Mujeres al ataque

Mujeres al ataque

Argentina integra el Grupo D, junto a Inglaterra, Japón y Escocia, todos rivales dificilísimos.

El fútbol femenino vive un momento histórico en el país. El tercer puesto en la Copa América Chile 2018, la clasificación a Francia 2019 y el anuncio de la profesionalización son motivos para esperanzarse. Desde que el plantel de la Selección hizo público su reclamo por viáticos insuficientes, falta de lugar de entrenamiento y hasta de vestimenta, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) parece haber tomado nota y ha mostrado un mayor compromiso con el equipo.

En mayo de 2017, luego de casi dos años sin director técnico designado y sin disputar partidos oficiales, Carlos Borrello –entrenador entre 2003 y 2012– fue nombrado nuevamente al frente del equipo. Y pese a las fallas estructurales, en noviembre pasado las jugadoras lograron una impensada clasificación al Mundial de la FIFA.

Competirán 24 seleccionados divididos en seis grupos de cuatro, y pasarán de ronda los dos mejores de cada uno y los cuatro mejores terceros. El torneo reúne a casi todas las estrellas de la disciplina, entre ellas la brasileña Marta, la estadounidense Carli Lloyd y la holandesa Lieke Martens. La gran ausente es la última ganadora del Balón de Oro, la noruega Ada Hedgeberg, quien desistió de participar tras denunciar las desiguales condiciones de trabajo del combinado femenino nacional en comparación con el masculino.

La Selección debuta el lunes 10 de junio contra Japón.

Argentina tiene como objetivo principal avanzar a los octavos de final, algo que nunca sucedió. Para cumplir esa meta, Carlos Borrello apuesta a un equipo versátil, con un 4-2-3-1 como sistema predilecto pero no excluyente, que se caracteriza por su ofensiva punzante, laterales agresivas y con proyección y un mediocampo combativo.

“Tratamos de variar y tener alternativas de juego en lo táctico”, afirma la volante central Miriam Mayorga, de 29 años, nacida en Bariloche, recibida de médica hace unos meses y actual capitana de UAI Urquiza, el equipo campeón de la Primera División de las mujeres. Mayorga, quien llega a Francia 2019 como primer recambio en la mitad de la cancha, destaca la fortaleza del once argentino: “Nuestro punto fuerte es la actitud y lo aguerridas que somos. Son cualidades que pocos equipos tienen”.

La mediocampista Miriam Mayorga.

Los nombres propios también ilusionan. En el arco aparece la experimentada Valeria Correa, guardameta de Rosario Central y una de las pocas que participó de los mundiales de Estados Unidos 2003 y China 2007. Sus relevos en el puesto son Gabriela Garton y Solana Pereyra. En defensa sobresale Aldana Cometti, del Sevilla de España, una central de 23 años con mucho anticipo y un sólido juego aéreo. Por la banda derecha, Adriana Sachs aporta polifuncionalidad, ya que además se puede desempeñar como marcadora central, mientras que por la izquierda Eliana Stábile, figura clave en el repechaje contra Panamá, resalta por sus constantes subidas y su buen tiro de larga distancia.

El alma del mediocampo es Vanesa Santana, cuya virtud es la marca, generalmente acompañada en un doble cinco por la salteña Ruth Bravo, la encargada de crear juego. Ambas “aportan sacrificio, lucha y recuperación”, sostiene Mayorga. La ofensiva está liderada por la mendocina Estefanía Banini, enganche, capitana y la que teje los hilos de cada ataque. Cerca de ella, a cada extremo, las incisivas Florencia Bonsegundo y Mariana Larroquette. Hace un mes, Larroquette, de UAI Urquiza, se consagró por segunda vez consecutiva como goleadora del Torneo de Primera División con 28 tantos. La referencia en el área es Soledad Jaimes, del Lyon francés, quien viene de ser campeona de la Champions League, algo nunca antes conseguido por una futbolista argentina.

