Resistiré

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Un centenar de organizaciones retomaron la Marcha de la Resistencia, nacida en la última dictadura, para repudiar el vaciamiento del Estado, de las políticas sociales y también las de memoria, verdad y justicia. También se rechazaron las conductas autoritarias y discriminatorias del gobierno.

Bajo un cielo gris, entre paraguas, pilotos y pasos firmes, la Plaza de Mayo es, una vez más, el escenario de la resistencia. Banderas desplegadas, carteles en alto y cantos que atraviesan la tarde sostienen la consigna: “Una memoria que arde, una lucha que no se apaga”.

Desde las 17 de este viernes, una nueva Marcha de la Resistencia avanza contra las políticas de ajuste y persecución del gobierno de Javier Milei. Convocada por más de un centenar de organizaciones de derechos humanos, sindicales y sociales, la movilización gira en torno a la Pirámide de Mayo y lo hará durante 24 horas, hasta el sábado a las 17. La movilización, impulsada por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Capital y Madres de Plaza de Mayo, retoma el espíritu de las largas jornadas de protesta que marcaron la resistencia durante la última dictadura cívico-militar.

Para el secretario general de ATE Capital, Daniel «Tano» Catalano, la marcha es una señal de que la resistencia está en pie. “Las políticas de Memoria, Verdad y Justicia no pueden abandonarse; como argentinos, tenemos que seguir levantando las banderas que nos hicieron grandes”, señala en diálogo con ANCCOM. “No podemos permitir que un gobierno que busca restringir libertades y derechos siga avanzando, atacando a los trabajadores, ajustando a los más vulnerables mientras los poderosos acumulan riquezas, profundizando la desigualdad y persiguiendo a quienes no se alinean con sus políticas de odio”, sostuvo. También enfatizó la necesidad de «construir un frente político que nos permita liberarnos del fascismo».

La marcha se enmarca en la denuncia de los recortes en políticas públicas vinculadas a la memoria histórica y la justicia social. Uno de los ejes centrales de la movilización es el vaciamiento de la Secretaría de Derechos Humanos bajo la gestión de Alberto Baños, quien redujo drásticamente la planta de trabajadores, así como el cierre del Centro Cultural Haroldo Conti, un espacio fundamental para la preservación de la memoria. En diálogo con ANCCOM, Pedro Lynn, secretario gremial de ATE Capital, remarcó que el vaciamiento de organismos estatales afecta no solo a los empleados públicos, sino a toda la sociedad y advirtió sobre el impacto de las medidas de ajuste del gobierno en los trabajadores del Estado. «El presidente, en vez de buscar profesionalizar y organizar el trabajo estatal, hace lo contrario: siembra el caos, destruye todo, baja los salarios al máximo y despide», denunció.

Es la primera marcha sin la presencia de Hebe de Bonafini, fallecida en 2022. “Sigue siendo nuestra guía”, describió Carmen Arias, titular de Madres de Plaza de Mayo. “Es muy duro lo que estamos pasando y tenemos que salir a la calle para demostrarlo. Hay que demostrar que estamos organizados y unidos porque quieren vernos a todos separados”, destacó.

Un legado de lucha

La Marcha de la Resistencia tiene sus orígenes en plena dictadura, cuando en 1981, en medio de un endurecimiento del régimen, las Madres de Plaza de Mayo ocuparon la Plaza durante 24 horas para exigir la aparición con vida de sus hijos y el fin de la impunidad de los responsables del terrorismo de Estado. A lo largo de los años, la movilización se convirtió en un símbolo de resistencia contra las leyes de impunidad y las políticas neoliberales.

Durante el gobierno de Néstor Kirchner, la marcha fue suspendida por considerarse que «el enemigo ya no estaba en la Casa Rosada». Sin embargo, en 2015, con la llegada de Mauricio Macri al poder, las Madres volvieron a convocar para denunciar las políticas de ajuste y represión. Hoy, con la asunción de Javier Milei, la Marcha de la Resistencia cobra un nuevo significado: un rechazo al negacionismo, al vaciamiento de políticas de memoria y a la profundización de la desigualdad social.

El sábado por la tarde, la movilización concluirá con la lectura de un documento consensuado por las organizaciones convocantes. Como gesto simbólico, un trabajador despedido de la Secretaría de Derechos Humanos será el encargado de leer un manifiesto en defensa de la Memoria, la Verdad y la Justicia, y en rechazo a las políticas de ajuste y desmantelamiento de organismos estatales.

