Jun 13, 2017 | Deportes
Son los protagonistas de conflictos “de temporada”. Sus reclamos llegan a las pantallas de TV durante los meses del verano, cuando la atención periodística se traslada a las playas. Sin embargo, la precariedad laboral golpea a los guardavidas durante todo el año.
A pesar de las leyes 27155 (nacional) y 14798 (de la Provincia de Buenos Aires), sancionadas a mediados de 2015, y de los convenios colectivos de trabajo, muchos trabajadores del sector siguen en negro, realizan tareas que no les corresponden y reciben salarios muy por debajo de las normas vigentes.
Según el Convenio Colectivo 179/91 registrado y homologado en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social el 21 de octubre de 2016, el valor hora para un trabajador guardavidas en blanco debería ser de 161 pesos. A contramano de los índices inflacionarios, esos valores no sufrieron ninguna modificación desde entonces. Actualmente, en Capital Federal hay clubes, hoteles y piletas que pagan menos de la mitad de lo señalado y en negro.
Ezequiel Collazos, guardavidas egresado de la Escuela Municipal de Parque Chacabuco, denuncia que “en la mayoría de hoteles y clubes están pagando 65 pesos la hora”. Y, en diálogo con ANCCOM, subraya: “En uno cuatro estrellas, ubicado por Recoleta, te ubican de recepcionista en un lugar donde el espejo de agua no se puede ver”. Otros guardavidas de la Ciudad, que prefieren el anonimato por temor a represalias en su lugar de trabajo, trazan el mismo diagnóstico.

En las piletas privadas la regla es la multifunción. Los empleadores exigen que además de cuidar a los bañistas, los guardavidas den clases de acua-gym o natación.
“En mi pueblo somos cinco guardavidas de la Dirección de Escuelas y todos estamos precarizados. Estamos en la pileta como `auxiliar con función de guardavidas` sin reconocimiento de actividad riesgosa ni responsabilidad civil”, relata Silvio Rubén Guisande.
Por su parte, Camilo Rey de la Cabina es categórico: “Levantás una baldosa y hay un guardavidas precarizado”. Y Pablo Haderne, del interior de la provincia de Buenos Aires, señala: “En mi zona hay muchísimos precarizados. Por no decir todos. Sobre todo fuera de temporada”.
En la Ciudad de Buenos Aires, de todas las piletas públicas que funcionan en la temporada de verano, sólo las de los polideportivos Martín Fierro y Parque Chacabuco quedan abiertas para el desarrollo del deporte acuático fuera de la temporada de verano. Así, las demás piletas techadas de la Capital quedan en manos de polideportivos privados que cobran un arancel de entre 700 y 1.000 pesos por mes para pileta libre. Esa situación deja desocupados a los trabajadores guardavidas contratados por el Gobierno únicamente para la temporada.
En las piletas privadas la regla es la multifunción. Los empleadores exigen a sus trabajadores que, además de vigilar y cuidar a los bañistas, también den clases de acua-gym o natación, a pesar de que la Ley nacional 27155 establece en su Artículo 7º, inciso “l”, que el guardavidas debe “limitarse a sus tareas específicas dentro del horario de trabajo”.
“Por la misma plata nos hacen pasar el barrefondo, echarle cloro al agua, mover los andariveles de lugar, guardar los elementos que dejan tirados los profesores y revisar los carnet de los socios”, grafica Manuel Giménez, guardavidas de una pileta de la cadena Sportclub.
La ley también afirma que “la jornada laboral será de seis horas diarias corridas”, pero tanto el Estado como los clubes y balnearios incumplen sistemáticamente con esa reglamentación. En Villa Gesell y Pinamar los guardavidas municipales trabajan nueve horas de corrido durante toda la temporada. La historia se repite durante el transcurso del año en la Ciudad de Buenos Aires. “En Club DAOM, (ubicado en el Bajo Flores) trabajamos ocho horas de corrido todos los días porque si no, no nos alcanza la plata para llegar a fin de mes”, sentencia Marcial López.