Las rivales de la primera rueda son muy peligrosas. Argentina comparte el Grupo D con Inglaterra, Japón y  Escocia, que en los papeles están algunos escalones arriba y contaron con dos años más de preparación para afrontar esta competencia. Las favoritas son Inglaterra y Japón, candidatas al título. Las británicas ocupan el tercer puesto del Ranking FIFA, son dirigidas por Phil Neville, multicampeón con el Manchester United y disponen de la explosiva mediapunta Fran Kirby. Y las japonesas son de temer: ya se coronaron en Alemania 2011 y salieron segundas en Canadá 2015. La clave pasará por lo que suceda contra la debutante Escocia, a priori la adversaria más accesible. Más allá de su falta de experiencia, ocupa el puesto 19 en el Ranking FIFA (Argentina el 37) y tiene entre sus filas a la volante ofensiva Kim Little, una estrella del fútbol femenino.

“Sabemos lo difícil que será ya que nos enfrentamos contra potencias mundiales –opina  Mayorga–, son selecciones que llevan años de trabajo y funcionan como verdaderos equipos”, pero advierte: “Ojo que en el fútbol puede pasar cualquier cosa. No perdemos la esperanza”.

Lionel Messi visitó a la Selección Argentina antes de que partiera a Francia. Aquí posa junto a Estefanía Banini.

La Albiceleste viene de jugar la Copa de Naciones en la que se midió con equipos importantes como Australia, Nueva Zelanda y Corea del Sur, y realizó el último tramo de su preparación en el predio de la AFA en Ezeiza, donde recibió la visita de Lionel Messi después de un entrenamiento. En suelo galo continúan las prácticas en las instalaciones del FC Noisy Le Grand, en los alrededores de París.

El lunes 10 de junio Argentina enfrentará a Japón en el Parque de los Príncipes, la cancha del Paris Saint Germain. Cuatro días más tarde, en Le Havre, norte de Francia, será el turno de Inglaterra, y el 19 de junio las chicas volverán a la “Ciudad Luz” para jugar contra Escocia. Todos los partidos de Argentina se transmitirán por la Televisión Pública. “Es increíble. Posibilita que la gente vea el fútbol femenino, cosa que antes no se podía. Este acompañamiento tan cercano no se veía antes”, se entusiasma Mayorga.  

“No debemos cometer los errores del pasado y la continuidad es lo principal. Los entrenamientos y los amistosos deben mantenerse porque nos dan rodaje en lo colectivo y en lo individual”, reflexiona Mayorga acerca de los 12 años que la Selección estuvo sin ir a un mundial y en vista del futuro prometedor que hoy se presenta.

“Los videojuegos ya no son solo cosa de nenes”

“Los videojuegos ya no son solo cosa de nenes”

«Es un WIN-WIN, porque para las empresas y agencias de publicidad les sirve involucrar a las mujeres y a las mujeres también les sirve que se las incluya, entonces, ¿qué están esperando?»

¿Cómo empezó la idea del canal de YouTube?

Todo empezó cuando en la última agencia en la que trabajé la estaba pasando mal. Era malísimo lo que sucedía, era mucho stress laboral. Tenía momentos con tiempo libre y entonces se me fueron ocurriendo cosas para hacer. Después de varios proyectos personales, apareció el Podcast #NoHayBrief,  que lo podía producir mientras trabajaba. Pero cree el canal “Pibas jugando FIFA” y  reflexioné: “Necesito mucho tiempo, para aprender a editar, grabar y hacer un montón de cosas. El trabajo en la agencia no me está ayudando y estoy harta”. Entonces renuncié y actualmente soy redactora publicitaria freelance, eso me permite tener tiempo para trabajar en lo que quiero hacer.

¿Por qué FIFA y no otro juego?

Jugué al FIFA toda la vida, desde que soy chiquita, con mi hermano. Primero fue el Winning Eleven, luego el Pro Evolution Soccer y posteriormente el FIFA en modo online. Cuando volvía de mi trabajo y no tenía otra cosa que hacer, jugaba al FIFA o miraba una serie.

Pensé: “Si no laburo en publicidad, ¿qué hago?” De repente te das cuenta de que podés convertir tu hobby en algo redituable, por más que hoy en día no esté ganando plata. Pero podés convertirlo en algo más.

Empezaste el canal con una futbolista profesional. ¿Cómo fue eso?

Ya tenía contacto con Pepi (Estefania Pepi Piazza, jugadora de Racing Club) desde antes. Es amiga mía desde hace 8 años y la conocía cuando todavía ni jugaba a la pelota y siempre estuvimos en contacto. Cuando se me ocurrió la idea, fue la primera que se enteró y ella obviamente se re copó.

¿Cuál fue la reacción de la comunidad?

