El gobierno impulsa la industria del cannabis medicinal

El gobierno impulsa la industria del cannabis medicinal

Argentina legalizó el autocultivo controlado de cannabis medicinal en noviembre de 2020 permitiendo la venta de aceites, cremas y otros derivados en farmacias autorizadas. La ley incluye la autorización del cultivo personal y en red para los usuarios, investigadores y pacientes que se registren en el Programa Nacional de Cannabis. El pasado 1° de marzo, durante su mensaje ante la Asamblea Legislativa, el presidente Alberto Fernández fue más allá y anunció que impulsará un proyecto de ley para desarrollar la industria local vinculada al uso del cannabis terapéutico y con fines de industrialización.

A fin del año pasado, las diputadas del Frente de Todos, Mara Brawer y Carolina Gaillard, presentaron un proyecto de ley para desarrollar la industria del cáñamo en productos alimenticios, textiles y cosméticos. La novedad se encuentra en la regulación de esta variedad de planta que contiene bajos contenidos de THC del cual se pueden fabricar diversos derivados como fibras, papel, materiales para la construcción, bebidas e infusiones y hasta biocombustible. “De la misma manera que la sociedad entendió que el uso del cannabis medicinal no es el mismo que el recreativo, ahora todos tenemos que entender que el cáñamo es una oportunidad para el desarrollo sustentable, estamos hablando de industria. Si saldamos ese debate, solo será ganancia, generamos trabajo e industrias novedosas que se sumarán a la economía”, sostiene Brawer.

El proyecto pretende habilitar todas las acciones: sembrar, cultivar, cosechar, guardar, acopiar, almacenar, transportar, realizar extracciones, industrializar, comercializar, importar y exportar semillas con todas las partes de la planta de cáñamo, cáñamo industrial y hortícola, así como de sus extractos y producidos. En referencia a esto, la diputada agrega: “Toda la planta tiene distintas utilidades, desde los granos que se usan para disminuir el colesterol y sacar harinas que sirven como suplementos dietarios para personas mayores, a la cáscara de la semilla que es un abrasivo industrial y pasta ecológica de dientes, hasta el tallo y la raíz. Del tallo se puede hacer fibra textil, fibra larga para industrias y fibra de vidrio con el aserrín; también se pueden hacer proyectos de ladrillos para la construcción de vivienda y telas”.

Otro de los argumentos para apoyar esta regulación es su bajo impacto ambiental. La producción de cáñamo puede servir de sustituto de materiales contaminantes como plásticos y fibra de vidrio, y beneficia a la tierra ya que no requiere de agroquímicos para erradicar malezas o plagas.

Tomando esta iniciativa como referencia, el Ejecutivo decidió unificar este proyecto con el medicinal para la producción local en diversas áreas. Además, en febrero de 2021 se acordó entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la compañía Pampa Hemp equipos de investigación para la producción local. El foco está puesto en el desarrollo productivo de técnicas de cultivo de cannabis con diferentes variedades genéticas, así como el diseño de protocolos de producción apoyados en acciones, medidas y procedimientos técnicos que permiten identificar y registrar cada producto desde su origen hasta el final de la cadena de comercialización. Esto se complementará con inteligencia artificial aplicada, automatización, sensorización y monitoreo de cultivos. En una segunda etapa, el objetivo será el desarrollo de genéticas propias para fines medicinales y otros usos junto con la creación de un banco de semillas que permita contar con germoplasma adaptado a las condiciones geográficas y climáticas del país.

En este marco, entre 2021 y 2022 se invertirán 350 millones de pesos para potenciar la investigación y el desarrollo de la elaboración local trabajando en conjunto con la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA) y la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME).

Pero, ¿cómo se estima el resultado de estas investigaciones en términos productivos y de ganancias? ¿Qué elementos se tienen en cuenta para investigar y aplicar políticas públicas respecto a este tema? El Ministerio de Desarrollo Productivo encargó un informe al economista Andrés López, director del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) y profesor titular de Desarrollo Económico en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, para conocer el potencial del mercado del cannabis en el país. En diálogo con ANCCOM, López explica que para avanzar con el informe se conversó con los sectores interesados en participar de la cadena de cannabis para atender sus especificidades y sus respectivos objetivos.

El estudio tiene la intención de encontrar las oportunidades de Argentina en el rubro de cannabis medicinal e industrial, identificando los obstáculos y los eslabones principales del sector. “En lo económico, a comparación de lo médico, hay poco estudiado y por ello recurrimos a experiencias y estudios de otros países como Estados Unidos y Canadá”, detalla el economista. En el informe se estimó que la Argentina podría generar un mercado interno de 450 millones de dólares agrupando en un primer grupo a medicamentos, aceites y nutracéuticos para enfermedades crónicas; y en el segundo, cáñamo que se podría utilizar para el sector textil y fabricación de alimentos o productos veterinarios con CBD.

Si bien está permitido el autocultivo a nivel artesanal, el especialista insiste en la necesidad de un marco regulatorio que acompañe e impulse las inversiones a nivel comercial. Respecto a esto afirma que faltan muchas regulaciones: “Por un lado, un proyecto de ley medicinal que amplíe la participación de más sectores y más utilizaciones, y por el otro, una ley que habilite la plantación de cannabis con bajo contenido psicoactivo para regular el procesamiento y manipulación posterior al cultivo, como también la comercialización y el traslado”.

