Memorias de la marea verde

Memorias de la marea verde

Este lunes se proyecta «Pibas Superpoderosas», el documental que registra la militancia de las estudiantes del Carlos Pellegrini en el auge de la última ola feminista. ¿Cómo ven aquellos días su directora y la protagonista cuatro años después?

El documental Pibas Superpoderosas (2023) de Leonora Kievsky será proyectado en el Cine Gaumont el próximo lunes 11 de marzo a las 20, como parte de la Semana de la Mujer en el Cine organizada por ese espacio, y contará con la presencia de sus realizadores y protagonistas. La película se enfoca en tres alumnas del Carlos Pellegrini que transitan sus últimos meses de la secundaria durante el estallido de la ola feminista de la última década. Además, la película será proyectada en El Cairo Cine Público en Rosario, Santa Fé el 8, 16 y 22 de marzo como parte del Ciclo Foco Documental.

La transición de la adolescencia a la adultez es un momento único y complejo en la vida de cualquier persona que puede ser particularmente afectado por el contexto político en el que sucede. El camino a la independencia en un mundo con serios problemas ha sido, en el último siglo, el motor detrás de movimientos estudiantiles destacados en la historia del activismo por los derechos humanos. En la marea feminista argentina del 2018 y 2019 participan mujeres de todas las generaciones, pero hay una militancia marcada por parte de mujeres de las genereaciones más jóvenes; aquellas que aún están en la secundaria, están por egresar o están dando sus primeros pasos fuera de ella.

En este contexto, Pibas Superpoderosas propone una mirada íntima a las vidas de tres estudiantes de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, las cuales toman la iniciativa y accionan para generar cambios tanto en el mundo de su secundaria como en la sociedad argentina en general. Milena es alumna consejera, Ana es la presidenta del centro de estudiantes y Lorena es artista performática y produce el programa de radio de la escuela; posiciones desde las que demuestran que no es necesario ser adulto para ser parte del progreso.

Sin embargo, el documental fue estrenado cuatro años después de que finalice su rodaje en un contexto de militancia feminista muy diferente y con protagonistas que habían dejado la secundaria hace varios años. “Lore, que es otra de las protagonistas, dice que para ella el documental es como una cápsula del tiempo”, expresa Ana “Es muy acertado ese concepto, la peli te lleva directo a ese momento y te trae un aire de esperanza de saber que ese fuego militante estuvo y va a volver a estar, estas cosas nos ayudan a volver a armarnos”. Por su parte, Kievsky dice que “cuando grabamos la película y después vino una pandemia que no esperábamos nos marcó un antes y un después muy fuerte para todos y fue muy raro, sobre todo, para las protagonistas”. Y agrega: “Cuando filmamos la película nunca nos imaginamos estrenar en un contexto político como fue el año pasado, y si bien fue algo que nos sorprendió, también funcionó como un espacio de encuentro y de reflexión interesante”.

En ese aspecto, Kievsky y Ana también se expresan sobre la importancia actual de proyectar la película en una fecha cercana al Día Internacional de la Mujer y en el Gaumont: “Es una función muy especial por todo lo que implica el 8M en este contexto y con todo lo que venimos a reivindicar en relación al arte, a la cultura, el cine, la posibilidad de seguir contando nuestras propias historias”. Ana agrega: “No es menor que sea una función en el Gaumont, cuando se habla de que lo pueden cerrar, así como cierran el INADI y Télam, espacios de encuentro, cultura y de aprendizaje. Para mí es uno de los espacios más especiales que tiene la Ciudad de Buenos Aires para la cultura.”

Ana expresa que cree que el documental “llega tanto a los adultos como a los adolescentes, observa cómo un adolescente vive ese momento en el cual tiene que tomar decisiones sobre el resto de tu vida y estás saliendo de un espacio que te acompañó durante cinco años. Yo, particularmente, y lo digo en el documental, estaba en duda de si iba a poder seguir militando, no tenía idea de lo que iba a estudiar; ahora estudio actuación y milito desde ahí, milito la cultura y milito desde la cultura todos los derechos que hay por conquistar”. Respecto a la vida de las otras dos protagonistas, Ana cuenta que “Mile, que dudaba de estudiar derecho porque pensaba que se iba a encontrar con mucha gente conservadora, está ahí dando esa batalla, finalmente se animó. Lore sigue siendo una artista, sigue haciendo arte performativo y tiene una banda de reguetón, La Chismoteca, con algunas de las chicas que también están en el documental”.