Creo que me fue muy bien, porque en Twitter tenía cierta cantidad de seguidores a los que les gustó la idea y la compartieron, entonces se armó un efecto de bola de nieve. También creo que cayó en un momento justo, por eso funcionó y mucha gente lo banca, otros youtubers me escribieron bancandome, ya sea de FIFA o de otras cosas. Asimismo está el “Raúl” que me manda a lavar los platos, pero ahí es cuando queda en una convertir eso en una cosa divertida y no en una agresión.

Hasta ahora se fueron organizando distintos eventos de eSports sólo para hombres ¿Qué cosas faltarían para que haya eSports femeninos y profesionales?

Depende mucho de los organizadores de eventos y de que empiecen a abrir un poco la cabeza ellos. Antes se podían agarrar de la idea de que no hay mujeres que jueguen videojuegos, pero ahora ya no tienen esa excusa. En definitiva,  los videojuegos son considerados como cosas para nenes y todos se están dando cuenta que no es así. Está en las manos de las instituciones y los sponsors dar visibilidad, además es un “WIN-WIN”, porque para las empresas y agencias de publicidad les sirve involucrar a las mujeres y a las mujeres también les sirve que se las incluya, entonces, ¿qué están esperando?

Es literalmente machismo.

Sí ¿Sabés cuál es el otro problema? no hay mujeres trabajando en las agencias, por ejemplo. Hasta ahora en todo de lo que yo participé, a lo que me invitaron -cosa que agradezco muchísimo- había solo hombres y si bien entiendo que mostrándome a mí intentan, a su manera, ayudar, creo que si hubiese más mujeres en esos espacios esto hubiera pasado mucho antes.

Es decir, parte del problema son las estructuras de las empresas y de las instituciones.

Tal cual, imagínate que hoy vos vas a un evento de eSport y son todos hombres, desde un camarógrafo, un periodista, un conductor, los invitados. ¿Chicos, no le parece raro mirar alrededor y ver que no haya ni una sola mujer?

¿Qué pensás acerca de la reciente profesionalización del fútbol femenino anunciada por la AFA? ¿Qué cosas sugerirías para mejorar?

Se podría haber hecho antes, así y todo celebro que esté pasando, pero también creo que falta mucho y también falta ver cómo se hace. Creo que en un principio hay que darles más espacio a los equipos femeninos, para que puedan generar la ganancia necesaria para que les sea redituable a todos. Por ejemplo, el hecho de que las jugadoras de Boca y de Lanús hayan podido jugar en La Bombonera les permitió tener un montón de visibilidad y eso hizo que la gente las empezara a ver y seguir.  Imaginate si pasara eso con cada equipo. El Barcelona hace poco llenó el estadio, una locura. Para que te hagas una idea, a diferencia de los hombres, las futbolistas mujeres tienen que pagar parte de sus propios pases. Hoy eso tiene que cambiar.

Las pibas a un paso del mundial

Las pibas a un paso del mundial

Argentina vs Panamá en la clasificación al mundial, Tres jugadoras argentinas festejanLa tarde cae en Sarandí. Las banderas celestes y blancas inundan las calles que rodean al estadio Julio Humberto Grondona de Arsenal. Hay olorcito a choripán y promesa de fiesta en los tablones. Por primera vez, un partido de la Selección Argentina es libre y gratuito. Las y los hinchas que llegan con bombos y redoblantes completan la celebración. Quince mil personas cruzan los molinetes y llenan las tribunas para alentar a las jugadoras que disputan frente a Panamá un lugar en la Copa Mundial Femenina Francia 2019. Hombres, mujeres, niño y niñas. Los pañuelos verdes se mezclan con las camisetas argentinas y las vinchas. 

El equipo recorre el camino que separa al vestuario del campo de juego escuchando la tradicional “que esta barra quilombera / no te deja, no te deja de alentar”. El camino hasta el repechaje fue difícil. Años sin espacio para entrenar, viáticos miserables, nada de indumentaria ni premios, nulo apoyo oficial, pero siempre la pasión y un reclamo en alto: “¡Queremos ser escuchadas!”. Las pibas salen a la cancha y la multitud les da la bienvenida con cánticos y una suelta de globos albicelestes por el cielo de Avellaneda. Suena el himno panameño y el público responde con un aplauso respetuoso. Suena el argentino y lo corea a viva voz. La checa Jana Adamkova da el pitazo inicial y la percusión de la popular no se detendrá en los 90 minutos siguientes. Los hinchas en las gradas están encendidos, los espectadores fugaces que vuelven de sus trabajos en el tren Roca miran con curiosidad desde el terraplén del ferrocarril, el combinado nacional arranca con buen pie.