Además de la posibilidad de cultivar en distintas modalidades y diversos lugares del país, se busca reemplazar el cultivo de tabaco para los agricultores pequeños. López explica que “debería desaparecer el consumo del tabaco para darle oportunidad a los derivados del cannabis atendiendo los servicios que la planta requiere”. En la industria y en todo el mundo se sabe que el consumo de marihuana sigue siendo cada vez más alto, por lo cual resulta fundamental regular y controlar no solo para tener noción de lo que se consume sino para evitar el mercado negro y la manipulación, concluye.

El presidente de la Cámara Argentina del Cannabis y director de Pampa Hemp, Pablo Fazio, prevé una inversión de 600 mil dólares para poner en marcha dos invernaderos de 270 metros cuadrados cada uno, y pidió autorización al Ministerio de Salud para importar semillas. Más allá de la investigación y el acceso al cannabis con fines terapéuticos, la finalidad estará centrada en regular e impulsar la cadena productiva de un sector con gran potencial estratégico: «La Argentina tiene que aprovechar su condición de país agroexportador, su sector académico y de investigación fuerte y su industria farmacéutica», señaló Fazio al diario La Nación.

En una situación de crisis económica, el Gobierno nacional busca ampliar la matriz productiva, generando empleo y la entrada de divisas. Pero para ello antes deberá impulsar las leyes y marcos regulatorios para que estos desarrollos puedan llevarse a cabo en todo el país.

Seis bandas emergentes seis

Seis bandas emergentes seis

Zelmar Garín de Gualicho Turbio.

¿El rock está muerto? ¡Claro que no! Si bien 2020 ha sido un año sin conciertos presenciales no lo ha sido sin música. Porque, sin duda, el tiempo hogareño fue aprovechado por los artistas que trabajaron –y experimentaron- en nuevas composiciones. Algunos de ellos lograron lanzar estos temas y el resultado ha sido un año lleno de nuevas propuestas y sonidos.

En esta nota, entonces, proponemos un recorrido por seis bandas emergentes que vale la pena escuchar. Y hay de todo: desde blues rock tradicional al rock experimental; desde el indie al rock barrial y desde folk rock a rock progresivo. Un racconto en el que nos sumergimos con gusto.

Amor Elefante

Amor Elefante es un trío cancionero indie pop, con más de diez años de trayectoria formado en Banfield por Inés Copertino (teclados), Rocío Bernardiner (voz, guitarra) y Rocío Fernández (voz, batería). Como cuenta Bernardiner: “Creo que nuestra banda tiene una mixtura de sonidos bastante amplia que varía mucho, también, de acuerdo a la canción. Dentro de un mismo disco hay canciones que tienen universos muy distintos, algunas pueden ser súper sombrías mientras que otras son alegres y bailables”. Sobre las influencias del grupo Rocío acota: “Infinitas, desde las cosas que leemos o escuchamos hasta nuestras mascotas o nuestres amigues. Me parece que todo se vuelve parte del tejido de la banda y siento que estamos en un momento en el que ya tenemos un sonido propio y mutante. No tenemos control sobre eso y me creo que es buenísimo. El amor a la libertad es lo que define a nuestra banda. Hacer la música de una manera libre y sin prejuicios”. Recientemente lanzaron un single llamado “Mirandesco”, que produjeron a distancia a mediados de 2020. “La idea es empezar a trabajar en un nuevo material para poder grabarlo este año aunque es difícil trabajar en este contexto”, agrega Rocío.

Amor Elefante.

Los Bicis

Los Bicis es un quinteto formado a principios de 2012 en Moreno. Su música se inspira en sonidos que abarcan desde el beat de fines del 60 y el rock clásico argentino de principios de los 70 como así también por el tango, el pop y las inquietudes por el panorama de la música actual tanto nacional como internacional. Ramiro Gómez (voz y guitarra) cuenta: “Nos encontramos atravesados en una amplia variedad de sonidos y músicas. Somos muy inquietos y todo el tiempo estamos recibiendo influencias de muchos géneros. Como puede ser el indie o el pop. También nos sentimos muy influenciados por los músicos de nuestra ciudad”.

Luego de grabar un álbum conceptual llamado Moreno (2019), acaban de lanzar su segundo video clip, que recorre la geografía de dicha ciudad. “Por otro lado, la banda está comenzando a producir nuevas canciones que esperamos grabar en el transcurso de este año”, señala Gómez.

El Extra & Los Imposibles

La música de este sexteto El Extra & Los Imposibles, original del sur del GBA, incluye rock, blues y canción pop, guitarrazos y atmósferas folk-psicodélicas, con letras de road movie. Como cuenta Guillermo Sica, guitarra acústica y voz: “Somos una banda de rock. A mí me influenció mucho la Velvet Underground, los Stones, Bob Dylan de los 60 y 70, Wilco, Neil Young… Me gusta que lo que hago tenga ese color, esa estética pero siempre buscamos nuestro estilo propio. Dejamos que la banda tome su propio vuelo”. Con respecto a la actualidad del grupo, Sica dice: “Nosotros lanzamos un disco nuevo, La casa, en junio del año pasado, grabado completamente en vivo en los Estudios ION. Ahora estamos terminando de grabar un EP de tres canciones. El material lo empezamos a trabajar en julio a distancia, en medio de la cuarentena, con la colaboración de Sol Bassa. Ya grabamos las bases, queda grabar las voces en febrero con Manza, guitarrista y cantante de Valle de Muñecas”.

