La discriminación a la mujer en el periodismo y la publicidad

La discriminación a la mujer en el periodismo y la publicidad

El 78% de las empresas de medios está dirigida por varones.

Como un reflejo de lo que sucede en toda la sociedad, las trabajadoras de medios periodísticos y de la industria de publicidad sufren tratos sexistas y estigmatizantes en el ámbito laboral. “Para mañana ponete una minifalda que tenemos una presentación”. “Vos tenés que agradecer este trabajo porque está complicado conseguir en publicidad y vas a terminar en una peluquería”. “Te ves más bonita cuando no se te escucha”. “Las mujeres son menos creativas que los hombres”. “Las mujeres no tienen sentido del humor”. “En Cuentas contratamos a mujeres porque son más fáciles de manejar”.

Estos comentarios son una constante para las trabajadoras de la publicidad que durante mucho tiempo han soportado “tratos discriminatorios, dichos al paso sobre su aspecto físico, chistes y burlas machistas, y las sugerencias de falta de capacidad por ser mujeres”, sostiene el estudio ​Organizaciones de medios y género​, realizado por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad ​y la ​Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS​), con apoyo de la ​Fundación Heinrich Boll, que recoge los resultados de 50 entrevistas realizadas a directivos de medios, dirigentes sindicales, directores de carreras de Comunicación, trabajadoras y trabajadores de medios y especialistas en el tema de Córdoba y Buenos Aires. El informe será presentado en el marco del Foro Nacional de Políticas de Género en Periodismo y Publicidad a realizase este jueves y viernes en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.

Culturalmente a la mujer se la ha encasillado en determinados roles y los ámbitos laborales reproducen determinadas normatividades que confluyen en la segregación temática dentro del periodismo o áreas dominadas por varones en la publicidad. “En relación a los temas abordados dentro de la redacción periodística de acuerdo a la identidad de género de cada persona, la división tradicional de roles ha hecho que las mujeres mayormente se ocupen de los temas de la agenda ‘fríos’ y aparentemente menos relevantes: cultura, sociedad, salud, educación, sociales y la agenda de género; y los varones de las áreas ‘calientes’ más importantes: economía y política”, puntualiza el informe.

En la industria de la publicidad sucede algo parecido. Por ejemplo,  las áreas creativas están dominadas por hombres, mientras que las mujeres quedan relegadas a los puestos de administración y cuentas.  El estudio denuncia esta situación: “Existen mujeres capaces, competentes, con trayectoria y experiencias pero deslegitimadas por las estructuras laborales machistas para ocupar puestos jerárquicos. El margen de oportunidades que brindan los medios de comunicación a las mujeres interactúa con los privilegios que los varones todavía no están dispuestos a abandonar o con los prejuicios de género, lo que termina discriminando a las periodistas mujeres”.

Ninguna de las empresas que participó en el estudio dispone de oficina o Área de Género, como así tampoco de un sector específico para la resolución de problemas de violencia de género y/o acoso y abuso laboral y sexual. “Ante situaciones de esa índole se opta por el cambio de área o por la desvinculación de la empresa. He conocido un solo caso, que tomó esa decisión. No tanto de acoso sexual, sino de mobbing (maltrato laboral) de parte de un jefe hacia una chica, haciendo hincapié en sus ‘debilidades’”, manifestó una de las entrevistadas en la investigación, quien pidió preservar su anonimato.

El estudio pone en evidencia la profunda disparidad y tratos sexistas que sufren las trabajadoras en los medios de comunicación y la industria publicitaria. Solo el 28% de los cargos jerárquicos en periodismo están ocupados por mujeres. “En las empresas y organizaciones de medios hay una enorme concentración de poder por parte de los varones. Esto impacta tanto en prácticas laborales sexistas como en la agenda de los temas y la forma de abordarlos, con una perspectiva solamente masculina de la realidad”, resalta la investigación. La conclusión surge a partir de los índices elaborados que muestran que el 78% de las empresas de medios está dirigida por varones. También son mayoría en las secretarías sindicales y las distintas áreas más valoradas de los medios que, no casualmente, son las mejores remuneradas.

Estos índices son aún más llamativos si se tiene en cuenta que el 69,04% de los egresados de las careras de Comunicación son mujeres frente a un 30.96% de hombres. Sin embargo, a la hora de la inserción laboral estos índices se invierten: el 70% de quienes trabajan en empresas periodísticas son varones.

