelantar las elecciones», señala Zuban.

¿Cómo quedó el tablero político luego de las PASO?

Esperamos unos días para hacer la encuesta post-PASO y publicarla por todos los acontecimientos que se fueron sucediendo desde el domingo a la noche, cuando el presidente nos envió a dormir sin tener los resultados provisorios del escrutinio, más el escándalo de Smartmatic. También se vino la conferencia de prensa del lunes, los nuevos anuncios del miércoles, el cambio de Ministro de Economía, además de la crisis económica concreta que estalló el día después de las PASO. Según nuestra medición, las diferencias se acrecentaron con el correr de los días a favor de Alberto Fernández. Hoy tenemos una intención de voto para Fernández que supera los 50 puntos y una intención de votos hacia el presidente que cada vez se circunscribe más a su núcleo duro de votantes, cercano al 37%. Con este panorama es muy poco probable que pueda revertirse lo sucedido de cara a las elecciones de octubre. Especialmente, si observamos como el presidente todavía se debate entre representar el papel de candidato o el papel de actual gobernante. Macri está en una posición incómoda, necesita poder encontrar el eje, ver que está en medio de una crisis y poder manejar esa situación con moderación junto al resto del marco político del oficialismo. Juntos por el Cambio va profundizando cada vez más su núcleo duro de votantes y sigue una narrativa discursiva que apunta a diferenciarse. Apelan al miedo de regresar al pasado o al odio con discursos que echan a rodar versiones de que la democracia está en peligro. Siguiendo nuestras encuestas, casi un 60% de la población no cree que la institucionalidad esté en riesgo ni que haya que adelantar las elecciones.

¿Qué componentes influyen en el voto?

El voto tiene muchos componentes: hay teóricos que opinan que el voto es ideológico, otros creen que la gente vota con las emociones aún en contra de sus propios intereses, algunos opinan que el voto es clasista, etc. Pienso que hay un componente económico muy importante, sobre todo en tiempos de crisis, pero también hay uno ideológico. La relación Cambiemos – kirchnerismo se ha planteado en esos términos. La palabra polarización, que la hemos escuchado un montón a lo largo de la campaña y no la habíamos sentido mucho antes, la han sugerido las dos fuerzas políticas. Una defendiendo la pertenencia a ciertos valores y políticas públicas cercanas a la izquierda y la otra más afín a la derecha, a lo conservador en lo social y a lo liberal en lo económico. Lo que hemos obtenido es una polarización no tanto en términos numéricos, ya que vimos que la diferencia es casi irremontable, pero sí en términos ideológicos.

¿Dónde se dieron los resultados más inesperados?

En Buenos Aires se dio una diferencia mucho mayor de lo que estaba pronosticado. Se sabía que iba a ser muy difícil para María Eugenia Vidal sobreponerse a la diferencia en contra que iba a sacar Macri. La gobernadora necesitaba un corte de boleta a su favor muy significativo para poder remontar esa diferencia. Sin embargo, pensábamos que la diferencia iba a ser un poco menor. De todas maneras, no hubo mucha sorpresa en ningún lado porque en todo el resto de las provincias estaba la tendencia hacia el Frente de Todos. En la provincia de Córdoba, sabíamos que la diferencia que iba a sacar a favor Macri, que fue el único lugar del país en el que ganó, iba a ser muy inferior a la que había sacado en el 2015 e incluso en el 2017.

Mendoza y Córdoba tienen una característica que es que votan en un sentido político para la presidencia, en otro para la gobernación y, Córdoba Capital, en otra orientación distinta para la Municipalidad. En el 2015 ganó Macri la presidencia, mientras que la gobernación quedó en manos de un peronista anti K, y en la municipalidad ganó un radical que, si bien tenía alianza con Cambiemos, no era de su círculo íntimo.

 

 

 

La buena leche

La buena leche

En 2003. los trabajadores de Séptimo Varón obtuvieron la expropiación de las maquinarias, la marca y la patente.

Es sábado cerca del mediodía y el local explota de clientes. Los vecinos hacen fila en la puerta mientras aguardan su turno para ser atendidos. Ubicada en la calle Alcaraz 4310, en el barrio porteño de Monte Castro, funciona la sucursal principal de la Cooperativa La Ciudad, más conocida por su marca Séptimo Varón. Especialista en muzzarella, la empresa recuperada por sus trabajadores también ofrece variedad de productos como vinos, fiambres, lácteos, yerbas y dulces provenientes de pequeños productores, Pymes y otras cooperativas.

