¿Escuelas mordazas?

¿Escuelas mordazas?

El mismo día del paro nacional docente, el vocero Manuel Adorni informó que el Gobierno planea penalizar el “adoctrinamiento” en las escuelas. ANCCOM habló con el Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires Alberto Silioni y con distintos educadores para conocer su opinión

El vocero presidencial Manuel Adorni expuso la intención gubernamental de modificar la Ley de Educación Nacional con el fin de penar a los docentes que lleven a cabo un “adoctrinamiento” a los alumnos, el jueves último durante una conferencia de prensa, el mismo día del paro nacional de maestros. También informó la futura apertura de un canal de comunicación donde las familias puedan denunciar a los docentes.

“Penalizar el adoctrinamiento es una cortina de humo, el Gobierno lo dice un día de paro docente por la quita de los recursos no sólo a la educación obligatoria, sino también a la universitaria. No sabemos a qué se refieren con adoctrinamiento, ellos son los que no saben diferenciar entre adoctrinar y educar”, opinó en diálogo con ANCCOM Alberto Sileoni, Director General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires.

El vocero del Gobierno justificó esta medida por lo sucedido en Punta Indio durante el acto por el aniversario de la Guerra de Malvinas en la Escuela Secundaria N°4. Allí, algunos veteranos se retiraron por el discurso que efectúo una docente de Historia al cuestionar el rol de los medios de comunicación en la última dictadura militar. Según Adorni, este es un claro ejemplo de “contenidos en aulas y actos teñidos de militancia”. Sileoni reflexionó: “Lo que no entienden es que las aulas no son un sitio neutral sino que son sitios donde transcurre la vida. Y tampoco entienden que los alumnos no son sujetos vacíos sino que son muchachos y muchachas pensantes”. Además, el responsable de la cartera educativa de la provincia de Buenos Aires agregó: “Si de la escuela no todos salen pensando lo mismo es porque la escuela ha tenido un éxito, permitió que se libere el pensamiento, priorizando la pluralidad de ideas y voces”.

El discurso del mal llamado “adoctrinamiento” está instalado en la sociedad hace muchos años con la excusa de que los chicos y chicas tienen una “bajada de línea política”. María Eugenia Silvera Basallo, profesora de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, opinó sobre los dichos de Adorni: “Instalar la idea de adoctrinamiento es poner en discusión el rol de las y los educadores. Funciona como un gancho para determinados sectores, desacredita y desprestigia la autoridad docente, que no es precisamente una figura autoritaria”.

El prejuicio que se le tiene al rol docente proviene del oficialismo que hace tiempo busca ir en contra de la pedagogía de la  memoria. Julián Fernández, profesor del Instituto Superior de Actividades Deportivas expresó: “El adoctrinamiento para el oficialismo es la enseñanza de todo lo que se le opone. Necesitan una escuela que justifique sus políticas, no que vaya en contra de ellos”. Asimismo, el Director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires describió: “Un nuevo intento de instalar un canal delator va a fracasar como ya fracasó cuando el macrismo lo implementó en la Ciudad y a nivel nacional. No creemos que haya que incentivar a delatar, sino que creemos en una escuela que enseñe, que abrace, que cuide y que sobre todo aliente el pensamiento crítico”.

El Gobierno tiene el objetivo de modificar los Artículos 11 y 126 de la Ley de Educación Nacional teniendo como finalidad la total despolitización de un área de crecimiento y aprendizaje como es la escuela. Si bien el proyecto debe ser aprobado por ambas cámaras, la intencionalidad no solo es desfinanciar la educación pública y ahogarla con el ajuste, sino también ir en contra de los mismos docentes. Florencia Mancini, docente de bachilleratos populares indicó: “Como no pueden disputar ideológicamente porque sus ideas no contactan con la sociedad quieren reproducir el miedo. Pero el proceso de adoctrinamiento lo están haciendo ellos, al fin y al cabo, porque si hablás de más o te movilizas te echan”. Los docentes son un eslabón elemental para formar a la ciudadanía en valores democráticos. “No al adoctrinamiento, si a la enseñanza, sí a la libertad de opiniones y sí a los docentes que opinan libremente con sus alumnos”, finalizó Sileoni.

De autismo también se habla

De autismo también se habla

Miles de personas se concentraron frente al Teatro Colón por el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo. El Gobierno porteño no habilitó hacerlo frente al Congreso o en la Plaza de Mayo

Miles de personas tiñeron de azul la Plaza del Vaticano, al lado del Teatro Colón, en el marco del Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo. “A diferencia de otros eventos, acá no les vamos a pedir que suban el volumen”, dijo desde el escenario Carlos Fiore, integrante de TGD Padres TEA Grupo Promotor, una de las organizaciones de familias que realizaron la convocatoria. El acto, que comenzó una vez que volvieron los ciclistas de la ONG Empujando Límites de su bicicleteada en tándems hasta Puerto Madero, dio cierre a la Semana Azul, una campaña de visibilización que contó con más de 600 actividades bajo el lema “hablemos de autismo”.

