¡Macho tiembla!

¡Macho tiembla!

Extensas hileras de mujeres se convocan en las calles de la ciudad de Trelew, empoderando el feminismo.

El 33° Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) fue multitudinario. Las participantes se alojaron en colegios, clubes, hospedajes y carpas. Participaron de 73 talleres sobre múltiples temas. Las marchas de Ni Una Menos, el Paro Nacional de Mujeres y las vigilias por el aborto legal, consiguieron que este año muchas mujeres asistan por primera vez. “Cuando te encontrás con el feminismo, te rompe la cabeza –dice una adolescente con dos trencitas–. Me emociona ver a chicas de diferentes edades, sin importar la ideología partidaria, unidas por la misma causa”.  Otra chica, que también participó del Encuentro expresó: “Se siente algo hermoso, tienen que venir todes, una siente seguridad y que puede debatir y luchar por sus derechos”.

Sábado

De a poco, las callecitas de Trelew se llenan de mujeres, por el asfalto, por la vereda, por donde se mire. “¿Sabés dónde es Plaza Centenario?”, pregunta una chica. “¿La Escuela 5 dónde queda?”, consulta otra.  Así todo el día, un constante reconocerse, sonreír y compartir.

Mujeres de todas las edades y sin importar ideología partidaria viajaron al encuentro nacional.

Las aulas y los SUM de los colegios desbordan y en diferentes comisiones se debate sobre el patriarcado, la deconstrucción, el sistema, se relatan experiencias personales, hay aplausos, gritos, discusiones, ovaciones, lágrimas y risas. Así, entre todas, se teje un hilo de unidad y libertad.

La noche es cálida y corre una brisa. Hay fiestas, peñas, pibas amontonadas en las esquinas, la cerveza viene y va, los brillos en la cara, los pañuelos verdes… En la Festitorta se baila al ritmo de las bandas de mujeres que suben al escenario, una tras otra, y las tetas libres, destapadas, resplandecen con glitter y sudor. Se respira alegría. “Mi cuerpo es mío”, se lee en la piel desnuda. La música se escucha desde cualquier punto de la ciudad y en los kioscos hay colas para calmar la sed.

Domingo. Hay que madrugar. Fila para el baño, fila para calentar el agua del mate, fila para todo, pero no importa: miles de mujeres están juntas.

Las callecitas de Trelew se llenaron de mujeres, por el asfalto, por la vereda, por donde se mire. Así todo el día, un constante reconocerse, sonreír y compartir.

Pasan los talleres de la mañana. Plaza Centenario se llena. El viento sopla fuerte. Hay feria gastronómica, artesanos, vendedores ambulantes, emprendedoras y puestos de organizaciones. Un grupo de pibas canta “si el Papa fuera mujer, el aborto sería ley”. Otras debaten sobre lo que charlaron más temprano. En ronda y con amigas, una chica dice: “Yo no sé si podría abrir mi pareja”. Más allá, otra afirma que “lo importante es amarse a una misma”.

El ENM es intergeneracional y transversal: abuelas, madres, hijas, afrodescendientes, lesbianas, trans, gordas, morochas y con rulos. La emoción crece a cada momento. Las miradas son cómplices y abundan las carcajadas. No hay varones violentos ni nadie que juzgue ni amenace. “¡Macho tiembla!”, dice un grafiti en la pared.

A las 17, la calle Sarmiento empieza a recibir a colectivos feministas, organizaciones sociales, militantes, movimientos artísticos, sindicatos y mujeres no agrupadas. La marea verde se prepara para marchar y hacer oír sus reclamos. Los pañuelos al cuello, en el pelo, en la muñeca, en la mochila, en los monumentos y hasta en los perros. La multitud se tiñe de verde y violeta. Purpurina, piercings, pelucas, brujas, tetas al aire: “Somos miles y nos van a escuchar”, gritan.

El ENM es intergeneracional y transversal: abuelas, madres, hijas, afrodescendientes, lesbianas, trans, gordas, morochas y con rulos.