“Intentamos darle lugar a mercadería de muy buena calidad, que no se ve en los grandes supermercados, a un precio justo y razonable tanto para nosotros como para los clientes. Lo llamamos ‘almacén cooperativo’”, relata Federico Chab, encargado de la administración y la logística desde 2017. “Por eso vas a ver que nuestros locales siempre están llenos”, interpreta.

Séptimo Varón había entrado en quiebra en 2001, pero los empleados recién se enteraron de eso un año después, luego de graves atrasos en sueldos y aportes sociales por parte de la firma propietaria.  A fin de 2002 se formó la Cooperativa La Ciudad y en 2003 y 2004 los trabajadores obtuvieron la expropiación definitiva de las maquinarias, la marca, la patente y del primer local.

“No buscamos rentabilidad extrema. Si el local cubre los costos, genera puestos de trabajo, es suficiente”, dice Federico.

En sus primeros años, la cooperativa se dedicó a la venta mayorista, brindando sus productos a almacenes, pizzerías y distribuidoras. Cuando los socios lograron una estabilidad económica consistente, apuntaron a una nueva alternativa. En el 2011 iniciaron la venta minorista con la apertura progresiva de cinco locales, el último inaugurado en Villa del Parque el mes pasado.

Con respecto al presente positivo que viven, Federico hace una pausa y aclara: “Es cierto que nos va bien pero todo depende de qué punto partas o con quién nos compares. Como cooperativa, siempre pensamos cómo podemos crecer. El contexto es difícil pero apuntamos a generar más volumen, a atraer a los consumidores con promociones, descuentos u ofertas”. Y agrega: “No buscamos una rentabilidad extrema. Si el local cubre los costos, genera puestos de trabajo, circula la mercadería y es un punto más de venta en el barrio, para nosotros es suficiente”.

“Para la crisis que hay, el nivel de ventas es aceptable. Cuando recién empezamos se vendía muy bien todos los días, hoy no tengo un porcentaje concreto, sin embargo, se nota que nos compra menos gente. Pero, a pesar del entorno hostil, aparecen nuevos clientes en busca de precios y terminan llevándose más productos de los que realmente necesitaban”, explica Alejandra Collados, coordinadora general y primera mujer que se incorporó a la empresa recuperada.

La cooperativa comenzó vendiendo por mayor y desde 2011 incorporó la venta minorista. Ya tiene cinco locales.

En sus comienzos en la cooperativa, Alejandra tuvo que luchar para que su voz sea escuchada entre los hombres. “Costó que mi palabra tuviera peso. Hoy siento que me hacen caso aunque se quejan y protestan porque dicen que soy gritona”. Y aclara: “No discuto porque sí, peleo porque quiero que las cosas salgan bien y que cada uno cumpla debidamente con su rol”. Su mayor logro fue que al menos una chica trabajara en cada sucursal abierta: “La idea de sumar mujeres tiene que ver con buscar una paridad de género y porque, a veces, el cliente se siente más identificado con una figura femenina”, afirma.

A la hora de integrar nuevos socios a la fábrica, hay una premisa que todos los miembros consideran fundamental y tiene que ver con el espíritu de equipo. “Los 30 estamos en el mismo proyecto, no hay dueños y empleados. Todos somos parte de la ganancia y de la pérdida, por eso se necesitan compañeros que se pongan al hombro la cooperativa y que traigan ideas innovadoras para mejorar”, asiente Chab. A su vez, Collados convalida: “Entre todos tenemos que cuidarnos y cuidar el trabajo. Esto se logró con mucho esfuerzo. Cuando yo llegué, el inmueble estaba abandonado y juntos lo fuimos arreglando y limpiando”.

Hugo Córdoba (63), actual secretario de la Cooperativa La Ciudad y ex empleado de Séptimo Varón Sociedad Anónima, corrobora la responsabilidad con todos los socios y el esfuerzo por no fallarles: “Los que tenemos más antigüedad, recordamos los errores que se cometieron en el pasado para no repetirlo. Por ejemplo, no meternos con los supermercados porque son un clavo”. Y declara: “No inventamos nada raro para que nos vaya bien. Simplemente trabajamos, nos movemos y tomamos responsabilidades”.

