La calle tiene memoria

La calle tiene memoria

Cientos de miles de personas se manifestaron en la Plaza de Mayo en el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia que por primera vez se dio en un contexto que tiene a un gobierno negacionista en la Casa Rosada. A 48 años del último golpe cívico-militar hubo, además, consignas en repudio a las políticas sociales y económicas de Javier Milei. También marcharon en el resto del país.

La jornada comenzó alrededor de las diez de la mañana cuando los organismos defensores de los derechos humanos coparon Avenida de Mayo desplegando en el piso una bandera conmemorativa con las caras de desaparecidos. Su extensión ocupaba varias cuadras, desde la intersección con la calle Piedras hasta el cruce con la Avenida 9 de Julio. Poco a poco se fueron ubicando en los espacios laterales los centros de estudiantes secundarios de colegios públicos porteños, quienes aportaron el color y el ruido típico de los más jóvenes cantando “El que no salta votó a Milei” o “Como a los nazis les va a pasar adonde vayan los iremos a buscar”. También llegaron las distintas asociaciones de derechos humanos.

Un poco más tarde, en la diagonal sur, presidente Julio Argentino Roca, comenzaron a reunirse las diferentes organizaciones de origen peronista y los sindicatos nucleados en la Confederación General del Trabajo. ANCCOM consultó a Andrés Rodríguez secretario general de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPNC) quien explicó su presencia “por lo muchos compañeros que sufrieron en carne propia la crueldad y bestialidad de la dictadura”. Por eso, destacó, reivindica las políticas de memoria, verdad y justicia y el “Nunca Más”. Rodríguez lanzó una dura advertencia contra el gobierno de Milei: “Los derechos humanos también tienen que ver con el empobrecimiento que están padeciendo actualmente los jubilados y los trabajadores, engrosando las filas de la desocupación, por eso movilizamos hoy para decirle basta al atropello de los derechos humanos que están llevando adelante desde el poder ejecutivo”.

Hacia el mediodía el espacio para moverse ya era ínfimo. Con el correr de las horas, cuando se acercaba el momento de los discursos, se redujo aún más. Sobre la plaza sobresalían los pasacalles con las leyendas “La patria no se vende, la vida no se entrega, el pueblo se subleva” y “30.000 vivos de verdad”, colocados por la organización La Poderosa. En paralelo los trabajadores del Banco Nación recolectaban firmas contra la privatización de la institución.

La cantidad de personas autoconvocadas y no agrupadas bajo ninguna bandera partidaria era notoria. Muchos llevaban el pañuelo blanco distintivo de las Madres de Plaza de Mayo. El momento de mayor fervor se dio con la llegada de Taty Almeida, a bordo de un taxi por sus dificultades para trasladarse, y de Estela de Carlotto. Más allá continuaba la música y algunas representaciones teatrales.

Cuando cerca de las dos de la tarde ya estaba todo dispuesto para comenzar con la lectura de documentos y las columnas avanzaban a su destino final en el centro de la plaza, ANCCOM divisó entre todos los asistentes al ex Jefe de Gabinete de Ministros Juan Manuel Abal Medina que comentó: “Siempre estar presente un 24 de marzo es muy relevante porque significa dar testimonio que los argentinos dijimos nunca más al terrorismo de Estado y la violencia estatal”. El politólogo, quien debió exiliarse junto a su familia en México a los 14 años de edad, también indicó que quienes gobiernan se hacen los distraídos “por eso el compromiso debe ser más fuerte que nunca”.

El poder de las palabras  

Las primeras en subir al escenario fueron las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que hicieron referencia a la impunidad de ciertos poderes cómplices de los crímenes cometidos por la dictadura. Reclamaron que se continúe con la política de juzgar y condenar a los represores y lanzaron duras críticas dirigidas puntualmente hacia Victoria Villaruel, la vicepresidenta de la Nación, por su controversial postura abiertamente negacionista de las atrocidades cometidas por los militares genocidas. En cuanto a la situación actual del país tocaron el tema con un concepto fuerte: “Nunca más miseria planificada”. También pidieron por una ley que fije penas a los funcionarios que utilicen discursos que niegan lo sucedido en el período 1976-1983, “No claudicar en la lucha”, pidieron y exigieron que se esclarezca el atentado que sufrió una militante de la agrupación H.I.J.O.S.

