Cocinados por el FMI

Cocinados por el FMI

Alejandro Bercovich en su avant premiere.

Las figuras son tres. De cartón, tienen el tamaño de un adulto promedio, pero sus rasgos están deformados: lo que antes pudieron ser fotografías, ahora son caricaturas que exageran los rasgos característicos de los personajes. Los ojos de uno, la papada de otra, la nariz de la última. La visión es llamativa y grotesca. Pero más grotescas son las frases que sostiene cada figura: “No pueden seguir gastando plata en planes sociales”, “Argentina debió ajustarse antes y mucho más”, “El programa económico de Macri ya está dando resultados”. Frases de Anoop Singh, Anne Krueger y Christine Lagarde, respectivamente. Frases del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ese fue el recibimiento a los espectadores que el miércoles 9 de octubre asistieron a la Avant Premiere del documental del periodista y economista Alejandro Bercovich: Fondo, otra vez la misma receta, en el teatro ND Ateneo (Paraguay 918). Personas de todo el arco político y periodistas se sentaron en la platea para dar los primeros vistazos a la película que, en palabras de su productor general, Claudio Martínez, “fue hecha en muy poco tiempo”. Nicolás del Caño, Myriam Bregman, Daniel Filmus, Daniel Lipovetzky, Carlos Tomada, José Ignacio de Mendiguren, Víctor Hugo Morales y Marcelo Zlotogwiazda fueron algunas de las personalidades que asistieron al estreno, además del equipo económico del candidato a presidente Alberto Fernández y representantes del también candidato, Roberto Lavagna. Nora Cortiñas -Madre de Plaza de Mayo, línea fundadora- participó del encuentro a través de una audio grabado, debido a que no pudo acudir. A un cálido saludo agregó una percepción personal: “Me parece que es fundamental que estemos informados en estos momentos cruciales que estamos viviendo en Argentina.”

Las metáforas, a lo largo de la historia, han servido en incontables ocasiones para explicar y comprender conceptos y teorías académicas, fenómenos específicos, pero, sobre todo, lo que sucede en la vida diaria. Lo mismo hace Bercovich -a partir de la idea del guionista Hernán Vanoli- con la idea de la “receta”, ayudado en la pantalla por la participación especial del cocinero Juan Braceli. Estructurado como un recorrido político, económico y, principalmente, gastronómico, el documental reconstruye la historia del FMI y sus planes -sus recetas- para con Argentina; pero también lo que sucedió con Grecia y Portugal durante sus vinculaciones con el organismo internacional, algo interesante ya que ambas naciones se presentan hoy como posibles espejos del futuro argentino.

“La idea de esta película es promover un debate en un momento muy particular de la Argentina. La cuestión de la deuda y el vínculo con el Fondo Monetario Internacional son quizás los temas más importantes que tenga que resolver el presidente que vamos a elegir el 27 de octubre”, expresó Martínez, quien, junto con Woody González y Luis Hassan, produjo el documental.

Avant Premiere del documental Fondo, otra vez la misma receta de Alejandro Bercovich.

La película dura poco más de 75 minutos, en los cuales se intercalan distintos registros narrativos para construir el argumento de la “picante historia de amor” entre el Fondo y el país: entrevistas de archivo; testimonios de especialistas y referentes económicos, así como de afectados por las políticas del FMI -nacionales e internacionales-; escenificaciones de variado tipo; y, por supuesto, más metáforas referidas al mundo gastronómico. Destruyendo varios mitos económicos y demostrando que el Fondo es “cocinero de un solo plato”, el documental pretende dejar en claro un mensaje: que la deuda excede lo económico y es una forma de dominación política. Y que, por eso, no se puede volver nunca más a un Fondo que nunca cambió.

Al respecto, y en vistas del futuro inmediato, Bercovich le dirigió unas palabras a los espectadores: “Me parece que, más allá de quién gane, va a resultar muy pero muy importante la movilización que haya en la sociedad en torno a esta discusión. No es solamente cuán duro se ponga el candidato que gane cuando le toque renegociar con el FMI, va a depender mucho de que toda la sociedad entienda hasta qué punto la deuda es un mecanismo de sujeción política.” Sobre la película en sí no dio detalles, sino que dejó que ésta hablara por sí sola. Sin embargo, volvió a hacer hincapié en la importancia de la sociedad: “Este documental está dedicado a ustedes, a todos y todas. Porque la discusión no la tiene que dar un tipo desde el sillón de Rivadavia, es una discusión que tenemos que dar todos nosotros en la calle, como sabemos hacer los argentinos. Como nos enseñaron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.”