Séptimo Varón vende 30.000 kilos semanales.

En sus inicios, Séptimo Varón vendía 1.500 kilos de muzzarella por semana, luego aumentó a 6.000 mil y se estancó en esa cifra durante un largo período. En la actualidad, con una economía en decadencia a nivel nacional, alcanza un promedio de 30 mil kilos semanales. “Todas las dificultades que se nos presentan las superamos trabajando, no hacemos especulaciones”, define Hugo y reconoce: “Los tarifazos nos pegan directamente, pasamos de pagar 3.300 pesos de luz a 40 mil. ¿Qué hacemos ante esta situación? Salimos a vender más, es la única forma de subsistir”.

El vínculo con los clientes es uno de los pilares fundamentales para el sostén de la cooperativa en tiempos de incertidumbre financiera. “La clave es escuchar al cliente, darle lo que quiere”, testifica Alejandra. “Nosotros damos a probar la mercadería y eso hace que vuelvan. Es una atención hacia ellos para que quieran regresar y no vayan a otro local donde son más fríos en el trato y los despachan. También, realizamos sorteos para retribuirle a la gente un poco de todo lo que nos compran”, finaliza la coordinadora.

“Cada vez que los visito me atienden de diez y la mercadería es de primera calidad. Además, suelen ofrecerte productos nuevos como la yerba orgánica”, comenta Norma, docente y clienta desde hace cuatro años. A los halagos se suma Daniel, contador público y vecino del barrio: “Más allá de que su muzzarella es espectacular, cuentan con la ventaja de mantener los precios en estos tiempos de inestabilidad”.

“La clave es escuchar al cliente, darle lo que quiere”, testifica Alejandra.

De cara a los próximos meses, la cooperativa apuesta a dos grandes proyectos. Uno de ellos es montar una nueva fábrica en Ranchos, provincia de Buenos Aires: “Teníamos ganas de ampliar el edificio por una cuestión de capacidad y de logística. El conflicto que hubo con la leche este verano, en vez de acobardarnos, nos impulsó a llevar a cabo el proyecto que comenzó a funcionar en mayo”, cuenta Chab. “Además, es una zona que forma parte de la cuenca lechera y eso nos permite comprar directamente a los fabricantes la materia prima que faltaba para producir”, explica.

El otro gran objetivo de los socios se encuentra a 280 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. “La idea es recuperar la usina láctea de la municipalidad de Tapalqué, a través de un acuerdo con la intendencia. Se firmó el convenio entre el intendente Gustavo Cocconi y nuestro presidente Fabio Resino para poner en marcha la planta de elaboración de lácteos de esa ciudad”, manifiesta Córdoba. Desde el 1º de agosto comenzó a funcionar el nuevo almacén de Séptimo Varón que, como novedad, incorporó carnicería, rubro que no manejan sus sucursales de la Ciudad de Buenos Aires.

Para Córdoba, esta iniciativa “va a beneficiar a la ciudad de Tapalqué al empezar a abrir mercados para las localidades de la zona y a nosotros que fabricaremos todas las variedades de quesos. Acá tenemos dos cámaras que no nos alcanzan para almacenar el producto terminado ni tampoco la materia prima. Por eso pensamos en mudar la parte de producción a la provincia de Buenos Aires, ya que nuestro objetivo es seguir progresando y convertirnos en una cooperativa grande”.

Contra la corriente, las ventas de la Cooperativa la Ciudad van en constante ascenso. Los socios subrayan la importancia de la lucha cotidiana y el trabajo duro para sostener lo construido. Con un sentido de supervivencia evolucionado, Collados reflexiona: “Hay que remar mucho pero se puede, nosotros por ahora lo estamos logrando y creo que vamos por el buen camino”.

La persistencia del libro

La persistencia del libro

Cada año, la Feria de Editores Independientes debe mudarse a un lugar más grande. Esta vez, llegó al Konex.