 Luego fue el turno del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel quien también criticó la relativización de lo ocurrido entre 1973 y 1983  e hizo una enardecida defensa de la soberanía nacional y las empresas del Estado, las cuales, advirtió, “pertenecen al pueblo”.

 Después llegó el tiempo del recambio e ingresó el Encuentro Memoria Verdad y Justicia (EMVJ) para leer un documento consensuado entre todas sus partes integrantes que destacaba: “El terror del Estado empezó antes del golpe, bajo el gobierno del PJ, con la Triple A, la CNU y otras bandas fascistas, y el Operativo Independencia. Luego la dictadura desapareció y asesinó a miles de militantes. Robó cientos de bebés. Montó grupos de tareas, vuelos de la muerte, fosas comunes y centros clandestinos de detención, tortura y exterminio. Cerró el Congreso, suspendió y prohibió a los partidos. Intervino los sindicatos. Disolvió los centros de estudiantes y otras organizaciones sociales. Censuró a la prensa, la ciencia y el arte. Por eso volvemos a repudiar sus crímenes y a reivindicar a las y los compañeros detenidos-desaparecidos y sus luchas”.

Las fuerzas de seguridad del Estado, a cargo de la ministra Patricia Bullrich, y sus recientes protocolos brillaron por su ausencia. Todo se desarrolló en completa armonía y no hubo que lamentar ningún tipo de incidente o episodio de violencia. Hacia las cinco se inició una desconcentración pacífica de los cientos de miles que ocuparon las calles del centro porteño. En paralelo, multitudinarios actos similares se realizaron en Mar del Plata, Córdoba, Bariloche, entro otros lugares del país..

«El golpe se ha venido preparando hace dos años»

«El golpe se ha venido preparando hace dos años»

Marianela Paco Durán es periodista, abogada, comunicadora y política. Nació en Potosí, Bolivia, hija de dos docentes y la mayor de cinco hermanos. Estudió en la Universidad pública San Francisco Xavier. Se desempeñó como Diputada Plurinominal por el partido MAS a partir de 2009 y fue ministra de Comunicación de Evo Morales durante su tercer gobierno, entre 2015 y 2017. A la edad de 43 años se posiciona como una figura clave de la política boliviana y ha impulsado una gran cantidad de leyes para mejorar las condiciones de vida de mujeres e indígenas. Luego de una charla que ofreció en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, dialogó con ANCCOM.

¿Por qué decidió dedicarse a la comunicación?

Yo he estudiado Comunicación porque me indignaba ver lo que pasaba en mi pueblo. Cuando era niña, el Alcalde estaba construyendo su casa de lujo y al mismo tiempo la alcaldía. La segunda era cualquier cosa. Había un cura de sotana que daba misa en latín, en un lugar donde el 99% hablaba quechua y el otro 1% se sentaba adelante en la iglesia. Pero había otro cura que me regaló un libro y cuando leía era como abrir los ojos al mundo. Y yo pensaba cómo denunciar y ver que esas cosas cambien, como decía el libro.

¿Cree que se ha logrado ese cambio?

En 500 años de colonia, 180 de república y 20 de neoliberalismo, previos a nuestro gobierno, las brechas de justicia estaban dispares. Hay datos históricos sobre construcción de carreteras, acceso a la educación y tecnología. Hasta que llegamos nosotros no pasaba del 20%. Y cuando comenzamos la gestión logramos una cobertura del 95%. Tenemos datos objetivamente comparables, no solo de discurso. Teníamos un analfabetismo sobre el 35% y hemos bajado al 3%. En salud, por ejemplo, hasta que llegamos al gobierno, todas las enfermedades eran de extrema pobreza. Y cuando llegamos nosotros empezamos a vivir las enfermedades del neoliberalismo, generalmente producidas por la alimentación chatarra. Se les ha dado mayor poder adquisitivo y la gente no cocina, lo compra en la calle. Hay que recuperar el conocimiento ancestral para no enfermar y practicar medicina tradicional. Se olvidaron y no los acompañamos. La descolonización se volvió la quinta rueda del auto, cuando debió ser la primera, la delantera.