Guillermo Sica de El Extra & Los Imposibles.

FRK

El nuevo rock progresivo se expresa en proyectos como el de FRK, comandado por el quilmeño Enrique Rocca. Allí participó un seleccionado de músicos de la zona sur de GBA, quienes realizaron un álbum  conceptual llamado El Gremio de los Satisfechos, a partir de las ideas musicales de Rocca. Es un entramado de inusuales composiciones eclécticas de rock progresivo y jazz. Como cuenta Rocca: “Podría decir que varias de estas músicas nacieron de volver a escuchar a Frank Zappa… cada tanto vuelvo ahí”. 

Gualicho Turbio

Un universo mítico repleto de misteriosas supersticiones y pesadillas de aguas podridas. Aquellos ecos del pantano y las vetustas músicas rurales del blues garagero más añejo se pueden apreciar en Gualicho Turbio, un trío que genera de todo menos indiferencia. Zelmar Garín, guitarra, voz, percusiones, kazoo, multiinstrumentista, productor y letrista, nos contó el presente del grupo: “Venimos de sacar nuestro segundo vinilo (Gato Negro). Cuando empezó la pandemia teníamos un plan para grabar nuevo material que no se pudo hacer. Pero más tarde empezamos a grabar y ahora estamos en las mezclas finales. «Así que este año vamos a sacar disco nuevo y el 17 de abril vamos a estar tocando en Strummer Bar, de Palermo, junto a Robinsones (Pablo Dacal y Gigio González)””.

El multifacético músico no se detiene: el 14 de marzo lanza un disco solista y como baterista con su cuarteto experimental Acido Canario ya está componiendo nuevo material.

Soltar

Soltar es un quinteto de rock barrial de zona sur de GBA. Arrancó en 2019 con un sonido que fusiona el ska con el folklore y el jazz. “También tratamos de dejar un mensaje en nuestras letras. Canciones que buscan la esperanza”, cuenta Daniel Ruiz (voz y guitarra rítmica) y agrega: “Aún no llegamos a tocar en vivo. Actualmente, estamos presentando el primer disco. Decidimos subir a las plataformas dos canciones por mes hasta completar todo el álbum que es de once canciones”.

Quieren ahogar a la Isla de La Paternal

Quieren ahogar a la Isla de La Paternal

Con tan solo seis metros cuadrados por habitante, Buenos Aires se presenta entre las ciudades con menor cantidad de espacios verdes en América Latina. Entre los pocos pulmones de aire existentes encontramos, en primer lugar, a los bosques de Palermo, seguido por el parque de la Isla de la Paternal, hoy en riesgo de desaparecer debido a un proyecto de edificación impulsado desde 2018 por la Legislatura porteña, gracias a la mayoría de que tiene en ese cuerpo la gestión encabezada por Horacio Rodríguez Larreta.

La empresa constructora SADIA es quien tiene adjudicada la obra que ocupará cuatro parcelas del actual parque, ex albergue Warnes, un monumental edificio jamás concluido que se levantó en 1951 y se demolió en 1991, ubicado entre las Avenidas Chorroarín, Warnes y Constituyentes. Allí iba erigirse el hospital de niños más grande de Latinoamérica, proyecto abandonado por la autodenominada Revolución Libertadora que derrocó a Juan Domingo Perón.

En su web, la constructora SADIA ya anuncia el proyecto “Puertas de Agronomía” y que, durante la cuarentena, se encargó de realizar los mantenimientos pertinentes de los terrenos. Todo hace pensar que la edificación se hará realidad en el corto plazo.

La La legislatura porteña votó una rezonificación de La Paternal para que se pueda llevar a cabo el proyecto inmobiliario.

Ante la inminente construcción de lo que serán once torres de 17 pisos cada una, los vecinos de La Paternal se asociaron con los de siete barrios lindantes, entre los que están Caballito, Chacarita y Colegiales y con grupos defensores del medio ambiente (como “Jóvenes por el Río”y “Agrono para todes”) que vienen disputando problemas similares. Entre todos organizaron el sábado 27 de febrero, en el mismo predio, el festival “Si al parque, no a las torres”. En este evento se buscó, por medio de actividades para todas las edades, talleres, asambleas, espacios audiovisuales, plantación de especies nativas, murales, murgas y una performance lumínica a modo de cierre, concientizar y sobre todo plasmar el hito de “la unión hace la fuerza”, visibilizando el rechazo al proyecto inmobiliario. La agrupación de “Parque Chacabuco no a las Torres” también se hizo presente.

