El verdadero coche cama

El verdadero coche cama

En pleno invierno, la Fundación Flecha Bus habilita en el centro porteño una serie en de micros en desuso para que las personas en situación de calle puedan dormir abrigados. Una crónica de ANCCOM junto a la revista Hecho en Buenos Aires.

Hace cero grados. El viento que se cuela por las camperas hace temblar a quienes pasan cruzando la Plaza de Mayo, acortando camino con pasos largos. Una fila de más de cuarenta personas se agrupa en las escalinatas de la Catedral para recibir un plato con comida caliente y café. Algunos pasan su vianda de  plástico y su vasito térmico para atrás antes de sentarse a comer, se lo dan a su amigo, a su hermano, a su hija o a su pareja. Mientras esperan se ríen mirándose a los ojos, exhalando el vapor del invierno porteño. 

En medio de una ola polar, más de 8.000 personas en situación de calle están expuestas a la inclemencia del frío y al aumento de la pobreza en la ciudad. Varias organizaciones se unen para dar una mano en un contexto en el que no hay una propuesta estatal o gubernamental que proteja a quienes no tienen donde cuidarse de las temperaturas que siguen bajando. 

“La calle no es lugar para vivir”, repiten los carteles de Red Solidaria, la agrupación que lleva adelante la campaña Frío Cero hace ya 12 años, dando alimento y abrigo a quienes lo necesitan.

La Fundación Flechabus se unió al programa en 2022 con la iniciativa Micros Solidarios, donde ofrecen un lugar para dormir a casi 100 personas cada noche. La empresa puso a disposición coches acondicionados con colchones. Debido a su antigüedad, los micros fueron donados por la empresa y remodelados. Al principio, ofrecían paseos a las personas en situación de calle como resguardo durante el invierno, y en 2023, en el marco de la campaña Frío Cero, comenzaron a funcionar como refugios móviles. 

“Lo que hacemos es venir y buscar gente de la calle que no tiene donde dormir, se les da una vianda de comida, se les hace un recorrido buscando más gente por Rivadavia hasta Callao, Avenida Libertador, volviendo por Alem y se estaciona el micro de nuevo en el mismo lugar. Duermen acá calentitos toda la noche y a las 7 de la mañana se les da un desayuno”, cuenta Daniel Figueroa, chofer de General Urquiza, empresa que también se sumó a la campaña. Aunque dentro del bus se siente el calor de la calefacción, tiene la nariz enrojecida por el hilo de frío que entra por la ventanilla. 

Arriba, el coche de larga distancia que conduce Daniel está equipado con asientos semi cama. “Ahora está todo cada vez más organizado. Antes subían con sus cosas, con bolsos y todo, ahora les damos el ticket verde igual que el que te dan cuando viajás así no se confunden las cosas de cada uno”, cuenta el chofer. “Es lindo ayudar, hay muchos chicos y gente grande que está en la calle. Al menos acá pueden dormir seguros y con calefacción”, agrega. Daniel comenta que la primera noche de julio se llenaron tres micros y el cuarto quedó por las dudas, por si se acerca más gente, es el que maneja él y se queda haciendo guardia por si alguien más necesita un lugar donde dormir. 

Mientras tanto, los otros tres colectivos llevan a todos a dar un paseo por Avenida Alem, el ex-Centro Cultural Kirchner, Puerto Madero y vuelven. En el recorrido van observando atentos para ver si pueden subir a alguien más. 

“Hay algunos que vienen hace varios inviernos, otros que se suman todos los días, entre ellos van pasándose la información, se comparten los lugares para dormir, comer o abrigarse”, explica Paula Barragán, coordinadora en Red Solidaria desde hace 8 años. Ella trabaja como docente en un colegio en Cardales y se sumó como voluntaria fija en la red después de una colecta que realizaron en la escuela juntando mochilas para Haití. 