Mujer tocando el bombo en la tribuna

Las y los hinchas que llegan con bombos y redoblantes completan la celebración.

A los 10 minutos, penal para Argentina. “¡Penalazo!”, grita un plateísta. Pero la “asombrosa Bailey”, tal como la caracteriza la FIFA en su web oficial, hace valer su reciente título de Guante de Oro y ataja el disparo. Once minutos dura el mal trago hasta que Mariana Larroquette manda la pelota a la red panameña y convierte el primer gol. Cinco minutos transcurren nomás y Eliana Stabile amplía la diferencia. El estadio estalla de alegría. Las pibas dejan todo y la hinchada agradece a puro aliento.

Antes de que termine el primer tiempo, un rincón de la popular empieza a cantar “¡Aborto legal, en el hospital!” y el grito se contagia. Ya en el complemento, mientras la zaguera Aldana Cometti para cualquier intento de ofensiva panameña, Estefanía Banini despliega su calidad de juego, corre y gambetea “a lo Banini” –frente a quienes insisten en llamarla “La Messi”– y le deja servido el tercer tanto a Yamila Rodríguez, dueña de todas las pelotas paradas, que hace honor a su potente pegada.

La roja a la panameña Linedth Cedeño desnivela aún más el juego y, sobre el cierre, la referí cobra un nuevo penal para Argentina que Stábile cambia por gol. Las chicas se abrazan y festejan un triunfo adentro y fuera de la cancha. 

Arquera panameña ataja un pelotazo

La “asombrosa Bailey”, tal como la caracteriza la FIFA en su web oficial, hace valer su reciente título de Guante de Oro y ataja el disparo.

El camino al mundial no es sencillo. Tras 11 años de ausencia albiceleste, el tercer puesto en la Copa América las trajo hasta este repechaje. El próximo martes en el Estadio Rommel Fernández, en Panamá, se disputará el partido de vuelta. Será el último escalón para llegar a Francia 2019.

Vamos las pibas

Vamos las pibas

Dos mujeres jugando al futbol

El oeste del Gran Buenos Aires es la “cuna” de grandes jugadoras.

El rol de la mujer en la sociedad está en medio de una gran transformación y el fútbol femenino es un claro ejemplo de ello: está con un crecimiento histórico en Argentina y el oeste del Gran Buenos Aires es la “cuna” de grandes jugadoras. Por eso, ANCCOM recorrió la zona para dialogar con las principales protagonistas y conocer sus experiencias.

El fútbol se encuentra atravesado por una lógica comercial y mercantil. Existen grandes desigualdades de recursos económicos entre los clubes de Primera División y el Ascenso, cuyos jugadores deben tener otro trabajo. Las diferencias se profundizan si hablamos de fútbol femenino, un deporte prácticamente amateur en nuestro país. Actualmente la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) cuenta con 32 equipos de fútbol de mujeres (14 en Primera A y 18 en Primera B). Micaela jugó en Defensores del Chaco de Moreno y luego pasó a San Lorenzo y comenta que la principal diferencia entre ambos clubes fue tener “masajistas y preparadores físicos. Antes era como juntarme a jugar con mis amigas en el barrio”.

“Ya la edad me pasó para jugar en AFA, prefiero jugar en equipos de barrio”, dice Sandra de 29 años, mientras espera para entrar en el equipo ´Rivadavia´ del Torneo Municipal de Fútbol Femenino de Merlo. Es un campeonato con 24 equipos, todos fichados en la Secretaría de Deportes del Municipio. El 90% de ellos tiene inscriptas las 3 categorías del campeonato, con un mínimo de 7 jugadoras registradas para cada uno de los niveles. Mientras se pone las canilleras, Sandra cuenta que juega desde los 15 años, donde hacía “fútbol mixto” con sus 14 hermanos y entre risas sostiene que “teníamos para hacer 2 equipos de 7”. Ser madre a los 19 años no le impidió continuar con su pasión por el fútbol, cuando su hija cumplió 3 meses volvió a las canchas. “Terminaba el primer tiempo, me sentaba y ella venía a tomar la teta” dice Sandra.