Daniel Lipovetzky y  Daniel Filmus.

Nicolás del Caño, «Chipi Castillo» y Myriam Bregman.

Diez años desatadas

Diez años desatadas

«La locura está en el aire. Mujeres de radio, en lucha y en marcha. Estamos desatadas», entona cualquier parlante de radio que sintonice los programas de “Cheque en Blanco” (FutuRock) o «Las Voces de Aquelarre» (Radio Hache) o la programación de Radio Colmena. Pero esas entonaciones que colman esas señales están desatándose desde el centro del Hospital Moyano en el centro de Barracas, al sur de la Ciudad de Buenos Aires.
El hospital Braulio Moyano es, visto por fuera, un tono sin medios. Altos paredones de un color grisáceo aburrido y abandónico, signado por el tiempo que fue adhiriéndose, en capas, a la cola con la que se pegan afiches. Un bello intersticio edificado con paredes, columnas y molduras color café con leche corta la monotonía de ladrillo tras ladrillo. El hospital Moyano es un movimiento constante. Lo constante, también dentro, es que el Moyano es un gineceo: se trata de un neuropsiquiátrico exclusivo para mujeres.
Una vez dentro, la disrupción está en el centro. Como si de un nudo se tratase, allí está el desate. Usar la voz, lograr palabra, hacer radio allí es digno de alocadas ideas. Más aún: Realizan, hace diez años, lo que hoy -hace pocos años-, se conoce como podcasts.

En el medio de la reclusión, ¡zas!, la voz.
Y contra la monotonía, ¡zas!, la innovación.

“Desate” es una idea de trece años que cumplió, este 2019, diez de realidad. Surgió como ocurrencia de Silvia Maltz, psicóloga del Moyano, como contrafuerza a la lógica hermética del hospital. «Propuse un dispositivo radial, que permite un nexo entre el hospital y la comunidad. Personas como Alfredo Olivera, creador de “La Colifata”, o estudiantes de Comunicación Comunitaria de la UBA aportaron a que esta idea tome vuelo», explica Maltz.
Así se creó un nexo entre mujeres internadas y externadas interesadas en hacer radio, que junto a otros colaboradores debatieron sobre el nombre y la modalidad del proyecto: “Desate” (o “Desatadas”)
Por internet fue en un principio, hasta que paró la oreja el AFSCA (actual ENACOM) y sintonizó también al ISER (Instituto de Enseñanza Radiofónica). Y así, se formó un equipo de colaboración técnica, integrado hoy por Paula Abregú (psicologa), como co-coordinadora y productora, y Romina Romero y Marcos Autcheloine (ambos periodistas de ISER) en operación y edición radiofónica.
Y así, el dial virtual pudo ya ser un dial a perilla. Es decir, que las “Desate” producían para ser escuchadas (y valoradas) por Radio Nacional, Radio Cooperativa, Radio La Tribu, Radio Mega, Madres y Radio Vorterix.
«Además de -y más que- ser un dispositivo terapéutico, es un programa competitivo técnicamente. La modalidad adoptada desde hace tiempo es prueba de ello», agrega Autcheloine. Mientras podcast suena novedoso, las Desate hacían la novedad hace una década con un nombre menos rimbombante.
La osadía de este grupo de mujeres pensantes y críticas hizo abordar, desde el principio, temáticas que tardan mucho en encontrarse en el dial, en una concisión llamativa: tres minutos. Coyunturas política y económica, efemérides, derechos, burocracia, inmigración, o conceptos como encierro, maternidad, feminismo, talento, grieta, cambio, mujer o mate son meritorios de la palabra hablada al servicio de la reflexión. También escriben textos para reírse de las desgracias.
«Trabajamos situaciones, estructuras y problemáticas sociales diarias y profundas a la vez. Opinamos, criticamos y politizamos pero no acusamos a nadie en particular sino a la sociedad y a las instituciones. Somos comunicadoras, no juezas», señalan las “Desate”.
También hay lugar para las expresiones más nobles como radiopoemas, amor, dolor, miedo y esperanza. «La poesía es nuestra forma de conectar sentimientos y fantasías», agregan.
«La cultura es parte de la salud» es su lema y la radio es, para “Desate”, un puente entre el hospital y la comunidad. «De todas formas, tenemos objetivos intrainstitucionales y extrainstitucionales. Los primeros son generar, desde un dispositivo de encierro, lazos sociales y de afectividad. Pero también, hemos logrado, al hacer radio, el recibimiento del Ministerio de Trabajo de la Nación para que las locutoras generen sus ingresos y, así, su autonomía», asevera la coordinadora Maltz.
El plantel de “Desate” ha variado con el tiempo. Hoy está integrado por Claudia Rodríguez, Claudia Sosa Prado, Elena Torres y Silvia Pérez como equipo estable. A ellas se suman otras mujeres internadas y externadas que paraticipan con asiduidad, y también colaboradores técnicos.
«Para nosotras es la realización de un sueño. Siempre, y cada una con su particularidad, quisimos hacer radio en algún momento de nuestras vidas. Pero ´Desate´ nos permite sentirnos escuchadas y valoradas. Nuestras expresiones, ocurrencias, críticas y conocimientos, mediante la radio, llegan a mucha gente», concuerdan, en una ronda.
Sus contenidos, hechos a base de debate y esmero, se trabajan tres veces por semana. La rutina comienza el martes, cuando aportan sus ideas y conversan temas de actualidad que ameritan notoriedad; los miércoles se graban los podcasts que serán editados y difundidos por radios de notorio alcance; y los jueves empiezan a delinearse los contenidos a producir en la semana próxima.
Actualmente, las “Desate” producen podcasts para los programas “Cheque en blanco” en Radio FutuRock (sábados a las 9) y “Las Voces de Aquelarre” en Radio Hache (viernes a las 19), así como también generan contenido que se emite en Radio Colmena cuatro veces a la semana (lunes 20:55, martes y viernes 12:55, y jueves 18:55). Algunos de sus podcasts -y otros contenidos- están disponibles en SoundCloud (soundcloud.com/Desate) y YouTube (Desate Canal). Las “Desate” desamarran voz para trabajar la palabra hacia la comunidad.