 Solo el 28% de los cargos jerárquicos en periodismo están ocupados por mujeres.

Si bien las casas de estudio manifiestan preocupación por la dimensión de género, esto no se traslada a la currícula de grado obligatoria. Solo en el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMA) está prevista una materia sobre género obligatoria en quinto año. En las demás carreras de Comunicación, el alumnado puede optar por seminarios optativos vinculados a la temática. En la carrera de Publicidad ninguna de las instituciones consultadas ofrece una materia específica obligatoria que aborde los estudios de género como parte central de sus contenidos.

«Hay docentes que tienen iniciativas puntuales dentro de su cátedra, pero no hay un anclaje desde lo académico, desde lo estructural, que acompañe. Pasa porque nuestros docentes son jóvenes, están viendo que hay una necesidad y un requerimiento de quienes están participando de la clase. Pero no como determinación desde la Dirección. No está plasmado tampoco en los programas de docentes”, señala una representante de una empresa radicada en Córdoba, citada en el estudio.

Las estadísticas del informe visibilizan el vacío de información en la construcción de conocimientos: más del 80% de los y las estudiantes de carreras de Publicidad, profesionales del área y docentes conoce sobre el enfoque de género en la comunicación, sin embargo sólo un 22% accedió a esos saberes en su formación académica. ¿Cómo se quiere cambiar la estructura sexista de pensamiento si a quienes trabajarán en ese ámbito no se les brindan las herramientas teóricas para ello?

En este contexto, la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad brinda distintos cursos y capacitaciones virtuales certificadas por la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA. “Tenemos varias áreas de trabajo cuya finalidad es incidir en la comunicación para democratizarla, fundamentalmente, desde un punto de vista e género”, explica a ANCCOM Sandra Chaher, directora de la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, quien a su vez estuvo a cargo de la investigación. “Tenemos el área de asesoramiento empresarial para las instituciones que quieren mejorar la comunicación interna y externa de la empresa y que están en este proceso de saber qué es el género, qué son las relaciones desiguales de género, qué es la violencia de género entonces aparecen requerimientos de ese tipo también”, puntualiza Chaher egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA.

¿Cuál  es el camino a recorrer para revertir los altos índices de disparidad de género? Chaher lo sintetiza de la siguiente manera: “Primero tenés que reconocer que hay un problema y hacer un diagnóstico sobre él. Una vez identificado, hay que empezar a ver cómo se corrige. Para eso, se debe crear un espacio donde discutir los temas de género, no solo en las empresas, sino también en los sindicatos y en las universidades porque inequidades hay en los tres ámbitos. Después, a partir de ver cuáles son las inequidades generales y específicas, hay que generar políticas  para equilibrar las desigualdades”. Este es un trabajo que integra al conjunto de la sociedad y donde la naturalización cultural sobre las desigualdades de género está siendo cuestionada. El primer paso está dado.

“El consumo es genocida”

“El consumo es genocida”

«Vivimos en sociedades donde más del 70% del consumo es sofisticado y tiene que ver con lo superfluo», subraya Briski.

Para quienes no lo conocen, Norman Briski vive, respira y piensa teatro, como una herramienta cuya estética transforme la realidad. Su crianza transcurrió en una familia de actores, tuvo que exiliarse durante la última dictadura militar, tiene innumerables trabajos realizados, en las tablas, en la calle, en las villas, en fábricas, en organizaciones sociales, en el cine y en la televisión. Es un hombre prolífico: actor, mimo, escritor, director y maestro de actores. Padre de cinco hijos, formó parte del grupo de Teatro Popular  Octubre, allá por la década de 1970 y hoy, a los 81 años, sigue en Calibán, su centro de operaciones: una ex fábrica de camisas que se transformó en un teatro para jugar, experimentar y resistir los embates de una sociedad cada vez más consumista y mercantilizada.

Entrevistar a Norman Briski, es abrir una especie de caja de Pandora. En ella hay cristales para ver de otras maneras, palabras que toman significantes nuevos, humor, ocurrencias y un mazo de posibles cartas para jugar, sin comodines.

Al seguir tu trayectoria y tu militancia a través del teatro, hay una palabra que te define: despojo. Te despojaste de los prejuicios, de los artificios y te lanzaste a hacer. ¿Qué podrías decir sobre este concepto?