Una hora más tarde avanzan y los vecinos de la ciudad observan desde los techos, las ventanas y las veredas. “Mujer, escucha, únete a mi lucha”, canta un coro. Las columnas bailan al ritmo de los bombos y platillos, entre pancartas y banderas. Se pide que el aborto sea legal, por la Ley de Educación Sexual Integral, que paren los femicidios, la paridad salarial, la liberación de Milagro Sala, la soberanía del cuerpo y sobre todo la libertad. Se grita “¡no están perdidas, están desaparecidas para ser prostituidas!”.

El cielo del sur se tiñe de rosa mientras abajo flamean pelos y banderas. El agite y el baile continúan hasta Plaza Centenario, escenario del acto central. La noche cae pero las voces, cansadas y desafinadas, siguen cantando: “Nos tienen miedo / porque no tenemos miedo”. Ya tendrán tiempo de descansar hasta el año próximo, cuando el 34º Encuentro Nacional de Mujeres se lleve a cabo en la ciudad de La Plata.

“La sociedad está cambiando y es necesario que las publicidades se aggiornen”

“La sociedad está cambiando y es necesario que las publicidades se aggiornen”

Sonia Santoro, licenciada en Comunicación especializada en género e impulsora del proyecto.

El Protocolo de Actuación Publicitaria no Sexista y Diversa, presentado hace dos semanas en la Universidad Abierta Interamericana (UAI), impulsado por la asociación civil Foro de Mujeres del MERCOSUR y la Dirección General de la Mujer de la Ciudad de Buenos Aires, tiene como finalidad promover la transformación del discurso publicitario desde la perspectiva de género. Su creadora, la licenciada en Ciencias de la Comunicación Sonia Santoro, sostuvo que “tenemos que transmitirle a las empresas que el mundo cambió”.

“Es un protocolo pedagógico, no implica sanciones. Plantea pautas de buenas prácticas y recomendaciones con el objetivo de generar concientización. La sociedad está cambiando y es necesario que las publicidades se aggiornen, porque se pueden hacer publicidades exitosas sin la necesidad de que discriminen, subordinen o generen violencia contra las mujeres. También es una propuesta política, porque implica tareas de sensibilización en los espacios de formación y en las agencias”, expresó Santoro.

El proyecto es el resultado de un diagnóstico sobre el sexismo en el mundo publicitario y contó con la colaboración de más de treinta especialistas en comunicación, publicidad y género. Para ello se realizó una investigación orientada a conocer las nociones que docentes, estudiantes y publicistas comparten sobre este tema en la publicidad y la responsabilidad de esos discursos en materia de violencia de género.

El diagnóstico es tajante: el 93% de los y las encuestadas consideran que los discursos publicitarios son sexistas y el 71% afirma que promueven el aumento de la violencia machista y, en consecuencia, expresan un tipo de violencia concreta contra las mujeres (87,6%).

En base a estos resultados, se realizaron mesas interdisciplinarias de trabajo con especialistas para buscar propuestas sobre qué debería cambiar para “garantizar publicidades libres de estereotipos”.

Todas las recomendaciones estipuladas para la industria publicitaria fueron pensadas como un elemento complementario de normativas vigentes en materia de violencia en el ámbito mediático y laboral, en particular la Ley de Protección Integral a las Mujeres N°26.485, la Ley de Identidad de Género N° 26.743 y la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual N°25.522.

El protocolo trabaja en cuatro ejes de incidencia: la formación en comunicación con perspectiva de género, la producción de contenidos no sexistas y diversos, la creación de espacios de trabajo más inclusivos en cuanto al género y el trabajo con las audiencias.

Presentación del Protocolo de Actuación Publicitariana no Sexista y Diversa. Universidad Abierta Interamericana.

Transformación del discurso publicitario

“La perspectiva de género ya no es algo ‘políticamente correcto’, ya superamos esa etapa. El mundo cambió, si las empresas no cambian se van a quedar atrás y van a dejar de vender, que es lo que más les preocupa”, disparó Santoro en referencia a intención del protocolo de eliminar la violencia de género como recurso creativo.

Así lo expresan las encuestas: el 93% de los y las especialistas consultadas creen que es necesario que las publicidades dejen de ser sexistas y el 76% considera que el diseño de la publicidad no sexista no interfiere en el éxito de la campaña.

