“Le tienen un miedo tremendo a la libertad”

“Le tienen un miedo tremendo a la libertad”

María del Mar Daza primer plano.

María del Mar Daza, abogada doctorada en derecho penal y política criminal, experta en violencia de género.

En 2010 se aprobó en España la denominada Ley de Plazos que legalizó el aborto hasta la semana 14 de gestación y para las mayores de 18 años. Cuatro años después, el gobierno del recientemente depuesto Mariano Rajoy presentó una reforma a favor de la maternidad y de los derechos del concebido conocida como “Ley Gallardón”. La iniciativa de reforma de la Ley del Aborto estuvo especialmente impulsada por el ex ministro de Justicia Alberto Ruíz-Gallardón. Miles de mujeres se manifestaron en toda España, presentaron informes y juntaron firmas para que la reforma no avanzara. A fines de 2014, archivado el proyecto, Ruíz-Gallardón dejó su cargo tras la inevitable decisión de Rajoy de retirar el proyecto por la falta de consenso y la firme presión social.

Entre las tantas profesionales, artistas y mujeres que lucharon para mantener la Ley de Plazo, María del Mar Daza Bonachela, tuvo un lugar especial. Abogada doctorada en derecho penal y política criminal, experta en violencia de género, transitó aquel convulsionado año entre la escritura de su tesis con la militancia, concientizando a las mujeres de Granada y alrededores de la importancia de decidir sobre sus cuerpos.

“Si con 16 años podemos consentir las relaciones sexuales, no tiene sentido que sean 18 los necesarios para decidir sobre un embarazo”, protesta Daza Bonachela en cuanto a la única reforma que logró el Partido Popular (PP) sobre la interrupción del embarazo. Es que las menores de 18 años deben presentarse ante los profesionales médicos con una autorización de la madre, padre o tutores, ya sea para intervención farmacológica o quirúrgica. Si la persona responsable no está de acuerdo con la intervención, el caso se lleva a la Justicia.

“¿Qué defensa de la vida es la de obligar a una niña de 12 años a seguir con un embarazo?”, se pregunta Dazaen diálogo con ANCCOM. Una vez más, el cuerpo de la mujer librado a la decisión de otros. Pero no sólo las menores se encuentran con una barrera al momento de abortar, sino que tampoco pueden hacerlo libremente todas aquellas mujeres que residan o estén momentáneamente en el país sin ser ciudadanas legales de España. Es decir, todas aquellas que no acceden al sistema tradicional de salud no pueden realizarse abortos por vía gratuita. El precio de un aborto farmacológico ronda en 300 euros, mientras que una intervención quirúrgica puede salir entre 300 y 500, unos aproximadamente 15 mil pesos argentinos.

La primera legislación sobre la interrupción voluntaria del embarazo en España es de 1985. La Ley Orgánica 9/1985 todavía tipificaba el aborto como delito, pero indicaba una modificación en la penalización. El artículo 417 bis establecía un sistema de indicaciones para los tres casos en los que el aborto no sería punible: situación ética, embriopática y terapéutica en las que la vida, sea de la mujer o del feto, se encuentren en peligro, o en caso de que el embarazo sea producto de una violación y que esta haya sido denunciada. En todos los casos, para que el aborto no fuera punible, se necesitaba el consentimiento, firma y opinión de profesionales, por lo general hombres, del ámbito médico y legal.

“Antes del 85’, e incluso después, cuando no se cumplían los requisitos, las mujeres que tenían la posibilidad económica, viajaban a Inglaterra para abortar”, afirma la abogada. Y completa: “Ahora es legal, pero todavía a muchas les hacen viajar de acá para allá, como si una ya no tuviera demasiado encima, con lo que implica emocionalmente una situación así”. Y cuenta que recientemente a una mujer de un pueblo de la provincia de Granada la mandaron a Sevilla a realizarse el aborto, sin familiares, sin nadie conocido, recuperándose de la intervención en un hotel.