Respecto a los orígenes del documental, Kievski dice que se preguntaba qué movilizaba a las nuevas generaciones, ya que ella fue parte de la generación que comenzó la adultez con el fin de la dictadura. “Me interesaba el universo del Pelle porque siempre fue un colegio que estuvo muy atravesado por la participación estudiantil y por las cosas que pasan en el país y porque la comunidad del Pelle está muy interpelada por la escena pública, entonces me pareció interesante poner la mirada ahí” expresa.

La propuesta de Kievski ganó el Premio Fomento a la TV y otros Medios del Programa de Incubadora de Documentales del INCAA, pero su idea original era un tanto diferente y la temática final surgió durante el proceso, filmando e investigando al mismo tiempo: “Fue ahí cuando me di cuenta de cómo el feminismo estaba interpelando a las y los jóvenes, entonces decidí acompañar esto con mi película. A partir de eso hice una reconfiguración del documental, al año siguiente me interesaba contar esa participación a través de tres maneras distintas de habitar la escuela”.

Sobre cómo seleccionó a las tres protagonistas, Kievsky cuenta: “Le propuse a Ana ser una de las protagonistas porque era la presidenta del centro de estudiantes y por todas las preguntas que ella se estaba haciendo. A Lore también, porque la había visto hacer performance en la escuela, poniendo el cuerpo desde esa participación no tan tradicional, y también porque participaba en la radio, un medio de expresión de los jóvenes. Y a Milena porque era consejera estudiantil y me interesaba contar cómo los jóvenes en esta escuela pueden modificar la realidad a partir de presentar proyectos, poder ir charlando, concertando y discutiendo con los alumnos, con los docentes y con las autoridades”.

Al ser un documental de observación, Kievsky y su equipo debieron estar presentes en la escuela varias jornadas, grabando por horas y horas, para después cortar lo grabado a menos de una hora y media que contenga una historia y un arco narrativo. Aunque esto haya presentado un gran desafío, la directora cuenta que también “se dio un lazo muy lindo, de mucha confianza, con todas las protagonistas y los alumnos de la escuela” y que “para mí era hermoso poder estar ahí, compartir eso con ellas fue un proceso muy transformador para mí y estoy agradecida de que ellas me abrieran la puerta”.

 

Los feminismos cotidianos

Los feminismos cotidianos

“Me gusta cuando hablas”, un documental que invita a la reflexión colectiva, se estrena en vísperas de un 8 de marzo que promete resistir ante la hostilidad gubernamental. El sexo en la tercera edad, los complejos del cuerpo, los vínculos amorosos entre otros temas que atraviesan a todas las generaciones.

Me gusta cuando hablas es un documental de observación en la vida privada de los feminismos. Estará en el Cine Gaumont del 7 al 13 de marzo a las 18:10 horas. Todos los temas entran atravesados de manera transversal: el placer sexual en la tercera edad, la militancia ambiental, los vínculos amorosos, los complejos con el cuerpo, entre otros. Siempre desde la cotidianeidad a través de seis mujeres de diferentes edades y sectores sociales.

El documental, desarrollado en su totalidad por mujeres, no busca teorizar el movimiento sino mostrar que no existe un único feminismo. Las voces protagonistas son de Rosa Rodríguez, Fabiele Rodrigues Bombif, Violeta Osorio, Montserrat Tolaba, Carolina Rodríguez y Cecilia Giordano. Está guionado por Sol Bonelli, Brenda Howlin y sus directoras Marlene Grinberg y Silvina Estévez.

Si bien el documental está hecho por feministas también, comparte Grinberg, “es interesante que lo vea todo el público porque es una película que se ofrece de un lugar de mucha empatía y comprensión hacia las protagonistas”, dado que más que mensajes, se dejan preguntas para replantearnos cómo actuamos como sociedad. Incluso cada integrante del elenco se cuestionó sus feminismos: “La película me hace reflexionar sobre mi vida, pone luz sobre un montón de cuestiones. Rompe con la idea de que existe una sola verdad”, comenta Violeta Osorio.