Al respecto, el protocolo sugiere cambiar los estereotipos que históricamente han sido asociados a las mujeres, tales como las tareas del hogar y de cuidado, la cosificación y la subordinación respecto de los varones. Además, proponen un abordaje superador de las masculinidades, en búsqueda de una ruptura con la identidad hegemónica a la que detallan como “varones cis, heterosexuales y de clase media/media alta”.

El documento hace hincapié, además, en que la publicidad tiene la capacidad de promover la transformación social. En el contexto de un cambio de paradigma motorizado por el movimiento de mujeres, en especial desde el estallido del feminismo en Argentina en el año 2015, Santoro sostiene que los discursos publicitarios no se han adaptado al clima de época salvando algunas excepciones: “Hay algunos cambios, publicidades puntuales que están advirtiendo que los públicos están cambiando. Hay nuevas ideas y sentidos comunes, sin embargo estos conviven con publicidades que siguen apelando a las mismas ideas del pasado”. La comunicadora recuerda el caso de una polémica campaña publicitaria realizada por una cadena de supermercados. “Hay estereotipos que se mantienen. La publicidad de Carrefour pareciera ser de hace cien años, se siguen reforzando los mismos estereotipos. Entonces, si bien hay avances, no son homogéneos”, afirmó la especialista. La publicidad, lanzada para el Día del Niño, hablaba de los varones como “campeones” y de las nenas como “cocineras”.

El proyecto también apela a la incorporación de la diversidad, entendida como la inclusión de otras identidades de género y orientaciones sexuales. Un caso paradigmático, citado por especialistas que participaron del proyecto, fue el comercial de ZonaJobs “Juana”, protagonizado por Mariana Gersio Peña, una actriz trans que interpretó a una persona que logra conseguir un trabajo acorde a su personalidad a través del sitio de búsquedas laborales. Sobre ello, Santoro reflexionó: “Me pareció muy bueno porque no se puso a la actriz en ‘situación de persona trans’, si no que se habla de los problemas que tiene todo el mundo. Su personaje, como cualquier otra persona, tiene problemas para levantarse y llegar temprano a los trabajos. Se rompe con el prejuicio, el personaje se sale de eso y habla de un problema que tenemos todes”.

La necesidad de una participación diversa

El trabajo en las agencias de publicidad es otro de los espacios susceptibles de ser modificados, según el protocolo, entendiendo que para que cambien los discursos publicitarios es necesario que también se modifiquen las condiciones en las que se construyen.

Según la investigación, el techo de cristal, un eufemismo usado para nombrar las limitaciones que se les imponen a las mujeres para ascender laboralmente, es crítico en este campo. “Como en todos los ámbitos faltan mujeres en los espacios de decisión, por eso se plantea la necesidad de que haya una paridad y que también se de lugar a otras orientaciones sexuales e identidades de género, es un cambio fundamental”, subrayó Santoro a ANCCOM. Y continuó: “Si no cambiamos las estructuras hacia adentro de las agencias y de todos los sectores que rodean y que hacen que una publicidad salga al aire, si no hacemos que haya más mujeres en esos mundos que son muy masculinos y que estas puedan incidir realmente, es difícil que podamos producir contenidos distintos”.

A su vez, la impulsora del proyecto advierte que la maternidad es hoy una limitación, dada la lógica productiva del mundo publicitario. “Es necesario que las rutinas de trabajos se concilien con la vida familiar. Actualmente las tareas del hogar y de cuidado siguen recayendo generalmente en las mujeres. Entonces los horarios extensos, entrar a una hora y no saber cuándo salís, conforman una dinámica expulsiva para las mujeres”, señaló Santoro.

En este mismo sentido, Cinthia Novick, directora creativa de POPA Ideas, en diálogo con expresó: “Yo dejé de trabajar en las agencias top de Argentina cuando dije ‘me importa más tener un hijo que ganar un premio’ y dije: ‘Me tengo que dedicar a otra cosa’. Es una injusticia que las mujeres tengamos que renunciar a esto y los hombres no. La publicidad está hecha por hombres, para hombres y está premiada por hombres. Es muy difícil ser mujer y trabajar en un departamento creativo, bancarse la presión de trabajar sin horarios y con casi todos varones, muchos de ellos misóginos”.

