May 11, 2017 | DDHH
Fue el día en que la Plaza se tiñó de blanco. El día en que la Plaza se cubrió de cientos de miles de pañuelos blancos, multiplicados para repudiar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que extendió el beneficio del 2×1 a los condenados por delitos de lesa humanidad. Ante la multitud y la bajo la consigna “Señores Jueces. Nunca más. Ningún genocida suelto”, los organismos de derechos humanos reclamaron un freno institucional -con el compromiso de los tres poderes del Estado- al pronunciamiento del Poder Judicial. La Plaza desbordó antes del inicio del acto, con las Diagonales Norte y Sur repletas y la Avenida de Mayo cubierta hasta el Congreso. Muchos no pudieron llegar y los organizadores calcularon la movilización de más de medio millón de personas. También hubo marchas en diferentes ciudades del país.
“La democracia se construye entre todos, todos los días”. La frase de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, resonó como una síntesis de la acción de resistencia. Desde el escenario central montado delante de la Pirámide de Mayo, Carlotto fue oradora junto a Taty Almeida, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo-Linea Fundadora, y Lita Boitano, de Familiares y Detenidos por Razones Políticas. Antes de los discursos, los organismos agradecieron al colectivo Memoria, Verdad y Justicia por levantar la marcha prevista para hoy.

“Señores Jueces. Nunca más. Ningún genocida suelto”, fue la principal consigna del acto. Arriba del escenario, organizaciones de Derechos Humanos repudiaron el 2×1 con sus manos alzadas.
“En esta jornada histórica, el pueblo y los organismos de derechos humanos decimos bien fuerte: nunca más el silencio. No queremos convivir con los asesinos más sangrientos de la historia argentina”, subrayó Almeida.
Tras gritar “el pueblo unido jamás será vencido” y corear la consigna con la multitud, Almeida comenzó la lectura del documento. “Todos los que estamos acá repudiamos esa decisión que tomó la Corte Suprema. Ese 2×1 afectó a toda la sociedad”, subrayó. Y entre cánticos emotivos y abrazos simbólicos, agradeció el apoyo de organizaciones sindicales, políticas, barriales y, especialmente, a la textil que donó los pañuelos que se repartieron en las distintas intersecciones aledañas a la Plaza. “El pañuelo es símbolo de los 30.000. El pañuelo es lucha”, subrayó.
Y advirtió: “Nuestro pueblo no merece ser condenado al olvido. Los responsables de esta decisión fueron los jueces Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco”. Además, recordó que “la Ley del 2×1 (que se sancionó en 1994) nació como necesidad de descomprimir las cárceles por las demoras en la propia Justicia”. La norma fue derogada en el año 2001.

“La democracia se construye entre todos, todos los días” dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Ayer, el Congreso también dio una señal en la dirección del reclamo que se escuchó en la Plaza: sancionó en tiempo récord una norma que intenta poner un límite a la aplicación del beneficio que la Corte habilitó para Carlos Muiña, represor en el centro clandestino montado en el Hospital Posadas en 1978.
Con un timbre de voz agudo e imponente, Cortiñas saludó a todos “los hijos e hijas del corazón” con un fuerte “quiero y queremos justicia”. Remarcó que “los delitos de lesa humanidad no son comunes”. “La Corte Interamericana de Derechos Humanos niega la posibilidad de aplicar beneficios como el 2×1 a estos crímenes atroces, tal como señalaron los jueces Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti”, destacó.
Entre medio de los abucheos contra los integrantes del Tribunal, Cortiñas afirmó que “la Corte pretende soltar a Jorge Eduardo Tigre Acosta, Alfredo Astiz, Miguel Etchecolaz, al capellán (Christian) Von Wernich, y pretende liberar a cientos de genocidas más que caminarían al lado nuestro y de ustedes”.
“Señores jueces, escuchen: Nunca Más”, se pronunció Lita Boitano, presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas cuando las agujas había pasado las 19:00. Con firmeza declaró que “nunca se hizo justicia por mano propia, por eso este fallo es un indulto a nuestra historia.” Y advirtió: “Estamos hablando de los que volvieron a desaparecer a Jorge Julio López. Esto no sólo es riesgoso para nuestros nietos sino para toda la sociedad”.