La película fue apoyada por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Pasó por un proceso competitivo de selección federal y fue seleccionado por un comité para el programa Incubadora INCAA, que ya no existe. Estévez cuenta que en este programa “cineastas emergentes tuvimos la posibilidad de tener tutores internacionales que nos ayudaron a trabajar nuestros proyectos para hacerlos más competitivos y para traccionar fondos internacionales. Todo eso se hizo bajo nuestro legítimo derecho”. También ganaron el premio DocsLab Mx en México, contó con apoyo de Mecenazgo y participó en el Mercado de Visions du Réel en Suiza. Se proyectó por primera vez en octubre del 2023, en el Festival Internacional de Cine Documental Buenos Aires (FIDBA). 

Me gusta cuando hablas… hoy

El documental fue rodado en el año 2021. Todo el elenco pensó que algunas discusiones que abría la película “podían quedar caducas o que dejaran de estar en agenda”, dice Estévez. Y agrega: “De modo completamente impensado estamos estrenando en este contexto muy adverso donde se cuestionan derechos adquiridos. Entonces, de alguna manera, cada escena, cada fotograma de la película, cobra una relevancia que nosotras pensamos que ya en el momento del estreno no la iba a tener”.

Osorio cree que en este panorama el documental es de suma importancia “porque el gobierno está cuestionando el feminismo y lo está convirtiendo en un enemigo público. El documental marca esto de que ‘el feminismo está vivo, las feministas estamos vivas’ y estamos dando la pelea no solo en las instancias públicas sino en el interior de nuestros hogares. Es muy interesante el contexto en el que esta película aparece para dialogar con un gobierno que nos está convirtiendo en blanco y nos está negando e invisibilizando”.

El pasado martes 27 de febrero, días antes del estreno del documental, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que se prohibirá el lenguaje inclusivo y todo lo referente a la perspectiva de género en la administración pública. Frente a esto también agrega que “no se va a poder utilizar la letra ‘e’, el @, la ‘x’ y evitar la innecesaria inclusión del femenino”.

Al ser rodado en el año 2021 el documental tiene lenguaje inclusivo con el objetivo de no excluir a ningún sector. La decisión del Estado no es que prohíbe su obligatoriedad: prohíbe directamente su uso. Esto implica dejar afuera a las disidencias y dar la espalda a una parte de la sociedad. En relación a los dichos de Adorni, Estévez afirma que “el documental de repente pasa a estar prohibido”

Ante esta prohibición Estévez añade: “Los cineastas emergentes pasamos por un montón de procesos legitimados por nuestro instituto de cine y por laboratorios internacionales y que al momento del estreno nuestra película pase a estar prohibido el lenguaje inclusivo sinceramente nos deja en una situación donde nos sentimos censuradas, donde sentimos que se está ejerciendo la violencia hacia todos los trabajadores de la cultura, hacia las mujeres, hacia las comunicadoras sociales que también somos y hacia las feministas que somos”.

Apoyo al Gaumont

El documental estará en el Cine Gaumont a precios populares de 400 pesos al público general y 200 pesos para jubilados, pensionados y estudiantes de todos los niveles educativos.

El lunes 4 del corriente mes se realizó una reunión en el INCAA, por pedido de la Junta Interna de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), con Carlos Luis Pirovano, el nuevo presidente del organismo, quien tiene nula experiencia en el ambiente del arte. En esta reunión Pirovano planteó que habrá una segunda etapa de despidos, desfinanciación del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y Ventana Sur y el cierre de Cine.Ar, Cine.Ar Play y Cine Gaumont, con la posterior venta de este último.

Ante dicho escenario Estévez dice: “Es muy importante en este momento bancar el cine argentino, y en la semana del 8M bancar estos contenidos hechos con un cupo femenino. Es importante valorar estos espacios, que son nuestro patrimonio cultural y defenderlos”.

Entre todo este contexto de ataques, prohibiciones y cierres que se dan en la esfera social, Me gusta cuando hablas es un respiro y empujón a continuar combatiendo el día a día donde nunca se sabe hacía donde apuntará la motosierra.

Las preguntas honestas del teatro independiente

Las preguntas honestas del teatro independiente

“Tácito imperfecto” combina el absurdo y la filosofía en un monólogo que desacostumbra nuestra forma de pensar el tiempo ¿Cuántas paradojas puede abrir el teatro? ANCCOM lo piensa junto a Enrique Federman y Mauricio Kartun.