La contaminación del río Luján no se detiene

La contaminación del río Luján no se detiene

El río Luján se forma al norte de la ciudad de Suipacha, por la confluencia de los arroyos Durazno y Los Leones. En sus 128 kilómetros de extensión, atraviesa trece partidos de la Provincia de Buenos Aires en los que además de haber realidades heterogéneas, se encuentran distintos usos del suelo y el agua. Pero hay dos datos contundentes: las zonas que van de Mercedes a Luján y las cercanas a Pilar son las más contaminadas de su curso.

Un informe publicado en marzo de este año por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires reconoce que en el Río Luján “hay dos zonas de alto deterioro”. Según el documento, una de corresponde al tramo que va desde Mercedes hasta Luján, afectada por “una moderada influencia de la actividad agropecuaria que produce aporte de nutrientes” y la otra recorre el polo industrial de Pilar, causado por “el vertido de residuos urbanos e industriales complejos”.

La Doctora en Ecotoxicología Leticia Peluso, integrante del Centro de Investigaciones Medioambientales (CIMA) de la Universidad Nacional de La Plata e investigadora del CONICET, realizó un bioensayo de toxicidad en sedimentos de varios cuerpos de agua de la región, entre los que incluyó al Río Luján. “Los químicos encontrados en los sedimentos del río Luján –explica- incluyen principalmente metales pesados y plaguicidas, sin embargo en algunos sitios se encontró también una elevada cantidad de materia orgánica”.  

Las 14 muestras de sedimentos que se analizaron, desde las nacientes hasta la Ruta 9, le permitieron analizar la historia del río, conocer las sustancias que se fueron vertiendo en él y evaluar su toxicidad. Peluso afirma: “La contaminación en Pilar y el parque industrial es más que nada por metales pesados asociados a la actividad industrial, principalmente en el Arroyo Larena. En el caso de Mercedes, el principal metal en concentraciones muy elevadas es cromo. La muestra del Arroyo Durazno no presentó concentraciones altas de metales, pero sí se observaron plaguicidas que pudieron haber causado algunos efectos tóxicos”.