El marco legal es la primera batalla ganada, pero quedan muchos cabos sueltos que se escapan a la Ley. Y sin duda uno de ellos es el procedimiento al momento de abortar. Las clínicas IVE (Interrupción Voluntaria del Embarazo) son los establecimientos autorizados, privados pero financiados por el Estado, para realizar abortos. Pero hay comunidades enteras, como era hasta el año pasado el caso de Navarra, que tienen una sola clínica IVE. Esa situación implica, además del desplazamiento, adaptarse a las condiciones que presente la empresa. Si bien los hospitales públicos están autorizados para realizar las prácticas, tanto la quirúrgica como la farmacológica, lo más común es que se nieguen a hacerlo. “En teoría el derecho de objeción de conciencia es individual y previo, y solamente para la intervención directa, pero el ámbito médico es conservador, y si el jefe de hospital se opone lo que suecede es que ningún profesional en el establecimiento se presta a hacerlo”, afirma Daza Bonachela quien no conoce ningún caso de aborto en hospital público.

La Ley Orgánica 2/2010 de España establece que se debe incluir la educación afectiva sexual y reproductiva en los contenidos formales del sistema educativo. Sin embargo, cada comunidad autónoma gestiona la materia a su gusto: como asignatura obligatoria, como taller, como asignatura optativa. Sin un presupuesto determinado para que pueda llevarse a cabo de forma armónica en todo el territorio español, cada instituto decide, según la opinión de los padres, de los directivos, y de la importancia que le dé a la cuestión el gobierno de la comunidad. Un terreno algo sinuoso que suele dar como resultado talleres extracurriculares o materias optativas. “Es que le tienen un miedo tremendo a la libertad”, reclama la abogada y experta. Y describe: “En muchas escuelas aún consideran que hablar de educación afectiva y sexual con los niños y adolescentes es incitar a la promiscuidad. La sexualidad es algo precioso, siempre y cuando una tenga la posibilidad de decidir”.

Niños apropiados en España: “Hay un pacto de olvido”

Niños apropiados en España: “Hay un pacto de olvido”

Diana Marre es Doctora en Antropología Social y Cultural y lleva adelante una investigación sobre apropiaciones de niños desde la dictadura española de Francisco Franco -de cuyo inicio se cumplieron ayer 77 años- hasta 1995, momento en el que se comienza a permitir la adopción internacional en España. Se trata de un macabro caso espejo a lo ocurrido en nuestro país durante la última dictadura cívico   militar.

Nacida en Bahía Blanca, Marre se formó en Historia en la Universidad Nacional de La Pampa. Se fue a vivir España en 1994 y se doctoró en en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde hoy da clases y participa de AFIN, un grupo de investigación dedicado al estudio de adopciones, familias e infancia.

¿Cómo son las apropiaciones de niños en España?

Primero están los casos de los hijos de los republicanos que fueron enviados al exterior por sus padres para protegerlos de la guerra. Durante la dictadura, Franco se propuso recuperarlos, especialmente a aquellos que habían sido enviados a Moscú. Logra traer a 30.900, según un documento de La Falange, pero no a los que estaban en la Unión Soviética. Después están los casos en los que mujeres de clase alta daban alojo a embarazadas solteras para luego quedarse con el bebé y vendérselo a otra familia. Y por último se encuentran los robos de bebés en clínicas ginecológicas. Cuando empezó a usarse el parto sin dolor, se aprovechaba que la madre quedaba inconsciente en ese último pujo para robarle a su bebé y después decirle que había nacido muerto. También hay casos en los que se trataba de un embarazo de mellizos y se quedaron con uno. De estos robos no hay un número exacto. Creo que lo que empezó siendo una medida de “higienismo”, eso de sacarle un niño a una familia humilde, se transformó en un negocio.

¿Cómo es que diste con este tema?

Siempre me preguntan si llegué a este tema por la dictadura argentina y no, nada que ver. Yo llegué por el lado de estudiar las adopciones internacionales en España, que es mi especialidad. El primer caso con el que me encontré fue el de dos chicos de treinta y pico de años de Barcelona. Ambos habían sido comprados por sus padres a unas monjas en Zaragoza. El padre de uno de ellos, en su lecho de muerte, le dice a su hijo: “¿Te acuerdas de que cuando ustedes eran pequeños íbamos todos los veranos a Zaragoza? Era porque íbamos a pagar las cuotas a las monjas”. Este chico se lo dice a su amigo, que es el que fundó una de las primeras asociaciones de niños apropiados en España, la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (ANADIR). Es una de las que más movilizadas están. Hay varios programas de televisión en los que él aparece y transmite esa sensación que tiene de haber sido comprado como un objeto.