Creo que el despojo es una clave. Si hay una alternativa que signifique el camino hacia la igualdad, sería el despojo. Hoy vivimos en sociedades donde más del 70% del consumo es sofisticado y tiene que ver con la alienación y lo superfluo. Si toda esa producción del hombre estuviese dedicada a toda la sociedad, en términos de pensar en igualdad, no habría pobreza en el mundo. El despojo, entonces, es desprenderse de lo que uno está consumiendo de más.

¿Qué creés que estamos consumiendo de más?

 Los celulares, por ejemplo, son la clave de un nuevo genocidio. Primero, que la construcción de un celular significa la relación con la minería y la relación con la minería significa muerte. Si se fijan en Madagascar, que es un lugar donde se explota este tipo de minerales, se van a dar cuenta que, de un paraíso, pasamos -casi, casi- a una destrucción de lo humano.

¿El consumo es genocidio?

El despojo sería despojarse de esta hipercomunicación, que destruye el afecto y el cuidado. Entonces, el despojo podría ser una gran palabra para entender que las economías se basan en el consumo y que ese consumo es genocidio. Y la única manera de hacerse cargo de eso. Despojar a un burgués de su 4X4 es matarlo. Si siente que no la va a adquirir eso, va a matar al que sienta que no lo deja hacerlo o al que le esté pinchando la goma. Es un problema grave, ya estamos muy sumergidos en el placer improductivo del consumo.

 Desde ese lugar, ¿cómo ves al socialismo hoy y cómo lo pensás con tu parte peronista?

El peronismo, como capitalismo reformista, ha fracasado. Aquel peronismo de Perón y Eva Perón, en comparación con esto, que también se llama peronismo, no tiene nada que ver.

«La urna es para amansados ciudadanos que buscan en el Estado la resolución de la corrupción», dice Briski.

 ¿Por qué creés que fracasó el peronismo?

Fracasa el peronismo en general, porque el reformismo no modifica estructuralmente un país, lo arregla, lo mejora. Aparece una idea de justicia social pero, en definitiva, es el negocio entre patronal y trabajo. Parece que terminó su instancia paternalista y que eso hoy hay que cuestionarlo. Sin embargo, lo único que se ha hecho es marchar hacia el centro de un populismo deportivo. Pasó a ser una socialdemocracia que se junta con la manada de los capitalismos en todas sus formas. Es decir, que lo único que se está racionalizando es qué capitalismo podemos tener, que sea menos salvaje que el de los neoliberales. Es una lucha entre capitalismos. Está afuera de la agenda de los pueblos la alternativa socialista.

¿Qué es socialismo hoy?

 El socialismo en la Argentina, en términos históricos, está instalado, pero la idea asamblearia de constituir un pensamiento socialista moderno, necesitaría –indudablemente- de la asamblea para ir pensando entre todos qué socialismo queremos. La clave sería la herencia, el cuestionamiento de la propiedad y también que el sistema productivo esté en manos de quien la trabaja.

¿Cómo ves la izquierda en nuestro país?

La veo electoralista, cosa que a mí me da un poquito de vergüenza, porque se meten en el sistema de una democracia burguesa, que les gana en términos de estructura y desde allí está claro que no se puede llegar a un cambio. O sea, estoy en desacuerdo con que la izquierda este en las urnas. La urna es para amansados ciudadanos que buscan en el Estado la resolución de la corrupción.

¿Sería posible pensar un sistema sin Estado?

Sería extraordinario que se pensara, porque evidentemente una vez que se establece, el Estado te va a ganar. Es como ir a Mar del Plata a jugar a la ruleta y decir: ‘Saquen el grupier’.  Entonces se acaba el juego. Es un juego perverso y habría que charlar para ver cómo hacemos, porque el neoliberalismo tampoco cuenta con el Estado.

 ¿Será por eso que hay variantes neoliberales que se autodenominan libertarias desde una concepción anarquista filosófica?

 Sí, pero la clave de los anarquistas es ‘No al Estado’ y nadie es propietario de nada.