Un hombre temeroso aunque de muchos saberes entra en una peluquería venida a menos. La luz es tenue y el lugar, a priori, no parece el más indicado, pero es el único posible para su loca conferencia. En el centro, una mesa pequeña con varios objetos, algunos evidentes y otros escondidos: un cuaderno, un vaso con dados, una carta, silbatos de distinto tenor. El hombre ensaya con rapidez y pide al espectador que tome nota, porque la obra ha comenzado y el tiempo se escurre en más de una dirección. Escrita e interpretada por Enrique Federman con el asesoramiento de Mauricio Kartun, Tácito imperfecto es una paradoja constante que combina el absurdo con la filosofía, la tesis con el teatro, citas apócrifas con preguntas honestas: ¿Cómo se calcula el porvenir? ¿Quién determina lo que es fugaz? ¿Realmente puede medirse el tiempo?

 

Del papel a las tablas

Acostumbrado al teatro y con mucha experiencia en el ámbito clown, escribir cuentos, poesías y disertaciones que circulan en Tácito imperfecto fue para Federman algo absolutamente novedoso. Todo ese material tomó la forma de un «ensayo apócrifo», donde un hombre con supuestos saberes expone sus interrogantes e ideas sobre el tiempo, con todas las paradojas, contradicciones y fracasos que nuestro lenguaje permite. En diálogo con ANCCOM, el autor revela que al principio pensó en hacer de este ensayo un libro, pero que el reconocido dramaturgo Mauricio Kartun (con quien comparte una amistad de años y algunos proyectos como Perras y No me dejes así) le sugirió convertirlo en una obra de teatro unipersonal. «Entre todos los textos que tenía encontré un hilván, la idea del tiempo, y decidí llevar aquél ensayo a la práctica como una conferencia, una clase dada en un lugar absurdo para tal fin, como lo es una peluquería», añade.

Pero en Tácito imperfecto lo absurdo no se limita a esta primera disonancia. De hecho, para dar forma al peculiar protagonista que él mismo interpreta, Federman pone en juego diversos elementos del clown, un estilo del cual es referente: «Yo me considero un pre-clown. La movida del clown en Argentina comenzó a mediados de los ochenta, y yo ya trabajaba de payaso antes, cuando ‘payaso’ era casi una mala palabra. Pude organizar el primer festival de clown en Argentina: «El Narizazo«, que era algo así como una explosión de narices. Hacía un teatro sin palabras, con pitidos, que me permitían comunicarme en Japón, Singapur, en Italia, donde fuera», recuerda. Con el tiempo se distanció de la práctica, y fue también Kartun quien le aconsejó que retome aquellos trucos para interpretar los textos de su nueva producción: «Entonces fui a la vieja valija de esos años, que tenía muy guardada, y me encontré con pequeñas cosas que me permitieron darle un tono personal a la ‘formalidad’ que tiene el texto, por más absurdo que sea, atravesarlo con lo que yo llamo la clownidad«.

«Todo lo que el teatro independiente disfruta lo consiguió a partir de la movilización. Perderlo sería una tragedia y la única forma de defenderlo es la resistencia», dice Mauricio Kartun.

En las salas y en la calle

Consultado por las posibilidades del arte independiente, en un contexto donde el gobierno nacional muestra claras intenciones de desfinanciar la cultura, Federman no olvida que el teatro tiene capacidad de resistencia: «El teatro siempre estuvo del otro lado. Durante la dictadura del 76, un momento más difícil que este, existió el Teatro Abierto, un espacio donde podíamos encontrarnos quienes estábamos en contra de lo que sucedía. El teatro siempre está ahí, siempre tiene una opción; se puede hacer en una casa con diez personas, sin escenografía, sin vestuario, sin música, en cualquier lugar. En ese sentido es como inmortal, invencible».

Mauricio Kartun también compartió su punto de vista con ANCCOM y expresó que «todo lo que el teatro independiente disfruta lo consiguió a partir de la movilización, de la insistencia. Por ejemplo, La Ley de Teatros fue largamente peleada y se dio a partir de un dificultoso consenso. Perderlo sería una tragedia y la única forma de defenderlo es la resistencia, que está en las salas, en los escenarios y, por supuesto, en las calles».

La paradoja

La música, el cine, el teatro y todas las expresiones artísticas peligran bajo la vara del éxito comercial como parámetro definitorio de su calidad estética, su utilidad social y, como se ha visto en el cuerpo de la Ley Ómnibus, su permanencia en la inversión pública. ¿Cómo puede el arte soportar estas presiones?.