Entre los que duermen en los micros hay muchas familias completas, niños, mujeres embarazadas y adultos mayores, varios se conocen entre sí y tienen confianza con los organizadores. “Mañana cumplo 81 años, ¿sabías? Yo te voy a mostrar”, le dice Miguel Félix a Paula. El señor saca el documento y se lo muestra. El registro dice 2 de julio de 1950, pero él afirma haber nacido 6 años antes. “Antes te anotaban 5, 6 o 7 años después, era así”, asegura. “Me parece que me dijiste que tenías 81 para te diga qué bien qué estás”, le devuelve Paula. Félix la invita a bailar, insiste en hacer una fiesta el día siguiente para festejar el cumpleaños y le dice que está contento porque pasó de fumar tres atados de cigarrillos por día a solo uno. Poco después decide irse a dormir y sube los escalones del micro de a poco, ayudado por su bastón de madera. 

Todos a bordo

“Me conocen como el famoso bailarín de Plaza de Mayo”, sonríe Javi, otro de los chicos que duerme todas las noches en los micros. Cuenta que tiene un show en calle Corrientes y Florida los viernes y los sábados, y que lleva su parlante a todos lados. Paula le da empujoncitos en la espalda con ademanes de maestra para que entre al micro estacionado, pero él quiere seguir charlando. “Somos como una familia, festejamos juntos los bautismos, comuniones, todo. Con las madres tenemos un grupo de Whatsapp así que nos avisan cuando alguno va a jurar a la bandera o si tiene un acto importante. Muchas veces acompañamos nacimientos y después intentamos estar lo más posible en la primera infancia”, cuenta la coordinadora parada frente a la entrada de la Catedral.

Para organizar Micros Solidarios se unen varias agrupaciones pero la principal es Red Solidaria, el punto de unión entre la Fundación Flechabus, los Hogares de Cristo, además de voluntarios autoconvocados. Todas las noches se encuentran en Plaza de Mayo y a las 19 ya están empezando a repartir la comida, después dan el paseo y para las 22 ya están de vuelta en la plaza. La organización es un trabajo conjunto para el que también coordinaron con el Gobierno de la Ciudad. Al lado del autobús de la empresa Chevallier, dos funcionarios con visera amarilla vigilan al lado de una camioneta del gobierno porteño, asegurándose de que los micros tengan un lugar donde estacionar. 

Cuando quedan solo los coordinadores abajo, se acerca un chico con timidez, abrigado con gorro, visera y varios buzos, hablando bajito y sacando la voz desde dentro de las capas de abrigo, dice algo tan bajo que casi no se escucha. Paula le pone la mano en el hombro y le muestra la entrada al micro. Nacho, voluntario y compañero de Paula, lo hace subir. Dentro del micro dos chicos se abrazan acostados mientras miran un video en la tablet, algunos suben con el café en mano, los que llegaron más tarde cenan en la cama el estofado todavía humeante, y otros ya descansan, tapados hasta arriba.

Paula cuenta que con lo que más necesitan ayuda es con la difusión y con los voluntarios. “Hay de todo para hacer, preparar la comida y traerla, sumar algo caliente para tomar, servir el alimento o quedarse a la noche acompañando. Aunque el micro sea todo de mujeres, siempre hay un hombre acompañando en cada uno”, explica.

Si bien el programa está activo todos los días de la semana, algunos son especiales. Los lunes la comida es preparada por los vecinos del barrio, que ponen un menú en común o se juntan a cocinar y llevan las viandas ya preparadas a la plaza. Los viernes son los días más activos porque se centralizan las distintas propuestas artísticas y musicales. Así, bailan, cantan y reciben donaciones de ropa, juguetes y artículos de higiene personal. 

Los coordinadores coinciden en que lo más necesario en este momento es la difusión, ya que algunas noches se encuentran con un micro que quedó vacante, con suficiente espacio para que duerman al menos 40 personas. Sin embargo, hay otras formas en las que se puede ayudar.  “Para sumarse a participar nos escriben al Instagram de Red Solidaria y pueden ayudar sirviendo la comida, cocinando desde casa o compartiendo cualquiera de las campañas”, explica Paula. 

En la plaza y en los micros se genera un espacio seguro, una red que no solo sostiene desde lo material sino también desde lo afectivo, ofreciendo comida y también un abrazo.

Casi 12.000 personas están en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires

Casi 12.000 personas están en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires

El Tercer Censo Popular para relevar a quienes que viven en la vía pública arrojó el doble de personas que el recuento anterior, realizado en 2019. Y muchos más aún de los que declaran las cifras oficiales.