El reclamo sindical es una hoja en blanco. ANCCOM no recibió ninguna respuesta de los sindicatos SIGURA Y SUGARA que nuclean a los trabajadores del sector. Quizás esa sea una de las razones por la cual Franco Caligaris, guardavidas en la Ciudad, enfatiza: “No me manejo con los sindicatos, creo que hay distintas formas de protestar o pedir”. Su realidad es la de casi todos los colegas: cobra menos de 70 pesos la hora, tira los químicos cuando cierra la pileta y trabaja nueve horas por día sin siquiera tener recibo de sueldo.

“En un hotel cuatro estrellas, ubicado por Recoleta, te ubican de recepcionista en un lugar donde el espejo de agua no se puede ver” dice Ezequiel Collazos.
Actualizada 14/06/2017
Jun 13, 2017 | Culturas
Un encuentro- debate de medios alternativos se realizó el viernes pasado en el marco de la presentación de Canal Abierto, un nuevo medio digital impulsado desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que busca construir una mirada de los hechos desde los trabajadores, los organismos sociales y sus luchas. El encuentro generó intercambio de experiencias, y la búsqueda de articulación de prácticas, ya que como dijo en la actividad Pablo Antonini, el presidente de Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco), hay una búsqueda en común entre los medios alternativos, comunitarios y populares: «Nosotros no nos entendemos como competidores. Somos medios a confluir con un mismo objetivo, el de comunicar».
En el encuentro hablaron sobre sus experiencias los medios Barricada TV, FM La Tribu, Andar, Malas palabras, La Garganta Poderosa, Lavaca, y ANCCOM.
Barricada TV contó cómo se configura el medio a partir de haber obtenido por concurso una licencia en la Televisión Digital Abierta hace más de un año. Natalia Vinelli, su fundadora, mostró la importancia de los medios contrainformacionales como para generar espacios que no habilitan los medios hegemónicos: «Los medios alternativos son herramientas para la expresión y organización del campo popular. Contar sueños, nuestras luchas, nuestra cultura», expresó.

Distintos medios alternativos, sociales y comunitarios intercambiaron experiencias en el lanzamiento del nuevo medio digital creado por ATE.
«Desde La Tribu ahora queremos ya mismo habitar el lugar que queremos, no pensarlo como un futuro utópico», dijo Diego Skliar, y agregó: «Somos críticos, pero sin transformar el medio en un bajón». La Tribu se dirige, como lo fue en todo su recorrido, a un público más bien de izquierda. Se proponen desde hace un tiempo contar la realidad sin necesidad de que haya sólo metal de fondo, poder tener otras experiencias, como hacer radio en la calle y que la gente grabe con su voz canciones para que luego sean pasadas en la radio. Además, tienen una serie de institucionales donde mezclan el humor con la crítica. Todo lo que hacen intentan que sea con código abierto, para que cualquier otra experiencia de comunicación lo pueda utilizar. Implementan proyectos de comunicación para el desarrollo de comunidades campesinas y pueblos originarios, en red con otras radios comunitarias de América Latina. En la reunión presentaron el libro Fuga, qué pasa por la Tribu que cuenta la historia de la radio, con incertidumbres y sueños.
El medio Andar contó cómo es una experiencia de comunicación que busca visibilizar a las víctimas de la violencia institucional en el territorio. «Queremos desandar el hecho de que en comunidades chicas los padres no puedan luchar por lo que haya pasado con sus hijos. Deconstruimos los relatos policiales en vez de ponerlos a circular de manera masiva», explicó Diego Díaz. Andar existe en el marco de la Comisión Provincial por la Memoria, de la que forman parte el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y la Madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas, entre otras personalidades.

«Nosotros no nos entendemos como competidores. Somos medios a confluir con un mismo objetivo, el de comunicar», afirmó Pablo Antonini, el presidente de Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco).
En un sentido parecido trabaja la revista La Garganta Poderosa. Sus integrantes la definieron como una herramienta política de su identidad. «La Poderosa quiere despertar a los villeros. Quiere mostrar que tienen que estar en blanco, que pueden estudiar» dijo Alejandra Díaz, integrante de La Poderosa. A los vecinos les daba vergüenza vivir en Zavaleta por el estigma que tenía el barrio. La revista quiso dar a conocer el lugar desde el que se estaba hablando. «Cuando nos decidimos a hacerla, quisimos que sea la mejor revista, con el mejor papel. Se imaginaban que de las villas iba a salir algo como lo que nos ven: la resaca de la sociedad», reflexionó Alejandra. La revista está escrita y fotografiada por los vecinos de los barrios. No tienen publicidad comercial porque consideran que sino, no tendrían libertad para denunciar muchas cuestiones. Gabriel Chavez también explicó que la revista no tiene el formato de cabeza de la noticia convencional: «No responde al formato norteamericano de las 5W, sino que nosotros teníamos que preguntarnos las 5P, es decir, preguntarnos cinco veces el ‘por qué’ «.
