«Capacitación sí, sabados no»

«Capacitación sí, sabados no»

Los gremios docentes de la Ciudad de Buenos Aires realizaron un paro de 24 horas contra la eliminación de la capacitación en servicio, entre otros reclamos históricos.

La Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS), la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-Ctera), el Sindicato Argentino de Docentes Privados SADOP y la Unión Argentina de Maestros y Profesores (CAMyP) convocaron ayer a un paro docente en defensa de los derechos laborales ante las medidas tomadas por el Ministerio de Educación de la Ciudad.

El reclamo principal fue por la suspensión de la jornada denominada Espacio para la Mejora Institucional (EMI) que debería realizarse el 31 de octubre. El Gobierno porteño decidió trasladarla a un sábado con el argumento de no perder días de clase. Esto implicaría que los docentes deban presentarse a trabajar durante el fin de semana, algo por fuera de lo establecido por el Estatuto Docente ya que son sus días de descanso.

La jornada de protestas comenzó desde temprano en el centro porteño, donde ADEMyS realizó una concentración y una conferencia de prensa. A su vez, se organizaron distintas actividades descentralizadas en los establecimientos educativos como clases públicas, asambleas, semaforazos, y abrazos a edificios escolares.

La convocatoria a los “semaforazos” se anunció para las 12, en distintos puntos de la Ciudad. Uno de ellos se desarrolló en la esquina de Avenida Caseros y La Rioja, en el barrio de Parque Patricios.

Más de un centenar de docentes se acercaron con cartulinas y pancartas que contenían distintas consignas, entre las que se destacaron “basta de violencia a los docentes”, “nuestros derechos valen”, y “tocá bocina y apoyá la educación”.

El representante de la CAMyP, Fernando Messina, dialogó con ANCCOM y sostuvo que “el semaforazo tiene que ver con el avasallamiento que tiene el Gobierno hacia los derechos docentes. Hoy se engloba a las capacitaciones en servicio y los cursos de ascenso que históricamente eran los días de semana, y ahora quieren implementarlo los sábados. Las capacitaciones deben ser en servicio”.

Frente al posteo en redes sociales del jefe de Gabinete del gobierno porteño, Felipe Miguel aclarando que las capacitaciones serán pagas, Messina agregó: “Suponiendo que lo paguen en término, muchos docentes no van a ir ya sea por no estar de acuerdo o docentes madres solteras que no tienen con quien dejar a sus hijos. ¿Qué espacio para la mejora institucional se plantea si no va a estar toda la comunidad educativa?”.

Sin embargo, la suspensión de la jornada EMI no fue el único reclamo. Los gremios denunciaron problemas en la aplicación MIA que otorga las licencias médicas, ante casos de rechazo de licencia sin explicación alguna a docentes que presentaban graves problemas de salud, por lo que sufrieron el descuento de esos días. Los pedidos por la pronta normalización del sistema se suman a los reclamos históricos de problemas edilicios y de infraestructura.

La jornada de paro se trabaja al interior de las escuelas, para derribar el mito de que son los docentes quienes no quieren dar clase. “Hoy nos estamos preocupando porque los alumnos el año que viene van a tener 192 días de clase. Nosotros nos preguntamos, teniendo en cuenta que hay 30.000 alumnos que no tienen vacantes. ¿Esos alumnos dónde están hoy en día? Ellos no tienen ni un día de clase, ni hablar de 192”, reflexiona Messina.

Otra de las propuestas en el lugar fue la de Radio Abierta, a cargo de UTE-Ctera, para contar acerca de las diferentes problemáticas actuales. Monona Gutiérrez, Secretaria de Inicial del gremio, declaró: “También necesitamos que la obra social OBSBA nos atienda y nos dé respuestas. Es todos los días una cosa nueva. Los docentes nos cansamos y hoy acá se lo demostramos. Ascenso, sí. Capacitación, sí. Sábado, no”.

Por su parte, la ministra de Educación, Soledad Acuña, publicó en las últimas horas unos tweets en alusión al paro docente: “Sindicatos dicen que defienden la educación, pero dejan a los chicos sin clases. Otra vez. Otro día. Como si no hubiera sido suficiente con la pandemia, sostienen y alimentan la tragedia educativa”, y agregó “Usan a la escuela y a los chicos como campo de disputa partidaria y alientan a los centros de estudiantes a tomar colegios. Lo voy a decir una y mil veces. No importa cuál sea el argumento: el derecho a la educación no se puede vulnerar”.

