Nigeria: un fútbol de película

Nigeria: un fútbol de película

La selección del país más poblado de África se encuentra en Rusia 2018 y, para no perder la costumbre, comparte grupo con la Argentina. Si bien “las Águilas Doradas” vencieron a la Albiceleste 4 a 2 en el último amistoso que jugaron, ocho meses atrás, el historial en mundiales les es muy desfavorable: cuatro derrotas en cuatro partidos.

Nigeria ostenta la segunda mayor producción de películas a nivel mundial, sólo detrás de Bollywood y por delante de Hollywood. Nollywood fabrica entre mil y dos mil filmes anuales de bajo presupuesto y con restricciones gubernamentales. La palabra “prostituta” en un guión, por ejemplo, resulta motivo suficiente para que sea catalogados como para mayores de 18 años.

Surgida en los años 90 en medio de agudos conflictos sociales y políticos y una brutal violencia en las calles, esta factoría cinematográfica produce historias que reflejan la realidad del país. Se repiten los relatos sobre migración, identidad, la tensión entre tradición y modernidad y el exilio.

Unos 20 millones de nigerianos viven lejos de su tierra por causas diversas: desde escapar de una economía de subsistencia trazada por los militares –que gobiernan casi desde la independencia, en 1963–, hasta huir de la opresión contra la homosexualidad, ilegal en Nigeria, penada con latigazos y cárcel.

Las difíciles condiciones de existencia no son obstáculo para la reproducción: el país es el séptimo más poblado del mundo y tiene el mayor índice de nacimientos de gemelos. Sus 182 millones de habitantes lo sitúan como la economía más grande del continente, con un crecimiento estimado del 6% anual. Sin embargo, la clase trabajadora sigue siendo tan pobre como siempre.

Emeka Oparaugo Uche tiene 19 años y llegó hace casi un año a la Argentina. A diferencia de la mayoría de sus compatriotas que trabajan de vendedores ambulantes, tuvo, según él, “la suerte de venir para jugar al fútbol”. Ofunwa, como lo llaman sus amigos, juega en las inferiores de Talleres de Córdoba. Arribó junto a otros dos compañeros y uno ya se fue. “La vida que vivimos allá es muy dura”, y compara la situación de los pibes nigerianos con la infancia de Maradona: “Hay muchos chicos como él en mi país, sin ropa, sin comida”.

El delantero, que espera debutar pronto en la primera de “la T”, opina que “en Argentina hay mejores futbolistas pero que ellos se destacan en otros aspectos debido a la rudeza en la que se crían: “Somos muy fuertes y capaces de enfrentar cualquier situación”, asegura.

La explotación salta a la vista: pese a un “módico” 8,2% de desempleo, el 60% de la gente sobrevive con menos de un dólar al día y casi el 70% está debajo del nivel de pobreza. En el Delta del Níger –que representa el 8% del territorio nacional– las empresas petroleras y el gobierno hacen flamear la bandera del progreso, mientras los 30 millones de habitantes de la región padecen las consecuencias de vivir en una de las diez zonas más contaminadas del planeta.

Shell, Chevron, Eni, Texaco y Exxon Mobil ganan unos 140.000 millones de dólares anuales en Nigeria –un 80% del PBI– que se van a través de los gasoductos que desembocan en un puerto ubicado sobre el Atlántico, el mismo en el que hace un par de siglos drenaba la venta de negros al precio de un par de sandalias.

Rodolfo Zapata es argentino y desde 1998 recorre el mundo entrenando equipos. Pasó de dirigir juveniles en Nueva York a conducir en 2010 al Sunshine Stars de la liga de Nigeria. De allí a Sudáfrica, Botswana y actualmente radica en Kenya. “Mientras los argentinos competimos por tener la última camiseta de la Selección o los últimos botines de Messi, en Nigeria los niños juegan descalzos y en canchas sin pasto. De hecho me tocó ascender a un chico que nunca había usado botines y cuando se los puso le resultó una gran dificultad”, cuenta.

Luego de la victoria de Argentina ante Ecuador en las últimas eliminatorias, que nos dio el pasaje a la cita mundialista, muchos se burlaron de la presencia del “Brujo Manuel” junto al plantel de Sampaoli y a nadie le preocupa que no haya viajado a Rusia para dar una mano a Messi y compañía. Sin embargo, esto podría ser casi un problema de Estado en Nigeria y buena parte de África. “Todos los equipos y seleccionados tienen su brujo –explica Rolo–, es un integrante más del cuerpo técnico”. En más de un partido se han armado revuelos, con invasión de cancha incluida, al descubrirse a brujos que “hechizan” las redes del rival al tocarlas.