Otro punto crítico al que se hace referencia en este eje es la brecha salarial, entendida como la diferencia existente entre lo que cobran las mujeres y lo que cobnan los hombres por realizar el mismo trabajo. “No es un techo de cristal en publicidad, no es transparente, lo ves, es evidente: el día que vas a pedir que te paguen lo mismo que al pibe que labura a la par tuya, te dicen que no. Y cuando preguntás por qué, no te contestan. Me ha pasado”, dice una de las publicistas consultadas en el sondeo realizado para el Protocolo.

El protocolo tiene como finalidad promover la transformación del discurso publicitario desde la perspectiva de género.

Formación con perspectiva de género: “Casi no hay”

“Una de las ideas de este proyecto es llegar a los y las estudiantes porque creemos que hay que encontrar la perspectiva de género para cambiar las cabezas de lo que se viene”, dijo Santoro en referencia al eje del protocolo que marca la necesidad de incluir un enfoque de género en las carreras de Comunicación y Publicidad desde los primeros años de formación.  

Como parte de la investigación llevada adelante, les especialistas relevaron nueve planes de estudio de licenciaturas y tecnicaturas, en Comunicación y Publicidad, de universidades e institutos privados y públicos, y observaron que en ningún caso existían materias específicas referidas al enfoque de género ni tampoco aparecía el tema en forma transversal en la currícula.

“Nos sorprendimos al encontrar que casi no hay formación en género. No hay ninguna materia que sistemáticamente aborde estas cuestiones. Llama la atención que al día de hoy todavía falte”, manifestó con preocupación Santoro.

En este sentido, también encuestaron a estudiantes de las carreras relevadas y los resultados reflejaron que el 80% conocía el enfoque de género en la comunicación pero sólo el 22% había accedido a esos saberes en su formación académica. El resto había estudiado sobre el tema por motus proprio.

Al respecto, el protocolo recuerda que la Ley de Educación Superior N° 24.521, en su artículo 43 plantea una regulación para aquellas carreras cuyo ejercicio pudiera comprometer el interés público. Paradójicamente, las carreras de Comunicación y Publicidad no están comprendidas en este artículo, por eso el protocolo manifiesta la necesidad de que sean incluidas en dicha legislación.

El trabajo con las audiencias

“Las audiencias hoy cambiaron, tienen un rol muy protagónico. Hay que escucharlas porque están pidiendo otras cosas, reclaman y tienen resultados bien concretos”, señaló Santoro.

Sobre esto, el protocolo impone observar a la comunidad y entender los nuevos discursos circulantes respecto de “lo que es ser mujer y varón hoy y a las identidades sexuales diversas”.

Este eje hace especial hincapié en el cambio de paradigma que representan las redes sociales en cuanto a la circulación de los discursos. “Hoy las audiencias tienen otro protagonismo por la posibilidad de participar en las redes sociales -dice Santoro-. En el Protocolo tomamos como ejemplo el caso del comercial de TyC Sports sobre Putin en el mundial. Fue bajado del aire a las pocas horas de la primera transmisión por las críticas que tuvo por ser un comercial homofóbico y machista. Esto da cuenta de la realidad: hay avances”.

Otro punto destacado por el protocolo en cuanto a las audiencias, es la importancia de promover la denuncia de publicidades discriminatorias en la Defensoría del Público y otros observatorios específicos. “Las expectativas de la ciudadanía cambiaron, lo que antes eran techos hoy son pisos. Entonces sentarse a conversar sobre el campo simbólico y generar incidencia sin la necesidad de sanciones es un mecanismo que hay fortalecer y profundizar, es un mecanismo que genera reflexión sobre las audiencias” expresó Romina Coluccio del área de Comunicación y Género de la Defensoría del Público.

“Hay serias chances de darle media sanción a la despenalización del aborto”

“Hay serias chances de darle media sanción a la despenalización del aborto”

¿Está conforme con los términos en que se está llevando a cabo el debate en el plenario de comisiones?