Entonces, hay tres momentos para comparar. En primer lugar, el rechazo que hemos hecho y constitucionalizado a la historia pasada de Bolivia. Dice en el preámbulo: “Dejamos en el pasado el Estado colonial, republicano y neoliberal”. En segundo lugar, está nuestro periodo plurinacional y después, el periodo golpista, que en tres meses han hecho lo inimaginable. Jeanine Áñez se aumentó su salario y sus gastos de representación. En 30 años no habíamos tenido muertos por dengue. Y la cantidad que ahora hay… han vuelto las filas a los hospitales porque han sacado la salud comunitaria. No va a haber crecimiento salarial, se ha congelado. Van a desregular el precio del dólar.

¿Cómo explica el proceso del golpe de Estado?

Se ha venido preparando hace dos años. Lo han estudiado a tal grado que saben qué van a decir, qué van a hacer. Les han tendido trampas a los dirigentes estos dos años. Un puñado de gente privilegiada se ha organizado y ha salido a manifestarse. El golpe es inconstitucional. El plan de la derecha fascista era cerrar el poder legislativo y prorrogar el mandato dos años por decreto, pero no lo hemos permitido. Si presentabas tu credencial de legislador del MAS no te daban paso. Entonces, ¿qué se ha hecho? Intentar calmar a la gente para generar un resquicio de democracia. Se deshicieron de nuestro líder, no podíamos permitir que nos pisaran. Que la gente que quiera manifestarse, lo haga. Es un periodo de luto: el papá se fue, algunos lloran, otros no. Pero los que no íbamos a llorar teníamos que idear una estrategia rápida porque sino iba a ser una matanza total, cada treinta minutos sobrevolaban aviones que se les había comprado a las FFAA y la policía. En los canales estatales, en el día han sacado a toda la gente, han cambiado los logos, el contenido, todo. Estaba todo planeado. A mí me han ofrecido salir del país, pero hay que hacer el aguante. Eso no le gusta a Evo, pero la responsabilidad, más que con el líder, está con el pueblo.

¿Recibió amenazas después del golpe de Estado?

Me han mandado a decir que limite mis apariciones mediáticas, porque soy un símbolo para la gente. Cuando yo salgo a hablar logro quebrar el miedo, porque no les temo. Les he mandado el mensaje de que si me hacen algo, les va a ir mal y no les conviene: porque soy mujer, porque soy indígena y porque no me han encontrado nada. Claro que han revisado las cuentas de mis hermanos, de mis papás. Les han mandado memes míos detenida, mensajes diciendo que me buscan, que tengo que ir a la cárcel. Amedrentamiento. Pero si a mí me amenazas, mi reacción es al revés. Si tienes miedo les das el gusto y les alimentas el poder. Si quieren callarme que lo hagan, que se atrevan.

¿Cuál es la situación de las mujeres en Bolivia?

Recientemente vi unas estadísticas que me dieron esperanza: han comenzado a descender las cifras comparativas respecto a los últimos diez años. Antes 7 de cada 10 mujeres sufríamos violencia. Ahora las mujeres cuentan con más protección del Estado. En el ámbito educativo las mujeres tienen mejores notas y se reciben más que los hombres, tienen mayor movilidad laboral. Que las mujeres aprendan a cuidar sus cuerpos ha reducido la cantidad de hijos que tienen. Todavía en los espacios de decisión los jefes siguen siendo ellos, pero se ha avanzado bastante. Hasta en deporte las mujeres han ido ganando más. Ahora hay un retroceso porque te meten la Biblia en el Palacio. La educación refuerza patrones de comportamiento y un ejercicio de abuso del poder que hemos llamado patriarcalismo. Y habíamos iniciado todo un proceso de despatriarcalización, más allá de las cuestiones de género, sino de desestructurar una sociedad donde realmente se cree que hay superiores e inferiores.

¿Cuál es el rol que le da a la Comunicación en la política?