La idea se gestó desde finales del año pasado, con el objetivo de mostrar otras formas de ciudadanía activa. La difusión del evento se realizó mayormente a través de redes sociales. Los distintos grupos organizadores aunaron hashtags, como #SiAlParqueNoALasTorres para invitar a sus seguidores al festival. Otro medio de difusión fue el boca en boca entre vecinos, ya que no obtuvieron visibilidad alguna de otro medio de comunicación masiva debido al blindaje que mantiene la gestión de Rodríguez Larreta en diarios y emisoras radiales y televisivas.

Daniel Constantini es vecino de La Paternal y uno de los organizadores del Festival. Afirma que la construcción de los edificios arruinaría el poco espacio que le quede al parque. Se retrotrae al momento en que se adquirieron los terrenos del ex albergue y explica que estando Fernando De la Rúa al frente del Gobierno de la Ciudad, se realizó la comercialización de este espacio y quien lo compró puso como condición que se permitiese la construcción en altura. Así, se modificó el reglamento de zonificación en el cual se establecían máximos de hasta 3 pisos en todo el barrio, para habilitar edificaciones de hasta 48,5 metros de altura. En 2006 inició el proyecto de construcción y en ese momento los vecinos, mediante un amparo, lograron frenarlo. Con el actual gobierno porteño, la privatización de estos espacios verdes se facilitó inmediatamente.

Constantini hace hincapié en la constante integración vecinal y en las consecuencias que la masiva edificación podría acarrear: “Nosotros nos movilizamos. Hicimos varios eventos contra este proyecto, porque entendemos que, además de destruir el parque, rompen con la idiosincrasia del barrio, que es de casas bajas. Además, triplicaría la cantidad de vecinos, el tránsito, los servicios. Esta es una ruta de migración de aves que se interrumpiría con las torres y esas aves se extinguirían.”

Entre otras acciones, los vecinos juntan firmas para impedir la realización del megaproyecto inmobiliario.

Durante el festival se hizo evidente el amor de la comunidad por la naturaleza. Se organizó un gacebo en donde los vecinos ofrecían plantines autóctonos a modo de obsequio. Además, se realizó una masiva plantación de especies como el Ceibo, que es la flor nacional.

Verónica Verdier es parte del colectivo “No a las torres en la Isla de La Paternal”. Cuestiona la injusta regulación sobre las parcelas en las que se quieren construir las torres y que fue validada por la Legislatura. Como contrapartida, los vecinos presentaron un proyecto de ley en ese cuerpo en el que proponían menor cantidad de construcción en cemento y menos altura. “Nosotros presentamos nuestro propio proyecto aceptando que las parcelas son privadas, pero pidiendo que se adapte a todo el barrio, incluyendo que la parte norte se traslade a los espacios en el sur para que esté todo sobre la calle Zavala y que la parcela que da al Ferrocarril Urquiza quede libre, que no de sombra al parque y que no frene los vientos que vienen del crematorio de la Chacarita (n de la r: así no se estanca el aire en ese lugar). Ese proyecto quedó cajoneado, seguimos insistiendo. Poner estas torres acá es clavarle una estaca al corazón de la ciudad, que son los parques.”

Graciela Magan es vecina de Colegiales y también mentora del festival, a partir de observar que en cada barrio se mimetizaban las problemáticas y que al unirse podrían enfrentar con mayor fuerza la defensa de espacios públicos. “Pensamos seguir sumando vecinos que estemos en una misma lucha, porque las mecánicas que están implementando en la ciudad apuntan siempre a lo mismo: hacer de lo público privado y nos están dejando sin nada. Una vez que construyen no hay vuelta atrás”, asegura.

Tanto la proyección de audiovisuales como el cierre del evento denominado “Abrazo lumínico” se transmitieron también por redes sociales y estuvieron a cargo de Fluxlian, un colectivo de investigación lumínica que ya tiene experiencia en este tipo de activismo. Se destacó el novedoso espectáculo final junto a la amplia aceptación e integración de parte de los vecinos.

Estos mismos vecinos presencian una historia que nunca acaba. Desde el hospital que nunca fue, pasando por un albergue para gente sin hogar, hasta el parque que los reúne y al que defienden. Continúan esperando una respuesta. En sus actitudes se ve un accionar de unión y lealtad, bajo un pedido tan simple como silenciado.

“Padecemos una información televisiva excluyente, clasista, desigualitaria y sesgada”

“Padecemos una información televisiva excluyente, clasista, desigualitaria y sesgada”

Más de una cuarta parte de las noticias que emiten los cinco canales de aire de la Ciudad de Buenos Aires son policiales, según se desprende de un informe de la Defensoría del Público. Desde 2013, el organismo realiza un monitoreo de los noticieros televisivos de Canal 13, Telefe, Canal 9, América y la TV Pública, que indaga en el tiempo y la cantidad de noticias, su lugar geográfico, las temáticas predominantes y las menos visibles, las perspectivas que se abordaron, las fuentes utilizadas, la distribución por género de columnistas, entre otras cuestiones.

La misión de la Defensoría –creada por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y puesta en funcionamiento en 2012– es promover, difundir y defender el derecho a la comunicación democrática de las audiencias en todo el territorio nacional. Según la investigadora Stella Martini, “el monitoreo pone en evidencia el conocimiento con que cuenta la población para vivir, pensar, ser ciudadana, así como advierte a medios y periodistas acerca de la crisis en que se encuentra la noticia”.