El apoyo familiar y económico resulta fundamental a la hora de llevar adelante una carrera dentro del fútbol femenino. “Cuando estaba por empezar a jugar en River, tenía que ir todos los días y no podía. No tenía a nadie que me banque”, sostiene Valeria Giménez de 24 años. A ella sus padres nunca la vieron jugar, siempre fueron los abuelos quienes la apoyaron en el deporte. “El primer torneo al que me anoté, lo ganamos y teníamos que viajar a Mar del Plata, mi vieja no quería saber nada”, cuenta Giménez.

No todas las familias se niegan a aceptar que sus hijas jueguen al fútbol. Valeria Albornoz jugó en Independiente de Avellaneda y en Atlas de General Rodríguez y comenta que sus padres la apoyaban en su decisión pero “no la bancaban económicamente”. A los 17 años empezó a jugar en Atlas y al poco tiempo pasó a entrenar en Wilde para formar parte del plantel de Independiente. Eso la obligó a asistir a la escuela secundaria y trabajar en una fiambrería con su tía para poder solventar su viaje al predio de zona sur donde entrenan los “rojos”. En ese momento, ella optó por dejar el colegio y al poco tiempo abandonar el fútbol.

Piernas de una jugadora, pisando una pelota

El crecimiento del futbol femenino refleja el nuevo rol que disputa la mujer en la sociedad.

“De a poco se fueron rompiendo algunos mitos, por ejemplo, que el fútbol es solo para hombres” dice Gonzalo Díaz, ex arquero de Racing y coordinador de actividades de los complejos Goles y Gambetas, ubicados en Merlo Norte, Libertad, Ituzaingó y Villa Tesei. Díaz cuenta que comenzaron con las actividades en el 2013 y el fútbol femenino nació como una demanda de 4 chicas. Sin embargo, se enorgullece de ser “los pioneros en la zona oeste en empezar a abarcar más edades en la disciplina”. Actualmente tienen 40 chicas en fútbol infantil. “Tenemos nenas de 6 o 7 años que se compran los botines y vienen a jugar al fútbol, para nosotros es muy lindo eso”, señala el coordinador.

En una de las inmediaciones de Goles y Gambetas, se lleva adelante la Liga EFEM de Fútbol Femenino. Allí está Lucila Aguirre, de 15 años, oriunda del Parque San Martín, partido de Merlo. Desde los 12 años juega principalmente en futsal de River y en mayo de este año tuvo su primera convocatoria a la Selección Argentina de Futsal Femenino Sub-20. “La que me acompañó siempre en el fútbol fue mi mamá, falleció hace dos meses”, cuenta Lucila mientras suspira. Según ella, juega al fútbol desde que tiene “memoria” y siempre con varones. Aguirre afirma que eso le “sirvió mucho para, después, sacar ventaja con las chicas”. Según comentan las jugadoras del torneo y algunos espectadores es la promesa del fútbol femenino en el país.

En algunos casos, se toma al fútbol como una actividad recreativa. En la Liga Municipal de Merlo, “los técnicos tratan de que jueguen todas. En cambio, en AFA, solo juegan las mejores. No importa si fuiste a entrenar toda la semana”, afirma Rocío Taboada. Tiene 26 años y es arquera de Ferrocarril Oeste, luego de haber sido la única mujer entrenando con “80 jugadores libres en el Club CFR de Moreno”. Hace cinco años que decidió aprender a jugar al fútbol y como está lesionada en su muñeca juega como defensora. También atajó en Almirante Brown, en el Sindicato de la Televisión, Deportivo Merlo y otros equipos y cuenta que “es muy difícil que un club apoye al fútbol femenino, todo sale a pulmón”. En Ferro están becadas, tienen camisetas y pelotas. Lo que debería ser lo habitual en un club de fútbol, se toma como una novedad.

El machismo dentro del ambiente del fútbol fue una barrera que tuvieron que atravesar varias de las chicas que decidieron comenzar en este deporte. “Cuando yo arranqué me decían ´vos jugas a la pelota, sos un varón´ o ´¿Por qué no vas a lavar los platos?´ y eso te pone mal, creés que tenés que hacer eso”, dice Valeria Albornoz, la chica que jugó en Independiente y Atlas. El juicio social, coincidieron todas las entrevistadas, fue uno de los principales motivos por los cuales muchas jugadoras dejaron de ir a las canchas. Sin embargo, con la mujer disputando un nuevo rol en la sociedad, el fútbol femenino parece incubar cambios. Rocío Taboada sostiene que “las mujeres están jugando por todos lados ahora”. La experiencia compartida por varias jugadoras en la zona oeste es que comenzaron a jugar con zapatillas y hoy «todas se compran botines y camisetas de fútbol”, dice Gonzalo Díaz. ¿El machismo en el fútbol también se estará por caer?