¿Cómo se dan a conocer estos casos?

En 1982 salió una publicación de la revista Interviú con fotografías de una clínica en la que robaban bebés. La más impresionante es la de un bebé en una heladera. Lo mostraban cuando los padres querían ver a su niño una vez que los médicos les dijeron que había nacido muerto. A todos les mostraban el mismo bebé. Pero no pasó nada después de este artículo. El tema quizás se trata en algún programa de televisión, pero muy tarde. Recién en estos últimos cinco o seis años empezó a aparecer una enorme cantidad de gente. El 3 de abril del año pasado las agrupaciones de víctimas hicieron movilizaciones en distintas ciudades de España.

¿Por qué pensás que empiezan a hacerse ver recién ahora?

Creo que se empezó a relajar ese sistema de secreto y miedo. Es gente que no ha nacido en la dictadura, esos miedos al franquismo les quedan muy lejos. Y luego creo que la adopción internacional normalizó la idea de que se pueden tener hijos de otra manera, al igual que con la reproducción asistida.

¿Qué agrupaciones de derechos humanos tratan el tema en España?

De derechos humanos como tal, no. No se plantea como un tema de derechos humanos, sino como un tema de víctimas de apropiaciones indebidas, desapariciones forzadas, depende el criterio. Mayoritariamente son hijos que sospechan que son apropiados, o hermanos y hermanas o padres y madres. Las que menos han aparecido son las madres solas por la sanción moral que puede haber. Si una mujer tuvo una hija de una relación con un señor casado, la dio en adopción y luego se casó y tuvo hijos, esto se lo lleva a la tumba porque es poner en cuestión su honor, su reputación, la de sus hijos.

¿No hay un equivalente a Madres de Plaza de Mayo, entonces?

Existe “Madres de la Plaza Saint Jaume de Barcelona” pero como nombre de agrupación. Aquellas madres a las que les dijeron que sus bebés habían nacido muertos sí que están. Las que están invisibilizadas son las solteras. Hay 24 agrupaciones, pero todas tienen matices, cosas en las que desacuerdan. Están “SOS Bebés robados” con filiales en muchas ciudades del país y “Todos los niños robados son también mis niños”, además de ANADIR, que ya mencionamos.

¿Tienen alguna relación con las agrupaciones de derechos humanos argentinas?

“Madres de la Plaza Saint Jaume” está claramente inspirada en las de Argentina. “Todos los niños robados son también mis niños” tiene mucha relación con toda la tradición argentina. Todas las agrupaciones de víctimas que están integradas en la querella argentina, que no son las 24 que hay a nivel nacional, están muy vinculados.

¿Qué es la querella argentina?

Es una querella que lleva adelante la jueza María Servini de Cubría por delitos de lesa humanidad contra determinadas personas en España. Apropiación de niños pero también desapariciones, tortura, fosas comunes…

¿El Estado español ha hecho algo sobre estos casos?

En el gobierno de Rodríguez Zapatero sancionaron una Ley de Memoria Histórica que iba a ayudar en diversas cuestiones como el mapeo y apertura de fosas comunes, la supresión de los símbolos franquistas y la búsqueda de los niños, banco de ADN y demás. Esto empezó a funcionar, se abrieron algunas fosas, pero el gobierno cayó, tomó las riendas el Partido Popular y el vínculo entre ellos y el franquismo es muy directo. Imagínate de Fraga Iribarne, que era presidente de Galicia, fue ministro de Franco. Es una continuidad muy clara. Una de las personas de las que Servini pidió la extradición era el suegro del Ministro de Justicia Ruiz Gallardón. El franquismo ha perdido el complejo y hoy día se ve cómo celebran el día en que Franco hizo no sé qué. Eso en Argentina es impensable. Además con la amnistía del ’77 se dificulta que una causa prospere.

Pero estamos hablando de delitos de lesa humanidad.