Kartun observa que «mientras que el arte comercial responde a exigencias de mercado, y necesita buenos resultados rápidamente con la menor inversión posible, en el arte independiente ocurre definitivamente lo contrario. Mi contador nunca termina de entender por qué si una obra se puede dirigir en dos meses yo utilizo un año entero para montarla. Y es que el arte independiente es escandalosamente antiresultadista, porque sus resultados van más allá del equilibrio de una ecuación. Trabaja en honor a un viejo concepto que vale la pena recuperar: ‘por amor al arte’».

Cambio y adaptación, resultadismo y antiresultadismo son algunas de las paradojas que circulan por la obra de Federman. Él mismo reconoce su lugar en el péndulo: «Uno hace las cosas para intentar vivir de esto, que llegue a más gente, que se expanda. Muchos intentos salen mal y mueren en el camino, algunos duran un poco más. El resultado está en la continuidad… el resultado sigue siendo la incógnita».

Tácito imperfecto está disponible todos los viernes hasta el 26/04, a las 22:30 en Beckett teatro (Guardia Vieja 3556, CABA)

 

El cine tiene cámara de mujer

El cine tiene cámara de mujer

Cada martes, hasta el 16 de abril, se llevará adelante el Ciclo Directoras Argentinas en el Cine Arte Cacodelphia, donde habrá también debates con las realizadoras.

Este martes 5 de marzo comenzó el Ciclo Directoras Argentinas en el Cine Arte Cacodelphia, organizado por el sitio de cine GPS Audiovisual y la Comisión de Género de Directores Argentinos Cinematográficos (Género DAC). Cada semana, el ciclo proyectará una película dirigida por una directora argentina, quien estará presente durante la proyección y será entrevistada posteriormente por Julia Montesoro, directora de GPS Audiovisual. ANCCOM dialogó con ella y con Tamae Garateguy, vocal titular de Género DAC, el día anterior a la proyección inaugural.

Cada martes a las 19,  hasta el 16 de abril inclusive, se proyectará en el Cine Arte Cacodelphia una de siete películas seleccionadas: Puan (2023) de María Alche y Benjamín Naishtat, Partió de mí un barco llevándome (2023) de Cecilia Kang, Baldío (2019) de Inés de Oliveira Cézar, El silencio de los hombres (2023) de Lucía Lubarsky, Blondi (2023) de Dolores Fonzi, El viento que arrasa (2023) de Paula Hernández y Mariquita, mujer revolución (2023) de Sabrina Farji. Cada entrada tiene un precio de 1.600 pesos.

La colaboración entre Montesoro y Género DAC comenzó en la pandemia, época en la que organizaron muestras virtuales, pero hacerlo en sala era “una cuenta pendiente”, según Montesoro. En noviembre del 2023 comenzaron con el proyecto de una muestra presencial que se realice durante el mes de la mujer: “Empezamos a buscar películas, a ver posibilidades porque obviamente no somos dueñas de los derechos, ahí tuvieron que hacer un gran trabajo de hablar con cada una de las productoras o las directoras para ver qué posibilidades había” contó Montesoro.

“Hablamos de mirarnos a nosotras mismas, escucharnos a nosotras mismas, saber nuestros nombres -expresó Garateguy-. Entonces estas son instancias de encuentro que nos permiten ejercer esto, porque las prácticas más patriarcales tienen que ver con que nos aprendemos los nombres de los artistas varones, de los pensadores varones, los intelectuales varones y no de las mujeres”. Garateguy también destacó el hecho de que, al final de cada función, las directoras sean entrevistadas por Montesoro: “Es una experta de cine desde hace mucho tiempo, conoce las carreras de las directoras” y señaló que Montesoro publicó 50 mujeres del cine argentino, un libro con entrevistas a mujeres de diferentes oficios dentro de la industria audiovisual argentina.

Respecto a la selección de películas, Montesoro expresó: “Nos planteamos que estuvieran las generaciones más jóvenes” y señaló que en la muestra habrán dos “casi preestrenos”: El viento que arrasa, la cual se estrena algunos días antes de la proyección, y el documental Partió de mí un barco llevándome, la cual fue estrenada en el Festival de Cine Internacional de Mar del Plata, pero no comercialmente. Otras dos películas del ciclo destacadas por Montesoro fueron Puán y Blondi: “Fueron las dos películas dirigidas por mujeres que más público llevaron a las salas el año pasado”. Montesoro también subrayó que todas las directoras contactadas accedieron y que “algunas incluso tenían otros compromisos y nos pidieron cambiar la fecha que habíamos programado originalmente para poder estar en la función”. También habló sobre sus expectativas para el ciclo: “La sala es muy buena, es de fácil acceso, está todo dado para que convoque”.