 Ni Estado, ni mercado sería…

 Sí, sí, una vez que hay Estado, el mercado responde a su estructura de explotación. Parecería que estamos lejísimo de eso. Me da la impresión que para la construcción de esto hay que tener valores y principios, contando mucho con las derrotas. Si vos querés cambiar tanto las cosas, vas a ser varias veces derrotado. Los intereses son muy grandes y lo que existen son las diferencias en el modelo del capital. Habría grieta si se hablara de un cambio estructural de país, es decir, un socialismo nacional.

  ¿Ves al peronismo como una etapa del capitalismo que vaya hacia el socialismo?

No, incluso el peronismo puede retrasar, puede frenar un cambio social profundo. Porque al reformar aparece el ‘gatopardismo’, el cambiemos algo, para que todo siga igual que antes.

 Teniendo las elecciones tan cerca y viendo al peronismo que, como decís, no representaría el cambio y la izquierda estaría aburguesada, ¿qué opciones existen?

Hay opciones. Porque la resistencia que se ha dado en la Argentina, inclusive en el tema electoral, la sorpresa de la mayoría, y la diferencia enorme (del resultado de las PASO) están indicando claramente que hay sectores que han resistido a todo esto que está pasando. No son tomados en cuenta, no creo que los candidatos del Frente para Todos estén pensando en integrar a los que se movieron en la calle, casi todos los días. Ellos quedan como montados sobre lo insurreccional, se adueñan de lo insurreccional y con eso apagan el fuego de un cambio social en serio.

¿Estás hablando de cierta militancia?

No te creas, porque la militancia, en general, no es la que ha conducido esta resistencia frente al atropello. Creo que hay una diversidad que marcha junta. Pero, a la vez, hay una diversidad que se opone, que está en contra y que es mucha gente. Ahora se demostró con las elecciones, para las que les salió la medición como el culo. Se tenía confianza en todas las consultoras y resulta que no era así. Y eso quiere decir que hay una alternativa que está en la latencia y que no tiene identidad.

¿Te referís a ese famoso tercio fluctuante, que va para un lado o para el otro, que es el que termina definiendo elecciones?

No me parece que sea un tercio, me parece que por lo menos es el 50 por ciento, o mucho más. Si no, no hubiera pasado lo de estas elecciones. Y vamos a ver qué pasa, porque de estas elecciones que pasaron se va a contagiar un sector y esa es la rebeldía inesperada.  El periodismo está a 14.000 kilómetros de lo que está pasando. Yo conozco ‘un’ periodista como la gente en todo el país.

¿Quién es?

Carlos Aznares (director de Resumen Latinoamericano, ex militante y colaborador de Rodolfo Walsh). Me parece que es el único que está viendo lo que está pasando, en términos de lo que se puede hacer. No está en relación con el Estado, no está en relación con ningún sueldo. Está relacionado con lo que está pasando con la gente, con los trabajadores y con lo que la Argentina ni siquiera quiere reconocer, que es la fuerza de los piqueteros que desarmaron cualquier posibilidad de que se instalaran los neoliberales para siempre.

¿Cómo ves al feminismo, dentro de estas resistencias?

Es la más legítima, la más potente. Una insurrección que se da con todos esos colores, es indestructible. Si esa insurrección tiene un solo color, no existe más, pero cuando se da de esta manera es indestructible.

 ¿Lo ves como una fuerza capaz de mover un poco la estantería del neoliberalismo?

No se pueden saber los alientos que tienen las llamaradas. Nunca es producto de una misma madera. Es una llamarada linda porque tiene alta inocencia, alta potencia, alta bronca. Y hoy una bronca que aparezca en la calle es lo único que brilla.

Y con respecto a tus piezas teatrales, ¿existe cierta igualdad que atraviesa a los temas que desarrollás? ¿Podés escribir una obra sobre Rosa Luxemburgo, en La conducta de los pájaros y otra sobre un enfermero en La Medicina. Tomo I?

Para mí eso es inesperado, yo no me propongo ‘voy a escribir sobre esto’, me aparecen entusiasmos sobre alguna imagen, inclusive combinando con preocupaciones sociales. Se podría decir, desde afuera, que es un teatro político. Pero yo no lo veo así.

Pero es político…

 No, lo veo como hallazgos: ‘Mirá esto, que atractivo, que es para pensarlo, para jugar’.

Tener que clasificar a tus obras en un género es complicado…

Es que está de moda el tema del ‘género’, entonces se traslada a todos los ‘géneros’. ¿De qué género sos? Y… hay tantos géneros como personas. Cada persona tiene su propia ge-ne-ro-si-dad.