Hubo un caso de una niña en Barcelona, pero como apareció no hubo juicio. Además está prescrito todo, no se lo considera delito de lesa humanidad. También está inscrito en esta continuidad según la cual se acepta que había gente que no quería tener a esos hijos, que a esos niños les convenía estar con esas familias, se acepta que era un rescate de niños de familias humildes.

Eso va en contra de los tratados internacionales. ¿España no está suscrita?

¡A todos! Hay una cierta protección de Europa. En la época de Videla o de los dictadores africanos estaba toda Europa escandalizada por lo que pasaba. Aquí el Consejo de las Naciones Unidas da informes, pero no hay ningún tipo de sanción, no se plantea. Hasta ahora no ha habido condenados.

¿Pero no se inició ningún proceso judicial?

Hubo uno por una apropiación de una chica. La imputada era Sor María Gómez Valbuena, que trabajaba en la clínica Santa Cristina de Madrid. Pero resulta que la monja se murió y nunca se vio el cadáver. Todos pensamos que la sacaron de circulación, cosa que la Iglesia puede hacer porque nadie puede meterse en los territorios de eclesiásticos.

¿Con el papado de Francisco hubo algún cambio?

Sí. Las figuras más duras de la Iglesia como Rouco Varela, que era el arzobispo de Madrid, fue destituido ni bien subió el Papa. Han prosperado denuncias de abuso sexual, que antes no prosperaba ninguna. El Papa ha llamado personalmente a personas que han sufrido abusos. Hay cambios. En un momento el Papa dijo que iba a abrir los archivos del Vaticano sobre la dictadura argentina, así que esperamos que abra también los españoles. La Iglesia todavía es muy potente en España.

En Argentina hablamos de casos de restitución de la identidad, ¿en España hablan de búsquedas de identidad?

Yo creo que buscan, sobre todo, información. Recuperar una identidad casi nunca, que yo sepa. Hay casos en los que se intentó una recuperación, a veces ha andado bien, pero siempre es como una familia lejana. Después conozco un caso muy reciente de un chico nacido en los ochenta que ha luchado 15 años para recuperar su apellido biológico porque fue dado mal en adopción y no lo ha logrado.

La ley de Memoria Histórica, ¿llegó a crear algún equivalente a nuestro Banco Nacional de Datos Genéticos para determinar la filiación?

No. Hay diversos bancos privados. Ese es el problema, que no hay un banco central.

Entonces las personas tienen que peregrinar por los bancos para hacerse el ADN.

Exactamente. Hubo un banco al que iba mucha gente, pero eso no necesariamente resultó. La dueña de ese banco es Rosario de Cospedal García, hermana de la actual secretaria general del Partido Popular. Yo creo que mucha gente no siguió con los exámenes por las incertezas, porque les daban la respuesta de un banco y después tenían que ir a otros.

Antes hablabas de la amnistía, ¿no está cuestionada por las agrupaciones de víctimas o por algún sector político?

La amnistía como tal nadie se la cuestiona. Para cambiarla dicen que tendrían que modificar la Constitución y eso implicaría revisar cosas como las autonomías o la monarquía. Hay una idea de pacto del olvido, que nada se revisa porque ha quedado, de alguna manera, resuelto. También está el tema de que cuestionar lo que ha sucedido antes para algunos implicaría poner en peligro la seguridad nacional. La Guerra Civil se acalló, pero no se discutió. Entonces está el miedo de que estalle algo que vuelva a enfrentarnos.

 

Actualizada 19/07/2016

 

“El tango se había quedado con la melancolía”

“El tango se había quedado con la melancolía”

¿Quién podría pensar que el tango iba a dejar atrás su nubarrón de melancolía  para darle paso a la orquesta, la alegría y la diversión? Cualquiera que vea un ensayo de Amores Tangos o que tenga el placer de presenciar uno de sus espectáculos puede fácilmente contagiarse de esa mágica energía. La que brota de cinco músicos extraordinarios con una visión renovadora del tango, rescatada de las orquestas y del Carnaval. Ellos son: José Jose Teixidó en guitarra y dirección, Nico Perrone en bandoneón, Juan Tarsia en piano, Seba Noya en contrabajo y Augusto Argañaraz en batería. También se suman como invitados los cantores Osvaldo Peredo, Leandro “Negro” Falótico, Limón García y Cucuza Castiello. Nominada a los premios Gardel con sus discos Orquesta de Carnaval (2011) y Altamar (2013), la banda se prepara para dejar salir su último desafío discográfico y presentarse este viernes en el Club Cultural Matienzo (Pringles 1249, CABA, 23 y 59 horas), luego de una exitosa gira por Europa. Anccom dialogó  con Teixidó y Tarsia sobre esta particular y ascendente orquesta

¿Cómo fue el origen de la banda?