Resistiré

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Como todos los diciembres desde hace 47 años, los organismos defensores de los derechos humanos organizaron la Marcha de la Resistencia. Lo hicieron en un contexto donde desde el mismísimo gobierno proliferan los discursos negacionistas y apologistas de la última dictadura. Mirá las fotos de ANCCOM.

«Si es necesario salgamos a la calle todos los días»

«Si es necesario salgamos a la calle todos los días»

La 43ª Marcha de la Resistencia tuvo lugar una vez más en Plaza de Mayo. Teñida por el retorno del discurso negacionista, oganizaciones defensoras de los derechos humanos, movimientos sociales, culturales y partidos políticos reivindicaron a los 30.000 desaparecidos y renovaron la exigencia de memoria, verdad y justicia.

A tres días de la asunción de Javier Milei, como cada año desde hace más de cuatro décadas, organizaciones de derechos humanos, sociales y la izquierda se concovaron en Plaza de Mayo para renovar las consignas históricas del movimiento de memoria, verdad y justicia contra el genocidio, la impunidad y el negacionismo. Como cada jueves, hubo sendas movilizaciones de la Asociación Madres de Plaza de Mayo -que organizaron su tradicional acto- y de las Madres de la Línea Fundadora. Ambas dieron vueltas, acompañadas por una multitud, en torno a la histórica pirámide en su Marcha de la Resistencia número 43.

Las consignas “¡47 años de lucha!”, “Apertura de los archivos de la represión”, “Son 30.000”, “Es genocidio”, “¡30.000 detenidos y detenidas desaparecidos presentes, ahora y siempre!” cobraron una nueva dimensión este año, cruzado por una campaña electoral en la que afloraron como pocas veces antes discursos negacionistas de parte de la fuerza política que este domingo accede a la presidencia de la nación.

Del lado sur de la plaza, a pocos pasos de la calle Defensa, en una pequeña tarima el sobreviviente de la dictadura Carlos Loza conversaba con los miembros del colectivo de comunicación La Retaguardia sobre los juicios a los genocidas, la histórica demanda de la apertura de los archivos históricos de la dictadura y la situación del campo de deportes de la Armada detrás del predio de la ESMA. Cerca de la tarima La Banda del Pañuelo, un grupo cultural que desde hace seis años acompaña a las Madres de la Plaza de Mayo – Línea Fundadora en sus rondas, dibujó en el suelo un mural comunitario con enormes pañuelos de colores. Su diseñador, que se identificó como Iván, explicó a ANCCOM el concepto de la obra: “Armamos un pañuelo grande y dentro de él van nombres de pila de desaparecidos en la dictadura. Se acercan a pintar ese nombre sus familiares, y alrededor del pañuelo hay unas flores azucenas –por su fundadora de la organización, la desaparecida Madre Azucena Villaflor– y una mariposa.” 

Las Madres se juntan al lado del bebedero que está frente al acceso a la estación del subte A cada jueves desde hace 47 años, y marchan a las tres y media de la tarde. “Acompañamos desde el lado cultural porque entendemos también que somos la generación que tiene que seguir esta línea histórica, la continuidad de la memoria, la justicia y la verdad” expresó.

Ya con la tarima rodeada con mucha más gente, se pronunció Elia Espen quien emocionada manifestó que “cuando todos los genocidas sean enjuiciados y no protegidos diremos, queridos hijos, padres, hermanos: ´¡Cumplimos!´. Pero como no creo que eso ocurra, pediremos juicio y castigo a todos los genocidas.” Sin quitarse sus enormes lentes oscuros, aseguró que se aproximan momentos difíciles en la Argentina, pero que las Madres no se callarán y seguirán defendiendo la verdad y la justicia. Espen mostró su desacuerdo con lo que denominó la “politización partidaria” del Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia y las disputas entre los organismos de derechos humanos: “Consiguieron separar a los organismos, hacer que nos miremos todos como enemigos por pensar diferente. En todo caso, somos disidentes”, expresó. Según ella, «ante los que conjugan el verbo obedecer, yo conjugo el verbo no perdono y no olvido. ¿Qué pretenden que nos abracemos con los genocidas?», reprochó y prometió que hasta su «último suspiro» va a continuar pidiendo que «se abran los archivos» de la última dictadura militar.