¿Podrías ahondar en la figura de la ge-ne-ro-si-dad?

Claro, porque la ‘generosidad’ es el dar y todo lo que signifique sensualidad y sexualidad, siempre se pensó que está puesto para el otro, para que el otro tenga placer. Cada uno tiene puntos en el cuerpo, en la cabeza y determina la singularidad de su género. De su cómo quiere ser querido.

¿Vas a estrenar otra obra, ahora dentro de poquito?

Está Potestad en el “Caras y Caretas” y acá, en “Caliban” La Medicina. Tomo I y La conducta de los pájaros y una obra mía: No te vayas con amor o sin él que se estrena en septiembre, pero no la estoy dirigiendo. Pero la actriz se las trae, es muy buena. Y el tema de la obra es el amo y el esclavo. Es la lucha del esclavo para ser amo, no es para terminar con lo binario de amo y esclavo. Esa obra tiene esa tesis.

«Una victoria a medias»

«Hay que seguir insistiendo», dice Sergio Maldonado, el hermano de Santiago.

“La investigación no se encuentra agotada”, indicó el fallo de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia que reabrió la causa el viernes pasado. A 23 meses del hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado en el río Chubut, el Poder Judicial aún no sabe qué sucedió. 

Sergio Maldonado, hermano de Santiago y querellante en la causa, contó a ANCCOM cuál fue su reacción al conocer la sentencia: “Fue una noticia positiva. Pero después, leyendo el fallo, fue una victoria a medias. Hay que seguir insistiendo y pidiendo que haya un grupo de expertos independientes que pueda garantizar la investigación.”

El fallo de los camaristas Hebe Corchuelo de Huberman, Javier Leal de Ibarra y Aldo Suárez tuvo lugar siete meses después del pedido de apelación por las querellas de la familia, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. El recurso de apelación fue presentado contra el fallo del juez Gustavo Lleral que, en noviembre de 2018, cerró la investigación eximiendo de responsabilidad al gendarme Emmanuel Echazú tras la represión que llevó a cabo la fuerza seguridad el 1º de agosto de 2017 en un corte en la ruta 40, a la altura de la estancia Leleque, en el que un grupo de mapuches identificados con el lonko Facundo Jones Huala reclamaban por su liberación.

“Todas las veces que se movió la causa fue ante el plano electoral o por alguna instancia internacional», advierte Sergio.

Para Sergio Maldonado, la reapertura del caso el viernes pasado, en coincidencia con la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), no fue casual: “Todas las veces que se movió la causa fue ante el plano electoral o ante alguna instancia internacional. También, quiero destacar el acompañamiento de la gente que no deja que esto quede impune. Es otro paso más gracias al apoyo popular.” 

Para la familia Maldonado el fallo es muy contradictorio, ya que al mismo tiempo que desestima la desaparición forzada, sostiene la necesidad de profundizar la investigación de otras hipótesis delictivas. “No podés descartar la desaparición forzada si no hiciste la investigación”, remarcó Sergio.

La Cámara advierte la existencia de cuatro puntos en el informe pericial que merecen mayor explicación o su eventual ampliación: la data de la muerte; la presencia de polen adherido en las ropas; el informe sobre la identificación de algas que es relevante para el diagnóstico de muerte por sumersión; y la peritación del bastón y los billetes hallados junto al cuerpo para determinar el tiempo que permanecieron sumergidos.

“No podés descartar la desaparición forzada si no hiciste la investigación”, remarcó Sergio.

Por su parte, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich también celebró el fallo. En su cuenta de Twitter aseguró que “ahora se investigará el abandono de persona: los últimos que los vieron con vida fueron sus compañeros. La verdad es incontrastable”. Sin embargo, en el texto de la sentencia nunca se menciona la carátula de abandono de persona, sino que se habla de la necesidad de valoración de “algún posible nexo causal entre cualquier omisión del personal de Gendarmería o de quienes se introdujeron en el río con Maldonado”. A su vez, los camaristas afirmaron que “nos encontramos ante una muerte traumática con ribetes que podrían ser tildados de dudosos, por haber acontecido en un contexto de intervención estatal en cuyo desarrollo se hizo uso de las herramientas dotadas a los agentes estatales para la prevención y represión de los delitos”. 