Más allá de las particularidades, Zapata sostiene que “sienten la misma pasión que los argentinos por el fútbol –el deporte nacional– y se emocionan de manera singular”. “En todos lados te exigen ganar y los técnicos sabemos de esa presión desde el primer momento”, afirma. Al igual que en Argentina, el fútbol es visto como “una oportunidad para hacer una diferencia económica”, mientras que en Estados Unidos, precisa Rolo, “toman el soccer para lograr una beca universitaria”.

“El fútbol, como en todo el continente, se mantiene principalmente por la venta de jugadores. Es muy competitivo, por eso no sorprende ver a muchos en las ligas europeas”, dice Zapata. La gente en Nigeria, donde se manejan unas 300 lenguas pero el inglés es el idioma oficial, se reúne frente a los televisores a ver los partidos de la Premier League.

Manchester United, Chelsea, Arsenal y Liverpool tienen millones de hinchas en el “Continente Negro” y la liga inglesa es la que más jugadores aportó a la última Copa de África. El 63,5% de los futbolistas que la disputaron juegan en clubes europeos y apenas cuatro de los 16 entrenadores son de origen local.

Félix Orode partió a los 16 años de Nigeria, tuvo un paso por España y a los 18 llegó a San Lorenzo de Almagro. Hoy, con 27 años, una esposa y dos hijos, cuenta que lo que más le costó fue “la adaptación al clima” y lo que más le gustó fueron “las comidas”.

Mate en mano, Félix dice que allá “hay una buena liga con buenos jugadores pero muy poca plata” para sostenerla. Compartir cancha con el Pipi Romagnoli lo hizo un cuervo fanático y hasta se dio el lujo de comprar un metro cuadrado para colaborar con la vuelta del Ciclón a Boedo.

De posición volante, Orode integra el plantel de Defensores de Pronunciamiento de Entre Ríos, que milita en el Federal A. Dice que vive “más tranquilo y con menos locura de tránsito”, aunque guarda un grato recuerdo de Buenos Aires porque fue donde conoció a su pareja, con la que se puso de novio luego de un año de charlas con traductor mediante.

Hoy Félix habla casi como un argentino más y cuenta que no conoce a muchos nigerianos en el país pero que sí le gustaba “charlar con los senegaleses” que se cruzay venden chucherías. “A veces me cuesta estar bien económicamente –admite–, por eso hay que aprovechar los premios en el club”. Según él, el presidente Mauricio Macri “hace las cosas al revés” porque ve que “hay mucha gente pobre y cada vez más”.

Fanático de Messi, Orode mantiene la ilusión de algún día cruzarlo e intercambiar camisetas. Dice que, así como para su madre –a quien extraña “muchísimo”– “su ídolo es Maradona”, para los chicos de hoy lo es Messi, sin olvidar a “Okocha y Kanu que se volvieron muy grandes en Nigeria”.

El próximo martes 26 de junio a las 15, hora argentina, Orode tendrá “el corazón dividido”, pero como no es la primera vez que se enfrentan desde que está acá, ya tiene experiencia, y se ríe.

Por su parte, Ofunwa, que en poco tiempo más tendrá acento cordobés, desea mucha suerte a los dos equipos. “Cualquiera que gane estoy contento”, señala. Y Rolo Zapata, fiel a su ADN de DT, se anima a pronosticar que “esta vez será diferente debido a que Argentina va a llegar al tercer partido ya clasificada”.

Resta esperar que la predicción de Rolo se cumpla para no tener que apretar los dientes hasta último momento. (más…)

Croacia: Fútbol con corbata

Croacia: Fútbol con corbata

Los dos primeros rivales de la Selección Argentina, Islandia y Croacia, salieron del mismo grupo de las Eliminatorias europeas. Si Islandia es pequeña en términos territoriales, Croacia lo es aún más. Con una superficie de 56.594 km², cabe cinco veces y media en la provincia de Buenos Aires, tiene una población diez veces menor que nuestro país y un PBI per cápita apenas por debajo.

Como se independizó de Yugoslavia en 1991, su historial mundialista es corto. Sin embargo, en su debut en Francia 98 dio la sorpresa al vencer a Alemania y Holanda y quedarse con el tercer puesto con una original camiseta a cuadros que los más futboleros, seguramente, recuerdan.

Mariana Cámpera nació en Buenos Aires en 1979, es periodista y desde hace 15 años vive en Zagreb, la capital de Croacia. “La cultura croata es milenaria –cuenta–. Aún se conservan antiguos bailes y cantos y existe gran cantidad de conjuntos folklóricos. Mientras en Argentina pocos saben bailar un chamamé o un tango, acá la mayoría sabe, al menos, hacer unos pasos al ritmo de la música tradicional”. Con unas mil islas (aunque sólo 50 habitadas), en cada rincón del país se realizan continuamente eventos culturales de todo tipo. “La sociedad les da mucha importancia”, asegura.