Respecto al origen de estas sustancias aclara que “tanto el tipo de contaminante como sus fuentes son diferentes, el caso de los plaguicidas son principalmente de tipo orgánico y están asociados al uso del suelo para actividades agrícolas, mientras que los metales pesados son compuestos inorgánicos que no se degradan, se acumulan en los sedimentos y su fuente es principalmente industrial”.

A lo largo de su curso el río acumula residuos provenientes de distintas actividades, desde la agricultura hasta la industria, para desembocar finalmente en el Río de la Plata, a la altura del Partido de San Fernando. Cuando se le consulta a Leticia Peluso sobre el el riesgo por el contacto de las personas con el río, comenta: “La realidad es que si los contaminantes están llegando al cuerpo de agua ya sea por escorrentía (a través de corrientes formadas originalmente por la lluvia), descargas por efluentes industriales o aérea (por depositación atmosférica) significa que la población está expuesta. Si sumamos el contacto con el río, por actividades recreativas, inundaciones o toma de agua, la situación es peor.” Y agrega: “Deberíamos hacer monitoreos más sostenidos en el tiempo, pero en los sectores donde se encontraron contenidos elevados de materia orgánica y metales no sería recomendable el uso recreativo”.

A partir de la investigación se pudieron identificar al menos tres focos de riesgo respecto a la toxicidad de los residuos acumulados en el río Luján que fueron clasificados como lugares de alta peligrosidad y se corresponden con; el Puente 3 de Marzo en Mercedes, Arroyo Durazno en General Rodríguez y aguas abajo del Parque Industrial en Pilar. Peluso considera que los tratamientos de remediación y saneamiento que se necesitan para revertir la situación en estos lugares suelen ser muy costosos y que lo mejor hubiera sido evitar que las sustancias peligrosas llegasen al río. “La solución es evitar la llegada de contaminantes al curso, controlar las actividades industriales, sus efluentes y en cuanto a la contaminación por plaguicidas es más complejo ya que deberían dejar de utilizarse en las cantidades enormes que se emplean, respetando márgenes de cuerpos de agua para evitar la llegada por escorrentía. No considero que este nivel de toxicidad sea precisamente reversible, aunque bajen los niveles de contaminación el sistema no vuelve a ser el mismo, si bien se puede hablar de un sistema más saludable en cuanto a su calidad ambiental”. Enseguida completa: “Se deberían realizar monitoreos continuos de la cuenca para evaluar la calidad del agua y del sistema en general. Sé que existe una autoridad de cuenca, pero no sé si están realizando estudios”.

OMISIÓN DE RIESGOS

Mientras investigaciones como la de Leticia Peluso señalan los riesgos ecológicos causados por las sustancias tóxicas vertidas en este cuerpo de agua y la problemática ambiental en la cuenca de este río se agudiza, ambientalistas interesados en esta problemática suelen reclamar al Estado que se realice una limpieza para revertir la situación actual del cuerpo de agua. Pero el Estado parece limitarse a organizar los datos relevados en el censo del año 2010 y proponer comisiones que rara vez alcanzan las metas establecidas.

Desde la cuenca media, especialmente a partir del municipio de Pilar, el agua del río se encuentra contaminada por metales pesados que provienen del polo industrial. Desde su sanción en la década de los 90, la Ley Nacional 24.051 de tratamiento de residuos peligrosos ha sido violada sistemáticamente por empresas que obtienen ganancias y perjudican la calidad de vida de quienes viven alrededor de ellas.

Para Guillermo Folguera, Doctor en Biología Evolutiva e investigador del CONICET en el área de Historia de la Ciencia y Filosofía de la Biología, “es interesante cómo el discurso académico produce cierto conocimiento respecto a la situación del medio ambiente y luego la toma de decisiones está alejada de ese conocimiento obtenido. En términos de decisores, los gobernantes de turno aplican medidas que a veces consideran el discurso producido por la academia pero generalmente no es así”. Respecto de la regulación legal vigente en cuestiones medioambientales, Folguera señala: “En el caso de la Argentina, adscribimos en la Ley General del Medio Ambiente al Principio de Precaución, por lo cual cuando hay evidencias de que alguna actividad puede causar daño ambiental, ésta debiera suspenderse. La formulación de Río de Janeiro de 1992 dice básicamente que si tenemos sospechas de que algo puede causar daño, debemos suspenderlo”. Sin embargo, aclara queen la práctica, en todos los casos sobre los que he trabajado hasta ahora, el principio de precaución no rige. En Argentina hay una inversión de la carga de pruebas, lo que implica que el damnificado o los damnificados tienen que mostrar que les están haciendo daño. Esto pone en un lugar muy complicado a la ciudadanía”.