En el último trabajo, correspondiente a 2019, se relevaron 17.467 noticias emitidas en cuatro franjas horarias (mañana, mediodía, noche y medianoche), a partir de la visualización de la primera semana completa de los meses pares (febrero, abril, junio, agosto, octubre y diciembre). Canal 13 produjo la mayor cantidad, un 25,8% del total, y Telefe la menor, un 17,6%. Pero en términos de duración, Canal 9 aportó más tiempo de noticias, un 26,1% del total de horas registradas en el informe, mientras que la TV Pública fue la que menos generó con un 11%.

Sobre los temas de las noticias, el 27,1% fueron policiales, significativas en cantidad además ya que junto con política representaron el 35,5% del total, seguidas de internacionales, deportes y economía. En lo que refiere a la duración, un 36,2% tuvo un abordaje policial.

En el tópico “Niñez y adolescencia / Juventud”, las noticias policiales representaron un 58,8% y si se suman otros asuntos que reportaron violencia, el porcentaje aumenta a 73%. En la categoría “Géneros” (abuso, femicidio, violencia de género, aborto, transfemicidio), el 68% estuvo relacionada a hechos policiales, mientras que en “Personas mayores” la proporción fue del 45,4%, en tanto que en “Migrantes” –que en su mayoría aparecieron criminalizados– fue del 49,5%, el 10,1% a políticas de seguridad y el 6,3% a control migratorio.

Es decir que las noticias son contextualizadas mediante el género policial, algo que alcanza a los temas y grupos sociales más invisibilizados –educación, discapacidad, adultos mayores, pueblos originarios y migrantes– que sólo se vuelven noticiables cuando se relacionan con hechos de violencia. La contraparte de esta tendencia es la reproducción de imaginarios que naturalizan las problemáticas, revictimizan y estigmatizan a quienes forman parte de colectivos socialmente vulnerados.

Aun así, entre los medios de gestión privada y la TV Pública hay diferencias. El canal estatal fue el que menos información policial aportó: el 14% de un total de 4.642 noticias y un 5,6% en tiempo de duración. En cambio, de las 69 noticias sobre “derechos humanos” contribuyó en más del 50%: una hora, 51 minutos y 40 segundos, muy lejos de las más de 210 horas de policiales, 140 de política, y 58 de espectáculos.

En el ex Canal 7, la decisión de las coberturas está a cargo de los jefes de noticias, independientemente de la gerencia. Desde la emisora, explican que la idea es jerarquizar una agenda que no es la de los medios comerciales. Por ejemplo, tratan de incorporar a las minorías, informar sobre violencia institucional, protestas sociales, conflictos gremiales y tienen como prioridad la defensa de lo público. Fuera de la búsqueda de rating, se proponen dar un servicio a quienes no tienen representación en otros espacios.

Periodistas, productores y productoras coinciden en que la definición de una noticia depende de varios factores, uno es la interrelación entre las publicaciones de los diarios y la televisión. El medio gráfico se nutre de la agenda política y las declaraciones de funcionarios, de las comunicaciones de entidades financieras, datos de organismos públicos y de otras instituciones. Pero también influye Google, que revela la cantidad de clics que tuvieron en Internet, y así los principales portales informativos no sólo conocen sus propias métricas sino también las de sus competidores. Cuando una nota tiene muchos clics, otros medios la ven y buscan replicarla (al menos los comerciales).

Además de los diarios y la web, la televisión se alimenta de los cables y las agencias. Siempre hay dos o tres temas del día y el contexto es otra variable que interviene, ya que se considera que puede aumentar el interés del público. Como se observa en el monitoreo de 2019 –año de elecciones–, la política fue el segundo tema con mayor presencia. Los testimonios acuerdan en que el rating también configura la agenda. El famoso “minuto a minuto” no se agota en las mediciones propias: se mira lo que está haciendo el otro y cómo le está funcionando. “Si estás con un tema al aire y no mide, se da un volantazo y se cambia”, afirma una de las profesionales consultadas por ANCCOM. Asimismo, las decisiones editoriales tienen su peso, en particular cuando se trata de poner o no al aire a determinado personaje, como puede ser un funcionario público.

Las y los periodistas admiten que el predominio de lo policial desde hace varios años ha dejado relegadas otras cuestiones. Un descreimiento de la ciudadanía en la política, así como un desconocimiento de la economía, refuerzan la hipótesis de que los hechos policiales se hayan convertido en la moneda de cambio de los noticieros. A su vez, estos van en búsqueda de aquello que afecta el bien común, entre ellos la integridad de las personas consideradas ciudadanas y el derecho a la propiedad privada. La noción de inseguridad remite a estos sentidos cuando se ven vulnerados por los delitos y los crímenes comunes e interpela a quienes encuentran identificación en ellos. Para uno de los periodistas televisivos de policiales entrevistados por ANCCOM –todos prefirieron mantener sus nombres en reserva–, esta presencia se relaciona a que “hoy el tema de la inseguridad es una de las mayores preocupaciones de la gente, principalmente en las grandes ciudades”.