En diálogo con ANCCOM, Mariana opina sobre la personalidad croata: “Son más fríos. Mientras nosotros nos saludamos con un beso, ellos te dan la mano al conocerte. Al principio me la pasaba dando besos ´a la fuerza´ pero después me acostumbré y ahora soy yo la que ofrezco mi mano en Argentina. Dentro de los círculos familiares se dan dos besos, uno en cada mejilla. Los abrazos acá son algo muy extraño”. Más allá de esto, según ella, “una vez que un croata te abrió la puerta de su corazón, es un amigo fiel y está dispuesto a hacerlo todo por vos”.

“¿Quién invita? ¿A quién le caemos? ¿Dónde lo miramos?”, preguntas habituales cuando juega la Argentina. Unas birras, un salamín o un queso son el pasaporte de entrada a la casa del que pone la tele, que puede ser un amigo o un desconocido, con vestir la albiceleste alcanza para ser bienvenido. “Con los croatas tenés que acordar el encuentro unos días antes y en general te encontrás en un bar, adonde es normal ir todos los días, ya sea a tomar café o, a la tarde-noche, cerveza. La gente casi no se visita en las casas”, dice Mariana y agrega: “Cuando juega la Selección hay que ir varias horas antes a los bares para conseguir mesa. La mayoría tiene televisor y ahí se siguen los partidos. Y cuando se juega algún campeonato se pueden ver los locales y sus terrazas decorados con banderas y mucho ambiente de hinchada”.

Mariana asegura no perderse ningún partido y estar siempre ahí alentando, pero es de las pocas: “En Croacia el fútbol es cosa de hombres aunque de a poco se ven más mujeres interesadas, pero no al nivel de Argentina”. El apego al bar puede estar dado por el horario de trabajo, de 7 a 15 usualmente. Esta jornada laboral, para Mariana, ayuda a “disfrutar más el día a día”. “Se vive a un ritmo más lento y tranquilo. A a la tarde es muy normal ver a los padres con los chicos en la plaza”, subraya.

“Argentina será el duelo más fácil”. La frase del técnico croata, en una entrevista a Sportske Novosti, resonó en todos los portales del mundo hace un par de meses. Sin embargo, sin recortar, pierde polémica: “Con Argentina no podemos buscar mucho. Entonces será el duelo más fácil, porque no tenemos nada que perder”. A pesar del favoritismo del equipo sudamericano, los europeos cuentan con grandes jugadores que disputan los torneos más importantes. Entre ellos, tres que dijeron presente en la última final de la Champions League: Luka Modrić y Mateo Kovačević, del Real Madrid, y Dejan Lovren, del Liverpool. Otro que fue campeón de la Europa League: Šime Vrsaljko, del Atlético de Madrid. Un campeón de “La Liga BBVA”, Ivan Rakitić, compañero de Messi en el Barcelona. Y un campeón de la Serie A italiana: Mario Mandžukić, coequiper de Higuaín y Dybala en la Juventus.

No obstante sus estrellas y su gran pasión por el fútbol, los croatas también se interesan por otros deportes. “Es un país de talentos deportivos –destaca Mariana– y tiene éxito en disciplinas que en Argentina ni se practican”. “Casi todos desde chicos entrenan fútbol, pero son pocos los que logran ingresar y jugar para clubes serios, por lo que en muchos casos se opta por otros deportes”. Tal es así que Croacia tiene campeones mundiales en tiro, remo, atletismo, lanzamiento de disco y waterpolo y en los últimos Juegos Olímpicos obtuvo 50 medallas en 11 disciplinas.

En la Argentina funcionan numerosas organizaciones de la colectividad croata: conjuntos corales, folclóricos, religiosos, educativos, culturales, políticos, comerciales. Una de ellas es “Bar Croata”, una radio rosarina creada en 2005. Su productor, Ivan Grbac, nació en la Argentina y ni conoce Croacia pero afirma que es “croata de corazón”. En la emisora hablan sobre la actualidad del país europeo, comparten información y llevan invitados de esas tierras.

“Si bien en Croacia, como en cualquier nación de Europa, no se considera al fútbol como salvación económica, se vive y funciona como acá, es todo muy parecido”, incluidos los “problemas con las hinchadas” y “de corrupción”, sostiene Ivan. Una curiosa diferencia es que allá “la gente no usa la indumentaria deportiva de su club o de la Selección en su vida cotidiana, como acá”. Ivan, junto a otro miembro fundador de Bar Croata, tiene un especial apego a estos artículos ya que ostenta una colección de “61 camisetas y aproximadamente 20 de otro tipo de indumentaria de la Selección croata”.

A Ivan, igual que a Mariana, no le resulta fácil determinar la preferencia por Argentina o por Croacia. Dice que cada vez que se enfrentaron “fueron momentos difíciles”. “Ambas selecciones tienen grandes individualidades –opina y se la juega–: de Argentina me gusta Lo Celso, es importante para esta etapa. Y de Croacia Ivan Perišić, que cada vez sorprende más”.