Sí, muy conforme. Cuando diseñamos el debate nos propusimos tres objetivos. El primero tenía que ver con que exista la posibilidad de escuchar todas las voces, creo que eso lo hemos logrado. Cuando el presidente Macri anunció su apoyo al debate planteó ese tema y nosotros coincidimos en esa línea. En total más de 700 expositores habrán tenido la posibilidad de hablar y en ese sentido creo que hemos logrado el primer objetivo. El segundo era que sea un debate respetuoso, tolerante y con altura en un tema que divide al Congreso y a la sociedad, pero yo creo que divide más al Congreso que a la sociedad. La gente en la calle mayoritariamente está a favor, sin embargo en el Congreso está más parejo. El mejor legado que podemos dejar frente a este tema que nunca se debatió en el Congreso es hacerlo con respeto. Y el tercer objetivo era que el tratamiento de alguna manera sirviera, al ser extendido a lo largo del tiempo, para generar el debate en la sociedad. Y eso también se logró: el tema se debate en las provincias, en las escuelas, en la calle. Y es un logro, no sólo por el hecho de que está siendo tratado sino también y, fundamentalmente, por la lucha de las mujeres.

Teniendo en cuenta que el tema de la interrupción voluntaria del embarazo es transversal, ¿cómo fueron los días previos al anuncio del presidente Macri respecto al tratamiento del tema en el Congreso?

Desde el año pasado nosotros veníamos planteándole al Gobierno que este era un año oportuno para armar una agenda vinculada con lo social, no tan de leyes duras desde lo económico. Al ser un año no-electoral pensamos que podía ser una buena oportunidad y en ese marco propusimos una agenda de leyes y proyectos a tratar, donde por supuesto figuraba en primer lugar la despenalización del aborto pero también se fueron agregando otras como la nueva ley de VIH Sida, una nueva Ley Antidiscriminatoria, una nueva Ley de Adopción, etcétera. Esa es la agenda que le planteamos al Presidente y esta propuesta sumada a la lucha de las mujeres hizo que el Gobierno tomara la decisión de apoyar el debate en el Parlamento.

En cuanto a la despenalización del aborto ¿qué peso tienen las mujeres en el interior del bloque PRO?

La mujer tiene un peso general en el tema porque lógicamente estamos luchando por ampliar su derecho a decidir. De todas maneras, frente a una problemática como esta, los hombres no podemos mirar para otro lado. Es un tema que afecta a toda la sociedad y los hombres somos parte, sobre todo los diputados hombres que tenemos que votar. Al interior, el bloque está muy dividido. Incluso hay muchas mujeres que no tienen una posición favorable.

¿Cómo se vinculan los diputados del PRO y de Cambiemos que están a favor de la despenalización con los diputados de la oposición que también están a favor?

Ha sido un lindo desafío, una linda experiencia. Estamos acostumbrados a debatir con los diferentes bloques asumiendo siempre posiciones distintas o generando acuerdos de forma orgánica de bloque a bloque. Acá las negociaciones son mezcladas y eso es un buen ejercicio, yo creo que sirve para mejorar las relaciones personales, para buscar los puntos en común. Por eso aspiramos a que este modelo de transversalidad se traslade a otras leyes. Sobre todo creo que se va a dar en el caso del tratamiento de la Ley de Sida, donde las posiciones también difieren al interior de cada bloque.

¿Arriesga un resultado en el recinto?

Soy optimista. Va a estar muy parejo, porque el Congreso está muy dividido. Quizá por una cuestión generacional. La juventud claramente está a favor, eso lo vemos en la calle, en las escuelas, en la universidad. Pero creo que tenemos serias chances de dar media sanción. Estamos muy cerquita, es un voto a voto pero pienso que hay muchos factores que van a llevar a los diputados a decidir favorablemente. Sobre todo porque en general hay conciencia de que penalizar a la mujer en casos de aborto está mal. Además, rechazar la ley implica mantener en vigencia una legislación de 1921, votada por un Congreso integrado solamente por hombres, donde la mujer no sólo no votaba, sino que ni siquiera tenía la patria potestad de sus hijos. Mantener esa legislación antigua sería un retroceso enorme. Creo que todo eso va a pesar y vamos a terminar aprobando la ley.

Si Diputados aprueba, ¿qué va a pasar en el Senado?