El cierre del acto fue encabezado por Nora Cortiñas, quien manifestó que a pesar de los resultados adversos en las pasadas elecciones nacionales “tenemos mucho para hacer y decir y vamos a seguir, no vamos a bajar los brazos”. También resaltó que es necesario que permanezcan juntas como lo han hecho en los últimos 47 años y que la unidad es la que permitirá lograr que la justicia siga funcionando y no se pare ninguno de los juicios en contra de quienes violaron los derechos humanos durante la dictadura. Además cuestionó algunas de las medidas del plan de gobierno del presidente por asumir, Javier Milei “Nos enteramos que quieren sacar la ESI de los colegios, no los dejemos, salgamos a la calle todos los días si es necesario”. Cortiñas destacó que “lo otro que tenemos que lograr es que dejen en libertad a Milagro Sala ¡ya!, ¡ya!”. Sentada en su silla de ruedas, presentó las consignas de la marcha que fueron “que se abran los archivos” y “que sigan los juicios”, aunque también hizo un llamado a estar atentos antes muchas otras consignas que se tendrán que seguir manteniendo y planteó la necesidad de usar mecanismos como el volanteo en las calles del país.

 Otra de las madres que estuvo presente en la tarima, al lado de Espen y Cortiñas, fue Mirta Acuña de Baravalle. Luego de sus discursos, las Madres hicieron sus vueltas alrededor de la Pirámide de Mayo, y tras la tercera vuelta se acercaron al mural de La Banda del Pañuelo en donde las tres colocaron el nombre de sus hijos desaparecidos. Elia Espen plasmó el nombre de Hugo Orlando; Mirta Acuña de Baravalle escribió los nombres de Anita, su hija embarazada y Julio, su yerno, además de “Camila o Ernesto” en referencia al nombre que habría tenido su nieto. Por último, Nora Cortiñas pintó el nombre de Gustavo y la frase “¡Venceremos!”. La actriz Cristina Banegas leyó poemas, y el final del acto estuvo a cargo de Lidia Borda que junto a las madres entonó la canción de Maria Elena Walsh “Como la cigarra”. 

Sobre la Marcha de la Resistencia que las Madres realizaron por primera vez en 1981, Cortiñas recordó que las hacían «por 24 horas, de 15.30 a las 15.30 del día siguiente» pero, dijo, «ahora estamos muchas madres enfermas y aunque quisiéramos no podríamos». Por eso, convocó «a los jóvenes» y a las generaciones que vienen a que «si algún día se nos ocurriera que hay que salir 24 horas, nos acompañen». La respuesta fueron aplausos y puños en alto. Luego, siempre fiel a mencionar todo tipo de reclamo, exigió que las «comunidades indígenas reciban sus tierras».

“Sobre este pueblo ha caído una niebla intensa”

Más temprano gente suelta, turistas y algunos militantes ya se encontraban dispersos alrededor de Plaza de Mayo vieron llegar una combi blanca estampada con el nombre “Madres de Plaza de Mayo”. En seguida, los presentes en la plaza comenzaron a rodear el vehículo del que bajaron, junto a familiares, las integrantes de la Asociación Carmen Arias y Sara Mrad, referente de las Madres en Tucumán. Empujadas en sillas de ruedas por sus acompañantes y protegidas del sol con sombrillas circularon en torno a la Pirámide mientras la multitud entonaba “Vamos las madres, con fuerza vamo’ al frente que se los pide toda la gente. Una bandera que diga ‘gracias, madres’ por ser siempre el ejemplo en la lucha popular”. Junto a los gritos y aplausos los bombos también se escuchaban en el recorrido. “Montalvo, Carlos Alberto” recitaba una voz desde uno de los costados de la plaza. “¡Presente!” respondían a voz fuerte los presentes. “Montaño Carvajal, Felix” de nuevo, “¡Presente!”. Y así, iban repasando los nombres de cada uno de los desaparecidos durante la última dictadura militar. 

Ya bajo la sombra de los gazebos azules, la directora de la Universidad Nacional de las Madres de Plaza de Mayo (UNMA), Cristina Caamaño leyó una resolución publicada el 4 de diciembre en honor al cumpleaños de Hebe de Bonafini. Luego de hacer un recorrido por su vida y trayectoria, en la que la describió como un “símbolo de dignidad, coraje y lucha por la memoria, verdad y justicia”, Caamaño le otorgó el título póstumo de Doctora Honoris Causa a Bonafini. La condecoración fue recibida por Carmen Arias en medio de las voces que coreaban “Se siente, se siente, Hebe está presente”. 