Frente a los dichos de la ministra, Gutiérrez consideró que “tendría que estar una maestra al frente del Ministerio de Educación, y no una persona que no para de agredirnos y generar odio en nuestra comunidad educativa, un odio que no va a poder romper el lazo estrecho entre los padres, madres, alumnos, y la comunidad educativa en general”.

Desde ADEMyS, informaron que el paro tuvo una adhesión del 90 por ciento, y convocaron para el próximo jueves 29 de septiembre para definir la continuidad del plan de lucha.

“No será con nuestra complicidad el ataque a la escuela y universidad pública”

“No será con nuestra complicidad el ataque a la escuela y universidad pública”

Con el comienzo de 2019, el Gobierno sigue firme con la política de no convocar a negociaciones paritarias, lo que provocó manifestaciones por parte de la comunidad educativa en los meses de diciembre y enero, y generó un acatamiento de casi el 90% a un paro nacional el 6, y 8 de marzo, este último día en coincidencia con el paro nacional de mujeres.

El mes de marzo siempre pone a flor de piel diferentes realidades en una Ciudad por momento caótica. Con la vuelta de las vacaciones y ante el inminente inicio de clases, los gremios docentes CTERA, Ademys, la Conadu y SADOP convocaron al cese de actividades por 72 horas. La primera de las gremiales docentes, con Sonia Alesso a la cabeza, estuvo presente, cerca del mediodía, en la Plaza de Mayo para manifestar su repudio a la política educacional del macrismo. Además, en la semana mediante un comunicado, exigió inmediatamente “la recomposición de las negociaciones salariales sin techo, condiciones dignas para enseñar y aprender”, defendiendo así el sistema provisional y al mismo tiempo oponiéndose a la reforma laboral.

El rechazo de la comunidad docentes y las gremiales es hacia el decreto 52/18, que quitó el derecho de la negociación colectiva a todos los docentes del país. Esto incumple la ley de Financiamiento Educativo Nº 26.075 y pone en riesgo a los alumnos y al ambiente de trabajo. Lo cierto es que Alejandro Finocchiaro, ministro de Educación de la Nación, en la reunión con sindicatos nacionales, anunció el aumento del salario mínimo docente a 15.000 pesos. En contraposición, una familia tipo necesita 26.443 pesos -según el INDEC- para no caer en la línea de la pobreza, con respecto a la canasta básica propuesta por el Gobierno.

Mariano Recalde, legislador de la Ciudad de Buenos Aires por Unidad Ciudadana, declaró en la marcha a ANCCOM: “Lo que se ve hoy es docentes reclamando cuestiones básicas a un Gobierno que le da la espalda a la educación”. Teniendo en cuenta lo ocurrido con el proyecto de UNICABA, la legislatura porteña se ha convertido en un escenario de lucha, pero que cuenta, luego de muchos años con la mayoría del oficialismo: “La situación es extraña. Es la primera vez que el Gobierno tiene la mayoría absoluta y automática en la Legislatura. Se ha convertido en una escribanía. De todas maneras, estamos dando la pelea ahí, haciendo que se escuche la voz de los vecinos”, explicó Recalde. “La idea es recuperar la inversión, que se construyan las escuelas que se aprobaron por mail. No exigimos los kilómetros de subte, sino que el Estado se haga presente en base a lo que se pautó”, culminó Recalde, exigiendo a la vez declarar la emergencia nacional educativa.

Santiago Gándara, miembro de la CONADU Histórica también dialogó con ANCCOM y se refirió a la facultad de Ciencias Sociales, en la que se desempeña como titular de cátedra de Teorías y Prácticas de la Comunicación II: “Tenemos previsto un plan de lucha y el no inicio de clases para el 25 de marzo”.

Con el sol impactando de lleno en los cuerpos de los presentes en Avenida de Mayo y Bolívar, la marea de banderas no se detuvo en ningún momento, a pesar de ser jueves al mediodía, con una temperatura que superaba los 30 grados. Al costado de las columnas del Cabildo se dispuso un escenario donde tomaron posición los más importantes referentes del movimiento gremial docente. En primer lugar, Carlos De Feo, Secretario General de CONADU abrió el acto exclamando: “Mientras haya un maestro, una maestra, un profesor o una profesora de pie, este pueblo no va a estar de rodillas y seguiremos luchando”. Además declaró: “Este Gobierno fracasó en todo lo que se propuso, pero además fracasó en detener esto porque no nos van a doblegar, vamos a vencer”.