A lo largo de la plaza, sobre el asfalto color ladrillo, los asistentes pasaron la tarde del martes feriado entre picnics, bailes y juegos. Los más chicos andaban con globos y juguetes, se sacaban fotos con Spiderman, Wolverine y Maléfica -voluntarios de la Fundación Che, VOS! que alegran a muchos niños en situaciones difíciles-, algunos adultos, paseaban disfrazados con anteojos, pelucas y todo elemento de cotillón posible en azul. Entre la multitud de remeras azules, algunas indicaban: “Las personas con autismo no están en su mundo, están en el nuestro”.

Los que estaban más cerca del escenario bailaron con la música tropical de la mano de Iván y sus amigos, cuyo percusionista, Iván Demirci es un joven con trastorno del espectro autista (TEA). Su padre, Ricardo, subió a presentar a la banda: “Si hablamos de autismo, tenemos que hablar de convivencia de toda la sociedad. Los músicos profesionales que lo acompañan siempre vieron en Iván a un músico primero. Enfocarse en las fortalezas, potenciarlas y ayudarlos es lo más importante”. No tardaron los aplausos, cada uno con su propia cadencia.

La Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en 2007 al 2 de abril como día no sólo para concientizar, sino también para promover la aceptación y el aprecio de las personas con TEA. El organismo internacional lo define como “una discapacidad permanente del desarrollo que se manifiesta en los tres primeros años de edad y se deriva de un trastorno neurológico que afecta al funcionamiento del cerebro”. Si bien cada persona tiene distintas dificultades y necesidades de apoyo, las características que reconocen las Naciones Unidas incluyen “deficiencias en la interacción social, problemas en la comunicación verbal y no verbal y patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos y repetitivos”. Las convocatorias de reunión a propósito de la jornada se llevan a cabo en Argentina desde 2011, tres años antes de que el Congreso sancionara la Ley 27043, estableciendo la misma fecha a nivel nacional. 

El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, estuvo presente durante menos de una hora. Pasó por un par de gazebos donde integrantes de asociaciones o trabajadores estatales se dedicaban a repartir folletería y responder consultas. Desfilaban también fotógrafos, gente de prensa y curiosos. La última vez que se realizó el acto central en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue en 2019. Desde entonces, o se suspendió por la pandemia de covid-19 o se llevó a cabo en Vicente López. 

Entre tanta foto, si bien el mandatario mencionó la cuestión de la inserción laboral, Natalia Burlaka, de TGD Padres TEA Grupo Promotor, se acercó a preguntarle por la situación de los apoyos en la secundaria. “Me dijo que quiere aprender, que este es un espectro amplio y que primero hay que concientizar”, comentó a ANCCOM en referencia a la respuesta del funcionario. Burlaka señaló que, desde que ingresó al nivel secundario, a su hijo le falta el material sensorial para regularse y los pictogramas como tenía en la primaria. “Quise aprovechar a hablar con alguien de una esfera más alta del Gobierno de la Ciudad porque hasta ahora TGD Padres llegó principalmente a las comunas, con las que venimos trabajando. Organizamos charlas abiertas al público sobre autismo”. 

Mariana Carrizo vino desde Temperley con su hija Agustina, de 15 años. Para ella, conseguir la atención necesaria para cada estudiante con TEA es una cuestión de suerte: “Yo no me puedo quejar, si bien estuvimos probando en distintos colegios hasta encontrar el lugar adecuado para ella. En otros casos, capaz tenés docente de apoyo sólo un día a la semana pocas horas, porque no cobran lo suficiente o les atrasan tres meses el pago”. Hace casi una década que asiste a los actos, y sostiene que desde entonces ve mayor interés por el tema en la sociedad, aunque falte mucho por conseguir tanto en conocimiento como implementación de la legislación vigente, sobre todo respecto de las mujeres con TEA, cuyo diagnóstico suele ser más tardío que el de los hombres. 

En CABA, la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (COPIDIS) proporciona capacitaciones a docentes. “Se hace una por año, duran seis meses y se inscriben, en general, alrededor de tres mil docentes, de los cuales por una cuestión de cupo entran ochocientos, en función de si tienen inscriptos con discapacidad en sus escuelas, si tienen experiencia en el aula con este tipo de estudiantes y entonces saben los desafíos que implica, entre otros”, detalló Sergio Placeres, del área de accesibilidad, a este medio. 