En diálogo con ANCCOM, Sergio Maldonado se refirió a los dichos de Bullrich acusándola de querer instalar un abandono de persona por parte de los mapuches. “En realidad, lo mapuches estaban en las mismas condiciones que Santiago, estaban escapando de una represión ilegal. Un civil o alguien que está escapando no puede hacerse cargo de algo que debe hacerse cargo el Estado”. 

La reapertura de la causa aún no trae certezas. Después de 25 meses de aquel primero de agosto de 2017, en el que desapareció Santiago Maldonado durante un operativo de Gendarmería sobre la comunidad mapuche Pu Lof de Cushamen, no hay culpables ni responsables condenados. 

Paro subterráneo (en suspenso)

Paro subterráneo (en suspenso)

El último martes se incendió una parte de un motor correspondiente a un coche de la Línea E.

La Subsecretaría de Trabajo convocó a una audiencia para este jueves a los trabajadores del Subte y los metrodelegados suspendieron -en principio por 24 horas- el paro de todas las líneas que habían anunciado  para el 12 de septiembre. No obstnte continúan con su reclamo por la falta de boleteros en las estaciones Correo Central y Catalinas. La medida se decidió en un plenario de los gremiales llevado a cabo el martes al mediodía.

“Se acaba de prender fuego un tren en la estación Jujuy -comenzó Pablo Bagnasco, delegado de tráfico de la Línea E- así que estamos con el servicio interrumpido”. La mañana en el ramal Retiro-Virreyes fue movida. O al contrario, no tuvo movimiento. Cerca de las 9 todas las formaciones se detuvieron por un incidente en uno de los coches. “En realidad, es una parte del motor, la resistencia. No hay peligro porque se apaga al instante. Lo que queda es el humo. Por suerte sucedió en la estación”, reflexionó el metrodelegado. Hace tres semanas lo mismo había ocurrido entre las estaciones Independencia y San José, en medio de un túnel que carece de cualquier tipo de evacuación o salida de emergencia.

La Línea E es, desde la inauguración de las estaciones Correo Central, Catalinas y Retiro, la más larga de toda la red. Sin embargo, sólo posee para sus 11,9 kilómetros un total de 15 formaciones, de las cuales funcionan únicamente 11 o, a lo sumo, 12. “Por la extensión deberíamos tener 21. La Línea D es más corta y tiene 23 formaciones. Esto hace que, como mínimo, los trenes funcionen cada ocho minutos, en lugar de cada tres. Los pasajeros nos reclaman a nosotros, como si pudiéramos hacer algo”, declaró Bagnasco añadiendo que muchas veces reciben agresiones verbales por la ineficacia del servicio.

La Línea E es la más larga y tiene doce coches en funcionamiento. Debería tener 21, según los metrodelegados.

La flota está compuesta, en su mayoría, por coches General Electric que tienen entre 50 y 60 años de antigüedad y por otros Fiat, desechos de las líneas D y A. “Son trenes que terminaron su vida útil hace tiempo, según los fabricantes, por lo que las piezas se encuentran en estado de descomposición”, detalla un volante difundido por los trabajadores del Subte y el Premeto.

Aún así, no es ese el motivo principal de reclamo. En las estaciones Catalinas y Correo Central, inauguradas el pasado 3 de junio, no hay oficial permanente en las boleterías, lo que se contrapone con la normativa vigente. Un acta firmada en la Subsecretaría de Trabajo especifica que cada boletería que se habilita debe tener un mínimo de tres personas trabajando en ella. Pero en este caso no hay ninguna. Desde hace ya varios años el subte funciona con un sistema de molinetes para entrar y salir, pero eso no desmerece al personal de las boleterías que, entre otras cosas, carga la Tarjeta Sube de los pasajeros. Ahora, los trabajadores han sido cambiados por máquinas de carga automática y ven peligrar sus fuentes de trabajo. “Lo de las boleterías puede ser el inicio de una mecanización del servicio”, reflexiona Bagnasco.

El paro de cinco horas este jueves no es algo novedoso. El viernes pasado, por la tarde, también efectuaron una medida de fuerza durante cuatro horas. La semana anterior, dos horas a la mañana. El tiempo que dure la cancelación del servicio se irá incrementando conforme sigan fallando las audiencias con la empresa. “Todavía no creo que sea de todo el día, pero vamos por ese camino”, terminó Bagnasco.