“El pañuelo es símbolo de los 30.000. El pañuelo es lucha”.
Una de las tantas que lució la tela blanca en la cabeza fue Elvira Sack, de 58 años. En diálogo con ANCCOM contó que no quiere volver a vivir “el horror de la dictadura” con la liberación de genocidas condenados. “Vine sola, pero en representación de mi generación y de las siguientes”, subrayó.
Sobre la calle Reconquista, Rosa Herrera, de la Liga Argentina de Derechos Humanos, festejó la numerosa asistencia. “Necesitamos -y es nuestro deber- expresar nuestro repudio ante este fallo. No tienen legitimidad para violentar nuestros derechos”, subrayó en diálogo con esta agencia.
Carlotto cerró el acto. “Hoy los legisladores aprobaron una ley que busca frenar la aplicación del 2×1 a genocidas y represores. Estas acciones nos llenan de esperanza y gratitud”, subrayó.
Resaltó la necesidad de que “los tres poderes del Estado tomen el reclamo del pueblo reunido en esta Plaza”, y pidió que la “corporación judicial” escuche el pedido. “Haremos oír nuestra voz en todo el mundo. Alzaremos nuestra voz contra el olvido”, puntualizó.
Poco antes de las 19:30, Carlotto llamó a levantar los pañuelos y a reclamar justicia por los 30.000 compañeros detenidos-desaparecidos. Almeida sumó el pedido por la libertad de la dirigente de la Tupac Amaru Milagro Sala. Entonces sí, la Plaza se tiñó completamente de blanco.

Nora Cortiñas saludó a todos “los hijos e hijas del corazón” con un fuerte “quiero y queremos justicia”, junto a Taty Almeida.

Las Madres junto a diversas organizaciones de Derechos Humanos con la inmensa bandera que decoraba el escenario: «Señores jueces, Nunca más, Ningún genocida suelto».
Mirá la infografía sobre avances y retrocesos en materia de Derechos Humanos:

Actualizada 12/05/2017
Abr 25, 2017 | DDHH
A 102 años del Genocidio Armenio, miles de personas se movilizaron en la Ciudad de Buenos Aires en una multitudinaria marcha convocada por los jóvenes de la comunidad.
El 24 de abril se conmemoró un aniversario más del Genocidio y en distintas ciudades del país se realizaron actos conmemorativos, que se extenderán a lo largo de la semana para apoyar la lucha del pueblo armenio y recordar a sus víctimas. En la Ciudad de Buenos Aires, una agrupación de jóvenes de la comunidad armenia local convocó a la ciudadanía a marchar bajo las consignas de “memoria, verdad, justicia y reparación”. La movilización contó con la adhesión de organizaciones como la Unión Juventud Armenia, la Asociación Cultural Armenia, la Unión General Armenia de Beneficencia, la Juventud de la Unión Cultural Armenia y los Grupos Scout Ararat y San Vartán. A partir de las 19, una multitud se congregó en la Facultad de Derecho de la UBA y avanzó unida hasta la embajada turca para exigir el reconocimiento del genocidio por parte de la República de Turquía.
Cánticos, bombos, carteles y banderas -especialmente con los colores rojo, azul y naranja del estandarte nacional armenio- inundaron la avenida Figueroa Alcorta. Entre los centenares de caminantes, Jorge Ainadjian recordaba a su abuela exiliada diciendo: “Ella escapó del genocidio y vino a Buenos Aires. Vengo a sumarme una vez más a esta marcha por ella y porque soy descendiente de armenios. Pedimos que nos escuchen y esperamos que los turcos tengan un juicio por cometer crímenes de lesa humanidad”.