La comunicación es una construcción colectiva. No es una ciencia perfecta. En 2010, en Bolivia, el 95% de los medios de comunicación eran privados, en manos de unas pocas familias. Entonces lo que se ha hecho, a pesar de que yo no estaba a favor de esto, fue negociar con los medios a través de las pautas. Cuando yo estaba en el Ministerio, iba a preguntar cuál era su plan de comunicación para el Estado. Yo no quiero medios que repitan enlatados, quiero medios que produzcan y muestren lo nuestro y crezcan con nosotros. Cuando me fui en 2017, volvió la otra lógica. Cuando compras conciencia, la gente puede venderse fácilmente a otro postor. Entonces, eso es lo que ha pasado. Parecía que estaban con nosotros. Durante las dos semanas del golpe, yo estaba viendo todos los canales. Dos segundos después de que renunció Evo, cambió totalmente el enfoque. Hasta ese momento se hablaba de democracia y diálogo. Después, que éramos los tiranos, terroristas, maleantes, salvajes. Según ellos provocamos que vengan y nos saquen con armas. Algo que ha funcionado es que haya periodistas argentinos cubriendo lo que los medios bolivianos no decían. Porque uno de los resultados que viene de la colonia es que lo que viene de afuera es cierto y es mejor. Nos han hecho creer que éramos lo último del continente. Éramos el país de los indios.

¿Cómo está posicionada la derecha boliviana actualmente?

Desde mi lectura, ha habido una pelea. A (Luis Fernando), dirigente derechista) Camacho lo han utilizado. La Embajada americana resulta utilizando a una de las logias. Inicialmente, gran parte del gabinete y quienes dirigen empresas estatales vienen de Camacho. La Ministra de Comunicación, Roxana Lizarraga, hace declaraciones inapropiadas para las circunstancias. Entonces, muchos jóvenes, cuando ven esas declaraciones se empiezan a desencantar. Estados Unidos se preocupa. Hasta ese momento, el nexo era a través de una fundación por los derechos humanos que dirige Carlos Sánchez Berzain, que vive allá. Pero ven que la señora es más voluble y se pueden manejar directamente. Le llevan a Erick Foronda, ex encargado de comunicación de la Embajada de EEUU en Bolivia, y desplaza al círculo de bolivianos que hacía de nexo. Se deshacen de los ministros de Camacho y él termina sin poder, sin respaldo. Foronda es el Secretario privado de comunicación de Jeanine Áñez. Todo lo que ella lee es lo que él escribe. Algunas veces ella no se da cuenta y lee en masculino lo que debería leer en femenino.

¿Y cuál es el panorama para las elecciones presidenciales del 3 de Mayo?

Nosotros tenemos un voto duro, por encima de un 30%. Sobre eso tenemos las izquierdas, que a veces se resienten. Y además hay voto nuevo, gente que sale de la pobreza. Ahí hay un colchón del 20% que conquistar. La derecha tiene como 13 partidos que no pasan del 40%, es su techo. Por cuestiones de clase, un 40% es izquierda y el otro 40% es derecha. Hay un 20% de gente nueva o indecisa. No queremos ir a ballotage porque ahí sí va a haber fraude. Ellos quieren forzar una segunda vuelta.

Al Gobierno porteño no le gustan las wiphalas

Al Gobierno porteño no le gustan las wiphalas

Funcionarios porteños de Espacios Públicos le pusieron candado al mástil para evitar que los vecinos icen una wiphala.

En sus cinco kilómetros de extensión, el Parque Avellaneda, es el segundo pulmón verde de la Ciudad de Buenos Aires. Históricamente, es un espacio recuperado por los vecinos, después de batallas burocráticas reiteradas, que se materializaron en el terreno, con escombros, basura y pastizales.

Hoy, veinte años después, se convirtió en un sitio donde se tejen redes. “Todo lo que pasa en el barrio, pasa en el Parque”, nos cuenta Carlos, de la Cooperadora de la Escuela Fragata, Junto a Marina, cuentan cómo surgió esta idea de apoyar a la comunidad boliviana.

“Nos parece muy importante acompañar a vecinas y vecinos, a la gente con la que compartimos la vida cotidiana, porque sabemos que están tremendamente devastados, con todo lo que les está pasando, que no saben de su familia, de sus hermanos, de sus padres. Teníamos que hacer algo con lo que estaba pasando. Si bien, la idea original era hacer algo chiquito, para nuestra comunidad escolar, se viralizó por las redes y la convocatoria nos excedió”.