La Ciudad Cultural Konex abre sus puertas a la octava edición de la Feria de Editores Independientes (FED) que comienza el viernes 2 de agosto y se extenderá hasta el domingo 4 de 14 a 21. A pesar de la crisis que golpea al sector editorial, la FED continúa de pie y apuesta a la comunión entre lectores, periodistas, escritores, libreros y editores de varios países abocados a un estilo de publicaciones distintas a las convencionales. De entrada libre y gratuita, la feria contará con invitados que brindarán diversos talleres y charlas aptas para todo público.

Un mercado golpeado por la recesión

De acuerdo al informe publicado por el Observatorio de la Universidad de Buenos Aires (OUBA), dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras, en los primeros meses del año la industria editorial argentina sufrió la peor crisis de su historia, vinculada al presente de inflación, devaluación y retracción del consumo. «En lo que va de 2019 se generaron 22,6 millones de ejemplares. Esto muestra una pérdida de un cuarto de tirada promedio para la edición general argentina», señaló en ese informe Adrián Vila,  especialista en Políticas Editoriales de la Universidad de Buenos Aires.

En el mismo informe, Américo Cristófalo, vicedecano de la Facultad de Filosofía, traductor, y editor de Paradiso, había indicado: “El libro es un objeto suntuario y en toda situación económicamente recesiva es una de las primeras materias que cae en el mercado y una de las últimas en recuperarse”.

Víctor Malumian, director editorial de Ediciones Godot, uno de los sellos que participará de la FED y que ha publicado autores como Michel Onfray y Walter Benjamin, sostiene que “el mercado del libro se viene reduciendo continuamente desde que llegó este gobierno. En el 2013 la lectura promedio era de 3 libros por persona y hoy es de 1.3”. Y agrega: “Las políticas económicas que ha tomado Mauricio Macri han reducido el salario real de los ciudadanos, lo que provoca que haya mucha menos inversión en actividades culturales”.

El promedio de lectura en el país bajó, en el último año, a 1,3 libros por habitante. En 2013 era de 3 por persona.

La Cámara Argentina del Libro (CAL) contabilizó, desde 2016, el cierre de 35 pequeñas librerías y otras 30 que han liquidado sucursales, fueron absorbidas por cadenas o achicaron sus espacios y nómina de empleados por el aumento de alquileres y servicios. “Afortunadamente contamos con un ecosistema de librerías y editoriales muy diverso y arraigado culturalmente que permite que la debacle no sea aún mayor”, asegura Ezequiel Fanego, director editorial de Caja Negra, otro de los sellos de lujo presentes en la FED y que ha publicado, entre otros, a Eric Sadin, Mark Fischer y “Bifo” Berardi.

Dentro de ese lote de editoriales figura Leteo. Para uno de sus editores, el poeta Christian Kupchik, el mercado del libro se encuentra en un estado paradojal: “Si nos atenemos a los límites que sugiere el significante ‘mercado’, el paisaje aparece como catastrófico. Pero, al dar tres pasos a un costado, el panorama llama a sorpresa. El libro sigue encontrando signos de una insólita vitalidad a partir del impulso y la energía creadora de una enorme cantidad de agentes que renuevan el interés y reinventan el sentido de la palabra escrita”, declara.

Los países limítrofes presentan una realidad diferente. En Uruguay, el mundo editorial es seguro y estable: “Nosotros no hacemos libros explosivos ni coyunturales, así que el tipo de literatura que ofrecemos tiene un público lector constante, que no sufre los vaivenes de la economía ni de las modas. El problema histórico es el techo bajo por ser un mercado reducido”, explica Julia Ortíz, editora de Criatura, que presentará sus novedades en la FED.

Desde 2016, cerraron 35 pequeñas librerías.

Del otro lado de la Cordillera de los Andes, la explosión editorial ha beneficiado al mercado del libro chileno. “El aumento de la bibliodiversidad, sobre todo en el mundo de la edición autónoma e independiente, ha generado un interés masivo por los libros y por la generación de ferias alternativas gratuitas”, describe Guido Arroyo, editor de Alquimia, otra casa editorial que le dará el toque internacional al evento en el Konex. “En Chile lo que falta es democratizar los accesos al libro porque existen muy pocos puntos de venta. Es un país que tiene escasas librerías que tienden a fracasar económicamente y, a su vez, están concentradas en determinadas comunas”, afirma.