 

Precarizados y sin fuentes

Las condiciones en las que se producen las noticias recortan los tiempos de análisis y resultan en la falta de perspectivas diversas para contar los hechos. Para Martini, el periodismo televisivo está en crisis: la precarización laboral da lugar a periodistas con escasa experiencia, a locutores o presentadores a quienes el mismo canal o el programa califican de “experto”. A ello se suma la desigualdad de género, que si bien se está tratando de revertir es un proceso que lleva años, y aún hoy repercute en el desarrollo profesional de las mujeres y deja huellas en los discursos.

En la mayoría de los canales se reproducen estereotipos que justifican la asignación de ciertos temas a mujeres, así como el privilegio de los varones en roles periodísticos y áreas técnicas. De las 8.034 noticias presentadas por columnistas, el 68,8% contó con la participación de un varón, el 25,5% de una mujer y el resto de una combinación de ambos. Otras identidades de género estuvieron ausentes. Las mujeres solamente son mayoría en temáticas de “salud” y “espectáculos, arte y cultura”. “Deportes”, “policiales”, “niñez y adolescencia / juventud”, “economía”, “política” y “géneros”, fueron presentados predominantemente por varones. Esta disparidad se puede ver condensada y agudizada en las noticias deportivas donde sólo el 2,5% fue presentado por mujeres.

Ahora bien, si en 2018 ya se había registrado una ausencia de fuentes en más de la mitad de las noticias, en 2019 esa mala praxis se redujo al 39,2%.

De las 10.617 (60,8%) que contaron con una o más fuentes, el 51,7% fueron privadas, el 33,8% públicas y el 14,5% indistintas. Internet, videos de aficionados y de redes sociales de personas privadas pasaron a ser los registros digitales más utilizados. Junto a dispositivos de seguridad, representan el 19,7% del total. Martini opina que incluirlos es una decisión editorial puesto que, en un contexto de mercantilización de la noticia, la TV compite con internet como soporte informativo. “Poner en el aire una fuente casera también busca aumentar la audiencia, hacer la noticia más ‘atenta’ al día a día de los públicos y a la necesidad o expectativa”. Los entrevistados por ANCCOM sostienen que las redes han tomado protagonismo. La mayoría de las noticias llega por este medio y después se busca la fuente periodística. Quienes protagonizan hechos policiales comparten sus propios videos, ya que tratan de encontrar primero una respuesta social y después una institucional. “Eso habla de un descreimiento de la organización del Estado. La gente cree más en los noticieros que en la policía o en la justicia”, reflexiona uno de los profesionales consultados. Las fuentes digitales pueden colaborar como respaldo de la información, dar una primicia al medio y ser un complemento del trabajo periodístico. Pero, ¿qué representaciones construyen los medios cuando las utilizan? Otras fuentes recurrentes fueron Vecino/a, Ciudadano/a a pie, Transeúnte, Consumidor, Conductores/as (7,7%), Medios de comunicación privados nacionales e internacionales (7,5%) y Familiares/Testigos (7,1%).

 

Centralismo y criminalización

La mayor parte de las noticias monitoreadas ocurrió en Argentina –el 80,4%– y en menos de la mitad (49,7%) se especificó el lugar del suceso. Más de la tercera parte correspondieron a la Ciudad de Buenos Aires (el 34,4%) y se registró un crecimiento de las situadas en el Gran Buenos Aires (el 22,9%) que ocuparon el 32,3% del tiempo. Las noticias de CABA y GBA sumadas a las sucedidas a lugares geográficos sin especificar del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), alcanzaron el 79,1%. Martini asevera que entre los efectos políticos más graves de la centralización de las noticias en el AMBA está la reducción del territorio nacional y la anulación del federalismo. “Se consolida el sentido común de Buenos Aires versus ‘el interior’ –¿de qué?–, y el mito de la supremacía ‘blanca’ porteña. Se trata de un proceso de hipoinformación que hace del país un espacio distorsionado, todo es Buenos Aires y alrededores. Desaparecen la particularidad de las regiones, provincias, localidades. Se produce una profunda desinformación de toda la población”.

El modo predominante de representación de los hechos en el GBA fue la noticia policial (64,2%), así como en CABA (22,1%), seguida de política (19%) y protesta social (10,2%). “La Ciudad de Buenos Aires es signo de todo lo bueno y todo lo malo que tiene nuestro país. La pantalla televisiva, que funciona como si fuera una ventana abierta al mundo, reitera la agenda sobre la inseguridad. Entre el vivo televisivo, la transmisión en directo y la capacidad de ‘mostrar’ del soporte audiovisual, se construye una imagen única de realidad”, explica la especialista, quien en diálogo con ANCCOM analiza esa gigantesca trama de sentidos, parcial y sesgada, que construyen los noticieros de aire y de cable, por la que se cuelan las fake news y se naturaliza una idea falsa de país.

¿Qué determina el predominio de las noticias policiales?