Con música de fondo, a través de un micrófono, los organizadores invitaban a los visitantes del Parque a pintar las Wiphalas. A modo de ropa tendida en un cordel, de árbol a árbol, se las iba disponiendo para secar. Las familias y grupos de amigos, desparramados en el pasto, muchos descalzos, cortaban el calor pesado de la tarde. Concentrados en el orden cromático y los bordes de los cuadrados de la Wiphala, le iban poniendo color al domingo.

Alex Igñíguez Apaza, contó que en ese lugar del Parque se celebra la Wak’ a, que es la memoria de los pueblos, una especie de resistencia a las identidades que permite contagiar la idea a otros.

La tranquilidad de la tarde se esfumó, cuando Ruth Apaza tomó el micrófono y comenzó a contar, llorando, lo que su pueblo estaba viviendo. De repente esa mujer de pollera, que desfila por las cadenas de whatsapp, documentó desesperadamente lo que desde hace 500 años soporta su pueblo. Fue un viaje en el tiempo.

«Jeanine Áñez odia a los indios, odia a la gente indígena y a la pollera, que es nuestro patrimonio cultural», dice Apaza.

Ruth Apaza, se acercó y se presentó: “Soy de La Paz, tengo 34 años, vivo en Argentina hace 15. Vine de allá por el octubre negro en 2003. Me escapé de un golpe de Estado en Bolivia, una masacre. Ahora, no sé qué hacer, me duele el corazón, tengo familia allá, tengo hermanos. Dejé mi patria. Esto es un golpe de Estado. Estamos hablando constantemente con mis hermanos. Los amenazaron si salen a apoyar a los de La Paz. Están amenazados y no pueden publicar nada por Facebook. Me puedo comunicar por medio del whatsapp, pero mi hermano no puede hablar mucho, me cuenta cosas y las borra. Si habla, lo agarran”.

Apaza continúa su relato: “Me siento bien triste por mi Patria. Esto no es por un color o por un partido. Nosotros somos bolivianos, todos somos bolivianos… “Ver a los hermanos de Cochabamba, ver cómo los están matando… Quiero dar gracias a los hermanos argentinos, que nos están apoyando acá, que nos están escuchando. Esta presidenta que asumió a mí no me representa, es una mujer que se auto nombró, pero a ella nadie la reconoce. Yo quiero ir para allá, a luchar con ellos, pero no puedo. Y a ellos no los dejan venir para acá, no hay transporte, cerraron la frontera, no se puede ni entrar, ni salir. No tienen agua, les cortaron la luz. Mis hermanos están pasando hambre. Todo esto nos vamos enterando por las redes”.

-¿Por qué crees que es la persecución, sobre todo la de las mujeres con pollera?

Porque esta mujer que entró (Jeanine Áñez, la presidenta autoproclamada), odia a los indios, odia a la gente indígena y la pollera es nuestro patrimonio, el de nuestros abuelos y tatarabuelos. Es una tradición que tenemos las mujeres bolivianas, somos de pollera, la mayoría. Cada lugar tiene su pollera. Cochabamba tiene su pollera, La Paz la suya, Santa Cruz, Tarija… todos tienen sus polleras. Es por eso que este Camacho, nos hizo matar con sicarios, hizo golpear a mujeres de pollera, porque nosotros somos cultura, somos identidad y esa pollera no nos la vamos a sacar. Yo soy de pollera, mi mamá es de pollera y no puedo matar esa cultura que mi mamá me dejó, así, de la noche a la mañana. Me duele mucho ver gente que se ha prestado para hacer ese daño. Yo he visto a los policías arrastrando a las señoras de pollera, gasificándolas en la cara, pateándolas. Cómo es posible, la policía nació de mujer de pollera, han tenido abuela de pollera. Ustedes no tienen cómo informarse, pero yo recibo imágenes por el whatsapp. Veo cómo los matan, sacan la gente muerta de los hospitales, las embolsan y las tiran a los ríos. No quieren que se sepa que han matado, pero hay muchísimos asesinados. Si Evo viene también lo van a matar, le van a hacer como a Tupac Katarí, no quieren un indio que los gobiernen. Camacho quiere hacer desaparecer a la gente pobre, porque la gente pobre se va a parar y se va a levantar, se va a parar de nuevo y se va a levantar otra vez.

-¿Por qué dicen que es la Pachamama o la Biblia?