Las organizaciones que llevaron a cabo el Tercer Censo Popular de Personas en Situación de Calle en la Ciudad de Buenos Aires dieron a conocer este lunes los resultados iniciales. El primer dato es más que alarmante: contabilizaron un total de 11.892 personas, entre ellas, las que se encuentran en situación de calle efectiva y las que están temporalmente en Centros de Integración Social del Gobierno de la Ciudad. Esta cifra, cómo había adelantado ANCCOM, era tristemente esperada por las organizaciones y representa más del 50 por ciento de crecimiento desde el último Censo en 2019.

Los números del Tercer Censo fueron muy superiores a los datos que brinda el Gobierno de la Ciudad. Las organizaciones advierten que la población que vive en la vía pública no deja de crecer y denuncian que la calle no es un lugar para vivir y tampoco para morir. Entre las organizaciones que convocaron para realizar el censo estuvieron Proyecto 7, Irrompibles, Barrios de pie, Red Puentes, Nuestra América Movimiento Popular y La Patria es el otro. Miles de voluntarios recorrieron la ciudad y encuestaron a quienes encontraban instalados en la calle.

En un contexto de crisis creciente, cuándo en el país ya suman nueve personas fallecidas en situación de calle en lo poco que va del invierno, las organizaciones exigen tanto al Gobierno de la Ciudad como al nacional el estricto cumplimiento de la Ley 3.706 de Protección y Garantía Integral de los Derechos de las Personas en Situación de Calle y en Riesgo a la Situación de Calle con un presupuesto adecuado a las necesidades. Además, piden que se garantice el ingreso inmediato a los dispositivos de CABA junto con alimentos y mantas. Por otro lado, solicitan que se declare la emergencia en situación de calle y adicciones en la Ciudad, que se aumente el presupuesto a los programas vigentes y que sean de gestión accesible, que sea menos burocrático.

También exigen prohibir el uso del lenguaje ofensivo, discriminatorio, estigmatizante por parte de cualquier funcionario que trabaje en organismos o instituciones que dependan del Gobierno de la Ciudad, las fuerzas de seguridad y espacios públicos, hacia las personas en situación de calle. Le suman el pedido de cese inmediato de la represión y persecución a esta población, como también que se distribuyan las frazadas que tiene en sus depósitos el Ministerio de Capital Humano.

Según Horacio Ávila de Proyecto 7, “son 75 mil frazadas las que tienen en los depósitos”. Esta organización realiza desayunos y ollas solidarias en Once, Constitución y Flores a las cuales según nos cuentan, cada vez asiste más gente.

Actualmente, la administración gubernamental de la CABA posee una red de 48 dispositivos que están colapsados y sin vacantes. Según pudo saber esta redacción en diálogo con diferentes organizaciones, el gobierno de la Ciudad continúa sin dar respuesta.

 

Hipócrates estaría orgulloso

Hipócrates estaría orgulloso

¿Me regalás una hora? es una asociación de médicos y enfermeros voluntarios que atienden a personas vulnerables y en situación de calle. Crónica de una jornada en las escalinatas de la Catedral Metropolitana.

La temperatura en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a las 19:40 marcaba 4.6°, y la Catedral Metropolitana era iluminada por dos focos de una luz amarilla y los focos blancos que cruzaban la calle de la histórica Plaza de Mayo. Había gente en las escalinatas con frazadas y unas ollas que brindaban un recipiente con comida caliente a los presentes. A un costado, otro grupo de personas con chalecos blancos que en su espalda llevan escrita una pregunta: ¿Me regalás una hora? Adriana Arancibia, licenciada en Enfermería y referente de las atenciones que se brindan en Plaza de Mayo y Barracas, dio por comenzada la recorrida cuando dijo: “Hoy no va a haber colectivo sanitario, vamos a hacerla como lo hacíamos en los inicios, en la calle”. Se colocó su chaleco y con uno de los voluntarios fue en búsqueda de gente que necesitara atención médica. Los demás se colocaron barbijos y guantes, armaron dos mesas y alrededor de ella colocaron pequeñas banquetas de plástico. Bajaron de un auto tres recipientes con cajas de medicamentos y otros rellenaban planillas con la iluminación de las linternas de sus celulares. En un transcurso de veinte minutos llegaron las personas que necesitaban de atención médica, familias de hasta cuatro integrantes con niños y adolescentes, jóvenes que no pasaban los treinta años y adultos de la tercera edad. Mientras uno de los voluntarios los agrupaba por filas, las doctoras dialogaban con ellos, los revisaban y rellenaban planillas en caso de tener que recetar algún medicamento.