A su turno, Sara Mrad habló del nuevo escenario político que inicia su gestión oficialmente el diez de diciembre “Sobre esta patria, sobre este pueblo ha caído una niebla intensa que pareciera impenetrable, pero los pueblos sabemos cómo vamos a seguir la ruta y vamos a pelear porque traemos cientos de años de historia”. Y remarcó la importancia de resistir y sostener la lucha por siempre. Rodeadas por personas queriendo fotografiarse junto a ellas, las madres fueron trasladadas nuevamente a la combi para retirarse. 

Los que acompañaron a las Madres

Marcharon junto a las Madres el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), el Centro de Abogados por Derechos Humanos (CADHU), el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh), el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), el Nuevo MAS, la Izquierda Socialista, el Partido Obrero y el PTS, entre otros.

También estuvieron presentes delegaciones de Suteba Tigre, Ademys, trabajadores de Fate, FPDS CP, FOL, Coordinadora por el Cambio Social, Cuba MTR, PRML, Resistir y Luchar, FOB, FAR, Libres del Sur, MAS, La Poderosa y Kolina. 

Además, acompañaron la legisladora porteña Alejandrina Barry (hija de desaparecidos), el abogado Matías Aufieri y el politólogo Leo Deza (nieto de víctima de la Triple A). Se acercó, también, Sergio Maldonado, hermano del desaparecido Santiago Maldonado. Sumándose a la Marcha de la Resistencia hubo otras actividades. A las 16:30 la colectividad peruana marchó hacia el Consulado de ese país hermano a un año del golpe de Dina Boluarte. Y posteriormente a la Marcha, César Arakaki (condenado por la movilización de diciembre de 2017 en el Congreso) junto a otros actores representaron en la Plaza la pieza teatral Tintorero para seguir reclamando su absolución.

Resistiré

Resistiré

“Esta marcha es para los compañeros que no tienen trabajo, ustedes hoy no vinieron a acompañar a las Madres”, exclamó con  su eterna voz potente Hebe de Bonafini, al comenzar la Marcha de la Resistencia alrededor de la mítica Plaza de Mayo.

Habían pasado más de diez años de la última. En aquel momento, gobernaba Néstor Kirchner, considerado un “hijo” por las Madres. En enero del 2005, decidieron ponerle fin a una manifestación que tuvo su origen en plena dictadura cívico- militar.

La reinstalación de la marcha tuvo al actual presidente Mauricio Macri como uno de sus ejes. Los más de 500.000 despidos generados por las políticas del gobierno de Cambiemos fueron la alarma y el motor para el retorno de la Marcha de la Resistencia, bajo el lema “por el derecho a trabajar, a resistir sin descansar. Cristina Conducción”.

“Ustedes tienen que ser nuestras piernas”, exaltó Hebe, quien encabezó la manifestación con una fuerza admirable y realizó en pocas palabras un simbólico traspaso a las nuevas generaciones que se sumaron a resistir y que quizás no tengan marca ni registro de esta histórica movilización.

Miles de personas, militantes y referentes de  organizaciones políticas y sindicales, como La Cámpora, Nuevo Encuentro, Kolina, Frente Transversal, la Central de Trabajadores (CTA) y la Asociación de trabajadores del Estado (ATE), entre otros, participaron de “las 24 horas de resistencia ininterrumpidas” que iniciaron su vigilia alrededor de las cinco de la tarde en un cálido último viernes de agosto y finalizó con un acto multitudinario en medio del frio y de la lluvia de este invierno en retroceso.

Un pequeño escenario y una pantalla en donde se proyectaban fragmentos de discursos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, fueron montados a espaldas de la vallada Casa Rosada. Desde allí, los locutores alentaban a que se marche como  “lo hicieron las Madres hace más de 25 años” y reiteraban, al infinito, la frase enunciada hace días atrás por la presidenta de la asociación: “Macri, pará la mano”.

“En este presente, donde hay un gobierno de derecha que viene a atacar los derechos conquistados, por ejemplo el derecho al trabajo, las Madres una vez más llevan bien alto las banderas de sus hijos, convocan a defender los derechos y convocan a proteger el proyecto nacional que lidera Cristina”, dijo a ANCCOM, el referente del Partido Nuevo Encuentro y ex presidente de la AFSCA, Martín Sabbatella.