La Pachamama representa tierra, nunca pueden decir que es algo satánico. La wiphala, ¿cómo la quemaron? La pisaron, la escupieron. Esa wiphala es representación, no solamente de los bolivianos, es de todo el mundo, de todos los países, de los pueblos originarios, que están también luchando por nosotros, pueblos que necesitan comer. Eso representa la wiphala. Es de todos, no tiene partido, somos todos iguales. No es de Evo, él no la creó, viene de nuestros ancestros. Ahora, si estaba en el gobierno y flameaba como la bandera de Bolivia, era porque pensábamos que se había terminado la dictadura, la gente que odiaba al campesino… Él pensaba que se había acabado pero no. Ahora es la otra moneda, es un odio terrible.

Al terminar de pintar los emblemas, alrededor de 200 personas se dirigieron al mástil del Parque, lo rodearon y con cánticos izaron la wiphala. De allí la columna se dirigió hacia la Casona del Parque, para decorarla con los emblemas originarios y terminar el evento.

En ese ínterin mientras los participantes daban la espalda al mástil, en dirección a la Casona, se acercaron tres trabajadores de Espacio Público del Gobierno de la Ciudad y comenzaron a bajar la wiphala. Eso generó que se acercan dos personas de la organización del evento para evitarlo. “Es una orden del Ministerio de Ambiente y Espacios Público”, explicó el trabajador. “Como la Mesa de Consenso del Parque no permite hacer, ni izar ninguna bandera proselitista, el Ministerio sólo permite izar la bandera nacional”, concluyó. Una de las personas logró que le devolvieran la wiphala. Mientras los funcionarios le pusieron candado al mástil.

Masivo repudio al golpe de Estado en Bolivia

Masivo repudio al golpe de Estado en Bolivia

“El pueblo movilizado para acabar con la dictadura, para acabar con el golpe de Estado y su participación tan unida nos alienta bastante», dijo Evo Morales a través de una pantalla gigante montada en Plaza de Mayo.

Mientras La Paz se colmaba de manifestaciones exigiendo la renuncia del gobierno autoproclamado de Janine Áñez, la vuelta de Evo Morales, el cese de represión y la garantía de elecciones nacionales en el plazo de 90 días, en la Ciudad de Buenos Aires llegaba una multitud de personas a Plaza de Mayo solidarizándose con el pueblo boliviano y en contra del golpe de Estado en Bolivia.

La marcha fue organizada por el Comité de Solidaridad con Bolivia  y la convocatoria proponía marchar desde las 14 de ayer desde Avenida de Mayo y 9 de Julio hasta Plaza de Mayo. También se sumó a la jornada el  Encuentro Memoria Verdad y Justicia que  se concentró desde Salta y Avenida de Mayo. Las principales consignas fueron: “Repudio al golpe de Estado, cívico, militar, fundamentalista, racista y empresarial en Bolivia; el cese de la violencia y odio desmedido a nuestras hermanas y hermanos originarios; la denuncia al cerco de los medios de comunicación; el rechazo a la persecución de la prensa internacional y fuera el FMI y el imperialismo de América Latina.”

El Comité de Solidaridad con Bolivia fue creado el miércoles pasado en la sede de la CTA de los Trabajadores con la participación de gremios de diferentes centrales como las dos CTA, el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FRESIMONA) y la Corriente Federal de los Trabajadores, distintos organismos de Derechos Humanos y ciudadanos de la comunidad boliviana. María Rinaldi, militante del Comunismo Revolucionario y del Movimiento Popular Liberación, habló con ANCCOM sobre las funciones del Comité: “En el acto en la CTA quedó constituido el Comité de Solidaridad con Bolivia por la Democracia, la Libertad y la Paz en América Latina porque entendemos que este avance de la derecha no se da sólo en Bolivia sino que en todos lados está cobrando cuerpo. También se pensó que desde el Comité podamos organizar la ayuda a los hermanos bolivianos que cruzan la frontera por el norte de la Argentina escapando de la represión”.

«Toda nuestra admiración por esa gran movilización en defensa de la vida, de la democracia y, fundamentalmente, en defensa de la Pachamama», agradeció Evo Morales desde su exilio en México.