Estuvo presente también el periodista Carlos Aznarez de Resumen latinoamericano quien resaltó la presencia del periodista en la calle y no detrás de una computadora. Además dio su punto de vista de la actividad: «No somos periodistas militantes, sino militantes haciendo periodismo». ANCCOM estuvo representada por Grisel El Jaber, quien describió la experiencia de la práctica pre-profesional impulsada por la Facultad de Sociales de la UBA, llevada a cabo voluntariamente por docentes, y a modo de práctica por los alumnos. La perspectiva es visibilizar temáticas sociales, en línea con los derechos humanos.
Dentro de las posibilidades que abrió Internet para la expresión de experiencias comunicacionales, pensar en la estructura de la red es indispensable. Por esta razón, Natalia Zuazo fue invitada a participar del panel. Ella es periodista y escribió el libro Guerras de Internet. «Los buscadores no van detrás de la verdad, sino de cuánta plata hay atrás. Las noticias falsas generan tráfico, por lo que va seguido de publicidad, y termina siendo más difundido. Ese es el contexto que los medios enfrentan hoy». También remarcó que hay muchos medios alternativos que generan su propio tráfico sin financiamiento, los usuarios acceden, confían y comparten. Esto último también fue expresado por Lucía Aita, miembro de Cooperativa Lavaca que edita la revista MU: «Nuestro crecimiento fue orgánico, hacemos periodismo con los pies. Estar en los momentos que otros medios no están hizo que frente a otras circunstancias confiaran en nosotros».
En la actividad también estuvo el Secretario General de SiPreBa, Tato Dondero. Actualmente los medios alternativos no están en el sindicato, por lo que se lo planteó como un desafío. «En un momento se pensaba que los medios alternativos no podían participar del sindicato porque no tenían patrón. Es una paradoja que los medios que más visibilizan los conflictos de los periodistas con sus patrones no puedan formar parte del sindicato».

ANCCOM se hizo presente en el Lanzamiento de Canal Abierto. Grisel El Jaber, expuso la experiencia de la práctica pre-profesional en la Facultad de Sociales de la UBA.
En diálogo con ANCCOM, Hugo Godoy, Secretario General de ATE habló sobre Canal Abierto, el medio que comenzó en febrero y tuvo su presentación formal en este encuentro. «Quisimos romper los límites de la institucionalidad. Canal abierto busca que haya un espacio de resonancia para las distintas luchas del movimiento popular a lo largo de todo el país», manifestó. Por su parte Federico Chechele, Secretario de Prensa, agregó: «Somos sujetos que discutimos apolítica con conciencia de clase. Nos preguntamos cómo plasmar eso y así surgió, como un canal donde puedan confluir actores del campo popular, abierto a cualquier experiencia de comunicación que quiera articularse y necesite de este espacio».
Actualizada 14/06/2017
Jun 13, 2017 | Culturas
“Rugió la bestia en medio de la avenida”. Alrededor de mil quinientos seguidores de la banda de rock La Renga se concentraron el sábado en el Obelisco para exigir que el grupo musical pueda volver a tocar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ya que el 31 de mayo un informe policial no consideró viable su presentación en el Estadio Tomás Adolfo Ducó, del club Huracán. La banda no puede actuar en la ciudad desde 2007. Previo a la difusión del informe también se les canceló un show en San Juan, por lo que el banderazo se desarrolló en varios puntos del país.
El informe que establece no viable el recital lo dio a conocer el productor de la banda, José Palazzo, a través de la red social Twitter. Algunas de las problemáticas que aparecen detalladas son: “La venta de estupefacientes y alcohol, la falta de controles, baños colapsados, trapitos, incumplimiento con la ley de higiene y seguridad, salidas de emergencia, entre otras cuestiones”. También se indica que por ser la banda de rock de mayor convocatoria nacional se estima un público de 60 mil personas, y el estadio, según indica, tiene capacidad para 40 mil. El informe también hace referencia a los hechos ocurridos en Olavarría en el recital del Indio Solari.
