
La Provincia de Buenos Aires se prepara para la transición energética
Con la reciente creación del Centro de Energías Renovables, el gobierno de Axel Kicillof reafirma su apuesta por la ciencia y la tecnología para el desarrollo de soluciones sustentables, de cara a los desafíos que se vienen.

El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires puso en funcionamiento el Centro de Energías Renovables, en el Campus Tecnológico de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), en la localidad de Gonnet.
Se trata de un proyecto encabezado por la Subsecretaría de Energía, la CIC y el Programa de Incentivos a la Generación de la Energía Distribuida (PROINGED), con un espacio demostrativo y de experimentación sobre el uso de biomateriales, productos reciclados y arquitectura bioclimática, entre otros.
«La idea es que sea un reflejo vivo de lo que el Programa quiere ser y demostrar. Tiene pautas de arquitectura bioclimática, sustentable y de eficiencia energética en sus sistemas constructivos», destacó Ramiro Borga, uno de los arquitectos que encabezó su construcción.
Inaugurado el pasado 17 de julio, el predio cuenta con una superficie de 1.000 metros cuadrados, su construcción llevó 18 meses y el diseño fue realizado por el Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido (IIPAC) de la Universidad Nacional de La Plata.
El costo de construcción fue de unos 4500 millones de pesos, monto que salió del Fondo Fiduciario con la que se financian proyectos del PROINGED. Consultado sobre cómo se obtuvieron los recursos, el subsecretario de Energía bonaerense, Gastón Ghioni, explicó: «Hace 30 años se creó un agregado tarifario, una parte va al Fondo, que es el que financia la expansión del sistema de transporte eléctrico».
Además, comentó que desde 2013 una parte de ese agregado va para «expandir la generación distribuida de energías renovables. En última instancia es plata del usuario que debería ir a la tarifa de las distribuidoras y cooperativas, va para esto».

El edificio, que ANCCOM pudo recorrer, posee dos plantas y terraza con jardín, para que tenga el menor efecto negativo posible y, aparte, para aislar el interior con la capa de tierra. En la planta baja se encuentran los talleres de laboratorio, utilizados para líneas de investigación y desarrollo vinculadas al sector eléctrico. Se trata de un sector con tableros de capacitación técnica para mostrar cómo funcionan los sistemas de generación de energía, como la eólica o el solar (sea fotovoltaica o solar), y su consumo.
«La idea es que, si se requiere el espacio, pueda llegar a haber equipos en cada investigación que estén estudiando, por eso la flexibilidad de este espacio», detalló Borga. Por su parte, el coordinador ejecutivo del PROINGED, Ricardo Lospinnato, señaló que los tableros fueron agregados «para fines pedagógicos y de demostración».
En el Salón de Usos Múltiples (SUM), en la planta alta, funcionan las oficinas: dos son cerradas, tipo pecera, tres en el fondo, una sala de archivos y una planta flexible de oficinas. En una sala se exhiben materiales alternativos, reciclados o biomateriales que fueron usados en el edificio: placas hechas con cáscara de maní; ladrillos de plástico triturado/reciclado (PET) y otros hechos con hongo de micelio; aislante térmico de telgopor reciclado y otro de lana de oveja que no se utiliza para la industria textil.
Todos fueron fabricados por PyMEs, universidades o centros de investigación a pequeña escala. Según Borga, «muchos hicieron un gran esfuerzo para producir estos materiales, están en etapa de experimentación y evaluación. Por eso los ponemos, para evaluar el rendimiento térmico».