Miles de personas se movilizaron en en una multitudinaria marcha convocada por los jóvenes de la comunidad.
Una vez frente a la embajada, los manifestantes hicieron un minuto de silencio por sus mártires, entonaron himnos nacionales y rezaron oraciones religiosas. Al final del acto, leyeron una carta de Vera Jarach, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y sobreviviente del holocausto judío.
Guillermo Ferraioli Karamanian, referente de la Asociación Cultural Armenia y uno de los organizadores del encuentro, expresó: “Marchamos a la residencia de la embajadora turca a reclamar reconocimiento y reparación. Más de un siglo después, Turquía no reconoce el genocidio y lo niega activamente. Trabaja a través de su Cancillería para que en ningún estrato de la sociedad se hable de Genocidio Armenio o para relativizar su denominación. Nosotros seguimos esperando justicia.”
En el primer genocidio del siglo XX, se estima que un millón y medio de armenios residentes en el Imperio Otomano fueron asesinados entre 1915 y 1923 por el régimen nacionalista de los Jóvenes Turcos. Pero más de un centenario después del inicio de los acontecimientos, el actual gobierno de Turquía sigue negándose a aceptar su responsabilidad, rechaza que se haya tratado de un genocidio y mantiene su postura de que la deportación forzosa y la matanza de tres cuartas partes de la población armenia en el Imperio Otomano no se trató de un plan sistemático y premeditado de exterminio, sino de las consecuencias fortuitas derivadas de un contexto de guerra mundial.

Cánticos, bombos, carteles y banderas -especialmente con los colores rojo, azul y naranja del estandarte nacional armenio- inundaron la avenida Figueroa Alcorta.
Argentina se encuentra entre los 29 países que reconocen oficialmente el Genocidio Armenio. Ferraioli Karamanian destacó que nuestra nación, que cuenta con la mayor colectividad armenia de América Latina y la tercera más grande fuera de la República de Armenia a nivel mundial, es la única en que ese reconocimiento se da en los tres poderes estatales.
El reclamo de la colectividad armenia, encabezado por las entidades de su colectividad, es acompañado por organismos de Derechos Humanos, como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, entre otros.
Nicolás Sabuncuyan, director del Consejo Nacional Armenio (CNA) en Argentina, declaró en un diálogo con ANCCOM: “Argentina tiene una de las comunidades armenias más grandes del mundo, de las más lejanas a la República de Armenia y con un desarrollo institucional organizativo muy fuerte. En el CNA trabajamos con temas de la causa armenia, uno de los cuales es el reconocimiento del genocidio. En Argentina y otros países donde los organismos de Derechos Humanos locales tienen mucha presencia, trabajamos en conjunto con ellos.” Sobre este punto, explicó: “El reclamo de las organizaciones de Derechos Humanos de Argentina fue acompañado por nosotros, y viceversa. Siempre han acompañado nuestro reclamo entendiéndolo como una causa de Derechos Humanos. Hay una relación desde la última dictadura y muchos referentes nuestros formaron parte de esos organismos. También hay familias que han sido víctimas de los dos genocidios.”

A 102 años del Genocidio, también hubo lectura de documentos. El reclamo fue encabezado por las entidades de su colectividad, acompañado por organismos de Derechos Humanos.
Este año se cumplió una década de la sanción de la ley 26.199, mediante la cual el Estado argentino reconoce que el pueblo armenio fue víctima de un genocidio y establece la fecha del 24 de abril como “el Día de Acción por la Tolerancia y el Respeto entre los Pueblos”. En el marco de esta efeméride, Sabuncuyan, uno de los principales impulsores de la ley, se refirió a su promulgación como “un hito importantísimo” y manifestó: “Se vivió como un hecho sin precedentes para la comunidad porque, al tratarse de una ley nacional, promueve acciones al respecto y sirve de base para iniciar nuevos procesos en el ámbito judicial, educativo y político”.
Acerca de la exigencia por el reconocimiento del genocidio hacia la comunidad internacional en general, y hacia Turquía (el estado perpetrador) en particular, Sabuncuyan expuso: “El reconocimiento internacional es un condicionante para Turquía, que es el país que tiene que reconocer y reparar. Otros países, que acompañan el proceso al reconocerlo, logran generar más presión. Mi sueño, aparte de que Turquía reconozca el genocidio, es que también lo hagan todos los países del mundo, tengan o no presencia de comunidad armenia. Porque si no, vamos a retroceder como humanidad al pensar que un delito como el Genocidio Armenio es un crimen sólo contra el colectivo que lo sufrió, y esto no es así. Los genocidios requieren un rol activo de todos los estados, porque se trata de la humanidad. El mayor objetivo es que se construya un sistema internacional que evite que se produzcan nuevos genocidios y sancionen a los genocidas para que reparen a los colectivos que los sufrieron. Sino, está permanentemente abierta la puerta para que sucedan nuevos actos de estas características.”