La mitad de la Plaza de La República se llenó de aquellos que cantaban las canciones más conocidas y pintaban banderas. Pablo, encargado de organizar las previas de los recitales de La Renga, consideró que no quedan claras las razones por las que la banda no puede tocar, ya que las problemáticas que expresa el informe policial ocurren en otros ámbitos que no se ponen en discusión: «Los partidos los domingos se siguen jugando, las bandas internacionales siguen viniendo, y otras bandas de rock nacionales siguen tocando en la ciudad. Queremos que haya igualdad para La Renga. Esto es un trabajo para la producción y para familias que trabajan con ellos». También manifestó que no se les concede el autódromo Juan Gálvez de la Ciudad para presentarse, en el cual tocaron por última vez en 2007 para cien mil personas.
«El rock es cultura», declaró Javier, quien estaba pintando una bandera a lo largo de la plaza, antes de que se llenara de gente. És artista y antes de los shows expresa en pinturas lo que le generan las canciones. La tela, en este caso decía: «No somos cualquier público, somos especiales. Somos familia». Javier considera que no se le da lugar a La Renga por causas que representa la banda: «La Renga nunca estuvo con ningún gobierno, pero yo creo que el hecho de que haya tocado en el recital por los 30 años de democracia en 2013, y que se haya manifestado a favor de algunas políticas sociales tiene algo que ver».
En el caso de la provincia de San Juan, el recital se suspendió 29 de abril pasado. El secretario de Seguridad de la provincia había dicho previamente que la gente que moviliza La Renga tiene características similares a las que mueve el Indio Solari y que no podían disponer de un operativo de seguridad que controle la zona. En relación a estas argumentaciones, Javier vinculó la prohibición a que hace unos años la banda se manifestó en contra de las mineras en esa provincia. «La Renga apoya estas causas, como cuando tocó en el festival de rock junto a otras bandas en apoyo a los obreros de Zanon, la planta de cerámicos de Nequén que fue recuperada por sus trabajadores». El seguidor de La Renga también agregó que en Córdoba hasta ahora nunca hubo problema, y que siempre los dejaron tocar. El último recital allí fue el 6 de mayo último.
A alrededor de las 16 llegó al Obelisco un automóvil con parlantes en donde sonaba: “Soy el que nunca aprendió/ desde que nació/ como debe vivir el humano”. Se estacionó entre el monumento y la plaza. Los presentes cantaban y miraban como si hubiera un escenario de donde salía la música. Cristian, otro seguidor, estaba junto a tres amigos, escuchando. En diálogo con ANCCOM quiso hacer referencia a la actitud de la banda frente a las bengalas, ya que en el 2011, en un concierto al aire libre en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, un joven de 27 años falleció porque otro prendió una bengala, y se la dio en el cuello. «La banda muchas veces paró recitales cuando había bengalas prendidas, más que nada después de lo que pasó en Cromañon. Esa vez, ocurrió en la otra punta del autódromo, no se veía lo que pasaba».
Muchos seguidores se quedaron hasta tarde en el centro porteño. Tal fue el caso de Alejandra que llegó desde de Entre Ríos a apoyar a la banda: «Tengo mil historias con La Renga, vamos con mi hijo y mi marido. Mis vacaciones muchas veces las planeo según donde tocan ellos». Con su grupo de amigos también estaba Yolanda, de 46 años: «Estamos acá porque seguimos hace muchos años a La Renga. Hay mucha gente que no puede pagarse un pasaje y está esperando que La Renga toque en su ciudad». Sofía en cambio, de 16 años, pudo viajar a Córdoba al recital pasado: «Empecé a escuchar la banda a los siete, por mi papá y mi tío. En 2014 los fui a ver con ellos por primera vez, y ahora a Córdoba también fuimos juntos». Diego, escucha a La Renga hace 12 años, estaba en el Obelisco con su bebé y su mujer: «Estoy acá con mi familia. Quienes estamos acá nos vemos en todos los recitales. Sabemos cómo nos manejamos. Por eso decimos que somos ‘los mismos de siempre’ «, concluyó el seguidor.