Jose Teixidó: Aunque hay varios momentos para llegar a la constitución de la  banda,  creo que  el año 2012 fue muy importante, tanto como el momento inicial del 2008, en un primer show en una milonga perdida por San Telmo donde se sembró una semillita. Enero y marzo del 2012 fueron momentos importantes, cuando hicimos el Festival en Mar del Plata también.

Juan Tarsia: Para mí fue en el Festival de Tango de Granada, en España,  en el año 2012, allí hubo una vivencia fuerte. Mí percepción fue: “Okey, esto es una bomba”.

"Algunos amamos mucho el tango, otros lo aprecian, otros lo tenemos de amante, otros tienen relaciones ocasionales con el tango, pero eso es parte de la riqueza del grupo" , afirmaba Jose Teixidó.

«Algunos amamos mucho el tango, otros lo aprecian, otros lo tenemos de amante, otros tienen relaciones ocasionales con el tango, pero eso es parte de la riqueza del grupo» , afirmaba Jose Teixidó.

¿Todos son amantes del tango?

Jose Teixidó: Ni éramos ni lo somos. Algunos amamos mucho el tango, otros lo aprecian, otros lo tenemos de amante, otros tienen relaciones ocasionales con el tango (risas de ambos), pero eso es parte de la riqueza del grupo.

Juan Tarsia: En la música que hacemos hay muchas influencias diferentes, Nico es súper tanguero y yo soy del palo del jazz, del candombe.

¿Qué significó estar nominados dos veces a los premios Gardel?

Juan Tarsia: Fue más lindo que el momento en el que nos dimos cuenta que no habíamos ganado (risas de ambos). Implicó un lindo reconocimiento al laburo que estuvimos haciendo con esos dos discos.

Jose Teixidó: Haber estado nominados en los dos primeros discos que hicimos fue un golazo.

¿Cómo surge la decisión de tener temas puramente instrumentales?

Jose Teixidó: Eso es muy común en las orquestas típicas del tango, que siempre hacían su repertorio instrumental y cantado. A diferencia de otros géneros  donde la música instrumental no tiene tanto peso, como el folclore,  es una herencia de las orquestas típicas de tango.

Existe una influencia bastante clara de la  murga uruguaya…

Juan Tarsia: Sí, definitivamente. Nos encanta la murga uruguaya y el candombe y últimamente salen muchas cosas para ese lado.

¿Cuál fue el criterio para elegir los tangos que suenan en Orquesta de Carnaval?

Jose Teixidó: En ese momento nosotros estábamos  como armándonos, así que lo que primaba era lo que teníamos ganas de tocar. Veníamos de tocar con otras personas en otros trabajos. En ese momento buscábamos que con todo eso que tocábamos en el grupo encontráramos algo que tocar para pasarla bien. Algo que nos dieran ganas de tocar.

¿Cuál es la innovación que aporta la propuesta de Amores Tangos?

Juan Tarsia: Para mi hay algo claro que tiene que ver con la importancia que le damos a la alegría; la importancia de darla y recibirla, de transmitirla. Retoma un poco la idea esta de las orquestas en carnavales, que se había perdido. El tango se había quedado con la melancolía.

"En ese momento nosotros estábamos como armándonos, así que lo que primaba era lo que teníamos ganas de tocar", afirmaba Jose Teixidó.

«En ese momento nosotros estábamos como armándonos, así que lo que primaba era lo que teníamos ganas de tocar», afirmaba Jose Teixidó.

El tango se caracteriza por su melancolía; algunos la asocian a la patria perdida o una metáfora de la mujer que se va pero ustedes, en algún sentido, le quitan la melancolía al tango…

Jose Teixidó: Claro, porque las mujeres se quedan (risas).