Montesoro sostuvo que “la selección que quedó es muy actual, muy ecléctica; hay documentales, ficción, películas de directoras y protagonistas tanto conocidas como emergentes. Nos pareció importante dar un panorama, sobre todo en este momento en el que la cultura, el cine, y el cine realizado por mujeres en particular, atraviesan un momento muy difícil. Por eso la presencialidad en salas también nos parece importante”. Ante la actual incertidumbre del ámbito cultural, Montesoro expresó que para seguir adelante “la forma que encontré, hace un tiempo ya, es seguir trabajando, seguir generando”. “Una de las claves van a ser las asociaciones -expresó Garateguy- esta cosa de las colaboraciones, más en lo que hacemos. Hay que resistir creando espacios, aunque sean pequeños” y destacó que “toma mucha trascendencia lo presencial, el encuentro”.

“Es un momento donde no hay demasiados espacios para el cine argentino en general, los grandes complejos programan otro tipo de cine” señaló Montesoro y concluyó que “abrir esta posibilidad, con películas argentinas y hechas por directoras, por mujeres, es también muy importante, porque cuesta mucho llegar a una sala, pero también cuesta mantenerse y cuesta la difusión. Así que tejiendo redes, sumando voluntades, vamos avanzando”.

Un banquete de película

Un banquete de película

La road-movie documental de La Renga, Totalmente poseídos, cuenta el motoviaje de más de cinco mil kilómetros de la banda, tras la pandemia, cuando presentaron por todo el país su último disco, “Alejado de la red”.

Motores, ruta, amistad y mucho rock and roll es lo que transmite Totalmente poseídos, el documental de La Renga, dirigido por su líder, Gustavo “Chizzo” Napoli, y Diego Stokelj. El filme muestra cómo un grupo de amigos –los integrantes de la banda– organizaron la vuelta a los escenarios después de la pandemia para presentar su disco “Alejado de la red”.

Atravesando todo el país con sus motos, como es su tradición, el grupo de amigos sigue buena parte de la Ruta 40 para ofrecer en distintos puntos del país sus clásicos “banquetes” (como se conoce popularmente a sus recitales). Así, desde Salta hasta Río Negro, se escribieron las páginas de un diario de viaje lleno de aventuras que parece no tener final.

Ezeiza es el kilómetro cero, donde la banda se reúne para gestar la idea de una gira federal y en moto trazando el mapa de la Argentina. Para emprender el camino planificado, preparan sus motos en distintos talleres mecánicos. Pueblos, montañas, valles, ríos y desiertos ilustran el viaje motorizado de más de cinco mil kilómetros para realizar cuatro recitales multitudinarios en Córdoba, Salta, San Luis y Río Negro.

Además de los diversos paisajes de nuestro país, los planos abiertos –que abundan en la película– van mostrando parte del itinerario de La Renga con la voz en off del propio Chizzo. Un punto alto del documental son los ensayos de la banda a orillas del Cañón del Atuel, junto con otras escenas donde se alcanza a apreciar la relación de amistad entre ellos.

La sonorización de la película incluye canciones nuevas producidas exclusivamente para ser escuchadas en las salas de cine. Los flamantes temas y toda la música fueron grabados y mezclados especialmente para poder ser reproducidos en todos los formatos de audio que brinda el cine, por eso Totalmente poseídos no sólo es para ver, sino para escuchar y sentir.

Producida y realizada por La Renga, Totalmente poseídos dura 93 minutos y se estrena el jueves 7 de marzo en cines de todo el país. Apta para mayores de 13 años.

Teatro bajo las estrellas

Teatro bajo las estrellas

El grupo de teatro callejero La Runfla presenta «Sombras de holograma. O la luz de los abrazos» en Parque Avellaneda. ¿Qué tiene que ver el antiguo Platón con las modernas redes sociales?

Sombras del Holograma. O la luz de los abrazos, una crítica desde el arte a la sociedad hipertecnologizada y consumista, es una obra del grupo de teatro callejero La Runfla, que se presenta en Parque Avellaneda, todos los sábados de marzo, a la gorra.