Los metrodelegados exigen que se declare en emergencia a la Línea E.

Por otro lado, los reclamos incluyen también en un segundo eje las condiciones laborales y de salubridad. Está confirmado que cinco trabajadores de los talleres de la Línea B poseen infecciones en la pleura, producto del asbesto, un material cancerígeno, hoy prohibido, con el que están construidas las formaciones. El asbesto, el grafito, los ruidos, la carencia de luz solar, la falta de escaleras mecánicas y mantenimiento, la mala frecuencia del servicio, la insistencia en no comunicar los audios de demora en las estaciones y los incendios, son la cotidianeidad para los usuarios y trabajadores de la línea color violeta. Es en ese sentido que la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (Agtsyp) insta por que se declare la emergencia en la Línea E.

A las 9:20 de la mañana del martes, Metrovías comunicó que se restablece “el servicio con normalidad”. Pero bien sabemos lo que eso significa: esperar veinte minutos a que el tren haga su aparición. Por lo pronto, el próximo jueves los pasajeros deberán buscar medidas alternativas para trasladarse por la Ciudad.

¿Por qué pegó el #SiVosQuerés

¿Por qué pegó el #SiVosQuerés

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“Acá va a haber candombe” comentó Claudio Roggiero, un vecino jubilado que cuando vio el tumulto de gente que cada vez se acrecentaba más en el cruce de La Rioja y Caseros finalmente se unió para ser parte del flashmob realizado el viernes 6 de septiembre. Flashmob, algo así como una “multitud relámpago”, una acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente, una especie de performance en el espacio público pero cuyos protagonistas no son artistas, necesariamente. La coreografía tuvo una duración de tres minutos, pero la viralización en las redes comenzó enseguida y aún perdura luego de haber pasado dos semanas de la primera intervención. Tras los resultados que arrojaron las PASO, el panorama electoral del país comenzó a configurarse. En la Ciudad de Buenos Aires, 286.511 son los votos que diferencian a Horacio Rodríguez Larreta de Matías Lammens, una diferencia que hasta ahora no le permite evitar el ballotage de noviembre al jefe de Gobierno porteño. Como afirmó el actual Presidente de la Nación, Mauricio Macri, “pasaron cosas”, pero también pasó la cumbia en el Abasto, en Caballito, dando un recreo a los porteños de la realidad. 

“En tiempos oscuros como estos, llevar la fiesta y el baile a la calle es un modo de compromiso político que realmente interpela a quienes todavía no definen su voto para este proceso electoral. Creemos que este tipo de organización y construcción colectiva de la sorpresa, en términos políticos, es posible. La potencia de la acción es su carácter comunitario. Su fuerza radica en no aceptar privatizaciones, ni apropiaciones, ni individuales ni colectivos particulares”, declaró uno de los activistas y organizadores de Si vos querés, el movimiento a cargo de los flashmob que invadió las 15 comunas de la Ciudad de Buenos Aires. “Más allá de la procedencia puntual de tal o cual idea, estas prácticas dan cuenta de creaciones colectivas y del carácter profundamente creativo de lo colectivo, una potencia creadora inconmensurable”, agrega Mariela Singer -Investigadora del CONICET, docente y doctoranda de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) en el Área de Cuerpo y Comunicación.

A raíz del boom transmediático, la pregunta que pregonaba era ¿quiénes lo organizaron? Candidatos, organizaciones y partidos se presentaron como respuesta pero el movimiento respondió: “Somos una aventura común. Decimos que la política no está determinada de antemano. Creemos que los algoritmos no gobiernan nuestros votos. Imaginamos una ciudad justa. Todos pueden sumarse a un ambiente festivo, sin broncas ni confrontaciones porque buscamos invitar a sumarse antes que expulsar”. 

“Iniciativas como las de Larreta ya fue se vuelven masivas o virales porque pueden conectar directamente con un hartazgo o deseo de cambio. Probablemente que en estos días la gente se reúna en las calles a hacer un flashmob sirve más para expresar esos sentimientos que la temporalidad institucional, la cual reduce la participación política al hecho electoral. Los flashmob son expresiones de una voluntad de cambio y participación política de una ciudadanía activa y una prueba de que en la comunicación política conviven, conflictiva y colaborativamente, las técnicas de sondeo de opinión pública, como el big data o las encuestas, junto a la intuición y las expresiones artísticas”, asevera Victor Taricco, consultor en comunicación institucional y política. 