Entre los tonos de azul que pueblan la plaza, llamaban la atención dos uniformes acompañados de pañuelos rojos y marrones. “En nuestro grupo nadie se sorprende si hay algún chico deambulando”, contó Mayra Pichelli, jefa del grupo scout Sargento Cabral, ubicado en Caseros. Desde que diagnosticaron a su hija hace 14 años, en una época sin redes sociales donde pudieran conseguir información a través del relato de otras familias, trasladaron todo lo que descubrieron y aprendieron de su propia experiencia al resto del grupo. “Nos tomamos el tiempo para asegurarnos de que los chicos estén preparados para su primer campamento, además de que los padres que la primera semana están muy atrás van confiando más y más a medida que van adquiriendo su autonomía en el grupo, y porque ven que hay padres que entienden lo que sucede porque lo vivieron”, dijo su marido Leandro. “Hay mucho miedo a lo desconocido, entrar a un espacio nuevo, trabajar cada caso atendiendo a sus particularidades con el resto del grupo, sobre todo el de pares, y el riesgo de equivocarse, pero siempre vale la pena intentarlo por mucho que cueste”, afirmó. Si bien la integración es totalmente acorde a los valores que defiende el movimiento, la Asociación Scouts de Argentina no proporciona capacitaciones a sus educadores, así que Mayra y Leandro dan charlas a pulmón en los grupos de la zona y a otros que muestren interés: “Como son personas tan diversas entre sí, en la amplitud se pierde la intención que hay de abordarlo, por eso es tan difícil que desde esferas más altas de la organización haya una intervención, todo suele hacerse desde lo informal”, puntualizó Leandro. “Hay que lucharla, lo mejor es hacer red”, concluyó Mayra.

Ambos aclararon que ellos siempre se presentan como los papás de Morena, para evitar a su hija cualquier tipo de etiqueta. La plaza está llena de nombres, en remeras y carteles, están los nombres propios en algunos y otros visten sus roles: mamá, papá, abuelos y otros amores en la vida de estas personas. Cada cual con una historia, incluso Claudia, que fue hasta la plaza aún sin tener un familiar cercano con TEA. “Igual es mi sociedad, es mi gente y por eso vine”, aclaró. Con más de 60 años, la indignación por ver la exclusión de uno de sus compañeros de trabajo dentro y fuera de la oficina la movilizó hasta la marea azul: “Trabajamos en una consultora haciendo encuestas telefónicas, y a mi compañero le cuesta reformular alguna pregunta si el encuestado no la entiende, o se le dificulta procesar respuestas no previstas por el cuestionario que tiene que completar. Muchos se ríen si reacciona por frustración y no parecen entender que aunque él también se ría necesita contención y no burla”, dijo mientras se acomodaba los lentes con marco animal print

La marea se volvió río a las 18:30. El atardecer le quitó el azul al cielo, pero no a las calles. De Cerrito a Av. Corrientes, todos pasaban entre los negocios alzando sus carteles. “Derecho a ser como soy: existo. No ocupo un lugar, soy ese lugar, lo habito” en letras multicolor. Otra remera ironizaba a metros del Obelisco: “Especiales son las pizzas”. 

Que el lugar escogido para el regreso de la marea azul a la capital fuera junto al Teatro Colón y no en el Congreso o la Plaza de Mayo, como en los años anteriores, desconcertó a varios padres que valoran la relevancia simbólica e histórica de aquellos lugares. Los organizadores explicaron que ese fue el lugar que les permitió el Gobierno porteño, y argumentaron que las cuadras aledañas cuentan con más movimiento de gente, lo que beneficia el objetivo de la marcha de la visibilización. 

Cayó la noche. Mientras los espacios emblemáticos de la ciudad y el país se iluminaron del color del día, cerraron el acto poniéndole banda sonora: “Brilla de Azul”, compuesta específicamente para estos eventos y que despide a todos, con la esperanza de que se siga hablando de autismo hasta que vuelvan para recordárselo a todos el próximo abril:

 

Iluminemos juntos todo el mundo azul

Si vamos juntos

Más claro es el azul

Prendé tu luz por mí

Por ti prendo mi luz

 

La construcción se derrumba (y no solo por la economía)

La construcción se derrumba (y no solo por la economía)

En lo que va del 2024 se produjo una serie de derrumbes en diferentes obras y propiedades linderas de la Ciudad de Buenos Aires. Durante febrero desde UOCRA hizo un relevamiento de obras activas, la mayoría de edificios y detectó graves incumplimientos.