Mujeres, arte y fútbol

Mujeres, arte y fútbol

“Lo que a unas les pasa en el escenario a otras nos pasa en la cancha: hay territorios a los que nos cuesta llegar”. Quien dispara la afirmación sin titubeos es Juliana Román Lozano, entrenadora y mano derecha de Mónica Santino, DT de Las Aliadas, el equipo de fútbol femenino que se ganó la Güemes, cancha central de la Villa 31. Su referencia está en la Asociación Civil La Nuestra, una agrupación de mujeres que milita el feminismo desde el deporte y que, en la tarde del sábado, participó del Festival MIA (Mujeres Incentivando Arte) para festejar los diez años del equipo.  

El MIA es un festival de mujeres artistas de diversas expresiones y estilos, organizado por la cantante de rap Karen Pastrana y la productora y cantante Rocío Cuevas. Desde las 16 del sábado, el predio de la Cancha 9 de la Villa 31 fue escenario de talleres, baile y música en vivo: folklore, tango, rap, pop de los 80’s y cumbia.

“Ver una buena jugada de fútbol emociona porque es como el arte: trata de mejorar el mundo”. Rocío Cuevas, productora musical y cantante de Rosario y La Cruz de Sal, mira el escenario y no puede creer que hayan podido montar el MIA en medio de la Villa. Hace unos meses imaginaron la idea junto a Pastrana, que solo baja del escenario para volver a subir de la mano de una nueva artista que hace retumbar su música por todo el barrio. El MIA nació este año y tuvo su primera edición en un local de Palermo. Fue un éxito, pero ahora, en la 31, el festival toma otro rumbo y para el año que viene el objetivo es llevarlo a otros barrios y prolongar los talleres de arte para niñas y adolescentes durante todo el 2018. Esa es la meta a corto plazo, el gran sueño es llevarlo al interior del país, provincias como Chubut o Santiago del Estero, y darles espacio a las mujeres artistas de cada lugar. “En el mundo patriarcal el que divide triunfa. Nosotras creemos que el camino es unirnos”, afirma Rocío en diálogo con ANCCOM.

El MIA nació este año y tuvo su primera edición en un local de Palermo. Fue un éxito, pero ahora, en la 31, el festival toma otro rumbo y para el año que viene el objetivo es llevarlo a otros barrios.

Mónica Santino, referente del fútbol femenino en la Argentina, directora técnica de La Nuestra, señala que el festejo sintetiza lo que el equipo hizo en todos estos años: tejer una red con otros grupos de mujeres, militar desde la cancha. También, festejar es fortalecerse para lo que viene: el objetivo para 2018 es convertir a La Nuestra en un club de fútbol femenino. Un espacio en donde las mujeres entrenen desde los primeros años, lo que no existe en los clubes tradicionales que las reciben desde los 14 o 15, ya perdido el tiempo clave para la formación de un deportista cuando se construye identidad y pertenencia. “Cuando hablamos de despenalizar el aborto es lo mismo que decir que vamos a ejercer el derecho al juego, porque tiene que ver con tomar el control de nuestros cuerpos”, dice Mónica entre canción y canción. De fondo suena la voz de Ayelén Zuker, una de las cantantes del cuarteto vocal M.a.m.b.a.s, la banda preferida de Santino en la grilla del festival, mujeres con mucho glamour que cantan canciones de los años 80.

Cerca de las 18, Karen se sube al escenario para recibir una visita especial, y en medio de la cancha de básquet, entre grupos de mujeres que toman mate o cerveza, Higui y Mónica se abrazan, un abrazo que se nota fuerte, y cuando llega la pelota enseguida se dibuja un pase entre una y otra, una línea perfecta que encaja como el abrazo. “Cuando agarro la pelota soy yo, no me importa nadie ni nada”, dice Higui, la mujer que estuvo presa por defenderse de un grupo de hombres después de sufrir agresiones por ser lesbiana. En la comisaría, deprimida y a punto de “tirar la toalla”, Higui juntaba las imágenes de sus líderes, recortes de revistas que hacían de santuario: estaba el Che, el Diego, Tévez, y Mónica Santino, recortada de una nota en una revista que repartía el cura que cada tanto la iba a visitar. “Me emociono porque yo la conocí ahí, en la revista, y ahora está acá conmigo”, señala Higui en conversación con ANCCOM.