Las columnas de distintos partidos, gremios y de la comunidad boliviana en Argentina, que se encontraban concentrando desde las 12, comenzaron a avanzar por Avenida de Mayo y otras vertientes hacia Plaza de Mayo a partir de las 14. Las wiphalas (bandera de las naciones indígenas) fueron el símbolo de identificación de la jornada y llevarlas encima fue uno de los pedidos de la convocatoria: como prendedores en la ropa -muchos junto a una cinta negra de luto-, pintadas en remeras y la mayoría flameando en el extremo de las cañas que llevaban los manifestantes. Ante la retirada de la wiphala  del Palacio de Gobierno por parte de la policía boliviana y la quema de muchas de ellas por parte de seguidores de Luis Fernando Camacho y Carlos Mesa -los opositores de Evo Morales e impulsores del golpe de Estado-, los pueblos originarios mostraron su indignación y tristeza. Al grito de “la wiphala se respeta, carajo” se encontraba Virginia Castro, perteneciente a Ayllu Sartaniani, una familia de sicuris a nivel regional. En medio del clamor señaló: “Estamos muy consternados con lo que está pasando en Bolivia: el haber quemado y pisoteado la wiphala no solamente es una falta de respeto sino que están atropellando nuestra dignidad y están pisando nuestra identidad originaria. Con la Biblia y una secta evangélica de la mano del gobierno autoproclamado de Áñez nos están queriendo volver a someter.”

Hasta el momento la represión en Bolivia suma 24 muertes. Ayer Evo Morales Ayma expuso en su cuenta de Twitter: “Exigimos al Gobierno de facto de Áñez, Mesa y Camacho identificar a los autores intelectuales y materiales de las 24 muertes en cinco días por la represión policial y militar. Denuncio a la comunidad internacional estos delitos de lesa humanidad que no deben quedar en la impunidad”.

Entrando a la Plaza de Mayo había una columna conformada por bolivianos, bolivianas y familiares que venían de distintas partes de la ciudad y del Gran Buenos Aires y se habían reunido de manera espontánea, sin organización previa. Entre ellos estaba Rosario Huanca, junto a sus hermanas y su sobrina, quien dijo: “Hasta ahora hay muchos muertos y eso no lo están transmitiendo allá. Yo tengo mucha familia en La Paz y están ocultos. No hay alimentos, no hay gas ni carne. Ya no quieren salir porque tienen miedo de ser masacrados por la policía que reprime a todos”.

» Desde México quiero agradecer por toda la solidaridad en el marco de hermandad que expresa el repudio al golpe de Estado en Bolivia», dijo Evo Morales a la manifestación reunida en Plaza de Mayo..

En el escenario montado en Plaza de Mayo desde las 15 hubo un festival que duró toda la jornada con música y danzas originarias. Una de las primeras artistas en aparecer fue Teresa Parodi, quien antes de cantar se solidarizó con el pueblo boliviano: “Bolivia, tu lucha es nuestra; Bolivia, nuestra es tu voz”. Además participaron Los Awatiñas, Malena D’Alessio y Arbolito. Pero el arte no se vivió sólo desde el escenario: en las calles y la plaza había reunidos diferentes grupos musicales que se unieron a tocar contra el golpe: Ayllu Sartaniani, Wayra Marka, Los Aymaras y otros. Armando Mamaní, uno de los músicos, dijo: “Estamos acá para que se detenga la división que hay entre bolivianos, que haya gobierno de paz y respeto entre los hermanos. Hoy en Argentina toda esta comunidad se junta a tocar y a decir no a la distorsión y al pisoteo de nuestra cultura y de nuestra gente”.

A las 16 la plaza estaba colmada. El calor húmedo de la jornada se había disipado levemente con las nubes que rodearon el cielo, pero en este momento una espontánea aparición del sol dejó a la multitud impregnada de un color ámbar. Los cantos empezaron a disiparse, desde el escenario habían pedido un minuto de silencio. Al finalizar, la conductora del festival anunció la sorpresa de la jornada: Evo Morales Ayma estaba en línea con la multitud para darle un mensaje desde México. Así se pronunció: “El pueblo movilizado para acabar con la dictadura, para acabar con el golpe de Estado y su participación tan unida nos alienta bastante. Desde México quiero agradecer por toda la solidaridad en el marco de hermandad que expresa el repudio al golpe de Estado en Bolivia. Por eso desde acá toda nuestra admiración por esa gran movilización en defensa de la vida, de la democracia y, fundamentalmente, en defensa de la Pachamama. Muchas gracias.” A su término, los aplausos brotaron junto al “Evo, hermano, el pueblo está contigo” y el grito característico de la jornada “Jallala, Bolivia”.