¿Me Regalás Una Hora? es una Asociación Civil integrada por profesionales de la salud y no profesionales voluntarios, que brindan atención médica gratuita a personas en situación de calle y vulnerabilidad social. Hacen puntos de encuentro en distintas calles de Capital Federal; el Gran Buenos Aires o en lugares físicos como iglesias, comedores o clubes de barrio. También están en Chaco, Corrientes y Formosa.

“¿Y PAMI dónde está?”, dijo un jubilado y sonrió irónicamente; luego se sentó en una banqueta y le contó a la médica que sentía dolor en su pie derecho. Lo tenía hinchado y apenas podía caminar. Pero no solo eso, también quería ser escuchado por alguien, conocía a los miembros de la Asociación. Al retirarse, abrazó a muchos de ellos y les agradeció la atención: “Con esto tiro un par de días”, dijo. Pero las voluntarias fueron insistentes en que tenía que acercarse a un centro de salud para que el tratamiento sea continuo y los dolores en algún momento desistan.

“Muchos tienen problemas respiratorios, entonces ya nos conocen, nos piden medicación de las que ya saben que le damos –contó a ANCCOM Arancibia–. Eso es lo que nos diferencia de otras ONG, nosotros no hacemos solo atención incidental sino que los pacientes tienen un tratamiento y tratamos que tenga continuidad”.

Todo comenzó en el 2014 cuando Mariano Masciocchi, presidente de la ONG y médico cardiólogo, montó un consultorio y brindó atención médica gratuita en la parroquia San Carlos Borromeo en el barrio de Almagro. Luego de dos años de estar haciéndolo solo, el cardiólogo publicó un aviso en la red social Facebook que se hizo viral: “Si conocés a alguien que no tenga cobertura médica, que esté en una mala situación y necesite atención médica gratuita y medicamentos, contale que desde hace dos años atiendo los sábados desde las 10 en un consultorio gratuito a la comunidad». Y logró sumar 150 voluntarios en diferentes zonas del país que hoy en día colaboran con la causa.

La temperatura continuaba en baja: para las 21 el Servicio Meteorológico Nacional marcaba 2.4º. Los voluntarios estaban extenuados, en tan solo una hora y media atendieron a veinte pacientes. Masciocchi contó cómo culminó esta jornada para él: “La verdad que contentos, cumplimos nuestro objetivo y trabajamos un montón con este frío. Muchos problemas respiratorios, gente con dolor y angustia. Acabamos de ver cuadros más allá de una gripe; por ejemplo, atendí a un chico que tiene una otitis supurada, significa que sale el pus del oído directamente, es decir, eso es algo grave”.

“Imaginate estar en una plaza, sin equipo para realizar un electro o radiografías y teniendo que hacer diagnóstico –explicó–. Sin embargo, lo importante es que formemos también nuevas generaciones de médicos que aprendan a pensar distinto, que son los que nos van a atender a nosotros en el futuro. Lo hacemos con el objetivo de descomprimir estas necesidades”.

Necesitamos un móvil propio o un lugar propio –explicó–. No tenemos donantes o sponsors, nosotros nos manejamos en forma gratuita y solidaria, nunca hemos cobrado nada, ni nos hemos llevado nada. Salvo, obviamente, la alegría y el corazón pleno de haber hecho lo que creemos que está bien”, dice Masciocchi..

Carolina Guaman, médica residente en cardiología, contó lo que es para ella ¿Me Regalás Una Hora?: “Es dar una pequeña parte de mí a las personas que más necesitan. Y qué mejor forma que hacerlo acá. Darle un pequeño minuto a las personas que no pueden acudir a un centro médico o no tienen prepaga. Dar un pequeño apoyo de nuestra parte siento que suma mucho”. Por otro lado, cuando fue consultada por las patologías que se repitieron a lo largo de la noche sostuvo que por motivo del invierno, se encontró con cuadros de neumonía o afecciones respiratorias.