El calor no parecía ser enemigo de una plaza que crecía en caudal de gente con cada minuto que pasaba. Y la cofradía entre públicos y privados se hizo más presente que nunca con el discurso de la secretaria General de SADOP, María Lazzaro: “Le pedimos al Gobierno que nos convoque a paritarias de las que nos ha excluído sin ningún argumento. Hoy los docentes públicos nos han unido reclamando que hay 30.000 docentes que desde el año 2017 no reciben un solo peso de aumento”. Según un relevamiento de los privados, se estima que el acatamiento al paro tuvo un 76% de efectividad por parte de los suyos, cuando en el público se estima un acatamiento del 90% a nivel nacional, según fuentes de la CTERA.

Promediando la una de la tarde, el escenario ya era una postal de hermandad. Todos los gremios docentes aunados bajo un mismo reclamo. Las insignias eran apenas diferencias y los colores conformaban un cuadro de unión frente a aquellos que creen que podrán avanzar sobre la educación pública. Para cerrar, Sonia Alesso, secretaria General de CTERA declaró ante la multitud de alumnos y docentes mancomunados y unidos en defensa de la educación pública: “Estamos nuevamente en las calles para juntos decirle a la sociedad que no será con nuestra complicidad que realicen el ataque a la escuela y a la universidad pública.” Para finalizar sentenció: “Aunque no quieran escucharlo, nuestros pibes y pibas llegan con hambre a la escuela. Aumentó la pobreza y no podemos ser indiferentes ante ese dolor. Nos quieren callados, arrodillados y disciplinados”.

Masiva marcha de universitarios

Masiva marcha de universitarios

Marcha,banderas, carteles, antorchas.

La Marcha de antorchas convocó a docentes, investigadores y estudiantes de todo el país.

Eran las cinco y media de la tarde cuando la comunidad universitaria empezó a tomar la calle. La multitudinaria “Marcha de antorchas” convocó ayer a docentes, investigadores y estudiantes de todo el país bajo un mismo lema: la defensa de la educación pública y el salario docente. La movilización -preludio de la Marcha Federal convocada para la semana próxima- fue motorizada por las federaciones gremiales docentes Conadu y Conadu Histórica, la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), y el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), junto a las agrupaciones de cientifícos y centros de estudiantes de todo el país.

La protesta se gestó ante el rechazo de la propuesta del gobierno de un aumento salarial a los profesores universitarios de un 15% abonable en cuatro cuotas y sin aplicación de cláusula gatillo. Los gremios exigen un 25% de aumento y aplicación de cláusula gatillo.

En ese contexto, la masiva movilización de este jueves quedó ampliada a una dura crítica a la política económica oficial, los tarifazos y las negociaciones por un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En diálogo con ANCCOM, el secretario general de CONADU, Carlos De Feo, comentó que “la protesta no es únicamente por el salario ni por el presupuesto sino por una Universidad inclusiva y democrática que hoy, desde el gobierno, se pretende transformar en elitista y para pocos”. Además, advirtió la preocupación de la comunidad educativa por la vuelta al FMI. “Ya conocemos las consecuencias de esto, sabemos que se viene más ajuste en el Estado y que va a impactar fuertemente en las universidades”, anticipó.

Un mano sostiene dos velas encendidas dentro de un vaso.

Las antorchas se hicieron visibles cuando empezaba a anochecer.

La movilización hacia la Plaza de Mayo se mezcló en un tramo con el reclamo convocado por movimientos sociales, sindicatos y partidos políticos en rechazo al acuerdo con el FMI. Alrededor de las 18:00, docentes, estudiantes e investigadores -y también algunos dirigentes políticos- comenzaron a avanzar lentamente detrás de una bandera que rezaba “en defensa de la Universidad pública”. Media hora después, cuando ya empezaba a anochecer, se encendieron las primeras antorchas, muchas de ellas fabricadas en caña y con un mechero. Otras, portadas por estudiantes y autoconvocados, eran más improvisadas: una vela y una botella cortada, una latita con aceite en un palo, un tachito con una vela en el medio. Las banderas gremiales, los carteles, la música del camión que sirvió de palco para el acto de cierre, algunos bombos y pirotecnia acompañaron el camino. En los carteles se veían varias caras: el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el ex titular de Economía, Domingo Cavallo; el presidente Mauricio Macri; y de la cara visible del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. La presencia policial fue escasa y se concentró en el ordenamiento del tránsito.