Roggiero evalúa su primera experiencia en el flashmob y promete aprenderse mejor la coreografía: “No nos van a quitar la primavera”, afirma este jubilado de 69 años. La construcción de este movimiento se organiza desde una certeza: el resultado de las PASO. 

Además de presentarse como “una suerte de rezo pagano que interpela y demanda, lo hace en un tono indulgente y festivo, por lo que contiene la apelación a la voluntad y luego a la acción del otro, pero también expone la satisfacción de sostener la propia causa: te canto a vos para que orientes tu voto, pero me canto a mí y a los míos para reconocernos, fortalecernos y celebrarnos”, analiza Beatriz Sznaider, especialista en análisis social y de medios. 

La simbólica Corrientes peatonal y las quince comunas con sus esquinas emblemáticas hicieron de un escenario inimaginable una fiesta posible: miles de porteños bailando para que Larreta se vaya. “Resulta necesario, cuando estas todos los días rodeada de gente que parece que vive en otro mundo”, cuenta Gabriela Soto, una empleada bancaria de 58 años, mientras intenta acertar los pasos de baile. 

Los organizadores entienden al flashmob como un canal de resignificación de conceptos, tales como la intervención, la calle, la política y la alegría. Es por ello que puede considerarse “una estrategia ingeniosa, sustentada en un suelo de prácticas que se ha ido fortaleciendo en los últimos años, en relación con la valorización del cuerpo, desde el festejo del encuentro y del movimiento corporizado, como lógicas de resistencia”, agrega Singer.

Estas intervenciones generan una ruptura en el desarrollo cotidiano de la Ciudad de Buenos Aires. La primera acción de Si vos querés fue proyectar masivamente la consigna #MacriYaFue en 50 edificios, días antes de la PASO. El flashmob, por su parte, se presenta, según Sznaider, como “una reapropiación del espacio público, desde una lógica espectacular de lo político: quiero que me miren, soy, existo, tengo algo que decirte y no es sólo en mi nombre, sino en el de un colectivo genérico, poco marcado, pero colectivo en fin.” 

Los organizadores, después del proceso electoral del 11 de agosto, esperaban una reacción, tal cual informa una de las activistas: “Buscamos la masividad pero nos sorprendió la viralización tan rápida y auténtica que tuvo el flashmob y la canción”. Singer explica: “Es un tipo de estrategia política que actúa por contagio, por una lógica transversal y afectos impersonales que circulan entre los cuerpos, y en ese sentido es eficaz. Contagia, e interpela de otra manera, menos racional y más corporal.” La convocatoria se abrió paso con la energía y la felicidad de expresar algo distinto a aquello que parece inamovible en la Ciudad luego de 12 años de gobierno del Pro-Cambiemos, pero también desde la cohesión y la unidad. 

“Hoy vine porque pienso que hay que cambiar el signo político que nos gobierna. Necesitamos un gobierno más humanista que se fije en las necesidades de la gente y no en las bicisendas”, explica Laura Romero, una abogada de 56 años que acudió con su grupo de amigas a bailar la coreografía entre la multitud. Taricco, en su análisis, añade: “Lo qué pasó con #Larretayafue puede pensarse como un acontecimiento que abrió una nueva etapa de sentido o el convencimiento de una posibilidad: derrotar al macrismo en la Ciudad de Buenos Aires. Esa esperanza es el aporte más interesante del flashmob que es parte de una política coordinada. No hay espontaneísmo, las redes sirvieron para amplificar y convocar, pero hubo organización analógica detrás. Las redes sociales son parte del espacio público mediatizado y de un nuevo territorio para dar las disputas sobre la orientación general de la sociedad.”

La dicotomía entre organización y espontaneidad queda como un asunto del pasado. Se reclama la modificación de la situación actual a partir de un esfuerzo conjunto, “desde lo textual formal, una fórmula breve y contundente; desde lo rítmico y lo musical, una estructura acompasada y simple que impulsa, activa el movimiento. En conjunto, un efecto redundante que se termina realizando en una práctica colectiva”, aclara Sznaider. #Sivosquerés se encuentra analizando cómo continuar con las intervenciones en lo que resta de la campaña electoral en curso. En cualquier momento, volverán a sorprender.