Simón Érgas, escritor y editor chileno de La Pollera Ediciones y uno de los invitados al evento, manifiesta que en su país se vio “una transformación que partió a principio de esta década con las editoriales independientes y principalmente con La Furia del Libro, que las reunió y las hizo ser conscientes de su existencia y sus posibilidades. Esa reunión luego formó un gremio que se relaciona con el Estado al mismo nivel que las trasnacionales”.

Políticas públicas para sobrevivir

“Las políticas públicas son fundamentales en función a la cultura de un país. No sólo se trata de que los editores podamos sobrevivir sino de que a los adultos y niños les llegue literatura de calidad, que les amplíe horizontes y los enriquezca. Es esencial que sigan las compras públicas para que los libros arriben a todos los rincones del país”, ratifica Luciana Kirschenbaum, directora de Limonero, editorial de libros ilustrados, premiada como la mejor de América del Sur y Central en el rubro literatura infantil, durante la última Feria del Libro de Bologna, Italia.

Ezequiel Fanego analiza que “en este momento de extrema fragilidad, lo más necesario es tomar medidas que atenúen los efectos negativos que la economía nacional está teniendo sobre las industrias. Puntualmente, todo lo que contribuya a bajar costos y contrarrestar la caída en las ventas como medidas impositivas”. “Estaría muy bueno que brinden una serie de créditos, tanto para las imprentas, para actualizar su maquinaria, como para los editores así podrían comprar papel o derechos”, asegura Víctor Malumian.

Por su parte, Kupchik considera que “el libro y el trabajo cultural deben ser considerados parte de una política pública. Para ello habría que comenzar por un Estado que asuma su rol de pensar en el bien público y actúe en consecuencia”.

 El rol democratizador de la FED

La Feria de Editores ofrece un espacio para los pequeños y medianos sellos con una producción más artesanal y tirada acotada, como un lugar de intercambio para relacionarse dentro del rubro. “Esta feria posibilita la condensación de los libros publicados por editoriales independientes que no se encuentran en todas las librerías. Es una oportunidad de descubrir nuevos títulos, nuevos perfiles editoriales o de adquirir algún inhallable”, enuncia Lucía Tennina, profesora de Literatura brasileña en la UBA e investigadora de CONICET. Y complementa: “Es clave que se le dé importancia al libro desde un punto de vista cultural y no marketinero”.

Coincide con lo dicho Simón Érgas, de La Pollera Ediciones: “Es una especie de encuentro entre la curiosidad del lector que busca en lo desconocido, y nosotros que estamos aquí, en otro país, con autores que no tienen un nombre a este lado, pero por lo mismo son una novedad. Además de encontrar una literatura no comercial, experimental o más atrevida en algunos aspectos, el lector puede conversar con la gente que hace los libros”, finaliza. Entre los invitados a la Feria que participarán de paneles y charlas se encuentran la ensayista Beatriz Sarlo, el lingüista Santiago Kalinowski, la escritora colombiana Margarita García Robayo y el escritor brasileño Ferrez, referente del Movimiento de Literatura Marginal de ese país.

Para Luciana Kirschenbaum, de Limonero: “Las ferias grandes, por el costo, las características y la duración hacen realmente muy compleja la participación”. La FED permite una comunicación amplia y fluida. Bajo esta misma óptica, Kupchik de Leteo sintetiza: “Es una respuesta auténtica y valiosa a las necesidades editoriales ante una actividad que es asimilada como un valor depreciado y superfluo por las leyes del mercado”.

Una vez más, la Feria de Editores independientes viene a acortar la distancia entre el libro, como producto, y el lector, como consumidor pasivo, para unirlos en un escenario donde la interacción constante es leitmotiv. Toda la programación se encuentra en el sitio feriadeeditores.com.ar

 

 

 

Fue lindo mientras duró

Fue lindo mientras duró

Tras 24 años de vida, cierra el Shopping de Villa del Parque.