La primacía del género policial en la televisión argentina es casi un sello de nuestra agenda. Se trata de una noticia de larga data, propia de la prensa escrita masiva decimonónica. Como herramienta que permitía al diario una cercanía con los sectores populares, históricamente vulnerables al delito y la violencia, se constituyó en la crónica de la vida cotidiana. Décadas más tarde, la televisión aportó a la información primero en un formato casi de diario leído, para abrirse luego al noticiero con modalidades del entretenimiento. Por eso entra en la agenda la noticia sobre el crimen en los 70, y muy rápidamente convirtió a la seguridad y la delincuencia en nota destacada que pretende poner en relación el delito con la gobernabilidad. El soporte audiovisual es referente ideal para tal propósito y supera a la noticia escrita, que no puede registrar rostros y llantos, pena y desesperación. En la actualidad, vemos el delito cuando se produce desde las cámaras de seguridad callejeras, una modalidad retórica peligrosa: mucha violencia sin filtro y la imposibilidad de verificar un rostro hacen de tal tipo de notas una suerte de escena de ficción. Solo aporta al miedo y el escándalo. Suma al sensacionalismo.

¿Qué dice esta tendencia de nuestra sociedad?

La crónica policial es clasista: hay víctimas buenas y otras no tanto, las que no merecían el padecimiento y las que quizás se lo buscaron, su curriculum vitae, los rostros familiares, su casa, el barrio en que vivía lo delatan. También hay amarillismo, la cámara exhibe el dolor de la víctima o de su familia, muestra escenarios comunes que se tiñen de terror con la descripción simplificada del hecho criminal en los zócalos. Es una noticia que incluye también aportes de expertos en psicología y psiquiatría forense, criminología, derecho penal, que repiten y buscan legitimar, con los modos pertinentes de la comunicación gestual, el espacio que ocupa el acontecimiento en la sociedad. La banalización del crimen se cristaliza en un desvío: la investigación judicial se lleva a cabo por individuos que ni pertenecen a la justicia ni han estado en contacto con la causa, pero igualmente construyen una noticia. Hay discursos y metadiscursos mediáticos sobre los casos delictivos, y hay operaciones políticas que los tienen como tópico y excusa, fabricando denuncias sobre presunta corrupción o ingobernabilidad, y alimentando el juego del marketing político.

¿La significativa presencia de registros digitales afecta la calidad de las fuentes de información?

El periodismo audiovisual no recurre a todas las fuentes que permitan conocer los sucesos que hacen a la vida cotidiana de todo el país. Hay fuentes imprecisas, como las que circulan informalmente por las redes sociales, los videos caseros. Toda imagen puede ser registrada, dicen los dispositivos inteligentes, y tal registro llega a la audiencia televisiva con algún trabajo de edición y escaso chequeo. Lo que se ve en la televisión como de fuentes no profesionales suele ser el registro de un escándalo. Algunas grabaciones informales, sin embargo, sirven a fines policiales, judiciales, testimoniales. En todo caso, su servicio siempre depende de la verificación de la fuente y del trabajo de producción periodística. No existe el trabajo en crudo, toda nota es producto de la edición. No soy de la creencia de que hay un “periodismo ciudadano”. Hay buenos y malos profesionales del periodismo, los hay que responden al sentido de su profesión y se proponen brindar un servicio público, y los que se asocian al poder concentrado para la construcción de una realidad distorsionada.

¿Qué deberían hacer los medios?

Reflexionar y producir un modelo mejor de programación noticiosa, lo cual incluye la seriedad profesional, la honestidad para la investigación, la voluntad de construir ciudadanía y opinión crítica. No sé si se puede medir la calidad periodística, pero sí se puede evaluar la responsabilidad del periodismo y de las empresas de medios en la construcción de diversas versiones de la realidad. Los medios concentrados son el riesgo más alto que puede acechar a la democracia, a la libertad de expresión, al derecho a la información, porque en la construcción de la realidad que promueven están las fake news, las grietas, el desprecio a la sociedad, el olvido de la historia, la lucha contra la memoria y la justicia.

A partir del monitoreo de la Defensoría del Público, ¿qué puede decir de la democratización de la comunicación?

No hay democracia en los medios, en la televisión argentina. Hay geografías relegadas y se verifican ausencias de ciertos conflictos –el conflicto social no existiría–, hay actores y actoras sociales que no se ven, quienes luchan por sus derechos tienen escasos minutos al aire. No tener registro televisivo es sinónimo de no existencia. ¿A qué tipo de opinión pública aporta un noticiero sesgado y desbalanceado? ¿Cómo pensamos o imaginamos la  realidad y las políticas públicas cuando sabemos mucho de crímenes atroces y poco de derechos laborales? La situación inaudita que vivimos por causa del covid ha puesto en relieve la necesidad de una política para disponer de información televisiva “socialmente necesaria”, como decía Herman Schiller. Podemos coincidir en el poder de atracción que la TV tiene como fuente de información pública en un momento de crisis mundial como el que vivimos. La pluralidad de voces es indispensable, porque así se puede hacer un país inclusivo y una ciudadanía generosa. Cuando no hay un derecho a la información satisfecho, cuando la noticia es formalmente un commodity, y un capital en juego en el campo político, sin garantía de federalismo, cuando no se habilita el derecho a ser sujeto de la información y a que su barrio, su ciudad, su provincia sean objeto de información, entonces padecemos una información televisiva excluyente, clasista, desigualitaria, sesgada. Todavía hay muchos feos, sucios y malos en la noticia de la televisión abierta.