Mariana tiene su corazón dividido en dos (“es tan croata como argentino”), pero destaca el lado positivo: “Celebro los goles argentinos y los croatas. Tengo la ventaja de tener dos selecciones para hinchar en el Mundial”. Aunque, lo admite, eso implica “doble tristeza, doble incertidumbre, doble de nervios, ¡todo por dos!”. El 21 de junio estará con su “camiseta argentina y el gorro de cuadraditos rojo y blanco en la cabeza, o la camiseta croata y la bandera argentina al cuello”.

Cuentan que hacia el año 1660, los jinetes del Ejército croata utilizaban unos pañuelos negros en el cuello que dieron origen a la actual corvatta, derivado italiano de “croata”, que a los franceses les gustó y que la convirtieron en un símbolo de estatus social, y que hace tiempo un rey tomó como escudo nacional el tablero de ajedrez, luego de haberle ganado una partida a un duque veneciano para conseguir la libertad de su pueblo… Y cuentan que Sampaoli siempre recalca la necesidad del “amateurismo” en el jugador, que más allá de sus disposiciones tácticas apuesta a la libertad de decisión dentro el campo de juego, en rescate de las enseñanzas que deja pelotear en la calle. El próximo 21 de junio a las 15, ante tanto cuadro ajedrezado, habrá que ponerse el overol y patear el tablero.

Islandia: el fútbol como política de Estado

Islandia: el fútbol como política de Estado

Cada cuatro años, un mes basta para convertirse en héroe o villano. Para quienes tienen poco para perder, es la mejor chance de entrar en la historia. Islandia, el primer rival de la Argentina en el Mundial de Fútbol Rusia 2018, es el participante que mejor cumple estas características.

Hasta hace algunos años, en la isla nórdica –donde vive menos gente que en Lanús o Avellaneda– sólo se hablaba de hándbol, alpinismo y tiro con rifle. Pero a partir de su desarrollo y una apuesta estatal, que se vio reflejada en los resultados, las charlas comenzaron a girar en torno al fútbol.

Con una superficie menor a la de Cuba, el doble de ovejas que de habitantes y sin una sola hormiga, uno de cada 14.000 islandeses integra su selección nacional (y eso que no restamos niños, ancianos y mujeres).

La clasificación para Rusia no es la primera sorpresa que da la escuadra europea. Hace dos años, en su primera Eurocopa, se convirtió en la Cenicienta del torneo al empatar contra Hungría y Portugal ¬luego campeón–, y eliminar a Inglaterra en octavos de final, ganándole 2 a 1.

Helen “la Vikinga” Halldorsdottir, islandesa de nacimiento, presenció aquella sorprendente actuación. Helen se fue de la isla a los 26 años, con dos hijas, y se instaló en Suecia, donde se recibió de antropóloga cultural. Allí conoció la pasión del tango que tiempo después, en 2013, la trajo a vivir a Buenos Aires. La Vikinga se transformó en la primera mujer extranjera en organizar una milonga y, más tarde, inauguró “Bien Pulenta”, la primera gayfriendly en el país. Evocando la Eurocopa 2016, afirma: “A pesar de haber perdido en cuartos de final contra Francia [el local], fue una experiencia fantástica, gente de todos lados me escribía que me habían visto en fotos con la cara pintada con la bandera de Islandia”.

El seleccionado islandés, con su plaza en Rusia, se hizo dueño del récord Guinness como el país con menos habitantes que participa de un mundial en la historia. Estos avances no son fruto de lo que Panzeri denominaría “dinámica de lo impensado”, sino más bien de lo trabajado. Klara Bjarmarz, secretaria general de la Federación Islandesa de Fútbol (KSI), le reconocía a FIFA que “estos hechos grandiosos no han ocurrido por casualidad, ni de la noche a la mañana. Los logros de Islandia son la consecuencia de una seria planificación e inversión que, en gran parte, se remontan a hace varios años. Y no queremos que se detenga aquí”.

En los últimos 15 años, la Asociación de Fútbol, con el apoyo del Estado y la FIFA, puso en marcha la construcción de canchas cubiertas con superficies de buena calidad que permitieron a los niños y adolescentes entrenar y jugar en mejores condiciones durante el crudo invierno, aunque Helen, la Vikinga, diga que en Islandia “todo se puede hacer al aire libre y durante todo el año. El tiempo no nos asusta, decimos que no hay mal tiempo sino ropa mala”, cuenta.

También hubo una inversión significativa en la formación. Todos los que desarrollan una actividad ligada al fútbol poseen una certificación otorgada por la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) y el país exhibe la notable cifra de un entrenador cada 825 habitantes.