Arancibia, por su parte, asegura que las patologías que se atienden dependen mucho de la época, y que generalmente notó muchas personas con traumatismos y dolor corporal: “Siempre digo que tenemos una máquina expendedora de analgésicos porque realmente hay gente que está con mucho sufrimiento, aparte del emocional. Hoy atendimos muchas afecciones respiratorias y traumatológicas”. 

Por último, Masciocchi enfatizó en la importancia de que más profesionales de la salud se sumen a ¿Me regalás una hora?, entre otras cosas para poder hacer seguimientos de los tratamientos de pacientes con enfermedades crónicas. “Necesitamos un móvil propio o un lugar propio –explicó–. No tenemos donantes o sponsors, nosotros nos manejamos en forma gratuita y solidaria, nunca hemos cobrado nada, ni nos hemos llevado nada. Salvo, obviamente, la alegría y el corazón pleno de haber hecho lo que creemos que está bien”.

 

 

 

Puntos de atención

 

Plaza Miserere Juana Azurduy en Avenida Rivadavia y Avenida Pueyrredón.

San Pedro Armengol en Coronel Burela 31, Gerli, Lanús.

Plaza Barrancas de Belgrano en Zabalía 2038, CABA.

Villa Soldati – Nuestra Señora de Fátima en Mariano Acosta 2920, CABA.

Santuario de San Expedito en Bartolomé Mitre 2350, CABA.

Plaza de Mayo en Avenida Rivadavia 500, CABA.

Sagrado Corazón – Barracas en Avenida Vélez Sarsfield 1351, CABA.

Catedral Anglicana San Juan Bautista en 25 de mayo 282, CABA.

Nueve personas en situación de calle ya murieron este invierno en todo el país

Nueve personas en situación de calle ya murieron este invierno en todo el país

Los datos los recopiló la ONG Proyecto 7, que el pasado fin de semana realizó un nuevo censo de las personas sin techo de la ciudad. Estiman un notable aumento de personas en esta condición.

La asociación civil enfocada en problemáticas de la vivienda Proyecto 7 realizó el Tercer Censo Popular de Personas en Situación de Calle de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El estudio se desarrolló en toda la ciudad a las puertas de la que sería, al menos hasta el momento, la semana más fría del año. En paralelo, la organización continúa con desayunos y ollas populares en Plaza Constitución y Once.

Horacio Ávila, fundador y referente de Proyecto 7, en diálogo con ANCCOM contó: “Fueron tres días consecutivos trabajando en conjunto con 800 voluntarios. Fue difícil por el frío, por las situaciones muy tristes con las que nos encontramos. Llevamos infusiones calientes y frazadas. Hay muchas abuelas y abuelos, muchas familias y pibes”.

Según esta organización, la cantidad de personas que habitan la calle no deja de crecer. Eso se pone de manifiesto cuando se compara la cantidad de lugares a donde pueden recurrir por un plato de comida caliente, por un espacio donde dormir. En 2019 había 26 dispositivos en CABA, en la actualidad 48. Desde el Gobierno de la Ciudad manifiestan públicamente que ellos tienen espacios pero que las personas prefieren estar en la calle, que no quieren ir porque hay horarios que cumplir.

Pero, por otro lado, cuando los vecinos de la ciudad llaman al 108, Línea de Atención Social Inmediata, para denunciar que una persona está en situación de calle y necesita asistencia, la respuesta es que no hay vacantes. Entonces, ¿preferencia o desidia del Estado? 

También hay problemas particulares. Por ejemplo, muchas familias que están en la calle no tienen espacio porque hay sólo dos dispositivos gubernamentales que pueden albergarlas. El resto son sólo para hombres o para mujeres y niños. Además, no son aptas las mascotas ni tienen lugar para dejar los carros que utilizan para cartonear.

A la espera de las cifras, Ávila estimó que, en relación al Censo que realizaron en 2019, “debemos tener por lo menos un 50 por ciento más de personas en situación de calle”. En ese entonces se contabilizaron 7251 personas. Esperan tener los datos para la semana entrante, cuando realizarán una conferencia de prensa para comunicar otras acciones.