Un espacio autosustentable
El edificio está orientado al norte, lado que está más vidriado que el sur para aprovechar los rayos solares del día, y dispone de ventilación cruzada para oxigenar en verano. Genera su propia energía, aunque no al 100%, sino que se estima llegar al 50%.
En materia de energía solar, se instaló un parque demostrativo de 18 kilowatts pico, con distintos sistemas estructurales como los utilizados en los 27 parques solares de la Provincia de Buenos Aires. Desde estructuras apoyadas o atornilladas, hasta otras con un techo con orientación este-oeste o con seguidor solar. A su vez, hay otros paneles instalados en la terraza del edificio.
Entre los elementos pasivos de calefacción para el invierno, el principal es la losa radiante, mientras que la refrigeración tiene un sistema VRV (Volumen de Refrigerante Variable). Los muros son dobles, con cámara de aire y aislación hidrófuga y térmica para conservar energía en el interior.
A esto se suma el uso de chimeneas solares que aprovechan la recirculación por ventilación cruzada, lo que genera que el aire caliente suba y sea expulsado para afuera. También están los Muros Acumuladores de Calor (MAC), patentado por el IIPAC, que contienen agua tratada y aislada en tubos de ladrillo, que es calentada por radiación.
«Estos son el apoyo de los sistemas pasivos de calefacción y refrigeración; va a trabajar con termostato y va a reconocer el ambiente. Si la demanda es menor, el consumo es menor», indicó Nicolás Silba, otro de los arquitectos que participó de la obra.
El agua se puede obtener mediante un sistema de recolección de lluvia, que pasa por un proceso de decantación para eliminar residuos sólidos que hayan caído en las canaletas. Luego es almacenada en tres tanques de acero inoxidable, con capacidad para cinco mil litros y con sensores para verificar la necesidad o no de regar las plantas con rociadores.
Además, esa agua puede ser calentada a través de un sistema térmico directo, mediante un tubo por el que pasa; e indirecto, transferido a través de un fluido tipo anticongelante, llamado glicol, que está en un tanque acumulador, aunque no se mezcla en este caso porque se encuentran en contenedores separados.
Otro aspecto a ponderar es la optimización del sol para iluminar los espacios por medio de lucarnas. «Así no tenés la necesidad de prender las luces. Eso también es parte de la eficiencia y el ahorro energético», subrayó Silva.

Una política pública
No es novedad que la gestión del gobernador Axel Kicillof dirige recursos para ciencia y tecnología, sector que depende del Ministerio de Producción, a cargo de Augusto Costa, y que converge con otras áreas como Turismo, Minería, Asuntos portuarios, Industria y PyMEs.
«Desde ese lugar y con un diagnóstico de la provincia, impulsamos políticas públicas para tratar de reunir las capacidades de investigación y desarrollo del sector de ambas áreas con la capacidad productiva que tiene la provincia», dijo Federico Agüero, subsecretario de Ciencia, tecnología e innovación.
El funcionario sostuvo que, a través de la Observatorio Regional Bonaerense de Innovación Tecnológica, generan proyectos de trabajo y analizan las capacidades científicas, tecnológicas e industriales, y además propuestas de guías de trabajo para desarrollar esos sectores.
«Siempre se trata de definir cuáles son las líneas generales de investigación que nos interesan y cerrar convenios con universidades para aprovechar la capacidad que tienen. Hay una discusión permanente en el equipo de la Subsecretaría con las universidades».
Desde el Observatorio, elaboran informes sobre estudios de caso, analizan cómo se dan los procesos de innovación y generan indicadores económicos sobre el impacto de la actividad científica en el área productiva.
También realizan diagnósticos a través de la Clínica Tecnológica, con especialistas que van a las pequeñas empresas a recorrerlas y hablar con sus responsables, aparte de buscar demandas que pueden ser resueltas por el organismo, formular proyectos para presentar en convocatorias y solucionar problemas.
Otra política mencionada por el subsecretario Agüero durante la recorrida, destinada a fortalecer unidades productivas, es el Fondo Innovación Tecnológica de Buenos Aires (FITBA), creado en 2022, que este año busca adjudicar tres mil millones de pesos a 80 proyectos.
«Estamos asignando 40 millones de pesos por proyectos anuales de las universidades, en conjunto con una PyME o cooperativa industrial, y 20 millones si es en conjunto entre el sector científico y algún organismo público de la Provincia o municipio», precisó.
Durante la visita, los funcionarios enfatizaron la «originalidad bonaerense» y que el FITBA apunta a empresas del ámbito regional, por los recortes presupuestarios de Nación: «Somos muy territoriales, sobre todo que tenemos pocos recursos».
En los últimos tres años, el Fondo logró movilizar a dos mil investigadores, un 10% del total de los veinte mil que residen en Buenos Aires. Se realizaron 186 proyectos, financiados con más de cinco mil millones de pesos, lo que se tradujo en soluciones para 116 PyMEs y el fortalecimiento de 70 políticas públicas en 56 municipios.

La Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) es otro de los pilares del Ministerio de Producción. Creada en 1956, se enfoca en generar conocimiento aplicado a resolver problemáticas en el ámbito bonaerense e interacciona con el INTA, la Comisión Nacional de Energía Atómica y universidades, entre otros actores.
«Cuenta con 200 investigadores, además de 400 becarios de doctorado y entrenamiento, unas 200 personas que atienden técnicas o tecnología. De la misma manera que el CONICET tiene un CPA, tenemos al personal técnico y 180 personas que constituyen la parte administrativa. E interaccionamos en 30 centros e institutos, los cuales siete son propios y los otros son compartidos», remarcó el presidente del CIC, Roberto Salvarezza.
El organismo, autárquico, interactúa con todas ramas de la ciencia: salud, trabajo, energía e incluso ciencias sociales, y ofrece convocatorias que se abren todos los años para entregar subsidios de investigación e incorporar personal. Entre 2023 y 2025, fueron asignadas unas 315 becas doctorales y 600 de entrenamiento.
A su vez, a través de transferencias tecnológicas, dialogan y prestan servicios a empresas para la realización de proyectos de innovación social, como el de veredas comunitarias en el barrio platense Puente de Fierro, o la fabricación de una leche para embarazadas o lactantes como “Súper Mil Mamá”, producida en la ciudad de Chacabuco por una PyME santafesina y con una fórmula desarrollada en Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas del Hospital de Niños de La Plata.
Transición energética
El subsecretario de Energía, Gastón Ghioni, presente durante la recorrida por el Centro de Energías Renovables, resaltó la importancia de la transición energética, al igual que el desarrollo de trabajo local e investigación, en articulación con la comunidad científica y académica.
«Cuando elegimos hacer algo dentro de la CIC y además meter como un punto central la investigación y desarrollo, es porque consideramos que la transición energética es parte de la geopolítica internacional», expresó.
En lo que respecta a energía solar, el PROINGED cuenta con 26 parques, los cuales tienen una potencia de aproximadamente ocho megas, que en su mayoría buscan resolver problemas de la propia red, incluso algunos son punta de línea y son mantenidos por cooperativas.
También se instaló otro en la Isla Martín García, un enclave de Argentina rodeado por aguas uruguayas. Este representa un 26% de la generación en el territorio insular, mientras el resto se completa con baterías y el uso habitual de motores diésel, que representa el 50%. A pesar de la mejora, esto trajo un inconveniente.
«El problema es que mejoró la calidad, entonces empezó a crecer el consumo –planteó Ghioni–. Nosotros estamos hablando de un proceso de mejora del resto del sistema, mejoras en las casas, incluso vamos a poner medidores para llevar un seguimiento y hacer un proceso de concientización en el uso de consumo más eficiente de la energía».
En la zona del Delta de Tigre y San Fernando, el PROINGED, mediante un convenio con la Dirección General de Escuelas, financió un plan de mejora en 25 establecimientos educativos a través de la instalación de paneles solares y bancos de baterías. Para llevarlo adelante, se realizó un relevamiento junto a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) para analizar el espacio y si estaba en condiciones.

Por otro lado, la empresa provincial BAESA –ex Centrales de la Costa Atlántica–, avanza con la instalación de una nueva planta fotovoltaica en la Ruta 11, más precisamente en la zona de Madariaga, para abastecer de energía al Banco Provincia y Aguas Bonaerenses (ABSA), que serán los clientes exclusivos.
En materia eólica, BAESA es accionista del 50% de Vientos de Necochea, que administra un parque que cuenta con 11 aerogeneradores y tiene una potencia instalada de 38 megawatts. En el 2024, generó 151 gigawatts para abastecer a 37 mil hogares.
Sin embargo, a pesar de los avances y la inversión, persisten las problemáticas en el servicio de distribución y comercialización energética de La Plata y el interior de la Provincia, donde el Grupo DESA es dueño de las cuatro empresas que se reparten el territorio: EDES, EDEA, EDELAP y EDEN.
Consultado por ANCCOM sobre la posibilidad de solucionar los inconvenientes por falta de suministro, en especial durante el verano, Ghioni reconoció que no hay una solución en el corto plazo, sino en el largo, y reafirmó la necesidad urgente de seguir realizando obras.
«Estamos trabajando con las empresas. En 2023-24 empezamos con el aumento de tarifa para ordenar el atraso. Eso va de la mano de la necesidad de inversión por parte de las empresas. Tienen que hacer obras porque ahora tienen tarifa. Nosotros hacemos un seguimiento trimestral de las inversiones acorde al ingreso por distribución».
El subsecretario Ghioni puntualizó que buena parte de la matriz energética, en el ámbito primario, proviene de la importación de gas y petróleo de otras provincias, y por último destacó la importancia de contar con un Portal Energético de acceso público para apoyar la toma de decisiones y promover la investigación.