Mientras tanto, en el pasillo que rodea la cancha, los talleres acumulan rondas de pibas y pibes que se acercan a mirar. En uno de los grupos, tres jugadoras de La Nuestra prueban los instrumentos: Alexia, arquera, de unos trece años, está en el bajo. Ninguna sabe tocar, pero ahora las coordinadoras del taller cuentan hasta cuatro y ellas arrancan la canción que acaban de componer: “No me importa nada lo que digan, yo soy la dueña de mi vida”. Chicas Amplificadas es un taller itinerante de rock para niñas y adolescentes de 7 a 17 años, que se da en escuelas de Capital Federal y Gran Buenos Aires. “Hay que trabajar el empoderamiento desde los primeros años”, explica Sol, una de las coordinadoras del taller, “porque hay muy pocas que saben tocar instrumentos, a veces por falta de recursos, a veces por vergüenza”.

Ayelén Zuker, una de las cantantes del cuarteto vocal M.a.m.b.a.s.

Alexia y Milagros son arqueras en La Nuestra, y Juana juega de delantera. Cuando se enteraron del festejo, lo primero que preguntaron fue si había que llevar pelota. “En el barrio no suele haber eventos así, con escenario y buen sonido”, dice Jesica, vecina de la villa, que apenas escuchó “la base” se vino con su hija y su novio, que tiene un dúo de rap. “No conocía a ninguna mujer rapera”, admite mientras mira a Karen en el escenario. Jesica, en cambio, dice que escucha música de mujeres. “A mí me gusta el rap porque habla de la realidad, de lo que vivimos acá todos los días”. Jesica no toca pero le gustaría, y cuenta que de camino al festival, vio un cartel que ofrecía clases de breakdance y le dieron ganas de anotarse. Giselle, también vecina del barrio, dice que sabía del festival porque la hermana juega al fútbol en otro equipo de la villa. “Me gusta que las mujeres podamos jugar, ir a la cancha en vez de quedarnos en casa como nos enseñan de chicas”. reflexiona.

En el escenario sigue el desfile de artistas: Nina Uma que vino desde Bolivia y Mare Advertencia Lirika, rapera mexicana, que casi se pierde el festival cuando se encontró con las rutas del DF cortadas por problemas sindicales y estuvo a punto de perder el vuelo. No falta la ronda de sikuris y algunos tangos de la mano de Brisa Videla y su grupo Tangorante. “Las mujeres tenemos que liberarnos”, expresa Linda, que vive en la villa y hace siete años trabaja en el centro de la mujer de la Red Protege, un espacio de encuentro para víctimas de violencia de género. El local de Linda está junto a la cancha Güemes, donde entrenan las chicas de La Nuestra. “En fútbol pasa lo mismo que en nuestras reuniones, nos descargamos y así nos fortalecemos”, le explica a ANCCOM.

Oscurece, pero la villa sigue encendida. En la cancha todavía hay partido, y alrededor van saliendo reposeras con mates, botellas de vino o vasos de cerveza. Desde la entrada al predio se asoma Teófilo Tapia, el abuelo del lugar, como quien pasa a mirar que esté todo en orden antes de irse a dormir. “Cien años va a cumplir el barrio, y nos siguen diciendo que lo van a urbanizar”, denuncia. Y recuerda al Padre Mugica, que ahora le pone nombre al comedor, a la cancha, y a otros tantos espacios de la villa que le rinden homenaje. “El fútbol saca a los pibes de la esquina. Cuando no tienen trabajo, cuando está todo mal, si hay una cancha, en vez de fumar, patean la pelota”, sentencia.

El MIA es un festival de mujeres artistas de diversas expresiones y estilos, organizado por la cantante de rap Karen Pastrana y la productora y cantante Rocío Cuevas.

Chicas Amplificadas es un taller itinerante de rock para niñas y adolescentes de 7 a 17 años, que se da en escuelas de Capital Federal y Gran Buenos Aires.

Actualizado 16/11/2017