Hoy por hoy parece que el Senado está muy en contra, pero si la ley llega a la otra Cámara y los senadores se ven en la obligación de tratarla porque los diputados le hemos dado media sanción, creo que es posible que cambien de posición. Va a ser un proceso difícil, incluso más difícil que el debate en Diputados pero tengo fe que si sacamos la media sanción podemos aspirar a convertir el proyecto en ley.

Entonces, ¿cree que antes de las elecciones del año que viene tenemos Ley de Despenalización del Aborto?

Soy optimista. Si dependiera de mí por supuesto que sí. Trabajamos día a día y vamos a seguir trabajando muchísimo para que así sea.

Sudáfrica mía

Sudáfrica mía

Personas dispersas observando exhibiciones de fotografías.

Somnyama Ngonyama se exhibe en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (MAMBA) hasta este domingo.

Somnyama Ngonyama significa en zulú “¡Salve, oscura leona!” y así se titula la exhibición de esta artista, que  nació en Umlazi, Durban en 1972. La fotógrafa vive y trabaja en la ciudad de Johannesburgo, se llama a sí misma activista visual  y está comprometida con la causa de la comunidad LGBTQ. Vía e-mail, Muholi le señala a ANCCOM  sobre este primer contacto con Argentina: “Fui invitada para exponer las fotografías de Somnyama Ngonyama. Esta es una exhibición itinerante y estuvo recientemente expuesta en Suiza, Suecia y Reino Unido”. La sudafricana no descarta repetir la experiencia en estas latitudes: “Si me dan la oportunidad exhibiré futuros proyectos también asociados a los temas de raza, género y sexualidades” y agrega que actualmente se encuentra  en Filadelfia, Estados Unidos, trabajando en colaboración con un proyecto visual en el Women’s Mobile Museum, junto al Philadelphia Photo Art Center.

Las obras que se exhiben en Buenos Aires forman parte de un proyecto  que comenzó en 2012 pero que sigue actualizándose. En los trabajos expuestos,  la artista se autorretrata y pone en evidencia su propia historia, su condición de mujer, su negritud y la historia de su país. A través de su trabajo destaca que el  apartheid no es cosa del pasado y las imágenes son tan bellas como políticas.

Pared con leyenda y foto, todo en blanco y negro.

Las fotografías interpelan al espectador, lo retan a sostener la mirada.

 La muestra llegó a nuestro país de la mano de la directora del museo, Victoria Noorthorn, que ya venía siguiendo el trabajo de la activista en el exterior.  La curadora de la muestra, Sofía Dourron, cuenta que lo que más tiempo llevó fue investigar el abundante trabajo de Muholi. “Lo que hicimos fue estudiar en profundidad el proyecto completo para hacer una pequeña selección y  también entender el universo de estas imágenes que es muy complejo. A primera vista parece que no, pero cada elemento que aparece en las fotos está seleccionado muy cuidadosamente por Zanele, con un propósito muy específico”. Además aclara que la denuncia también refiere a la propia experiencia de la artista: “Por lo general son una reacción a un evento social, crimen de odio o bien una situación personal de discriminación. Una situación que refleje su condición de mujer negra y lesbiana en el mundo”.

Imagen de la sala , se ven tres paredes y tres personas observando fotografías.

Las obras que se exponen en MAMBA forman parte de un proyecto que comenzó en 2012 y sigue actualizándose.

Dourron detalla:  “Durante muchísimos años retrató a la comunidad LGBT sudafricana por ser particularmente invisibilizada y su objetivo era dejar un registro de una comunidad que había sido borrada.  En 2012 decidió dar vuelta a cámara sobre su propio cuerpo. El autorretrato se convirtió en una herramienta muy importante”.

Sobre un fondo blanco inmaculado el protagonismo lo tienen las fotografías que no sólo se hacen visibles sino que observan al espectador, lo retan a sostener la mirada, lo interpelan y cumplen finalmente con su misión: aparecen en el espacio público voces que no fueron escuchadas.

El trabajo de la curadora está alineado con las problemáticas que se repiten tanto a nivel internacional  como en nuestro país. “A mí, lo que me interesaba era entender un poco cómo es la comunidad de afrodescendiente o la actual comunidad afroamericana residente en Argentina. Y cómo se vive acá también no sólo la discriminación sino el borramiento cultural”, dice Dourron.

