“Siempre tuvimos en claro a qué lugares no queríamos llegar”

“Siempre tuvimos en claro a qué lugares no queríamos llegar”

A simple vista, el público bailaba. No abundaban ni banderas ni remeras con el nombre de la banda, lo que más caracteriza a los seguidores es el balanceo propio del reggae y sus cantos. Las banderas que luego aparecieron fueron entregadas como regalo hacia la banda en el transcurrir de distintas canciones. Néstor Ramljak, mientras cantaba, se las ponía  sobre lo hombros en forma de agradecimiento. Así empezó Nonpalidece su gira The Aswad Experience, en la íntima sala de La Trastienda, a la que volverán el 23 de octubre para cerrar la gira que durante estos días está haciendo por Mar del Plata, México, Panamá, Costa Rica y Chile. La están realizando junto al cantante inglés Brinsley Forde, fundador y voz del grupo Aswad, banda que desde 1975 realiza música con raíces reggae . En los shows, Nonpalidece y Brinsley Forde presentan los dos temas nuevos que realizaron juntos: “Keep the fyah burning” y “Total Destruction” y, a su vez, Forde cantará temas propios.

Nonpalidece  se encuentra andando desde 1996, cuando decidió darle voz y estilo propio a la música que a le gustaba. Grabó su primer disco en 2000, llamado Dread Al Control. Le siguieron seis discos más. La banda busca que sus canciones comprometan el arte con causas sociales. Esto lo reflejó su último disco Activistas, de 2013, en el que el book de cada una de las doce canciones de la placa está asociada a distintas personalidades de América Latina involucradas en causas vinculadas a luchas por los derechos humanos, como por ejemplo Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y Susana Trimarco. Recientemente participaron con sus voces de la canción «¿Dónde está mi hermano Santi? Digan quién se lo llevó», el video realizado por organismos de Derechos Humanos, artistas y la familia Maldonado para pedir por la aparición de Santiago, el joven desaparecido desde el 1°de agosto, cuando desapareció en medio de una represión de la Gendarmería en el Lof de Cushamen.

La banda conformada por doce integrantes viajó y transmitió los valores de su música por todo el continente latinoamericano, Estados Unidos, y el año pasado, por primera vez, a Europa. La semana que viene vuelven con su música a la ciudad porteña. Bruno Signaroli, guitarrista e integrante de la banda desde sus comienzos dialogó con ANCCOM.

Recital de Nonpalidece en La Trastienda.

¿Cómo transitan estar de gira junto a Brinsley Forde?

Estar de gira de por sí es una montaña rusa, algo muy intenso. Tocar junto a él esta vez nos da mucha alegría, es un honor y un orgullo. También es un gran desafío porque nosotros hacemos de banda suya cuando él canta sus temas, entonces es aprenderse un recorrido de canciones distintas. Estamos al lado de una personalidad célebre, que a su vez, a sus 64 años, está muy compenetrada con el ahora.

¿Cómo se produjo el encuentro para tocar juntos en la gira The Aswad Experience Latinoamérica?

En parte fue de manera fortuita. Fue después de un show que hicimos con la banda Israel Vibration, donde nos encontramos con Flabba Holt, el bajista y fundador de los Roots Radics. Él nos propuso hacer un tema juntos, proyecto al que se sumó Brinsley Forde cuando llegó este año a Argentina. Les mostramos unas bases nuestras, y como le gustaron quiso componer una letra. Una de ellas es “Keep the fire burning”, y la otra es “Total Destruction”, las canciones que están en este nuevo  CD. Con “Total Destruction” pasa algo extraño porque la música es un sonido alegre, pero la letra en cambio no lo es. A medida que lo iban haciendo se iban mostrando partes del tema, y así se hizo la composición conjunta.

¿Y en el caso de ustedes? ¿Cómo fue su encuentro en los ’90, que dio origen a Nonpalidece?

Se produjo debido a una búsqueda de querer reproducir la música que nos gustaba. Nosotros nos hicimos amigos en el barrio y hablábamos de música. No existían las redes sociales, esa era la manera que teníamos. Esa búsqueda de sonar como el reggae que nos gustaba nos fue llevando a otras cosas, a ir puliendo lo que era necesario para que se escuchara como queríamos. Entonces íbamos probando, y de a poco fuimos incorporando más integrantes, hasta llegar a los que somos hoy.

En tu caso, ¿cómo fue la transición de tocar un instrumento de viento a uno de cuerdas?

Empecé a tocar la trompeta en la banda como una cuestión de necesidad, porque estaba ese lugar vacante. Era una manera de hacerme lugar. A mí, en realidad, me gusta más la guitarra, y es un instrumento con el que me siento mucho más cómodo. Sentí el cambio porque es totalmente diferente la manera de encarar el instrumento. Lo que pasaba era que no teníamos trompetista, y el ritmo del reggae lleva en las melodías una base muy fuerte de ese instrumento. Era el único viento de la banda en ese momento. Luego vino Agustín (Azubel), y ahí yo pasé a la guitarra. Después se fueron sumando los otros vientos.

En los shows, Nonpalidece y Brinsley Forde presentan los dos temas nuevos que realizaron juntos: “Keep the fyah burning” y “Total Destruction” y, a su vez, Forde cantará temas propios.

¿Te acordás cómo fue el primer ensayo de la banda?

No me acuerdo de uno en particular, pero tengo muy buenos recuerdos de los primeros ensayos. Los hacíamos en la sala La Nave, de Tigre, un lugar con muy buena energía, donde además tocaban otros músicos. Era un ambiente de mucha música y las dueñas del lugar eran muy voladas.  La pasábamos muy bien haciendo música ahí.

Hiciste referencia a la falta de redes sociales cuando ustedes se juntaban en el barrio. Hoy esas plataformas se usan mucho para compartir música y mostrarse. ¿Recordás cómo compartían su gusto por el reggae?

Exclusivamente la manera que teníamos era el cassette. Tratábamos de escuchar lo que habíamos logrado grabar. Todavía tengo una caja guardada con los cassettes que escuchaba en ese momento. Hoy hay mucha información. Antes no teníamos acceso fácil, conocíamos a pocas bandas y de a poco nos interiorizamos en más. Cada disco que encontrábamos o artista, era una luz, algo que te había costado mucho conocer. Así nos pasó con Bob Marley, Peter Tosh, Culture, entre otros. Todo pasa muy rápido hoy, a mí por lo menos me gusta más sentarme a escuchar un cassette o un CD entero.