La semana que inició con ola polar ya dejó el saldo de dos personas fallecidas por el frío. Las cifras arrojan que el invierno pasado murieron 11 personas en situación de calle en Capital Federal y 28 en todo el país. En los diez días que van de este invierno ya se contabilizan nueve fallecidos. En CABA son tres, dos en Mendoza, uno en Misiones, uno en Gral. Roca, uno en Santa Fe y otro en Mar del Plata.

Justamente en este distrito de la costa los vecinos denunciaron a las cuadrillas que responden a la intendencia de Guillermo Montenegro y que monitorean la calle, porque corren a las personas y les quitan lo poco que tienen. Al respecto, Ávila manifestó que “hay una impunidad y ausencia del Estado generalizada”. Recordó que Montenegro “fue el ideólogo de la UCEP”, la Unidad de Control del Espacio Público que monitoreaba las calles de CABA con prácticas ilegales, denunciada por el Centro de Estudios Legales y Sociales, y agregó que “está copiando lo mismo en Mar del Plata y lo postea y repostea en sus redes sociales ufanándose de que está limpiando la ciudad”.

 

Manta corta

A los excluidos del mapa el invierno los encuentra surfeando a la muerte. Mientras tanto, la ministra de Capital Humano Sandra Petovello retiene 75 mil frazadas en los famosos depósitos de alimentos. El referente de Proyecto 7 asegura: “Hicimos un amparo y no tuvimos respuesta del Ministerio”. Y agrega que “es una provocación intencional, que cada vez haya más pobreza y más personas en la calle, es un contexto de violación de derechos, no sólo del gobierno de Jorge Macri, de Montenegro, sino que es a nivel nacional”.

Las organizaciones estiman que hay por lo menos cuatro generaciones en situación de calle. A los desayunos y ollas que realiza Proyecto 7 cada vez recurren más personas. “El lunes hicimos 10 ollas, que cada vez cuestan más, y en menos de una hora nos quedamos sin nada. Es muy triste ver que vas con una cantidad y que no alcanza”, se lamenta Ávila.

Desde esta organización también apelan a la solidaridad: “Antes de salir, para lo que sea, mirá bien, fíjate, revolvé, buscá, esa campera que tiene un poquito gastado el puño y ya no usas, esas bufandas que ni sabías que estaban…ponelos en la mochila, en el bolso… llevalo con vos, a alguien vas a cruzar, cuando se lo des míralas a los ojos, tomate ese segundo, vas a ver ese dolor, esa angustia y esas lágrimas contenidas que se niegan a salir porque si salen se congelan y convierten  en perlitas de cristal, no lo pensés, ¡hacelo!”, versa uno de los comunicados de la organización.

Cada vez hay más personas en la calle pidiendo alimentos, plata, tratando de juntar para alimentarse y refugiarse del frío. Una pieza de 2×2 con baño y cocina compartida sale 400 mil pesos por mes. ¿Quién puede en este contexto? La calle no es un lugar para vivir y tampoco para morir.

¿La legislatura porteña mira a la calle?

¿La legislatura porteña mira a la calle?

El gobierno de Javier Milei decretó que no habrá ayuda nacional para los sin techo y que cada jurisdicción se tendrá que hacer cargo de ellos. En una coproducción con la revista Hecho en Buenos Aires, ANCCOM le preguntó en campaña a los candidatos que políticas propondrían para esta cuestión.

Agentes de la Secretaría de Espacio Público e Higiene Urbana, acompañados por efectivos de la Policía, desalojaron este 4 de junio a Leonella y un grupo de personas en situacion de calle que pasaban la noche en un pallier de Juramento y O´Higgins, en la Ciudad de Buenos Aires.