Helen, quien viaja varias veces al año a la isla a visitar a su familia, asegura que “le ponen mucha energía, plata, tiempo y amor al fútbol para que salgan buenos y buenas jugadoras. Eso ha hecho que tengamos equipos tan buenos compitiendo contra países que tienen ciudades aún más grandes que toda Islandia”. También hace hincapié en el fútbol femenino, donde la inversión dio resultados antes que en el masculino pero no se visibilizó tanto y marca la diferencia con la Argentina: “En Islandia hay mucha igualdad entre los sexos, somos mucho más independientes desde pequeños y es algo que se ve en lo cotidiano, en la crianza de los hijos, en la vida social, en una charla y hasta en el fútbol”. Y agrega: “Tuvimos la primera mujer presidenta en un país democrático en 1980 y nuestra primer ministra fue la primera persona gay en un puesto tan importante”.

Antes que los varones, la selección femenina había llegado dos veces a los cuartos de final de la Eurocopa, y el año pasado disputaron la fase final continental por tercera vez consecutiva. Como si fuera poco, hace seis meses obtuvieron una sorprendente victoria ante Alemania durante la fase de clasificación para la Copa Mundial Femenina y les cortaron a las germanas (¡ocho veces campeonas de Europa!) una racha de 19 años y 63 partidos invictas en partidos clasificatorios.

Quizá el apoyo estatal al fútbol se explica porque no hay problemas sociales graves a resolver. Islandia mantiene un estado de bienestar que provee asistencia sanitaria universal y educación superior gratuita. Según la ONU, está entre los diez países más desarrollados del mundo en materia de derechos humanos. El salario medio es de 5.300 euros, el índice de precios al consumidor subió 2,4% el último año y las mujeres ocupan la mitad de las bancas en el Parlamento y puestos clave en la comunidad.

Emiliano Ortner es argentino, tiene 37 años y hace tres que vive en la isla. “Las diferencias con Argentina son abismales –señala–¬. Tenés sueldos relativamente buenos, cinco meses de vacaciones, hay más respeto al trabajador y a la familia [por ejemplo, tres meses de licencia por paternidad] y horarios menos exigentes”. Este conjunto de beneficios, para Emiliano, hace que haya “menos paranoia y uno se pueda concentrar en cosas más importantes”. Para Ortner, en Argentina, debido a la cantidad de problemas políticos que hay, “nos distraemos con temas como si sos K o anti K y nunca se discuten temas reales”. Considera que el bienestar social hace que el Estado pueda dedicar parte de su tiempo y sus recursos en la planificación y la inversión en un deporte de interés general como el fútbol.

Helen no olvida el “corralito” que padeció Islandia en 2009, del que aún quedan secuelas, pero que a pesar de eso “se vive mejor que en Argentina”. Con algo de culpa, pues destaca cuánto quiere a nuestro país, admite que lo que menos le gustó fue que, acostumbrada a que “en Islandia nos ayudamos entre todos”, en Argentina se encontró con que “todos tratan de engañar y nadie ayuda a otro que no sea un familiar o un amigo” y que “nunca la culpa es de uno mismo, sino del otro”.

Con unos 100 futbolistas profesionales y más allá de todas las inversiones realizadas, los islandeses aún no tienen muchas opciones de ver grandes espectáculos deportivos. El club más popular tiene apenas 1.700 hinchas que van a la cancha, lo mismo o menos que un equipo que milita en la C de nuestro país. Emiliano dice que “no se vive mucho fervor de domingo. Ir a ver un partido de un equipo local es una amargura –agrega– y por eso muchos apoyan a algún equipo de Inglaterra. Casi todos son hinchas del Liverpool o del Manchester United y hasta pagan paquetes de viaje carísimos para ir el fin de semana a Inglaterra a verlos”.

Esta relación con el fútbol se ve reflejada en algunos de los integrantes de la selección. Al defensor central de 30 años, Ragnar Sigurdsson, titular del equipo, no le gusta ver partidos de fútbol e incluso desconoce a muchos de los jugadores más importantes del mundo. En 2013 aseguró que no conocía al croata Mario Mandzukic, estrella de la Juventus de Italia, y sus allegados afirman que se ríe de la fama y el glamour del fútbol profesional, lo cual le permite no tener respeto ni miedo ante ningún rival.

El más veterano, el defensa Kari Arnarson, de 33 años, es sueco de nacimiento. Sin embargo, hizo sus estudios en Islandia, donde obtuvo un máster en Ciencias Empresariales con una tesis cuyo tema central era la corrupción en el fútbol inglés.

Si de técnicos curiosos hablamos, así como Bilardo hablaba con mozos y taxistas para conocer la opinión de la gente, el entrenador islandés, Heimir Hallgrimsson, antes de cada partido, suele aparecer en un bar de Reikiavik para establecer contacto con los fanáticos. Comenzó con esta costumbre en 2011, al principio eran pocos, pero ahora son cientos los que se juntan en el pub a escucharlo y ver sus videos motivacionales.