Actualizada 14/06/2017
Jun 10, 2017 | Trabajo
En octubre de 1944, un coronel llamado Juan Perón opinó sobre el Decreto-Ley 7618/1944, que comenzaba a regular el trabajo de prensa en la Argentina: “No creemos haber hecho otra cosa que un acto de justicia. El panorama social que ofrecía la prensa mostraba el contraste tremendo entre unas empresas demasiado ricas con periodistas demasiado pobres”.
Casi 73 años después, tres banderas están acostadas en el suelo de la Plaza de la República: “Trabajadores de Tiempo Argentino presentes”, “Revista Veintitrés” y “No a los despidos en el grupo Crónica”. Uno de los hombres que las acomodan se calienta las manos con el aliento y el viento del 8 de junio. Tomás Eliaschev, secretario de Derechos Humanos del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) se cansa del frío y levanta el asta, ondeando la bandera, “así los compañeros que llegan la ven y se acercan”, dice. “Esta semana, junto a mis compañeras y compañeros de Revista Veintitrés quedamos en la calle. Estoy acá no solo por la angustia de cada familia que perdió el sustento sino por la libertad de expresión”, declara y se interrumpe para saludar al recién llegado Fernando “Tato” Dondero, Secretario General de SiPreBa, gremio que lucha por la representación que hoy detenta la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA), al que califica como un “gremio fantasma”.
Juntos esperan a periodistas de todo el país que media hora después van a empezar a marchar frente al Obelisco para visibilizar el reclamo por los 2500 colegas que perdieron sus puestos de trabajo desde diciembre de 2015. Más de la mitad de ellos, en Buenos Aires. Y este mismo día se anunció el cierre de la Revista Veintitrés, mientras que durante la semana se conocieron cuatro despidos en la agencia Télam.

El límite izquierdo de la columna, formado por un cordón de oficiales de la Policía de la Ciudad, acompañó la movilización.
Tato tiene el pelo largo, indomable, y del mismo color que el cielo que cerca de las 3 de la tarde ya suelta algunas gotas. “Nada para festejar en este Día del Periodista. Necesitamos paritarias sin techo, que las nuevas tecnologías dejen de ser usadas para volvernos trabajadores multifunción y que dejen de perderse voces”, señala.
Tato y Tomás forman parte de la cabecera al frente de la marcha que, al avanzar por Cerrito, despliega una cuadra y media de manifestantes. Camperas, gorros y bufandas se entremezclan con una veintena de bombos y redoblantes, banderas, pancartas y pecheras que en su mayoría dicen “prensa”.
El límite izquierdo de la columna que va llegando a Avenida de Mayo, está formado por un cordón de oficiales de la Policía de la Ciudad, que avanza al mismo ritmo tratando de controlar vaya a saber qué. Una joven osa pasar entre ellos hacia la vereda y es empujada hacia el centro de la marcha. Varios reaccionan y florecen los escudos, los gritos y las demostraciones de poder. Los enojos terminan cuando los uniformados se alejan. Se abandona la melodía de “Despacito”, cuya letra decía “Con SiPreBa, contra los despidos y multitarea”, y se empieza a cantar “Macri basura, vos sos la dictadura”.

“Nada para festejar en este Día del Periodista. Necesitamos paritarias sin techo, que las nuevas tecnologías dejen de ser usadas para volvernos trabajadores multifunción y que dejen de perderse voces”, comentó Fernando “Tato” Dondero.
A las 3 y media de la tarde, mientras el grupo llega a Avenida Callao, Gabriela Radice no canta. La periodista camina y observa seriamente bajo la visera de la gorrita azul que reza “SipreBa TV Pública”. “La realidad está siendo muy hostil para todo el gremio de prensa, por eso hay que salir a la calle”, dice. Y agrega: “Nuestro trabajo está vinculado ciento por ciento con la libertad, si no no se puede hacer”.