A las 19:00 el camión llegó frente a la Plaza de Mayo junto al Cabildo, y el acto comenzó con el Himno Nacional Argentino. Antes de que hablaran los referentes sindicales, la marcha entera gritó a coro y varias veces “viva la Patria, viva la Universidad, viva la educación pública” y “Patria sí, colonia no”.

Personas marchando con antorchas, banderas y carteles.

La movilización se amplió a una dura crítica a la política económica oficial, los tarifazos y las negociaciones con el FMI.

Los oradores fueron Roberto Baradel, secretario adjunto de CTERA; Luis Tiscornia, secretario general de la CONADU Histórica; Alejandra Lopez, secretaria general de SADOP; Ricardo Mozzi, paritario de FAGDUT, y De Feo. Todos manifestaron un efusivo rechazo a las políticas del gobierno, cuestionaron con énfasis las negociaciones con el FMI, e hicieron hincapié en la necesidad de la lucha “en conjunto” de toda la comunidad educativa.

“Tenemos que defender la educación pública y luchar por paritarias sin techo, pero también por la inversión educativa y el financiamiento. El acuerdo con el FMI es menos educación y más pobreza. Y por eso lo rechazamos”, subrayó Baradel.

Mujer con banderas sosteniendo una antorcha.

Las banderas, los carteles y las antorchas se alzaron en defensa de la educación pública.

Unas horas antes de la protesta, el gobierno anunció un aumento del 5 por ciento a cuenta de los futuros incrementos que se definan en la negociación salarial. La Conadu cuestionó la medida por “unilateral”.

El acto finalizó con una desconcentración pacífica. Para las 20:30, la columna principal ya se había disuelto, pero algunas de las muchas antorchas se resistían a apagarse.

Caer de a miles

Caer de a miles

La Plaza de Mayo se tiñó de blanco. De acuerdo a las estimaciones de los organizadores, 400.000 docentes y estudiantes de diversos puntos del país protagonizaron el capítulo final de la Marcha Federal Educativa con un multitudinario acto frente a la Casa de Gobierno. Algunos agrupados en sindicatos, otros identificados  con alguna organización barrial o política partidaria, y otros solos o en familia; pero todos con el mismo emblema: “Docente luchando también está enseñando”. La movilización llevó al centro de la Ciudad de Buenos Aires, frente a la Casa de Gobierno, el reclamo por la apertura de una paritaria nacional sin techo y salarios dignos.

Los docentes sumaron un firme apoyo ciudadano a una bandera que también se tradujo en un grito de defensa de la educación pública. La reivindicación de haber “caído” en la escuela estatal replicó como una consigna fundamental. Escuelas de nivel inicial, primarias, secundarias, terciarias, universidades, técnicas, y bachilleratos populares fueron actores centrales. Con guardapolvos blancos o pintorcitos cuadrillé, todos expresaron su apoyo a la educación pública y condenaron el lamento del presidente Mauricio Macri -apenas un día antes de la movilización- sobre los alumnos y familias “que no tienen más remedio que caer” en la escuela pública. 

De acuerdo a las estimaciones de los organizadores, 400.000 docentes y estudiantes de diversos puntos del país protagonizaron el capítulo final de la Marcha Federal Educativa.

La movilización coincidió con la segunda jornada del paro por 48 horas convocado por las seis confederaciones gremiales nacionales ante la negativa del gobierno nacional de llamar a paritaria nacional.

Las columnas comenzaron a ingresar al centro porteño poco antes del mediodía. Cuando las agujas marcaban las 12:00, Agustín (11) ya estaba en la Plaza Congreso, con guardapolvo blanco y de la mano de su mamá. “Venimos a  reclamar por nuestros derechos. Al Presidente no les interesan las escuelas ni la educación”, explicó.

Los docentes mostraron en el centro de la Ciudad las dificultades que atraviesan en toda la geografía del país.  Silvina Melger, de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), denunció el vaciamiento de programas escolares. “Si se ´cae´ en la escuela pública es porque ellos están haciendo un pozo y nos están desfinanciando. Pero es la educación pública la que nos acobija y nos levanta. Por eso, los maestros la defendemos a toda costa”, dijo.