En el municipio de Pilar el 78% de las viviendas ubicadas en la cuenca del río Luján tiene conexiones insuficientes a servicios básicos. Esto implica, entre otras cosas, una marcada dificultad en el acceso a agua segura, ya que la del río se encuentra fuertemente contaminada por las industrias cercanas. Otros municipios, como Luján por ejemplo, presentan alrededor del 30% de hogares establecidos en la cuenca con dificultades de acceso al agua potable. Cabe señalar que estos son los datos admitidos por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires en la Evaluación de Impacto Ambiental y Social que publicaron a comienzos de este año. Algunas organizaciones ambientalistas estiman que estos números podrían ser mayores en otros municipios y haberse recrudecido en los últimos años.

LAS ORGANIZACIONES AMBIENTALISTAS

Frente a la falta de medidas por parte del Estado y el silencio respecto a los riesgos que representa la toxicidad del Río Luján para los habitantes de la zona, las organizaciones medioambientales cumplen un rol fundamental para concientizar a los vecinos. Javier Moleres, miembro de la organización ambientalista S.O.S Hábitat e integrante del grupo social y deportivo Amigos del Río Luján considera que las organizaciones de ciudadanos autoconvocados son muy importantes porque son las que promueven el desarrollo sustentable, enseñan reciclaje y denuncian irregularidades ambientales. Siempre hubo aventureros que, partiendo desde Mercedes, se animaron a realizar travesías cortas a remo por el río Luján. Pero esa actividad se incrementó notoriamente a partir de octubre de 1992, gracias a una multitudinaria convocatoria a participar en un raíd para embarcaciones sin motor que unió las ciudades de Suipacha y Mercedes. Se lo denominó Safari Náutico y motivó a un grupo de vecinos, llamados Amigos del Río Luján, a reunirse para seguir trabajando para fomentar ese tipo de deportes y luchar contra la grave contaminación que presenta el cauce. Con los años, fueron renovándose los grupos ambientalistas”, explica Javier.

Estas organizaciones sin fines de lucro, además de promover actividades sociales y deportivas, integran la Comisión Asesora del Comité de la Cuenca del Río Luján. Respecto a las actividades deportivas que se realizan desde hace décadas en este curso, Javier comenta: “La navegación en canoas y en kayaks, por momentos se ve impedida –especialmente en temporada estival- debido al elevado grado de contaminación del agua por residuos industriales, líquidos cloacales y agroquímicos. También resultan peligrosos los desperdicios domiciliarios y electrodomésticos fuera de uso que se arrojan al lecho del río, convirtiéndose en hierros y chapas filosas, cortantes y oxidadas”. Y agrega con preocupación: “Por desgracia aún existe la creencia en gran parte de la comunidad, de que el río funciona como una gran cinta transportadora que acarrea y traga todo lo sucio e inservible. No se toma conciencia del mal que le hacemos a la naturaleza y a nosotros mismos”. Mientras tanto, la contaminación avanza  y golpea a los sectores más vulnerables.

El feminismo en movimiento

El feminismo en movimiento

«La comisión organizadora tenía la responsabilidad de impulsar el debate por el cambio de nombre», dice D´Amico.

Los días 12, 13 y 14 de octubre se llevará a cabo el 34° Encuentro Nacional de Mujeres en la ciudad de La Plata. En esta oportunidad las semanas previas al evento se encontraron atravesadas por una particular discusión que tomó fuerza al finalizar la edición anterior, en 2018: ¿El Encuentro debe pronunciarse como nacional y de mujeres o plurinacional y de mujeres trans, travestis, lesbianas, bisexuales y no binaries? Este debate es uno de los tantos que se dan dentro de los feminismos, un movimiento social heterogéneo que está vivo y, por eso, en constante transformación y autoreflexión.