¿Qué fue lo que más les costó en el trayecto?

No sé qué fue lo que más nos costó, quizás haya sido aprender a aceptar al otro y pensar más en colectivo. Somos muchos en la banda y a veces eso puede traer situaciones incómodas, principalmente en una gira, porque dormís mal y estás muchos días fuera. Lo más difícil es aprender a convivir. Otra cosa que cuesta también es producir la gira, porque nosotros desde el principio decidimos ser una banda independiente, entonces producimos todo nosotros y eso lleva a tener que estar en todos los detalles.

¿Alguna vez pensaron cambiar la filosofía de ir contra la corriente, de no tener un sello discográfico?

No, nunca nos pasó de dudar cómo llevábamos el proyecto. Si ocurre que quizás en algún momento te sentís frustrado porque hay cosas que cuestan un poco más. Un sello discográfico te da mucha más visibilidad. Pero nunca lo dudamos.

Nonpalidece se encuentra andando desde 1996, cuando decidió darle voz y estilo propio a la música que a le gustaba.

¿Los condiciona en su música tener que estar pendiente de la parte comercial o de las últimas tendencias?

Tenemos en cuenta algunas cosas en la manera de crear, por ejemplo en el video de “Total destruction” hicimos dos versiones, una normal y una versión 360 grados. No lo hacemos porque haya que hacerlo, pero si nos gusta optimizar y crear con los recursos que tenemos. También es una manera de brindarle nuestra música de otra manera al que no puede ir a un concierto nuestro. Hacer un video no es algo que nos resulte tan divertido como hacer música en vivo, es una manera de llamar la atención de manera visual en el negocio de la música.

¿Cómo ves al reggae en la actualidad? ¿Hay alguna banda que te interese?

El reggae ya tiene un lugar ganado en el país, hay muchas bandas de músicos jóvenes. Una que me gusta se llama C4, es conocida, tiene 25 años de trayectoria. Me parece que tiene personalidad. En general, las bandas buscan ir por el mismo lugar que otros, se intenta más la copia. Por eso es muy bueno cuando una logra un estilo propio.

En sus recitales se pueden ver niños chiquitos que están bailando sus canciones. ¿Qué les provoca ver esto?

Es un cariño muy grande el que nos da el público. Hay gente que nos viene a ver, que fue creciendo con nuestra música, y ahora trae a sus hijos. Es lindo que puedan compartir el reggae en familia, cuando nosotros éramos chicos no podíamos compartir música con nuestros padres, culturalmente estábamos en las antípodas. Eso está bueno porque en parte te hace pensar que lo que nosotros hacemos no tiene que ver con una moda. Es algo maravilloso, incluso tal vez los nietos dentro de unos años puedan escuchar nuestra música.

¿Qué creés que tiene la banda que los hace Nonpalidece?

Siempre tuvimos en claro a qué lugares no queríamos llegar. Queríamos hacer música que nos guste y buscar que los shows sean siempre dinámicos. No presionarnos, sino disfrutar de esto. Si no fuese así ya lo hubiésemos dejado de hacer. Creo que eso es también lo que el público valora, la autenticidad.

Grabó su primer disco en 2000, llamado Dread Al Control. Le siguieron seis discos más. La banda busca que sus canciones comprometan el arte con causas sociales.

 

Actualizado 18/10/2017

La reforma, con sangre entra

La reforma, con sangre entra

Tras 17 horas de debate ininterrumpido, a las 7.08 de la mañana, la Cámara de Diputados aprobó por 127 a 117 la reforma previsional que, entre otras cosas, cambiará la manera de calcular el haber jubilatorio, la Asignación Universal por Hijo y las pensiones de discapacitados y ex combatientes de Malvinas. De esta manera, el Gobierno pone en marcha un recorte en la seguridad social que, según quién lo calcule, va de 70.000 a 100.000 millones de pesos. La nueva ley se aprobó tras masivas movilizaciones de repudio que se prolongaron hasta la madrugada y, sistemáticamente, terminaron con represión y detenidos.

Con un Congreso vallado desde las 21 del domingo, más de 500 mil personas se movilizaron ayer al mediodía en contra de la reforma previsional impulsada por el Cambiemos, según estimaron algunos gremialistas que ayer convocaron. El operativo estuvo a cargo de la Policía Metropolitana y no, como ocurrió el jueves pasado, de Gendarmería. La brutalidad fue la misma: gases, balas de goma, un centenar de detenciones y sesenta heridos.

“¿Qué golpe? Si tienen los medios de comunicación, el poder económico, fuerzas de seguridad y encima el Poder Judicial. ¿Pero sabés lo que pasa? No le da la cara para sacarle a los que más tienen pero sí a los jubilados”, reflexionaba un periodista de radio mientras relataba cómo la Plaza de los Dos Congresos comenzaba a llenarse de agrupaciones políticas y gremiales.

Mientras la bancada oficialista lograba quórum y daba inicio a la sesión, las columnas de la Asociación de Trabajadores del Estado, Unidos y Organizados, La Cámpora, Nuevo Encuentro, El Hormiguero, Proyecto Popular, sindicatos docentes, partidos de izquierda, el colectivo Ni Una Menos, organismos de derechos humanos, entre muchas otras, nutrían la enorme manifestación de repudio a la baja de los haberes jubilatorios propuesta por Cambiemos. Los manifestantes ocupaban toda la Plaza de los Dos Congresos y la Avenida de Mayo hasta la calle Piedras, nueve cuadras bien abigarradas.

La violencia institucional se respiraba en el aire antes de que los gases lo volvieran, en efecto, irrespirable. “Desde la Defensoría del Pueblo me pidieron que venga con la pechera como ‘mediadora de conflictos’. Hace 20 minutos me avisaron que ya la Policía le pegó a un par de compañeros”, contaba una mujer. “Si el jueves le dieron a los diputados, ¿no les van a dar a ustedes?”, preguntaba otra. “¿Qué onda? Re intimidatorio”, remataba una tercera.