Personas observando un gran autorretrato. Una mujer sacando un foto con su cámara a otra obra que no llega a verse.

Somnyama Ngonyama es una exhibición itinerante que ya recorrió varios países.

 Mar Díaz es una visitante más entre las miles personas que desfilaron por el MAMBA. “No es una obra que circule en Buenos Aires y por eso creo que tiene un peso importante. Yo me reconozco afrodescendiente y me parece que es importante porque interpela a los argentinos contra el mito de que en el país no hay negros.  Tiene que ver con la construcción de identidad del país. El objetivo del artista lo logra con el tamaño de las imágenes, con las miradas”, cuenta.

 Por otro lado, Guillermo, otro visitante, dice: “Entré virgen, porque no tengo idea de esto pero algunas imágenes me parecieron inquietantes”. Muy cerca de él, Melisa indica: “Me gustó mucho porque hay una composición muy cuidada y hay mucha complicidad con el receptor de la imagen”.

Dos personas observando fotografías pequeñas, se ve un gran auterretrato.

Zanele Muholi logra en el autorretrato exhibir su propia historia y la de su país.

Como es habitual, al museo también lo recorren extranjeros que se sintieron convocados por la problemática con la que ella trabaja: “Fantástica. Especialmente la forma que busca las miradas de las mujeres. En cada mirada tienes un mensaje distinto. Los capturó muy bien. Debería ir a Brasil también”, afirma  Laura, una turista brasileña. “Muy impactante. Quedé realmente impresionado. La belleza y la fuerza del trabajo. La composición y el contraste. Demuestra lo difícil que es ser lesbiana y negra. Lo mismo pasa en Brasil”, reconoce por su parte Sergio, también del país vecino.

 La muestra se puede visitar en Avenida San Juan 350 hasta este domingo. Quienes visiten esta exposición también podrán recorrer las salas donde se exhiben actualmente las obras de Tomás Saraceno: “Cómo atrapar el universo en una telaraña”, Alberto Goldenstein: “La materia entre los bordes. Fotografías 1982-2018” y el Archivo Aldo Sessa “1958-2018: 60 años de imágenes”.

 

La repercusión del paro de las mujeres

La repercusión del paro de las mujeres

El 8 de marzo de 1917 un grupo de mujeres, en su mayoría obreras y esposas de soldados, salió a las calles de Petrogrado a declararse en huelga. “¡Queremos pan!”, le reclamaban al régimen zarista. Esa fue, para muchos historiadores, la primera chispa de lo que meses después fue la Revolución Rusa. Coincidentemente, el 8 de marzo había sido elegido siete años antes como Día Internacional de la Mujer por la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en Copenhague, y sería reconocido por la Organización de las Naciones Unidas recién en 1975.

Yulima Clevery, local de accesorios de celulares.

Hoy, más de un siglo después, durante el denominado 8M, se convocó a un nuevo Paro Internacional de Mujeres para manifestar el repudio a la violencia machista, a la desigualdad social y económica y, en la Argentina, para exigir con más fuerza que nunca el debate por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. ANCCOM recorrió diversos puntos del área metropolitana para atestiguar el peso de la jornada de lucha entre las trabajadoras, y pudo apreciar que, como en cada día de huelga, no es fácil ausentarse para aquellas mujeres que trabajan en relación de dependencia.  Pesan, por un lado. las presiones empresarias y, por el otro, años y ríos de tinta de tinta que estigmatizan protestas y reclamos.

En el relevamiento realizado en Avenida Corrientes, desde Callao hasta 9 de Julio, hubo un muy bajo nivel de adhesión. Sin embargo, en el local de la empresa Personal de Avenida Corrientes y Rodríguez Peña, Jésica del Mastro y su compañera se turnaron para poder ir a la marcha. “No nos dejan cerrar ni faltar y encima somos todas mujeres”, se quejó la primera. Otra fue la actitud tomada por los locales de la firma de accesorios de moda Clandestine, que cerraron de dos a tres de la tarde en señal de adhesión al paro. En otros casos, las entrevistadas acompañan las consignas del 8M y los reclamos que se defienden, pero expresaron no estar de acuerdo con el método. Ana Paula Kaczeli Meszaros, empleada de la Librería Hernández, comentó: “No le veo mucho sentido a dejar mi puesto de trabajo y perjudicar a mi empleador, que nunca ha tenido ninguna actitud antifemenina”. En tanto, Fernanda Malerba, empleada de la óptica Looking, opinó: “Entiendo lo que sucede pero no estoy de acuerdo con el corte de calle en la vía pública, porque nos perjudicamos todos los que queremos trabajar. Está bien el reclamo por los derechos, pero de otra manera”.