El pasado febrero sucedió un trágico derrumbe en una propiedad lindera a una obra en construcción en el barrio de Caballito. En este accidente se confirmó la muerte de dos hermanos de 75 y 77 años. Los vecinos de la avenida Pedro Goyena al 500 habían pedido en reiteradas ocasiones al Poder Jucicial el cese de los trabajos porque consideraban que entrañaban peligro. En la misma zona, en la calle Río de Janeiro al 200, una pared de otra obra se desplomó dentro de un supermercado chino. También, en la esquina de Uriarte y Costa Rica, Palermo, se desmoronó una casa dejando como saldo fatal la muerte de dos obreros que quedaron atrapados entre los escombros.

La frecuencia de estos acontecimientos revela una problemática que se repite en la Ciudad de Buenos Aires: la falta de control sobre las condiciones en que se realizan las obras. Los vecinos pueden hacer la denuncia por irregularidades en las obras a la línea 147 que permite hacer el seguimiento dentro del sistema de gestión de la ciudad. En su página web la Dirección General de Fiscalización y Control de Obras, dependiente de la Agencia Gubernamental de Control, informa que “para realizar una obra en tu casa debés tener el permiso del Gobierno y ante una modificación, necesitás el consenso de todos los propietarios. Antes de empezar una obra, el profesional que contrataste deberá darla de alta en la AGC y tendrá que cumplir con las inspecciones obligatorias”.

Un informe desarrollado por la Asociación Civil Defendamos Buenos Aires asegura que en la ciudad hay alrededor de 5.400 viviendas en peligro de derrumbe, sumando departamentos, edificios, casas particulares y obras en construcción. El documento hace hincapié en la falta de controles gubernamentales y según le comentó Javier Miglino, titular de la ONG a Tiempo Argentino, se está violando el Artículo 34 de la Constitución de la CABA que establece que “la seguridad pública es un deber propio e irrenunciable del Estado y es ofrecido con equidad a todos los habitantes”.

Las estadísticas de la UOCRA y los incumplimientos a la CyMAT

Durante febrero, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) relevó 7.914 obras activas en la Ciudad de Buenos Aires. La mayoría de las construcciones son edificios de pisos múltiples y se destacan los barrios de Villa Urquiza, Belgrano, Caballito y Palermo con más de quinientas edificaciones en el mapa interactivo. Además, desde la UOCRA detectaron graves incumplimientos a la Comisión de Condiciones y Medioambiente de Trabajo (CyMAT), como la ubicación del tendido de cables aéreos a no menos 2,40 metros de altura o subterráneos, el mantenimiento y control del orden y limpieza en obras, la protección de aberturas de pisos con cubiertas o barandas de hasta un metro, el apuntalamiento de muros medianeros y el afianzamiento de partes inestables de la construcción.

Para Julio Cesar Neffa, Doctor en Economía del Trabajo por la Universidad de París e investigador superior del CONICET en el Centro de Estudios e Investigaciones Laborales, existe una estrecha relación entre el proceso de trabajo y la salud, y esto es lo que vuelve fundamental la prevención para aislar a los trabajadores del riesgo y evitar que los descuidos repercutan también en las ventajas competitivas del sistema productivo, algo que difundiría aún más estas prácticas.

“Hace falta una política sustentable, que dure, que se oriente a promover la salud del colectivo de trabajo y no solamente de cada trabajador, que no base su acción en medidas parciales o temporarias”, explica Neffa. “Con frecuencia, entre las medidas de prevención está el uso de los equipos de protección personal, se le exige al trabajador que use un casco, protectores auditivos, lentes, que se ponga las botas de seguridad. Pero esos equipos de protección personal son individuales y protegen a cada trabajador de los riesgos pero no los eliminan ni los reducen”. En su opinión, hay que poner atención, si se quieren identificar los riesgos y hacer prevención, en cuál es el contenido del trabajo y cómo está planteado.

Sin embargo, el último informe provisorio de accidentabilidad laboral a nivel nacional del período enero-septiembre del año 2023 muestra que se notificaron 454.970 casos de accidentes y enfermedades profesionales, con un aumento del 7,2 por ciento respecto de igual periodo del 2022. El total de casos mortales alcanzó 463 fallecimientos: 238 ocurrieron en lugar y en ocasión del trabajo y 225 fueron accidentes de trayecto, un aumento del 10,4 por ciento más que en septiembre de 2022. Según el informe de ese total de accidentes, el 9,2% se dio en la construcción que, a su vez, representa poco más del 3% de los trabajadores registrados, un indicio de lo riesgoso de la profesión.

Prevenir y curar

 La licenciada en Sociología y magíster en Investigación en Salud Laboral por la Universidad de Buenos Aires, Johanna Gerke, explica que la normativa sobre CyMAT es un «piso» para que todos los actores del Sistema de Riesgos del Trabajo tengan una referencia de las medidas mínimas que deberían implementarse. A su manera de ver, como el sistema está basado en la lógica del seguro, son pocas las veces que se llevan adelante medidas verdaderamente preventivas y específicas para cada lugar de trabajo. Por esto es que entiende que los exámenes médicos y los tratamientos de rehabilitación no pueden estar en manos de empresas que persiguen un lucro y cuentan cada centavo que «gastan» en prevención.