Mientras, una joven miraba el helicóptero policial que sobrevolaba la zona. Segundos después, los militantes de La Cámpora empezaron a retirarse, lo que desconcertó a compañeros de otras organizaciones que estaban allí. “Compas, con tranquilidad, vayan dándose vuelta”. Cuatro referentes de otras agrupaciones pasaron corriendo con estruendos de fondo que no se sabía de donde provenían: “¡Replieguen las banderas! ¡Caña acá compañero, por favor! ¡Comencemos a desconcentrar!”.

Una lluvia de piedras cayó sobre la policía desde la primera fila de la marcha. El polvo blanco del gas lacrimógeno se esparció desde el centro de la plaza hacia los extremos y rápidamente la gente se cubrió las caras con sus pañuelos verdes por el aborto legal, rojos, cuadriculados blancos y negros, o con las remeras guardadas. “Dos años atrás era impensado todo esto. ¿Cómo puede ser que haya cambiado tanto? Ahora que te llegue un mensaje de cómo cuidarte y qué estrategias de prevención tener en una marcha es algo normal”, dijo un joven.

Ante la represión, la multitud respondió con cánticos que, al contrario de otras movilizaciones, fueron masivos y al unísono: “Unidad de los trabajadores y al que no le guste ¡se jode, se jode!”, o el tradicional. De manera organizada, las columnas comenzaron a desconcentrar, intentando protegerse del accionar, otra vez desenfrenado, de las fuerzas de seguridad.

A medida que en los manifestantes se dispersaban por las fuerzas de seguridad, el debate en el interior del Parlamento se calentaba. El diputado y ex ministro de Economía, Axel Kicillof, detalló, números en mano, que con la nueva ley los jubilados solo recibirán un tercio del aumento estipulado en comparación con la legislación actual. Y denunció la represión que se vivía afuera: “Quieren tapar con cámaras de televisión toda la gente que se moviliza, y, oh casualidad, sólo muestran a los infiltrados que nunca agarran”.

Victoria Donda, de Libres del Sur, apuntó contra la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: “La única paz que puede existir (con ella) es la de los cementerios”, afirmó. La experimentada jefa de bloque del Frente Renovador, Graciela Camaño, subrayó que “la legitimidad no es una foto de una elección, sino que es una serie de acontecimientos que deben hacer al grupo político”. Y rechazó “a los violentos de afuera pero también a los de adentro porque no es la primera vez que ponen infiltrados”, dijo.

Uno de cruces más picantes se dio entre Agustín Rossi, jefe de bancada del Frente para la Victoria, con la diputada oficialista Elisa Carrió, quien se retiró del recinto: “Te hubieses ido cuando eras funcionaria de la dictadura en el Chaco, mientras que a nuestros compañeros los mataban en Margarita Belén”, le dijo Rossi. Y añadió: “Nunca habíamos tenido el Congreso militarizado desde el regreso de la democracia”, y responsabilizó a Patricia Bullrich por el operativo.

A una cuadra de allí, desde la calle Bartolomé Mitre, salían personas con las caras irritadas y los ojos inyectados en rojo por los gases. Una mujer se acercó y les ofreció agua, otra les  aconsejó ponerse limones en la boca. Cerquita, a unos metros, un chico tirado boca arriba hacía señas de que encontraba bien pero que necesitaba estar tranquilo un rato.

“Ailín no contestó todavía si está bien, ¿no?”, pregunta una amiga. “Están pidiendo levantar la sesión porque están tirando con balas de plomo”, alerta otro. Las versiones, en medio de la represión, se multiplican, igual que los cuidados entre compañeros.

Héctor, 68 años, jubilado, estaba sentado a la sombra de un árbol en la esquina de 9 de Julio y Bartolomé Mitre con un cartel: “Los jubilados son la patria. No los traicionen. Ellos los votaron Señores Diputados”. Mientras se secaba el rostro con un pañuelo, recordaba que hace tres años podía llegar a fin de mes: “Vine con un amigo que le sacaron más de la mitad de los medicamentos, no nos podíamos quedar en casa. Yo fui obrero náutico toda mi vida, no pido riqueza, sólo dignidad”. Y con impotencia reflexionaba sobre los medios y periodistas que a esa altura, casi en cadena, mostraban únicamente el show de las piedras y las balas: “Nos mienten, ¿pero sabés una cosa? Lo que no pueden es borrarte la memoria. Yo en el 2001 vi a mis hermanos cartonear. No puedo explicar lo que fue eso”.

Por Avenida de Mayo, tomados de la mano, Daniel y Verónica se manifestaban como lo habían hecho el jueves anterior. Ambos de 62 años, él profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, explicaba: “El problema es la situación que esconde todo esto, la desinversión en materia de seguridad social”. Luego se levantó la remera y mostró los dos balazos de goma que le acababan de dar una hora atrás sólo por defender sus derechos.

Después de siete horas de represión, ya no había manifestantes en la zona del Congreso. Sin embargo, cerca de las 21.00 comenzaron a tronar las cacerolas en diferentes barrios porteños, bonaerenses y en algunas ciudades del interior, como Rosario y Santa Fe. Miles de personas, después, marcharon con ollas y cucharones a realizar una vigilia frente a las vallas que cercaban el Congreso. Como exactamente hace exactamente 16 años volvieron a sonar, espontáneamente, en repudio a la sordera y la insensibilidad del poder. El mensaje del pueblo es claro: “Si se meten con los viejos / qué quilombo se va armar”. Cerca de las 4 de la madrugada, otra vez los gases policiales lograron la dispersión. Tres horas más, los diputados aprobaron la nueva ley que cumple con  las tres exigencias del Fondo Monetario Internacional: cambio a la baja en la fórmula de sustitución, cambio en forma de actualización y prolongación de la edad jubilatoria.

Actualizado 19/12/2017

La vuelta del vinilo

La vuelta del vinilo

En su novena edición, con un prolijo recorrido armado con más de cuarenta y cinco locales abiertos al público, descuentos, ediciones especiales y shows en vivo, se celebró “La Noche De Las Disquerías” en la Ciudad de Buenos Aires con el objetivo de fortalecer la industria discográfica, apoyar la industria musical nacional y, por qué no, incitar a que haya más melómanos en el mundo.