Juan Tarsia: Es un poco la idea, sin pensarla, de lo que sucede. Al ser un grupo de amigos que se juntan a tocar y a disfrutar surge eso y lo que vuelve también es eso. Hay mucha gente que va al show y se sorprende de disfrutar en algo cuyo nombre dice “Tango”. Que diga tango en el nombre suele generar un impacto, nosotros también después de un show nos vamos contentos.

 

¿Existe en cierto sentido la idea de rescatar el tango volviéndolo posmoderno para llegar a un público masivo?

Jose Teixidó: Depende desde los ojos de quién. Para nosotros no hay que rescatarlo, porque el tango está buenísimo, al igual que el folclore. En todo caso se lo pierden los que no lo valoran,  no  ven algo atractivo en ello.  Si vos decidís escuchar toda tu vida la Radio Metro, esa va a ser tu vida, si decidís ir a un carnaval de Salta tu vida, te aseguro, va a ser mucho mejor. Que el tango sea masivo es un deseo que tenemos pero no es algo que nos desvele.

Juan Tarsia: Y a la vez nos parece que en el tango está habiendo una revolución ligada a la juventud. Y que se vuelva a conectar con el género implica que esto se conozca,  lo cual es genial.

¿A la hora de componer cómo se reparten los roles?

Juan Tarsia: El 80% de la música la trae José. Al principio él componía y luego se empezó a abrir el juego,  se empezaron a hacer composiciones conjuntas. No hay un patrón fijo.

Jose Teixidó: Depende del tipo del tema, participa más quien más puede aportar, quien conviene que haga tal o cual cosa.

¿Cómo fueron las grabaciones de los dos discos anteriores?

Jose Teixidó: Algunos discos, los primeros se grabaron más tocando en vivo y el otro tuvo más pre-producción.

Juan Tarsia: La característica es que la mayoría de los temas ya están tocados en vivo, ya están probados. Lo mismo estamos haciendo ahora. Y así a la hora de ir a grabar ya está cerrado el disco.

¿Qué sienten con lo que vuelve del público?

Jose Teixidó: No nos imaginábamos que iba a ser así. Esta bueno lo que vuelve y es muy estimulante. Y también lo que nos queda a nosotros.

Juan Tarsia: La vuelta del público es una inyección de energía grossa. No deja que esas giras -que por ahí duran cuatro semanas- nos aburran sino que nos revitalizan, y eso se refleja en la música.

¿Qué influencias reconocen en el grupo?

Juan Tarsia: Cada uno tiene influencias muy diversas, lo que le da una identidad especial a la banda. Tenemos tango, música de Brasil, jazz, fusión, rock, música clásica. Hay una historia de mucha música atrás dando vuelta.

¿Cuál es su conexión con las bandas de la escena actual?

Jose Teixidó: Lo que más tenemos son relaciones de afecto. Compartimos asados, ir a jugar a la pelota. Trabajo como sesionistas y en grabaciones.

¿Cuál fue el momento en el que sintieron que habían llegado más lejos?

Juan Tarsia: Estábamos tocando en el CAFF (Club Atlético Fernández Fierro) y en ese momento Mica (nota de la r: la asistente) que laburaba en el equipo, nos contó que un tipo estaba muy enojado, recaliente, puteando, porque se había quedado sin silla. Y de repente empieza el show y el tipo ve el show, se acerca a Mica y le dice: “¿Sabés qué? No importa la silla, ya está”. El ver que con nuestra música podíamos cambiar la energía de ese tipo así fue genial.

¿Cuáles son sus próximos proyectos?

Jose Teixidó: El próximo paso es grabar el tercer disco, que ya está en la cocina hace un tiempo. El contexto es un poco desfavorable para realizar el disco pero lo vamos a hacer igual.

¿Tienen un sello independiente?

Juan Tarsia: Siempre fuimos independientes y vamos a seguir siéndolo por el momento. Tenemos casi cerrado el disco

¿Cuál es su próximo deseo para el disco?

Jose Teixidó: Principalmente grabarlo (risas), encontrar algo que reúna la búsqueda que tenemos. Que se perciba lo que pasa en vivo, la fusión.

Juan Tarsia: Lograr que lo que pasa en vivo se de también sin lo escénico, a través de la música.

 

Actualizada 02/08/2016