La normativa preventiva para la construcción es muy rica y específica; el Estado, la Cámara empresarial y su sindicato son muy activos en relación con otras actividades. Sin embargo, la cultura de la prevención debe ser fuerte y la atención alta en cada lugar de trabajo. “Si queremos reducir costos usando una escalera en lugar de una silleta con arnés para trabajar en altura, no hay control que alcance”, comenta Gerke.

La docente de la Especialización en Higiene y Seguridad en el Trabajo Agrario, en la Facultad de Agronomía de la UBA, explica que los organismos que intervienen en estos temas son “básicamente dos: el Ministerio de Capital Humano, que vela porque los empleadores incluyan a todas las personas trabajadoras en el Sistema de Seguridad Social, que estén ´en blanco´ y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, que controla que las aseguradoras de riesgos del trabajo cumplan con la normativa del Sistema de Riesgos del Trabajo”. Luego hay otros actores que intervienen y ejercen su propio peso en la CyMAT como la Unión de ART que asesora a las aseguradoras y ejerce presión para que las obligaciones legales de las mismas sean lo más flexibles posible, o los sindicatos, que tienen el importante papel de ampliar los derechos de sus representados. También inciden de distintas maneras las cámaras empresariales, los proveedores de bienes y servicios de las ART, la Cámara Argentina de Seguridad, la Secretaría de Comercio, las Universidades que capacitan a los Servicios de Salud Laboral e Higiene y Seguridad, el Poder Judicial que intercede ante conflictos laborales, y cada uno de nosotros en nuestro rol de trabajadores.

Recesión económica en la construcción

En este contexto, además, la baja en el sector de la construcción llegó al 18 por ciento en dos meses principalmente por el recorte en obra pública de un 85% ordenado desde la Secretaría de Hacienda. Desde la cuarentena no se había visto un desplome de tal magnitud. La producción de asfalto bajó el 61,9 por ciento, yeso 40,6 por ciento, hierro redondo y aceros 38,6 por ciento y hormigón 28,6 por ciento.

Una encuesta cualitativa del INDEC entre las empresas del rubro arrojó un panorama muy complejo sobre el futuro a corto plazo: más de la mitad de los participantes que hacen obras privadas prevé que el nivel de actividad cambiará en los próximos meses y solo un 5,9 por ciento cree que va a aumentar. Los motivos que esgrimen quienes trabajan en la construcción privada son la retracción de la economía y la inestabilidad de los precios; los que operan en el sector público se diferenciaron e indicaron los atrasos en la cadena de pagos.

Con semejante freno a la construcción seguramente la cantidad de accidentes se reduzca. ¿O para reducir costos en un contexto de poca rentabilidad los “ahorros” en seguridad e higiene aumentarán aún más?

 

La odisea de testearse por el dengue

La odisea de testearse por el dengue

Los pacientes deben hacer filas de horas con fiebre y dolores en el cuerpo desde la madrugada. La población acude al Hospital Muñiz por falta de elementos para testear en otros centros de salud. Todos se declaran colapsados. Prometen el resultado para el día, pero es enviado por correo 48 horas después.

Mientras el nuevo brote de dengue llega a cifras sin precedentes, con 134.202 casos en lo que va de año y 106 muertes desde mediados del 2023 según el último Boletín Epidemiológico Nacional, los pacientes con síntomas forman filas durante horas en las 18 unidades febriles habilitadas en la Ciudad de Buenos Aires. Una de las más concurridas es la del Hospital Muñiz de Parque Patricios, donde suelen acudir muchos que no pudieron testearse en otros centros debido a la falta de reactivos.

A media mañana, todos los días, alrededor de treinta personas forman una aglomeración silenciosa frente a la entrada de la unidad febril del hospital. A pesar de las caras largas, se mantienen atentos. Esperan escuchar, entre los vehículos que pasan por la calle interna y el sonido de los pájaros, un nombre y apellido: el propio o el de la persona que acompañan. Griselda Segueso se deja caer sobre el costado de la rampa que zigzaguea hasta la estrecha puerta esmeralda de estilo colonial. Con los ojos entrecerrados y los labios violáceos, se apoya sobre la baranda caliente. El sol no da tregua y el malestar tampoco. “Lo que menos me imaginé es que me iba a traer tanto dolor”, dice en una voz frágil. Viene desde Mataderos a confirmar un caso prácticamente seguro de dengue: en su familia ya cursaron la enfermedad su hijo y su marido, mientras que la hija aguarda en Pediatría por un desmayo. Según cuenta, de los cuatro es la que más padece los síntomas: “Al principio te tira la fiebre, pero después el cuerpo ya no te deja dormir. Desde el viernes que no descanso, tengo muchísimo dolor de cabeza y de cuerpo”.