Turistas toman café en un bar. Miran, sacan fotos. Una ciudadana con botas de cuero que espera inútilmente el colectivo se queja de su suerte: “Siempre hay alguien rompiendo las pelotas”. Un conductor baja de su auto enojado porque dice que le golpearon el vehículo mientras quería atravesar la manifestación y le exige a la policía que haga algo. Uno de los vendedores le ofrece garrapiñadas a Marianela, delegada gremial en Clarín. La morocha, mientras sostiene un estandarte, rechaza el maní azucarado y comenta que necesita urgente una recomposición salarial. “UTPBA, que tiene la personería, no nos representa. Ya van cuatro años seguidos de firmar paritarias a la baja, este año con un techo de veinte por ciento en tres cuotas. Queremos que el Ministerio de Trabajo nos escuche y que las empresas dejen de pactar nuestro salario a espaldas de los trabajadores”.
Frente al edificio ministerial, un camión atravesado sobre Callao espera la llegada de los manifestantes, a las 4 en punto. La caja del inmenso vehículo es un palco, ahora lleno de reporteros gráficos que retratan la procesión. Una hora después, Tato Dondero estará cerrando con su discurso un breve acto organizado por la Mesa Nacional de Trabajadores de Prensa, formada, además de SiPreBa, por la Federación de Trabajadores de Cultura y Comunicación (FETRACCOM), la Federación de Trabajadores de Prensa (FATPREN) y el Sindicato de Prensa de Rosario (SPR).

La marcha frente al Obelisco tuvo como objetivo visibilizar el reclamo de los 2500 colegas que perdieron sus puestos de trabajo desde diciembre de 2015.
En esa misma cuadra hay un local de ropa que promociona “descuentos por manifestación”. El ministro Triaca no sólo tiene a los trabajadores de prensa en la puerta, sino también al gremio de químicos y petroquímicos, cuyos redobles de tambor laten y se entremezclan a un ritmo similar.
Las últimas palabras de Dondero antes del aplauso y la percusión final son: “Otra vez estamos en la calle. Vamos a movilizarnos todos los días, si hace falta. Los trabajadores de prensa sabemos que vienen por nosotros. No hay otro camino que la organización desde abajo y unidad, unidad, unidad”.
Actualizada 09/06/2017
Jun 9, 2017 | Géneros
Cientos de personas se manifestaron ayer frente a la Cámara de Apelaciones de San Martín para reclamar la liberación de Eva Analía Dejesús -Higui-, presa desde octubre de 2016 por defenderse con un cuchillo de un intento de “violación correctiva” propiciado por un grupo de varones, en la que uno de ellos resultó muerto.
Varias organizaciones sociales, de género y de diversidad se hicieron presentes en la jornada en protesta por lo que consideran un caso paradigmático en el que se evidencia un Poder Judicial “machista y patriarcal”.
Carla Gómez, de Defensorías de Género, opina: “Es una decisión política que Higui esté presa. Nosotres decimos que es una presa política del patriarcado porque hay antecedentes en los que un carnicero y un médico que asesinaron a los ladrones que los atacaron esperaron libres su sentencia”, en relación a que en 2016 Daniel Oyarzún, carnicero, atropelló y mató a un hombre que intentó asaltarlo, el mismo año en que el cirujano Lino Villar Cataldo (cuya causa fue tomada por el Juzgado de San Martín, el mismo en el que hoy se encuentra la causa de Higui) mató de cuatro tiros a un ladrón. Ambos fueron beneficiados con la excarcelación extraordinaria y esperaron el juicio en libertad. A Higui, en cambio, ya le negaron la excarcelación extraordinaria en la Cámara de Garantías y por eso su defensora, María Raquel Hermida Leyenda, apeló ayer a la Cámara de Apelaciones en la sala N°1 de San Martín.

Desde la Defensoría de Género opinan que es una decisión política que Higui esté presa. En la foto, Susana Reales, madre de Higui.
Hermida Leyenda declaró que en esa audiencia presentaron el pedido de excarcelación extraordinaria, dado que cuando intervino en el caso, había un gran faltante de pruebas y solo se tomó en consideración el relato de los atacantes de Higui. En lo que va del proceso de investigación, han logrado reunir una serie de pericias que antes eran inexistentes: “Esta audiencia tiene que versar sobre las circunstancias de los hechos y por las condiciones particulares de Higui. En este sentido, contamos con una pericia psicológica -que estuvo a cargo de la licenciada Alicia Castro-, la primera parte de la pericia psiquiátrica elaborada por el doctor Enrique Stola y a esto se incorpora también la prueba de la ropa de Higui, y un conjunto de testimoniales que están pedidas para terminar el proceso”, explicó.