El 18 de mayo la Ciudad votó y treinta bancas en la Legislatura porteña cambiarán de manos en diciembre. Afuera, en las veredas frías y sin promesas, hay personas que duermen bajo el cielo de Buenos Aires. Las cifras oficiales dicen que son poco más de cuatro mil, pero las organizaciones sociales aseguran que son muchísimas más. Las campañas hablaron de ellos: los sin techo, los sin nombre, los sin nadie. Se prometió de todo —desde la erradicación de la miseria hasta la gentrificación disfrazada de orden—, pero las promesas, como siempre, flotan. No bajan. No abrigan. No salvan. Mientras tanto, las Personas en situación de calle siguen ahí, esquivando a la policía, al hambre, al miedo. Resisten, no por épica, sino porque no hay otra. A continuación, lo que cada legislador electo dijo en campaña sobre las políticas que tienen para ellas.

“Adorni es Milei”

El secretario de Comunicación y Medios, Manuel Adorni, fue electo como candidato del oficialismo nacional. Su campaña se basó principalmente en su identificación con el presidente: “Adorni es Milei”, como se leía en los afiches diseminados por la ciudad. El candidato libertario, que propone “llevar el modelo de Milei a la Ciudad”, no presentó propuestas concretas orientadas a las personas en situación de calle. Sí prometió implementar “un Estado más chico y eficiente” y una “Ley Bases porteña”. En materia de vivienda, propone bajar el ABL, eliminar el impuesto a los Sellos —3,5% del monto de la compraventa, excepto en primera vivienda— y desalojar rápidamente a los “usurpadores” de casas. 

“San Toro”

Electo por la lista Es Ahora Buenos Aires, “San Toro” –tal como se autoproclamó en campaña–, planea “dar pelea contra el abandono de Jorge Macri y la crueldad de Javier Milei”. Parte de su campaña se centró en denunciar los negociados del Gobierno de la Ciudad con empresas privadas que prestan servicios en el territorio porteño. 

En cuanto a las personas en situación de calle, propone erradicar la indigencia en cuatro años con un enfoque que combine asistencia inmediata y soluciones estructurales. En tal sentido, promueve el plan «BsAs sin Indigencia», donde incluye un ingreso básico común, urbanización de barrios vulnerables y programas de reinserción laboral. Por otro lado, en su programa electoral también se afirma que la Ciudad estuvo planteada desde un modelo urbano que privilegia la especulación inmobiliaria sobre las necesidades humanas, lo que provoca una crisis habitacional sin precedentes, pérdida de espacios verdes y “una desigualdad territorial que fractura el tejido social entre un norte próspero y un sur olvidado”. Para ello, desde su plataforma propone realizar una auditoría integral sobre las ventas de tierras públicas y los convenios urbanísticos de los últimos 16 años; actualizar el Plan Urbano Ambiental y modificar el Código Urbanístico para limitar la construcción especulativa; proponer un Plan de Vivienda Integral que incorpore al mercado 20.000 viviendas ociosas; generar una transformación ecológica plantando árboles nativos para crear nuevos parques públicos y promover la urbanización de barrios populares. 

Una brújula ahí

La diputada nacional por Juntos por el Cambio, Silvia Lospennato, respaldó un proyecto de ley para crear una red de Centros de Integración Social de acceso voluntario y permanente, con atención las 24 horas, todos los días del año. El proyecto también contempla la implementación de un sistema de atención móvil y programas de formación y capacitación en oficios para facilitar la reinserción social y laboral de las personas en situación de calle. En una entrevista en Cortá por Lozano, ante la pregunta de Costa —actriz, panelista y humorista trans— sobre el estado de emergencia de los hospitales públicos, la legisladora confundió la ubicación del hospital Ramos Mejía, al que situó en el conurbano. El Ramos Mejía es uno de los lugares donde todavía sobrevive el Estado presente para las personas TLGBIQ+ que viven en condiciones de vulnerabilidad. 

“Vuelvo porque hay olor a pis”

Horacio Rodríguez Larreta encabezó la lista Volvamos Buenos Aires y basó su campaña en su capacidad de gestión, marcando las deficiencias de la nueva administración. “Trayéndolo a Jorge Macri del conurbano me equivoqué”, reconoció en una entrevista con Pedro Rosemblat. Consultado sobre sus propuestas para las personas en situación de calle, afirmó que “el Gobierno de la Ciudad tiene que hacerse cargo del problema. La situación social no es muy distinta a la que tuvimos durante mi gestión, y claramente antes había una respuesta con el Buenos Aires Presente”. 