Dudas sobre la Ley de Economía Social porteña

Dudas sobre la Ley de Economía Social porteña

El pasado 3 de diciembre se sancionó, con 52 votos positivos y tres abstenciones, la Ley de Promoción de la Economía Social en la Legislatura de la Ciudad. Según un comunicado del Ministerio de Desarrollo y Hábitat porteño, uno de los organismos impulsores del proyecto, esta es una iniciativa que busca “fortalecer el desarrollo productivo de la economía popular, que involucra a cientos de miles de personas”. La titular de la cartera porteña, María Migliore, asegura que esta ley otorgará herramientas para que el sector pueda crecer e integrarse a las cadenas de valor y así generar trabajo de manera sostenida. Por su parte, los verdaderos protagonistas de ese sector plantean dudas, críticas y expectativas.

A grandes rasgos, la ley establece la creación del Registro de Unidades Productivas de la Economía Popular y Social, que es el registro de proveedores estatales en la ciudad; el acceso a herramientas financieras, como líneas de crédito; y la creación de un fondo público-privado a través de la constitución de un fideicomiso en el Banco Ciudad para financiar proyectos productivos.

A partir de este marco, diferentes cooperativas y fábricas recuperadas expusieron su visión sobre la nueva legislación. Una de ellas fue la cooperativa de productos lácteos Séptimo Varón, formada por un colectivo de trabajadores que recuperó la empresa en el año 2002. Sus productos se encuentran en el mercado desde hace más de 60 años y, actualmente, cuentan con siete locales de venta minorista distribuidos alrededor del AMBA. Federico Chab, uno de sus miembros, considera interesante que haya una ley que recoja a los actores de la economía social, muchas veces postergados en la agenda legislativa.

Asimismo, pone la lupa en cómo se va a reglamentar, ya que a su criterio hay algunos puntos fundamentales que no se mencionan, como el tipo de financiamiento – por ejemplo, si serán microcréditos o no -, si las cooperativas más grandes, como ellos, pueden acceder a estos beneficios y si hay un máximo de facturación o en la cantidad de trabajadores. Chab asegura que en reiteradas oportunidades “se toma a la economía social como pequeños micro-emprendimientos y en realidad nosotros somos una PyME que factura de a millones. Por esto muchas veces nos quedamos afuera de estos cupos fiduciarios”. Chab espera que los convoquen a participar para aportar su visión en la iniciativa.

Por su parte, Fabián Pierucci, presidente de la cooperativa La Litoraleña, que fabrica tapas de empanadas y tartas, comenta que el fin de aquella no es maximizar ganancias sino crecer como colectivo de trabajadores y, por ese motivo, exige una mayor claridad en la forma de financiamiento que otorgaría la ley. “Si es un fondo privado no podemos aceptar imposiciones”, sintetiza. A su vez, se explaya sobre la falta de delimitación entre el tipo de préstamo que puede necesitar una cooperativa como La Litoraleña, que es una PyME, y la que necesita cualquier otro emprendimiento individual. Asegura que la ley no proporciona ningún tipo de diferencia entre estas dos realidades sumamente diversas. Además, comenta que la ley no hace referencia a un tema tan delicado como la seguridad social: “Seguimos siendo monotributistas y somos un colectivo de 55 personas. Te terminás jubilando siempre con la mínima”, sentencia.

En esta línea, Eduardo Montes, presidente de la Federación de Trabajadores de la Economía Social (FeTraES), se pregunta cómo va a ser el registro formal de los trabajadores, cuál va a ser el organismo de aplicación de la ley y cuáles van a ser las características del fideicomiso. Para Montes la ley tiene “muchas carencias” y no se condice con las políticas que el Gobierno de la Ciudad llevó adelante en los últimos años, como fue “la eliminación y el vaciamiento del presupuesto destinado al sector en el año 2015”, agrega.

En busca de una mirada etnográfica sobre la situación de las cooperativas y fábricas recuperadas de cara a esta nueva ley, Andrés Ruggeri, investigador y director del programa Facultad Abierta en Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, dice que la ley es  un hito importante para un sector totalmente desplazado en la economía formal. “Desde el 2007 que no hay un reconocimiento para este colectivo, me parece bien que haya una medida que recoja su realidad”, señala.

Sin embargo, cuestiona la conceptualización que hace la ley de la economía social: “Si vos armás toda la base del financiamiento desde el lugar de una economía de la pobreza y sin capacidad de crecimiento, pensada para pequeños montos de créditos, vas mal“.

Para Ruggieri, la estructura crediticia está mal planteada porque el Estado no invertiría en el fondo fiduciario sino que lo harían los privados que siempre tienen intereses por detrás. Sumado a esto, sentencia cómo se planteó la conformación del comité de financiamiento, que está integrado por los mismos miembros que van a sostener el fondo. 

Ante la repregunta por la postulada “economía de la pobreza”, profundizó en lo problemático que pueden llegar a ser las valoraciones que edifica la ley en referencia a los receptores de la misma. “Partís de la base que la economía social no tiene escala y por eso brindás microcréditos o créditos sin mucha capacidad y así el sector nunca va a crecer”, concluyó.