El Grupo Scout Ararat y San Vartán, también se hicieron presentes.
Así como el reconocimiento de un genocidio es el primer paso para alcanzar la verdad, la justicia y la reparación que merecen las víctimas, el negacionismo que conlleva el desligamiento de la propia responsabilidad y el ocultamiento o banalización de los hechos conduce al olvido y la impunidad, además de dejar latente la posibilidad de que estos crímenes de lesa humanidad vuelvan a repetirse.
“Creo que está habiendo un rebrote de discursos negacionistas en la actualidad”, advirtió Sabuncuyan y agregó: “Nadie puede decir que no hubo un Genocidio Armenio. No pueden negar que hubo muertos, pero lo que se hace jurídicamente es buscar la vuelta para que Turquía no tenga que pagar por el crimen ni responder oficialmente. Eso es negacionismo. No es negar los hechos, sino hacer creer que estos no fueron un crimen. El gobierno turco banaliza al decir que no fue un genocidio, que fueron menos las víctimas y que se dio en el marco de una guerra. Es lo mismo que hizo la dictadura acá, al rechazar que se trató de un genocidio. Ese es el mecanismo genocida. Y frente a la avanzada de discursos negacionistas, el gobierno tiene que ratificar las políticas de Derechos humanos como políticas de Estado. Porque si no hay verdad, no hay memoria, ni justicia, ni reparación. Estos no son eslóganes, son procesos y pasos a seguir.”

Argentina se encuentra entre los 29 países que reconocen oficialmente ese Genocidio. En la foto, un niño sosteniendo una bandera con los colores del estandarte nacional armenio.
Actualizada 25/04/2017
Abr 4, 2017 | Comunidad
“El dolor y el reclamo de ustedes también es nuestro”, dijo a los familiares de las víctimas del incendio de la Comisaría 1ª de Pergamino el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, quien participó el lunes de una importante marcha para exigir justicia junto a Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, y al cura Pedro “Pepe” Di Paola, los tres en representación de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM). Previo a la movilización –que comenzó a las 19– se reunieron con los familiares, les expresaron su apoyo moral y les ofrecieron el patrocinio legal del organismo.
La convocatoria de ayer, la cuarta en un mes en memoria de los siete jóvenes, superó con amplitud a las anteriores. Se acercaron familiares, amigos y referentes de Capital Federal, La Plata y hasta de Salta. Entre ellos, miembros de la Red Contra la Violencia Institucional, de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos de Pergamino.Fueron cientos de personas caminando lentamente y en silencio desde la Plaza 9 de Julio hacia el centro de la ciudad, cada familiar con una fotografía de su ser querido en la mano. Los rostros de los muertos se multiplicaron en remeras y carteles. Cada dos cuadras, la multitud rompía el silencio para nombrarlos: Sergio Filiberto, Federico Perrotta, Alan Córdoba, Franco Pizarro, John Mario Carlos, Juan Carlos Cabrera, Fernando Emanuel Latorre. “¡Presentes, ahora y siempre!”, gritaban.

Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas y el cura Pedro “Pepe” Di Paola, los tres en representación de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).
Diego Filiberto recordó haber visto a su hermano Sergio “durmiendo en un pasillo de la comisaría, un lugar inhabilitado”, y no sólo a él, “eran nueve chicos en un calabozo de tres por tres, con los colchones en el suelo y sin luz”. Su madre, Cristina Gramajo, con la poca voz que le quedaba, se preguntó: “¿Dónde está la gente que tenía que controlar?”. Y agrega: “Mi hijo estaba pagando su error, pero no en condiciones de seres humanos”.
Al llegar al centro de Pergamino, la marcha tomó por la peatonal en dirección a la Comisaría 1ª, donde sucedió el incendio. Comerciantes y clientes, en las puertas de los locales, miraban pasar a los manifestantes que empezaban a subir el volumen de su reclamo. En la calle Dorrego, donde se encuentra la seccional, un vallado y unos 50 policías armados, con cascos y escudos, les impedían seguir. Los familiares pegaron las siluetas de los siete jóvenes en el vallado y evocaron sus nombres, una y otra vez.
Nora Cortiñas pidió que nadie quede impune en este hecho y eso implica, según dijo, no olvidarse de los jueces que “son grandes responsables al abandonar a los jóvenes en las comisarías. Y en este caso, los siete eran personas que no tenían una condena y estaban ahí bajo un juez de Garantía”.