Jesica del Mastro, Personal.

En el barrio de Flores la situación fue similar. El centro comercial apenas alteró su rutina en el horario de inicio del paro nacional de mujeres. Cerca del mediodía, el ritmo de la Avenida Rivadavia parecía el de cualquier jueves, con el típico ir y venir de chicos a la salida del colegio y negocios abiertos. Más tarde, una buena cantidad demujeres se agolparían en las estaciones de la línea A de subtes para sumarse a la movilización en el centro porteño.

“El Día de la Mujer se celebra todos los días”, dijo Clara, empleada de un local de comidas rápidas en diálogo con ANCCOM. Está de acuerdo con las consignas de la jornada de lucha, pero no la convence la idea del paro. “Respeto la movilización y protesta por el 8M, pero no estoy de acuerdo con que se pare y se deje de trabajar. Se sale adelante trabajando, la pelea por los derechos de la mujer es en el día a día”, argumenta. Y completa: “Si exigís y reclamás derechos, luego también debés saber cumplir con tu labor”.

Marlín Souza, Cocot.

Cristina, empleada de limpieza del Banco Ciudad, cuenta que tomó conciencia de que sería un día diferente cuando al ingresar a su lugar de trabajo sus compañeros “agasajaron a cada trabajadora con una rosa”. Y explica: “En el banco nos daban la libertad a las mujeres para adherirnos al paro y a la marcha si queríamos, pero yo sinceramente el 8M lo vivo como un día más, y lo trabajo como de costumbre”.

En Lomas del Mirador, partido de La Matanza, basta con salir a la calle para comprobar que no es un día como cualquier otro. Las calles se tiñen de color violeta y miles de mujeres marchan para visibilizar sus reclamos. Los pañuelos verdes, que exigen el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, se mueven al compás del viento, atados a los candados de cinco negocios. Muchos comercios decidieron bajar la persiana para otorgar a las trabajadoras la libertad de manifestarse.

Laura Molina, Avedik Shoes.

Todo lo contrario sucedió en un instituto terciario privado del barrio porteño de Liniers. Sus autoridades amenazaron con descontarle el presentismo a las empleadas que no concurrieran a trabajar.  Sin embargo, sus compañeros varones se ofrecieron voluntariamente a cubrir las horas laborales de aquellas que quisieran adherir al paro. Rubén Vázquez, afirmó: Lo mínimo que podemos hacer es ayudar a nuestras compañeras, nadie está en condiciones de poner trabas en el camino de la lucha por sus derechos. Y Agustina Fuertes, empleada de la institución, concluyó: “Hay gente solidaria y gente que desprecia toda acción de lucha, algunos están a favor, otros en contra, pero lo que ningún hombre y ninguna mujer puede hacer este 8 de marzo es ignorarnos”.

La Municipalidad de Avellaneda, por su parte, dispuso el asueto laboral a sus trabajadoras para que puedan asistir a la marcha. Se colocaron carteles en todo el edificio bajo las consignas “Mujeres de Avellaneda paramos y marchamos” y “Sin igualdad de género no hay justicia social”. Paola Pereira, empleada administrativa de la Municipalidad, explica: “Paramos por el Día Internacional de la Mujer, por no perder los derechos que tenemos y por los que seguimos reclamando. Creo que si seguimos este camino no falta mucho para conseguir la igualdad de género. Ya hicimos bastante y creo que vamos a poder lograr lo que nos falta. Además, es importante visibilizar la lucha de las mujeres porque muchas no se animan, principalmente porque tienen miedo. Así que nosotras luchamos más que nada por ellas”.