“Liquidación”, “Rebajas hasta un 80%”, “SALE 50%, 40% y 30% off”, “2×1” son sólo algunos de los grandes carteles que pueden divisarse en las vidrieras contiguas a la entrada de Del Parque Shopping Center, ubicado en Nazarre 3175, en el barrio de Villa Del Parque. El centro comercial, que siempre contó con una gran circulación de clientes, hoy tiene sus pasillos semivacíos y unos trece locales inhabitados. “Desde hace un año dicen que va a cerrar pero recién en el verano confirmaron la noticia, será el 30 de junio”, atestigua una empleada del local Linda Paz. “Al principio, las autoridades decían que el objetivo era remodelar el edificio, después aseguraron que la clausura se debía a los tarifazos y las pocas ventas, como era de esperarse”, afirma.

La decadencia del shopping aumentó después del cierre del cine hace dos meses, que alejó aún más la afluencia de público. De los tres pisos que integran el establecimiento, sólo en planta baja están todos los locales abiertos. En el primero, una sucursal de Havanna y otra de Yenny son los atractivos principales y en el segundo, donde solían estar las salas cinematográficas, el sector de juegos para niños y una escuela de dibujo, solamente queda el local de fast food Mostaza, en un desolado y poco alumbrado patio de comidas.

Dos escaleras tienen el paso obstruido por cintas plásticas de tonos rojizos, algo despintadas, con una inscripción que dice “Prohibido”.  Al lado del ascensor, un cartel a punto de despegarse anuncia “En reparación”. Los letreros se multiplican en los locales desocupados: “Señores clientes, les informamos que esta sucursal permanecerá cerrada”, acompañados por un número telefónico o dirección alternativa.

Las vidrieras vacantes están tapiadas con papel madera y, entre los huecos, se ve el interior desierto. El paisaje repetido está compuesto por hojas desparramadas en el piso, pedazos de cajas de cartón y algún mueble viejo olvidado. Las paredes se hallan desnudas, sin rastros de publicidades ni anuncios con ofertas.

La recesión, el tarifazo y las malas administraciones fueron letales para el shopping.

“Se culpa al gobierno de Macri pero el problema principal es la mala administración gerencial. Son cuatro dueños y jamás les vi la cara. Nunca se preocuparon por invertir, lo dejaron venirse abajo”, relata una vendedora de Adorhada que lleva 15 años trabajando en Del Parque Shopping Center. “La escalera mecánica estuvo meses sin funcionar por la rotura de un rulemán. También hay varias lamparitas quemadas que nadie reemplaza, así permitieron que todo se eche a perder”, sentencia.

Sobre el futuro del predio, no hay una información certera. “Los clientes dicen que lo va a comprar Coto, otros comentan que Falabella. El Ferrocarril San Martín parece que también está interesado en el terreno; pero son todos rumores”, detalla una vendedora de Akiabara y agrega: “Ante la duda sobre el porvenir, la mayoría de los locales se van y otros están aguantando hasta que se les termine el contrato. Al ser ésta una cadena, a mí me reubicarán en la sucursal de Morón aunque no me conviene porque soy de zona sur”.

Otros no tienen la misma suerte de ser mudados a otra sucursal. Se calcula que se quedarán sin trabajo unos 200 empleados. “El alquiler ronda los 50.000 pesos, a eso sumale la caída de las ventas y la suba de los costos y tarifas, así no hay forma de seguir adelante”, explica una trabajadora de un local del primer piso que prefirió no revelar su identidad. “Lo más triste es que no hubo un comunicado oficial, casi todos nos enteramos por el boca a boca y, a unos pocos, sus jefes se lo comentaron al pasar”, manifiesta.

“Escuché que el inmueble está en tratativas de ser comprado por los dueños del Caballito Shopping. Habrá que seguir esperando”, sostiene el empleado de un local de planta baja. Otra trabajadora, que tampoco quiere identificarse, argumenta: “Más allá de la situación difícil que atraviesa nuestro país, las autoridades jamás se interesaron ni siquiera en hacer campañas de publicidad en las redes sociales para atraer a los clientes”.

A pesar de las ilusiones de continuidad de algunos trabajadores, Marcelo Chame, gerente general del shopping, le había dicho a BAE Negocios cuando se difundió el cierre: “Los accionistas ya no pueden seguir cubriendo las pérdidas para que siga operando, no tienen más espalda”. Fundado el 5 de octubre de 1995 y con casi 24 años de antigüedad, Del Parque Shopping Center le dice adiós a un barrió que lo convirtió en un ícono de la zona.