Hallgrimsson tiene 50 años y es odontólogo. “A algunos entrenadores les gusta jugar al golf en su tiempo libre y a otros pescar. Yo voy a mi consultorio dental”, comenta el técnico a la web de la FIFA. Sostiene que su profesión le resultó una herramienta muy útil a la hora de ser entrenador. “Mucha gente tiene miedo de ir al dentista, por lo que tienes que buscar la mejor forma de hablarles. Tienes que relajar a uno, ser divertido con otro, serio con el tercero, pero rápido para adaptarte a cada personalidad, ejerces de psicólogo antes que de odontólogo. Hago lo mismo con los futbolistas”.

El 8% de la población de Islandia viajó a Francia a ver el último partido de la Eurocopa el 27 de junio de 2016 y en el país se registró un 99,8% de cuota de pantalla. La euforia de esos días tuvo repercusiones nueve meses después, ya que el Hospital Universitario Landspringi de Reikiavik anunció que el fin de semana del 25 y 26 de marzo de 2017 se registró un número récord de anestesias epidurales en mujeres que dieron a luz.

Helen y Emiliano estarán atentos a lo que suceda en el debut mundialista. Ella va a alentar “obviamente por Islandia” en ese partido, pero en los demás “por Argentina”. Él va a hinchar “por Argentina, como siempre” pero reconoce que será “un partido muy especial”.

Islandia parece estar preparada para batir nuevos récords en Rusia ya que el encuentro contra Argentina se convirtió en el primer partido del mundial en agotar entradas. El próximo 16 de junio, un día antes a los festejos del Día Nacional en Islandia, la selección de Sampaoli comenzará su sueño mundialista e intentará que la fiesta de los nórdicos no sea completa. Sólo nos queda esperar que Messi y compañía consigan que Cenicienta, nueve meses después, tenga que guardar las epidurales.

“El feminismo es la profundización del modelo de igualdad que soñamos”

“El feminismo es la profundización del modelo de igualdad que soñamos”

Si bien en Argentina son la mitad de la población, su tasa de empleo sigue siendo más baja que la de los varones: 43,1% contra 66,3%. La Ley N° 25674, del año 2002, conocida como de “Cupo Sindical Femenino”, busca garantizar la presencia de mujeres en cargos electivos, como mínimo un 30%, y su participación en las comisiones negociadoras. Pero según un análisis reciente de organismos estatales, no hay mujeres en las comisiones directivas y solamente conducen el 18% de las secretarías, subsecretarías o prosecretarías, y de éstas el 74% serían de Igualdad, Género o Servicios Sociales de las organizaciones gremiales. El panorama es peor en la propia CGT –la única central con la que el Gobierno se sienta a discutir–, donde las mujeres representan apenas un 8%.

El último informe nacional sobre la situación de la mujer en el mundo del trabajo muestra una brecha salarial del 23,5% con los varones, que asciende a un 35% en el caso de las personas asalariadas no registradas. A esto hay que sumar el tiempo y las tareas dedicadas al hogar, no remunerados, que para las mujeres en Argentina son, en promedio, tres horas diarias más que la de los hombres. ANCCOM dialogó con Anna Jonquel, del gremio de canillitas, quien mantiene esta doble lucha tanto por sus condiciones laborales como por sus derechos de género en un rubro históricamente masculino.

Mujer amamantando a su hijo durante un manifestación.

Las asociaciones sindicales no cumplen con la Ley de Cupo Sindical Femenino que busca garantizar la presencia de mujeres en cargos electivos y su participación en las comisiones negociadoras.

Anna es universitaria, militante desde 2011 y canillita desde 2014. Hoy, junto con su cooperativa (fundada en 2001), se movilizará dentro de la Corriente Federal de los Trabajadores. “Uno de los aspectos que desarrollamos es transformar las relaciones laborales. Tenemos que trabajar de manera cooperativa ya que entendemos que es la forma de trabajo de toda actividad canillita y ámbitos de la vida”, explica.

Rememora la lucha de los canillitas luego del retorno de la democracia: “Cobramos un porcentaje de tapa. Como nos pasó a todos en el 2001, el trabajo fue flexibilizado. Nosotros pasamos del 40%, al 32% y, aunque parezca mentira, todavía aún hoy no lo pudimos recuperar”.

Anna subraya la influencia del Grupo Clarín y lo sucedido con Papel Prensa en la última dictadura cívico-militar: “Viene concentrando toda la actividad gráfica y de la comunicación y, claramente, luchar por un mayor porcentaje en estas condiciones hace que sea cada vez más complicado. Como cualquier empresa, quiere aumentar las ganancias, por lo que afectar las fuentes de trabajo es un método viable para ellos”, dice y resalta la importancia de organizarse en momentos coyunturales complejos para no sólo resistir, sino avanzar.

los brazos de una mujer tirando de una soga.