En lo que respecta a la resolución que se tomará luego de la audiencia, la defensa se expresó sosteniendo que deberían liberarla de inmediato, ya que el sistema judicial busca que los y las procesadas “esperen el juicio en libertad”. La resolución, se estima, puede llegar a tardar una semana aproximadamente. Para Hermida no hay factores por los cuales la Cámara rechace nuevamente esta apelación: “Higui no presenta peligro de fuga, ni problema alguno para obstruir la justicia. Mi pregunta es ¿qué peligro de fuga puede representar una chica sin dinero, que además, cuenta solo con una bicicleta? Por otra parte, ¿de qué manera creen que Higui puede llegar a obstruir a la justicia si cuenta con título primario y carece de respaldo económico de cualquier tipo?”, aseguró la abogada.

Uno de los panfletos que se repartieron ayer, frente a la Cámara de Apelaciones de San Martín, donde se reclamó para la liberación de Eva Analía Dejesús -Higui.
En caso de que la resolución judicial sea a favor de la excarcelación, Higui cumpliría con los requisitos solicitados para cualquier persona que se encuentra excarcelada. Es decir, deberá presentarse una vez por semana en la comisaría, una vez al mes ante el juzgado, hacerse presente cada vez que sea requerido mediante notificación judicial, permanecer en un mismo domicilio, no modificar sus conductas, no consumir alcohol y, por último, no dar notas a los medios sobre la causa.
Si por el contrario, la Cámara de Apelaciones rechaza el pedido de excarcelación, el camino legal que le queda a la defensa consta de dos instancias más: “Queremos que Higui, como todas las mujeres, tengamos los mismos derechos y tratamientos, como el del carnicero o el cirujano, en lo que a legítima defensa se refiere. Si llegan a rechazar la excarcelación recurriremos al Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires donde presentaremos una nueva apelación -ésta sería la tercera instancia -.Por otra parte, hay otro expediente titulado “Incidente”, que tramita -ante el Juzgado de Garantías N° 6 de San Martín- la atenuación de la coerción, equivalente a la prisión domiciliaria. Es decir, la persona continúa detenida pero en su casa. Creemos que sería injusto no sólo porque coarta las libertades individuales, sino porque evidenciaría una clara diferencia entre mujeres y hombres”, afirmó Hermida Leyenda.

Varias organizaciones sociales, de género y de diversidad se hicieron presentes en la jornada de protesta.
La abogada, en declaraciones posteriores a la audiencia, declaró: “Fue una charla más que una audiencia. Los jueces indagaron, sobre todo, en los motivos por los cuales la investigación no había avanzado y se atrasaron las pericias, elles tenían muy en claro que las declaraciones del testigo eran irrisorias, decían que la víctima se había levantado después de dos puñaladas”.
El reclamo de la familia se enfoca en cuestionar Poder Judicial que defiende el derecho a legítima defensa cuando ésta involucra el derecho a propiedad privada pero no cuando existe una amenaza al propio cuerpo, más aún tratándose del cuerpo de una persona que no cuenta con privilegios de clase ni de género.

Higui está presa desde octubre de 2016 por defenderse con un cuchillo de un intento de “violación correctiva” propiciado por un grupo de varones, en la que uno de ellos resultó muerto.
Azucena Díaz, hermana de “Higui”, encabeza desde hace meses el reclamo por su libertad y enfatizó: “Tenemos muy claro que Higui está presa por ser pobre, lesbiana y mujer. Sabemos que ella está esperanzada en salir en libertad en estos días. Esperamos que este deseo se haga realidad”. Además, Azucena contó que Higui está muy bien de ánimo a pesar de la situación ya que “por lo menos le dejan jugar a la pelota y eso a ella le gusta mucho”.
Higui cumplió antes de ayer 43 años, se encuentra hoy en la Unidad Penal número 51 de La Plata, más popularmente conocida como “Magdalena”, había sido trasladada allí el 1º de junio de este año desde la comisaría segunda de San Miguel, lugar en el que se encontraba detenida desde el momento en que fue atacada. La carátula de la causa bajo la cual se la acusa es homicidio simple.
Su caso fue uno de los más resonantes en la marcha del pasado sábado 3 de junio por #Ni una menos.
Actualizada 09/06/2017