Pasadas las 16.30 fue el turno de la música Malena D’Alessio de subir al escenario y al mismo tiempo comenzó la lluvia sin tapujos. Aunque sin dudas los presentes querían permanecer allí, muchos corrieron a refugiarse en los escasos techos de los alrededores. En este clima Malena sentenció: “Las culturas ancestrales nos están bendiciendo. Si los golpes de Estado no logran amedrentarnos, no nos va a amedrentar la lluvia”.

Se viene el wiphalazo

Se viene el wiphalazo

Esta tarde, en conferencia de prensa, Organismos de Derechos Humanos convocaron a marchar desde las 14 con una movilización hacia la Plaza de Mayo desde 9 de Julio y Avenida de Mayo, para repudiar el  golpe de Estado que se está dando en el Estado Plurinacional de Bolivia. 

Las  Abuelas y Madres de Plaza de Mayo de la línea fundadora,  en conjunto con otras organizaciones se reunieron para denunciar las violaciones a los derechos humanos que están sufriendo funcionarios y familiares, periodistas y el pueblo boliviano en su conjunto por parte de las fuerzas armadas y policiales. Las entidades afirmaron en su escrito: “El Poder Legislativo de Bolivia, elegido por el voto popular, es quien debe restablecer el orden constitucional, no los mandos militares”.

Al documento conjunto, sumaron su firma Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas; H.I.J.O.S. Capital; la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; Centro de Estudios Legales y Sociales; Liga Argentina por los Derechos Humanos; el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos; la Asociación Buena Memoria; APDH La Matanza;  Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz; Comisión Memoria Verdad y Justicia Zona Norte; y Fundación Memoria Histórica y Social Argentina. La encargada de leerlo fue Taty Almeida. La presidenta de Abuelas, Estela De Carlotto luego reflexionó: “El gobierno actual (de Mauricio Macri) no reconoce que es un golpe de Estado. Dijeron que no era conveniente que le dieran protección a Evo. Cuando ya esté Alberto, la Argentina le abrirá los brazos para que venga a acá”. Además denunció: “No hay estadística sobre las violaciones de Derechos Humanos en Bolivia. Hay un ocultamiento de la información”.  Y criticó fuertemente el posicionamiento de la OEA (Organización de los Estados Americanos) por no tener una visión latinoamericana y promover la democracia, ya que considera que está “Incrustada” en Estados Unidos y que decidió no apoyar a Morales, cuando el presidente accedió a convocar a nuevas elecciones. En el discurso de Carlotto, la acompañaron el periodista Horacio Verbitsky y miembro del directorio del CELS, Vera Jarach de Madres Línea Fundadora y Lita Boitano de Familiares de Desaparecidos, entre otros.

“Hay muertos, secuestrados y desaparecidos en Bolivia por  el simple hecho de ir con la bandera whipala. Se está generando el miedo y el terror al pueblo por parte de los golpistas, hay un toque de queda”, describió Daiana Marino a ANCCOM de la joven de 22 años, oriunda de Cochabamba. La información sobre el estado de Bolivia se la brindan sus familiares  mediante intercambio de mensajes de chat. La joven se encontraba entre el público y se quebró al hablar: “Si todo el pueblo boliviano supiera que ustedes están apoyándolos… Muchas gracias en nombre de  toda Bolivia”, sentenció con lágrimas derramada sobre su mejilla. 

Por último, las organizaciones de derechos Humanos  analizaron en el escrito: “El golpe de Estado en Bolivia no es un hecho aislado: hace semanas el pueblo chileno se manifestó en las calles contra el modelo neoliberal impuesto por la dictadura de Augusto Pinochet y  continuado por Piñera, quien utiliza a las fuerzas de seguridad para cometer crímenes contra la población y sostener los privilegios para pocos contra los derechos de todos”. El encuentro finalizó con el pedido de Taty Almeida para que el lunes  se haga un gran wiphalazo, en plaza de mayo, acompañado de un gritó masivo: “Evo no está solo”.