Los familiares pegaron las siluetas de los siete jóvenes en el vallado y evocaron sus nombres, una y otra vez.
La marcha continuó su recorrido dos cuadras más, hasta la Fiscalía de la ciudad. Allí, el secretario de la CPM, Roberto Cipriano García, mantuvo una reunión de media hora con la fiscal de la causa y los familiares. “Se libró la orden de detención de cinco policías (los oficiales Alexis Eva, Carolina Guevara y Ezequiel Giuglietti, el sargento César Carrizo y el teniente primero Juan Rodas), que ya están bajo custodia y del comisario (Alberto Donza) que está prófugo”, señaló García, quien apuntó a que “la información se filtró previamente, lo que provocó que hoy no esté detenido”. La Fiscalía se comprometió a “hacer todos los esfuerzos para encontrarlo”.
García pidió por “la protección de los testigos que están detenidos en Junín” y enfatizó en que se investigue a los funcionarios políticos que “permitieron que la comisaría estuviera en esas condiciones”, ya que “hay 80 informes de fiscales que señalaron que era un desastre”. Asimismo, la CPM solicitó al intendente Javier Martínez (del PRO) la creación de un espacio de memoria en la comisaría porque no sólo murieron “estos siete chicos sino que allí también funcionó un centro de detención clandestina durante la dictadura”.
En el final de la marcha, los familiares formaron una ronda, encendieron una vela cada uno y agradecieron la compañía. En palabras de Silvia, madre de Ernesto Latorre: “El apoyo de hoy fue muy importante para que la sociedad empiece a ver que no son siete lacras menos, eran siete pibes en una comisaría al cuidado del Estado”.
Actualizado 04/04/2017
Mar 31, 2017 | Trabajo
Las dos Centrales de Trabajadores Argentinos (CTA), a las que se les sumó el nuevo Movimiento de Trabajadores Saúl Ubaldini (con referentes de la CGT que se distanciaron de la cúpula), convocaron a más de 150 mil trabajadores en Plaza de Mayo bajo la consigna “trabajo, educación y paritarias libres”, en una nueva movilización contra el modelo económico impulsado por el Gobierno nacional. Pablo Micheli, titular de la CTA Autónoma remarcó durante el acto: “No alcanza con una movilización, ojalá todos los días haya una, hasta que caiga este modelo neoliberal”. Pidió, además, unir fuerzas para sumarse al paro del 6 de abril.
Una vez más en este marzo, sobre Avenida de Mayo y 9 de Julio, a partir de las 15.00, se congregaron las organizaciones nucleadas en las dos centrales obreras de trabajadores del Estado. En Plaza de Mayo ya algunos ansiosos habían empezado a tomar posición en las vallas de cara al escenario, donde luego hablarían los oradores. Pero este 30 de marzo -fecha que homenajear la marcha encabezada por Saúl Ubaldini en 1982 para desafiar a la dictadura militar- cayó jueves y, como siempre, un grupo de Madres de Plaza de Mayo comenzaban su habitual ronda de lucha eterna.
Aproximadamente media hora después, la columna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ingresó en la Plaza para ser la primera agrupación en empezar a colorearla. Este gremio, además de sumarse a la convocatoria de la marcha, adhirió con un paro en los diferentes lugares de trabajo. “El paro fue muy importante. En todos los ministerios y hospitales hubo un cese de actividades, se discutió con los trabajadores de qué manera participar y ahora están abandonando los edificios para venir a la marcha”, comentó a ANCCOM el secretario general de los estatales, Daniel Catalano.
En cualquier calle del Centro porteño se podían ver pecheras, guardapolvos y banderas identificatorias. “Para que ganen los docentes paro general ya”, decía un cartel del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA), que copó Avenida de Mayo. María Echegaray docente de la Escuela Provincial 31, de la localidad bonaerense de González Catán, asistió a la movilización con la delegación de La Matanza. “Hoy fue contundente, en mi escuela todos pararon”, destacó María, que también indicó: “Todos los trabajadores tenemos que estar acá, estamos viviendo una situación insostenible, venimos de marcha en marcha. Los docentes estamos acá no solamente por nuestro reclamo de la reapertura de la paritaria nacional, para que se fije un salario digno para el docente, sino para todos los trabajadores.” También otros gremios de educadores como el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y Conadu –Federación Nacional de Docentes Universitarios- se hicieron presentes.R
“Macri en las privadas también sos gato” mostraba el cartel que Perla Sanisp (16) y Zahira Balbi (17), dos amigas y alumnas de colegios privados de Avellaneda, hicieron especialmente para la movilización. “Defendemos la educación pública, venimos acá para que no nos quiten lo que tenemos, es una lucha constante y no podemos permitir que venga cualquier gobierno, haga tarifazos y baje la educación”, sostuvo Zahira.