Quince días atrás, también estuvo en el Muñiz para que testeen a su hijo. Llegaron al mediodía y no los atendieron, a pesar de que varios carteles fijaban la hora de cierre a las 16. “Ahora sabía que si vengo temprano me van a atender, hay que esperar mucho”, afirma. Añade que en el Santojanni les avisaron desde el principio que no tenían reactivos, una historia que se repite en otros pacientes que probaron suerte sin éxito en el Hospital Penna –a poco más de diez cuadras – y el Argerich, entre otros. 

Facundo Quiroga está desde las 4 de la madrugada con su cuñado Juan José, de 63 años, que tiene fiebre alta hace cinco días y bajó de peso. Entraron a las 8 de la mañana, horario de apertura de la unidad febril, como los primeros de la fila. No obstante, dice que no los llamaron respetando el orden de llegada. “Somos de Virrey del Pino, pero vinimos de allá porque no hay nada, está todo colapsado”, cuenta. La odisea del cuñado de Quiroga tiene paradas frustradas en el Hospital Paroissien, de Isidro Casanova, y el 32 Simplemente Evita en González Catán donde, a falta de test, le pusieron suero para aliviar la fiebre, que llegó a superar los 40 grados. Después de una hora con suero en el Muñiz, la espera continúa con preocupación: en lugar de las dos horas estipuladas, les dicen que el resultado del test tardará dos días en llegar por e-mail. Juan José permanece sentado, alejado de la gente. Su mirada agotada sigue a Facundo, que entra a reclamar. Un suspiro sale del barbijo requerido para ingresar, prefiere dejárselo puesto. Entre los que preguntan por el dengue en ventanilla, hay consultas por neumonía. Mejor no arriesgarse.

Una enfermera le pide paciencia a la gente, sostiene que no dan abasto con los que llegan de distintos puntos de Capital y Buenos Aires. Explica a ANCCOM que la gran cantidad de cuadros de deshidratación requieren suero, lo cual extiende la demora para el turno del siguiente en la lista hasta tres horas. Entretanto, los mosquitos revolotean alrededor de la calle, que tiene un par de charcos y un tacho de basura sin tapa. Como la mayoría, María Gairo se defiende de las picaduras a base de palmadas en los brazos y las piernas. “Soy recicladora urbana, y es imposible prevenir el dengue en las condiciones en las que trabajamos”. Cuenta que no tiene quien la acompañe, aunque se encuentra en la fila con compañeras de trabajo. 

Al mediodía queda menos de la mitad de gente afuera. Los que llegan a preguntar a la ventanilla son enviados a su casa -a menos que presenten síntomas de alarma como sangrado en encías, nariz, vómitos, orina o heces-, considerados positivos en dengue si coinciden los síntomas y su duración con los indicados por el Ministerio de Salud nacional. Les recomiendan tomar paracetamol y aislarse entre 7 y 8 días. 

De acuerdo a la cartera nacional, se registraron 106 muertes por dengue en todo el país en la temporada 2023/2024, entre julio y marzo. En medio de un brote récord, que suma 41.450 casos confirmados entre la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y sin oferta pública de vacunas, los que se acercan a los hospitales, sin garantía de conseguir confirmar o descartar la enfermedad en el día. La fiebre, denominada quebrantahuesos, no quebranta paciencias.

Una clase de ajuste

Una clase de ajuste

Las aulas comienzan a reflejar la crisis económicas: cartucheras con escasos útiles y ausencias por no poder llevar a clase lo que pide la maestra. También implica golpe a las librerías.

La inflación sigue socavando el bolsillo de los argentinos. Combustible, transporte público, servicios y alimentos son algunos de los consumos que siguen en aumento. Bajo la misma dirección es que se encuentra el rubro útiles escolares.

Según un informe de la Defensoría del Pueblo porteña, llenar de útiles la mochila es un 450% por ciento más caro que el año pasado. ¿Cómo afectó esto las ventas de las librerías? ¿Qué opciones eligen los padres a la hora de afrontar estos gastos? ¿Cómo afecta dentro del aula el contexto económico? Para responder a estas preguntas ANCCOM dialogó con libreros, padres y maestras que a través de sus testimonios nos brindan un breve pantallazo de la situación.