Organizada por la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (CAPIF), la noche de las disquerías se presentó como un evento que permite no sólo facilitar la compra de discos, vinilos y otras delicias de la música, tanto para quienes coleccionan como para quienes no, sino que también funciona como forma de difusión para nuevos artistas. Alejandro Ioras, melómano, coleccionista de vinilos y conductor del programa de radio online Miércoles de Película, ganador del Premio Trend Topic 2017, recorrió junto a ANCCOM una noche donde el Centro, Recoleta, Palermo y otras zonas se vistieron de clásicos.

“Todos saben que la industria discográfica argentina tuvo un quiebre. Hoy tenés Spotify —servicio de música en streaming— y está todo ahí. Este tipo de eventos está bueno para que la gente vea, conozca, se embeba en el tema,” explica Alejandro, mientras revisa una pila de clásicos en oferta. Elige Celebration Day de Led Zeppelin, y continúa con la charla. “¿Viste la cantidad de artistas emergentes que están editando vinilos? Eso es bueno. Es muy bueno. Más allá de que la calidad sonora del vinilo es cien veces mejor que escuchar un tema de Spotify, habla de algo más”.

Una mesa repleta de CDs afuera de una disquería, dos jóvenes caminando, y en la vidriera unos afiches que promocionan "La noche de las disquerías".

La Feria fue organizada por la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas.

Es cierto. Basta una visita por disquerías como Mercurio para descubrir una lista sin fin de vinilos, casetes y discos de artistas independientes, de nombres recurrentes en la escena musical actual, como lo son Nahuel Priones, El Mató Un Policía Motorizado, Ciruelo, entre otros. Gonzalo Martínez, joven coleccionista de vinilos y fiel visitante de la noche, asegura que “está buenísimo que artistas locales editen vinilos. El vinilo es una masa, tener un vinilo es otra cosa”. Gonzalo consume vinilos de artistas independientes nacionales, aunque por una cuestión de presupuesto no puede tener el número que querría, intentan apoyar a los artistas con la compra de, al menos, uno.

La cuestión presupuestaria es otro elemento que le da a la noche de las disquerías una cuota de interés: las ediciones especiales se pueden encontrar más baratas, las ofertas son tentadoras como lo indican los carteles en las vidrieras, que anuncian dos discos al precio de uno. Es cierto que, el vinilo sobre todo, es un formato de alto presupuesto al que no todos acceden, pero eventos así los hacen mucho más accesibles.

Alejandro continúa el recorrido, y se detiene de vez en cuando a mirar, quizá por la vidriera, algún artista que está tocando. “Las disquerías normalmente sobreviven por los melómanos, como yo, o como muchos acá. Tener una noche así es un sacudón para la cultura, porque muchos vienen y no tienen idea, y acá descubren. Para eso, es muy importante el eslabón show en vivo, descuento, evento”.

Artistas consagrados como Richard Coleman fueron parte del evento, pero sonaron también un sinfín de músicos independientes. “Me encanta que esté la movida de los shows en vivo. Yo no colecciono vinilos, ni discos ni nada, pero ponele, ahora que llegué temprano, me doy una vuelta y uno me compré. Está bueno,” opina Juliana Ailín a la salida de Disquería Mercurio.

Imagen de unas manos sosteniendo un CD en una mesa repleta de discos.

“La Noche De Las Disquerías”en la Ciudad de Buenos Aires tiene el objetivo de fortalecer la industria discográfica y apoyar la industria musical nacional.

Gonzalo retoma el tema y opina, “el otro día, un compañero se quejaba de que Lali (Espósito) había sacado un vinilo. Sí, qué se yo, no me copa, pero por otro lado ayuda a que se popularice más. Qué sabés si el que miró el vinilo de Lali hoy, no compra un vino de sello independiente nacional mañana. Si difunde, es bueno. Lo demás se aprende”.

Pero la noche no es solamente un gran evento para las disquerías y los consumidores, también lo es para los artistas independientes. Un gran número de ellos se pasea por las disquerías ofreciendo sus discos para venta, ofrecimiento que, muchas veces, llegaba a buen puerto. “La música independiente es así, a pulmón”, explica el cantante Ema Mena. “Venís y dejás el disco, si gusta, se queda”. Si bien hay un gran número de disquerías que trabajan, sobre todo, con clásicos de la música, hay tantas otras destinadas a lo independiente.

“Hay mucho joven dando vuelta,” indica Alejandro, y es cierto. Quizá sean los shows en vivo, o simplemente la curiosidad, lo que hace que un gran público juvenil se acerque a buscar lo que, uno pensaría, es un formato para adultos. “Que las bandas independientes que suenan ahora editen vinilos, en ese sentido, es muy bueno. Le da conocimiento, es un ‘che, mira esto’. Ahora también está volviendo el formato casete, otra joya. Fijate que ya hay muchos”.

La noche de las disquerías es una unión entre un sentimiento melómano, la curiosidad de ir a visitar algo tan clásico como una disquería, presentaciones en vivo y ofertas imperdibles. Pero, por sobre todo, es una noche que mantiene el espíritu cultural vivo y no le cierra las puertas a nadie. Porque mantener la música viva es, y siempre será, tarea de todos.

Actualizado 14/11/2017

Pegue y vuelve

Pegue y vuelve

Cifras exorbitantes, shows televisivos y espectáculos violentos suelen ser las asociaciones más comunes con el mundo del boxeo. Sin embargo, el deporte de los puños es en nuestro país una de las disciplinas más populares y practicadas, no solo por aspirantes a campeones o campeonas, sino también por oficinistas, profesionales y estudiantes que lo practican de forma recreativa.

El boxeo le ha entregado a Argentina muchos campeones, tanto hombres como mujeres, a lo largo de su historia y mantiene una popularidad y una presencia muy fuerte en todo el país. Hay en la actualidad 15 mil boxeadores federados amateurs y alrededor de mil profesionales. Para ambos casos se requieren licencias, por lo que no se cuenta a quienes simplemente practican esta disciplina por mero divertimento.

“Somos terceros en realización de combates, tanto en amateurs como en profesionales, primero están Inglaterra y luego México -se enorgullece Luis Romio, presidente de la Federación Argentina de Box (FAB)-. Y eso que en cantidad de población nos superan”. Solo en Provincia de Buenos Aires, hay 550 clubes de boxeo; y en todo el país existen 19 federaciones afiliadas a la FAB en forma directa, lo cual le da al deporte una amplia representación institucional.