También se movilizaron organizaciones sociales como Barrios de Pie, el Frente Darío Santillán y la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). Jaqueline Flores, referente del Movimiento de los Trabajadores Excluidos (MTE) de Capital, expuso los motivos que la llevaron a marchar: “A nosotros lo que nos está pasando es que estamos volviendo al 2001, hoy tenemos que estar haciendo ollas, no hay poder adquisitivo, hay hambre en esta patria. Además, nosotros entendemos que la educación pública educa a nuestros hijos, queremos un pueblo levantado”.
Por su parte, los sindicatos pertenecientes a la CGT que esta semana conformaron el Movimiento por los Trabajadores Saúl Ubaldini, sumaron su presencia en la protesta, diferenciándose del triunvirato que dirige a la CGT. Estos gremios se agruparon en Avenida Belgrano y 9 de Julio para luego avanzar a Plaza de Mayo por Diagonal Sur. Entre los principales sindicatos que se unieron a la convocatoria se destacaron la Unión Obreros Metalúrgicos (UOM), con fuerte presencia de la Delegación de Quilmes, encabezada por Francisco “Barba” Gutiérrez que además fue uno de los oradores del acto. Otro sindicato que movilizó fue el de Curtidores, presidido por Walter Correa, miembro de la Corriente Federal de Trabajadores.
Poco antes de las 17, al iniciar el acto, desde el escenario comenzaron recordando que también estaban de paro los trabajadores migrantes, como muestra de protesta frente a las declaraciones y medidas xenófobas que recibieron de parte del Gobierno. Después se leyó una carta enviada por Milagro Sala desde la cárcel donde la dirigente hacía hincapié en la necesidad de resistir “las políticas de saqueo y de hambre” impartidas desde Cambiemos.
Luego fue el turno de Pablo Micheli, secretario general de la Central de los Trabajadores Autónomos, que ni bien tomó la palabra hizo agitar entre el público: “Unidad de los trabajadores y al que no le guste se jode, se jode”. Enseguida enfatizó: “Pueblo que no está en la calle, no tiene destino”. Además se defendió de las críticas que señalan como objetivo de la lucha popular la desestabilización del gobierno y recordó también la muerte de Jonathan Gardini, manifestante que perdió la vida por la mañana en Rosario tras ser atropellado por un camión: “Con su discurso, el gobierno incita a la violencia, violencia es matar y los muertos siempre los ponemos los trabajadores”.
Después dio su discurso el “Barba” Gutiérrez que, aludiendo a la frase del titular del Banco Nación Javier González Fraga sobre una supuesta “fiesta” vivida por la población durante el kirchnerismo, señaló: “¿Cuántos de nosotros queremos seguir estando de fiesta, seguir teniendo trabajo, paritarias justa y educación’”. También le remarcó a Mauricio Macri: “No queremos planes, queremos trabajo y sabemos cómo defender la Industria Nacional”.
En sintonía con los otros dos interlocutores, Hugo Yasky, secretario general de la Central de los Trabajadores Argentinos, recalcó: “Nosotros vamos a hacer la unidad con lo que se comprometan con la clase”. Y también, en agradecimiento a la presencia de Taty Almeida y de Nora Cortiñas, afirmó: “El ejemplo de ellas es lo que nos mantiene en pie en los peores momentos. En este país nunca un empresario perdió la vida cuando la Constitución dejó de ser respetada, siempre fue la sangre de los nuestros.”
Actualizado 30/06/2017
Mar 7, 2017 | Comunidad
«Si lees esto, es gracias a un docente», decía uno de los tantos carteles que llevaban en las manos los maestros, en la movilización de ayer durante la primera jornada del paro nacional docente. La huelga de 48 horas comenzó con una marcha que reunió a más 70.000 personas, que desandaron la avenida Callao desde el Congreso de la Nación hasta el Ministerio de Educación para pedir que se realicen las paritarias nacionales que establece la ley. El acto concentró a los cinco gremios docentes nacionales: Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA), Sindicato Argentino de Docentes Particulares (SADOP), Asociación de Magisterio de Enseñanza Técnica (AMET), Unión de Docentes Argentinos (UDA) y Confederación de Educadores Argentinos (CEA).
Además del salario, los docentes se movilizaron en contra de los recortes que hay en toda el área educativa. Sonia Alesso, Secretaria General de CTERA, resaltó en su discurso que se debe cumplir la Ley 26.075 de Financiamiento Educativo, en la cual entran muchos de los programas nacionales que se están desfinanciando. Un ejemplo: el Instituto Nacional de Educación Tecnológica. El gremio de docentes técnicos (AMET) teme que avance el recorte de su presupuesto. Este instituto trabaja con todas las escuelas técnicas de la Argentina y fue creado en 1995 para llevar a cabo la modernización del país en el contexto de la revolución tecnológica de las últimas décadas. «No queremos que nos pase como al CONICET. Se redujo mucho el presupuesto para el Instituto. No queremos que la Argentina sea solamente granero, queremos educación técnica y un país industrial con inclusión social», dijo a ANCCOM Claudio Ramoff, referente del gremio.