Tiago Páez,  de 28 años,  trabaja en la librería Orfeo,  un local en el barrio del Bajo Flores que existe desde 1965. Al analizar el panorama dentro del rubro manifiesta: “Después de las elecciones de diciembre, los mayoristas se sobregiraron y pusieron aumentos desproporcionados, sin embargo hoy se están retrotrayendo. Pero hay marcas como Ledesma que aún continúan con los aumentos, esto nos afecta demasiado porque prácticamente manejan todo lo que es papel, no solo las hojas de carpeta sino también lo que son las resmas. La gente hoy prefiere inclinarse por las segundas marcas. Antes te llevaban los blocks de hojas Éxito, ahora eligen otras marcas, como Laprida”.

A pesar de los aumentos de un año a otro, hay ciertos productos que mantuvieron su caudal de ventas  tal y como afirma Páez: “Lo que más salen son los cuadernillos que suelen pedir en las primarias, secundarias y jardines de la zona. Es algo habitual al  comienzo del año y te podría decir que no aumentó ni disminuyó, se mantuvo casi igual que el año pasado. De todas maneras, para lograr este objetivo nos vimos obligados a realizar descuentos y promociones a los colegios de la zona”.

Victoria Vázquez tiene 46 años, y es empleada de Casa Luna, librería ubicada en el barrio de Villa Diamante, Lanús Oeste. No tiene dudas al dictaminar que el panorama económico en el local ha ido desmejorando este año: “Nosotros,  al igual que muchas librerías de barrio,  estamos sobreviviendo con las ventas fijas de los cuadernillos y manuales que utilizan los colegios privados de la zona. La venta de útiles disminuyó demasiado, la gente busca precios, prefiere ir a comprar las cosas para el comienzo de clases en Once o Flores. Nosotros no podemos competir con esos mayoristas, la ventas de útiles que tenemos suelen ser más de ‘urgencia’: lapiceras, block de hojas pequeños o algún que otro útil por unidad cuando pierden algo o se olvidan”.

Juan Salvador Fernández tiene 31 años y trabaja de administrativo para una pyme de matafuegos. Su hija de 5 años va a un colegio de la zona de Almagro. Desde su perspectiva como cliente, dice: “El aumento de precios en los útiles está muy presente, el año pasado un cuaderno tapa dura similar al que compre este año me salió dos mil pesos, este año lo pagué 4.500.”

El hombre agrega:“Este año me llamó la atención que las seños nos pidieron la compra de varios productos para utilizar durante el año: plasticola, cajas de lápices negros, papel afiche, marcadores, cuadernos. Es difícil ponerse de acuerdo con todos porque son presupuestos y calidades muy distintas y tenemos que comprarlos entre varios, consultamos en distintos lugares y nos pedían desde 230 mil pesos hasta 400 mil pesos. Yo tengo la fortuna de estar en blanco y contar con el bono del trabajo, pero sé que no todos están en con la misma realidad”.

La situación puede complejizarse cuando se trata de más de un niño en edad escolar. Nicolás Requejo es un empleado de 31 años, padre de una nena de 5 y un nene de 7 años. Ambos  van a un colegio ubicado en el barrio de Boedo. Nicolás retrata su panorama: “Este año se sintió muchísimo el aumento, sobre todo porque vino en un momento en el que todavía no cerramos unas paritarias que se acerquen a los ritmos de la inflación. Por suerte en mi casa trabajamos los dos pero no todos los grupos familiares lo pueden resolver de igual manera. Con decirte que mi hijo más grande empieza el año con cinco cuadernos obligatorios de cinco mil pesos cada uno, sin contar los útiles y la mochila, te podrás imaginar que ese gasto se multiplica por dos. Por suerte teníamos el bono para solventar los gastos y algunas cosas que nos brindó el sindicato.”

Con un gobierno que intenta achicar el gasto público al mínimo, los maestros deben hacerle frente a este contexto  con negociaciones paritarias desfavorables para sus bolsillos y nuevas preocupaciones que se suman, por  un alumnado que comienza a mostrar consecuencias de esta crisis económica. Miriam Vera es maestra desde hace cuatro años en varios colegios del barrio de La Boca: “El impacto de la crisis se siente, algunos chicos no tienen hojas, las cartucheras están con pocos útiles, tienen lo elemental: lápiz, goma y alguna lapicera. Cuando les consulto por los demás útiles me dicen que los padres no tienen plata. Para casos así suelo llevar algunas cosas y se comparte todo.”

La docente agrega:“También intento alivianar los gastos de los padres, por ejemplo reciclamos las láminas que ya están escritas y utilizamos las hojas del cuaderno del año pasado que aún continúan en blanco. Intento decorarlo para que ellos lo vean distinto”.

Sin embargo, no solo en las aulas hay manifestaciones de la crisis. Vera dice: “Los chicos antes traían algo para comer en los recreos, hoy ya casi no lo hacen, a veces se reparten galletitas que van quedando del desayuno que reciben en la escuela para comer durante el día”.