Boxeadores entrenando. Gimnasio de la Federación Argentina de Boxeo.

En estos últimos años han aparecido y reaparecido distintas disciplinas, como el taekwondo, el kickboxing y las artes marciales mixtas. A raíz del boom de los deportes de combate y para solventar algunos gastos, la FAB sumó el modo recreativo. En su gimnasio, el “José Oriani”, casi 250 personas practican boxeo. Alberto “Coca” Andrada, entrenador con 50 años de trayectoria y 30 de ellos en la FAB, contó: “Arrancamos con todo en marzo, hay mucha gente que se acerca, la edad es de 14 a 40. Vienen muchas chicas y hombres grandes”.

En la modalidad recreativa no hay contacto, no se hacen guantes sino que se basa en la realización de ejercicios aeróbicos, movimientos de piernas y brazos, golpes a la bolsa, saltos en la soga y un poco de pesas. “El entrenamiento en ambos sexos es el mismo -destacó Andrada-, capaz es más intenso el de los hombres, pero las mujeres aprenden a boxear con los varones”.

El ex campeón del mundo superwelter, Miguel Castellini, tiene un gimnasio homónimo en Congreso y solo ofrece boxeo recreativo, porque considera que es un buen ejercicio y lo recomienda para todo el mundo. El antiguo pugilista afirmó: “Se lo toman como una forma de relajarse, de descargar. El boxeo fomenta la vida sana y ayuda mucho si uno entrena con ciertas ganas, aunque sea recreativamente”.

Andrea «La Cobrita» Sánchez.

Otro ex boxeador que no duda en remarcar las bondades del deporte es Jorge “Karateca” Medina. Tras una vida agitada, con visita a la cárcel incluida, y con una adicción a las drogas en el pasado, se encuentra recuperado y tiene un gimnasio en el que se dedica, en forma exclusiva, al boxeo recreativo en la localidad bonaerense de Martínez. “El box es para no pensar boludeces, para despejar la cabeza. A mí me ayudó”, dijo Medina. 

En sintonía con las valoraciones de los ex peleadores, un estudiante de Derecho y practicante de boxeo recreativo en el gimnasio de la FAB, Juan Pablo Fernández, expresó: “Te da confianza, te sentís bien desde lo físico y descargas mucha energía. Es como una terapia”. El joven de 22 años, que también trabaja en una oficina, agrega: “Empecé porque me gusta y para hacer deporte, me entretiene más que hacer pesas”.

Por otro lado, Jennifer Coronel, de tan solo 15 años, relató que comenzó la práctica recreativa hace unos meses también en la FAB, aunque sueña con ser profesional. “Empecé este año, quería venir desde antes pero mi mamá no quería que boxee. Deseo llegar muy lejos”. La adolescente, que vive en Villa Soldati, va al colegio a la mañana y luego entrena varias horas en la FAB. “Empecé en mi barrio y mi profesor me anotó acá, tuve exhibiciones pero no soy amateur porque aún no tengo licencia. El boxeo tiene mucha disciplina y eso me inspira”, afirma.

Federación Argentina de Boxeo.

Las licencias son clave si una persona aspira a tener una carrera. Después de cumplidos los 14 años y hasta los 28 se puede obtener para practicar el boxeo amateur. Para conseguir, en cambio, la de profesional, los requisitos básicos son: tener entre 20 y 30 años, más de 40 peleas como amateur y, además, haber participado en por lo menos un campeonato nacional o provincial. En ambos casos, se exigen un importante número de estudios médicos y, por reglamento, la obligación de saber leer y escribir.

Romio hace hincapié en que la FAB no cobra por las licencias y que no se mete en la parte comercial de los combates profesionales, sino que solo se preocupa por lo deportivo. Para ilustrar sobre los costos del deporte, explica: “Organizar un festival de boxeo amateur cuesta como mínimo 25 mil pesos y uno profesional, no menos de 70 mil”. Los púgiles amateurs, los jueces y los árbitros cobran solo viáticos y en el caso de los dirigentes trabajan ad honorem.

Las altas cifras que se manejan en duelos profesionales no dejan dinero en las arcas de la Federación. Son los promotores y managers los que mueven dinero y organizan los festivales. Hay alrededor de 300 promotores oficiales en todo el país. El mayor ingreso de la institución es el contrato con la TV y, sobre esto, Romio subraya una particularidad: “La prensa de las mujeres es más importante que la de los hombres en nuestro país. En TyCSports, cuando pelea una mujer tiene mayor rating que cuando pelean los hombres”, afirma el dirigente.

La historia que tiene el deporte, la práctica recreativa que se impuso como moda, la recomendación de la disciplina de ex campeones y los sueños de los adolescentes que anhelan ser como Carlos Monzón o Marcela Acuña mantienen al boxeo vigente, muy presente en la vida cotidiana y con una popularidad ascendente. Castellini sintetiza en una frase algo que todos los vinculados al boxeo parecieran sentir: “Es un estilo de vida”.

Actualizado 17/10/2017

 

Vecinos de Laferrere luchan contra la contaminación

Vecinos de Laferrere luchan contra la contaminación

Vecinos de Laferrere rechazan la instalación de una subestación eléctrica por parte de la Empresa Distribuidora y Comercializadora Norte Sociedad Anónima (Edenor S.A.) y el establecimiento de un basurero municipal, ambos en el ex Aeroclub Argentino en el kilómetro 24.700 de la Ruta 3, en Gregorio de Laferrere, por considerarlos contaminantes. Cansados de reclamar y pedir explicaciones a la Municipalidad, al ENRE, a EDENOR y al Gobierno bonaerense, los vecinos comenzaron a actuar. Hace una semana realizaron la tercera jornada de trabajo voluntario, en la que cortaron el pasto, llevaron a cabo la limpieza del predio y plantaron árboles. “Estamos en la búsqueda de la familia a la que le expropiaron los terrenos del aeroclub, pero no podemos quedarnos de brazos cruzados, porque ya tenemos el basural y la subestación en puerta. Si no defendemos el espacio y no nos defendemos a nosotros mismos, nadie lo hará”, dijo Daniel Toro, vecino de Laferrere y principal organizador de la lucha contra la subestación eléctrica y el basural municipal. Aún no han concretado medidas legales, pero ya han contactado un abogado para asesorarse.