La campaña Somos Plurinacional surge a fines del año pasado, al calor de las plenarias para organizar el Encuentro. En su documento fundacional se definen como “mujeres, trans, travestis, lesbianas, originarias, negras, racializadas, afro, migrantes, campesinas, disidentes” y sostienen que “a la clandestinidad y la invisibilización no volvemos nunca más”. Su objetivo es que todas estas identidades se encuentren representadas no sólo en las actividades del Encuentro, sino también en la forma de nombrarlo. “Nosotras vimos en Trelew y Chaco que había una fuerte impronta de las hermanas indígenas, trans y travestis que estaban peleando hace varios años por el cambio de nombre”, cuenta Natalia D’Amico, representante del colectivo. Según Somos Plurinacional, es esencial dar este debate como una forma de repensar el sujeto de representación de los feminismos. “Para nosotras la comisión organizadora de La Plata tenía la responsabilidad de impulsar el debate sobre el cambio de nombre. Además de relevar las escuelas y armar los talleres tenemos este debate que nos precede», sostiene D’Amico. 

Desde la comisión organizadora Yanina Pelli, afirma que el cambio de nombre “lo tienen que definir todas las compañeras en el Encuentro. Si lo define la comisión organizadora por todo el resto de las encuentreras sería una posición antidemocrática”. Pelli sostiene que “a veces se utiliza el debate del cambio de nombre para cambiarle la característica al Encuentro, que es democrático y horizontal”. Además, la organización entiende que las originarias y disidencias participan en desde hace muchos años y que este es un espacio plural donde nadie hecha a nadie porque no hay dueñas. “Me parece que si bien existen todos estos debates, no hay que focalizar sólo en esto porque son minúsculos al lado de lo que es este acontecimiento. Es un espacio que nos ayuda a avanzar”, concluye Pelli.  

«No hay que focalizar sólo en esto porque es minúsculo al lado de lo que es este acontecimiento», opina Pelli.

La problemática tuvo resonancia en las redes, sobre todo al momento de publicación de los talleres, cuando la comisión organizativa del Encuentro Nacional de Mujeres subió un listado con 87 talleres y 10 charlas. La campaña Somos Plurinacional, por otro lado, denunció que había habido un recorte por parte de la comisión de contenidos y aportó su listado con 114. Al respecto, Yanina Pelli dice que “desde la comisión organizadora vamos a garantizar aulas para los talleres que propusimos y después toda compañera que quiera venir a armar talleres, lo pueden hacer porque el encuentro es de todas”. 

Tanto D’Amico como Pelli acuerdan en que es necesario que se produzcan estos debates y se abra la puerta para repensar al movimiento feminista. “Lo positivo de que esto salga a la luz -señala D´Amico- es que en algún punto evidencia que el feminismo no es homogéneo. Enriquece al movimiento, nos complejiza y vuelve más fuertes” e invita a todas las participantes a profundizar: “Tienen que ser más y más las compañeras que estén al tanto de lo que se debate en las comisiones y en el Encuentro”. Por otro lado, dice Pelli: “el Encuentro l permite que se exprese todo, aparecen todos los debates. Es inmenso, hace a una democracia grande a la que quizás no estamos acostumbradas. Como dice Quimey Ramos, docente y activista trans, en entrevista con Somos Plurinacional: “el Encuentro se dobla pero no se rompe”.

Muerte accidental de un ricotero

Muerte accidental de un ricotero

La obra gira en torno al caso de Walter Bulacio,

El saxo suena desde un costado del escenario cuando las luces se encienden lentamente, dando comienzo a la obra. La escenografía es sencilla: por un lado, un escritorio con expedientes y un teléfono; por otro, un perchero y una máquina de escribir. Lo justo y suficiente para dar vida a una comisaría. Junto con el silencio, entran a escena tres actores; y con ellos, tres personajes: un agente, el comisario y el loco. Hasta allí, uno podría creer que la historia está ambientada en aquellos años setenta, sino fuera por el cuadro de Carlos Menem con la banda y el bastón presidenciales colgando en la pared. Entonces no quedan dudas. La década de 1990 se hace presente en el escenario: en el vestuario, en la jerga utilizada, en el cuadro. Pero, más que nada, en esa figura ausente, Walter Bulacio; en ese caso sobre el que gira la obra, la Muerte accidental de un ricotero.

Desde el 6 de septiembre y hasta fin  octubre, el Teatro El Cubo (Zelaya 3053, CABA) se transforma en escenario para una obra que encuentra tres inspiraciones: Muerte accidental de un anarquista, del dramaturgo italiano Darío Fo; la historia de Walter, el joven de 17 años que fue asesinado por la policía en 1991 tras ser detenido en las afueras del Estadio Obras antes de un show de los Redondos; y la música de esta banda.