En lo que respecta a la política habitacional, el legislador electo plantea que se deben seguir modelos que funcionaron en el exterior:  “Poder comprar o alquilar un lugar en la Ciudad es una aspiración permanente de los porteños. Hoy el Gobierno está dejando pasar oportunidades que en otras grandes ciudades, como Nueva York o Barcelona, supieron aprovechar”. Larreta propuso principalmente el Microcentro: “Hay infraestructura, subtes, colectivos y está lleno de oficinas vacías. Hay que generar vivienda ahí para que alquilen jóvenes y adultos mayores, con beneficios fiscales proporcionales al porcentaje de reconversión de cada edificio”. También remarcó la necesidad de recuperar la política de créditos de tasas bajas del Banco Ciudad y de garantías y facilidades para ingresar a un primer alquiler del Instituto de la Vivienda. “Todo eso se suma a lo que ya avanzamos en mi gestión respecto a la vivienda social: hicimos la mayor inversión en 50 años con la construcción de 5.000 viviendas, en la urbanización del Barrio 31, Rodrigo Bueno, Fraga o el Barrio 20”, afirmó.

La eterna presencia

Vanina Biasi, diputada por el Partido Obrero en el Frente de Izquierda-Unidad (FITU), encabezó la lista trotskista. Su campaña se basó en propuestas para mejorar los ingresos de los trabajadores de la Ciudad, denunciar la violencia de la Policía porteña contra jubilados, mujeres, disidencias y personas pobres, y visibilizar negociados del gobierno con grandes empresas. 

Ante el aumento de personas en situación de calle, planteó desde su cuenta en X que la Ciudad debe detener la criminalización, crear centros integrales de atención en cada comuna, generar empleo genuino y un plan de viviendas populares financiado con un impuesto a la especulación inmobiliaria. En una entrevista con Prensa Obrera, Biasi se refirió al problema de la vivienda en la Ciudad, denunció la concentración habitacional en pocos propietarios y propuso armar un banco de tierras en la Ciudad, para evitar que la especulación financiera encarezca los terrenos. También planteó que hay que aumentar los salarios y establecer un porcentaje proporcional a los ingresos mensuales de los trabajadores, que los alquileres no deberían sobrepasar.

Su compañero de lista, Luca Bonfante, propuso un impuesto a las viviendas ociosas. ya que hay 200 mil viviendas vacías en CABA —dato que surge de un pedido de acceso a la información realizado por el Cedesu (Centro de Estudios para el Desarrollo Económico y Social Urbano) al ENRE (Ente Nacional Regulador de la Electricidad) en 2022—. “Es falso que el mercado solucionará el problema habitacional. Solo fomenta la especulación con algo que no es un negocio sino un derecho”, afirmó.

La Ciudad soltó a Marra

Ramiro Marra, exlegislador por La Libertad Avanza, se postuló como candidato de la lista Libertad y Orden de la UCeDé pero por el bajo caudal de votos no logró entrar a la Legislatura. “Para la gente que lamentablemente no tiene dónde vivir y está en situación de calle, ya hay normativas”, afirmó el legislador que buscaba reelegir su banca en una entrevista con María Julia Olivan para Border Periodismo. Marra centró su campaña puntualmente en “erradicar a los fisuras”, como llama a las personas en situación de calle con adicciones o problemas de salud mental. “A los fisuras se les termina la joda. Vamos a incluir, en el código contravencional, duras sanciones y detenciones para los que dormitan y merodean en la vía pública, porque esto no es sano para nadie, aumenta la probabilidad de que ocurra un crimen y nos pone en situación vulnerable a quienes queremos circular en paz”, propuso en su spot electoral.

En cuanto a política habitacional, el candidato libertario es partidario de que la única regulación sea la del mercado. En enero de este año celebró vía la red social X la decisión del Gobierno nacional de retirarse de la construcción de viviendas. «El Gobierno no tiene que construir casas, su función debe ser la de generar condiciones óptimas para que las personas puedan acceder a créditos hipotecarios y proyectar ser propietarios”, afirmó. Durante su campaña, también propuso “pasar una aplanadora a todo el costo político de la Ciudad de Buenos Aires”, reducir a la mitad la cantidad de legisladores y eliminar a los comuneros.