Múltiples intereses

El predio cuenta con 84 hectáreas y está delimitado por la avenida Juan Manuel de Rosas, y las calles 3 Cruces, Voissin y Estanislao de Campo. En el terreno funcionaba el Aeroclub Argentino -fundado en 1908 por Jorge Newbery y Aarón de Anchorena-, la primera institución aérea del país y la tercera en el mundo. En 2005 fue declarado de Interés Histórico Testimonial e incorporado al Patrimonio Cultural de la provincia de Buenos Aires. A partir de 2012 la institución dejó de funcionar en Laferrere debido a las obras del hospital Materno Infantil emplazadas en medio de las pistas de despegue y aterrizaje, luego de que las tierras fueran cedidas por la presidenta del aeroclub María del Pilar Rolandelli. Esto pudo suceder tras la modificación de la Ley 13393 que lo declaraba como bien de interés histórico testimonial y la incorporación de la ley 14675: “Este proyecto de ley tiene por objeto delimitar la superficie correspondiente al patrimonio histórico con el objetivo de que el Estado pueda disponer de esas tierras para su uso productivo; a los fines de dar cumplimiento efectivo de los principales objetivos que alientan la función pública, máxime ante la creciente escasez de tierras producto de la urbanización y crecimiento demográfico, la necesidad de generar nuevos espacios públicos, deportivos, educativos, de salud y de crear las condiciones que permitan dar soluciones habitacionales acordes que reclama la sociedad, principalmente en el marco del programa PRO.CRE.AR es que se hace imprescindible el uso racional de tierras ociosas, dándole a las mismas una nueva utilidad a fin de responder a las necesidades actuales”.

Actualmente, una oficina del Aeroclub Argentino funciona en el Municipio de Morón, en la VII Brigada Aérea. Daniel Toro explicó a ANCCOM: “La gestión anterior lo que hizo fue destruir la política de los aeroclubes. Hoy en día el predio del aeroclub es tierra de nadie. Hace un año y nueve meses que se instalaron los de Metrobus con oficinas de logística e ingeniería. La obra ya terminó, pero todavía no las sacaron. No sabemos si van a quedar permanente. También está el sindicato de UOCRA metido ahí. Por su parte, el municipio copó el hangar central de hormigón con el plan PROCREAR. La torre y la confitería también fueron subcontratadas por un empresario”. Lo que queda del Aeroclub Argentino son solamente hangares en desuso y dos carteles oxidados enganchados a la tranquera que da acceso al predio en los que apenas se puede leer: “Aeroclub Argentino” y “Fuerza Área Argentina”. Una gran meseta, de aproximadamente dos metros de altura, irrumpe el llano del terreno: es el relleno artificial que EDENOR realizó para la futura subestación eléctrica. En frente, un “paredón” formado con separadores de ruta, sobrantes de las obras del Metrobus. “Apilaron en forma de L los pilotes para impedir la visualización de lo que se estaba haciendo en el terreno. No hay vista ocular desde Ruta 3. La única forma de ver algo fuera del terreno es desde el puente peatonal”, describió Toro. Alrededor del paredón todavía hay algunos montículos de basura que no han sido retirados.

EDENOR rellenó el terreno para la futura construcción de la subestación eléctrica

Meses atrás, un sector del ex Aeroclub funcionó como centro de transferencia de residuos, es decir que la basura se acopiaba allí y luego era recogida por camiones de la empresa Martín y Martín -del Municipio- para ser relocalizados en el Ceamse. “Nos llevó dos meses de reclamos que sacaran la basura, nos tuvimos que quejar incontables veces con el municipio para lograrlo. El problema que tenemos ahora es que aparecen camiones de otros lados a tirar su basura y coches particulares también. La intencionalidad es degradar el lugar y que eso le dé el terreno propicio para que se construya la subestación”, conjeturó Toro. En la misma línea, Carlos Alberto Carabajal vecino de Laferrere desde hace 39 años, agregó: “Tiran basura para que después el predio valga dos pesos, pero a nosotros nos costó y a nuestros antepasados también. Qué le vamos a dejar a nuestros hijos y a nuestros nietos. Cuál es el sentido de que a los chicos les enseñen sobre ecología, sobre salud y después pase esto. Nos encontramos a esta altura de nuestra vida con la dignidad empobrecida por toda esta situación. Nos van a matar a todos. Nadie nos cuida, la Municipalidad no vela por nosotros porque tranza. Trabajé toda mi vida, fui maquinista del tren Belgrano, ahora quiero vivir el resto de mi vida tranquilo, pero qué descanso puedo tener con lo que está pasando. Quiero un espacio verde para que pulule la vida, no la mugre, la contaminación y las enfermedades”.

En abril del 2016 EDENOR presentó una solicitud para el otorgamiento del Certificado de Conveniencia y Necesidad Pública al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) en la que formuló: “El objetivo de la nueva obra es el garantizar el suministro en condiciones adecuadas a la calidad de servicio de los clientes existentes y futuros de las localidades de Gregorio de Laferrere, Rafael Castillo, González Catán e Isidro Casanova. Ésta obra permitirá garantizar el abastecimiento de energía eléctrica al emprendimiento habitacional “Laferrere” en el marco del plan PROCREAR BICENTENARIO financiado por la Administración Nacional  de Seguridad  Social y al nuevo Hospital Materno Infantil de Laferrere”. Según la resolución del ENRE 0123/2016, la empresa EDENOR expuso un Memorándum del Departamento Ambiental (D.AMB) Nº 289/2015 por el cual se manifestó que no han sido advertidas cuestiones que deban ser observadas por su parte. Además, contaría con la constancia de solicitud de habilitación o autorización ambiental ante el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) de la provincia de Buenos Aires.