La lucha del rubro canillita por un porcentaje de tapa se dificulta por la concentración de la actividad gráfica y de la comunicación que tiene el Grupo Clarín.

Disiente con quienes ven en la tecnología la principal amenaza, sostiene que el problema central es el avasallamiento de Clarín y los puntos de venta: “Algo que no pudimos evitar fue que se vendan diarios en estaciones de servicio, farmacias y supermercados. Eso a nosotros nos mata porque perdemos clientes”. A pesar de esto, gracias a la lucha en CABA Y Gran Buenos Aires pudieron frenar la distribución de diarios por correo que quería hacer Clarín por suscripción.

El desempleo en otras áreas, según Anna, repercute en la actividad de los canillitas: “Una de las grandes dificultades que estamos teniendo ahora es que hay muchos barrios fabriles y `gracias´ al ajuste, todos los compañeros canillitas están cerrando. ¿Para qué van abrir si los trabajadores que antes pasaban por la zona a comprar el diario o la revista para el nene ya no van? El diario es uno de los consumos que se recortan”. Y denuncia que aumentar el precio del diario no es la solución, porque se pierden clientes. “Nosotros no tenemos convenio colectivo, así que no nos queda otra que salir a pelear por el porcentaje. Muchas de las distribuidoras quebraron y las compraron. La historia de AGR no está muy lejos de esto. ¿Qué es lo que sucede? Mediante los caminos de distribución, Clarín concentra y elige”.

una mujer tapandose el rostro con un pañuelo en el contexto de una movilización.

No hay un cupo de igualdad dentro del rubro de canillitas porque, al ser de herencia familiar, por lo general, son los hombres quienes toman el negocio.

Son aproximadamente 5 mil canillitas en Capital y Conurbano. Dentro de la cooperativa de Anna se organizan para hacer un recorrido semanal en donde salen hablar con sus otros compañeros. “La idea es organizar para ponerle un freno a esto. No te puedo decir ya la cantidad de compañeros que quedaron sin trabajo”, cuenta con tristeza.

En su cooperativa, solo el 8% son mujeres. “Al ser un rubro familiar que se va heredando, por lo general es el hombre el que toma el rol del negocio pero siempre con su compañera presente. Nosotros en la organización hablamos mucho, y concebimos que el feminismo es la profundización del modelo de igualdad que soñamos todos. Entendemos que no tenemos un cupo de igualdad pero en este momento nuestro eje está puesto en no dar un paso atrás. La comisión directiva puede dar decisiones orgánicas pero nosotros planteamos una centralidad dentro de la cooperativa. Todos realizamos un trabajo minucioso. La idea es construir herramientas políticas para que todos tengamos herramientas de discusión”.

mujer tapandose el rostro con una mascara y lleva colgada como una capa la bandera argentina

La movilización del 8M es fundamental para continuar deconstruyendo el machismo presente en las prácticas culturales, incluyendo la lengua.

Anna agrega que la cooperativa tiene una “pata territorial-barrial” y plantea que esos son los puntos que se deben ganar recordando las grandes huelgas del país. “Cuando vamos al barrio a bancar la olla o los abusos policiales, nos parece más que importante llevar adelante los bachilleratos populares ya que son batallas de ideas. Ahí nos damos cuenta que la presencia la tienen los hombres, porque son las compañeras mujeres las que se quedan al cuidado de los chicos, la casa y la comida. Intentamos romper justamente con eso, pero desde una manera que no vaya al choque. No podemos entrar en su casa, en su ámbito privado e imponer. La idea es compartir material y debate para la deconstrucción de todos y todas”.

Para Anna la movilización del 8M es más que fundamental para continuar deconstruyendo el machismo presente en las prácticas culturales, incluyendo la lengua. “Es lógico que reaccionemos primero con todo lo que vivimos. Nosotras vivimos doblemente la explotación como mujeres en estos contextos. Lo que vivimos para decidir parar… por favor. Y la verdad es que sin el aval de la CGT no es una batalla ganada”, resalta e insiste en que el cupo femenino no es estratégico, sino que hay que transformar los sindicatos: “Ya no podemos seguir hablando de una democracia representativa, sino una democracia participativa”, concluye.

 

El desfile de la alegría

El desfile de la alegría

Es domingo y la Avenida Del Libertador, entre Intendente Bullrich y Sarmiento, está vallada para contener el eventual desborde del espíritu navideño. El inicio del espectáculo está previsto para las 17 pero la gente espera desde las 16 para no perderse ningún detalle. Según cifras oficiales, unas 85 mil personas se acercaron a celebrar el cumpleaños de Jesucristo (ocho días antes de la fecha).