La obra fue inspirada en la alegoría de la caverna de Platón que consiste en la idea de que los hombres atados solo a sus percepciones no pueden ver la verdad por desconocimiento del mundo. Las sombras en la caverna representan lo que no queremos reconocer como realidad. Las cadenas, el impedimento para descubrirla. “La idea de la caverna de Platón sugiere que alguien que maneja la sombra hace creer una realidad que no es. Y que cuando alguien logra salir de la caverna, se entera de cómo es y al volver lo cuenta y los demás no le creen ¿Cuáles serían esas cadenas hoy? Las redes sociales y las fake news que transmiten ellas mismas ¿Quién maneja esa sombra? La sombra la maneja el poder ¿Y quién es el poder? ¿Tiene cara? Tiene una cara accidental de un líder, es decir, un holograma, porque desaparece en cuanto se equivoca”, declara Héctor Alvarellos, director de la obra. Y agrega que “hoy en día, nosotros dependemos más de las redes que de nosotros mismos”.

En relación a la propuesta y el formato, en la calle no hay otra alternativa que “pasar la gorra”. No tienen un contrato. No les piden autógrafos. A diferencia del teatro que se da en lugares privados, que cuenta con un público tal vez más predispuesto y con más capacidad de crítica porque saben con lo que se van a encontrar, la calle les permite a las personas nutrir su conocimiento para generar luego un análisis al respecto. Otra característica del teatro callejero es que tiene una escenografía genuina. El espacio en que sucede compone la historia y puede ir mutando dependiendo de dónde se sitúa el público, que además, puede moverse, trasladarse. En este caso, distintos momentos de la obra van desarrollándose en diferentes lugares del Parque Avellaneda.

Lo cierto es que hoy son muchas las dificultades que se les presentan a La Runfla y muchos más grupos de teatro callejero. El Estado no da una respuesta válida a los reclamos de quienes son parte del desarrollo de las diversas actividades artísticas. No hay presupuesto que alcance para cubrir todos los requisitos necesarios para ponerlo en funcionamiento.

Alvarellos señaló que “las dificultades son muchas. Los actores, no viven de la profesión. Alguien que viene a trabajar acá sabe que lo que vamos a repartir ahora sirve para la picada, pero no para vivir. No hay un presupuesto, y acá se da la pelea por el hecho de que no se destruya todo lo que es el Instituto Nacional de Teatro, que da subsidios. No puede poner la plata la cooperativa y esperar recuperarla con el público. Hay que pagar lo que es técnica, traslado y el actor es el último que cobra. Eso es un problema. Todos son partícipes de esto. Todos cumplen una función”.

Para Javier Giménez, integrante del colectivo teatral, “la identidad de La Runfla está definida por el trabajo en grupo, sostenido por lo que perciban en la gorra. No podría jamás significar un ingreso suficiente para prescindir de otros empleos”. Sin embargo, los actores mantienen la esperanza y no quieren afirmar que no se puede vivir de la actuación.

Giménez agregó: “Hace 34 años investigamos y producimos. Habitamos el espacio abierto y público porque en él conviven transitando les seres humanos de toda condición. Porque estamos convencidos que la calle, espacio hostil por definición, casi sinónimo de la intemperie y el abandono, puede ser resignificado desde la poesía del teatro al ser alcanzado por la belleza efímera de la representación. La calle significa el ámbito político del encuentro con el otro; de la expresión artística que interpela su tiempo y sus circunstancias”.

Finalmente, en cuanto a la actualidad, ambos señalan que en estos tiempos se necesita más Estado que nunca y que el teatro que ellos realizan es arte fuera de sala. “Las condiciones y características tan particulares de nuestro lenguaje hace que el acompañamiento del Estado a partir de subsidios y otros estímulos sea muy importante y su reducción un perjuicio indiscutible. Seguimos necesitando políticas de Estado que contribuyan al crecimiento de este lenguaje. No se trata solamente de incrementos en términos sólo presupuestarios sino de las condiciones necesarias para nuestro funcionamiento e itinerancia. Reducción en las trabas legales a la hora de abordar los distintos espacios abiertos y públicos: calles, pasajes, plazas, parques, etc. Mayor acompañamiento de un arte que esencialmente desborda las frías leyes del mercado”, concluyó Giménez.

Se puede ver la obra, todos los sábados de marzo a las 21:00 en Parque Avellaneda, Avenida Directorio, entre Olivera y Lacarra, Comuna 9, CABA.