Nerina Neirotti,  de 26 años,  es maestra de primaria en Barracas y cuenta: “A fin de año solemos enviar una nota con los útiles que se van a usar el año que viene, como por ejemplo todo lo que son cartulinas, afiches y marcadores. La familia que puede traerlo buenísimo, si no pueden no hay problema, todo se utiliza  colectivamente. Muchas familias llegan justas a fin de mes y no van a poder, menos si tenés varios hijos, hijas y en cada grado te mandan una la lista gigante te querés morir”.

Estas situaciones también repercuten en la asistencia de los niños a clase: “Algunos perdieron días de clases,  esperando a que la familia cobre. Es que recién ahí les pueden comprar los materiales, es tristísimo. Obvio que si lo sabés te comunicas con la familia para darle una mano y decirle que el pibe o la piba venga igual, después vemos de dónde sacamos el cuaderno”, añade.

“Sabemos que hay otras prioridades también, consideramos que lo importante en estos momentos es que los chicos estén en la escuela estudiando, jugando, viviendo su derecho a la educación con gusto, y lo que hay se comparte. Así aprendimos y así enseñamos para que nadie se quede afuera”, cierra Nerina.

Un ataque que alimentó el fuego de la Memoria

Un ataque que alimentó el fuego de la Memoria

La agrupación de Derechos Humanos H.I.J.O.S en la Red Nacional denunció el ataque a una de sus militantes y la opinión pública se hizo eco del repudio y la violencia que generan los discursos de odio legitimados por el actual gobierno.

Una militante de la Red Nacional H.I.J.O.S. fue abusada y amenazada de muerte por dos individuos que forzaron la entrada a su domicilio. Este atentado despierta viejos fantasmas en un contexto en el que el ministro de Defensa, Luis Petri, reivindica a los militares genocidas de la dictadura de 1976 y se habla de un posible indulto por parte del gobierno.

En la mañana de hoy la Red Nacional H.I.J.O.S., que desde 1995 lucha por el juicio y castigo a los genocidas de la dictadura del ‘76, denunció en sus redes sociales que una de sus militantes fue abusada sexualmente y amenazada de muerte por dos sujetos que forzaron la entrada a su hogar.

 Según el comunicado, se trató de un ataque político “motivado por su militancia en derechos humanos y feminista” y que se vio reflejado en que los atacantes pronunciaron estar allí para matarla, se llevaron carpetas con información de la agrupación y pintaron en la pared del hogar las siglas “VLLC” (“Viva la libertad, carajo”), frase enunciada y representativa del actual presidente argentino, Javier Milei. Lucila Puyol, integrante de la agrupación, remarcó a ANCCOM la necesidad de dar repercusión a lo ocurrido y que la justicia avance rápidamente en la investigación de los hechos pero “por el momento ni siquiera le tomaron la declaración a la compañera”, comentó.

Al hablar del impacto que tuvo el comunicado en redes sociales, Puyol desestima a aquellos que lo tratan como una noticia falsa ya que “tiene que ver con los trolls que seguramente soltó el gobierno” para opacar lo ocurrido y afirma que H.I.J.O.S. recibió mensajes de organizaciones, como Abuelas de Plaza de Mayo, que muestran su adhesión. “No son payasos de redes sociales”, resumió.

El ataque se realizó a pocos días de que se cumplan cuarenta y ocho años del último golpe de Estado en nuestro país. La agrupación denuncia que este atentado tiene un “claro correlato con las acciones y discursos de odio que las máximas autoridades del país expresan cotidianamente”.

En los últimos días, circularon versiones que indican que Milei tendría intenciones de anunciar un indulto a favor de los militares genocidas de la última dictadura militar. No sería una sorpresa ya que el presidente negó a los 30.000 desaparecidos y la vicepresidenta preside el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (Celtyv), organización que desde 2006 reclama investigar episodios de violencia a cargo de los movimientos revolucionarios previos al golpe del ‘76.

Por su parte, el ministro de Defensa, Luis Petri, asistió a la presentación del libro sobre el coronel Argentino del Valle Larrabure que se realizó en el Círculo Militar y se fotografió junto a Cecilia Pando y otras esposas de militares condenados por crímenes de lesa humanidad. También afirmó que las Fuerzas Armadas fueron “demonizadas” por su accionar durante la última dictadura.

En un contexto en el que el propio gobierno nacional representa una reivindicación institucionalizada del terror generado por las Fuerzas Armadas durante el golpe, no sorprende que haya ocurrido un ataque de tal violencia en nombre de La Libertad Avanza. A pocos días del 24 de Marzo, Puyol cree que en el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia “va a haber una respuesta contundente de nuestro pueblo que va a salir masivamente a las calles” para enfrentar “todo el maltrato que venimos recibiendo en este último tiempo”, resumió.