Toro habló de las irregularidades con que se llevó acabo el planeamiento y el comienzo de las obras: “Se movieron de manera clandestina e ilegal. Nos enteramos de casualidad, no llamaron a audiencia pública ni nada. Noté que algo raro estaba sucediendo cuando vi a un camionero estacionando en la tranquera del predio y me acerqué para preguntarle qué iban a hacer ahí. Ellos edulcoraban la realidad diciendo que querían hacer un centro de energía. Algunos días después decidí entrar y vi gente de la constructora Calera Ezeiza, que ya había hecho una subestación en Cañuelas, y les empecé a preguntar para quién estaban trabajando, sin conseguir respuesta. Luego de insistir, me dijeron que iba a venir gente de EDENOR para ver el terreno”. Daniel cuenta que el día en que se presentaron los empleados volvió a preguntar si allí harían una subestación y no lo negaron. “Hasta ese momento no teníamos ningún tipo de documentación. No había carteles que anunciasen las obras ni había sido publicado en ningún medio. Tenemos un abogado de nuestro barrio que elegimos para que nos defienda e ingresó a la página del ENRE. A través de él nos enteramos que desde el 2015 tienen estos planes. Además, ya habían sido autorizados por el ENRE, OPDS y el Departamento de Seguridad Pública. Esto no hubiese pasado si hubiéramos conocido sus intenciones”.

Johanna Pedroza, vecina del barrio de Laferrere.

Johana Pedroza de 33 años, vecina de hace 14 años del barrio y esposa de Daniel Toro agregó: “Con mi marido empezamos a ver que se acercaban camiones a tirar basura al predio lo que nos alertó de la situación. Nos confirmaron que efectivamente iban a poner una subestación porque Daniel los vio midiendo los cables de la ruta y les preguntó al respecto. Inmediatamente se lo planteamos a los vecinos y comenzamos a hacer reuniones para decidir entre todos los pasos a seguir. Firmamos un petitorio porque la situación nos superaba, ya habían hecho el relleno indiscriminado de tierras para los cimientos de la subestación y estaban colocando alambrado para limitarnos el acceso”. Alberto Guerra tiene 72 años y desde hace 58 años vive en el barrio, a una cuadra del ex Aeroclub, y desde allí no veía el basural.  “Estaba todo tan bien escondido que me tuve que enterar por Daniel”, recordó Guerra.

Según el expediente, correspondía publicar las futuras obras durante cinco días en el portal de Internet del ENRE y solicitar igual publicación en el portal de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA), como así también en un diario de amplia difusión de Laferrere durante dos días. El expediente agrega que se otorgó un plazo de diez días desde la última publicación, para que quien considerase que la obra pudiere afectarlo, en cuanto a las prestaciones o sus intereses económicos, planteara su oposición fundada al Ente Regulador. En caso de que la oposición planteada fuese común a otros usuarios se convocaría a una Audiencia Pública. Pero no hubo difusión y tampoco Audiencia Pública.  

EDENOR sostiene que la subestación no contamina ni genera enfermedades, escudándose en la aprobación de las obras por parte del Departamento de Seguridad Pública. Los vecinos de Laferrere no creen que esto sea cierto. “Nos interiorizamos bien con un informe de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) que incluye un estudio epidemiológico del 2014 sobre la subestación del barrio Sobral, Ezpeleta”, explicó Toro. Según el estudio, a alrededor de 450 metros de la subestación se encontraron 170 muertes relacionadas a la contaminación electromagnética, como niños con leucemia y malformaciones en los fetos. “La subestación, por la contaminación electromagnética multiplica por seis la probabilidad de morir de cáncer y por tres la de sufrir enfermedades mentales. El 58 por ciento de las muertes en el barrio fueron por cáncer”, citó Miguel Betancur, ingeniero agrónomo y habitante de Laferrere, a partir del estudio de la UNLP. “Empezamos a leer al respecto cuando quisieron colocar un transformador de 800 KVA entre Montgolfier y Soldado Sosa, enfrente de un jardín de infantes, la sala de primeros auxilios y la Sociedad de Fomento 25 de Mayo. Desde ese episodio nos informamos y concientizamos bastante sobre la contaminación electromagnética. Estudiamos bien el caso y presentamos notas para impedir que se avanzara con la instalación. Finalmente, pudimos evitar que colocaran el transformador. Por eso, cuando vimos lo que estaba sucediendo en el Aeroclub, los vecinos no dudamos en hacerle frente a EDENOR”, dijo Toro con voz firme.

Según el testimonio de varios vecinos hubo episodios violentos cuando quisieron desalojar a los constructores que había contratado EDENOR. “Los tipos se querían imponer, tuvimos que venir con treinta vecinos para sacarlos, no se fueron por la vía pacífica. Al día siguiente de la primera reunión, el 15 de junio, los vecinos frenamos la obra. El 16 volvimos al predio y ésta vez la situación se tornó violenta. Me amenazaron con una pala teniendo a mi hijo de 4 años en brazos. Vinieron los abogados de EDENOR y blanquearon que se iba hacer una subestación, pero que era mentira que contaminara, que no teníamos por qué tener miedo. Nosotros les dijimos que no la queríamos. El 17 y el 18 nos presentamos nuevamente en el terreno e hicimos una vigilia. El 19 ya no volvieron”, relata la pequeña victoria. Luego del desalojo los vecinos llamaron a Protección Ciudadana, pero no obtuvieron respuesta. Consiguieron hablar con el delegado municipal, Daniel Videla, quien les dijo que no sabía nada de la construcción y que esa obra corría por iniciativa del Gobierno nacional. El 10 de julio, Videla organizó una reunión con EDENOR, a la que según los vecinos asistieron punteros políticos que se expresaron a favor de la subestación, con el argumento del progreso para el barrio, pero ellos les advirtieron que solo se trataba de un progreso para el bolsillo de los empresarios. “Le dejamos un petitorio firmado por los vecinos en contra de la subestación y luego nos retiramos, ya que no era una Audiencia Pública. Al ENRE, a María Eugenia Vidal y a la intendenta Verónica Magario, también les hicimos llegar el petitorio”, repasa. A finales de julio, el ENRE respondió que la obra se iba a continuar porque no contamina, que está dentro de los parámetros normales.