Mientras una de las columnas avanzaba por Avenida de Mayo, Luis Bazar, de la Asociación de Educadores Provinciales (ADEP) de Jujuy, le contó a esta agencia que el reclamo no es solamente por mejores sueldos y paritarias sin techo, sino también para que se continúen entregando las netbooks y los libros a todas las escuelas rurales y que se avance con los proyectos educativos para adultos. “El 75% de las escuelas de la provincia son rurales. En Jujuy se han perdido los derechos, no sólo de los sindicatos, sino también de las organizaciones sociales. Todo el tiempo hay investigaciones y persecuciones. Vivimos con temor”, explicó.

Las columnas comenzaron a ingresar al centro porteño poco antes del mediodía.

Envuelto entre banderas y redoblantes, Roberto Succa, miembro de la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET) de Chaco, le pidió al gobierno que reflexione porque “debemos defender y fortalecer la educación para que la juventud pueda crecer mejor”. Y subrayó: “El gobierno debe reflexionar y llamar al diálogo”.

Las horas avanzaban y así lo hacían los pies apurados de los estudiantes de la secundaria Normal Superior Nº 5. Rebecca, alumna de 17 años, junto a sus compañeras, Julieta y Fiorella, explicóa que marcharon para “apoyar y compartir la lucha de los docentes”. Y agregaron: “Además exigimos mejores condiciones edilicias. Todas cosas que los afectan a ellos y a nosotros”.

“Preferimos estar dando clase y defendemos la educación pública. Por eso exigimos que se cumpla la Ley de Financiamiento y la Ley de Paritarias”, gritó, entre medio de cánticos, Paola Gutiérrez, de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER). Los dichos de Macri -el repudio se tradujo en casi todos los carteles que inundaron la Plaza- fueron un blanco especial. “Creo que lo dicen desde un desconocimiento de lo que es realmente la educación pública. Ojalá los docentes pudiéramos enseñarle a él como le enseñamos a nuestros alumnos. Tal vez así tendría otro pensamiento”, reflexonó en diálogo con esta agencia.

Cerca de las 14:00, ya en los alrededores de la Plaza de Mayo, Alejandra Guerrillero, de la escuela rural Nº 1414 de Mendoza, explicó que estaba en Buenos Aires para expresar su indignación. “No hay respeto por la diversidad ni la inclusión. Las escuelas tienen unas condiciones edilicias paupérrimas. El gobierno no quiere recibir a los chicos”, subrayó.

Los docentes mostraron en el centro de la Ciudad las dificultades que atraviesan en toda la geografía del país.

 “No a las políticas de ajuste. Paritarias abiertas ya” fue el grito que dio inicio al acto. Al lado del icónico Cabildo, Claudia, maestra de nivel inicial en la escuela 15 D.E. 18 de Parque Chacabuco, contó que “los distintos presidentes se deberían acercar a la historia de nuestro país, ya que tienen conceptos erróneos de la enseñanza. Es la educación la que te puede hacer libre de pensamiento”. Y finalizó: “Es más fácil crear un enemigo que atender los problemas sociales”. Mientras, desde el escenario, se escuchaba: “De la Antártida a La Quiaca los gobiernos tienen la obligación de garantizar la educación”.

Durante las dos horas que duró el acto pasaron por el micrófono distintas organizaciones políticas y sindicales. Entre ellas, la del secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) de Santa Fe, Pedro Bayúgar, quien llamó “a no arrodillarse ante el enemigo que tiene los medios masivos de comunicación a su favor”.

En primera fila escuchaban Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, y Taty Almeida, madre de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, quien con una sonrisa portaba la foto de Milagro Sala.

Asimismo, el jefe de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero, advirtió que «este Gobierno va por la escuela pública» y recordó que «tendríamos que estar discutiendo en paritarias la recomposición del salario».

Por su parte, Víctor Báez, titular de la Confederación Sindical de las Américas (CSA), dijo estar honrado de la lucha de los docentes y repudió las amenazas a la familia de Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA).

La última dirigente en hablar fue Sonia Alesso, secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA). Con voz cascada gritó: “La llave para destrabar el conflicto la tiene el gobierno y no los trabajadores. Es una batalla de ideas. Vienen por la educación”. Unas pequeñas gotas cayeron del cielo, pero eso no interrumpió el acto.  “A militar todos”, convocó Alesso.

 

Actualizado 23/03/2017