Si se hace una cola de 200 metros, un puesto del Gobierno de la Ciudad regala gorros rojos y blancos con su logo característico. Adela, una jubilada de unos 65 años, está en la fila y comenta: “Mirá el sol que hace después del tormentón de ayer, esto es porque Papá Noel quiso una fiesta así”. Consultada por ANCCOM sobre la reforma previsional, dice que prefiere no hablar de política. “Voté a Mauricio para que solucione los problemas y yo no me tenga que preocupar”, afirma Adela, que sigue creyendo en Macri y quizás también en Papá Noel.

Rodriguez Larreta rodeado de niños y sus familias.

Por todos lados se ven duendes con el logo del Gobierno porteño en el hombro, vestidos de verde, rojo y amarillo y botitas con cascabeles. Papá Noel parece haber incorporado granaderos a su staff ya que hay algunos uniformados de azul y colores navideños. Los niños, felices, se sacan fotos con ellos y sus botas. Hay tres puntos de encuentro para que los que se pierdan puedan ser hallados por sus familias.

Han sido dispuestas quince pantallas gigantes, cada una con sus parlantes y luces, cerca de diez cámaras, algunas sostenidas por grúas, seis carrozas gigantes, más de 350 artistas y 200 bailarines, sin contar seguridad y organización. Además, a pocos metros del desfile, en Plaza Seeber, se montó un parque temático navideño que se puede visitar hasta la Nochebuena. Se trata de una instalación de 100 metros cuadrados con objetos alusivos y “la casa de Papá Noel” en la que se puede entrar, mirar y salir.

“Hice toda la cola para que me digan que no quedaban gorritos”, se queja Marta. Parece que repartieron pocos. “Celebremos juntos la magia de la Navidad”, anuncia un locutor por altoparlantes. Betiana, sentada junto a su hija en el cordón, escucha la voz y dice: “A ver si pidiéndole a Papá Noel y con magia se le abre una vacante en la escuela”, y se ríe. Su nena fue una de las 11.958 chicas y chicos que quedaron en lista de espera el año pasado. “Hablando en serio, todo esto es muy lindo y mi hija me mata si no la traigo, pero hay cosas más importantes”, subraya.

La típica foto navideña: las familias posan junto a Papá Noel.

Mientras los niños esperan ansiosos el desfile, las pantallas gigantes van mostrando a las familias congregadas y, mediante un efecto especial, aparece un globo aerostático que tira regalos imaginarios sobre la multitud. Un padre señala la pantalla a sus hijos: “Miren, abran los brazos”, y los pequeños le hacen caso y festejan como si fueran rociados con algún tipo de estimulante.

Un joven de 25 años vende porciones de torta en el interior del perímetro. Cuenta que pudo ingresar pero que “no dejaban pasar a cualquiera, salvo que tengas licencia”, y dirige la vista a uno de los foodtrucks habilitados con la inscripción “Desfile navideño de la Ciudad”. Prefiere no dar su nombre y se ataja: “No me cabe todo esto, estar acá, pero de algo tengo que vivir”.

Son las 17:10 y una familia de cinco pasa, helados en manos, caminando por delante de una nena que al verlos le pide un helado a su padre. “Son muy caros -le responde-. Vení que ya arranca”. La levanta, la pone sobre sus hombros y se aproxima al vallado detrás del cual unos 50 bailarines realizan la coreografía con la que comienza el desfile. Cinco minutos más tarde, se suman los duendes y las hadas haciendo acrobacias y malabares.

Más de 350 artistas y 200 bailarines se contrataron para el Parque Navideño.

Veinte minutos después, un duende ubicado en un atril con forma de sillón da la bienvenida desde allí e informa: “Estoy aquí a pedido del jefe, o como ustedes lo conocen, Noel, para supervisar todo”. Acto seguido, una sucesión de carrozas recorren Libertador arrojando a su paso burbujas a los niños, tal vez preparándolos para los hidrantes que pueden recibir cuando sean grandes.

El presentador, para describir el segundo carro, explica: “Los duendes son como todos ustedes, muy trabajadores, y depositan la esperanza, el amor y la alegría en su máquina de hacer regalos”. Parece que Papá Noel, además de sumar granaderos a su equipo, también sumó a otro Barba: Durán. Entre las carrozas circulan alegres en sus bicicletas los carteros, “los encargados de que las cartas lleguen a destino sanas y salvas”. Por el bien de los niños, es de esperar que en el Polo Norte no hayan decidido entregar la concesión del correo al Grupo Macri.

Pasadas las 18, el desfile entra en su etapa final cuando ingresa a escena Papá Noel, de barba y anteojos, y ríe de alegría: “¡Jo, jo, jo!”. Horas después, ya sin la máscara, será un jubilado de carne y hueso al que le habrán recortado sus haberes.

Por la tarde, el desfile de Papá Noel.

Actualizado 28/12/2017