Rogelio Cardoso Villa tiene 78 años, vive desde hace 30 años en Laferrere y está dispuesto a hacer todo lo que esté a su alcance para defender su barrio. Contó que vino desde Bolivia cuando era muy joven para trabajar en la construcción. “Yo hice hasta segundo grado de la primaria. Por eso cuando tuve hijos mi objetivo era que ellos estudiaran y lo cumplí. Durante toda mi vida intenté mejorar el barrio junto a todos. Me llamó la atención cuando vi el avance de la obra desde adentro, porque desde afuera no se veía nada. Enseguida me puse en campaña junto al resto de los vecinos y mis hijos también se pusieron al servicio de la causa. Esto no solo trae problemas de salud sino que afecta en la economía de la población de Laferrere y propicia la estigmatización social”, denunció Villa. Por su parte, Cervino Effting de 69 años y con 22 años viviendo en el barrio declaró: “Cuando me enteré me dio bronca y enseguida me uní al reclamo de los vecinos, porque no es bueno para la gente. Hace un par de años esto era todo verde, ahora es un basural. Además de contaminar, le da un mal aspecto al barrio”. En la misma línea, Roberto Forales, de 80 años, y con más de 40 en el barrio contó que se enteró por los volantes que hizo circular Daniel e inmediatamente se involucró participando de las reuniones.

«Tiran basura para que después el predio valga dos pesos», dice Carlos Carbajal.

“La idea es eliminar el proyecto que tiene EDENOR, quien plantea que será un beneficio por el tema eléctrico para el barrio. Nosotros vemos una contradicción en este proyecto, hay que usar el sentido común, en el mismo predio donde quieren poner una subestación y un basural del municipio hay un hospital, que es un centro para preservar la salud de la gente. Es decir, que la gente viene a curarse y lo que quieren colocar a unos metros nos va a enfermar a todos. Yo estoy tratando de poner mi granito de arena a la causa para ver si podemos conseguir con diálogo que se implementen las medidas necesarias. Nosotros no somos de ningún partido político, la contaminación ataca a todos, sin importar las banderas. Julia Rosa Arangel,  de 62 años y 37 en el barrio, planteó que no hay necesidad de poner una subestación en el barrio porque no tienen problemas con la luz, no hay falta de energía.

“Acordarse de lo que era antes y ver en lo que se convirtió el Aeroclub es muy triste. Cuando pertenecía al aeroclub lo mantenían impecable, el pasto bien cortado, había mucha higiene. También siento bronca porque venía a jugar acá cuando era pibe. Hoy no lo defiendo tanto por mí, porque ya tengo mis años, sino por mis hijos, mis nietos y bisnietos, quiero algo mejor para ellos. Cómo pueden crecer en medio de esta basura, esta contaminación. Antes se respiraba aire puro. Y con la subestación va a ser aún peor. Porque por más que nos digan que los trasformadores ya no contienen PVC y no contaminan, sabemos que es mentira porque es la forma de refrigeración de esos aparatos, lo siguen teniendo, tal vez en una menor proporción, pero lo tienen. Exigimos que lo dejen como estaba antes”, exclamó Alberto Guerra. Alejandra Mariscot De La Cruz es estudiantes de Comunicación Social y es una de las más jóvenes que acompaña a los vecinos en los reclamos. Tiene 24 años y hace 7 que vive en la casa de sus tíos en Laferrere. A pesar de no haber habitado el barrio tantos años como el resto, tiene una fuerte convicción de los valores que se están defendiendo y lo que está en juego. “El Aeroclub era hermoso, todo verde. Es realmente triste pasar por acá ahora. Esperamos que los esfuerzos no sean en vano y vuelva a ser lo que era, un pulmón”, dijo De la Cruz.

Claudio Vincenty es hijo del fundador del Aeroclub  Argentino, Pedro Vincenty, y dueño de uno de los viejos hangares que se encuentran en el predio. Él también lucha contra la subestación y el basural pero propone que el espacio se conserve como monumento histórico y cultural del Aeroclub Argentino. “Lo habían declarado patrimonio histórico y espacio verde a preservar en el 2012 pero a los dos años saltó el negocio del hospital”, se quejó Claudio Vincenty. Además de la contaminación y las enfermedades en las que desemboca, otra consecuencia del mal uso de estos amplios terrenos es la estigmatización del barrio. En este sentido, Vicenty dijo que siempre identifican al barrio como una zona liberada y peligrosa. “Nos conocen por la Banda de los Comisarios ladrones o por la piba que apareció muerta al lado de la vía. Yo quiero que reconozcan a nuestro barrio por tener el primer aeroclub de la argentina. Cuando decís en una entrevista que sos de Laferrere no te dan el laburo”, agregó.

Los vecinos de Laferrere piden que la subestación sea colocada en áreas más alejadas de la población. Al respecto, Toro dijo que debería estar aislada del barrio y que es una locura que pretendan instalarla en las inmediaciones de un hospital. Alberto Carabajal planteó que no tiene por qué existir esa propaladora eléctrica en Laferrere, sino que debería situarla en zonas industriales. “En vez de poner mugre y hacer una subestación, que hagan un espacio verde en el predio para que los chicos puedan disfrutar. Hay muy pocas plazas en Laferrere en relación con la cantidad de gente que vive en el barrio. Acá podría venir la gente a tomar mate y los chicos tendrían espacio para correr. Esperemos que tomen conciencia del daño que le van a provocar a los vecinos si continúan con las obras y que esto se revierta”, dijo Cervino Effting. Por su parte, Julia Arangel declaró que quiere espacios verdes para poder integrar a los jóvenes y a los chicos para que hagan deporte y se alejen de la calle y las drogas. Alberto Guerra coincide con la mayoría de los vecinos al plantear que en el terreno deberían plantarse árboles y flores, colocar juegos para los chicos y aparatos para hacer gimnasia para los jóvenes y adultos. ”Que hagan algo para el bien de los vecinos. Quiero venir con mis nietos y que puedan tener un lugar donde jugar. Nosotros mismos lo vamos a cuidar y a mantener limpio. Esperemos lograrlo, por ahora impedimos que las obras avancen”, dijo Guerra.

Los vecinos buscaron visibilizar la problemática a través de distintas vías: colocaron varios pasacalles, repartieron volantes, armaron la página de Facebook “Vecinos 24.700 contra la contaminación de Laferrere” mediante la cual difundieron imágenes y videos del predio que evidencian  el avasallamiento que sufren cada vez que se encuentran con nuevas montañas de basura y los carteles de reclamos rotos. Además,  contactaron a los medios hegemónicos de comunicación, sin encontrar respuesta.

Actualización 11/10/2017