Los docentes se movilizaron en contra de los recortes que hay en toda el área educativa.
Los docentes también denunciaron que el Programa Nacional de Orquestas y Coros para el Bicentenario que concretaba la creación de orquestas en las escuelas está en vilo. «Nos dicen que vamos a continuar, pero nuestros contratos se vencieron y todavía no firmamos contrato para 2017», explicó un docente presente en la marcha, que enseña en una de las tres orquestas que hay en Rosario.
Los maestros privados estuvieron presentes en el reclamo junto a su gremio, SADOP. Mario Almirón, Secretario General del sindicato, explicó a ANCCOM: «Nos afecta igual que a los compañeros docentes estatales porque el salario es el mismo, estamos equiparados. Hemos sufrido mucha presión de escuelas privadas para que el paro no se realice. Cuando la realidad marca que el salario no alcanza y que las condiciones de trabajo son injustas, el pueblo pasa por encima de todas las limitaciones».
Durante los días previos al paro se conocieron amenazas hacia Roberto Baradel, el Secretario General de Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA). En dialogó con ANCCOM el dirigente dijo: «En la provincia de Buenos Aires pidieron el listado de quién iba a adherirse al paro. Este gobierno está mostrando lo autoritario que es». Además agregó: «La irresponsabilidad de los dichos del presidente sobre que no necesito custodia le puede caber como incumplimiento de los deberes de funcionario público. Él tiene una manda judicial para poner custodia a mi familia y a mí por las amenazas que recibimos».
La marcha también hizo notar el rechazo a los dichos del Ministro de Educación, Esteban Bullrich, acerca de que los docentes sólo trabajan cuatro horas. «Decir eso es desconocer totalmente la tarea del maestro. No trabajamos sólo con el pizarrón y la tiza. Trabajamos en nuestras casas, las clases se preparan, se corrige el trabajo de los alumnos, trabajamos en diferentes turnos y escuelas, lo que implica traslado, entre otras cosas», describió una maestra de nivel inicial que se acercó desde Baigorria, Santa Fe, para participar de la marcha. En los discursos de los dirigentes esto se expresó claramente: «Que el presidente despierte y empiece a poner en valor a los educadores», reclamó Sergio Romero, de UDA, en su discurso, y Hugo Yasky agregó: «Hay mucho analfabeto político. No van a poder ensuciar a los maestros. No hay para los argentinos nada más noble que la escuela».
Actualizado 06/03/2017