En general, la historia se mantiene fiel a la obra original: la acción comienza en una comisaría y tiene como protagonista principal a un hombre -”el loco”- que sufre de histriomanía, enfermedad que lo lleva a fingir y falsificar identidades, razón por la cual es detenido. Allí, intercepta una llamada y se entera sobre la llegada de un juez que va a investigar una muerte ocurrida en el sitio. Pero en lugar de un anarquista, la víctima es Bulacio. A partir de ello, el loco se hace pasar por el juez y logra que los policías recreen los hechos de la noche del 19 de abril de 1991. De esta forma, la obra revive el caso a partir del trasfondo judicial -menos conocido por el público general-, y da cuenta de las contradicciones, las complicidades y la corrupción que obstaculizaron la búsqueda de verdad y justicia por el asesinato de Walter.

“La idea surge con la llegada a nuestras vidas de la obra Muerte accidental de un anarquista, donde instantáneamente pensamos en que la gente la tenía que conocer. Pensamos en casos de esa índole en Argentina, y el de Walter Bulacio se nos hacía notorio, sobre todo por la posibilidad de poner la música de Los Redondos en una obra de teatro”, cuenta Luciano Ferrari, uno de los directores de la obra. Junto con Daiana Kiernan, co-directora, se adentró en el proyecto autogestivo: un arduo trabajo que llevó cinco años e implicó la adaptación del guión original, una investigación cuidadosa del caso Bulacio y toda la puesta en escena de la historia con su texto, su música y su coreografía. “Demostrar el grotesco del procedimiento no hubiese sido posible si nosotros no nos adentrábamos en la causa judicial para saber bien todo lo que pasó. Por eso agradecemos a María del Carmen Verdú, que fue la abogada que nos acercó la causa por una cuestión artística y social”, explica Ferrari.

“Demostrar el grotesco del procedimiento no hubiese sido posible si no nos adentrábamos en la causa judicial», dice Ferrari.

La música también juega un rol importante -al punto que la producción es promocionada como “una noche ricotera”. No sólo sirve como modo de contextualización y como pretexto para los cambios de escena. En esos momentos en que la obra se carga de los términos y peripecias judiciales pero, sobre todo, en aquellos en que las palabras no son suficientes para transmitir toda la densidad de sentido, las canciones emblemáticas de Los Redondos, junto con una puesta coreográfica, son ese aire fresco, esa forma de narrar más allá de las palabras. Con máscaras, caracterizaciones y coreografías, los artistas en movimiento expresan con crudeza la violencia institucional, la represión policial y múltiples idas y vueltas del caso.

“Queríamos que no solamente quede en el texto y en la música, sino que haya algo más”, explica el director. “Interpretamos la poesía del Indio de esta manera y la volcamos de esta forma para marcar un mensaje antirrepresivo y de conciencia de lo que significa la malevolencia del aparato policial estatal. A veces parece que el amo está jugando al esclavo, pero sigue siendo amo, siempre, y de eso es lo que trata la obra.”

Muerte accidental de un ricotero es apta para los fieles seguidores del grupo de rock, pero también lo es para aquellos que saben poco y nada sobre la misa ricotera. Es un entramado de historias y elementos que dan vida a una obra llena de crítica, denuncia y momentos duros; pero también de humor, música y baile. Es un homenaje a Los Redondos, un homenaje a “uerte accidental de un anarquista”, un homenaje a Walter.

Según Ferrari, es el arte interpelando a las voluntades sociales e invitando a reflexionar sobre las malevolencias del neoliberalismo, el de los noventa y el de la actualidad. “Nosotros crecimos en el menemismo y sufrimos el macrismo, así que era un momento para representar esas instancias a través del teatro y generar algo en la gente”, agrega.

Del mismo modo, Juan Fernández, actor que encarna al comisario jefe, sostiene que “esto es para poner de manifiesto cómo, a veces, las instituciones que están para cuidarnos complotan y causan estas injusticias y condenan a muerte a un chico que su único delito fue ir a ver una banda de rock and roll. Traerlo y ponerlo de manifiesto es, para todos los que componemos este grupo, decirles a todos ustedes que la única muerte verdadera es el olvido. No nos olvidemos.”