En esta edición, la Marcha de la Resistencia se resignificó alrededor de la defensa del trabajo pero también se sumaron banderas y pancartas con otros reclamos, como el pedido de libertad de la referente social Milagro Sala, quien lleva más de cien días encarcelada.

En el costado izquierdo del escenario, muralistas pertenecientes a los grupos de artistas callejeros Sudakas y los Fileteadores del Conurbano, realizaron un improvisado mural: un reluciente sol emergía detrás de la figura de los trabajadores con un puño en alto junto al rostro de las Madres de la Plaza.

El ex titular de la AFI, Oscar Parrilli, describió una “doble sensación” frente a la movilización. “Por un lado, uno siente la satisfacción por estar al lado de Hebe y de las Madres, siempre están delante de todos nosotros, viendo las cosas que el pueblo necesita y, por el otro, no es bueno que vuelvan a la Marcha de la Resistencia y que hoy estemos reclamando por trabajo,  porque esto quiere decir que hay muchos argentinos que están sufriendo”, indicó Parrilli.

La impronta kirchnerista tuvo una fuerte presencia, los cánticos como “vamos a volver” al ritmo de los bombos y trompetas, los variopintos colores plasmados en cada una de las insignias de las agrupaciones o los vendedores de remeras con imágenes de Eva Perón, el “Che” Guevara o Cristina no faltaron.

Llegando la noche, varios artistas se subieron al pequeño escenario para interpretar algunas canciones de apoyo. Entre ellos, Víctor Heredia, Ignacio Copani y Horacio “El Negro” Fontova, quien exclamó en breve canto a capella, “como Cristina no hay dos”, antes de empuñar la guitarra que le prestó Copani y cantar “Resistiré”.

“Esta marcha significa que todas las conquistas que tuvimos estos años hay que reivindicarlas, resistirlas, porque creemos que en materia de derechos humanos hoy quieren llevar adelante, en lo discursivo y en los hechos, retrocesos” afirmó el nieto restituido, Horacio Pietragalla.

En tanto, el diputado nacional por el Frente Para la Victoria y referente de la organización política La Campora, Andres “El Cuervo” Larroque sostuvo que “lamentablemente, se tuvo que volver a convocar las marchas de la resistencia”.

“Hace muchos años que no se hacían y el cambio de modelo económico viene generando en tan poco tiempo consecuencias terribles, casi 500.000 despidos y no se avizoran tendencias de que esto cambie”,  señaló el legislador, quien remarcó, además, que esta marcha convocó a “resistir y a construir”.

A partir de la medianoche, el clima comenzó a desmejorar y durante todo el sábado a la resistencia se le sumó un enemigo circunstancial: la lluvia, el frío y los fuertes vientos que no tuvieron piedad en arrancar ramas de las palmeras de la plaza como tampoco romper las cañas de las banderas de los militantes, sin importar a que organización perteneciesen.

Sin embargo, el clima adverso no aplacó el espíritu de las personas que se manifestaron con pilotos, paraguas y sobretodos durante todo el frio sábado, sumándose cada vez más y llegando a no poder discriminar el principio y fin de la marcha.

Tras 24 horas ininterrumpidas, la Marcha de la Resistencia tuvo su epílogo con un acto que contó como principales oradores al intendente de Ensenada, Mario Secco; al parlamentario por el Mercosur, Agustín Rossi; al diputado nacional por el FPV Edgardo Depetri; a la mismísima Hebe de Bonafini y cuyo cierre quedó a cargo del diputado por Santa Cruz y principal referente de La Cámpora, Máximo Kirchner.

“La verdad que siempre van sucediendo cosas que uno no espera y gracias a ustedes y a ellas, estás cosas que suceden suelen ser hermosas, suelen ser lindas y reconfortantes, cuando a veces hay que llevar sobre la espalda todo el día el bombardeo mediático de aquellos que creen que defenestrando y estigmatizando van a poder ocultar que ellos formaron parte de la mentira que llevó al presidente a la Casa Rosada” expresó Máximo en su discurso.

“Esta marcha al igual que la del ‘81, cuando comenzó, empezó también porque los medios  callaban y esta marcha vuelve hoy porque los medios callan lo que está pasando”, sostuvo.

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Hebe adelantó que se vienen varias Marchas de la Resistencia, mientras el gobierno nacional asegura que estas manifestaciones buscan desestabilizarlo. No obstante,  uno de los cantitos que más se reiteró en la marcha decía “Mauricio Macri ya vas ver, con tu decreto no nos vas a detener”.

Actualizado 29/08/2016